V:
La Selección.
La puerta se abrió de inmediato. Una bruja alta de cabello negro y túnica escarlata, esperaba allí. Tenia un rostro muy severo, no debería ser bueno tener problemas con ella.
- Los de primer año profesora McGonagall - dijo Hagrid.
- Muchas gracias Hagrid yo los conduciré desde aquí.
El vestíbulo de entrada era grande, las paredes de piedras eran iluminadas con antorchas y una hermosa escalera de mármol conducía a los pisos superiores.
Pasamos ante un gran portal, del cual se escuchaba el ruido de cientos de voces, pero la profesora McGonagall nos llevo a una pequeña habitación y todos se aglomeraron, tal vez por el nerviosismo.
- Bienvenidos a Hogwarts - dijo la profesora McGonagall - El banquete de este año se celebrará dentro de poco. Pero antes de ocupar sus lugares en el gran comedor deberéis ser seleccionados a sus casas. La selección es una ceremonia muy importante porque mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de su casa, dormirán en los dormitorios de las mismas y pasaran su tiempo libre en sus salan comunes.
La cuatro casa se llaman: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia y noble historia y cada una a producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts sus acciones harán que se le sume o reste puntos a sus casas. Al finalizar el año la casa con mayor cantidad de puntos ganara la copa de las casas, un gran honor. Espero que estén orgullosos de la casa que les toque.
Entre pocos minutos se llevará a cabo la ceremonia, enfrente al colegio, les sugiero que mientras esperan traten de arreglarse lo mejor posible. Volveré cuando todo ya este listo. Por favor esperen tranquilos.
La puerta se cerro y comenzaron a murmurar, a arreglarse las capas, los sobreros y a sacudirse el barro. Pude ver algo de este en mi túnica. Saque mi varita:
- Serlimpe - quedo como nueva, los pequeños me veían - mmm... ¿alguien necesita algo de ayuda? - todos levantaron la mano - ¡Bien! Júntense todos - alcé mi varita sobre las cabezas y con un movimiento envoltorio - Serlimpe - una luz amarillenta los envolvió - eso es todo lo que puedo hacer - me sonrieron y les devolví la sonrisa.
Creo que por suerte todos me veían cuando un grupo de fantasma atravesaba la habitación, uno me saludo con un gesto de su cabeza y esta quedo colgando de un lado.
- Ahora formen una hilera - dijo la voz aguda de la profesora McGonagall que había regresado. - todo esta listo.
La puerta volvió a abrirse y un mago diminuto entro. La profesora McGonagall se asombró y se dirigió a él. Mantuvieron una murmuración, parecían discutir. Al final la profesora nos dirigió palabras:
- Bien, él es el profesor Flitwick. Seguidlo todos.-
Los de primero salieron y la profesora McGonagall me detuvo en la puerta.
- Bienvenida a Hogwarts, es una suerte tenerte aquí, estamos muy encantados.-
- La suerte es mía, se lo puedo asegurar -
- Al igual que los de primero tienen que efectuar la selección - continuó la profesora - no se te llamara junto con ellos, al terminar la selección el director dirá algunas palabras, es que por primera vez en muchos años se hace esta transferencia, luego harás la selección - escuche aplausos a lo lejos, seguramente alguien se presentaba o terminaba de hacerlo - bien colócate al final de la fila cuando lleguemos, seguidme.-
Salimos de la habitación, volvimos a cruzar el vestíbulo, pasamos entre unas puertas de roble y entramos al Gran Comedor.
Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde los demás estudiantes estaban sentados. En las mesas había platos, cubiertos y copas de oro. En una tarima, en la cabecera del comedor, había otra gran mesa, donde se sentaban los profesores. La profesora McGonagall me condujo al final de la fila enfrente de las cuatro mesas y con los profesores a sus espaldas. Todos los alumnos miraban fijamente como había dicho la profesora McGonagall "por primera vez en muchos años se hace esta transferencia". Detallé cada una de las mesas y pude ver a Ron sentado entre Harry y Hermione. Levante la cabeza "Intusestrelles", me dije, hermoso hechizo para hacer que el techo parezca como el cielo de afuera.
