Wolas!
Esto es un telegrama. STOP. Siento el retraso. STOP. De verdad :) STOP. Y ahora paso a lo importante. STOP. Punto 1. STOP. Respuesta a los reviews. STOP. Punto 2. STOP. Resumen de lo ocurrido en el capítulo anterior. STOP. Punto 3. STOP. En vista de que los lectores consideráis que este también es un fic coral, he tenido que darle un segundo título (en guiri). STOP. "In the shadows", inspirado en la canción de The Rasmus que añado a continuación. STOP. Punto 4. STOP. Spoilers: hay algo del libro 5, pero muy poquito y sin importancia... (bueeeno, si ni tan siquiera sabéis qué es La Orden del Fénix... pues mejor no lo leáis) STOP. Viva Him eternamente. STOP.
Punto 1:
Mina: Fa molt i molt temps, en una galàxia molt llunyana, la Marinona de l'ull viu va escriure un review a la seva germaneta. Doncs bé, aquí està la resposta. Espero q no et sàpiga greu q no t'hagi passat el fic abans de pujar-lo (jujuju) però és q tampoc m'agrada massa com m'ha quedat al final, i ja tenia ganes de pujar-lo, i tal... vamos, q l'he pujat i ja està! (i ja has vist q t'he fet cas en aquella opció de q en Sean fos..., psí, sexy-seductor, era la idea, no?) Patunitus!!!!!!!!!!!
Rak (abreviant): Wola!! Ma mola q ta moli el fic :) Espero q vagi millorant, inclús, però ja veus q em faig de rogar... em sembla q aquest fic em costarà, encara m'encallo en algunes escenes, no sé ben bé com fer-ho anar... vamos, què t'he de dir! (aps, a mi tb m'agrada l'Ethan... una mica impulsiu, però encantador, jejej...)
Jeru: Hola compi de Gremio! Bueeeeeeeeno... supongo q los spoilers ya no son necesarios, pero de todos modos yo los he puesto (más vale tarde q nunca :) De todos modos, si ya has leído el 5º libro, habrás visto q spoilers, lo q se llama spoilers, tampoco es q haya demasiado... ¿no? espero q por lo menos te guste......
Nimph (no serà q ets vident i et vas posar el nick per Nimphadora, no?): vale, vale..., accepto q és un fic coral!! I veig q no vas malament en les apostes... encara q la connie i en terry no crec q surtin, i els altres... ejem, ejem... ja ho veuràs!! I si, sé q l'inici és ràpid i tal, però és q era la presentació dels personatges. Volia q fos així, no és q sigui una història sobre això, sinó q la història comença a partir d'aquests fets. M'explico? (crec q no :$ ) Un peto!!!
Laura Weasley: Me encanta tu entusiasmo!! Sigue leyendo!!!
Alexiel (alias Takhisis): Hooola!! Bueeno, ya sé q han pasado mil años, pero aquí está la continuación!!! No voy a enrollarme tanto como tu en tu maravilloso super-review (lo sieeento), pero, resumiendo... sip, a mi tb me gusta Ethan, y Draco, como no, jejjej... incluso un poco Sean (uy, uy, uy...) y no creo q salgan demasiado otros personajes a parte de los del primer capi, esos van a ser los protas. Es un fic de hijos de mortífagos (Draco, Ethan y Gwyneth, principalmente), y de lo difícil q tiene q ser si tu eres buena persona, jajaj... por eso supongo q es más oscuro, como dices tu, porq intento plantear un mundo intermedio (nada es blanco o negro). De todos modos, no te molestes con Michael por haber matado a un morty, lo ha hecho en defensa propia y sin querer, y ya suficientemente traumatizado está como para q vengas tu y lo desprecies (pobrecitooo... está llorando en un rinconcito, ahora mismo...) Y... bueno, te voy a dejar ya a ver si puedes leer el capi!! Nus vemus!!!
AnyT* Grandchester: Buenaaaas!! Espero q, a pesar del tiempo transcurrido, puedas retomar el hilo de la historia, a ver si este capi te resulta más esclarecedor... o si te lía más!! En todo caso, espero q siga gustándote!
