XXIII
Datrebil
(El recuerdo de lo que proporcionó una Libertad atando una vida)
(Primera parte)
(~º~: Significa que esa escena o ese día no tiene nada que ver con el día anterior o las acciones pasadas)
Ø
Pasos secos por un largo pasillo, apresurados e indistintos.
- Fue genial ir al bosque -
- Si, pero por poco nos cuesta caro, un poco mas y Lauter nos descubre -
- Nada de eso, con la capa estamos a salvo -
- Sabes que no del todo, no desaparece la materia -
- Ya basta - dijo con un movimiento de su mano - suenas como yo cuando inventas algo nuevo por hacer, no me quites el papel -
- No te lo quito, solo me preocupé -
Ya estábamos en el baño, un par de ojos castaños oscuros nos devolvían la mirada, era el reflejo de dos chiquillas vestidas de una camisa azul cielo con una falda negra que hacia juego con sus túnicas, en sus cinturas se divisaban listones de colores diferentes, una un poco mayor que la otra, primero y segundo año.
- Estas despeinada -
- Siempre lo estoy - suspiré - tengo examen en media hora -
-¿Pociones? - asentí - vas a estar bien -
- Si - guardé silencio - descubrí algo interesante en la biblioteca, en la parte norte - dije en tono travieso.
-¿Cuándo entraste? - estaba molesta.
- Ante noche, no me mires así, solo que con lo del bosque se me había pasado -
- Te la paso - dijo entusiasmada - ¿De que trata? -
- De un hechizo sobre el castillo, pero si quieres te lo muestro esta noche, a menos que estés cansada - dije a modo de burla.
- Nada de eso - respondió molesta - nos vemos, tengo transformaciones y encantamientos -
- Yo doble de pociones - cerraba mi túnica y colocaba la cinta donde debía estar.
- Y yo quejándome - soltó muy bajo.
La tarde no fue nada mala, por primera vez en ese curso tenía idea de lo que estaba colocándole a la poción y para que servía.
Pronto terminó todo el estrés que me causaba una prueba con Lauter, la profesora de pociones de la academia, sentía que no me quería para nada, pero en lo personal ella tampoco me agradaba, subí las escaleras a trote para incorporarme al comedor donde me vería con Nanny, mi nueva amiga y una con la que había tenido mas aventuras ese segundo año.
No es que mi primer año no hubiese sido genial, solo que ella marcaba la diferencia entre los que estudiaban en ese viejo castillo, desde el día que la encontré llorando entre aquellos viejos estantes de la biblioteca no me había podido separar de ella, aunque no podía negar que a veces era un poco molesta con eso de estar estudiando hasta las tres de la mañana para los exámenes trimestrales (solo imaginen lo que me esperaba para los finales) era una chica fantástica y le gustaban las aventuras aunque intentaba seguir las reglas, cosa un poco difícil conmigo a su lado.
- Lauter nos vigila - susurré en su oído - esta noche en tu habitación, prepara la capa - ella asintió levemente y yo continué mi camino.
La noche era espesa, se podía apreciar por las pequeñas ventanillas.
Subíamos estrechas escaleras, con cuidado de no llamar la atención, de no levantar sospechas. Eran las escaleras que mas detestaba, en especial porque eran casi verticales y con curvas estrechas bastante sofocantes que no permitían el rápido asenso.
Con un toque suave sobre un ladrillo un poco mas claro que el resto se abrió una pequeña ventanilla por donde se podía pasar.
- Todo despejado - dije mirando el interior de la estancia - dame espacio para pasar -
Con un poco de dificultad llegamos al interior de una vieja sección de la biblioteca, el polvo se encontraba en todo el lugar y un olor a humedad envolvía el ambiente.
Busqué donde ya sabía que encontraría respuestas, un libro de tamaño medio y muy grueso, sin mencionar lo pesado, con cubierta de piel de topo, o algo muy similar "Academia Cackle" indicaba la portada en letras color plata, busqué ávidamente entre las hojas.
- Yo tengo ese libro y no dice nada que yo no sepa -
- Este es la edición original, la edición que tu tienes y que se encuentra en la otra sección de la biblioteca no tiene el capitulo setenta y cinco - dije encontrando la página - ¿Sabias que Madame Cackle tiene una hermana? -
-¿Una hermana? - dijo acercando mas la luz.
- Si, mira según esto la dirección de la escuela es una herencia familiar, entre las mujeres del linaje Cackle para ser precisa. Según esto la hermana mayor fue desheredada porque se peleó con su madre y ha jurado venganza sobre Madame Cackle: «Tus alumnos me servirán y los llevaré ante el poder de los poderes, el lado oscuro se enaltecerá con ellos» -
- Ya sé porque se peleó, era una Mortifaga -
- Eso pensé, pero mira, dice que la venganza será para el Año de la Luz - leí incrédula.
-¿Año de la Luz? ¿Es a caso un calendario Egipcio? -
- No seas, ellos usaban animales -
- Vale y ¿El chino? - lo meditó - no, ese también -
-¿Cuando será? -
-¡Ya que! El lado oscuro fue destruido por el niño Ingles - suspiró - Potter -
-¿Potter? - pregunté divertida - ¿Te peleaste con su foto? -
- Que malvada eres - dijo golpeando mi hombro.
- Me lastimas - dije escapando de sus brazos y en especial de sus golpes - mira - puse el libro frente a ella - ¿Continuamos leyendo? - hice mi mejor sonrisa.
- Dame eso - dijo quitando el libro de mis manos - yo lo leo:
«Cuando menos te lo has de imaginar cobraré venganza. Una gran atrocidad
en el castillo voy a soltar, nadie será capaz de detenerlo, pues una sola
no tiene el poder. La oscuridad caerá los días en guerra hasta que uno de
los bandos se alce con la victoria, cuando yo pueda entregar el colegio
al servicio de quien es mi amo.
