XII
Hoy la fiesta es en el despacho de Salazar.
Ron, Harry y los gemelos se encargaron de buscar algo de comida en la cocina, Salazar consiguió dos barriles de cerveza de mantequilla (no sé cuantos cree que somos), mientras Hermione, Ginny, Nanny y yo decorábamos el despacho (lo cual no le hizo mucha gracia a Salazar)
- ¿Qué ridiculez es esta? -
- Si no le gusta se puede ir, profesor - dije de forma cortante.
- El despacho es mío -
- Bueno, entonces cierre los ojos - me miró enojado, pero solo quito unas cintas azules de su silla y observaba mientras acariciaba a Max.
Es fácil pasar buen tiempo en Hogwarts, en especial con amigos (pues así considero a todas las nuevas personas que he conocido). Salazar no volvió a protestar por la decoración, bailó con nosotros y se rió de las bromas de los gemelos.
Llegó la media noche, Nanny y yo hablábamos en la terraza. Salazar recogía solo (los chicos se habían ido por orden de él)
- Ayudamos a tu novio - dijo entre risas.
- Vale - no tenia ganas de pelear.
-¿Terminaron? - Salazar
- Si... deja ayudarte con eso - sujeté el sofá mientras él recogía los envoltorios de las ranas de chocolate - Nanny, mejor ve a dormir, el viaje mañana es largo y pesado, yo terminare de ayudar -
- Es a la derecha, derecho y luego la escalera de la izquierda. Solo subo hasta el retrato y ya ¿no? -
- Exacto - dije sonriendo - te amo amiga, dulce sueños -
- También te amo, nos vemos - se dirigió a Salazar - Adiós ¡PROFESOR! -
- Salga de mi despacho señorita Melian- dijo Salazar aguantando la ira.
Sé cerro la puerta y se alejaron los pasos.
-¿No te gusta tu profesión?
- Si, pero no sé porque se empeñan en recordármela cuando estamos en confianza -
- A mí me gustan los profesores -
-¿Sí? - se había puesto en mi espalda y besaba mi cuello.
- Sí, profesor -
- Bien señorita, termine rápido de organizar mi escritorio - beso mis labios y continuó recogiendo el piso.
Estábamos sentados junto a la chimenea, abrazándonos. El despacho quedo impecable y encontramos que Ginny había perdido su varita (que descuido)
Fue cuando escuchamos un fuerte grito, venia de los pasillos de arriba. No era de miedo sino de terror, estaban atacando a alguien, el grito fue aplacado, se escuchaban rasguños por dentro de las paredes. Todos mis sentidos se activaron, sentía los rasguños en el cuerpo de alguien una y otra vez, los gritos destrozaban mis tímpanos y sin poder contenerme me deje caer de lleno tapándome los oídos, pero eso no ayudaba, mi piel estaba sentida y sentía un fuerte dolor punzante y un olor a sangre rondaba la sala.
Salazar se levanto de un salto, me abrazó al él. Pude ver en su cara miedo, con un hechizo hizo desaparecer el frío que comenzaba a invadirme, me aferré a él, sentía que de separarme seguro caería y lo que estuviese suelto en el castillo me atacaría hasta matarme. Salazar me sujeto fuerte y me encaminó a la puerta muy cerca de sí, al abrirla Severus estaba ahí.
- Salazar, quédate acá, protégela, vienen por ella - dijo señalándome - cubre bien todo, asegúralo. Mantenla caliente, esta muy pálida, cuídala Salazar - tenia la cara tensa, asustado y preocupado. Salió corriendo.
Salazar no vaciló, lanzó conjuros a diestra y siniestras, tapó la puerta que daba a la terraza, entró a su habitación (imaginé que a cerrar todo). Aminoró el fuego de la chimenea y apagó las velas. Sacó la capa que le di del baúl y me cubrió con ella obligándome a sentarme en el piso. Con una mano tomaba la mía y con la otra se mantenía alerta con la varita. Besaba mis cabellos y apretaba mi mano como si temiese perderme, mantenía la vista fija a la puerta principal, pero todos sus sentidos estaban tan alerta como los míos.