Sara Meliss: Pues si... un poquito tarde pero he seguido con el fic!!!! Es q soy una tardona.... y una mujer ocupada, jajajaj!!!! A ver si este capi tb te gusta, y si te aclaras un poco la confusión... Hasta pronto!
Punto 2:
Resumen de lo ocurrido en el capítulo anterior:
El primo de Daphne Greengrass, miembro de la Orden, ha matado a un mortífago en defensa propia. La hija de éste, Gwyneth Fawcett, descubre que su hermana ha decidido pasarse al lado de los mortífagos para vengar a su padre. Ethan Nott, un Hufflepuff hijo de mortífagos, se pelea con su padre por enésima vez. Draco y Ginny, tras el accidente con el vampiro del alma el curso anterior (leer Déjà vu) siguen saliendo juntos, en contra de toda expectativa y fuera de la comprensión de June Nighty, la mejor amiga de Ginny...
Punto 3:
In the Shadows
No sleep, no sleep until I'm done with finding the answer
Won't stop, won't stop before I find the cure for this cancer
And sometimes I feel like going down and so disconnected
But somehow I know that I am haunted to be wanted
No dormiré, no dormiré hasta que consiga encontrar la respuesta
No pararé, no pararé antes de encontrar la cura de este cáncer
Y a veces me siento como si me hundiera, y desconectado
Pero de algún modo sé que estoy obsesionado en ser requerido
...
I've been watching, I've been waiting in the shadows for my time
I've been searching, I've been living for tomorrows all my life
He estado observando, esperando en las sombras mi momento
He estado buscando, viviendo por el mañana toda mi vida
...
They say that I must learn to kill before I can feel safe
But I, I'd rather kill myself than turn into their slave
And sometimes I feel that I should go and play with the thunder
Cause somehow I just don't wanna stay and wait for a wonder
Dicen que debo aprender a matar antes de poder sentirme seguro
Pero yo, yo prefiero acabar con mi vida que convertirme en su esclavo
Y a veces siento que debería ir y jugar con el trueno
Porque, de algún modo, no voy a quedarme y esperar un milagro
...
I've been watching, I've been waiting in the shadows for my time
I've been searching, I've been living for tomorrows all my life
He estado observando, esperando en las sombras mi momento
He estado buscando, viviendo por el mañana toda mi vida
...
Lately I've been walking, walking in circles, watching, waiting for something
Feel me, touch me, heal me, come take me higher
Últimamente he estado andando, andando en círculos, observando, esperando por algo
Siénteme, tócame, cúrame, elévame
...
Y finalmente...
· Encuentros en Hoagsmeade ·
Sábado, 4 de octubre de 1997, 15:43h.
Las Tres Escobas, Hoagsmeade.
Hacía un mes que habían empezado las clases, pero parecía una eternidad. Una eternidad en soledad, añadió. Aunque sus compañeros de Hufflepuff no le habían dado la espalda, Gwyneth notaba como el distanciamiento crecía cada vez más. Una no podía tener un padre mortífago (por muy muerto que estuviera) y pretender caer bien a los demás. A no ser que estuvieras en Slytherin, por supuesto.
Susan empujó la puerta de Las Tres Escobas mientras, con su incesante charla despreocupada, rebatía los argumentos de Hannah a favor de los increíbles encantos de Ernie. Como de costumbre, el local estaba a rebosar. Alumnos de Hogwarts de tercero a séptimo, los profesores, y los habituales del establecimiento conversaban, reían, bebían cervezas de mantequilla y adulaban a Rosmerta, tan espléndida como siempre. No fue muy difícil localizar la mesa donde se dirigían. Ernie, Justin y Ethan ya estaban allí. Ernie, el rubio guaperas, sonrió exclusivamente a su nuevo objetivo: Hannah. No le iba a resultar demasiado difícil acometerlo: Hannah estaba loca por él. Justin, el intelectual despistado, decidió mantener su pose de despiste, porque ni se percató de la entrada de las chicas.