El Año de la Luz será la oscuridad para Cackle y la Luz para mi
renacimiento» -
-¿Crees que tomó clases con Madame Lepruá? Esta en rima y demás - dije sonriendo, ella rió con ganas - ¿Donde rayos vamos a encontrar el año de la luz? -
- Bueno podemos: a) Investigar en la biblioteca, b) Preguntar a alguien, c)Olvidarlo todo -
- No tengo ánimos para leer todo esos libros -
- Yo siento curiosidad -
- Le podemos preguntar a Madame Lepruá, puede saber algo -
- O a Madame Georgina, da runas -
- Bien, mañana a la una en la torre sur -
-¿Por qué tan tarde? -
- Tienes prueba de encantamientos, aun no se me olvida -
- Rayos -
- Volvamos, antes de meternos en líos -
~º~
- Señorita Dumbledore haga el favor de dejar a la señorita Gema y a esa salamandra -
- Perdone Madame Taber - respondí dejando a la salamandra en un lugar seguro.
- Detención para mañana en la noche, a las ocho en mi despacho -
- Si madame -
- Ahora retírense todos -
~º~
- No puedo creer que me castigara -
- Lo tenías merecido ¿Que hacías con la salamandra? - puse me mejor cara de inocencia - ¿Que rayos hacías? -
- Solo me desquitaba de Gema -
-¿Sadú Gema? -
- Es una niña mimada - sonreí - ahí esta Madame Lepruá vamos a preguntarle -
La bruja de túnica color ceniza y un gorro bastante feo con plumas de ganso se encontraba hablando con una alumna del curso superior, mantenía sus libros bajo el brazo, gruesos y viejos. Todos con poesía o seguramente con lecturas redundantes en palabras vacías, libros que solo leería una profesora de literatura mágica.
- Buenos días Madame Lepruá -
- Buenos días niñas - nos sonrió - a ver ¿en que les puedo a ayudar? -
- Nos estábamos preguntando si hay alguna posibilidad en que nos pueda ayudar, estamos investigando sobre el año de la luz, pero no tenemos ni la menor idea de donde comenzar - dije apresuradamente para que no se notara mi nerviosismo.
- Año de la luz - repitió para si misma - no lo sé, ¿Por qué no le preguntan al profesor de la materia? -
- Bien, muchas gracias, eso haremos - dijo Nanny jalando mi brazo para salir de ahí antes que se le ocurriese preguntar quien había mandado tan absurdo trabajo.
- Eso estuvo cerca -
- Si, tengo clases a las tres, bajaré al aula de runas para hablar con Madame Georgina -
- Bien yo bajaré y veré si averiguo algo con Monsieur Goustad, tengo clases de historia de la magia dentro de poco -
-¿Nos vemos esta noche? -
- Como a las diez en mi habitación, dedo terminar mis deberes de mañana, por la detención ¿Recuerdas? -
- Cierto, no te metas en mas líos -
Escuché su voz cuando ya iba por el segundo tramo de la escalera, si no me apresuraba seguro tendría otra detención por llegar tarde. Monsieur Goustad, bueno él es un brujo con bastante mal humor al momento de dar las clases, casi tan hostigoso como Madame Lauter. Aunque había que admitir que para la edad tan avanzada que tenía era un milagro que continuase dando clases, o talvez ese era el motivo por el cual se comportaba de esa manera.
- Por poco se retraza señorita Dumbledore - fue mi recibimiento cuando el reloj marcó las hora exacta.
La clase transcurrió sin muchos cambios, me aburría a lo máximo estar escuchando cosas que pasaron hace miles de años, aun así hacia un esfuerzo sobre humano para no dormirme, tenía que hablar con Monsieur Goustad y si me dormía no me iba a tratar muy bien.
La dichosa hora terminó y todos salieron lo mas lento que pudieron, o lo mas rápido que sus dormidos cuerpos les permitía. Guardé mis libros y me acerqué al escritorio.
- Señorita Dumbledore ¿en que le puedo ayudar? -
- Bueno, señor me gustaría saber si podía proporcionarme ayuda con una actividad que tengo pendiente en otra asignatura -
-¿Qué investiga? -
- Sobre el año de la luz, pero no he podido encontrara nada al respecto -
- Intente con historia de los duendes, aunque no le aseguro nada - dijo pensativo - mejor que sea su tutor el que le indique donde comenzar a buscar -
- Bien gracias señor, así lo haré - dije antes de salir, ya en la puerta escuché la voz ronca del hombre otra vez:
- No se meta en problemas señorita, ya no mas -
La cena continuó si mas, comí apresuradamente, tenía que deshacerme de todos los deberes esa noche para no atrasarme y poder seguir investigando.
- No encontré nada - dijo dejándose caer en cama, cada alumna tenía una habitación individual, eran pequeñas pero lo suficiente espaciosas para hacer los deberes - estoy agotada -
- No lo menciones ya casi termino - dije sin molestarme en mirarla - Monsieur Goustad mencionó algo de historia de los duendes - tomé un libro de mi interminable pila - pero lees tu ya yo tuve bastante, hasta la página trescientos noventa y seis no hay nada ya me lo he leído - dije con pesar - aunque tu puedes usar un conjuro para encontrar palabras especificas, se llama "Dubluncus" si no me equivoco - tomé otro libro de encantamientos avanzados que me disponía a aprender en mi tiempo libre - esta en la sección noventa y dos -
- Has estado bastante atareada, deja yo me encargo -
Después de cuatro largas horas en las cuales solo atiné a terminar mis deberes, Nanny concluyó el libro de los duendes sin encontrar nada mas que cosas inventadas por los duendes sobre la luz y sobre cuantos años de viejo tenía alguno de ellos. Pero en ningún lado mencionaba algo de los calendarios, ni la forma en que llevaban los días.