Max esta recogido en mis piernas (pobre cachorro). Los rasguños continuaban entre las paredes, daban escalofríos, a veces parecían que salían de ella. Pasaron muchos pasos ante la puerta, ruidos fuertes se producían como si quisiesen tumbarlas... destruirlas. Yo estaba aterrorizada, pero la presencia de Salazar me calmaba, sabia que estaba segura. Pero los gritos repetitivos estaban en mi mente y ese sonido como el metal que desgarra el viento antes de encontrar donde encajar, los rasguños me atormentaban, sentía ganas de gritar. El olor a sangre me paralizaba, fue cuando Salazar me abrazó por completo, despejándome de mis dudas y mis miedos. Me embriagó con su dulce olor a bosques silvestre y sus palabras dulces en mis oídos callaron a los gritos, pasos y rasguños "tranquila mi amor, toda estará bien... no permitiré que nada te dañe... jamás permitiré que se te acerqué... antes moriría... antes de entregarte... no te dejaré nunca mi amor, siempre estaré... quieras o no... siempre estaré contigo... ya no temas... Je serai toujours ton gardien, et tu serez mon ange, mon a protege"
Fue después de dos largas horas de angustia y sobre saltos que cesaron los rasguños los pasos, todo quedo en silencio, un silencio terrible.
Las llamas de la chimenea se avivaron, grite sobresaltada, Salazar de pie me aprisionó a su pecho y cubrió por completo con la capa. Escuche la voz de mi tío y salí de ahí.
- Todo controlado, Salazar te pido que la cuides - me miro fijamente - necesito que pases la noche acá. Aun no es seguro - volvió la vista a Salazar - buen trabajo muchacho, disculpa las molestias -
- No hay ninguna molestia, recuerde nuestra conversación -
- Buenas noches -
Las llamas se apagaron y él encendió su varita.
- Ven -
-¿Qué conversación? -
-¡Una privada señorita! -
Abrió la puerta de su habitación, era elegante, sencilla, pero elegante.
En el centro había una cama grande de madera con sabanas de un azul océano, había dos mesillas que hacían juego a cada lado. En una había un candelabro y en la otra unas hojas desordenadas, una pluma con su tintero y un libro. El armario estaba al frente de la puerta. Había una pequeña ventana sobre el dorsal de la cama y otra puerta de cristal que daba a la terraza (las ultimas dos lo asumí, ya que estaban tapadas)
- Dormirás acá - dijo acariciando mis cabellos - no temas te cuidaré - me quito la capa y la guindo en el armario, saco un par de sabanas gruesas y un almohadón.
-¿Dónde estará usted? -
- No se preocupe señorita, estaré en el sofá si me necesita -
-¿Qué?, ¿Esta loco o le da? A mi no me va a dejar acá sola ¿y si entran por la ventana? -
-¿Qué me sugiere que haga? -
- Busque el sofá y se acuesta al lado del armario -
-¿Temerosa? - dijo con una sonrisa en sus labios.
- Algo, pero sé que me cuidaras - bese sus labios, cuando me separe, tomo mis manos y nos volvimos a besar.
- Ve y duerme, yo velare por ti - beso mi frente, vi como metió el sofá y lo puso justo donde se lo pedí.
- Gracias, te amo - me quede dormida.
Me desperté algo asustada, luego recordé donde me encontraba. Me senté y vi que Salazar me observaba desde el sofá (no había dormido bien, o tal vez ni durmió, se le veía en el rostro)
- Duerme un rato mas -
- Mejor duerme, yo velare por ti ahora - me sonrió.
- Pareces un ángel al dormir -
Tocaron fuertemente la puerta. Se levantó del sofá y abrió, entró Severus, tampoco había dormido.
- Despeja las ventanas - dijo en forma de mandato - veremos si sintieron su presencia.
-¿Qué paso? - quise saber.
Salazar lanzaba los hechizos y Severus me abrazo como protegiéndome.
- Ya todo pasará - beso mi frente.
- Acá Severus, mira como rompieron los cristales - dijo Salazar señalando la puerta de vidrio del despacho - tres garras, ¿acaso fue lo mismo que ataco a Crow? - dijo revisando la madera que estaba toda rasguñada.