Y allí estaba Ethan. Ethan Nott. Podría decirlo en mayúsculas y seguiría sonando a poco. Tal vez fuera ese aire rebelde, o las atractivas pecas que adornaban su rostro. Tal vez el modo en que llevaba su corto pelo castaño, medio despeinado, medio de punta. O su gastada cazadora tejana, que le había valido más de una expulsión en clase por indumentaria no reglamentaria. O porque parecía satisfecho cuando lo expulsaban, como si hubiera logrado una gran proeza. O por sus dulces ojos marrones, tan lejanos y, a veces, tan cálidos...
Apartó la mirada, confusa, cuando se dio cuenta de que Ethan estaba observándola (¡a ella!), incómodo. Barrió de nuevo la sala, como buscando a alguien inexistente, y casi se cae al encontrarse con quien menos esperaba: Sasha, sentada junto a Reinhart, saboreando tranquilamente su cerveza de mantequilla. ¿Qué estaba haciendo Sasha ahí? ¿Y el idiota que la acompañaba? No quería saberlo. Pasó de largo la mirada y volvió a centrarse en la mesa de sus compañeros de Hufflepuff.
-Ey, Gwyneth! –Hannah le dio un codazo amistoso.- ¿Esa chica con la trrenza rubia no es tu hermana?
-Waw. ¿Y el morenazo que está con ella?
-¿Eh? No, no creo que ella...
Demasiado tarde. Sasha había terminado su trago y se había percatado de la presencia de Gwyneth. La saludaba con la mano, indicándole que se acercara.
Suspiró. No le apetecía hablar con su hermana (no sabía nada de ella desde el entierro de su padre), pero no iba a montar una escena en Las Tres Escobas. Adiós a pasar una tarde contemplando a Ethan, se encogió de hombros imperceptiblemente y viró su rumbo.
-¡Dále recuerdos de mi parte al moreno!
-¡Susan!
Susan tenía razón. Sean Reinhart era un mortífago psicótico, pero era joven, interesante y bastante atractivo. Rectificó. Extremadamente atractivo. El pelo negro azabache brillaba con elegancia, ni muy corto ni muy largo, en estudiada concordancia con su aspecto; impecable. Los intensos ojos azules la taladraban sin compasión, calculadores. Podría comprender que Sasha hubiera caído rendida a sus pies, siempre y cuando omitiera la parte de que era un cabrón.
-Gwyneth, cielo -¿desde cuando Sasha le llamaba cielo?-. Estábamos esperándote. Siéntate, anda.
Se sentó.
-Hola.
No le apetecía ser efusiva. Sean se limitó a sonreírle de esa manera tan suya... tan Slytherin.
-¿Cómo va el curso, cariño?
-Va. ¿Qué quieres, Sasha?
-Somos, hermanas, amor -¿Cuándo dejaría de usar todos esos apelativos vomitivos?-. ¿Es que ahora necesitamos una razón para vernos?
-Si cuando dices ahora te refieres a desde que estás con mortífagos, sí.
Sasha le dirigió una sonrisa, la típica sonrisa dirigida a los niños o a los estúpidos.
-Eres demasiado radical, pequeña.
-Pero está bien que introduzcas el tema –dijo, abriendo la boca por primera vez, Reinhart.
Gwyneth lo miró, a la expectativa. Sasha le dirigió una mirada reprobatoria, y luego, hacia Gwyneth, continuó:
-Hemos venido, entre otras cosas, para saber si has cambiado de opinión, y si, tal vez, querrías unirte a nosotros.
-¡Oh, vaya! ¡Genial! ¿Ya es oficial? ¿Ya tienes una bonita calavera adornando tu brazo, Sasha?
-Eh... no, tranquilízate Gwyneth... la ceremonia aún no se ha...
-¿Ceremonia? ¿Estás escuchando lo que dices, Sasha? ¡Eres igual que ellos! ¡Una maldita sectaria!