~º~
- Señorita Dumbledore, señorita Melian - la voz de Madame Taber cortó nuestra conversación a la hora de la cena.
- Si madame - respondimos al unísono y colocándonos de pie.
- Señorita Melian, la directora la espera en su despacho - dijo viéndole - y usted - ahora me veía a mi - sígame a mi despacho -
- Voy a estar bien, cuando termines pasa por mi habitación - susurró Nanny a mi oído al momento que partía.
Odiaba ser castigada, y mas por esa culpa de Gema, era una niña mimada, se creía la gran cosa por tener una familia de alto linaje mágico. La mía y muchas de las otras acá también lo eran y no lo andábamos presumiendo a toda costa.
Madame Taber me había ordenado arreglar los libros que recubrían el aula de encantamientos que se encontraban tan llenos de polvo como de tela de arañas. Los estantes mas altos estaban llenos de libros muy pesados lo cual no me ayudaba de ninguna manera, solo atinaba a ponerlos a levitar mientras limpiaba el estante para después pasarles por encima un plumero muy feo y ridículo que me había dado Madame Taber.
Poco a poco el animo se me fue terminando y con eso llevaba el hecho de hacer todo lo mas rápido posible para poder ir a dormir.
Una sombra negra entro por la ventana y saltó sobre los libros que levitaban, con el susto los dejé caer y rodaron por todo el aula haciendo un fuerte ruido, nada en comparación con el maullido del pobre gato negro que se atrevió a entrar a la sala; me deslicé por la escalera
- Lo que me faltaba, ahora no solo debo limpiarlos sino también repararlos - dejé escapar enojada ya un poco mas tranquila por el susto - vamos vete, deberías estar con tu dueño y no vagabundeando por el colegio -
El gato me miró por un momento, como si intentase entender lo que había dicho, yo exasperada me dispuse a recoger los libros del suelo con sus páginas sueltas, sentí el roce del gato en mi pierna ronroneando de felicidad por el acto, me dieron unas ganas irresistibles de patearlo, aun así bajé la vista a verlo, en su pequeña boca tenía una hoja suelta de algún libro, la tomé sin delicadeza y me dispuse a leerla:
« ... A través de muchos años los Duendes de Brucelas han utilizado un calendario alternativo al de sus antepasados y contemporáneos.
Este consta de dieciocho meses con veinte días cada uno menos los Sostos y Mercos que poseen un día de mas que cambian en los años de iluminación constantes.
Al igual que los días de la semana y los meses los años también cambian de nombre.
Para estos duendes los años vienen en un ciclo consecutivo que se repite a su cuenta de un siglo para nosotros.
Entre los años de iluminación figuran: el año de Volcanus, el año Solarus, el año de la Luz...»
-¡Venga que ya lo tengo! - exclame ante la sorpresa - Solo por esto no te pateo - dije viendo al gato.
Busqué entre los libros del suelo a cual le pertenecía la hoja hasta dar con el: un libro enorme y pesado con una cubierta verde brillante y en letras marrones recalcaba "Duendes Búlgaros: Verdades y Mitos". No tenía ni la menor idea de que hacia un libro de historia en el la librería de encantamientos, aun así lo aparté para ver si me permitían llevármelo.
Con un poco de suerte convencí a Madame Taber de necesitar el libro para mi clase de historia y me dirigí a toda carrera a la habitación de Nanny, la cual, lo mas seguro, ya estaría en el quinto sueño.
No me molesté en tocar la puerta, abrí con cuidado y dejando el libro en su escritorio me dispuse a saltar en la cama.
-¡Para! ¡Estas loca! ¡Déjame dormir! - Nanny se levantó molesta y luego de un momento en que cayó a la realidad me miró furiosa, yo solo le sonreí y logré suavizar los gestos de su cara - tenía que imaginar que eras tu - dijo sentándose en la cama.
- A ver adivina - dije con tono de niña traviesa.
-¿Sobre que? -
- Cierta información que estábamos buscando - dije tomando el libro de su escritorio antes de sentarme en la cama.
-¡Conseguiste el año de la Luz! - dijo quitando el libro de mi manos - ¿Cómo lo lograste? -
- Digamos que fue por suerte de gatos - dije arreglándome sobre la cama - aun hay que leer para ver cuando comienza y esas cosas pero estoy segura que ahí sale -
- Mañana tengo libre la primera hora, me exentaron del examen de música lo leeré a esa hora -
-¡Genial! - sonreí - yo exento música y Madame Sinfonía Calve-La creerá que hice trampa durante el trimestre -
- Te lo puedo asegurar - se burló.
- Bueno, bueno, ya córtala - tiré la almohada su cara - no sé cantar. ¡Oye! ¿Para qué te llamó la directora? -
- Bueno, a partir del lunes cursaré segundo año - dijo feliz.
-¿No? - asintió - ¡Genial! ¡No es mas que genial es fantástico! -
- Ya cálmate -
-¿Cómo fue? - pregunté mas tranquila.
- Bueno Madame Cackle me estuvo hablando y dijo que estaba muy avanzada para el curso y se daba cuenta que estaba estudiando mucho mas y fuera de horas - se sonrojó - ha dicho: "has tenido buenas influencias", claro se refería a ti porque eres la que me enseña la mayoría de los hechizos. Por su parte Madame Lauter, si ella también estaba en esa reunión - aclaró al ver mi cara - dijo: "yo diría que son las peores, pero si insiste en dejarlas juntas que mas da" - no pude evitar reír - tenía un mal talante que ni te lo imaginas, la cosa es que ya habían hablado con mis padres y ellos estuvieron de acuerdo a que me promovieran -
- Genial, estaremos juntas - dije sonrojada por los comentarios de la directora, los de Lauter ya me los imaginaba - ya son mas de las doce ¿puedo quedarme a dormir? Me voy de madrugada lo prometo -
- Eso ni tu te lo crees, saldrás corriendo a tu cuarto un cuarto de hora antes de comenzar clases - se burló.
