XXV

Uniendo Fuerzas.

Todos me miraban con una clara nota de duda y sorpresa en sus rostros, como si fuese la cosa más extraña que jamás hayan visto.

-Pasa querida - mi tío me sonrió - tengan la bondad de esperarnos afuera, los haré llamar

cuando terminemos -

-¡Albus! Cualquier cosa que ella tenga que decir tenemos que escucharlo - objetó uno de los

hombres.

-Querido Bladimir, hay ciertas cosas que quiero hablar a solas con mi sobrina, ponte en mi caso y

sé que lo entenderías - dijo señalando la puerta.

Poco a poco comenzaron a abandonar la sala mirándome cada uno de manera diferente, varios de los profesores me miraron con pena mezclada con felicidad, pero ninguno dirigió ninguna palabra.

-Toma asiento - ofreció cuando ya todos se habían ido - nos has tenido tan preocupados

querida, que es muy bueno tenerte aquí con nosotros ahora. Tu madre me ha
enviado un millar de
cartas de todos los tipos que te puedas imaginar y tu padre, bueno pues
ni te imaginas como esta.
Solo espero que se queden un poco mas tranquilo sabiendo a salvo -
concluyó serio.

-El ministerio ha estado buscándote, pero sus fuerzas se concentraban mas en el castillo que en

cualquier otro lugar - tío Severus tomó haciendo a mi derecha.

-Eh hicieron bien, todos sabemos que su pez gordo es Harry -

-Pero para mi el señor Potter significa nada antes que tu - Severus se veía realmente molesto.

-Pero el es la esperanza de este mundo, el único que puede acabar con la amenaza -

-Si pero tu eres lo único por lo que me queda vivir, si no fuera por ti ya hubiese entregado mi

cabeza a los mortifagos - terminó la discusión con amargura.

-Lo siento - susurre.

-Toma un poco de te querida, tenemos que comenzar a hablar - ofreció tío Albus sonriente.

-Nos puedes decir ¿Dónde estabas? - tío Severus.

-En la mansión de los Riddle, es la base madre de todo su proyecto. Aun no se han movido pero

escuché que hay una quinta en el sur donde se están reuniendo también -

-De seguro es la quinta de verano de Beeldere - Severus hacia intento de recordar - creo que

puedo localizarla -

-¿Puedes hablar de ello? Algo mas que sepas - tío Albus.

-Claro -

Relaté todo lo que tuve que vivir, todo lo que vi y todo lo que sentí. Sentía mi alma desahogarse en ese

momento, como nunca antes lo había hecho, el miedo que sentí y el dolor que sufrí. La información fluía

con rapidez como si cada momento que me tardase hablando iba a costar la vida de otro ser. Cuando iba

a hablar de la manera que escape me detuve, si hablaba de eso tenía que meter a Slartinn y era algo que

había tratado de evitar hasta el momento.

-¿Cómo escapaste? - Severus me miraba serio - no temas decir nada - agregó al ver que mi

mente se debatía entre decir la verdad o inventar algo creíble.

-El profesor Slartinn esta entre los Mortifagos, esta noche será su iniciación, tenemos un traidor

en Hogwarts - terminé con amargura.

-Ya veo - dijo con simpleza Albus.

-Él quería que te diera esto - dije recordando el sobre dentro de mi túnica - tío - guardé

silencio - ¿Hay posibilidades de sacarle de ahí? - miré a otra dirección
huyendo de la mirada de

Severus - digo. -

-No tienes que decir nada - dijo sonriendo - Severus contacta a la orden -

-¿Los druidas vendrán? - pregunte sin casi creerlo.

-Me temo que si querida, necesitamos apoyo aquí -

-Mandaré la carta de inmediato -

-Pero los druidas no se dejan alcanzar ni siquiera por las lechuzas -

-Digamos - Severus guardó silencio por un momento para luego volverse a Albus - que el jefe

del clan cercano es un buen conocido nuestro -

-¿Quien? - pregunte con el corazón latiendo a mil.

