CEREZA
Capítulo 8: Sin cerebro
Era ya tarde... almorzar a la hora de la comida fue sagrado, ya que después del desayuno fatal, de pasarse todo el día jugando y paseando por los terrenos con Hagrid y Ginny; turbándose de risa por las insólitas ocurrencias de Fred y George (por correo, obviamente) e intentando escabullirse de Dean y Seamus..., las energías se gastaron en un dos por tres.
Pronto Harry y Hermione se vieron volviendo a vuelo y en desesperación al gran comedor, con Ron pisándoles los talones, de una manera igual de impaciente, a pesar de que el muchacho había comido doble ración en la mañana.
Y después de atascarse de comida y quedar rebosantes, rojos e inflados de satisfacción, pasadas unas horas, Harry y Ron se despidieron de Hermione, diciéndole que irían al diario y fuerte entrenamiento de Quidditch, con Harry como capitán, por supuesto xD.
Fue largo, pesado, duro y en el caso de Harry: complicado; complicado por la frustración al desconcentrarse al no poder evitar admirar, para el desconcierto y enfado de los demás, la belleza de Ron en el aire, su cabello azotando detrás de sus orejas, brillante y fabuloso, su envidiable sudor cayendo, naciendo y mojándolo, su rostro tomando expresiones determinantes, sus piernas, sus brazos, sus pecas y la forma en como la ropa se le pegaba al cuerpo por su transpiración, por la acción del viento que viajaba en su contra, fijándosela mudamente a su ser.
Regresaron después, Ron estaba un poco enfadado, había dejado pasar dos tiros, además, aún, y por enésima vez de explicaciones cansinas y , a veces, un tanto confusas por parte de Harry, no lograba llevar a acabo el nuevo sistema de defensa que Harry le proponía, el cual consistía en permanecer todo el tiempo a una cortísima distancia de los aros. Ron prefería y estaba acostumbrado a alejarse mucho más, andar de un lado a otro y alrededor, no le cabía como estando quieto y en calma podría parar algún tiro.
"No, no, no..." exclamó al borde de la histeria, mientras Harry y el resto del equipo le perseguía hacía el castillo con las escobas en las manos "¿Cuál es el caso?"
"Acortar el tiempo en que tardas en volver a los aros cuando te están atacando... y además sirve para no desgastarte tanto en el juego, Ron. Eres nuestro único guardián" dijo Harry con calma, mirando suspenso su rostro sonrosado y las gotas de sudor que caían por su barbilla y por el cabello color fuego.
Ron suspiró y Harry se dio cuenta de que su amigo lo entendía perfectamente, pero, sencillamente, no quería aceptarlo y/o hacerlo, y eso, le hizo sonreir. Terco, terco, terco, así era Ron y eso le encantaba a Harry, además, ¿Qué importaba? Mientras fuera suyo... aunque solo como amigo.... El que le diera la vuelta a todo, era cosa de siempre y de nada, que más daba si eso no le impedía mirarle, acariciarle (de vez en cuando), soñar...
°° °° °° °° °° °°
Cenaron en grande, con calabacitas de chocolate y calaveritas danzantes hechizadas sobres sus cabezas, dulces y pasteles de mil sabores..., bebidas rebosantes... si, bebidas...
Bebidas y después...
...y después... yo digo que y después... pero después...
No lo sé... (N/A-R: O me da flojera pensar algo...)
Por que lo que le seguía fue como 'suprimido' con arrebatamiento de la mente del joven Potter, posteriormente de que este creyera ver que Dean y Seamus metían algo a su jugo de calabaza...
Chan chan chan chaaaaaaaaan ((Dean y Seamus: Frotándose las manos siniestramente, con risa de doctor artero y maléfico, colmillos, ropas oscuras, rostros tensos, pupila pequeñita))
Harry solo fue consiente que al momento siguiente había una fiesta en grande en su sala común y que él mismo se hallaba jugando a la botella, algo mareado y chapeado, con un extraño objeto, un vaso, a lo mejor,... danzando tempestuosamente en su mano derecha.
"¿Cuántas copas llevas?" chilló Hermione, haciéndose oír sobre la estruendosa música.
"Tres..." exclamó Harry hipando de pronto "Lo siento" susurró y se llevó una mano a la boca "Lo sé, perdón... pero... fueron los castigos"
"Harry..."
"¿Qué?"
"¿Recuerdas lo que te dije?"
