XIX

Invasión

Una brisa fría comenzó a soplar, la incertidumbre se reflejaba en la cara de todos. Fue muy rápido como el sentimiento de alegría, algarabía, emoción, se convirtió en un sentimiento de preocupación.

Las sonrisas se borraron de los rostros y pude ver una nota de preocupación en la cara seria de Severus.

Pasaron unos segundos mas y todo volvió a la relativa normalidad, volvieron los gritos, los aplausos, Gryffindor se llevaba la copa de la casa ese año.

Nanny se mantuvo a mi lado y me miraba asustada.

- No temas - le dije mientras pasaba mis dedos por sus cabellos - anda ve - asintió levemente con la cabeza y dando un salto bajo al campo, junto a Harry.

Observé la multitud y apreté fuertemente mi varita entre los dedos. Bajé lentamente las escaleras para encontrarme con ella.

"Respira tranquila" pensé mientras daba otro paso, alcancé llegar donde se encontraba la gran masa de Gryffindor concentrada, mientras los jugadores recibían el preciado trofeo.

La cara de Ron irradiaba gran felicidad mientras sostenía un extremo del trofeo y la mano de Hermione, Harry por su parte era alzado por los gemelos y las chicas junto con

Ron no dejaban de repetir "gracias" a todos los que le felicitaban.

Con mucha dificultad me deslicé hasta donde se encontraban.

- ¡Fue genial!, ¿Lo vistes? - Ron estaba muy emocionado mientras tomaba mi mano.

- Estupendo Ron, los felicito -

- ¿Y vistes cuando venia la quaffle de este ángulo y yo con un movimiento de esta forma frené la entrada? - hablaba muy rápido y muy emocionado mientras indicaba con las manos su fenomenal jugada - ¿y cuando el idiota de Slytherin se quería acercar y yo me le coloqué al frente? -

- Si Ron, lo vi todo -

- Jóvenes - la voz del director se amplificó y todo quedó en silencio - como hemos visto, este año tenemos nuevos campeones en la liga del Quidditch, felicitaciones por su desempeño muchachos. Ahora, yo no sé ustedes, me estoy muriendo del hambre después de tan emocionante juego, por esa razón, los invito a todos al salón comedor -

Se escucharon muchos aplausos. Y volvieron las charlas animadas. Desvié un poco mi vista y pude ver a algunos de los miembros del equipo de Slytherin discutiendo y por lo visto no con palabras muy usuales. Como pude salí del tumulto de mi casa y me dirigí a ellos, en especial a uno.

- Excelente partido - dije suavemente a su espalda.

- Si no fuera por el estúpido de Potter - resonó molesto. Su piel esta rosa oscuro por causa del calor del juego y tenia unos raspones en su cuerpo.

- Vamos Malfoy, que cualquiera de los dos merecía ganar -

- Y ¿por qué esta vez no pude ser yo? -

- Tal vez has ganado y ni cuenta de has dado. Ya te tocará, y créeme, no será tan fácil - y sin decir mas volví donde Harry se encontraba, ya en el piso - Buena jugada, pero para la próxima... trata de no matarte - dije dándole un abrazo.

- Lo intentaré - respondió con una gran sonrisa.

Los grupos comenzaron a caminar para entrar al castillo, sin dejar la charlaría por la emoción del ambiente.

Hermione caminaba abrazada a Ron a mi izquierda, Nanny tomada de la mano con Harry a mi derecha, llevábamos un paso lento, sin apuro alguno, aunque teníamos mucha hambre, pero el cuerpo de los chicos no daba para un paso rápido.

Varios grupos pasaban y gritaban felicitaciones a los chicos, ellos agradecían con un gesto de la mano, pues sus cuerpos ya no daban para más.

Las hojas de los árboles se movían, el sol bajaba lentamente. Un clima un tanto frío para la época en que nos encontrábamos.

-¡Etili! ¿Estas bien? - dijo en un fuerte susurro.

- Si Nanny, no te preocupes, es solo un dolor de cabeza -

- Ya esta cerca tu cumpleaños - dijo sonriendo con maldad.

- ¿Sí? ¿Cuándo es? - quiso saber Harry.