-¡Mira quien habla: Señorita Dormilona! - dije mordazmente.
-¡Oye! -
- Duérmete - dije lanzándole de nuevo la almohada y arreglándome a su lado.
~º~
-¡Etili! - su llamado me sacó de mis pensamientos de forma brusca - lo tengo -
- Deja termino mis deberes de transformaciones - dije volviendo a lo mío.
-¿Cuáles deberes? Si estabas durmiéndote - se mofó.
- Bueno dime - respondí dejando la pluma de un lado - y no estaba durmiendo, solo pensaba -
- Como quieras - dijo sin darle importancia y tomando el libro para leer - «... El año de la Luz es uno de los años mas esperados por los duendes de Brucelas, debido a que este año traerá consigo grandes oportunidades para luchar por su derechos...» - guardó silencio - acá está: «... los estimados de este año son provenientes al centurión del sol en concordancia de las dimensiones del espacio mágico... » ¿Qué rayos es eso? -
- Creo que tiene que ver con el comienzo de nuestro siglo - dije tan perdida por el comentario como ella - creo que es una especie de clave para dar con el primer año, ya que el orden esta en la página siguiente -
- Si aquí están, pero si sigues este orden el año de la luz ya pasó y antes de que Voldemort pudiera alzarse según mis cálculos, a menos que naciera para 1912 - dijo dudosa.
- Deja ver, tomemos esto: 1900 al 2000 hay un siglo - escribí en la hoja - creo que debemos comenzar con algún año de la iluminación ya que hablan del sol y demás -
- A ver, si comenzamos con los años de la iluminación tenemos doce posibles nombres -
-¿Solo doce? -
- Si porque hay dos años si nombre, que son los que separan los años de la iluminación y los años de oscuridad - dijo verificando la información - y cada tres años recibe un nombre, o sea algo así como: Luz período uno, Luz período dos y Luz período tres, luego vendría Canusus período uno, Canusus período dos y así continúan -
- Bien, empecemos con - medité un poco - Vulcanus y así prosigue -
- No cuadra - dijo después de sacar sus cuentas - creo que acá debe haber algo mas - dijo antes de volver a leer la parte del acertijo -
- Centurión, centurión ¿Qué es un centurión? -
- Era el oficial del Ejército romano, tenía a su cargo una unidad de cien hombres o centuria y era la base de la legión - respondió con una sonrisa en sus labios, sabía que contenía las ganas de reírse.
- Solo no recordaba - dije sonrojada.
- Si como no - se burló y estalló a reír. Cuando se calmó prosiguió - a ver, ¿Cuándo se usaban los centuriones? -
- Cuando estaban en batalla - dije mofándola.
- Bien, y ¿Qué tal si primero vienen el mal y después quienes lo enfrentan? -
- Suena lógico, deja y veo - comencé a sacar la cuenta - pasó hace un siglo el ultimo período del año de la Luz -
Las horas pasaban e intentábamos darle lógica al acertijo sin mucho éxito, ya me había leído los veinticuatro nombres tan seguidos que empezaba a memorizarlos.
- Primus pilus - susurré.
-¿Qué sucede? -
- "Primus pilus" ese nombre me dice algo, pero no recuerdo que - dije pasando mi mano sobre el libro - espera, el nombre del cargo mas importante de los centuriones ¿lo recuerdas? -
- No ¿de que me hablas? - preguntó viéndome con cara de "creo que ya debes dormir porque las neuronas se te están fundiendo"
- Los centuriones en las legiones tenían los mismos cargos y demás ¿no? - asintió con la cabeza - pero había una excepción, algo de los mas viejos -
- Si la excepción eran los centuriones de la primera cohorte, más grande que las restantes y que estaba compuesta en realidad por cinco cohortes -
- Esas misma, el centurión mas importante de eso ¿Cómo se llamaba? - me miró aun sin entender - vamos chica, el hombre que tenía el privilegio de tomar parte de los tribunales militares en los consejos de guerra y decía y deshacía -
-¿Y que también eran comandantes de legión? -
- Ese mismo -
- Pri... algo - dijo encogiéndose de hombros - no sé, no recuerdo -
- Primus pilus ¿te suena? -
- Puede ser - se levantó y buscó un libro en el armario de atrás - acá esta "Arte de Guerra Romana" -
- Por fin sirve para algo - dije colocándolo sobre la mesa, en la biblioteca habían muchos libros que a simple vista no nos servirían para nada - ´Dubluncus: Primus pilus´ - susurré y enseguida las páginas del libro comenzaron a pasar. Se detuvieron y en un contorno amarillo resplandeciente se encontraba la palabra buscada.
- Bueno ya solo quedan hacer los cálculos partiendo de ese año - dijo feliz - si estamos en lo correcto en mayo comienza el tercer período del año de la Luz -
-¿Mucha coincidencia no crees? -
- Pues si - dijo igual de nerviosa, por alguna razón aquello nos daba mala espina - ¿Le decimos a alguien? -
-¿Esperamos a mayo? De todos modos ya estamos a mitad de abril -
- Si tanto insistes - dijo recogiendo los libros - vamos a la cocina, con todo esto me dio hambre -
-¡Melian me sorprendes! - puse mi mejor cara de sorpresa fingida - ¿Intentas romper alguna regla? -
Salimos riendo por todo el pasillo.
~º~
Continua....