"¿Sobre que? ¿Cuándo?" preguntó el muchacho abstraído. Era verdad, no recordaba, y aunque ebrio no estaba del todo, sentía como el calor aumentaba a cada trago. Notó que Hermione miraba con el ceño fruncido algún punto en sus mejillas calientes y coloradas.
"¡Harry!" exclamó Dean "Te toca, y Lavender va a preguntar"
"¿Verdad o Castigo?" preguntó la chica mientras Harry dejaba a Hermione y volvía, llevado por un ligero tambaleo, al circulo de muchachos.
"Castigo..." dijo.
Las ultimas 5 veces había respondido lo mismo y no estaba seguro del por que, algo en su interior le obligaba a hacerlo, y aunque él no lo supiera en ese momento, una parte de su cerebro aún estaba consciente y plena, sabía que si Harry respondía "Verdad" podrían preguntarle cosas intimas, secretos imperdonables: su persona deseada, su amor oculto; que, tomando en cuenta su estado, llovería en tormenta y visible como hojas en otoño...
"Tienes que..." continuó Lavender mientras Parvati le cuchicheaba algo al oído "¿Qué?" preguntó a su amiga cuando esta terminó de hablar. Parvati hizo un gesto impaciente y volvió a susurrarle al oído "¡Ah! ¡Ya, ya! ¡Es bueno, bueno muy bueno!, Muy bien, Harry" continuó aclarándose la garganta. "Tienes que ir con la persona que te gusta... y darle un... un besito sin permiso..." terminó con una risita, siendo coreada por las demás chicas, algunas de las cuales se pusieron muy coloradas, y unas más algo molestas que se volvieron a mirar a Ginny con diligencia, la cual tenía en vez de un sonrojo, un gesto bastante alarmado.
"¡Hey!" chilló Hermione acercándose al grupo frenéticamente "¡No, no puede! ¡Lavender, cambia el castigo!"
"¿Por qué?" preguntó desdeñosamente la chica, mirando a Hermione con el gesto fruncido.
"Por que... por que..." continuó Hermione, sin saber que agregar.
"Por que todos saben que le gusta Cho..." dijo Ginny saliendo a la ayuda de Hermione "no puede salir a media noche de la torre de Griffindor solo para darle un beso a la chica" terminó.
"Yo... a mí..." comenzó Harry poniéndose de pie, pero Parvati, sin advertir su intervención, le corto.
"¿Cho Chang...? ¿De verdad?...oh... ya veo" murmuró la muchacha algo sorprendida "Mmm... bueno, de acuerdo... Harry, lo qué..."
"¡No!" interrumpió Lavender bruscamente "Ese fue el reto tiene que hacerlo a fuerza..."
"Lo divertido sería verlo haciéndolo, así no tiene caso" Exclamó una chica rubia con el cabello largo, castaño y muuuuy liso.
"Así es" dijo Hermione de golpe.
Lavender la miró desafiantemente, como diciendo: Tú-no-te-metas. Y Hermione le devolvió vivamente la mirada, la cual decía claramente: Hago- lo-que-se-me-pegue-la...
"¡Basta!" clamó Parvati "El castigo ya no va a ser eso y se acabó. Harry, lo que tienes que hacer ahora es... ¿Harry?"
Pero el muchacho ya no estaba, se dirigía a paso firme al retrato de la Sra. Gorda, o por lo menos eso fue lo que pensaban la mayoría.
A pocos metros de la salida, tornó a donde un grupo de muchachas de 4° platicaban mirando enajenadas al apuesto pelirrojo que se hallaba entre ellas.
Se abrió paso, la cabeza le dolía. Esperaba, más bien, 'rogaba' por que sus sentidos aún despiertos lo golpearon y le noquearan ahí mismo para evitar que siguiera avanzando...
O que Hermione lo detuviera...
O que el piso se abriera y el cayera a través de el.
Pero jamás paso.
Además, la otra parte de él, la que se hallaba más despierta en esos momentos, deseaba hacer aquello y si Hermione intervenía sería demasiado obvio o, en todo caso, sería tarde; el se resistiría y gritaría a todo pulmón que amaba a Ron con todo su corazón.
Así era mejor...
Se aproximaba. Se acercaba como si fuera en cámara lenta y ahí estaba Ron, viéndose bañado en hermosura y perfección y le miraba confundido, con los labios manchados vivamente en rojo por la paleta de cereza que tenía dentro de la boca.
