XVI:

Entre entrenamientos, lecciones y lesiones.



- Jóvenes, sé que falta poco para que terminen las clases y que mañana es el ultimo juego para decidir cual es el otro equipo que va a la final de Quidditch, pero hagan el favor de poner atención a lo que hacen. ¿Me escucho señor Potter? - El profesor Flitwick estaba muy enojado. Y Harry muy fuera de si como para concentrarse o disculparse.

- Profesor, por favor perdónelo, es que esta muy preocupado por el juego de mañana, entiéndalo por favor - Nanny se estaba disculpando por Harry que aun no caí en cuenta de lo que había hecho. Mientras yo intentaba revertir los hechizos de Harry que habían hecho que los libros saliesen de su lugar he intentasen morder a todos los alumnos y Hermione solucionaba el problema de las ventanas que lanzaban fuego (aun no sé como Harry logró hacer eso)

- Esta bien señorita Melian, olvidemos todo. Pero mejor lleve al señor Potter a su habitación y que descanse -

- Si señor. Muchas gracias -

- Deja todo Nanny, yo lo recogeré al terminar la clase - dije mientras atrapada otro libro.

- Gracias Etili -

Tomó a Harry por un brazo y Ron le ayudó por el otro extremo y salieron del aula.

Cuando logramos deshacer todos los encantamientos Hermione y yo estábamos muy cansadas. Recogimos los útiles de Nanny, Ron y Harry y caminamos con pasos pesado a la sala común.

Aun con el cansancio esa noche tampoco pude conciliar el sueño.

Desde hace unos días un sueño había invadido mi mente y me hacia despertar en medio de la noche.

- Etili, ¿por qué no me cuentas que es lo que sueñas? - Nanny se había vuelto a levantar preocupada y secaba el sudor de mi cabeza con una compresa fría, mientras Hermione me tomaba fuertemente de la mano.

- No se donde estoy, pero hay una voz fría. no es una voz, es una risa, una risa que no te da ganas de reír, sino de salir corriendo hacia la dirección opuesta, pero es tan fea que no eres capaz de moverte. Hay muchos pasos, muchos gritos unas luces rojas y verdes que atraviesan todo y hacen que los grites se apaguen y aumenten a la vez, el ruido de metal cortando el aire y la figura de un hombre que empuña una espada y desvía las luces de donde estoy, hasta que una mancha de sangre sale de él y cae, pero no antes de detener a los que producen esas luces -

- Toma un poco de agua, te hará sentir mejor - dijo Hermione mientras acariciaba mi mejilla.

- Deberías hablar de esto con tus tíos - dijo Nanny muy seria volviendo a mojar la compresa.

El juego fue cercano a las 11 dela mañana.

Gryffindor contra Hufflepuff, el ganador pasaría a la final con Slytherin.

Los miembros del equipo casi no comieron esa mañana. Aunque los convencí de que tomaran un poco de jugo de naranja para que tuviesen fuerzas en el juego.

Caminé con Ginny y Javier hasta las gradas, Nanny y Hermione iban a darle apoyo a los chicos antes de que entraran al campo de juego. Nos colocamos junto a Hagrid quien me saludó con una gran sonrisa.

El juego fue impresionante, los dos equipos se habían preparado muy bien y dieron la pelea hasta el ultimo momento. La diferencia solo fueron los puntos por atrapar la snitch, porque hasta ese momento ambos mantenían la misma puntuación: 125 puntos para cada equipo. Fue cercano a las tres de la tarde cuando Harry cambio su rumbo en una picada hacia en lado derecho del campo y esquivando una bludger y un par de jugadores logró atrapar la deseada snitch para darle la victoria a Gryffindor. Nanny, en un mar de alegría, saltó de la tribuna directamente a los brazos de Harry.

Caminábamos hacia el castillo cuando la incomparable voz de Malfoy llamó mi atención.