Datrebil
(El recuerdo de lo que proporcionó una Libertad atando una vida)
(Primera parte)
(~º~: Significa que esa escena o ese día no tiene nada que ver con el día anterior o las acciones pasadas)
Ø
Pasos secos por un largo pasillo, apresurados e indistintos.
- Fue genial ir al bosque -
- Si, pero por poco nos cuesta caro, un poco mas y Lauter nos descubre -
- Nada de eso, con la capa estamos a salvo -
- Sabes que no del todo, no desaparece la materia -
- Ya basta - dijo con un movimiento de su mano - suenas como yo cuando inventas algo nuevo por hacer, no me quites el papel -
- No te lo quito, solo me preocupé -
Ya estábamos en el baño, un par de ojos castaños oscuros nos devolvían la mirada, era el reflejo de dos chiquillas vestidas de una camisa azul cielo con una falda negra que hacia juego con sus túnicas, en sus cinturas se divisaban listones de colores diferentes, una un poco mayor que la otra, primero y segundo año.
- Estas despeinada -
- Siempre lo estoy - suspiré - tengo examen en media hora -
-¿Pociones? - asentí - vas a estar bien -
- Si - guardé silencio - descubrí algo interesante en la biblioteca, en la parte norte - dije en tono travieso.
-¿Cuándo entraste? - estaba molesta.
- Ante noche, no me mires así, solo que con lo del bosque se me había pasado -
- Te la paso - dijo entusiasmada - ¿De que trata? -
- De un hechizo sobre el castillo, pero si quieres te lo muestro esta noche, a menos que estés cansada - dije a modo de burla.
- Nada de eso - respondió molesta - nos vemos, tengo transformaciones y encantamientos -
- Yo doble de pociones - cerraba mi túnica y colocaba la cinta donde debía estar.
- Y yo quejándome - soltó muy bajo.
La tarde no fue nada mala, por primera vez en ese curso tenía idea de lo que estaba colocándole a la poción y para que servía.
Pronto terminó todo el estrés que me causaba una prueba con Lauter, la profesora de pociones de la academia, sentía que no me quería para nada, pero en lo personal ella tampoco me agradaba, subí las escaleras a trote para incorporarme al comedor donde me vería con Nanny, mi nueva amiga y una con la que había tenido mas aventuras ese segundo año.
No es que mi primer año no hubiese sido genial, solo que ella marcaba la diferencia entre los que estudiaban en ese viejo castillo, desde el día que la encontré llorando entre aquellos viejos estantes de la biblioteca no me había podido separar de ella, aunque no podía negar que a veces era un poco molesta con eso de estar estudiando hasta las tres de la mañana para los exámenes trimestrales (solo imaginen lo que me esperaba para los finales) era una chica fantástica y le gustaban las aventuras aunque intentaba seguir las reglas, cosa un poco difícil conmigo a su lado.
- Lauter nos vigila - susurré en su oído - esta noche en tu habitación, prepara la capa - ella asintió levemente y yo continué mi camino.
La noche era espesa, se podía apreciar por las pequeñas ventanillas.
Subíamos estrechas escaleras, con cuidado de no llamar la atención, de no levantar sospechas. Eran las escaleras que mas detestaba, en especial porque eran casi verticales y con curvas estrechas bastante sofocantes que no permitían el rápido asenso.
Con un toque suave sobre un ladrillo un poco mas claro que el resto se abrió una pequeña ventanilla por donde se podía pasar.
- Todo despejado - dije mirando el interior de la estancia - dame espacio para pasar -
Con un poco de dificultad llegamos al interior de una vieja sección de la biblioteca, el polvo se encontraba en todo el lugar y un olor a humedad envolvía el ambiente.
Busqué donde ya sabía que encontraría respuestas, un libro de tamaño medio y muy grueso, sin mencionar lo pesado, con cubierta de piel de topo, o algo muy similar "Academia Cackle" indicaba la portada en letras color plata, busqué ávidamente entre las hojas.
- Yo tengo ese libro y no dice nada que yo no sepa -
- Este es la edición original, la edición que tu tienes y que se encuentra en la otra sección de la biblioteca no tiene el capitulo setenta y cinco - dije encontrando la página - ¿Sabias que Madame Cackle tiene una hermana? -
-¿Una hermana? - dijo acercando mas la luz.
- Si, mira según esto la dirección de la escuela es una herencia familiar, entre las mujeres del linaje Cackle para ser precisa. Según esto la hermana mayor fue desheredada porque se peleó con su madre y ha jurado venganza sobre Madame Cackle: «Tus alumnos me servirán y los llevaré ante el poder de los poderes, el lado oscuro se enaltecerá con ellos» -
- Ya sé porque se peleó, era una Mortifaga -
- Eso pensé, pero mira, dice que la venganza será para el Año de la Luz - leí incrédula.
-¿Año de la Luz? ¿Es a caso un calendario Egipcio? -
- No seas, ellos usaban animales -
- Vale y ¿El chino? - lo meditó - no, ese también -
-¿Cuando será? -
-¡Ya que! El lado oscuro fue destruido por el niño Ingles - suspiró - Potter -
-¿Potter? - pregunté divertida - ¿Te peleaste con su foto? -
- Que malvada eres - dijo golpeando mi hombro.
- Me lastimas - dije escapando de sus brazos y en especial de sus golpes - mira - puse el libro frente a ella - ¿Continuamos leyendo? - hice mi mejor sonrisa.
- Dame eso - dijo quitando el libro de mis manos - yo lo leo:
«Cuando menos te lo has de imaginar cobraré venganza. Una gran atrocidad
en el castillo voy a soltar, nadie será capaz de detenerlo, pues una sola
no tiene el poder. La oscuridad caerá los días en guerra hasta que uno de
los bandos se alce con la victoria, cuando yo pueda entregar el colegio
al servicio de quien es mi amo.