"¿Qué pasa?" preguntó el muchacho pelirrojo muy desconcertado, mientras su mejor amigo le ponía de pie sin decir palabra "¿Harry...?" con un brusco movimiento Harry tomó a Ron por la corbata, haciéndolo inclinarse a medias, atrayéndolo hacía él y sacándole con violencia la paleta de la boca, sin decir palabra, cerrando sus ojos y sintiendo aumentar su rubor urgentemente sobre su rostro y sus orejas, los latidos desesperados en su pecho y en sus oídos "¿Qu-...?"comenzó el pelirrojo poniéndose completamente rojo, pero era tarde para terminar o hacer algo más, ya que, con todo el mundo totalmente anonado mirando en un espectral silencio, Harry redució al mínimo el espacio que separaba sus rostros ruborizados hundiendo profunda, intensa y desesperadamente los labios en esa boca divina y prohibida la cual se hallaba entreabierta a media frase.
Hubo rumores de gritos ahogados y sonidos como de respiraciones cortadas y sofocadas.
Pero no importó, por que aquello fue indestructible: fue exquisito, fue enloquecedor, fue delirante.
Fue corto, fue torpe, fue tonto y viscoso...
...tremenda y rematadamente estúpido.
Dos segundos y Harry se sintió enterito y volando por el cielo, a través de nubes de sabor cereza y seda... tocó su sabor y apreció su saliva húmeda y tibia... el calor de sus encías, sus dientes de marfil, el palpitar de sus labios: Firmes, frescos, vastos...
Tres segundos y Harry volvió en sí completamente y aterrorizado, comprendiendo rezagadamente lo que acababa de cometer, dándose cuenta que algo en aquella saliva paradisíaca rebosaba de alguna revitalizante poción secreta, que, impactablemente, sacaba de la más leve borrachera, ceguera e impulsividad idiota, al más patético e imbécil muchacho de 16 años.
El salón se hallaba sin aliento, la música se detuvo con un chirrido terrible, desfallecido.
Cuatro segundos y Harry se echo para atrás con colosal brusquedad y con los ojos abiertos como dos enormes platos de comensal, soltando con clamor, violencia y velocidad al niño pelirrojo.
"Por Dios..." soltó horrorizado entre dientes, paralizado, apenas notando el mutismo agobiante y estremecedor de las almas del lugar y el aturdimiento y la afonía sobrecogida de su mejor amigo que se hallaba rojo como un tomate, con una mano de hierro plantada sobre su exquisita boca sacra.
... Sintiendo con dolor las miradas de todos sobre su único, las cuales pedían siseando envenenadas por la continuación.
"Dios..." repitió suspenso y celadamente, poniéndose de un tono pálido y verdoso, yéndose de espaldas envuelto en terror, agobiado y no cabiendo en si por la brutal vergüenza que le asfixiaba indeliberadamente.
Tornó desesperadamente, creyendo ver que Ron intentaba decir algo.
Trepidó y chocando con objetos, hombros y muebles, sin mirar, sin hablar, sin poder gritar; las manos sobre el rostro..., las lagrimas a pocos pasos de sus ojos...
...Desapareció.
CONTINUARÁ...
++++++++ N/A-R: ¡juaaas! ¡Puff! ¡Plan! ¡Tum! Harry está bien tonto... y es un cuero precioso. Jajajaja... ¡Qué vergüenza! ¡Pobrecitooo!
Y ahora... ¿Qué hará el lento (...y guapote) de Ron? ¿Irá detrás de él para darle unos buenos golpes...? ¿Dejará de ser su amigo...? ¿Le dirá: Bien Harry... eres gay, pero no te metas conmigo por que yo no lo soy?...
Solo pocos sabemos el final... y si quieren saberlo ¡Tendrán que continuar! (va, ya lo sé, soy demasiado predecible... ¡aún así: leaaaaan!)
Estoy triste... vamos... un... un... un review ¡pequeñitooo! Por cierto: ¡¡Arriba mis queridos hermanos Españoles...!! Por favor... a mirar las estrellas y lo bello. Madird, España, amiga... yo (y supongo que todo mi México) ¡¡Estamos con ustedes...!! En luto por tus hijos, por que haya paz... con todo el corazón...
(Quién sabe si alguien de Españita lea... pero como sea, lo que he dicho, lo escribí con sinceridad...)