- Un día de este mes -

- No es justo - replicó Ron.

- Tienes toda la razón - le guiñé el ojo - tenemos que celebrar en grande -

- ¿Tu cumpleaños? - preguntó Hermione incrédula.

- No chica, la victoria de hoy - dije con ademán de pegarle a manera de juego - debemos hacer una incursión en la cocina - sugerí abiertamente - y si lográramos llegar hasta Hogsmade - dije viendo a los chicos - podríamos encontrar cerveza de mantequilla y dulces variados -

- Parece que lo llevas planeando desde hace días - dijo Nanny a manera de burla.

- En realidad si - bajé la mirada - llevo tiempo que quiero hacer una mega fiesta -

- A McGonagal no le va a agradar la idea - Hermione objetó muy seria.

- Vamos amor ¿Nos acusarás? - le persuadió Ron.

- Si no arman tanto jaleo no - dijo jugando con su nariz.

- Eso es realmente difícil para un Gryffindor que acaba de ganar un partido - Harry veía desconcertado el bosque.

- ¿Sucede algo Harry? - Nanny lo miraba extrañada.

- No tranquila - dijo besando su frente - solo planeo como ir a buscar las cosas afuera -

- Mira como los alientas a romper las reglas - Nanny me miraba enojada.

- Como les cuesta tanto - dije a modo de broma y todos reímos.

Me detuve en seco.

Había un ruido que no encajaba en esa atmósfera... agudicé mi oído...definitivamente estaba fuera de lugar, eran... no, no podía ser... eran pasos... cientos de pasos que se acercaban.

- Etili - Nanny tomó mi mano.

- ¿Escuchan? -

- ¿De que hablas? - Ron mantenía los ojos muy abiertos.

- Nos están rodeando - volví a agudizar mi oído - todos ellos -

Otro rayo rojo cruzando el cielo, un ruido fuerte proveniente de la nada, la brisa sopló como siendo empujada, tan fuertes que levanto restos de hierba.

Observé mi alrededor, rostros confusos, asustados.

Miradas perdidas en la nada, escuchando lo que no podían escuchar, observando lo invisible, sintiendo lo intangible...

- ¡Todos, corran al castillo! - alcancé a gritar al salir de mi sorpresa.

Pasos veloces, caras de horror, gritos, pasos...

- ¡Etili! Camina - Hermione tiraba de mi brazo.

- Espera hay algo mas -

Dos rayos más.

El tiempo detenido, ahora todos escuchan lo que solo yo una vez escuché, los pasos, las ramas agitándose. Ese frío poco común para esa época.

Pequeñas bestias peludas nos fueron rodeando.

¿Cómo describirlos? Una pelota recubierta de pelos de unos sesenta centímetros de alto con cinco pies, ojos pequeños y grisáceos, con una boca que ocupaba casi toda la cara con una dentadura un mucho más compleja que la de los tiburones blancos.

Aquellos no eran quintapie, era una raza derivada de ellos.

- Manténgase juntos - la voz de McGonagal resonó.

- Cuerda de incompetentes intenten recordar todo lo que se les enseñó - Severus intentaba sonar igual de odioso que siempre pero su voz demostró su preocupación por la seguridad de todos, mientras cientos de espadas llegaban a nuestras manos.

"Era a esto a lo que se referían" pensé "lo estaban esperando"

Como si una gran batalla se fuese a desatar todos aguardaban con la espada en alto, los corazones acelerados y las preguntas alrededor de sus cabezas.

Nadia hablaba, no porque no tuviesen nada que decir, sino por no atreverse a romper ese silencio que se había formado.

El cielo se llenó de sombras negras, los Mortifagos llegaban ocultos entre sus trajes negros y sus mascaras blancas.

- Etili - escuché como un suave susurro.

Tomé fuertemente la espada blanquecina que me habían lanzado y mi varita.

De venir algo se le haría frente, sin ese tonto miedo que estaba sintiendo, no era la primera vez que me tocó luchar de esta manera, mas no me apetecía recordar la ultima vez que lo hice, menos viendo a Nanny a mi lado.

- ¡Harry! - Nanny me sacó de mis pensamientos.