La profesora McGonagall se adelantó con un gran rollo de pergamino.
- Cuándo los llame deberán adelantarse, colocarse el sombrero y sentarse en el taburete para que los seleccionen - dijo - ¡Abbott, Celin!
Una de las pequeñas con la que compartí el bote se colocó el sombrero, que le tapó los ojos, y se sentó a esperar.
- ¡RAVENCLAW! - Gritó el sobrero.
La segunda mesa a la izquierda aplaudió mientras Celin iba a sentarse con los de Ravenclaw.
- ¡Cowell, Steve!
- ¡HUFFLEPUFF!
La mesa a la derecha aplaudió esta vez. Varios se levantaron a estrechar la mano de Steve.
La selección continuó, cada uno fue llamado por su nombre y corrían a colocarse el sombreo. Cateryn Siustu, una chica de Gryffindor, con la emoción había olvidado quitarse el sobrero y la profesora McGonagall tuvo que pedirle que regresara. Cada vez que el sombrero elegía una casa, la mesa perteneciente aplaudía y celebraba, el ultimo pequeño en ser seleccionada fue Wayne, Mattius:
- ¡SLYTHERIN!
Pude ver que el chico que me ayudó se levantaba para recibirlo y después me dirigió otro intento de sonrisa.
El salón había quedado en silencio, la profesora McGonagall ocupó su lugar en la mesa de profesores. Mire sobre mi hombro, por unos segundos, el director estaba de pie.
- ¡Bienvenidos! - dijo - ¡Bienvenidos a un nuevo año escolar en Hogwarts!. Se que por lo general dejo los avisos para después de la cena, pero hay uno que si no lo hago ahora cometeré una gran injusticia - sentí que colocó su mano en mi hombro y susurró para que yo solo escuchara - Hola, Pequeña ¿Cómo has estado? -
- Bien, pensé que te habías olvidado de mi - Susurré.
- Imposible. ¡Que porte! - respondió quitándome la mano del hombro. Prosiguió en tono moderado para que su voz fuera audible para todos:
- Esta joven recibió hace tiempo una carta de nuestro colegio, pero por razones, ajenas a su voluntad, no pudo ocupar nuestra plaza. Pero eso ha quedado en el pasado y esta con nosotros ahora. Como todos los nuevos alumnos pasará por la selección y ocupara su lugar en el 5to curso - me sobresalte y lo mire fijamente, se colocó en mi espalda.
- Que en la Academia Cackle te adelantaran un año, no quiere decir que en Hogwarts sigamos las mismas reglas - Susurró.
- ¡Bien! - continuó en buen tono - Profesora McGonagall... continúe
Los murmullos comenzaron de nuevo, escuche el rodar de una silla y los pasos que se alejaban del director.
Todo quedo en silencio otra vez, la profesora McGonagall desenrolló el pergamino, sentí que mi pulso aumentaba. No podía creerlo estaba nerviosa, hace mucho que no sabia que era sentirse así.
- ¡Dumbledore, Etili! - llamó.
Los murmullos no se hicieron esperar, sentía todas las miradas, me encamine, el trecho me pareció interminable, intente no escuchar los comentarios.
Tomé el sobrero entre mis manos, me senté y deslicé el sombrero, de inmediato todas las voces cesaron.
- ¿Qué tenemos aquí? Mmm... una cabeza llena de muchas ideas. ¿En qué casa te colocare? -
- Si quieres yo lo decido.
- Me temo que ese es mi trabajo, pero déjame ver ¿en cual quisieras estar?
- ¿Recuerdas a cada uno de los alumnos?- comenzó a tararear la nueva canción de las "Las tres Brujas" - ¿Recuerdas a que casas los enviaste?
- ¿Tu que crees?- continuo tarareando, guardé silencio - ¡claro que lo recuerdo! ¿Por qué?
