IX:

El Baile.

- ¿Cómo le invito? - Neville estaba hundido en una butaca frente al fuego, muy pálido.

Lo que pasaba con él, pasaba con muchos otros chicos en el colegio.

El baile de Halloween se acercaba y estaban buscando pareja para ir.

Los chicos no eran los únicos que se veían inmensamente nerviosos, las chicas se retocaban el cabello y la túnica cada vez que ante ellas pasaba el chico con quien deseaban ir.

- Primero siéntete convencido de que lo harás bien, luego solo ve e invítala - Dije dándole unas palmaditas en la espalda, él suspiró hondo y se fue temblando - recuerda que si dice que no (cual dudo) es ella quien se lo pierde -

-¿Qué le pasa a Neville? - Harry se había sentado con sus libros enfrente de mí.

- No sabe como invitar a Parvati -

-¡Ah! -

-¿Todo bien Harry? -

- Es que soy un cobarde y aun no he podido invitarla - respondió, pero más para él mismo que para mí.

- Sé que Ginny no se negara -

-¿Cómo sabes? - dijo exaltado - ¿Cómo sabes que la invitaría? -

- Mmm, veo adivinación contigo ¿recuerdas? - sonreí y sonrió.

- Dijo que si - Ron había llegado muy pálido pero con una gran sonrisa, tomó asiento y no dejaba de repetir - dijo que si, de verdad dijo que sí.

-¿Qué paso Ron? -

- Invite a Hermione y ella dijo que si -

-¿Cómo fue? - quiso saber Harry.

Volví a concentrarme en mis deberes de Defensas Contra las Artes Oscuras, mientras ellos hablaban.

Era realmente divertido ver todo aquel movimiento en el castillo. Los que ya tenían pareja se preocupaban en buscar que ponerse o en perseguir a los profesores para averiguar que grupo invitaran, hasta el punto de recibir amenazas (como el caso de Fred y George)

Había bajado temprano esa mañana al gran comedor, en cuanto llegó Ginny con una gran sonrisa.

- Me invito a ir con él - se sentó a mi lado, tomo unas tostadas y no dijo nada mas.

De un momento a otro ya se había llenado la mesa y el tema favorito de la temporada volvió a ser discutido.

- Creo que serán "Las tres Brujas" - dijo Fred mirando a Dumbledore.

- No, vendrá "Sensación mágica" - dijo Hermione que mas que una suposición parecía un deseo.

Nos habíamos quedado en silencio y George preguntó como que un rayo de luz hiciera brillar esa idea

- Etili ¿Con quien iras al Baile? -

- No tengo pareja - dije apenada.

- Bueno, yo estoy disponible - dijo Fred sentándose muy derecho y guiñando el ojo. Angelina que estaba a su lado golpeó sus costillas - espera, acabo de recordar iré con Angelina - y rió.

-¿De verdad no tienes pareja? - pregunto Hermione cuando entrábamos al aula de pociones unos minutos antes de que empezara la clase.

- Es la verdad -

- Pero, ¿te han invitado? - sentí con la cabeza - ¿y te negaste?, No lo creo. -

- Es que no deseaba ir con él, es todo - Sonó la campana

- Y ¿Con quien quieres ir? -

- Continúan su conversación mas tarde - dijo Salazar saliendo de la parte de atrás del aula - ¿Dónde están sus compañeros? -

- No lo sabemos profesor - contestó Hermione.

Yo estaba completamente apenada, pensé que estábamos solo Hermione y yo, pero el había escuchado todo.

Durante toda la clase sentí su mirada en mi, pasaba por los calderos y cada vez lo sentía mas cerca.

- Concéntrese Señorita - dijo a mi oído.

Como la propia tonta había derramado los pétalos de Molly fuera del caldero. Los recogí con mi varita y vi que me miraba divertido.

Solo deseaba que sonara la campana y salir de ahí lo más rápido posible. Pero los minutos pasaron lentos y las horas se volvieron interminables. "Siempre es así, cuando uno quiere que todo marche lento parece una estrella fugaz, y cuando quieres que sea viceversa pasa como un caracol subiendo una cuesta empinada" pensé.

Hasta que por fin sonó la campana.

-¿Te encuentras bien? - preguntó Hermione preocupada diez minutos después de que empezó la clase de Herbología.

- Detesto que haga eso, ¿no puede ser como una persona normal?, ¿Tu que crees? -

- Creo que te gusta - contestó ella muy seria. Sentí que todo se paralizaba "¿tal vez por eso pienso tanto en él?"

- No, es un profesor - dije reaccionando.

- Es definitivo - dijo Hermione con una gran sonrisa - yo tampoco soportaba a Ron - y se sonrojó.

¿Acaso eso era posible? Durante el resto de la clase me dedique a mi planta pero mi mente se entretenía con mis pensamientos.

El viernes transcurrió como un chasquido de dedos.

