XXII

Traición y Poción

Un sentimiento de dolor cruzó mi corazón, ese sentimiento de vacío inesperado que se llega a sentir al usar uno de esos aparatos que los muggles llaman "montañas rusas" , de estar descendiendo sin fin.

Poco a poco mi sangre volvió a hervir, una rabia enorme me recorrió el cuerpo, coloqué mi mano frente a esa mascara y mi deseo fue cumplido de inmediato, fue atraída por mi, revelando mi temor, el motivo de mi vacío, ahí estaba él.

Salazar me veía con ojos perdidos y las facciones de su rostro eran serias.

Pensé mil veces que era un sucio juego, una mala pasada de los Mortífagos para atormentar con mi mente, otro truco para intentar convencerme.

- ¿Te sorprende verlo? Pensé que eras mas inteligente niñita - Maldo, era la voz de Maldo la que salí de su ex acompañante.

Me solté de sus brazos con brusquedad, ya no deseaba nada, lo miraba atónita, él levantó su máscara y la volvió a colocar antes de volver a su lugar.

En mi mente se fueron formando ciertos acontecimientos del pasado, uno a uno, poco a poco, antes de ser cortados:

- No muy inteligente muchacho - la voz de Voldemort sonaba molesta - no es muy inteligente de tu parte moverte cuando tu amo no te lo ha permitido - con una sonrisa sarcástica miró a Slartinn y apuntó su varita. Lo vi removerse en un gesto de dolor pero de él no salió gemido alguno - no es muy inteligente mostrar tanta debilidad ante tan simple hecho - otro nuevo impacto contra él - no es muy inteligente cortar mi diversión de esa manera - apuntó una vez mas.

- Amo paré puedo explicarlo - Maldo se movió unos centímetros antes de que un rayo también le alcanzara.

- Que insolentes se están volviendo mis aliados - los miró con odio en los ojos - tu ni pienses moverte - fui atada de pies y manos a la pared, cuando solo quería salir de aquella sala.

Voldemort caminó entre sus Mortífagos evaluando a cada uno. Buscando mas pretextos para masacrarlos a su gusto, pero todos conocían bien el carácter de a quien servían, si se atrevían a demostrar el pánico que les causaba en ese momento era probable que no volviesen a sus casas.

- Terminemos con esto de una vez - alegó sentándose en una butaca cerca del lugar donde me encontraba, con el mal humor alto ya que ninguno estuvo a su merced para ser su centro de diversión.

- Amo, él es el hombre de quien le hablaba, desde que tengo memoria quería servirle, él era miembro de los que esperábamos su pronta resurrección, es muy poderoso amo, es de la casta de Slartinn, muy cercana a la vuestra - Maldo se adelantó un poco con la cabeza baja - cooperó abiertamente en la captura de la chica, aunque tuvo que mantener sus reservas pues Dumbledore confía de cierta forma en él -

No podía creerlo, estaba en medio de la admisión de Salazar al grupo de Voldemort.

Algo en el pecho me oprimía, sentía que los ojos me ardían pero no lloraría frente a ellos, en especial frente a él. No le daría el gusto de verme sufrir una vez mas por su causa. ¿Cómo podía estar pasando eso? No me lo habría imaginado jamás, o si... ahora las imágenes comenzaban a llegar cada vez mas claras a mi recuerdo, se fueron formando en mi mente, las manchas borrosas dejaban de pasar cruzando a toda velocidad para detenerse y dar forma a lo que mi mente recordaba, eran las imágenes de cuando dormimos en la torre de astronomía:

Ø

Subía a la habitación y buscaba mi saco de dormir, Nanny hizo lo mismo y cubriéndonos con su capa invisible nos dirigimos a la torre de astronomía. La noche estaba nublada pero en ella se podían ver algunas estrellas que indicaban que las cosas no estaban tan mal

-¿Qué pasó en la clase de Adivinación? -

- Recordé algo -

-¿Tiene que ver con los Quintapies? -

- Eso creo, aunque aun no lo sé - guardé silencio - Tienes que prometerme que no se lo dirás a nadie -

- Vamos dime -

- Te conozco bien Melian - dije sería viéndola directamente a la cara - promete que será un secreto entre las dos -

- Lo prometo - me miró - pero si te pone en peligro le diré al director en el momento justo - agregó sería.