- Me temo que si mi querido muchacho - tío Albus había llegado y observaba desde la entrada los cristales. Con un toque de su varita los reparó - vamos, he de hablarles en el desayuno -
-¿Alguien me va a explicar que pasó? -
Severus me tenia abrazada, solo dijo a mi oído "camina"
Parece que no soy la única que no tiene la menor idea de lo que paso, todo están en constante cuchicheo. Vi a Hermione, Harry, Nanny y los Weasley retirados de los otros.
-¿Que pasó?-
- Ginny salió anoche a buscar su varita y no regresó - dijo Ron muy intranquilo
- Luego escuchamos el grito - Hermione estaba alterada
- Era ella, ¿te das cuenta?, Era ella - Ron estaba fuera de sí.
Conté todo lo que había escuchado, lo de Severus, Albus, los rasguños.
- También los escuchamos - dijo Nanny, me veía asustada y se abalanzó para abrazarme.
- McGonagall llegó muy preocupada preguntando dónde estabas, luego Snape, le dijimos que no habías vuelto y Snape salió directo al despacho de Slartinn - me contó Harry.
- Dumbledore dijo que había atacado lo mismo que atacó a Crow - recordé en ese momento.
-¿Crees que hayan sido los Quintapies? -
- No lo sé, debieron estar dominados por alguien, porque siempre matan - dije hundida en mis pensamientos.
Dumbledore se había colocado de pie y todos los cuchicheos terminaron.
- Anoche, el colegio fue atacado - dijo muy serio mirando a todos los alumnos - sin duda buscaban algo mas que atemorizar. Muchos ya saben que han sido: Quintapies. Alcanzaron a uno de los nuestros por segunda vez, ha sido la señorita Weasley, Ginny. No ha muerto pero su estado es muy grave. No podemos exponernos a que cosas así vuelvan a suceder. Las salidas de noche serán supervisadas, nada de ir a volar antes o después de que salga el sol. Nadie saldrá o entrará a este castillo hasta nuevo aviso... así que tendremos una nueva estudiante - miro sonriendo a Nanny - cuídense unos a otros muchachos y atención, sobre todo precaución.
No lo podía creer (pudo haber pasado tantas cosas feas) pero Nanny se quedaría conmigo, tomé su mano y la apreté en señal de felicidad y ella también lo hizo.
Las clases comenzaron, todos están muy alerta. Nanny quedó en Gryffindor para mi felicidad (he de continuar compartiendo mi cama, pero no me molesta)
Ginny lleva dos semanas inconscientes, cuando la fuimos a ver nos sorprendimos mucho, estaba muy rasguñada, la señora Pomfrey había limpiado y cocido las heridas. Las criaturas la atacaron salvajemente (no estaba desfigurada, pero...) era muy difícil reconocer sus facciones.
Yo en lo especial recordé los gritos en mi mente mientras sentía el aire frío, volví a sentir ese temor que me invadió aquella noche... hasta que Nanny me cubrió con sus brazos y dijo que ya era hora de regresar.
Salazar nos había dicho que el castillo fue invadido por 30 Quintapies de los cuales 8 se habían encontrado con Ginny y le habían causado todo ese daño.
Yo pasaba mucho tiempo con ella en la enfermería y Salazar me acompañaba (¿aun me estaba cuidando?) Eso ha sido algo que no han querido explicarme, el porque me buscaban esas cosas, siempre que pregunto guardan silencio o cambian el tema.
Hubo otro intento de ataque, me encontraba en el despacho de Severus esa noche.
Cerró todo y me cubrió con una capa negra (creo que no tiene de otro color). Los rasguños eran más fuertes, más furiosos, al igual que las reacciones de mis sentidos. Gracias a Dios no hirieron a nadie pero dejaron muchos destrozos a su paso.
Albus pidió que si sentíamos a uno de los Quintapies cerca intentáramos cubrirnos con algo negro (ya entiendo... ¡no ven bien!)
-¿No me dirán que pasa? - pregunte a tío Albus.
- A su tiempo querida - beso mi frente y salió de la habitación.
@--`---
Bueno... es todo por el capitulo, el próximo lo subo cuando tenga mas tiempo. Mientras dejen mensajes. Y traten de adivinar que pasará...
Muchas gracias por los mensajes. Y creo que pronto descubrirán a un Salazar diferente.