Ginny y Hermione me levantaron muy temprano el sábado (para tratarse de un fin de semana) querían tener todo listo para el baile desde temprano (muy temprano para mi opinión)

Desfilaron como con 100 túnicas cada una, preguntándome cuál seria mejor. Luego propusieron la misma cantidad de peinados. Cuando en realidad estaba despierta las cosas caminaron más rápido.

Salimos del castillo cerca de las once (y pensar que a las cinco empezaran a arreglarse, me dije a mi misma) caminamos por los jardines de Sprout, jugamos en las innumerables fuentes y nos dejamos caer en el pasto fresco cerca del lago.

Luego del almuerzo fuimos a visitar a Hagrid (Ron, Harry, Hermione y yo) preguntamos por los unicornios y me alegre al saber que se esta recuperando.

De un momento a otro mi mente se alejo de la cabaña de Hagrid y se dirigió al centro de mis pensamientos y mi subconsciente me habló:

- "¿Qué te pondrás?" -

- "No lo sé" -

- "Usa la túnica blanca" -

- "Estas loca, esa no es para este clima" -

- "Bueno busca otro, pero seguro la sala estará caliente" -

Escuche muy lejos decir a Hermione que ya nos íbamos y mi mente volvió al lugar donde debería estar.

- Adiós muchachos, cuídense mucho, nos vemos en la noche - me despedí.

Después de un largo tiempo entre la aplicación de productos mágicos y la espera ya estábamos listas.

Hermione llevaba una túnica turquesa ceñida y larga, con un moño alto y unas trenzas que salían de la parte superior, se veía muy elegante.

Ginny tenia una carmín muy elegante con trenzas por los lados y el cabello laceado y suelto.

Yo le había hecho caso a mi subconsciente y busque mi túnica blanca.

Era mi favorita por muchas razones. Lo formaba una camisa corta que se ataba en mi cuello y espalda. Luego una falda a la cadera, no muy ceñida pero si lo suficiente, larga que tocaba el piso. El espacio entre la camisa y la falda formaba un diamante. La tela es sedosa y brillante.

Mi padre lo había enviado desde Paris para mi quinceavo cumpleaños y eso lo hacia más valioso que todo el oro mágico del mundo.

No laceé mi cabello, lo deje rizado y suelto.

Bajamos juntas a la sala común, los chicos nos esperaban.

Harry tomó la mano de Ginny y Ron la de Hermione. Neville y Parvati hablan en una de las mesas, mientras Fred y Angelina estaban junto a George.

- Se ven realmente hermosas - dijo Ron.

-¿De verdad no encontraste pareja? - pregunto Fred.

- Porque estas espectacular Etili - dijo Angelina.

- No necesito pareja, soy una chica autosuficiente -

- Mi pareja me espera en la entrada del gran comedor, ¿desea usted que la acompañe? - dijo George extendiéndome su brazo.

- Será un honor - dije tomando su brazo.

- Es todo mío señorita -

-¿De donde sacaste esa caballerosidad George? - quiso saber Fred.

- Hay momentos en que todo lo aprendido se recuerda - reímos mientras bajamos las escaleras.

Las parejas de diferentes casas se esperaban a la entrada del comedor, poco a poco iban pasando.

George se reunió con su pareja y decidimos pasar. En realidad me sentía un poco incomoda al no entrar tomada del brazo de alguien, pero lo olvide cuando tomamos asiento en una de las innumerables mesitas redondas esparcidas por el comedor.

Estaban alumbradas por calabazas y en el techo revoloteaban un centenar de murciélagos el olor a calabaza, los diferentes adornos, estaba hermoso el comedor.

Al otro lado, donde no habían mesas, había una pequeña tarima con unos instrumentos y un espacio lo suficientemente grande para que las parejas bailaran.

El banquete fue delicioso estuvimos hablando de muchas cosas y los gemelos hicieron muchos chistes.

Una hora mas tarde la música empezó a sonar con "las tres brujas" al micrófono. Los alumnos se fueron parando y comenzaron el baile.

La música era bella y la luz fue bajando hasta quedar una delicada luz azul en todo el comedor. Después de media hora muchos se habían sentado y escuchaban la música. Dumbledore se sentó a mi lado me sonrió y sus ojos brillaron.

- Estas muy hermosa esta noche -

- Gracias -

-¿Y tu pareja?, ¿Ha salido huyendo al escuchar la música? -

- He venido sola -

-¡Ah! Ya veo, la chica autosuficiente ¿no? -

- Exacto -

- En ese caso no tengo que pedirle permiso a nadie mas que a ti misma - dijo sonriendo y tendiéndome su mano.

Baile un rato con él, era gracioso hacia movimientos muy raros, pero sin duda es un excelente bailarín. Al terminar la segunda canción Malfoy se acercó y Dumbledore se excusó con algo relacionado con su rodilla.