-Ya has recibido mucha información para asimilar - dijo dulcemente tío Albus - aun no es hora

de que sepas esto - -Pero. -

-Nada de peros - dijo tío Severus - mas tarde lo sabrás, si no tienes mas nada que agregar

retírate -

-¡Severus! - le llamó la atención tío Albus - no es la forma - escuche un suspiro de resignación

de su parte.

-Podrían llamar a los caballeros de Loira, siempre han servido a nuestro bando -

-Buena idea, necesitamos unir fuerzas si queremos derrotar a la amenaza - Severus puso su

mano sobre mi hombro.

-Baja con los muchachos y vayan a la sala común de Gryffindor, no salgan sin consentimiento y

por favor dile al manojo de nervios que tengo esperando allá abajo que
suban - suspiró - esta va a

ser una larga noche -

-Etili - Severus me detuvo antes terminar de salir - Lleven a Malfoy con vosotros a la estancia de

los leones, si baja a las mazmorras tendrá graves problemas -

Las miradas se voltearon a mi una vez mas, con un hilo de voz les indiqué que los esperaban arriba y me

reuní lo más rápido posible con los muchachos que estaban sentados bajo una ventanal frente a Malfoy

que miraba un punto indefinido en algún lugar de aquella habitación.

Les indiqué que teníamos que subir. Malfoy no deseaba hacerlo, tuve que persuadirlo hasta que, después

de tanto jaleo, accedió de mala maña. Harry no estaba feliz por estar con Malfoy tan cerca y no estaba

muy convencido de dejarlo entrar a la sala. Sé que Nanny pensaba también en los problemas que

íbamos a tener con él en la sala común y en especial con los chicos.

-Que se vaya a su propia sala - vociferó Ron - ¿Quien lo manda a ser tan despreciablemente

creído? -

-Déjame advertirte Ronald Weasley que este "despreciablemente creído" muchacho les ayudó

haya afuera -

Hubo un gran silencio después de eso. Nos sentamos en una mesa alejada a los demás, los miembros de

la casa fusilaban a Malfoy quien intentaba parecer indiferente, pero en sus ojos se veía el nerviosismo que

tenía.

-¿Cómo me encontraron? -

-Harry y yo veníamos de la biblioteca, caminábamos bajo la capa, en realidad teníamos prohibida

esa salida, y vimos que de repente apareció un puntito blanco con tu
nombre en el mapa y

pensamos que necesitarías ayuda, buscamos a los demás chicos y alertamos
a medio castillo mientras

corríamos a tu encuentro -

-Malfoy ¿tú donde estabas? - pregunté, este miro a varias partes antes de responder con la

vista clavada en la mesa.

-Entre los que te disparaban - guardó silencio. Hermione sostuvo a Ron que estaba apunto de

lanzársele encima mientras Nanny hacia lo mismo con Harry. Malfoy tomó un
poco mas de aire y

continuó - Voldemort mandó a buscar por ti cuando se dio cuenta que
habías escapado, estaba

furioso y estoy seguro que mando a unos cuantos al hospital - una nota de
asco se reflejó en su

cara - La cosa fue que nos ordenó cazarte, el que te entregara tendría
honores ante él. Y fue el

mejor momento que encontré para escapar - confesó sin notas de miedo en
su voz, como si

estuviese orgulloso de lo que hizo -

-Gracias Draco - dije sinceramente - me alegro por ti -

-Voldemort sabe quien te dejó escapar - dijo mirándome fijamente - él debe estar llevando un

buen escarmiento por su falta de responsabilidad. Fue más valiente que yo
-

-Draco ¿A qué te refieres que sabe quien me dejó escapar? - pregunté alarmada.

-¿Alguien te dejo escapar? - inquirió Hermione.

-Si Granger - respondió por mi - descubrieron que él había debilitado el campo de fuerza, la

debe estar pasando de la patada -

-¿Quien? - esta vez fue Harry quien preguntó.

-No importa Harry - intervino Nanny - lo importante es que ahora esta con nosotros y Malfoy

aprendió a ser él -

-Fue peligroso que estuviesen afuera - dije molesta con Nanny.

-No vayas a comenzar, recuerda que sin mi estas muertita - dijo media molesta, media alegre.

-No ha sido nada sensato - ahora que lo reflexionaba podría haberle costado la vida - Siempre te

estas metiendo en problemas -

-No perdona, siempre estoy siguiendo a la de las malas ideas - dijo molesta.