- Dumbledore, el profesor Snape quiere verte en su despacho -

- Claro Draco, voy inmediatamente -

El chico me dirigió una mirada de odio, pero sé que se sorprendió cuando le llame por su nombre. Caminamos en silencio hasta el despacho de mi tío y con un seco, pero amable "hasta luego" me dejo en la entrada. Toqué suavemente y la puerta se abrió de inmediato.

- Hola Etili - me saludó la dulce voz de mi tío.

- Hola Severus - me dirigí a su escritorio y le abracé fuertemente.

- Felicitaciones por ganar el juego de hoy -

- Gracias, pero para el próximo no se a quien irle -

- Ya encontraras que hacer. Necesito que me ayudes -

- Si claro, dime en que -

- Los profesores hemos estado hablando y creemos que todos los alumnos deberían saber manejar los principios básicos de los duelos, con espada y sin ella. Tu eres una gran duelista, al igual que la señorita Melian, nos gustaría contar con su ayuda para abrir el club.

- Claro, no hay problemas -

- Será los martes a las ocho de la tarde, ya que todos los cursos están libres a esa hora. Lo dirigiremos Salazar y yo, con la ayuda de ustedes dos -

- Me parece bien - contesté con una sonrisa. Él se levantó de su silla y colocándose enfrente me abrazó fuertemente:

-¿Estas bien? -

- Si -

- Quiero que siempre sea así - besó mi frente - te amo Etili, eres mi sobrina favorita.

- Soy la única que tienes -

- Por eso mismo -

- También te amo tío - besé su mejilla y le abracé fuertemente.

- Nos vemos pronto -

- Cuídate mucho -

Celebramos toda la noche la victoria de nuestra casa y el pase a la final. Nanny estaba muy feliz por que ayudaría con los entrenamientos de duelos.

- No se porque te sorprende, siempre me ganabas en la academia -

- No mientas, tu me ganabas a mi -

- Claro que no ¿recuerdas cuando me dejaste como un sapo? -

- Eso no es nada tu me dejaste como camello -

- Pero luego me convertiste en conejo -

- Si y te veías muy linda, eras una conejita muy adorable - rió - pero luego me convertiste en cotorra -

- Es verdad y creo que aun no se te quita lo de cotorra - reí con mas ganas.

-¿Cómo te atreves? No hablo mucho, no hablo como una cotorra ¿o si? - miró a Harry buscando respuesta.

- Eh. este. saben me parece que las dos son muy buenas, ¿si las dejamos como empate? - dijo Harry muy sonrojado sin saber que decir.

-¡Harry! Contesta -

- Amigui es muy obvio - volví a reír - pero me gustas así como eres, porque así es Nanny L. Melian M - dije y besé su mejilla.

- Ya son muchos como para que armen alboroto. Todos callados y atentos - mi tío tenía cara de molesto y con esas simples palabras se hizo un gran silencio. Los alumnos de todas las casas, de todos los años estaban reunidos en el salón comedor, de donde se habían quitado todas las mesas.

- Bien hoy solo veremos que tanto conocen a cerca de los duelos. Comenzaremos con las espadas - habló Salazar un poco preocupado por ver como evaluaría a todos los alumnos de una vez.

- Y ¿para que necesitamos una espada? - un chico dentro la multitud preguntó.

- Si combinas los movimientos de espadas con los hechizos tendrás mucho mas rendimiento - contestó muy sereno.

- Pero yo no tengo espada - alegó otro chico.

- A partir de quinto año son capaces de hacer aparecer una, para los cursos inferiores los dotaremos nosotros mismo, pero tendrán que aprender a convocarlas antes del programa de educación normal. De eso se encargará el profesor Flitwick ¿otra pregunta? ¿No? bien pónganse en parejas, si alguno falta que se acerque acá -

Lentamente los alumnos se colocaron en parejas y Salazar comenzó a explicarles las posiciones básicas haciendo demostraciones con Severus. Los alumnos captaban rápido los movimientos y al comenzar a usar las varas de madera como espadas, tuvieron suficiente precaución para no lastimarse entre si. La clase transcurrió lenta pero fue muy interesante. Nanny y yo caminábamos entre los alumnos ayudándolos con las posiciones, ataques y defensas.