RenWiggin
Capítulo 8: Sin cerebro
Era ya tarde... almorzar a la hora de la comida fue sagrado, ya que después del desayuno fatal, de pasarse todo el día jugando y paseando por los terrenos con Hagrid y Ginny; turbándose de risa por las insólitas ocurrencias de Fred y George (por correo, obviamente) e intentando escabullirse de Dean y Seamus..., las energías se gastaron en un dos por tres.
Pronto Harry y Hermione se vieron volviendo a vuelo y en desesperación al gran comedor, con Ron pisándoles los talones, de una manera igual de impaciente, a pesar de que el muchacho había comido doble ración en la mañana.
Y después de atascarse de comida y quedar rebosantes, rojos e inflados de satisfacción, pasadas unas horas, Harry y Ron se despidieron de Hermione, diciéndole que irían al diario y fuerte entrenamiento de Quidditch, con Harry como capitán, por supuesto xD.
Fue largo, pesado, duro y en el caso de Harry: complicado; complicado por la frustración al desconcentrarse al no poder evitar admirar, para el desconcierto y enfado de los demás, la belleza de Ron en el aire, su cabello azotando detrás de sus orejas, brillante y fabuloso, su envidiable sudor cayendo, naciendo y mojándolo, su rostro tomando expresiones determinantes, sus piernas, sus brazos, sus pecas y la forma en como la ropa se le pegaba al cuerpo por su transpiración, por la acción del viento que viajaba en su contra, fijándosela mudamente a su ser.
Regresaron después, Ron estaba un poco enfadado, había dejado pasar dos tiros, además, aún, y por enésima vez de explicaciones cansinas y , a veces, un tanto confusas por parte de Harry, no lograba llevar a acabo el nuevo sistema de defensa que Harry le proponía, el cual consistía en permanecer todo el tiempo a una cortísima distancia de los aros. Ron prefería y estaba acostumbrado a alejarse mucho más, andar de un lado a otro y alrededor, no le cabía como estando quieto y en calma podría parar algún tiro.
"No, no, no..." exclamó al borde de la histeria, mientras Harry y el resto del equipo le perseguía hacía el castillo con las escobas en las manos "¿Cuál es el caso?"
"Acortar el tiempo en que tardas en volver a los aros cuando te están atacando... y además sirve para no desgastarte tanto en el juego, Ron. Eres nuestro único guardián" dijo Harry con calma, mirando suspenso su rostro sonrosado y las gotas de sudor que caían por su barbilla y por el cabello color fuego.
Ron suspiró y Harry se dio cuenta de que su amigo lo entendía perfectamente, pero, sencillamente, no quería aceptarlo y/o hacerlo, y eso, le hizo sonreir. Terco, terco, terco, así era Ron y eso le encantaba a Harry, además, ¿Qué importaba? Mientras fuera suyo... aunque solo como amigo.... El que le diera la vuelta a todo, era cosa de siempre y de nada, que más daba si eso no le impedía mirarle, acariciarle (de vez en cuando), soñar...
°° °° °° °° °° °°
Cenaron en grande, con calabacitas de chocolate y calaveritas danzantes hechizadas sobres sus cabezas, dulces y pasteles de mil sabores..., bebidas rebosantes... si, bebidas...
Bebidas y después...
...y después... yo digo que y después... pero después...
No lo sé... (N/A-R: O me da flojera pensar algo...)
Por que lo que le seguía fue como 'suprimido' con arrebatamiento de la mente del joven Potter, posteriormente de que este creyera ver que Dean y Seamus metían algo a su jugo de calabaza...
Chan chan chan chaaaaaaaaan ((Dean y Seamus: Frotándose las manos siniestramente, con risa de doctor artero y maléfico, colmillos, ropas oscuras, rostros tensos, pupila pequeñita))
Harry solo fue consiente que al momento siguiente había una fiesta en grande en su sala común y que él mismo se hallaba jugando a la botella, algo mareado y chapeado, con un extraño objeto, un vaso, a lo mejor,... danzando tempestuosamente en su mano derecha.
"¿Cuántas copas llevas?" chilló Hermione, haciéndose oír sobre la estruendosa música.
"Tres..." exclamó Harry hipando de pronto "Lo siento" susurró y se llevó una mano a la boca "Lo sé, perdón... pero... fueron los castigos"
"Harry..."
"¿Qué?"
"¿Recuerdas lo que te dije?"