El Año de la Luz será la oscuridad para Cackle y la Luz para mi
renacimiento» -
-¿Crees que tomó clases con Madame Lepruá? Esta en rima y demás - dije sonriendo, ella rió con ganas - ¿Donde rayos vamos a encontrar el año de la luz? -
- Bueno podemos: a) Investigar en la biblioteca, b) Preguntar a alguien, c)Olvidarlo todo -
- No tengo ánimos para leer todo esos libros -
- Yo siento curiosidad -
- Le podemos preguntar a Madame Lepruá, puede saber algo -
- O a Madame Georgina, da runas -
- Bien, mañana a la una en la torre sur -
-¿Por qué tan tarde? -
- Tienes prueba de encantamientos, aun no se me olvida -
- Rayos -
- Volvamos, antes de meternos en líos -
~º~
- Señorita Dumbledore haga el favor de dejar a la señorita Gema y a esa salamandra -
- Perdone Madame Taber - respondí dejando a la salamandra en un lugar seguro.
- Detención para mañana en la noche, a las ocho en mi despacho -
- Si madame -
- Ahora retírense todos -
~º~
- No puedo creer que me castigara -
- Lo tenías merecido ¿Que hacías con la salamandra? - puse me mejor cara de inocencia - ¿Que rayos hacías? -
- Solo me desquitaba de Gema -
-¿Sadú Gema? -
- Es una niña mimada - sonreí - ahí esta Madame Lepruá vamos a preguntarle -
La bruja de túnica color ceniza y un gorro bastante feo con plumas de ganso se encontraba hablando con una alumna del curso superior, mantenía sus libros bajo el brazo, gruesos y viejos. Todos con poesía o seguramente con lecturas redundantes en palabras vacías, libros que solo leería una profesora de literatura mágica.
- Buenos días Madame Lepruá -
- Buenos días niñas - nos sonrió - a ver ¿en que les puedo a ayudar? -
- Nos estábamos preguntando si hay alguna posibilidad en que nos pueda ayudar, estamos investigando sobre el año de la luz, pero no tenemos ni la menor idea de donde comenzar - dije apresuradamente para que no se notara mi nerviosismo.
- Año de la luz - repitió para si misma - no lo sé, ¿Por qué no le preguntan al profesor de la materia? -
- Bien, muchas gracias, eso haremos - dijo Nanny jalando mi brazo para salir de ahí antes que se le ocurriese preguntar quien había mandado tan absurdo trabajo.
- Eso estuvo cerca -
- Si, tengo clases a las tres, bajaré al aula de runas para hablar con Madame Georgina -
- Bien yo bajaré y veré si averiguo algo con Monsieur Goustad, tengo clases de historia de la magia dentro de poco -
-¿Nos vemos esta noche? -
- Como a las diez en mi habitación, dedo terminar mis deberes de mañana, por la detención ¿Recuerdas? -
- Cierto, no te metas en mas líos -
Escuché su voz cuando ya iba por el segundo tramo de la escalera, si no me apresuraba seguro tendría otra detención por llegar tarde. Monsieur Goustad, bueno él es un brujo con bastante mal humor al momento de dar las clases, casi tan hostigoso como Madame Lauter. Aunque había que admitir que para la edad tan avanzada que tenía era un milagro que continuase dando clases, o talvez ese era el motivo por el cual se comportaba de esa manera.
- Por poco se retraza señorita Dumbledore - fue mi recibimiento cuando el reloj marcó las hora exacta.
La clase transcurrió sin muchos cambios, me aburría a lo máximo estar escuchando cosas que pasaron hace miles de años, aun así hacia un esfuerzo sobre humano para no dormirme, tenía que hablar con Monsieur Goustad y si me dormía no me iba a tratar muy bien.
La dichosa hora terminó y todos salieron lo mas lento que pudieron, o lo mas rápido que sus dormidos cuerpos les permitía. Guardé mis libros y me acerqué al escritorio.
- Señorita Dumbledore ¿en que le puedo ayudar? -
- Bueno, señor me gustaría saber si podía proporcionarme ayuda con una actividad que tengo pendiente en otra asignatura -
-¿Qué investiga? -
- Sobre el año de la luz, pero no he podido encontrara nada al respecto -
- Intente con historia de los duendes, aunque no le aseguro nada - dijo pensativo - mejor que sea su tutor el que le indique donde comenzar a buscar -
- Bien gracias señor, así lo haré - dije antes de salir, ya en la puerta escuché la voz ronca del hombre otra vez:
- No se meta en problemas señorita, ya no mas -
La cena continuó si mas, comí apresuradamente, tenía que deshacerme de todos los deberes esa noche para no atrasarme y poder seguir investigando.
- No encontré nada - dijo dejándose caer en cama, cada alumna tenía una habitación individual, eran pequeñas pero lo suficiente espaciosas para hacer los deberes - estoy agotada -
- No lo menciones ya casi termino - dije sin molestarme en mirarla - Monsieur Goustad mencionó algo de historia de los duendes - tomé un libro de mi interminable pila - pero lees tu ya yo tuve bastante, hasta la página trescientos noventa y seis no hay nada ya me lo he leído - dije con pesar - aunque tu puedes usar un conjuro para encontrar palabras especificas, se llama "Dubluncus" si no me equivoco - tomé otro libro de encantamientos avanzados que me disponía a aprender en mi tiempo libre - esta en la sección noventa y dos -
- Has estado bastante atareada, deja yo me encargo -
Después de cuatro largas horas en las cuales solo atiné a terminar mis deberes, Nanny concluyó el libro de los duendes sin encontrar nada mas que cosas inventadas por los duendes sobre la luz y sobre cuantos años de viejo tenía alguno de ellos. Pero en ningún lado mencionaba algo de los calendarios, ni la forma en que llevaban los días.