- Esta bien -

- Vamos dime -

-¿Recuerdas cuando terminaron los ataques? ¿Recuerdas cuando fue el ultimo? -

- Si a principios de enero, con el ataque de Ginny -

- A principios de enero llegó esa lechuza a la sala de Slartinn, a principios de enero llegó Maldo a Hogwarts -

-¿Crees que haya sido ella? Es tan tonta -

- No sé, nunca me agradó -

- Etili controlar a esos animales requiere magia negra. A demás son relacionas con Voldemort, son sus nuevas mascotas - guardó silencio - eso solo significa que Maldo es parte del grupo de Mortífagos -

- No lo dudo, recuerda que los deseos de poder comienzan a impresionar a los de mentes débiles -

-¿Qué estaba haciendo con Slartinn? - preguntó dudosa, yo ya me había preguntado eso - si estaba con Slartinn... no crees que... - estaba notablemente dudosa.

- Ya lo pensé, pero él no tiene la marca. Sabes que ya he visto la tío Severus y en el tiempo que he estado con él no la he visto -

- No te dejes engañar, no si continuas... -

- Nanny escúchame, Maldo se fue y las cosas a continuado en relativa normalidad, eso solo me indica que el profesor Slartinn ha rechazado la oferta -

- Si la rechazó no es tan idiota como pensé - dijo molesta.

- Eso no importa ahora - guardé silencio por un momento - tengo miedo ¿sabes? -

-¿Crees que debamos decirle a tus tíos? -

- No, ya tienen bastante para ocuparse, a demás tío Albus confía en él - la miré significativamente en señal de "recuerda lo que prometiste"

- Mejor nos aseguramos - dijo mirándome fijamente - sabes que no le soporto del todo y se me puede colar la información -

- Esta bien - dije extendiendo mis manos, ellas las tomó - vamos a hacerlos juntas -

-¿Ya no hay nada mas sobre el tema? -

Negué con la cabeza a manera de respuesta, nos sentamos con las piernas cruzada, una frente a la otra con las manos tomadas:

- Disparaissez le secret - dijimos al unísono - disparaissez pour le protéger, disparaissez jusqu'à ce que ce soit nécessaire à s'en souvenir de, nous a laissés se souvenir quand c'est vital pour le faire - terminamos el conjuro y todo continuó.

- Nanny, cuando pasó, lo que pasó con Salazar él me decía que las cosas no eran como yo las creía y hoy cuando hablamos, me volvió a decir que talvez algún día entendería todo ¿Qué crees que trató de decirme? -

- Amigui, una amiga me dijo un día que las cosas nunca ocurrían por coincidencias, que solo ocurría lo inevitable y que hasta que eso no ocurriese no deberíamos preocuparnos, porque no íbamos a hacer nada con eso. ¿Acaso lo olvidaste? -

- Creo que necesitaba que me lo recordasen -

- Mira la luna, esta dentro de esas nubes y lucha por salir. Mírala bien esta creciente y parece una gran sonrisa - me miró - ¿por qué no haces lo mismo? -

- Luna. no sé que haría sin ti -

- Yo tampoco sé que haría sin ti Arwen -

- Buenas noches -

- Buenas noches -

Ø

Hay estaba la pieza que faltaba, habíamos guardado un secreto involucrando la magia, con un conjuro.

Era uno muy antiguo usado para guardar secretos, nada del otro mundo, solo era colocado en una parte alejada del subconsciente de las personas que lo guardaban y a su ves protegían el secreto de los demás curiosos. Este podía ser recordado en un momento de vital importancia... del resto solo se recordaría la conversación como si esa parte nunca existiera, ni siguiera recordarían haber hecho el hechizo.

Ahora era ese momento para recordarlo, ahora que veía a Salazar en aquella sala rodeado de Mortífagos con Maldo cerca suyo, como aquella primera vez... ¿Cómo fui tan tonta para olvidarlo?

La discusión que se da a mi alrededor me hizo volver a la realidad.

- Estuvo cerca de ella y fue incapaz de actuar, además, después de ese supuesto querer nunca más mostró interés por seguirle amo - un Mortifago a su izquierda hablaba. Intentando dar razones para que Voldemort no lo aceptara.

- Amo, Dumbledore confía en él, amo puede servirnos de espía - Maldo explicaba un punto a favor de Salazar.

- Como dice que le puede servir de espía, piense que también puede ser espía para el otro bando - inquirió mordazmente el Mortifago.

-¿Qué tienes que decir a esto? - Voldemort veía fijamente su mascara.