Cuídense ^.^
Hoy la fiesta es en el despacho de Salazar.
Ron, Harry y los gemelos se encargaron de buscar algo de comida en la cocina, Salazar consiguió dos barriles de cerveza de mantequilla (no sé cuantos cree que somos), mientras Hermione, Ginny, Nanny y yo decorábamos el despacho (lo cual no le hizo mucha gracia a Salazar)
- ¿Qué ridiculez es esta? -
- Si no le gusta se puede ir, profesor - dije de forma cortante.
- El despacho es mío -
- Bueno, entonces cierre los ojos - me miró enojado, pero solo quito unas cintas azules de su silla y observaba mientras acariciaba a Max.
Es fácil pasar buen tiempo en Hogwarts, en especial con amigos (pues así considero a todas las nuevas personas que he conocido). Salazar no volvió a protestar por la decoración, bailó con nosotros y se rió de las bromas de los gemelos.
Llegó la media noche, Nanny y yo hablábamos en la terraza. Salazar recogía solo (los chicos se habían ido por orden de él)
- Ayudamos a tu novio - dijo entre risas.
- Vale - no tenia ganas de pelear.
-¿Terminaron? - Salazar
- Si... deja ayudarte con eso - sujeté el sofá mientras él recogía los envoltorios de las ranas de chocolate - Nanny, mejor ve a dormir, el viaje mañana es largo y pesado, yo terminare de ayudar -
- Es a la derecha, derecho y luego la escalera de la izquierda. Solo subo hasta el retrato y ya ¿no? -
- Exacto - dije sonriendo - te amo amiga, dulce sueños -
- También te amo, nos vemos - se dirigió a Salazar - Adiós ¡PROFESOR! -
- Salga de mi despacho señorita Melian- dijo Salazar aguantando la ira.
Sé cerro la puerta y se alejaron los pasos.
-¿No te gusta tu profesión?
- Si, pero no sé porque se empeñan en recordármela cuando estamos en confianza -
- A mí me gustan los profesores -
-¿Sí? - se había puesto en mi espalda y besaba mi cuello.
- Sí, profesor -
- Bien señorita, termine rápido de organizar mi escritorio - beso mis labios y continuó recogiendo el piso.
Estábamos sentados junto a la chimenea, abrazándonos. El despacho quedo impecable y encontramos que Ginny había perdido su varita (que descuido)
Fue cuando escuchamos un fuerte grito, venia de los pasillos de arriba. No era de miedo sino de terror, estaban atacando a alguien, el grito fue aplacado, se escuchaban rasguños por dentro de las paredes. Todos mis sentidos se activaron, sentía los rasguños en el cuerpo de alguien una y otra vez, los gritos destrozaban mis tímpanos y sin poder contenerme me deje caer de lleno tapándome los oídos, pero eso no ayudaba, mi piel estaba sentida y sentía un fuerte dolor punzante y un olor a sangre rondaba la sala.
Salazar se levanto de un salto, me abrazó al él. Pude ver en su cara miedo, con un hechizo hizo desaparecer el frío que comenzaba a invadirme, me aferré a él, sentía que de separarme seguro caería y lo que estuviese suelto en el castillo me atacaría hasta matarme. Salazar me sujeto fuerte y me encaminó a la puerta muy cerca de sí, al abrirla Severus estaba ahí.
- Salazar, quédate acá, protégela, vienen por ella - dijo señalándome - cubre bien todo, asegúralo. Mantenla caliente, esta muy pálida, cuídala Salazar - tenia la cara tensa, asustado y preocupado. Salió corriendo.
Salazar no vaciló, lanzó conjuros a diestra y siniestras, tapó la puerta que daba a la terraza, entró a su habitación (imaginé que a cerrar todo). Aminoró el fuego de la chimenea y apagó las velas. Sacó la capa que le di del baúl y me cubrió con ella obligándome a sentarme en el piso. Con una mano tomaba la mía y con la otra se mantenía alerta con la varita. Besaba mis cabellos y apretaba mi mano como si temiese perderme, mantenía la vista fija a la puerta principal, pero todos sus sentidos estaban tan alerta como los míos.