- Fue una noche larga - Salazar colocaba las mesas en su sitio.

- Pero dio buenos resultados. Aprenden rápido - respondí mientras observaba a las mesas volar.

- Hiciste un buen trabajo -

- Tu también lo hiciste bien -

- Claro soy el profesor -

- Que odioso eres -

- Te faltó molesto -

- Si también eres molesto -

- Vaya a su habitación señorita Dumbledore -

- Como lo desee profesor Slartinn -

Pasada dos semanas todos los alumnos manejaban muy bien las espadas. Practicaban a cada momento libre, la profesora McGonagall estaba impresionado por el interés que le creaba el uso de las espadas "si pusieran ese mismo empeño en las clases convencionales" se le escuchaba murmurar cada vez que se encontraba con los grupos en práctica.

Los hechizos que se utilizaban eran en su mayoría de bloqueo y desvió de otros hechizos. Salazar nos había enseñado uno en especial que creaba un campo de fuerza, pero nos advirtió que muy pocos lograríamos tener el escudo completo y lo suficientemente fuerte.

Caminaba de regreso de la biblioteca, había estado trabajando hasta tarde, hasta que la señora Pince me sacó de la misma.

El viento estaba fresco y Peeves había apagado todas las velas del castillo para molestar a Filch (quien andaba de muy mal humor), en mi cabeza rondaba el problema de los Quintapies, su salida de Hogwarts, aun no estaba segura del motivo... pero tenia algo que ver con ella... no se lo había dicho a nadie, no quería sacar conclusiones apresuradas...

- Es tarde vuelve a tu sala común - dijo una voz que me paralizó la sangre.

Grité como reacción al susto y una fuerte mano tapó mi boca.

- Así te defenderás muy bien - susurró a mi oído e identifiqué su voz. Me solté de sus brazos.

- Pensé que había dejado esa mala maña - me veía divertido.

- Hay cosas que jamás se dejan - me miró profundamente - camina y mantén tu mente acá, alerta - me siguió con la mirada hasta que subí las escaleras, esa mirada me así sentir incomoda, como siempre y si iba a comenzar otra vez a aparecerse por todos lados, no lo iba a soportar de nuevo.

Otro que me esta sacando de casillas es Malfoy, a cada rato molesta a Harry y hace que pierda puntos. Sé que lo hace para que suspendan a Harry del juego final y se lo he dicho a Harry mil veces, pero Malfoy se esta sobrepasando, necesita que se le de una buena lección...

El jueves durante el desayuno a parecieron miles de sapos en la mesa de Gryffindor, produciendo gritos y risas en las mesas cercanas. Los Slytherin estaban especialmente divertidos y la mirada de maldad y arrogancia que les gustaba mantener en sus ojos.

Varios de los miembros de la casa estuvieron apunto de responder a esa vil broma con los hechizos aprendidos en las clases de duelo. Pero se detuvieron al ver entrar a Snape con su toque característico de querer bajar puntos a quien se le atravesara en el camino.

- Ya es suficiente, las pagaran - dije muy enojada mientras recogía un poco el desastre cercano a mi.

-¿Que harás? - a Nanny le brillaban los ojos de emoción.

- Nada -

-¡Dime! -

- Vamos a clase - de muy mala gana recogió sus cosas y me siguió.

- Quita esa cara, ya lo sabrás -

- Melian cuidado con las ranas - Malfoy caminaba a nuestras espaldas.

- Mira Malfoy ya he tenido suficiente de ti, lárgate - le gritó furiosa.

- Hay la novia de Potter esta enojada, ¿qué haces con ese? Cuando puedes tener a alguien mejor -

- Escúchame bien Malfoy, porque lo diré una sola vez: Harry es mil veces mejor que tú y haces todas esas cosas porque sabes que no podrás superarlo nunca. Ahora si, vete de mi vista y déjanos en paz - nunca había visto a Nanny tan enojada, bueno si pero Dios... dejó a Malfoy sin habla.

