VII:

Muchos Encuentros:

- Etili, ¿de verdad harás el examen?

Ron continuaba preocupado por el examen del jueves, no dejaba de preguntar como debía cortar los crisopos, la consistencia de la pasta de caracoles molidos, la cocción del ajenjo.

En realidad me satisfacía al ver que los alumnos se interesasen tanto por aprender en mis calases.

- ¡Sí Ron! ¿Cuántas veces lo preguntaras? -

- Intento ver si te confundes y respondes no, de esa manera tendrías que suspenderla -

- Sé que lo harás bien, creo en ti, ¿tu no crees que eres capas de hacerlo? -

Como respuesta tuve una sonrisa sincera, Harry estallo a reír porque Ron se había ruborizado. En tanto Hermione suspiro hondo con su cara cubierta por un libro. Los muchachos soltaron los libros y salieron disparados a volar. Hermione tenia fuertemente agarrado el libro.

- Solo me gusta como amigo, no te preocupes - bajo el libro y vi que estaba sonrojada - ¿Cómo hago para llamar su atención? -

- Son muchachos, a menos que seas una escoba de carreras de ultimo modelo, te costara trabajo llamar su atención -

No pudimos evitar reír por un largo tiempo, Ginny se unió a la conversación sobre los chicos y cada una daba ideas de cómo poder llamar su atención.

- Yo prefiero un peinado diferente cada día, nada complicado, una túnica que quedase perfecta, eso si nada de maquillaje, es mejor a lo natural - dije, subiendo hasta nuestra habitación, abrí mi baúl y lo puse a su disposición - véanlo, iré a buscar unos libros para la clase del lunes.

Bajé las escaleras, todo estaba callado. La señora Pince esta tan amable como de costumbre (como si fuera posible) no dejaba hablar a los alumnos y caminaba entre las mesas, regañaba a los que jugaban con los libros o solo los ojeaban. Seis pesados libros para terminar de prepara la clase.

Una gran serpiente apareció en mi camino proveniente de una de las aulas, del susto deje caer los libros sobre esta y se quedo noqueada.

- Buena técnica, aunque un hechizo seria mas indicado - Salazar salía del aula con su singular forma de asustar a la gente.

- ¿Qué clase de profesor es usted?, No se como el director decidió en contratarlo - estaba realmente enojada, la serpiente me había causado un susto enorme.

- Mi experiencia -

- ¡Cuidado!, escuche bien, no es mas que un recién graduado, no tiene suficiente experiencia -

- Mas que usted si - tenia una mirada diferente, no era burlona, era... ¿alegre? O algo así.

- ¡Wow! Tres años de ventaja es mucha experiencia - sentí que mi sangre hervía, siempre lograba hacerme enojar.

- Usted lo ha dicho. - esperó a que dijera algo pero no encontré palabras en mi cabeza, sonrió y se retiró con su serpiente encogida dentro de un frasco.

Llegue irritada a la habitación solté los libros sobre la cama. Hermione estaba como asustada. Las mire:

-¿Qué opinan del profesor Slartinn?

- Sus clases son muy buenas, se esmera mucho en explicar para que entendamos, también son prácticas, dice que con solo teoría no nos defenderemos - dijo Hermione.

- Si, a demás es muy guapo y atento, en clase nos hace reír, bueno a veces... - corroboró Ginny.

-¿No les parece un ser realmente detestable? Digo: no habla mucho, tiene la mala manía de parecer por atrás sin ser notado, guarda silencio cuando quieres una respuesta acertada y rápida de él... me saca de casillas -

- Él opina que tú eres una profesora muy eficiente - dijo Ginny tomando mi mano. Vi a Hermione y ella asintió con la cabeza.

Me sentía derrotada, siempre lograba de una manera u otra hacerme sentir así. ¿Por qué era así?, ¿Por que hacia comentarios sobre mis clases de esa manera?, ¿Por que rayos no podía sacarlo de mi mente?. Salí de mis pensamientos, para ayudar a las chicas con lo que habían elegido para ir al juego del día siguiente.