- Solo sirvo a mis propio deseos. Deme el poder que ambiciono y le serviré como pago - dijo en un tono tan frío y desafiante que se me erizó la piel.

-¿Ambicioso? Bueno, podremos hacer algo con eso. Solo te aseguro que te arrepentirás si cometes otra estupidez como la de hace poco. O peor, te atreves a traicionarme - dijo en un siseo amenazante - será iniciado junto al otro grupo la próxima luna llena. Por ahora trabajarás en conjunto con Maldo - me miró - ya que ambos conocen a la prisionera se encargaran de ella hasta mi regreso -

No sé cuanto tiempo he dormido, solo recuerdo haber estado llorando mi amargura en aquel frío lugar.

Momentos antes, talvez horas, Salazar y Maldo me habían conducido a la habitación. No fui capaz de articular palabra, no fui capaz de insultarle todo lo que debía, estaba concentrando todas mis fuerzas en aguantar mi llanto e ignorar su presencia.

Me levanté y lavé las lagrimas secas en mi rostro, escuché el crujir de la puerta al abrirse, me miré en el espejo antes de volver a la habitación con la expresión de indeferencia mas creíble que podía asumir en ese momento.

Maldo se encontraba en ella con una bandeja de comida, con su túnica negra y la masacra a un costado de su cintura, esa expresión de fastidio que la caracterizaba mas la sonrisa cínica de haber obtenido una victoria que hace tiempo planeaba.

- Te pusieron el trabajo que mereces, el de sirvienta barata - dejé escapar mordazmente.

- Cuida tus palabras - dijo amenazándome con su varita - que no tienes como - intenté ignorarla lo mas que pude mientras me sentaba en el escritorio y tomaba un libro - no te lo esperabas - dijo con burla, y aunque no especificó yo entendí bien de lo que hablaba.

- De ti si, lo sé desde hace mucho tiempo - respondí sin verla - desde tu llegada a Hogwarts lo sé, ese mismo día se detuvieron los ataques, ese momento los rastros de luz del bosque desaparecieron, los Quintapies desalojaron la zona para que tu desagradable persona pudiera entrar - dije recordando toda la información que mi cabeza había acumulado la tarde anterior, levantándome - las horrorosas bolas de pelos se asustaron cuando te vieron, lo confirmé el día que me llevaste ante Voldemort, todo se había tranquilizado de nuevo - me volteé a verla - era tan fácil imaginar que una mujer tan vacía y cabeza hueca estuviese enrolada en esto, tal cual que un parásito buscando un medio para poder continuar con su miserable vida - cada palabra esta impregnada de rabia.

- No toleraré esas palabras - amenazó roja y temblorosa ante mi tono.

- Creyendo promesas de poder falso que intentaría usar para acomodar su miserable existencia en este mundo - continué ignorándola, con mi vista fija en sus ojos.

- Te lo advirtió - gritó histérica.

- Baja la varita Maldo - su voz me detuvo en seco. No había notado su presencia en la puerta, no sabía desde cuando estaba ahí.

- Creíste que así obtendrías todo lo que ambicionabas - señalé a Slartinn con un gesto de mi mano - pero te impresionó saber que aun con todo ese poder no lo habías logrado, que una chiquilla menor que tu lo logró. Pero de ti - me volteé a Salazar - de ti si me sorprendió aunque no indica que no lo dudé - me sujetaba al espaldar de la silla - cuando recibiste su carta todo en ti cambió, tu aptitud, tus gestos, tu ser. Lo negaste muchas veces, pero noté que en tu mirada algo había cambiado, había un deje de que sé yo. Soñé muchas veces en tu iniciación pero poco a poco lo fui dejando al olvido, cuando ella se fue. Pensé que tu voluntad había sido mas fuerte y que habías comprendido lo falso del poder que se te ofrecía, no sé como pasó - cerré mis ojos y tomé un poco mas de aire buscando fuerzas para continuar - si lo sé, me enamoré, estaba tan estúpidamente enamorada de ti que no me permití ver quien eras en realidad, otro parásito buscando de que vivir - dije fríamente - ahora entiendo porque me dejaste por ella, eres de su misma esencia, de su mismo nada - terminé.

Miraba fijamente su mascara, con el pecho agitado, por falta de aire, por miedo, por dolor. Él se mantenía intacto frente a mi, sin mover un solo músculo.