~º~
- Señorita Dumbledore, señorita Melian - la voz de Madame Taber cortó nuestra conversación a la hora de la cena.
- Si madame - respondimos al unísono y colocándonos de pie.
- Señorita Melian, la directora la espera en su despacho - dijo viéndole - y usted - ahora me veía a mi - sígame a mi despacho -
- Voy a estar bien, cuando termines pasa por mi habitación - susurró Nanny a mi oído al momento que partía.
Odiaba ser castigada, y mas por esa culpa de Gema, era una niña mimada, se creía la gran cosa por tener una familia de alto linaje mágico. La mía y muchas de las otras acá también lo eran y no lo andábamos presumiendo a toda costa.
Madame Taber me había ordenado arreglar los libros que recubrían el aula de encantamientos que se encontraban tan llenos de polvo como de tela de arañas. Los estantes mas altos estaban llenos de libros muy pesados lo cual no me ayudaba de ninguna manera, solo atinaba a ponerlos a levitar mientras limpiaba el estante para después pasarles por encima un plumero muy feo y ridículo que me había dado Madame Taber.
Poco a poco el animo se me fue terminando y con eso llevaba el hecho de hacer todo lo mas rápido posible para poder ir a dormir.
Una sombra negra entro por la ventana y saltó sobre los libros que levitaban, con el susto los dejé caer y rodaron por todo el aula haciendo un fuerte ruido, nada en comparación con el maullido del pobre gato negro que se atrevió a entrar a la sala; me deslicé por la escalera
- Lo que me faltaba, ahora no solo debo limpiarlos sino también repararlos - dejé escapar enojada ya un poco mas tranquila por el susto - vamos vete, deberías estar con tu dueño y no vagabundeando por el colegio -
El gato me miró por un momento, como si intentase entender lo que había dicho, yo exasperada me dispuse a recoger los libros del suelo con sus páginas sueltas, sentí el roce del gato en mi pierna ronroneando de felicidad por el acto, me dieron unas ganas irresistibles de patearlo, aun así bajé la vista a verlo, en su pequeña boca tenía una hoja suelta de algún libro, la tomé sin delicadeza y me dispuse a leerla:
« ... A través de muchos años los Duendes de Brucelas han utilizado un calendario alternativo al de sus antepasados y contemporáneos.
Este consta de dieciocho meses con veinte días cada uno menos los Sostos y Mercos que poseen un día de mas que cambian en los años de iluminación constantes.
Al igual que los días de la semana y los meses los años también cambian de nombre.
Para estos duendes los años vienen en un ciclo consecutivo que se repite a su cuenta de un siglo para nosotros.
Entre los años de iluminación figuran: el año de Volcanus, el año Solarus, el año de la Luz...»
-¡Venga que ya lo tengo! - exclame ante la sorpresa - Solo por esto no te pateo - dije viendo al gato.
Busqué entre los libros del suelo a cual le pertenecía la hoja hasta dar con el: un libro enorme y pesado con una cubierta verde brillante y en letras marrones recalcaba "Duendes Búlgaros: Verdades y Mitos". No tenía ni la menor idea de que hacia un libro de historia en el la librería de encantamientos, aun así lo aparté para ver si me permitían llevármelo.
Con un poco de suerte convencí a Madame Taber de necesitar el libro para mi clase de historia y me dirigí a toda carrera a la habitación de Nanny, la cual, lo mas seguro, ya estaría en el quinto sueño.
No me molesté en tocar la puerta, abrí con cuidado y dejando el libro en su escritorio me dispuse a saltar en la cama.
-¡Para! ¡Estas loca! ¡Déjame dormir! - Nanny se levantó molesta y luego de un momento en que cayó a la realidad me miró furiosa, yo solo le sonreí y logré suavizar los gestos de su cara - tenía que imaginar que eras tu - dijo sentándose en la cama.
- A ver adivina - dije con tono de niña traviesa.
-¿Sobre que? -
- Cierta información que estábamos buscando - dije tomando el libro de su escritorio antes de sentarme en la cama.
-¡Conseguiste el año de la Luz! - dijo quitando el libro de mi manos - ¿Cómo lo lograste? -
- Digamos que fue por suerte de gatos - dije arreglándome sobre la cama - aun hay que leer para ver cuando comienza y esas cosas pero estoy segura que ahí sale -
- Mañana tengo libre la primera hora, me exentaron del examen de música lo leeré a esa hora -
-¡Genial! - sonreí - yo exento música y Madame Sinfonía Calve-La creerá que hice trampa durante el trimestre -
- Te lo puedo asegurar - se burló.
- Bueno, bueno, ya córtala - tiré la almohada su cara - no sé cantar. ¡Oye! ¿Para qué te llamó la directora? -
- Bueno, a partir del lunes cursaré segundo año - dijo feliz.
-¿No? - asintió - ¡Genial! ¡No es mas que genial es fantástico! -
- Ya cálmate -
-¿Cómo fue? - pregunté mas tranquila.
- Bueno Madame Cackle me estuvo hablando y dijo que estaba muy avanzada para el curso y se daba cuenta que estaba estudiando mucho mas y fuera de horas - se sonrojó - ha dicho: "has tenido buenas influencias", claro se refería a ti porque eres la que me enseña la mayoría de los hechizos. Por su parte Madame Lauter, si ella también estaba en esa reunión - aclaró al ver mi cara - dijo: "yo diría que son las peores, pero si insiste en dejarlas juntas que mas da" - no pude evitar reír - tenía un mal talante que ni te lo imaginas, la cosa es que ya habían hablado con mis padres y ellos estuvieron de acuerdo a que me promovieran -
- Genial, estaremos juntas - dije sonrojada por los comentarios de la directora, los de Lauter ya me los imaginaba - ya son mas de las doce ¿puedo quedarme a dormir? Me voy de madrugada lo prometo -
- Eso ni tu te lo crees, saldrás corriendo a tu cuarto un cuarto de hora antes de comenzar clases - se burló.