Hermione quiso ondularse el cabello (es realmente fatigoso) y Ginny prefirió unas trenzas, la túnica de la primera era azul cielo, un poco ceñida a su cuerpo por encima de las rodillas, la segunda prefirió una rosa claro mas larga pero también ceñida. ¿Yo? Salí de lo más normal, con una túnica verde por encima de la las rodillas y el cabello con una media cola, aunque Hermione me dijo que yo no necesitaba hacer nada para llamar la tensión de los chicos, solo le respondí "blasfemia"

Los chicos se paralizaron al vernos. Hablamos los cinco antes del partido, Ron no pudo dejar de repetirle a Hermione lo bien que se veía, Harry no habla mucho pero no quitaba la vista de encima a Ginny.

Gryffindor ganó con 185 puntos a favor contra Ravenclaw.

Pero con la cerveza de mantequilla conseguida por los gemelos, no solo celebramos la victoria de la casa, las chicas y yo celebramos, también, lo bien que resulto todo ese día.

Ellos cuatro hablaban animadamente, pero el ver a Harry volar de esa manera, hizo crecer en mi el deseo de buscar mi escoba y hacerlo. Miraba el panorama de los terrenos de Hogwarts cuando vi a Salazar salir del bosque prohibido y subió su mirada hasta la torre donde me encontraba, sentí que me observaba, pero imposible a esa altura no llegaría.

Poco después busque mi escoba, sentir la suavidad del vuelo, la brisa en mi rostro, me sentía viva. Intente un par de piruetas luego solo observé el paisaje.

Vi en el bosque prohibido un reflejo plateado... sangre de unicornio sin duda, baje a ver mas de cerca.

El pobre animal esta ahí tendido, ya sin fuerzas, agonizante, mi corazón se lleno de tristeza y no supe que hacer. Era la primera vez que estaba tan adentrada en el bosque, habían muchas sombras, sentí unos pasos entre los árboles de atrás y grite.

Tapo mi boca con su mano firme.

- Shhhhh, ¿quiere que todo el mundo se altere?, No sea tan histérica.

¡¿Histérica?! ¿Quién le dio el derecho a este de decirme así?, Me dije a mi misma.

-¿Cómo quiere que no grite, si usted tiene esa mala maña de aparecer de la nada, de la forma más silenciosa que encuentra? -

Me miro furioso y por primera vez note que sus ojos no eran negros como pensaba, eran de un castaño oscuro. Me tomo fuertemente del brazo, me lastimaba. No dijo nada, solo me miraba. Mantuve su mirada pero me vi traicionada por mi misma cuando escapo una lagrima (de verdad me lastimaba). De esa forma, tomada del brazo me saco del bosque, tomó mi escoba y me llevo dentro.

- Eres una chiquilla tonta - me continuaba viendo fijo, mis ojos se aguaban, pero mi rabia aumentaba - Sal de ese lugar, es peligroso.

-¿Quién le ha dado el derecho de tratarme así?, ¿Quién le ha dicho que puede ordenarme que hacer o dejar de hacer?, Le recuerdo Profesor que solo es tres años mayor que yo, pero aun así no tiene el derecho de tratarme de esa forma - estaba enojada y le grite hasta la ultima palabra.

Hizo un movimiento con su mano y saque mi varita, me vio hacerlo y con un destello de sonrisa dijo - usted lo ha dicho, tres años de mayor entendimiento - se fue.

Subí a toda prima a mi habitación guarde la escoba y escribí a mi amiga Nanny, llevaba escribiéndole todas las semanas y le contaba todo lo que pasaba:



Nanny

De nuevo lo hizo, y me quede como una tonta, ahí paradota sin poder lanzarle ni un simple hechizo.

