VIII:

Sorpresas.

Aquel fin de semana no fue nada fácil, ni relajante.

Como el lunes volvía a ser solo alumna tenia que ponerme al tanto con todas los deberes.

La mano me dolía de tanto escribir, agradecía a Dios por que solo me faltaba una materia, ya que aquella noche de domingo esta realmente fría.

Al ver la materia vi que era Defensa Contra las Artes Oscuras, la ultima clase dictada por Salazar, era interminable, metro y medio con la letra diminuta de Hermione.

En cada una de sus clases sentía su mirada penetrante, siempre vigilante, intentaba esconderme detrás del caldero pero era como si fuera capas de atravesar el duro metal y continuar mirándome, fuera de eso mi primera semana con alumna oficial del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería fue única.

El otoño se veía llegar, ese fin de semana salí a leer el décimo capitulo de la Revolución de los Gigantes. Cerca de la orilla del lago encontré, en las raíces un árbol, un lugar perfecto para estudiar.

Pero el espectáculo del cambio de color en las hojas y la forma como retornaban al suelo, la brisa fría que rozaba mi rostro era mágico.

Sentí unos pasos que se acercaban y me sorprendió ver que se trataba de Salazar, acercándose como una persona común. Tenia la varita entre sus dedos y jugueteaba con ella. Por sentido común saque la mía, sonrió al ver que lo hacia. Tomó asiento a mi lado y perdió la vista en el cielo. No soportaba ese silencio.

- ¿Se aburrió de su nueva aula de trabajo? -

- Las pociones son mi especialidad. -

- Ya sabia que para profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, no tenia usted experiencia suficiente - se me escapó.

- Aun dudas que soy capas de combatirlas, te sorprenderás - dijo mirándome con la mirada crédula.

- Quiero verlo - acababa de tutearme y la impresión me dejó sin mas palabras.

Guardó silencio, ese silencio frío y desesperante que siempre me molestaba. Mi corazón latía de forma rápida, me observo "¿habrá sentido que mi corazón aceleró?", Pensé "tonterías". Pero para estar segura hablé de lo primero que vi, una hermosa magnolia blanca a la cual el otoño aun no le reclamaba la vida.

-¿Es hermosa verdad? Tan pura, tan sencilla, tan llena de vida -

Alzo su varita y marchito la flor. Lo mire enojada "¿cómo era posible que matara a la planta que acababa de enseñarle?"

- No sobrevivirá al invierno, pero ella le dará vida a muchas otras - se levantó y se fue.

No sé porque pero me pareció amable. Volví a mis pensamientos y no se como llegue de nuevo a mi dilema: El profesor Salazar Slartinn.

-¡Etili! - los Weasley, Hermione y Harry corrían hacia mí.

-¿Qué ha pasado? -

- Corre el rumor - comenzó George jadeando.

- Que tu eres - dijo Fred con la mano en sus costillas

- Que tu eres la sobrina - Ron esta rojo.

- La sobrina de Snape, también- concluyo Hermione.

Solo pude sonreír, tenían cara de atónitos, de no creer lo que habían escuchado.

- Severus es el hermano de mi mamá, así que si, soy su sobrina -

-¿Cómo lo soportas? - dijo Ron

- Es una buena persona. Rudo, callado, pero esa mirada domínate y severa, puedes ver como es. Créanme no lo conocen y es una lastima porque es maravilloso. - la cara de atónitos no se les quitó, a eso se le sumó el aparente efecto del Petrificus totalus al escucharlo:

- Gryffindors - Snape nos llamaba había empezado a llover de manera fuerte - a dentro todos.

Todos caminaron con la cara de sorprendidos y vieron a Snape fijamente por instantes muy cortos al pasarle por el lado. Cuando pasee, tomó mi brazo, me dio un beso en la frente y me acompaño adentro.

Ya se había acabado el fin de semana y seguíamos con las clases y la lluvia.

Sentí un golpeteo en la ventana. Era Nico el fénix de Nanny. Abrí la ventana y se depositó en el dorsal de mi cama, tomé la carta muy emocionada.



Etili

Te cuento que estoy maravillosamente bien.

En la academia se te extraña mucho, todos deseamos volver a verte. Te enviamos una foto de nosotros para que siempre nos recuerdes.

¿Sigues sobresaltándote cada vez que se acerca el profesor?, ¿A acaso te da miedo? Mmm. Sabes bien que la vida nos juega juegos para que veamos las cosas de manera diferente.

Cuídate mucho.

Te amo



Nanny

PD: Tal vez tu deseo se cumpla.

¿Qué quería decir con lo ultimo? Y ¿qué si le temo? Claro que NO, su mirada puede ser de lo mas extraña, pero no le temo, no es capaz de hacer algo... ¿o sí?

Da igual, no es temor lo que siento...

¿Qué rayos haces pensando en él de nuevo?

En el comedor estaba el barullo de siempre.

Tomé asiento al lado de George que me hizo reír desde ese momento. Al igual que sentí la mirada de Salazar. Se acercó a la mesa:

- Buenos Días - me sorprendió lo amable de su saludo, pero tuvo que continuar hablando - el fénix fuera de la habitación, antes del toque de la campana - se retiró.