-Tal vez tengas razón, Gwyneth -. Ahora, Sean, la miraba con más dureza-. Pero a pesar de que me cuesta entenderlo, tu hermana te quiere. Te quiere tal como eres, obtusa y de mente cerrada, pero ahora ella forma parte de mi vida, y si ella quiere algo, te garantizo que lo conseguirá. -Sasha, apenada, contemplaba la escena en silencio.- Y si la única manera de que ella sea feliz es que tú estés con nosotros, acabarás por formar parte de nuestro bando.
-Y necesitamos tu ayuda, cariño –intervino Sasha, contrita-. Un par de semanas antes de Navidad...
-Sasha –la cortó, Sean- ¿estás segura de que es buena idea?
Ella le cogió la mano con cariño:
-Sé que puedo confiar en Gwyneth, no temas.
-¿Confiar en mí? ¿De qué va todo esto?
-En seguida lo sabrás: hay programada una conferencia relativa a la aplicación de objetos muggles en el mundo mágico, ya sabes, esas chorradas que tanto gustan a los sangresucia... Pues bien, habíamos pensado en...
-Espera, espera, espera... He cambiado de opinión. No quiero saber nada de todo esto. Nada, ¿lo entiendes, Sasha?
Sean negaba con la cabeza:
-Te dije que no deberías decirle nada del ataque, puede ser peligroso.
-Pero, Gwyneth, ¿no lo entiendes?
No podía creer lo que estaba pasando. Su hermana, su propia hermana, le estaba revelando los próximos movimientos de los mortífagos... ¿y quería que ella participara?
-¡No! ¡No quiero comprender nada de vuestros sucios planes! –se levantó- ¡Ya he tenido suficiente!
Sasha la miraba, apenada, preocupada. Le cogió la mano, suplicante:
-Prométeme sólo una cosa, cielo, prométeme que no dirás nada de todo esto. Yo he confiado en ti... por favor...
Se soltó. Abrió la boca, dispuesta a responder a su hermana que haría lo que le diera la gana... pero vio sus ojos, anegados en lágrimas... y se calló. Dándoles la espalda, abandonó la mesa y Las Tres Escobas.
La sonrisa (su tan maquiavélica sonrisa) regresó al rostro de Sean. Sasha dejó de lado la falsa pena y se cruzó de brazos.
-¿Crees que habrá funcionado?
-Tranquila, Gwyneth no abrirá la boca.
Chasqueó la lengua.
-Está enfadada, Sean, muy enfadada.
-Puede, pero la vida de su hermana es mucho más importante para ella que un simple enfado. Más ahora que ha muerto vuestro padre.
-Pero...
Sean se acercó a ella, respirando en su nuca, besando su cuello.
-Deja de preocuparte, Sasha. Sólo tiene dos opciones: o delatarnos, arriesgándose a perderte, o vivir con la culpa... y estoy convencido de que le resultará mucho más fácil de asumir la responsabilidad de algo hipotético que todavía no ha pasado que el fantasma de la posible muerte de su hermana, por su causa.
· ·
Sábado, 4 de octubre de 1997, 16:35h.
Honeydukes, Hoagsmeade.
-Mmm... me ecantan las eshcobas de colores!
June, saboreando una de las escobas de colores que había cogido del estante, se giró hacia su amiga. Ginny, con un bonito jersey azul, probablemente hecho por su madre, y sus habituales trenzas pelirrojas, estaba demasiado ocupada frente al expendedor de "¡Nuevas Bebidas Refrescantes!", intentando escoger cual de los tres nuevos sabores (lavanda después de un día lluvioso, extracto de grageas Berty Boots y aceitunas dulces) le resultaba el más apetitoso.
-¿Tu que crees? ¿aceitunas o lavanda?
-Acheitunash.
June, sin sacarse la escoba de la boca, prosiguió con la recaudación de chucherías. Este curso iba con su pelo castaño oscuro, casi moreno, escalado hasta los hombros. La principal novedad eran un par de trenzitas al lado izquierdo, una más corta que la otra, con una pequeña bola plateada al final. También se había hecho un nuevo agujero en su oreja derecha (tenía tres pendientes en la izquierda y cinco en la derecha) y conservaba su estilo único con una blusa morada que le daba un aire entre hippie y medieval. Ginny se decidió por la lata de lavanda y fue junto a su compañera:
-¿Has visto que guapo está Colin este año?