Se fue a paso rápido al salón olvidando que iba conmigo. Vi a Malfoy atónico, parado sin saber como reaccionar. Me puse a su lado y pasé mi brazo por sus hombros y muy suavemente le dije al oído:

- Draco si sigues así, la única novia que tendrás será una de las ranitas que hiciste aparecer esta mañana -

- Suéltame - me quitó la mano de su hombro.

- Créeme Draco, si eres un poco mas dulce... -

- Tu que sabes - me miraba con odio.

- Muy bien Malfoy uno trata de ser amable contigo pero eres tan odioso que haces que pierda la paciencia. Se un poco mas amable con la persona que te gusta y talvez te corresponda -

- Tu preferiste a ese profesor -

- Yo no vengo al caso, aprende a ser gente -

- Ya para que, tu corazón no me pertenece -

- No, pero talvez te ganes la amistad de varias personas -

- Yo tengo mis amigos -

-¿Si? No me mientas. No confías plenamente en ellos. Draco la gente necesita confiar en alguien, gánate esa confianza y dala a otra persona. Nos vemos en pociones después de la comida -

Los Slytherin estaban especialmente molestos ese día. Por los pasillos colocaban zancadillas a los Gryffindor, pero en especial a los del equipo de Quidditch.

Al entrar al salón de pociones, Malfoy había colocado aceite mágico en el primero de los pequeños escalones haciendo que Harry cayese de espaldas dentro del salón. Los Slytherin estaban riendo con ganas mientras Nanny ayudaba a levantar a Harry.

- Lo voy a matar, cuando termine la clase lo mato -

- Harry tengo una mejor idea. Nanny ayúdame -

La clase transcurrió normal, todos interesados en su pócima para crecer. A Nanny le brillaban los ojos mientras trabajaba con gran entusiasmo. Fue cercana a la evaluación de las pócimas cuando me dirigí a la mesa de Malfoy:

- Se ve que no pensaste lo que te dije -

- Tengo una mejor idea -

- Y yo que pensaba darte otra oportunidad - negué con la cabeza - será en otra ocasión.

Volví a mi lugar. Salazar mantenía su vista fija en mi, estaba entre extrañado, enojado y divertido (mejor que se decida por un sentimiento, porque esa mirada no me esta gustando)

- Que hacías con Malfoy - pregunto Hermione muy extrañada.

- Le dejaba una sorpresa - sonreí y Nanny me devolvió una sonrisa de cómplice.

-¿Qué sorpresa? - Hermione estaba muy preocupada pero a Harry y a Ron le brillaban las pupilas.

- Una chiquita, ya... - mi respuesta fue interrumpida.

Del caldero de Malfoy comenzaron a salir bengalas de muchos colores produciendo muchos silbidos. La pócima comenzó a derramarse y la piedra a desaparecer, al igual que las patas de las mesas, los libros, los zapatos... se formó un verdadero alboroto en el aula. Salazar no hacia mucho para impedir que la capa de Malfoy desapareciera al igual que su túnica y la mitad de sus pantalones (todo él fue salpicado por la pócima). Las risas por parte de las dos clases no se hicieron esperar al ver el apuro en que se encontraba Malfoy. Fue cuando Salazar levantó su varita y detuvo la desaparición de la poca ropa que le quedaba a Malfoy y la acción de la pócima en el aula.

- Señor Malfoy, no sé como lo logró, pero esta no es en absoluto la pócima que mande a prepara. Diez puntos menos por no seguir mis indicaciones, otros diez por crear revuelo en la clase, unos quince por dañar el aula y los últimos cinco menos por no llevar el uniforme correctamente - con esto ultimo el salón volvió a reír con ganas - señorita Dumbledore cinco puntos menos por usar bengalas en el salón de clases y quédese para decirle su castigo - no estaba enojado sino completamente divertido por todo lo ocurrido. Al sonar la campana se dirigió a Nanny - Señorita Melian infórmele a la profesora Sprout que la señorita Dumbledore se quedará acá cumpliendo un castigo - y para su sorpresa le quiño el ojo - ¿qué se supone que haré contigo? -

- No castigarme y enviarme a clases ¿qué le parece? -

- No, toma - hizo aparecer un trapeador - recoge el reguero que creaste -

-¿Por qué solo me bajaste cinco puntos? - comencé a limpiar el piso.