Max esta recogido en mis piernas (pobre cachorro). Los rasguños continuaban entre las paredes, daban escalofríos, a veces parecían que salían de ella. Pasaron muchos pasos ante la puerta, ruidos fuertes se producían como si quisiesen tumbarlas... destruirlas. Yo estaba aterrorizada, pero la presencia de Salazar me calmaba, sabia que estaba segura. Pero los gritos repetitivos estaban en mi mente y ese sonido como el metal que desgarra el viento antes de encontrar donde encajar, los rasguños me atormentaban, sentía ganas de gritar. El olor a sangre me paralizaba, fue cuando Salazar me abrazó por completo, despejándome de mis dudas y mis miedos. Me embriagó con su dulce olor a bosques silvestre y sus palabras dulces en mis oídos callaron a los gritos, pasos y rasguños "tranquila mi amor, toda estará bien... no permitiré que nada te dañe... jamás permitiré que se te acerqué... antes moriría... antes de entregarte... no te dejaré nunca mi amor, siempre estaré... quieras o no... siempre estaré contigo... ya no temas... Je serai toujours ton gardien, et tu serez mon ange, mon a protege"
Fue después de dos largas horas de angustia y sobre saltos que cesaron los rasguños los pasos, todo quedo en silencio, un silencio terrible.
Las llamas de la chimenea se avivaron, grite sobresaltada, Salazar de pie me aprisionó a su pecho y cubrió por completo con la capa. Escuche la voz de mi tío y salí de ahí.
- Todo controlado, Salazar te pido que la cuides - me miro fijamente - necesito que pases la noche acá. Aun no es seguro - volvió la vista a Salazar - buen trabajo muchacho, disculpa las molestias -
- No hay ninguna molestia, recuerde nuestra conversación -
- Buenas noches -
Las llamas se apagaron y él encendió su varita.
- Ven -
-¿Qué conversación? -
-¡Una privada señorita! -
Abrió la puerta de su habitación, era elegante, sencilla, pero elegante.
En el centro había una cama grande de madera con sabanas de un azul océano, había dos mesillas que hacían juego a cada lado. En una había un candelabro y en la otra unas hojas desordenadas, una pluma con su tintero y un libro. El armario estaba al frente de la puerta. Había una pequeña ventana sobre el dorsal de la cama y otra puerta de cristal que daba a la terraza (las ultimas dos lo asumí, ya que estaban tapadas)
- Dormirás acá - dijo acariciando mis cabellos - no temas te cuidaré - me quito la capa y la guindo en el armario, saco un par de sabanas gruesas y un almohadón.
-¿Dónde estará usted? -
- No se preocupe señorita, estaré en el sofá si me necesita -
-¿Qué?, ¿Esta loco o le da? A mi no me va a dejar acá sola ¿y si entran por la ventana? -
-¿Qué me sugiere que haga? -
- Busque el sofá y se acuesta al lado del armario -
-¿Temerosa? - dijo con una sonrisa en sus labios.
- Algo, pero sé que me cuidaras - bese sus labios, cuando me separe, tomo mis manos y nos volvimos a besar.
- Ve y duerme, yo velare por ti - beso mi frente, vi como metió el sofá y lo puso justo donde se lo pedí.
- Gracias, te amo - me quede dormida.
Me desperté algo asustada, luego recordé donde me encontraba. Me senté y vi que Salazar me observaba desde el sofá (no había dormido bien, o tal vez ni durmió, se le veía en el rostro)
- Duerme un rato mas -
- Mejor duerme, yo velare por ti ahora - me sonrió.
- Pareces un ángel al dormir -
Tocaron fuertemente la puerta. Se levantó del sofá y abrió, entró Severus, tampoco había dormido.
- Despeja las ventanas - dijo en forma de mandato - veremos si sintieron su presencia.
-¿Qué paso? - quise saber.
Salazar lanzaba los hechizos y Severus me abrazo como protegiéndome.
- Ya todo pasará - beso mi frente.
- Acá Severus, mira como rompieron los cristales - dijo Salazar señalando la puerta de vidrio del despacho - tres garras, ¿acaso fue lo mismo que ataco a Crow? - dijo revisando la madera que estaba toda rasguñada.