La sangre se me calienta cada vez que lo tengo cerca, no sabes cuanto me gustaría ganarle una sola vez.

Es tan frío, con sus palabras.......

Mejórate pronto y cuídate muchísimo.

Te Amo Amigui



Etili

PD: no sabes cuanto me gustaría que estuvieses acá.

Después de nuestro encuentro en el bosque, no me volví a cruzar con Salazar.

Llego el día esperado por Ron... el del examen.

La clase entró silenciosa. Pasee la lista.

-¿Todos listos? - asintieron con la cabeza, guardaron sus apuntes y sus libros - Éxito entonces, comiencen.

Los alumnos se encontraban muy seguros, cada cual estaba preocupado por su caldero.

Caminaba entre ellos y no podía evitarlo, los ayudaba.

A mitad de la clase la puerta se abrió sin aviso, el profesor Snape entro al aula con paso decidido, estaba completamente recuperado, estaba igual que siempre. Le di la bienvenida con una sonrisa y él me dirigió una mirada amable e inclino su cabeza.

- Buenas tardes. La señorita Dumbledore ya no le impartirá mas clases. Yo ayudare a calificar sus pócimas. Tomó asiento en su escritorio y me baje de este, le di la vuelta y le abracé.

El hecho que tío Severus recobrase su estado de salud me hizo inmensamente feliz. Y esta aumentó al ver que todos hicieron sus pociones de forma increíble, hasta Neville. Cuando sonó la campana, recogieron sus cosas y salieron, tío me abrazó y con un hilo de voz dijo a mi oído "Estoy orgulloso de ti, Gracias" besó mi frente y me acompaño fuera de las mazmorras.

De manera especial recordé la letra de mi canción favorita y sin poder evitarlo toda la tarde la cante. La gente de los cuadros se me quedaban viendo, sin mencionar a los de los pasillos, aunque descubrí que Angelina también conocía la letra de la canción.

La mañana siguiente la canción continuaba en mi mente. Dumbledore me detuvo en uno de los pasillos

- Veo que ya sabes que Severus esta perfectamente bien - sonreí como respuesta - creo que fueron tus cuidados especiales los que le ayudaron a estar bien antes de lo pensado - esta vez me devolvió la sonrisa y me abrazó - disfruta tu ultimo día como docente.

Continué cantando (llevaba los libros a la biblioteca), me sentía inmensamente feliz. Antes de llegar me llevé sin querer a Salazar. Mis libros cayeron y los de él también.

- Mejor deje de cantar y fíjese por donde va, a demás ¿quién le dijo que sabia hacerlo? -

Increíble, no me enoje, solo recogí mis libros y los suyos con un golpe de la varita

- Yo misma me lo dije y con eso me es suficiente - entregué los libros y le dirigí una sonrisa - que tenga un hermoso día - continué mi camino cantando.

Me alegró saber que se quedo hay parado un buen rato antes de continuar.

En la cena de ese día Snape ocupó de nuevo su sitio en la mesa de los profesores. Dumbledore pidió atención

- Bien jóvenes, gracias a unos cuidados especiales el profesor Snape volverá con nosotros antes de lo pensado - algunos aplaudieron - la Señorita Dumbledore, se reincorporara como estudiante el día lunes en la primer clase. Las clases de pociones estarán al mando del profesor Slartinn y las de Defensa Contra las Artes Oscuras la ocupara el profesor Snape. ¡Ahora a comer!

Se produjo murmullos, luego algunos aplaudieron. La cena fue deliciosa, pero percibía constantemente miradas de la mesa de profesores, del profesor Salazar específicamente.

Busqué su mirada y la sostuve, tomé mi copa llena de zumo de calabaza la alcé y bebí. (Sentí que al fin le había ganado una y él lo sabia)

Cuando dejé de beber vi en su mirada fría, pero no enojada, era como si en parte celebrara mi éxito.



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