- Quiero que me envíes a la casa a la que perteneció mi padre-
¿Cómo puede ser? Sigues viviendo en el pasado, malo, malo. ¿Por qué no solo vives en el presente y dejas de averiguar el pasado? Si no te lo han contado es porque no necesitas saberlo o no debes saberlo -
- Si no conozco mi pasado, muy difícilmente podré construir un futuro. La historia es un punto muy importante para el crecimiento de un individuo. Pensé que lo sabrías, Hogwarts no estuviera funcionando como hasta ahora si no tuviese un pasado y los estudiantes conocieran este. A demás del pasado podemos aprender de nuestros errores, para no volver a cometerlos en el futuro... a menos que seas un masoquista por supuesto - repliqué.
- No se puede negar eres toda una Dumbledore, y con la avidez de la familia Snape te dan un carácter singular - continuo tarareando la canción.
- ¿Por qué haces eso? ¿Por qué tarareas la canción? Y no me vengas a decir que no tengo paciencia porque lo has hecho unas 30 veces.-
- Me agrada la tonada - continuó.
- Pero no has pasado del coro -
- No recuerdo lo que sigue -
- Eso es sencillo:
"More than to the life, and with the whole reason I love you. For that reason never you leave me baby" y en Re menor.
Guardó silencio y tarareó la canción de principio a fin.
- Gracias..., sabes te pareces a tu padre... pero a la vez eres tan diferente... por mi deseo y no por el tuyo, lo mejor es que seas de...
- Gryffindor - Gritó
Después de sentirme presionada y examinada, quitarme el sombrero fue un gran alivio. Como si saliera de una campana de cristal comencé a escuchar las voces. Vi que en Gryffindor aplaudían y Hermione me señalaba un lugar a su lado. Dejé el sobrero sobre el taburete y me dirigí a la mesa.
- ¡Que bueno que estas aquí! - me dijo Hermione abrazándome.
- ¡Bien! - El profesor Dumbledore se había colocado de pie y todos fueron guardando silencio - Ahora tomen los cubiertos y ¡a comer!
Los platos se llenaron de comida, las copas de sumo de calabaza. Los alumnos comenzaron a comer, beber y charlar. Me sentía extraña, diferente. Aquel ambiente era muy relajante.
- ¿No tienes hambre? - Preguntó Ginny.
- Si, es solo que..., olvídalo - busque mi varita - no esta...
- ¿Qué cosa? - preguntó Hermione.
Levante la cabeza hacia la mesa de los profesores, mi tío me observaba, me quiño el ojo y sonrió.
- ¡No lo puedo creer!. Me la ha quitado. -
- ¿Qué cosa? - Insistió Hermione
- Mi varita, Hermione ¿me prestas la tuya?-
- Claro, pero ¿Por qué el profesor te quito la varita? - Hermione me paso la varita pero antes de que pudiera tocarla una luz azul la envolvió calentándola tanto que Tanto Hermione como yo la dejamos caer y emitimos un gemido.
Levante la vista mi tío me miraba, negó con la cabeza, sonrió y continuó su conversación con la profesora McGonagall.
- Adoro usar la magia en todo, pero me prohíben hacerlo - estiré la mano sobre la varita, y esta salto a mi mano- lo lamento, gracias de todos modos.
Tome el tenedor y comencé a degustar el cordero asado. Escuche a los de primero hablar de un gran pulpo, los de 5to hablaban sobre los TIMOS, Harry, Ron y uno de los fantasma que antes había visto sobre el Quidditch.
- ¡Etili! - llamó Ron - Él es un amigo, Sir Nickolas, es uno de los fantasmas de Gryffindor. - ¡Bonjour dame! - Saludó con una pequeña reverencia. - Oh! vous Parlez français! - - Si, en una ocasión visite Francia. Y usted, ¿dónde lo aprendió? - En Cackle nos exigían latín y francés, los libros de nuestra biblioteca son antiguos y se encuentran mas que todo en esos idiomas, a demás considero el francés como un idioma realmente hermoso.