"¿Sobre que? ¿Cuándo?" preguntó el muchacho abstraído. Era verdad, no recordaba, y aunque ebrio no estaba del todo, sentía como el calor aumentaba a cada trago. Notó que Hermione miraba con el ceño fruncido algún punto en sus mejillas calientes y coloradas.
"¡Harry!" exclamó Dean "Te toca, y Lavender va a preguntar"
"¿Verdad o Castigo?" preguntó la chica mientras Harry dejaba a Hermione y volvía, llevado por un ligero tambaleo, al circulo de muchachos.
"Castigo..." dijo.
Las ultimas 5 veces había respondido lo mismo y no estaba seguro del por que, algo en su interior le obligaba a hacerlo, y aunque él no lo supiera en ese momento, una parte de su cerebro aún estaba consciente y plena, sabía que si Harry respondía "Verdad" podrían preguntarle cosas intimas, secretos imperdonables: su persona deseada, su amor oculto; que, tomando en cuenta su estado, llovería en tormenta y visible como hojas en otoño...
"Tienes que..." continuó Lavender mientras Parvati le cuchicheaba algo al oído "¿Qué?" preguntó a su amiga cuando esta terminó de hablar. Parvati hizo un gesto impaciente y volvió a susurrarle al oído "¡Ah! ¡Ya, ya! ¡Es bueno, bueno muy bueno!, Muy bien, Harry" continuó aclarándose la garganta. "Tienes que ir con la persona que te gusta... y darle un... un besito sin permiso..." terminó con una risita, siendo coreada por las demás chicas, algunas de las cuales se pusieron muy coloradas, y unas más algo molestas que se volvieron a mirar a Ginny con diligencia, la cual tenía en vez de un sonrojo, un gesto bastante alarmado.
"¡Hey!" chilló Hermione acercándose al grupo frenéticamente "¡No, no puede! ¡Lavender, cambia el castigo!"
"¿Por qué?" preguntó desdeñosamente la chica, mirando a Hermione con el gesto fruncido.
"Por que... por que..." continuó Hermione, sin saber que agregar.
"Por que todos saben que le gusta Cho..." dijo Ginny saliendo a la ayuda de Hermione "no puede salir a media noche de la torre de Griffindor solo para darle un beso a la chica" terminó.
"Yo... a mí..." comenzó Harry poniéndose de pie, pero Parvati, sin advertir su intervención, le corto.
"¿Cho Chang...? ¿De verdad?...oh... ya veo" murmuró la muchacha algo sorprendida "Mmm... bueno, de acuerdo... Harry, lo qué..."
"¡No!" interrumpió Lavender bruscamente "Ese fue el reto tiene que hacerlo a fuerza..."
"Lo divertido sería verlo haciéndolo, así no tiene caso" Exclamó una chica rubia con el cabello largo, castaño y muuuuy liso.
"Así es" dijo Hermione de golpe.
Lavender la miró desafiantemente, como diciendo: Tú-no-te-metas. Y Hermione le devolvió vivamente la mirada, la cual decía claramente: Hago- lo-que-se-me-pegue-la...
"¡Basta!" clamó Parvati "El castigo ya no va a ser eso y se acabó. Harry, lo que tienes que hacer ahora es... ¿Harry?"
Pero el muchacho ya no estaba, se dirigía a paso firme al retrato de la Sra. Gorda, o por lo menos eso fue lo que pensaban la mayoría.
A pocos metros de la salida, tornó a donde un grupo de muchachas de 4° platicaban mirando enajenadas al apuesto pelirrojo que se hallaba entre ellas.
Se abrió paso, la cabeza le dolía. Esperaba, más bien, 'rogaba' por que sus sentidos aún despiertos lo golpearon y le noquearan ahí mismo para evitar que siguiera avanzando...
O que Hermione lo detuviera...
O que el piso se abriera y el cayera a través de el.
Pero jamás paso.
Además, la otra parte de él, la que se hallaba más despierta en esos momentos, deseaba hacer aquello y si Hermione intervenía sería demasiado obvio o, en todo caso, sería tarde; el se resistiría y gritaría a todo pulmón que amaba a Ron con todo su corazón.
Así era mejor...
Se aproximaba. Se acercaba como si fuera en cámara lenta y ahí estaba Ron, viéndose bañado en hermosura y perfección y le miraba confundido, con los labios manchados vivamente en rojo por la paleta de cereza que tenía dentro de la boca.