-¡Ginny! ¿Eshtás hablando del mishmo Colin que yo conoshco?
-El verano le ha sentado muy bien. Ha crecido. Y ya no tiene casi granos...
June se sacó la escoba de la boca, sacudiéndola amonestadoramente hacia la pelirroja:
-Te he pillado, Ginny Weasley, y no vas a conseguir que sienta interés por Colin Creevey solo porque tú lo dices, ¿vale?
-¿Kenneth Johnson? –June negó con la cabeza, la escoba otra vez en su boca- ¿Morag McDougal? ¿Rei Otohata? ¿Tony Goldstein? ¡June! ¡Alguno tiene que gustarte!
-Puesh yo creo que no. ¿Para qué quiero que me gushte un tío? ¡Son unos plashtas!
-No es cierto –la bolsa de dulces empezaba a estar a rebosar.- A veces son encantadores. Tener novio está muy bien, June...
-Claro, te olbidash de lash amigash...
Ginny la abrazó efusivamente, provocando la inevitable caída de su bolsa, y el enrojecimiento aún más inevitable de June.
-¡Tonta! ¡Eso nunca!
-Vale, vale, Ginny. ¡Lo he cogido! Ya está bien, ¿vale? Yo también te quiero mucho, pero si me dejaras respirar...
Ginny la soltó, con una sonrisa de oreja a oreja.
-Anda, ayúdame a recoger todo esto.
June puso los ojos en blanco:
-Lo que tu digash...
En un momento hubieron recogido todas las golosinas y se dirigieron a la caja de Honeydukes.
-Mira, yo no quiero para nada tener novio, pero puedo entender que otra gente, como tu y otrash inshenshatas...
-Que representamos a la gran mayoría de la población femenina, y parte de la masculina...
-Lo que te deshía, todosh inshenshatos. No se olvide de cobrarme la escoba que me estoy comiendo, ¿eh? –dijo, mostrándosela al cajero. Pagaron y se alejaron hacia la salida.
-Te habías quedado en "insensatos".
-Shí. Pero Ginny, ¡tu eresh la peor de todosh! ¿Cómo puedesh eshtar shaliendo con...?
-¿Ya estamos otra vez? ¿Tan difícil es de entender?
-Definitivamente, shí. A no sher que te compense lo shuficiente shexualmen...
-¡June! ¡Esto no entra en mis planes!
-Bueno... todo llegará. Y no veo por qué ponesh esha cara, ¿eh? ¿Qué tiene de malo?
-¿Podríamos cambiar de tema?
-Claro. Ibash a contarme qué tiene de bueno Draco Malfoy, ¿recuerdas?
-Bueno, pues muchas cosas. Para empezar, es buena persona, aunque está acostumbrado a esa fachada estúpida, cosas de la herencia...
June arqueó una ceja.
-Ajá.
-Y es dulce, y divertido, e inteligente y –giraron a la siguiente esquina- y...
Y Ginny no pudo continuar, porque se le quedó la boca abierta de par en par y los ojos casi se le salen de las órbitas.
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Sábado, 4 de octubre de 1997, 16:21h.
Las Tres Escobas, Hoagsmeade.
Se levantó, y con él Crabbe y Goyle. ¿Nunca perderían esa estúpida costumbre?
-Sentaos –se sentaron-. Ya os he dicho miles de veces que somos personas independientes; que yo me vaya no significa que vosotros vengáis conmigo. Cuando os quiera a mi lado ya os lo diré, ¿entendido?
Crabbe asintió, Goyle se atrevió a murmurar, no muy alto:
-Entendido.
Afortunadamente, comprendían las órdenes simples sin demasiada dificultad. ¿De qué hablaban cuando estaban solos? ¿Y qué más daba? Abandonó la mesa en dirección a la salida.
-¡Draco! ¡Draco Malfoy!
¿Quién demonios...? Oh, no, Reinhart. ¿Qué hacía en Las Tres Escobas? ¿Iba a tener que aguantar su pedantería incluso en su tiempo libre? ¿Justo ahora?