Encontrarme en aquel lugar me hacia sentir bien, llena de grandes expectativas. Al terminar de degustar los exquisitos postres lo paltos volvieron a estar tan limpios como antes, Dumbledore se Levanto y el silencio domino la sala.
- Bien, ya que hemos satisfecho una de las necesidades básicas del hombre- comenzó a decir con una gran sonrisa en sus labios- llego el momento de hacer algunos anuncios que nos interesan a todos. Sé que muchos de ustedes se preguntan dónde esta su profesor de pociones (vi que Ron repetía con los ojos cerrados "que se haya retirado", "que se haya retirado") pues a caído gravemente enfermo, pero no se preocupen sé esta recuperando. Y mientras él esta en este proceso, les presento a su profesora sustituta: La Señorita Etili Dumbledore. Acércate por favor.
Me levante y volví a sentir todas las miradas sobre mí, Dumbledore (no sé porque dentro del colegio solo podía referirme al como el director) me enseño la silla y asumí que era la perteneciente a mi tío Severus. Mientras él decía:
- Sé que la ven como una joven cursante del quinto curso, pero en realidad, en su antiguo colegio la habían adelantado un año, así que confío que perfectamente se hará cargo de los cursos inferios. Os pido su completa colaboración. Junto a mí también se encuentra su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras: Salazar Slartinn - se produjeron muchos murmullos, pensé que habían confundido el apellido del nuevo profesor con el del fundador - bien jóvenes, mañana nos espera un inesperado y nuevo día de clases, aprovechen y den su ultimo descanso antes de empezar con lo que será su nuevo año escolar.
Fue una hermosa llegada Hogwarts, y me agrado saber que contaba con una nueva e inesperada amiga: Hermione. Mientras salíamos del gran comedor me lo hizo saber "No sabes cuanto me alegra que estés acá" fueron sus palabras.
McGonagall me llamó y me condujo entre las mazmorras hasta un despacho, tocó un par de veces, me dijo que me esperaban y se retiro. Al abrir la puerta vi a mi tío, pálido y con cara de agotamiento, no pude resistirme y lo abrace. Recibí un fuete abrazo como respuesta a mí "Hola" y esa mirada penetrante que siempre tenia.
- ¿Cuándo llegaste?-
- Hoy, acaba de terminar el banquete, fue genial -
- ¿Te gusta este lugar? -
- Si, es nuevo, es inquietante. - contemple el estante lleno de los ingredientes para pociones - ¿Sabes quien será tu suplente, mientras te mejoras? - me senté en la esquina de su cama y acaricie su cabello, tenia una mirada asustada y reconfortada a la vez.
- Espero que no sea un profesor cualquiera, que le dé a mis clases el significado que no les corresponde - Dijo algo enojado.
- Pues te informo que ni profesor es... - me dio una de sus miradas evaluativas - no compadezcas a esos muchachos, sabes que es un arte, no una clase cualquiera.
- Lo sé, pero no soy tan diestra como tu, así que hazme el favor y te curas pronto para yo no tener que soportar darle clases a un viaje de chiquillos que lo mas seguro es que no me escuchen.- ante mis palabras sonrió. Me agradaba tanto escuchar su voz, no es que fuera la voz más hermosa del mundo, pero a él le tengo un gran amor y respeto. Y su olor a hiervas con una mezcla de tierra húmeda, me hacia pensar en un bosque enorme lleno de árboles y secretos.
- En mi escritorio están las notas y las clases que debes impartir, cualquier cosa ven y pregúntame, pon carácter y no solo enseñes, aprende un poco también -
Tomé las notas y las revisé, sentí su mirada sobre mi y dijo:
- Mejor ve y descansa, tendrás un largo día. Mañana te indicaran tu horario, acércate. - tomó mi mano y besó mi frente. Se acostó de nuevo y lo cubrí con las sabanas.
@--/--
La Selección.