-¿Así? ¿De quien fue la brillante idea de hacer explotar el inodoro del tercer piso para poder

entrar a leer los registros del colegio? - repuse indignada.

-No perdona yo solo lo dije irónicamente, halla tu que te lo tomaste enserio - se defendió.

-¿Leyeron los registros del colegio? - Ron estaba fascinado.

-Si, pero no viene al caso - le dije - perdona a mi me pareció muy real, además funcionó. De

todas formas no era yo la que llenó de polvo picapica las sabanas de las
alumnas de cuarto cuando

nos ganaron en el reto -

-A no, eso fue culpa tuya, tu y tus brillantes ideas, como cuando tuvimos que subir a la torre

norte para que Madame Lauter no nos pillara haciendo una poción prohibida
en el cuarto de baño -

ese día lo recordaba bien estábamos muertas de miedo - estuvimos muy
cerca de ser expulsadas, si

no fuera porque Modja nos salvo inventando una excusa -

-Bueno no era yo la que forzaba a que fuéramos a la parte norte de la biblioteca a leer libros
prohibidos para tu edad -

-No me vengas con eso que tu los leías antes que yo, a la misma edad -

-Pero nunca te obligué -

-Pues no, pero... -

-Pero nada, me la pasé genial contigo -

-Y yo contigo - nos abrazamos.

-Que meloso - repuso Harry

-No estés celoso - repusimos al unísono.

La mesa estalló en risas, hasta Malfoy estaba riendo como nunca antes lo había visto, Harry estaba

notablemente sonrojado pero también reía. Los demás se voltearon a ver que pasaba en la mesa, ero

nadie dio explicaciones, así que volvieron a lo que estaban haciendo, que en mucho de los casos era

simplemente aburrirse.

-Sois peores que los gemelos Weasleys - dijo Malfoy cuando recobró el aliento.

-Deja a mis hermanos fuera de esto - sentenció Ron.

-Ron déjale - Hermione le veía indiferente - además es verdad -

-Yo apoyo a Hermione - dijo Harry para sorpresa de todos y en especial la de Malfoy - no creo

que los gemelos hayan leído aun los registros del colegio, ni hecho
explotar el inodoro -

-Gracias Potter - repuso suavemente Malfoy.

-No es nada, además ya estamos del mismo lado - dijo extendiendo la mano.

-Si - dijo tomándola.

Unas tres horas después fuimos convocados al gran comedor, los profesores de cada casa guiaba a sus

alumnos y otro para se aseguraba que ninguno intentase escapar .

El gran comedor se veía realmente grande, ya que todas las mesas habían sidos removidas y los alumnos

involuntariamente se mantenían unidos, uno contra otros sin querer estar en las orillas. Malfoy se

mantenía con nosotros, casi de encubierto pues sus ropas todas negras dejaban claro que no era el

uniforme del colegio.

-Queridos alumnos - el silencio se hizo notar - la segunda invasión ya se ha desatado. Hoy

muchos de los que se sentaba en nuestras mismas mesas están fuera del
recinto, han decidido seguir

las reglas del señor tenebroso, vean a su alrededor, los que quedamos
somos en los que confiamos.

Solo espero que llegado el momento de ser tentados por el poder sepan
reconocer lo que de verdad

vale, todo el oro del mundo no podrá remplazar la muerte de una persona y
mucho menos de una

persona querida - guardó un momento mas de silencio - La vida de todos
están en peligro,

seguiremos hasta no deshacernos de la verdadera amenaza tendremos que
unirnos, pues es la única

forma en que lo lograremos. Quiero que olviden en este preciso momento
las diferencias que existen

entre ustedes y tiendan la mano a quién nunca se la han tendido -
murmullos recorrían la sala -

espero que sean valientes y sepan aceptar lo que les conviene -

Nadie fue capaz de moverse de sus lugares, por unos minutos los murmullos se esparcieron por el

comedor, las quejas y los anhelos se mezclaban, pero nadie hacia nada para proceder.

-Vamos Malfoy - escuché a Harry y vi que le sonreía a Draco.

