CAPITULO CUATRO: Hirass
Helkawen caminaba arrogantemente por los grandes corredores del palacio de su madre, las valkyrias que pasaban la saludaban a la usanza típica de su raza, seguramente Ohtarwen y Erunis ya debían estar en el salón del trono aguardando su llegada. La situación era difícil, debía recomendar que su ejercito se preparara para una intervención inminente pero seguramente hallaría gran oposición, contaba con el apoyo de las guerreras de elite y de algunas del ejercito general pero esperaba no tener que ir en contra de las ordenes de su reina.
Helkawen llegó al salón principal, se detuvo a las grandes puertas. Tomó aire y entró, caminaba con toda la nobleza que su estirpe le había otorgado, las Valkyrias presentes bajaban la mirada en señal de respeto al paso de su princesa, la heredera al trono. Helkawen distinguió a Ohtarwen y Erunis cerca del trono de su madre, Erunis lucía bastante inquieta lo que puso en guardia a Helkawen, por fin se detuvo frente a su madre y se llevó el puño derecho al pecho a la altura del corazón.
"salve Hirassë, reina de las valkyrias"- dijo Helkawen con tono solemne
"bienvenida seas, hija mía"- dijo la reina seria
"hemos traído noticias desde el lejano Imladris"- prosiguió a relatarle lo acontecido durante el concilio –"he de recomendar que las valkyrias se alisten para la guerra"- finaliz
"mucho tiempo hemos permanecido ocultas, sin preocuparnos de los problemas del exterior, porque esta vez habría de ser diferente?"- intervino una elfa a lado de la reina.
"esta vez la guerra nos alcanzará, debemos ayudar a los demás pueblos libres o caeremos con ellos, prima"- dijo fríamente Helkawen molesta por la interrupción
"mi reina, creo que Helkawen se precipita en su recomendación, estoy segura que las valkyrias sobreviviremos a Sauron si seguimos como hasta ahora"- prosiguió la elfa ignorando la frialdad de Helkawen
"tú que puedes saber, Celtissë? Eres demasiado cobarde para salir a explorar, ni siquiera eres una guerrera de elite"- interrumpió Helkawen furiosa.
"silencio, Helkawen"- ordenó la reina – "puede ser que Celtissë no sea una guerrera pero eso no la hace una cobarde"- prosiguió la reina
"no, madre. Una cobarde la hace el hecho de renegar de su sangre elfica y Valkyria al huir de la lucha para esconderse entre las montañas, al igual que abandonar a su PUEBLO a perecer en el olvido"- dijo altiva Helkawen
"mi pueblo son las valkyrias"- contestó Celtissë de la misma forma
"nuestro pueblo son las valkyrias, los primeros nacidos de donde provienen nuestros padres y los humanos de Gondor de donde proviene nuestras madres"- respondió Helkawen hablando para todas las presentes – "acaso las Valkyrias permanecerán ocultas entre las sombras viendo morir a sus hermanos? Que pasará cuando no queden elfos ni hombres para perpetuar nuestra raza o cuando Sauron toque a nuestras puertas? Debemos pelear ahora que tenemos tiempo"- insistió la princesa
"suficiente ambas"- ordenó molesta la reina poniéndose de pie
"Helkawen...las valkyrias no pelearemos en esta guerra, no es nuestra guerra. Mas sin embargo, acogeremos a los miembros de la comunidad del anillo en su viaje a Mordor. Si deseas combatir no te detendré, puedes llevarte a todas aquellas valkyrias que deseen seguirte...puedes quedarte hasta el día que parta la comunidad del anillo de Valhalla pero después de ese día, nunca podrás volver a poner un pie en mi reino...tu derecho al trono será tomado por Celtissë al no haber heredera directa después de ti, como sobrina de tu padre será mi sucesora"- finalizó la reina retomando su lugar.
Helkawen palideció al verse abandonada por su madre, las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos pero el orgullo de su raza la mantuvo serena. Celtissë bajo la mirada con pesar, que no estuviera de acuerdo con su prima no significara que no la quisiera.
"tus ordenes serán obedecidas, mi reina.....reuniré a mi ejercito y partiré de Valhalla con los miembros de la comunidad. Solo espero que tu renuencia a la guerra no sea la perdición para nuestro...tu reino"- dijo con pesar Helkawen, después levantó la mirada y se dirigió a las valkyrias presentes con el porte de una reina- "¿quiénes están dispuestas a pelear a mi lado por el futuro de toda la Tierra Media?- preguntó seriamente. Ohtarwen y Erunis se pusieron de inmediato de pie, seguidas por todas las guerreras de elite del salón. Las valkyrias de la generación de su madre permanecieron sentadas.
"Salve Helkawen, princesa de las valkyrias"- gritó firmemente Erunis
"Salve Helkawen, princesa de las valkyrias"- respondieron al unísono las valkyrias que habían decidido seguir a la princesa. Helkawen sonrió complacida.
"he aquí a mis oficiales de guerra, madre....reuniremos a las valkyrias del ejercito general que nos apoyen y partiremos en 3 meses cuando la comunidad se vaya de nuestra ciudad...Namarië madre"- finalizó Helkawen saliendo del salón seguida de sus guerreras.
La reina vio con pesar partir a la mitad de las guerreras que estuvieran reunidas en el salón del trono y susurró para si – "Namarië hija mía"
Al anochecer Helkawen se encontraba en sus aposentos recostada en su cama, las sabanas de seda de color vino se movían suavemente con la brisa que se colaba por el balcón. Helkawen se incorporó al escuchar a alguien tocar la puerta.
"adelante"- dijo ella
"Helkawen"- dijo Ohtarwen entrando a la habitación –"hemos reunido a 500 guerreras que te seguirán a la guerra" – dijo la elfa – "pero no estarán listas para cuando partamos, he hablado con la reina y nos ha permitido salir primero, no les detendrá el paso a nuestro ejercito así que podrán reunirse con nosotras mas adelante"- finalizó Ohtarwen
"bien, les agradezco a ti y a Erunis lo que han hecho por mi"- dijo Helkawen con una sonrisa triste. Ohtarwen se acercó a donde se encontraba Helkawen y la abrazó, la princesa rompió en llanto en el hombro de su amiga – "he dividido a mi pueblo"- dijo entre lágrimas Helkawen
"no....Hirassë dividió a nuestro reino...debemos pelear, Helkawen y lo sabes. Pelearemos por las que se quedan y las mantendremos a salvo"- finalizó Ohtarwen
Los ojos de Helkawen brillaron con fiereza y determinación – "cabalgaremos a la guerra con los elfos y hombres, pelearemos con honor y si hemos de morir que sea en la gloria de la batalla"- dijo Helkawen – "haremos que Mandos se enorgullezca de recibir a las valkyrias en su morada"- finalizó con altivez Helkawen
Ohtarwen se irguió con orgullo y se llevó el puño derecho al corazón con respeto – "que así sea"