La puerta se abrió de inmediato. Una bruja alta de cabello negro y túnica escarlata, esperaba allí. Tenia un rostro muy severo, no debería ser bueno tener problemas con ella.
- Los de primer año profesora McGonagall - dijo Hagrid.
- Muchas gracias Hagrid yo los conduciré desde aquí.
El vestíbulo de entrada era grande, las paredes de piedras eran iluminadas con antorchas y una hermosa escalera de mármol conducía a los pisos superiores.
Pasamos ante un gran portal, del cual se escuchaba el ruido de cientos de voces, pero la profesora McGonagall nos llevo a una pequeña habitación y todos se aglomeraron, tal vez por el nerviosismo.
- Bienvenidos a Hogwarts - dijo la profesora McGonagall - El banquete de este año se celebrará dentro de poco. Pero antes de ocupar sus lugares en el gran comedor deberéis ser seleccionados a sus casas. La selección es una ceremonia muy importante porque mientras estén aquí, sus casas serán como su familia en Hogwarts. Tendrán clases con el resto de su casa, dormirán en los dormitorios de las mismas y pasaran su tiempo libre en sus salan comunes.
La cuatro casa se llaman: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia y noble historia y cada una a producido notables brujas y magos. Mientras estén en Hogwarts sus acciones harán que se le sume o reste puntos a sus casas. Al finalizar el año la casa con mayor cantidad de puntos ganara la copa de las casas, un gran honor. Espero que estén orgullosos de la casa que les toque.
Entre pocos minutos se llevará a cabo la ceremonia, enfrente al colegio, les sugiero que mientras esperan traten de arreglarse lo mejor posible. Volveré cuando todo ya este listo. Por favor esperen tranquilos.
La puerta se cerro y comenzaron a murmurar, a arreglarse las capas, los sobreros y a sacudirse el barro. Pude ver algo de este en mi túnica. Saque mi varita:
- Serlimpe - quedo como nueva, los pequeños me veían - mmm... ¿alguien necesita algo de ayuda? - todos levantaron la mano - ¡Bien! Júntense todos - alcé mi varita sobre las cabezas y con un movimiento envoltorio - Serlimpe - una luz amarillenta los envolvió - eso es todo lo que puedo hacer - me sonrieron y les devolví la sonrisa.
Creo que por suerte todos me veían cuando un grupo de fantasma atravesaba la habitación, uno me saludo con un gesto de su cabeza y esta quedo colgando de un lado.
- Ahora formen una hilera - dijo la voz aguda de la profesora McGonagall que había regresado. - todo esta listo.
La puerta volvió a abrirse y un mago diminuto entro. La profesora McGonagall se asombró y se dirigió a él. Mantuvieron una murmuración, parecían discutir. Al final la profesora nos dirigió palabras:
- Bien, él es el profesor Flitwick. Seguidlo todos.-
Los de primero salieron y la profesora McGonagall me detuvo en la puerta.
- Bienvenida a Hogwarts, es una suerte tenerte aquí, estamos muy encantados.-
- La suerte es mía, se lo puedo asegurar -
- Al igual que los de primero tienen que efectuar la selección - continuó la profesora - no se te llamara junto con ellos, al terminar la selección el director dirá algunas palabras, es que por primera vez en muchos años se hace esta transferencia, luego harás la selección - escuche aplausos a lo lejos, seguramente alguien se presentaba o terminaba de hacerlo - bien colócate al final de la fila cuando lleguemos, seguidme.-
Salimos de la habitación, volvimos a cruzar el vestíbulo, pasamos entre unas puertas de roble y entramos al Gran Comedor.
Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas, donde los demás estudiantes estaban sentados. En las mesas había platos, cubiertos y copas de oro. En una tarima, en la cabecera del comedor, había otra gran mesa, donde se sentaban los profesores. La profesora McGonagall me condujo al final de la fila enfrente de las cuatro mesas y con los profesores a sus espaldas. Todos los alumnos miraban fijamente como había dicho la profesora McGonagall "por primera vez en muchos años se hace esta transferencia". Detallé cada una de las mesas y pude ver a Ron sentado entre Harry y Hermione. Levante la cabeza "Intusestrelles", me dije, hermoso hechizo para hacer que el techo parezca como el cielo de afuera.