- Me temo que si mi querido muchacho - tío Albus había llegado y observaba desde la entrada los cristales. Con un toque de su varita los reparó - vamos, he de hablarles en el desayuno -
-¿Alguien me va a explicar que pasó? -
Severus me tenia abrazada, solo dijo a mi oído "camina"
Parece que no soy la única que no tiene la menor idea de lo que paso, todo están en constante cuchicheo. Vi a Hermione, Harry, Nanny y los Weasley retirados de los otros.
-¿Que pasó?-
- Ginny salió anoche a buscar su varita y no regresó - dijo Ron muy intranquilo
- Luego escuchamos el grito - Hermione estaba alterada
- Era ella, ¿te das cuenta?, Era ella - Ron estaba fuera de sí.
Conté todo lo que había escuchado, lo de Severus, Albus, los rasguños.
- También los escuchamos - dijo Nanny, me veía asustada y se abalanzó para abrazarme.
- McGonagall llegó muy preocupada preguntando dónde estabas, luego Snape, le dijimos que no habías vuelto y Snape salió directo al despacho de Slartinn - me contó Harry.
- Dumbledore dijo que había atacado lo mismo que atacó a Crow - recordé en ese momento.
-¿Crees que hayan sido los Quintapies? -
- No lo sé, debieron estar dominados por alguien, porque siempre matan - dije hundida en mis pensamientos.
Dumbledore se había colocado de pie y todos los cuchicheos terminaron.
- Anoche, el colegio fue atacado - dijo muy serio mirando a todos los alumnos - sin duda buscaban algo mas que atemorizar. Muchos ya saben que han sido: Quintapies. Alcanzaron a uno de los nuestros por segunda vez, ha sido la señorita Weasley, Ginny. No ha muerto pero su estado es muy grave. No podemos exponernos a que cosas así vuelvan a suceder. Las salidas de noche serán supervisadas, nada de ir a volar antes o después de que salga el sol. Nadie saldrá o entrará a este castillo hasta nuevo aviso... así que tendremos una nueva estudiante - miro sonriendo a Nanny - cuídense unos a otros muchachos y atención, sobre todo precaución.
No lo podía creer (pudo haber pasado tantas cosas feas) pero Nanny se quedaría conmigo, tomé su mano y la apreté en señal de felicidad y ella también lo hizo.
Las clases comenzaron, todos están muy alerta. Nanny quedó en Gryffindor para mi felicidad (he de continuar compartiendo mi cama, pero no me molesta)
Ginny lleva dos semanas inconscientes, cuando la fuimos a ver nos sorprendimos mucho, estaba muy rasguñada, la señora Pomfrey había limpiado y cocido las heridas. Las criaturas la atacaron salvajemente (no estaba desfigurada, pero...) era muy difícil reconocer sus facciones.
Yo en lo especial recordé los gritos en mi mente mientras sentía el aire frío, volví a sentir ese temor que me invadió aquella noche... hasta que Nanny me cubrió con sus brazos y dijo que ya era hora de regresar.
Salazar nos había dicho que el castillo fue invadido por 30 Quintapies de los cuales 8 se habían encontrado con Ginny y le habían causado todo ese daño.
Yo pasaba mucho tiempo con ella en la enfermería y Salazar me acompañaba (¿aun me estaba cuidando?) Eso ha sido algo que no han querido explicarme, el porque me buscaban esas cosas, siempre que pregunto guardan silencio o cambian el tema.
Hubo otro intento de ataque, me encontraba en el despacho de Severus esa noche.
Cerró todo y me cubrió con una capa negra (creo que no tiene de otro color). Los rasguños eran más fuertes, más furiosos, al igual que las reacciones de mis sentidos. Gracias a Dios no hirieron a nadie pero dejaron muchos destrozos a su paso.
Albus pidió que si sentíamos a uno de los Quintapies cerca intentáramos cubrirnos con algo negro (ya entiendo... ¡no ven bien!)
-¿No me dirán que pasa? - pregunte a tío Albus.
- A su tiempo querida - beso mi frente y salió de la habitación.
@--`---
Bueno... es todo por el capitulo, el próximo lo subo cuando tenga mas tiempo. Mientras dejen mensajes. Y traten de adivinar que pasará...
Muchas gracias por los mensajes. Y creo que pronto descubrirán a un Salazar diferente.
Cuídense ^.^