Harry se encontraba en el suelo con las manos cubriendo su cara, un poco pálido y sudoroso.

- Vol... Voldemort - le costaba hablar - esta cerca - le costaba respirar - está acá, esta entre ellos - con un leve movimiento indicó al grupo de Mortifagos que nos rodeaban.

- Vamos Harry hay que sacarte de este lugar - Ron tiraba de su túnica.

- No - Harry intentaba hablar - le escucho - volteó a verme - viene por ti, vete Etili - tomó aire - Huye antes que te encuentre.

Me había inmutado, Harry había revelado mi temor.

- Vamos Harry, levántate - posé mis brazos por debajo de sus hombros.

Se escuchaba el tintineo de las espadas blandeándose y el olor a cabellos quemados tan desagradable.

Los Mortifagos habían sacado sus espadas, parecían emisarios negros con sus túnicas negras y las mascaras blancas sin expresión dibujada.

Los profesores se estaban encargando de ellos mientras nosotros intentábamos deshacernos de aquellas bolas de pelo.

Los quintapies atacaban en conjunto y nos sobrepasaban en números. Emitían chillidos fuertes y confusos mientras pasaban sus garras ante nosotros.

En realidad no podía identificar que era lo que mas me asustaba... porque habían hecho de ellos una maquina de susto, hiciesen lo que hiciesen.

Harry se había recuperado un poco y no dejaba de repetirme que lo mejor era que me fuera mientras descargaba su rabia contra otro quinta pie.

Fue cuando sentí, esa risa fría, sin alegría, resonando a lo lejos tal como en mis sueños.

Un siseo por voz "Búsquenla", corté duramente el aire hasta dar con el quintapie.

La piel se me había erizado ante aquel siseo, volteé a hacerle frente a otro grupo que se preparaba para atacar.

- Los del ministerio llegaran en cualquier momento, no se preocupen - una voz odiosa resonó a nuestras espaldas - ya no seguirán en esto - era Maldo, había regresado.

Vestía de negro y mantenía su varita en alto pero caminaba con tranquilidad, sin importarle mucho el hecho que un sinfín de animalejos peludos nos atacaban.

Algo en ella me devolvía ese sentimiento de desconfianza, esa sonrisa cínica que mantenía mientras se acercaba al grupo con ese deje de no importarle nada de lo que ocurría.

Bajé la guardia y me quedé viéndola sin necesidad, sin saber por qué.

- ¡Etili! - Salazar había llegado a nosotros de Dios sabe donde, mi nombre en su boca me pareció un suave susurro de "todo estará bien". Volví mi vista a Maldo quien sonreía al verlo, todo eso que callé hace tiempo renació.

- Amor, ¿no saludas? - se acercaba mas al grupo.

- Aléjate - sentí que Salazar me tiraba hacia él - te lo advierto - dijo mirándole enojado y con la espada el alto.

Ella le devolvió una mirada dura y una sonrisa.

- Querido ¿Así me tratas? - se acercaba a él - ya te dije que le sigo siendo fiel como el amor que te tengo -

Algo en su voz sonaba diferente, estaba muy cerca de él y los quintapies habían desaparecido de ese lugar de manera repentina.

Por su arte solo le miraba de manera desafiante mientas se colocaba como escudo frente a mí.

- Dile la verdad y dile que aun no logras sacar mis besos de tu piel - le tomó la cara y le besó.

El tomó su cuello y le alejó de manera brusca.

- Aléjate de mí - le habló con una voz que nunca había escuchado en él.

- Fallaste en tu misión igual pagarás -

Sentí una soga a mí alrededor, mi espada cayó y me sentí arrastrada.

Me dirigía al castillo, sobre todas las cabezas, a una velocidad increíble, sujeta por ella.

Sentí que todo se nublaba y el aire se hacia mas espeso, escuché otro suave murmullo "la invasión esta hecha" antes de que todo se volviera negro y dejase de escuchar.
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!He vuelto! Como lo prometí, aunque con retraso...

Este lo dedico especialmente a Carlita como regalo de cumple y por estar recordándome a cada momento que un rayo de luz había atravesado el campo de Quidditch.

Que tengan un hermoso día, espero que les guste.