La profesora McGonagall se adelantó con un gran rollo de pergamino.
- Cuándo los llame deberán adelantarse, colocarse el sombrero y sentarse en el taburete para que los seleccionen - dijo - ¡Abbott, Celin!
Una de las pequeñas con la que compartí el bote se colocó el sombrero, que le tapó los ojos, y se sentó a esperar.
- ¡RAVENCLAW! - Gritó el sobrero.
La segunda mesa a la izquierda aplaudió mientras Celin iba a sentarse con los de Ravenclaw.
- ¡Cowell, Steve!
- ¡HUFFLEPUFF!
La mesa a la derecha aplaudió esta vez. Varios se levantaron a estrechar la mano de Steve.
La selección continuó, cada uno fue llamado por su nombre y corrían a colocarse el sombreo. Cateryn Siustu, una chica de Gryffindor, con la emoción había olvidado quitarse el sobrero y la profesora McGonagall tuvo que pedirle que regresara. Cada vez que el sombrero elegía una casa, la mesa perteneciente aplaudía y celebraba, el ultimo pequeño en ser seleccionada fue Wayne, Mattius:
- ¡SLYTHERIN!
Pude ver que el chico que me ayudó se levantaba para recibirlo y después me dirigió otro intento de sonrisa.
El salón había quedado en silencio, la profesora McGonagall ocupó su lugar en la mesa de profesores. Mire sobre mi hombro, por unos segundos, el director estaba de pie.
- ¡Bienvenidos! - dijo - ¡Bienvenidos a un nuevo año escolar en Hogwarts!. Se que por lo general dejo los avisos para después de la cena, pero hay uno que si no lo hago ahora cometeré una gran injusticia - sentí que colocó su mano en mi hombro y susurró para que yo solo escuchara - Hola, Pequeña ¿Cómo has estado? -
- Bien, pensé que te habías olvidado de mi - Susurré.
- Imposible. ¡Que porte! - respondió quitándome la mano del hombro. Prosiguió en tono moderado para que su voz fuera audible para todos:
- Esta joven recibió hace tiempo una carta de nuestro colegio, pero por razones, ajenas a su voluntad, no pudo ocupar nuestra plaza. Pero eso ha quedado en el pasado y esta con nosotros ahora. Como todos los nuevos alumnos pasará por la selección y ocupara su lugar en el 5to curso - me sobresalte y lo mire fijamente, se colocó en mi espalda.
- Que en la Academia Cackle te adelantaran un año, no quiere decir que en Hogwarts sigamos las mismas reglas - Susurró.
- ¡Bien! - continuó en buen tono - Profesora McGonagall... continúe
Los murmullos comenzaron de nuevo, escuche el rodar de una silla y los pasos que se alejaban del director.
Todo quedo en silencio otra vez, la profesora McGonagall desenrolló el pergamino, sentí que mi pulso aumentaba. No podía creerlo estaba nerviosa, hace mucho que no sabia que era sentirse así.
- ¡Dumbledore, Etili! - llamó.
Los murmullos no se hicieron esperar, sentía todas las miradas, me encamine, el trecho me pareció interminable, intente no escuchar los comentarios.
Tomé el sobrero entre mis manos, me senté y deslicé el sombrero, de inmediato todas las voces cesaron.
- ¿Qué tenemos aquí? Mmm... una cabeza llena de muchas ideas. ¿En qué casa te colocare? -
- Si quieres yo lo decido.
- Me temo que ese es mi trabajo, pero déjame ver ¿en cual quisieras estar?
- ¿Recuerdas a cada uno de los alumnos?- comenzó a tararear la nueva canción de las "Las tres Brujas" - ¿Recuerdas a que casas los enviaste?