- Fue muy divertido y sé que tenias muchas razones para desquitarte del señor Malfoy - fue su respuesta mientras se sentaba en su escritorio a verme - ¿Cómo cambiaste la pócima? -

- Malfoy la creó sólo, yo solo cambié la hoja de ingredientes y la de preparación cuando usted pasaba la lista -

- Pero no te moviste de tu lugar -

- No, fue Nanny quien la cambió -

- Ya veo... ¿aun me tiene tirria? -

- Creo que ya no, dale un poco de tiempo -

- Cuando termines arregla la biblioteca y lava los instrumentos -

-¿Qué? -

- No te salvaras tan fácilmente - dijo mientras aparecía una copa llena de agua.

Hablamos por mucho tiempo, me hacia reír con sus chistes y al terminar de limpiar los utensilios me comenzó a ayudar con la biblioteca.

Yo arreglaba los travesaños superiores, cuando resbalé del escalón. Con una gran rapidez logró sostenerme antes que cayese. Volteé mi cara para agradecerle, y al hacerlo me encontré con su cara muy cerca de la mía. Fue un rápido destello en su mirada y deposito un pequeño beso en mis labios.

-¿Por qué hiciste eso? - dije muy impresionada, ya de pie.

- Porque me provocó y le advierto señorita, cada vez que se vuelva a cruzar en mi camino de esa manera lo haré - dijo muy serio.

- Hoy que miedo profesor - Yo no quería que pensase que mis sentimientos hacia él eran los de antes, así que lo puse en manifiesto: - Salazar, no quiero que mal entiendas, eres mi amigo solo eso, ya no siento nada mas por ti -

- Ya lo se - respondió secamente y volvió a revisar sus libros.

Al finalizar mi castigo, me invitó a beber una cerveza de mantequilla y hablamos sobre las clases de duelo y el progreso de los estudiantes. Me quedé pensando el porque de estas nuevas clases, aun no le había dicho a nadie sobre los Quintapies y ella... ¿el sabría algo?

- No estés triste - dijo viéndome fijamente - no te quiero ver así, te lo advierto - y con una sonrisa malvada me lanzó el Rictusempra por mas de cinco minutos. No podía dejar de reír para tomar mi varita y finalizar el hechizo. El me miraba divertido y lo paró - así me gusta mas.

Me acompaño hasta las escaleras de la torre donde besó mi frente y retornó muy sigilosamente hacia su despacho.

Las clases de duelo son una maravilla. En la de hoy Severus hizo aparecer unas criaturas de tamaño medio que atacaban y solo desaparecían al ser atravesados por la espada o algún hechizo. Fue una experiencia nueva y nos dejó con muchas lecciones y lesiones. Pero pudimos combatir a la plaga de criaturitas.

A partir de mañana acompañaré a Nanny los entrenamientos para el juego final.

El gran partido se acerca... y por alguna razón me siento temerosa de que llegue, aunque sé que lo ganaremos.

Al salir del salón comedor escuche que Salazar le preguntaba a Severus:

-¿Crees que están listos? -

- Sobrevivirán -contesto Severus.

- Darán su buena batalla, sé que lo harán - era la voz de Albus que se les unía.







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Aclaratoria pequeña: Amigui es el diminutivo que uso con mis amigas especiales, es ese y migui, por si lo leen y no saben que es.

Yo aun paso por el proceso de des-estancamiento en el ámbito de literatura... pero mientras lean mi otra historia (entrado al profile) que pronto publicare otras dos que están escritas haces milenios...

Pasen un hermoso día.