-Démosle una lección a este manojo de nervios - le devolvió la sonrisa.

Caminaron cada uno por su lado hasta la mesa donde los profesores estaban, no les fue muy dificil pues

nuestra casa había sido la primera en llegar. Cuando cada uno se monto sobre las escalinatas se hizo un

repentino silencio, ninguno de los dos pareció notarlo y si lo hicieron lo disimularon muy bien, todas las

miradas estaban sobre los dos rivales mas grandes que ha tenido el colegio hasta el momento, de una

forma u otra los jefes de Slytherin y Gryffindor. Cuando llegaron al centro no solo estrecharon las manos

pues se pudo ver claramente cuando Harry abrazo a Draco para envolverlo en sus brazos, el silencio se

hizo doble mientras en la cara del director se dibujaba una amplia sonrisa. Ron subió también seguido

de Hermione.

El sonido volvió al salón y cada uno estaba ofreciendo sus disculpas y estrechando manos con las

personas que nunca creyeron poder hacerlo.

-Es la única forma y es nuestra mas potente arma - se escuchó la voz del director.

Ya de vuelta en l sala común, una pequeña discusión tomaba vida.

-No tenias que abrazarme Potter -

-Vamos Malfoy me ibas a decir que no lo disfrutaste - le replicó Harry con malas intenciones.

-No te he dado esa clase de libertades Potter - su tono era frío.

-Chicos ya - Nanny les cortó su diversión - están grandecitos para esa clase de juegos y era la

mejor forma de solventar los problemas -

-Si Draco, en Gryffindor todo el mundo se abraza así que vete acostumbrando - dijo Ron con
malicia.

-No pertenezco a esta casa - replicó.

-No pero los leones haremos una excepción con una de las serpientes - dije interviniendo en la

conversación.

Cualquiera que fuese a ser su respuesta fue cortado por un viento fuerte que sacudió las ventanas y un

puñado de plumas atravesó el cielo, la marca tenebrosa se veía a la distancia.

-Voldemort ha domado venganza por si mismo - se escuchó el susurro de Malfoy.

-¿A que te refieres? -

-Voldemort ha dado muerte a uno de sus vasallos con su propia varita - dijo en tono lugrube.

-Malfoy. - dije casi sin voz.

-El traidor ha caído a sus pies - dijo con su vista fija en mi, sentí un escalofrío recorrer mi

espalda.

-Etili - Hermione me veía asustada - ¿Quien fue el que te dejo salir? -

-No quiero hablar de ello -

Hubo un largo silencio en el que nadie habló, cada uno estaba en su propio mundo paralelo y en mi caso I intentando entrar a su mente. Salazar Slartinn. Su nombre se repetía una y otra vez dentro de mi mente,

su ultima mirada. su ultimo acto hacia mi, mi corazón ya se estaba inundando, iba a reventar en

cualquier momento en llanto.

-Etili - Nanny me sacaba de mis pensamientos - ¿Escuchaste lo que dijo Mckense? - negué con

la cabeza y cai en cuenta que todos estaban alarmados - El profesor
Slartinn acaba de llegar a

Hogwarts, esta en la enfermería desangrándose - dijo con suma delicadeza
mientras mis sentidos

volvían a reestablecerse. Miré a todos lados, inspeccionado la mesa,
respirando con dificultad -

¿Hermanita? -

-Dumbledore, mantenga la calma - Malfoy había colocado su mano en mi hombro obligándome a

permanecer sentada.

-Déjame ir Malfoy -

-No - respondió serio - yo iré y veré. Melian, que no se levante - dijo saliendo sin voltear de

nuevo.

Las horas pasaban, y yo sentía el nudo en mi garganta, las ganas de llorar eran cada vez mas grandes y si

no fuese por Nanny que estaba a mi lado dándome apoyo ya hubiese caído en el abismos que se abría

delante de mis ojos. No había noticias de él y menos de Malfoy, la profesora McGonagall había ordenado

a la Dama Gorda no permitir la salida de ningún alumno sin un profesor a su lado. Las ventanas se veían

muy propicias para la escapatoria pero estaba segura que no me dejarían acercarme a ella sin pensar que

intentaba simplemente matarme.