- ¿Tu que crees?- continuo tarareando, guardé silencio - ¡claro que lo recuerdo! ¿Por qué?
- Quiero que me envíes a la casa a la que perteneció mi padre-
¿Cómo puede ser? Sigues viviendo en el pasado, malo, malo. ¿Por qué no solo vives en el presente y dejas de averiguar el pasado? Si no te lo han contado es porque no necesitas saberlo o no debes saberlo -
- Si no conozco mi pasado, muy difícilmente podré construir un futuro. La historia es un punto muy importante para el crecimiento de un individuo. Pensé que lo sabrías, Hogwarts no estuviera funcionando como hasta ahora si no tuviese un pasado y los estudiantes conocieran este. A demás del pasado podemos aprender de nuestros errores, para no volver a cometerlos en el futuro... a menos que seas un masoquista por supuesto - repliqué.
- No se puede negar eres toda una Dumbledore, y con la avidez de la familia Snape te dan un carácter singular - continuo tarareando la canción.
- ¿Por qué haces eso? ¿Por qué tarareas la canción? Y no me vengas a decir que no tengo paciencia porque lo has hecho unas 30 veces.-
- Me agrada la tonada - continuó.
- Pero no has pasado del coro -
- No recuerdo lo que sigue -
- Eso es sencillo:
"More than to the life, and with the whole reason I love you. For that reason never you leave me baby" y en Re menor.
Guardó silencio y tarareó la canción de principio a fin.
- Gracias..., sabes te pareces a tu padre... pero a la vez eres tan diferente... por mi deseo y no por el tuyo, lo mejor es que seas de...
- Gryffindor - Gritó
Después de sentirme presionada y examinada, quitarme el sombrero fue un gran alivio. Como si saliera de una campana de cristal comencé a escuchar las voces. Vi que en Gryffindor aplaudían y Hermione me señalaba un lugar a su lado. Dejé el sobrero sobre el taburete y me dirigí a la mesa.
- ¡Que bueno que estas aquí! - me dijo Hermione abrazándome.
- ¡Bien! - El profesor Dumbledore se había colocado de pie y todos fueron guardando silencio - Ahora tomen los cubiertos y ¡a comer!
Los platos se llenaron de comida, las copas de sumo de calabaza. Los alumnos comenzaron a comer, beber y charlar. Me sentía extraña, diferente. Aquel ambiente era muy relajante.
- ¿No tienes hambre? - Preguntó Ginny.
- Si, es solo que..., olvídalo - busque mi varita - no esta...
- ¿Qué cosa? - preguntó Hermione.
Levante la cabeza hacia la mesa de los profesores, mi tío me observaba, me quiño el ojo y sonrió.
- ¡No lo puedo creer!. Me la ha quitado. -
- ¿Qué cosa? - Insistió Hermione
- Mi varita, Hermione ¿me prestas la tuya?-
- Claro, pero ¿Por qué el profesor te quito la varita? - Hermione me paso la varita pero antes de que pudiera tocarla una luz azul la envolvió calentándola tanto que Tanto Hermione como yo la dejamos caer y emitimos un gemido.
Levante la vista mi tío me miraba, negó con la cabeza, sonrió y continuó su conversación con la profesora McGonagall.
- Adoro usar la magia en todo, pero me prohíben hacerlo - estiré la mano sobre la varita, y esta salto a mi mano- lo lamento, gracias de todos modos.
Tome el tenedor y comencé a degustar el cordero asado. Escuche a los de primero hablar de un gran pulpo, los de 5to hablaban sobre los TIMOS, Harry, Ron y uno de los fantasma que antes había visto sobre el Quidditch.
- ¡Etili! - llamó Ron - Él es un amigo, Sir Nickolas, es uno de los fantasmas de Gryffindor. - ¡Bonjour dame! - Saludó con una pequeña reverencia. - Oh! vous Parlez français! - - Si, en una ocasión visite Francia. Y usted, ¿dónde lo aprendió? - En Cackle nos exigían latín y francés, los libros de nuestra biblioteca son antiguos y se encuentran mas que todo en esos idiomas, a demás considero el francés como un idioma realmente hermoso.