"¿Qué pasa?" preguntó el muchacho pelirrojo muy desconcertado, mientras su mejor amigo le ponía de pie sin decir palabra "¿Harry...?" con un brusco movimiento Harry tomó a Ron por la corbata, haciéndolo inclinarse a medias, atrayéndolo hacía él y sacándole con violencia la paleta de la boca, sin decir palabra, cerrando sus ojos y sintiendo aumentar su rubor urgentemente sobre su rostro y sus orejas, los latidos desesperados en su pecho y en sus oídos "¿Qu-...?"comenzó el pelirrojo poniéndose completamente rojo, pero era tarde para terminar o hacer algo más, ya que, con todo el mundo totalmente anonado mirando en un espectral silencio, Harry redució al mínimo el espacio que separaba sus rostros ruborizados hundiendo profunda, intensa y desesperadamente los labios en esa boca divina y prohibida la cual se hallaba entreabierta a media frase.
Hubo rumores de gritos ahogados y sonidos como de respiraciones cortadas y sofocadas.
Pero no importó, por que aquello fue indestructible: fue exquisito, fue enloquecedor, fue delirante.
Fue corto, fue torpe, fue tonto y viscoso...
...tremenda y rematadamente estúpido.
Dos segundos y Harry se sintió enterito y volando por el cielo, a través de nubes de sabor cereza y seda... tocó su sabor y apreció su saliva húmeda y tibia... el calor de sus encías, sus dientes de marfil, el palpitar de sus labios: Firmes, frescos, vastos...
Tres segundos y Harry volvió en sí completamente y aterrorizado, comprendiendo rezagadamente lo que acababa de cometer, dándose cuenta que algo en aquella saliva paradisíaca rebosaba de alguna revitalizante poción secreta, que, impactablemente, sacaba de la más leve borrachera, ceguera e impulsividad idiota, al más patético e imbécil muchacho de 16 años.
El salón se hallaba sin aliento, la música se detuvo con un chirrido terrible, desfallecido.
Cuatro segundos y Harry se echo para atrás con colosal brusquedad y con los ojos abiertos como dos enormes platos de comensal, soltando con clamor, violencia y velocidad al niño pelirrojo.
"Por Dios..." soltó horrorizado entre dientes, paralizado, apenas notando el mutismo agobiante y estremecedor de las almas del lugar y el aturdimiento y la afonía sobrecogida de su mejor amigo que se hallaba rojo como un tomate, con una mano de hierro plantada sobre su exquisita boca sacra.
... Sintiendo con dolor las miradas de todos sobre su único, las cuales pedían siseando envenenadas por la continuación.
"Dios..." repitió suspenso y celadamente, poniéndose de un tono pálido y verdoso, yéndose de espaldas envuelto en terror, agobiado y no cabiendo en si por la brutal vergüenza que le asfixiaba indeliberadamente.
Tornó desesperadamente, creyendo ver que Ron intentaba decir algo.
Trepidó y chocando con objetos, hombros y muebles, sin mirar, sin hablar, sin poder gritar; las manos sobre el rostro..., las lagrimas a pocos pasos de sus ojos...
...Desapareció.
CONTINUARÁ...
++++++++ N/A-R: ¡juaaas! ¡Puff! ¡Plan! ¡Tum! Harry está bien tonto... y es un cuero precioso. Jajajaja... ¡Qué vergüenza! ¡Pobrecitooo!
Y ahora... ¿Qué hará el lento (...y guapote) de Ron? ¿Irá detrás de él para darle unos buenos golpes...? ¿Dejará de ser su amigo...? ¿Le dirá: Bien Harry... eres gay, pero no te metas conmigo por que yo no lo soy?...
Solo pocos sabemos el final... y si quieren saberlo ¡Tendrán que continuar! (va, ya lo sé, soy demasiado predecible... ¡aún así: leaaaaan!)
Estoy triste... vamos... un... un... un review ¡pequeñitooo! Por cierto: ¡¡Arriba mis queridos hermanos Españoles...!! Por favor... a mirar las estrellas y lo bello. Madird, España, amiga... yo (y supongo que todo mi México) ¡¡Estamos con ustedes...!! En luto por tus hijos, por que haya paz... con todo el corazón...
(Quién sabe si alguien de Españita lea... pero como sea, lo que he dicho, lo escribí con sinceridad...)
RenWiggin
