22/09/03- 05/10/03
Cereza
Espíritu paradisíaco como lluvia fresca...
Rezaga, por dios, la mente sin compasión...
Para que vuele el corazón libre en tu arca...
Pues eres término en mí colmada emoción...
... Y Percibe crear en mi garganta reseca...
El amor que te confiero sin cognición...
...corazón
HP
To: Durma
Capítulo 1: Contrición
Se daba de golpes dolorosos contra el muro helado de los aseos solitarios...
Cuan idiota, cuan imprudente, pero sobre todo, cuan impulsivo había sido...
Por seguir los despiertos e idiotas instintos, por no perder el tiempo y la fatal oportunidad..., por tan solo probar en un momento y fuera de toda realidad su impecable aroma y sabor prohibido, sin pensar en nada más, sin pensar en lo que pasaría después, sin pensar en las terribles consecuencias.
"¡Idiota!" gimió en el silencio espectral y solo para si mismo, lastimando a la pared con más golpes; golpes débiles por parte de sus piernas, de su cabeza y de sus brazos furiosos, con terrible desesperación durante algunos instantes, segundos quizá... solo para después, haciendo ceder su incontrolable arrebato de cólera, dejar descansar la frente en la piedra maciza y fría, mientras sus desesperados sollozos se rendían un segundo, para solo llenarse nuevamente de angustia, de fracaso, de pena y de dolor.
Reposaba los puños agitados en la roca, dañándose la palma con las uñas, maltratando sus gafas ocultas en su manos izquierda, con el vientre lleno de dolores insoportables de ácido, de furia contra si mismo, con las piernas temblorosas y la respiración alterada. Todavía con el sabor del alcohol en su saliva.
Lagrimas retenidas comenzaron a caer pronto de sus ojos esmeralda, lagrimas de frustración, vergüenza, consternación; lagrimas saladas y calidas, de las cuales unas cuantas rozaban suavemente su pómulo, para llegar después a la barbilla morena, hasta deshacerse o terminar en su cuello. Mientras que unas cuantas más, en lugar de esperar una muerte lenta y compasiva, se dejaban caer desde los ojos rociados hasta el suelo, donde colisionaban y morían, de una manera rápida y sin tribulación.
Cerró los ojos.
Y mientras la mente sufría agobiada tal error incorregible del impetuoso corazón, este se regocijaba y daba bruscos vuelcos emocionados al solo recordar el sabor cálido y placentero de sus labios serenos, inmutables y rosados. El olor a lavanda de su cabello y el deslumbrar sorprendido y aturdido de sus ojos apacibles y celestes, que el pensamiento traía de vuelta, una... otra, y otra vez, de una manera casi inaguantable, pero indudablemente inevitable.
"Dios" clamó en un bisbiseo quebrado, tornándose y dejándose caer al suelo, deslizándose lentamente por la irregular pared, mientras secaba con rabia las lagrimas de sus mejillas sonrosadas de cortedad, abrigando con una sola mano su profunda y lastimada mirada y tocando suavemente los profanos bordes de su intensa boca . "¿Por qué, Harry?" preguntó a si mismo llorando exasperado, notando que el delicioso, exquisito y fino sabor cereza de aquella boca privada, aún adornaba sus húmedos, vastos y temblorosos labios "¿Por qué?"
+++++
N/A-R: Sigue... sigue...¡Ya está el segundo capítulo!..., vale, este esta medio confuso... más tarde comprenderán, lo prometo. No, no me pido que dejen review... lean el siguiente.
Cereza
Espíritu paradisíaco como lluvia fresca...
Rezaga, por dios, la mente sin compasión...
Para que vuele el corazón libre en tu arca...
Pues eres término en mí colmada emoción...
... Y Percibe crear en mi garganta reseca...
El amor que te confiero sin cognición...
...corazón
HP
To: Durma
Capítulo 1: Contrición
Se daba de golpes dolorosos contra el muro helado de los aseos solitarios...
Cuan idiota, cuan imprudente, pero sobre todo, cuan impulsivo había sido...
Por seguir los despiertos e idiotas instintos, por no perder el tiempo y la fatal oportunidad..., por tan solo probar en un momento y fuera de toda realidad su impecable aroma y sabor prohibido, sin pensar en nada más, sin pensar en lo que pasaría después, sin pensar en las terribles consecuencias.
"¡Idiota!" gimió en el silencio espectral y solo para si mismo, lastimando a la pared con más golpes; golpes débiles por parte de sus piernas, de su cabeza y de sus brazos furiosos, con terrible desesperación durante algunos instantes, segundos quizá... solo para después, haciendo ceder su incontrolable arrebato de cólera, dejar descansar la frente en la piedra maciza y fría, mientras sus desesperados sollozos se rendían un segundo, para solo llenarse nuevamente de angustia, de fracaso, de pena y de dolor.
Reposaba los puños agitados en la roca, dañándose la palma con las uñas, maltratando sus gafas ocultas en su manos izquierda, con el vientre lleno de dolores insoportables de ácido, de furia contra si mismo, con las piernas temblorosas y la respiración alterada. Todavía con el sabor del alcohol en su saliva.
Lagrimas retenidas comenzaron a caer pronto de sus ojos esmeralda, lagrimas de frustración, vergüenza, consternación; lagrimas saladas y calidas, de las cuales unas cuantas rozaban suavemente su pómulo, para llegar después a la barbilla morena, hasta deshacerse o terminar en su cuello. Mientras que unas cuantas más, en lugar de esperar una muerte lenta y compasiva, se dejaban caer desde los ojos rociados hasta el suelo, donde colisionaban y morían, de una manera rápida y sin tribulación.
Cerró los ojos.
Y mientras la mente sufría agobiada tal error incorregible del impetuoso corazón, este se regocijaba y daba bruscos vuelcos emocionados al solo recordar el sabor cálido y placentero de sus labios serenos, inmutables y rosados. El olor a lavanda de su cabello y el deslumbrar sorprendido y aturdido de sus ojos apacibles y celestes, que el pensamiento traía de vuelta, una... otra, y otra vez, de una manera casi inaguantable, pero indudablemente inevitable.
"Dios" clamó en un bisbiseo quebrado, tornándose y dejándose caer al suelo, deslizándose lentamente por la irregular pared, mientras secaba con rabia las lagrimas de sus mejillas sonrosadas de cortedad, abrigando con una sola mano su profunda y lastimada mirada y tocando suavemente los profanos bordes de su intensa boca . "¿Por qué, Harry?" preguntó a si mismo llorando exasperado, notando que el delicioso, exquisito y fino sabor cereza de aquella boca privada, aún adornaba sus húmedos, vastos y temblorosos labios "¿Por qué?"
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N/A-R: Sigue... sigue...¡Ya está el segundo capítulo!..., vale, este esta medio confuso... más tarde comprenderán, lo prometo. No, no me pido que dejen review... lean el siguiente.