-Hola, Sean –su sonrisa más falsa, a la par de la de su interlocutor, le acercó la mano para que pudiera estrecharla- ¿cómo va todo?
-Bueno, ya sabes, lo de siempre... Conoces a Sasha, ¿verdad?
-De vista –movimiento de cabeza a modo de saludo, sonrisa, encaje de manos. Psí... recordaba a Sasha del entierro de su padre. Tenía otra hermana, ¿no?- Encantado.
-Vi a tus padres la semana pasada –bueno, era el apadrinado de Narcissa, tenía lógica que se vieran-. Lucius me mandó recuerdos para ti.
-¡Oh vamos! –carcajada, un buen actor debe tener sus recursos.- ¿Mi padre te mandó recuerdos para mí? ¿Qué le pasa, se está ablandando?
Sean rió la gracia, también su pareja. Debía ser divertido. O tal vez también actuaban. Reinhart era el mejor actor que conocía.
-Ya sabes, Draco, la edad... –rió- Pero tienes que disculparle... Ya casi has alcanzado la mayoría de edad, y tu puesto está junto a nosotros. Lo mantenemos vacante a tu espera, pero tu padre te necesita a su lado.
Se le congeló la sonrisa en el pálido rostro. ¿Desde cuando era de la incumbencia de Sean Reinhart lo que él hiciera con su vida?
Pero, por supuesto, no iba a decirle algo así. Tenía que aparentar. Tenía que dar una imagen, una imagen perfecta que hasta sus padres creyeran sin ningún asomo de duda.
-Por supuesto –forzó aún más la sonrisa.- Pronto... pronto me uniré. Tan sólo...
-Tranquilo, no tienes por qué darme explicaciones. Comprendo que quieras terminar tus estudios, aunque sea con el inútil de Dumbledore y Potter, el-niño-que-pronto-morirá.
Su risa resonó por todo el local y, puesta en su boca, ni la muerte de Harry Potter le pareció interesante. Así que, educadamente, se despidió de Reinhart y Fawcett (ahora recordaba su apellido) y, por fin, salió al claro día de octubre que brillaba en el exterior.
En una mesa cercana, un alumno de Hogwarts recogió su cazadora:
-Ahora vuelvo.
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Sábado, 4 de octubre de 1997, 16:58h.
Afueras de Hoagsmeade.
¿Qué importancia tenía todo? O, mejor, ¿nada? ¿Por qué razón tenía que ser su padre mortífago? ¿Y su hermana?
¿Y si estuviera equivocada? Tal vez se había obsesionado con llevarle la contraria a su padre, y en realidad él no estaba cometiendo ningún error...
¿Qué estaba diciendo? ¡Por Merlín! ¡Por supuesto que matar a gente estaba mal! Eso lo tenía claro, ¿no? Nada justificaba el asesinato indiscriminado, de modo que no había nada que discutir. Sólo si su hermana lo viera igual... Quería a Sasha. Cómo no iba a quererla. ¿Todo tenía que ser tan difícil? ¿Por qué la gente a la que quería se empeñaba en complicarle la vida? ¿en estrujarle el alma hasta que creía que iba a morir de sufrimiento?
-Hola.
Levantó la mirada. Sentada ahí, bajo un árbol cercano a la Casa de los Gritos, no había visto acercarse a nadie. Tan concentrada estaba. Pero una chica de su curso (Ravenclaw, ¿no?) la miraba sonriente.
-¿Puedo sentarme?
Gwyneth frunció en ceño. Quería estar sola. En cambio, respondió:
-Haz lo que quieras. El sitio es tan tuyo como mío.
Sin perder la sonrisa, la chica se sentó.
-Te veo desanimada, ¿te encuentras mal?
-¿Qué? -¿qué quería... Greengrass, se llamaba, no?- No, no. Estoy bien.
Daphne, sentada a su lado con su perfecto pelo ondulado, de un castaño muy claro, y con sus vivaces ojos azules, perdió por fin la sonrisa.