Así que las siguientes tres canciones las baile con él, no era tan malo, aunque me piso un par de veces. Al terminar la canción me senté a tomar un ponche. Vi que Snape hablaba con Slartinn y este me miro fijamente, luego sonrió y se levanto de la mesa.



-¿Bailaste con Malfoy? - dijo Ginny sorprendida.

- No es mal bailarín -

- Si tu lo dices - Harry había llevado ponche para Ginny y él.

- Cantan bien ¿no? - Ron le acercaba una silla a Hermione.

- Excelente - afirmé.

-¡Etili! La siguiente pieza la bailas conmigo - dijo Fred acercándose a la mesa - ya pedí permiso y me han dicho que si, pero solo una - guiño el ojo y besó la mejilla de Angelina.

- Será un placer -

Fred me hizo reír mucho, apartaba a la gente argumentando que le acaban de prestar a la mas linda del baile, después de su novia.

Cuando me encontraba en el medio de la pista lo volví a sentir, desde uno de los extremos Slartinn me observaba y vigilaba cada uno de mis pasos, pero solo fue por una fracción de segundo porque luego simplemente desapareció.

Al terminar la canción, Fred volvió a la pista con Angelina y yo me senté junto con Snape.

-¿No bailaras? -

- No - dijo de forma cortante.

-¿Por qué? -

- Porque no -

- Pero yo conozco a alguien que quiere bailar contigo -

- No -

- Pero de verdad quiere bailar contigo -

- No -

- Solo una pieza -

- No -

-¿La mitad de una? -

- No - pero en su mirada se ilumino y vi una pequeña sonrisa.

-¿La cuarta parte? -

- No - ya no podía disimular la sonrisa.

-¿Solo la llevas a la pista? -

- No -

- Te la aguantas toda la noche hablando tonterías entonces - puse cara de seria y lo miré. Me devolvió la mirada divertida y me hizo sonreír.

- Una -

- Si, unas cuantas, no hay problema - le guiñe el ojo y me llevó a la pista.

Pasé un buen rato con el, había quitado la cara de serio y parecía divertirse. Cuando terminó la pieza me llevó a la mesa y se sentó.

-¿Ves?, No te moriste - besé su mejilla y el hizo aparecer dos ponches. - gracias - me pasó el ponche.

- De nada -

- No lo digo por el ponche, sino porque bailaste - no respondió, pero me miro por un instante y luego se concentró en su ponche.

-¡Severus! ¿Puedo hablarte? - Dumbledore se acercó y tomó asiento a su lado.

- Nos vemos luego - besé a ambos en la mejilla y me retiré.

Había quedado con sed, así que fui por otro ponche. Todos bailaban muy divertidos y no pude evitar quedarme viéndolos.

Terminaron de tocar mi canción favorita (que había estado tarareando semanas anteriores) Se hizo una pausa mientras se ponían de acuerdo en que tocar.

-¿Bailas? - Slartinn se había colocado en mi espalda y me habló al oído.

No respondí, el tomó mi mano y me llevó a la pista. Tocaron una canción suave.

Colocó su mano en mi cintura (lo sentí nervioso, o ¿era yo?) Y tomó la otra.

Mi corazón latió muy fuerte y mi respiración se agitó. "Etili, calmada, no es mas que un baile". Pero no lo podía evitar de manera que hable sobre lo primero que me vino a la mente: el unicornio. Respondía con si y no, no agregaba una palabra mas.

Evitaba su mirada, pero el la buscaba. Terminó la canción sin darme cuenta (seguía hablando y miraba fijamente una calabaza flotante). Soltó mi mano y tomó mi cara obligándome a verle, no me lastimó, fue dominante pero no agresivo. Me perdí en su mirada, sentía su respiración muy cerca de mi, mi corazón volvía a latir de forma increíble. Con su mano en mi cadera me acercó mas y con la otro hizo que levantara mas mi cara. Sentí mi pecho tocando el de él "sentirá mi corazón agitado" pensé. Sus ojos se acercaron, los vi muy cerca. Entonces todo empezó a dar vueltas, la fiesta desapareció, con la música, la gente , las velas, cerré los ojos para no ver mas los suyos y me besó. Al principio fue tímido. Pero al abrir mi boca para hablar solo provoque que fuera mas profundo. Me sentí a desmayar y me apoye en su cuerpo. Todo el frío que me provocaba desapareció con la calidez de ese beso. Empecé a corresponderle acercándome mas a él. Su beso era desesperado, ansioso. Nos separamos y sujetando todavía mi cintura y mi cabello dijo - ¿No te habías dado cuenta? -

Me soltó y se fue. Regreso la fiesta, la música, la gente. No se si nos vieron. Pero a él no le volví a ver.

Dumbledore pidió a los prefectos subir a los alumnos a sus respectivas casas. La fiesta había terminado.

Al llegar a la sala común muchos se quedaron hablando, yo me apresure a subir las escaleras y al llegar a la cama vi que una hermosa mandrágora se encontraba en ella.



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