- Vada fuori di qui Maldo - dijo con una voz lejana. Se acercó un poco quitándose la mascara, con los ojos como piedra fría, sentía miedo, nunca lo había visto tan enojado, nunca; tropecé con la silla al retroceder por temor - Algún día aprenderás a tragarte las palabras - dijo fríamente. Se giró sobre sus talones y desapareció por la puerta.

No pude evitar hacer levitar el jarrón y dejarlo estrellar contra la puerta.

Mi corazón latía velozmente, me había asustado su tono, su aptitud. Nunca lo había visto de aquella manera, ni siguiera cuando se enojaba parecía tan frío y capaz de hacerle daño a cualquiera, su mirada era dura, pero esta vez se había helado por completo.

Suspiré largamente mientras me dejaba caer apoyada a la silla, me sentía impotente, completamente indefensa... traicionada.

Creo que sospecha que el fuego que incendió el árbol proviene de mi. No lo ha dicho pero ha revisado la habitación varias veces.

No se quita la máscara en mi presencia y su porte es mas fuerte que el normal, sus movimientos mas bruscos, siento temor de su presencia, mi mundo desvanece a su llegada.

No me habla y a veces agradezco ese hecho, no deseo volver a escuchar esa voz, no en ese tono de amenazas.

Pasa algo grande, la llegada de Voldemort a su "guarida" es un hecho, los Mortífagos se mueven de un lugar a otro con paso apurado, cosas extrañas han de traer. Por la ventana he visto entrar un caldero enorme seguido de muchos bultos, tal vez ingredientes, vapores extraños envuelven la vieja mansión.

-¿Me extrañaste? - su cínica voz me hablaba, mientras yo solo veía un punto indefinido en la pared - Te he hecho una pregunta - me giró con brusquedad, levantando su varita.

- Amo - la voz de Slartinn cortó su hechizo - me llamó -

- Si claro - dijo soltándome y virando a verlo - tengo buenos planes para ti, muy buenos, antes de tu iniciación en cuatro días -

-¿Solo cuatro días? - inquirió.

- Si - respondió molesto - ¿Qué hay con eso? -

- Solo que es muy pronto, pensé que me probaría mas, mas misiones, no solo el papel de niñera de una chiquilla molesta - dijo señalándome, me dieron ganas de responderle, pero el terror se volvió a apoderar de mi.

- Mañana terminarás tu trabajo - dijo paseándose con la varita - volverás a Hogwarts - se hizo un silencio pesado.

- No regresaré a Hogwarts, no hasta obtener lo que deseo - dijo una voz ajena a la suya.

-¿Me desafías? - el tono molesto de Voldemort, esa mirada belicosa que hiela la sangre, sin darle tiempo a protestar alzó su varita y atacó. Slartinn se sacudió bajo el efecto de un largo Crucio - haces lo que yo quiera cuando yo lo quiera, no cuando tu insolente cabeza me diga que quiere hacerlo - vociferó, Slartinn hizo un movimiento fuerte como para tomar venganza pero Voldemort volvió a atacarle - valiente, extremadamente estúpido, pero de un valiente... pensaré con mas de detenimiento el hecho que te quedes -

- No soy nada para meter me en los designios de mi amo - dijo inclinándose - pero ¿para que le sirve esa chiquilla? -

- No, no eres nada. Pero eso lo sabrás mañana - una sonrisa falsa - ¿Cómo va la poción? -

- Lista, solo hay que esperar a que se enfríe -

- Bien, lárgate de mi vista y llévatela - volvió s sentarse en su butaca frente a una bola de cristal.

Me tomó con brusquedad por el brazo y me guió por los pasillos a un paso veloz, abrió la puerta y me empujó al interior.

Como era su costumbre revisó la habitación, yo lo quería lejos de mi, su trato me agradaba tanto como su presencia, me dejé caer en la esquina de la habitación y me cubrí con la capa, mas como un intento de escapar de esa realidad que por el frío del ambiente.

- Se resfriará si se queda en ese lugar - su voz era distante, solo le ignoré - ¿Es que acaso no me ha escuchado? Levántese y recuéstese de la cama -

- No deseo contaminarme con esos gérmenes - no me molesté en levantar la cabeza.

- A mi me importa muy poco lo que usted desee o no, si digo que se levante es porque se tiene que levantar - sujetó la paca y me obligó colocarme de pie. Evité su mirada que buscaba la mía y sentí que me recostaba de la cama - no cometa mas estupideces - salió de la habitación con un portazo.