Encontrarme en aquel lugar me hacia sentir bien, llena de grandes expectativas. Al terminar de degustar los exquisitos postres lo paltos volvieron a estar tan limpios como antes, Dumbledore se Levanto y el silencio domino la sala.
- Bien, ya que hemos satisfecho una de las necesidades básicas del hombre- comenzó a decir con una gran sonrisa en sus labios- llego el momento de hacer algunos anuncios que nos interesan a todos. Sé que muchos de ustedes se preguntan dónde esta su profesor de pociones (vi que Ron repetía con los ojos cerrados "que se haya retirado", "que se haya retirado") pues a caído gravemente enfermo, pero no se preocupen sé esta recuperando. Y mientras él esta en este proceso, les presento a su profesora sustituta: La Señorita Etili Dumbledore. Acércate por favor.
Me levante y volví a sentir todas las miradas sobre mí, Dumbledore (no sé porque dentro del colegio solo podía referirme al como el director) me enseño la silla y asumí que era la perteneciente a mi tío Severus. Mientras él decía:
- Sé que la ven como una joven cursante del quinto curso, pero en realidad, en su antiguo colegio la habían adelantado un año, así que confío que perfectamente se hará cargo de los cursos inferios. Os pido su completa colaboración. Junto a mí también se encuentra su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras: Salazar Slartinn - se produjeron muchos murmullos, pensé que habían confundido el apellido del nuevo profesor con el del fundador - bien jóvenes, mañana nos espera un inesperado y nuevo día de clases, aprovechen y den su ultimo descanso antes de empezar con lo que será su nuevo año escolar.
Fue una hermosa llegada Hogwarts, y me agrado saber que contaba con una nueva e inesperada amiga: Hermione. Mientras salíamos del gran comedor me lo hizo saber "No sabes cuanto me alegra que estés acá" fueron sus palabras.
McGonagall me llamó y me condujo entre las mazmorras hasta un despacho, tocó un par de veces, me dijo que me esperaban y se retiro. Al abrir la puerta vi a mi tío, pálido y con cara de agotamiento, no pude resistirme y lo abrace. Recibí un fuete abrazo como respuesta a mí "Hola" y esa mirada penetrante que siempre tenia.
- ¿Cuándo llegaste?-
- Hoy, acaba de terminar el banquete, fue genial -
- ¿Te gusta este lugar? -
- Si, es nuevo, es inquietante. - contemple el estante lleno de los ingredientes para pociones - ¿Sabes quien será tu suplente, mientras te mejoras? - me senté en la esquina de su cama y acaricie su cabello, tenia una mirada asustada y reconfortada a la vez.
- Espero que no sea un profesor cualquiera, que le dé a mis clases el significado que no les corresponde - Dijo algo enojado.
- Pues te informo que ni profesor es... - me dio una de sus miradas evaluativas - no compadezcas a esos muchachos, sabes que es un arte, no una clase cualquiera.
- Lo sé, pero no soy tan diestra como tu, así que hazme el favor y te curas pronto para yo no tener que soportar darle clases a un viaje de chiquillos que lo mas seguro es que no me escuchen.- ante mis palabras sonrió. Me agradaba tanto escuchar su voz, no es que fuera la voz más hermosa del mundo, pero a él le tengo un gran amor y respeto. Y su olor a hiervas con una mezcla de tierra húmeda, me hacia pensar en un bosque enorme lleno de árboles y secretos.
- En mi escritorio están las notas y las clases que debes impartir, cualquier cosa ven y pregúntame, pon carácter y no solo enseñes, aprende un poco también -
Tomé las notas y las revisé, sentí su mirada sobre mi y dijo:
- Mejor ve y descansa, tendrás un largo día. Mañana te indicaran tu horario, acércate. - tomó mi mano y besó mi frente. Se acostó de nuevo y lo cubrí con las sabanas.
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