¿Cómo sabia del fénix?, ¿Cómo sabia todo lo que pasaba en mi entrono?, ¿Cómo volví a estar preguntándome por él?

La clase del profesor Flitwick fue muy entretenida, practicamos los encantamientos convocadores. Como ya los dominábamos convertimos la clase en todo un juego. Los almohadones no dejaron de volar por toda el aula. Flitwick salió y el alboroto se hizo mayor.

Todos nos divertíamos mucho como para preocuparnos por algo más. Parvati llevaba rato huyendo de mí, la acorrale en la entrada del aula, lo que pasó a continuación fue muy rápido, la puerta se abrió, ella se agachó y el almohadón fue a dar de lleno en la cara de Salazar. Se hizo un leve silencio, luego rieron con ganas y continuaron con el juego. Salazar levantó el almohadón con su varita y apunto hacia mí, como dominada por el Petrificus totalus no pude mover un músculo y vi el almohadón ante mi cara, cerré los ojos a esperar el impacto pero antes de golpearme se convirtió en mariposas azules. Me sonrió.

- Potter acompáñame - esperó a que Harry saliera y se fueron.

La mañana siguiente encontré una magnolia blanca al lado de mi almohada, vi la ventana abierta y a una lechuza gris saliendo.

Ese día todas las clases tuvieron un toque especial. Trelawney, estaba resfriada y cada vez que estornudaba se revolvían las hojas de té, haciendo imposible que pudiera predecirle a alguien la muerte (que manía tiene esa mujer con eso).

Neville, logró hacer reír sin parar a McGonagall, al convertirse así mismo en una mezcla de rana con águila.

La clase de pociones estaba especialmente tibia. Crabbe y Goyle lograron hacer enfadar a Malfoy de manera tal, que su piel blanca se puso de un rojo tan encendido como el cabello de Ron, no pudimos parar de reír, hasta Salazar lo hizo (era una risa hermosa)

Al final de la clase me pidió que aguardara, que necesitaba mi ayuda:

- La profesora Sprout ya esta informada - esperó a que todos salieran - Hagrid encontró otro unicornio, debemos buscar la forma de detener la hemorragia, antes que sea muy tarde. Hay que hacerle fuerte.

Disfrute en ayudarle. Por primera vez no guardaba ese silencio frío e insoportable, me hizo reír y enfurecer, estaba diferente a las otra veces.

Al final, dijo que podía terminar solo (había que esperar a que espesara, ¡Gran cosa!) Así que pase la ultima taza de crisopos triturados, al tomarlo tocó mi mano y sentí como una electricidad por todo el cuerpo. Recogí mis cosas y me disponía a salir.

- Señorita ¿Sabe usted que esta prohibida la realización de filtros amoroso en este colegio? -

¿Por qué dijo tal cosa?, Voltee hacerle frente - No lo utilizaría. -

- Entonces, ¿qué hechizo utilizó en mi? - me quede paralizada ¿qué le estaba pasando a este?, Se acercó tomó mi mano - porque me tiene loco - no supe que responder, pero en ese mismo instante sonó la campana, me solté de él y me dirigí al comedor.

-¿Estas bien? - Hermione me colocó la mano en la cabeza - estas pálida. -

- Si, solo dame algo de beber, el olor de la pócima me dejo mareada - mentí al ver que me mirada muy preocupada.

No se como lo logré, pero durante todo el viernes evité a Salazar, hasta en el comedor, me senté lo mas lejos que pude de la mesa de los profesores.

En la mañana del sábado otra magnolia aprecio en mi almohada. Los chicos y yo hablábamos de lo que ocurría con los unicornios, era increíble que en tan poco tiempo, dos de ellos se hayan encontrado heridos.

Pero nuestra conversación fue cortada con la llegada de Nico, con una carta que dejo en mi regazo:

¡Etili!

Hable con tus tíos, me permitieron pasar Navidad contigo en Hogwarts.

¿No te parece único?

Amiga tengo tanto que contarte, no puedo esperar verte.

Cuídate.

Te Amo

Nanny.

Pequé gritos como loca, deseba tanto ver a mi amiga, escribí una nota que solo decía:

¡Genial! Te espero



Etili



Salí corriendo a la lechucearía, como dando brinquitos (se que debí parecer una tonta)

Mis pensamientos fueron confirmados. Salazar se encontraba enviando una lechuza y me miró divertido.

-¿Qué edad dices que tienes? -

- La tuya menos tres -

-¿Segura? - se dibujó una sonrisa en su cara.

Me entraron unas ganas de convertirle en sapo...

- Guarda la varita, se que no te atreverías - dijo aun sonriendo.

- En realidad no, si te convirtiera, seria un insulto para los pobres sapos - terminó de atar su carta y se fue.

- Pues váyase, ya ni quería hablar con usted -

Vi como se alejaba la lechuza y baje las escaleras.

Encontré a tío Albus, besé su mejilla y volví a la sala común dando saltitos.



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