Un fuerte dolor de cabeza me hizo despertar, me levanté dando tumbos, no recordaba el sueño, solo sentía el dolor punzante y constante, caminé hasta el cuarto de baño, lavé mi cara y vi me reflejo en el espejo, nada de lo que era estaba ahí, tenía la mirada perdida "No puedes darte por vencida Etili. Reacciona, eso es lo que busca: que te rindas." Volví a lavar mi cara, debía buscar algo que hacer, ya debería estar afuera y al parecer solo yo podía salir de aquel lugar.

Sentí que la puerta se abría, pasos apresurados recorrieron la habitación, salí al encuentro, Maldo llevaba su mascara puesta pero el tono desagradable que usó lo tenía únicamente reservado para mí:

- El amo te espera, esta será la noche -

Fui arrastrada a la habitación, era la primera vez que me buscaban a las cuatro de la mañana para reunirme con eso.

Tuve que esforzarme en guardar mi sorpresa, había una gran cantidad de Mortífagos en esa sala, era como una gran reunión, todos en circulo alrededor de quien consideraban su amo, siempre había odiado ser el centro de atención y en aquélla situación me parecía mas aterrador, fui empujada hasta su presencia, en el centro había un gran caldero humeante y a su lado la figura de Slartinn removiendo lentamente la mezcla.

- Esta será la noche largamente esperada - habló a sus seguidores - la poción de "Remordis" ha sido terminada, nos llevará a conocer el lugar donde la chica esconde el poder absoluto. Muchos se preguntan para que la necesito: ella guarda lo mas poderoso en el mundo de los magos, un poder con el que se nace, que no necesita ser aprendido y mucho menos redirigido por una varita. Con solo proponérselo ella puede hacer los hechizos, con solo tener la practica que siempre se le fue negada - se viró a verme - recuérdame agradecerle a tu Tío Albus y a tu padre por nunca enseñarte a manipular lo que guardas dentro, sino, estoy seguro que ya hubieses escapado - una mueca cínica en forma de sonrisa - ella es la única capaz de convocar el poder de "Datrebil", la única arma con la que podré destruir a Potter por completo - río, esa risa llena de crueldad - después de esto nada podrá detenerme. La poción nos revelará ese momento de su vida, cada detalle que le llevó a descubrir que dentro de ella se guardaba algo mas que un simple poder para magos. Solo Potter es capaz de destruirme y solo tu - se acercaba a mi - eres capaz de darme el arma para destruir a Potter en la batalla - se volvió a Salazar - Comencemos -

Esta aterrorizada, por eso estaba ahí, por eso me habían llevado a Hogwarts, yo era quien podría destruir a Potter, a Harry, siendo solo él quien podría destruir a Voldemort.

Intenté controlar el nerviosismo, no entendía que pasaba a mi alrededor, solo pensaba en lo genial que sería estar fuera de ahí.

Slartinn dejó de remover la poción y se dirigió a mi. Soltó las ataduras de mis pies y mientras subía se quitó la máscara, rozó su mejilla con la mía mientras susurraba a mi oido:

- No te dolerá - esa voz fría, pero esa sensación que me hacia pensar que era mentira lo que estaba sucediendo.

Sentí sus brazos al mi alrededor mientras me levantaban del suelo, aspiré su aroma mientras me llevaba sobre el caldero y suavemente me dejó caer en el interior.

No era líquido lo que me rodeaba, parecía una espesa niebla violeta con un olor suave a lavanda, poco a poco sentí mis párpados pesados y esa sensación de tener la mente muy lejos, completamente fuera del lugar donde me encontraba, una tenue luz violeta me envolvió antes de proyectarse fuera del caldero, seguida de esa sensación de estar recordando algo que pasó hace mucho tiempo, algo largamente olvidado.

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Bien, que capítulo, me costó un mundo escribirlo.

En especial porque mientras lo intentaba terminar ya iba por la mitad del siguiente... es que me encanta... voy a revivir mis años de colegiala (jajajaja)

Solo espero que les guste y se tomen la molestia de ir al capítulo XVIII: La Final de Quidditch y vean la conversación y digan: ¡que ingenio! ¡eres un haz de la escritura!, bueno, bueno no tanto pero que se den cuenta, para aquellos que tengan ciertas lagunas mentales porque no recuerdan la trama de toda la historia.

Bueno no molesto mas.

Cuídense.

PD: Si hay errores lo siento me da pereza volver a leerlo =0$ PD: Siguiente capítulo es importante, como en este se revelan cosas muy indispensables, además que me parece de lo mas lindo... se ve que lo escribo yo =0$.