-Pues yo no lo estaría. En realidad, estaría hecha una mierda.
¿Qué? Gwyneth no entendía nada. ¿Qué le pasaba a la Ravenclaw?
-Por lo de tu padre, digo. Si le pasara algo al mío...
-Tu padre no es mortífago.
Daphne arrugó la nariz.
-No creo que eso me importara si se hubiera muerto.
-A nadie le importa que muera un mortífago. No, perdona. Sí les importa. Les parece divertido.
-No me refería a eso. Si mi padre muriera, yo estaría destrozada. Aunque fuera tan estúpido e irresponsable como el presidente muggle de los EUA.
Gwyneth sonrió. No sabía quién era ese presidente, pero sonaba a que había hecho alguna barbaridad...
-Mi madre es muggle –explicó Greengrass.- Se pasa el día criticando a Bush. ¿Sabes que casi se ahoga comiendo galletas? –Gwyneth ensanchó la sonrisa. Daphne parecía simpática.- Lo peor es que aún está buscando armas de destrucción masiva... ¡bajo la cama!
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Sábado, 4 de octubre de 1997, 16:37h.
Calles de Hoagsmeade.
-¡Eh, Malfoy!
Merlín. ¿Y ahora qué?
-Hablo contigo, cara de palo. ¿Te has quedado sordo?
Suspiró. El problema de ser tan popular era que todo el mundo parecía interesado en hablar con él. Hablar, por decir algo.
-¿Qué quieres, Nott? ¿Ya has terminado de ligotear?
Ethan lo cogió por la túnica y lo arrinconó contra una pared:
-Estúpido... –susurró.- ¿Qué hacías hablando con Reinhart, Malfoy?
Draco se soltó, dándole un empujón a su contrincante. Se mantuvo impasible, frío.
-Asuntos de familia... ¿puedo seguir mi camino, o ahora vas a preguntarme por la salud de mi madre?
-¿Te refieres a la gran familia de los mortífagos?
-No hables de lo que no puedas entender, Nott. No es de tu incumbencia.
-Es de mi incumbencia igual que de la tuya... nuestros padres comparten intereses, ¿no?
Draco bufó.
-Ahora empiezo a entender por qué estás en Hufflepuff... demasiado idio...
Pero no pudo terminar la frase:
-¡Mortífago de mierda!
Y un puñetazo impactó en su perfecto rostro.
Justo en el momento en que Ginny y June cruzaban la esquina.
-¡Draco!
Por segunda vez en muy poco tiempo, la bolsa de chuches de Ginny cayó al suelo, mientras ella corría hacia el Slytherin, ocupado en devolverle el golpe a Nott.
-¿¡Te has vuelto loco, o qué!?
Decidida, se metió entre los dos chicos, encarada hacia Draco, aguantándolo.
-¿¡Qué estás haciendo!?
-¡Ginny! –angustiado.- ¿Quieres apartarte? Podrías...
-Tranquilo, Malfoy, no voy a pegar a una Weasley... eso te lo dejo a ti y a tus amigos...
-Trágate lo que has dicho, Nott, si no quieres que...
-¡BASTA!
Silencio. Todos miraron a June, que había pasado desapercibida hasta el momento, y que aprovechó para apartar a Ethan Nott de su amiga.
-Nadie va a pegar a nadie, ni a insultar, ¡ni a nada! ¿¡Queda claro!? A no ser que queráis problemas con Dumbledore, porque tal vez Ginny tenga escrúpulos, pero os aseguro que yo no. Así que, tu, cómo-te-llames –le dijo a Nott, amonestándolo a él también con la escoba de colores- te vienes conmigo y dejas a la parejita feliz en paz, ¿entendido?
Probablemente, el Hufflepuff intentó replicar. O eso les pareció a Draco y a Ginny, mientras los veían alejarse de vuelta hacia Las Tres Escobas. Sin conseguir resultados.
-¿Ni tan siquiera conoce a Ethan Nott?
-Y lo que es peor –añadió Draco,- ¿qué hace con una escoba en la mano?
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Y hasta aquí podemos leer...
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