-¡Mira quien habla: Señorita Dormilona! - dije mordazmente.
-¡Oye! -
- Duérmete - dije lanzándole de nuevo la almohada y arreglándome a su lado.
~º~
-¡Etili! - su llamado me sacó de mis pensamientos de forma brusca - lo tengo -
- Deja termino mis deberes de transformaciones - dije volviendo a lo mío.
-¿Cuáles deberes? Si estabas durmiéndote - se mofó.
- Bueno dime - respondí dejando la pluma de un lado - y no estaba durmiendo, solo pensaba -
- Como quieras - dijo sin darle importancia y tomando el libro para leer - «... El año de la Luz es uno de los años mas esperados por los duendes de Brucelas, debido a que este año traerá consigo grandes oportunidades para luchar por su derechos...» - guardó silencio - acá está: «... los estimados de este año son provenientes al centurión del sol en concordancia de las dimensiones del espacio mágico... » ¿Qué rayos es eso? -
- Creo que tiene que ver con el comienzo de nuestro siglo - dije tan perdida por el comentario como ella - creo que es una especie de clave para dar con el primer año, ya que el orden esta en la página siguiente -
- Si aquí están, pero si sigues este orden el año de la luz ya pasó y antes de que Voldemort pudiera alzarse según mis cálculos, a menos que naciera para 1912 - dijo dudosa.
- Deja ver, tomemos esto: 1900 al 2000 hay un siglo - escribí en la hoja - creo que debemos comenzar con algún año de la iluminación ya que hablan del sol y demás -
- A ver, si comenzamos con los años de la iluminación tenemos doce posibles nombres -
-¿Solo doce? -
- Si porque hay dos años si nombre, que son los que separan los años de la iluminación y los años de oscuridad - dijo verificando la información - y cada tres años recibe un nombre, o sea algo así como: Luz período uno, Luz período dos y Luz período tres, luego vendría Canusus período uno, Canusus período dos y así continúan -
- Bien, empecemos con - medité un poco - Vulcanus y así prosigue -
- No cuadra - dijo después de sacar sus cuentas - creo que acá debe haber algo mas - dijo antes de volver a leer la parte del acertijo -
- Centurión, centurión ¿Qué es un centurión? -
- Era el oficial del Ejército romano, tenía a su cargo una unidad de cien hombres o centuria y era la base de la legión - respondió con una sonrisa en sus labios, sabía que contenía las ganas de reírse.
- Solo no recordaba - dije sonrojada.
- Si como no - se burló y estalló a reír. Cuando se calmó prosiguió - a ver, ¿Cuándo se usaban los centuriones? -
- Cuando estaban en batalla - dije mofándola.
- Bien, y ¿Qué tal si primero vienen el mal y después quienes lo enfrentan? -
- Suena lógico, deja y veo - comencé a sacar la cuenta - pasó hace un siglo el ultimo período del año de la Luz -
Las horas pasaban e intentábamos darle lógica al acertijo sin mucho éxito, ya me había leído los veinticuatro nombres tan seguidos que empezaba a memorizarlos.
- Primus pilus - susurré.
-¿Qué sucede? -
- "Primus pilus" ese nombre me dice algo, pero no recuerdo que - dije pasando mi mano sobre el libro - espera, el nombre del cargo mas importante de los centuriones ¿lo recuerdas? -
- No ¿de que me hablas? - preguntó viéndome con cara de "creo que ya debes dormir porque las neuronas se te están fundiendo"
- Los centuriones en las legiones tenían los mismos cargos y demás ¿no? - asintió con la cabeza - pero había una excepción, algo de los mas viejos -
- Si la excepción eran los centuriones de la primera cohorte, más grande que las restantes y que estaba compuesta en realidad por cinco cohortes -
- Esas misma, el centurión mas importante de eso ¿Cómo se llamaba? - me miró aun sin entender - vamos chica, el hombre que tenía el privilegio de tomar parte de los tribunales militares en los consejos de guerra y decía y deshacía -
-¿Y que también eran comandantes de legión? -
- Ese mismo -
- Pri... algo - dijo encogiéndose de hombros - no sé, no recuerdo -
- Primus pilus ¿te suena? -
- Puede ser - se levantó y buscó un libro en el armario de atrás - acá esta "Arte de Guerra Romana" -
- Por fin sirve para algo - dije colocándolo sobre la mesa, en la biblioteca habían muchos libros que a simple vista no nos servirían para nada - ´Dubluncus: Primus pilus´ - susurré y enseguida las páginas del libro comenzaron a pasar. Se detuvieron y en un contorno amarillo resplandeciente se encontraba la palabra buscada.
- Bueno ya solo quedan hacer los cálculos partiendo de ese año - dijo feliz - si estamos en lo correcto en mayo comienza el tercer período del año de la Luz -
-¿Mucha coincidencia no crees? -
- Pues si - dijo igual de nerviosa, por alguna razón aquello nos daba mala espina - ¿Le decimos a alguien? -
-¿Esperamos a mayo? De todos modos ya estamos a mitad de abril -
- Si tanto insistes - dijo recogiendo los libros - vamos a la cocina, con todo esto me dio hambre -
-¡Melian me sorprendes! - puse mi mejor cara de sorpresa fingida - ¿Intentas romper alguna regla? -
Salimos riendo por todo el pasillo.
~º~
Continua....
