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Hola a todos!!!!!!!!
 
Aquí estoy, dispuesta a terminar con la historia. Me da un poco de pena que ya se acabe... pero bueno, algún día tenía que pasar. Es mejor a que no la termine, ¿o me equivoco? 
 
No quiero ponerme melancólica, así que para matar el sentimentalismo del momento recuerdo que ninguno de los personajes es mío, sino de JK Rowling, quien probablemente se moriría si se entera de que emparejé a Sirius y a Lily, pero bueno... 
 
Ahora, contesto reviews!  
 
Agus y Moony: ¡Hola! Sí, te extrañé en el otro chap, pero bueno, espero que te haya dado una alegría encontrar dos chaps por leer. Me alegra montones que te guste y que te haya conmovido esa parte, porque a mi me conmovió mucho escribirla. ¡Gracias por decir que está escrito lindo! Me da muchos ánimos. Obviamente que Sirius es un amor, y fue una desición muy difícil... por un momento pensé en hacerlo total AU, pero no, me apegue al plan original. Lo de impecable con la túnica negra, bueno, no me imagino a Sirius desaliñado la verdad. ¿Cómo que no me aburres más? Tus reviews nunca me aburren:¡me encantan! Si, da un poco de pena terminarlo. Ha sido un placer tenerte como lectora, siempre disfruto tus comentarios. En cuanto a seguirme en otro fic... tengo seis más publicados. Te recomiendo especialmente SFP&SFB, es de Sirius y el amor de su vida... bueno, al final está la trama resumida. Te recomiendo ese, y si no Esa chica es mía, en fin, no sé, me alegrará verte en cualquier otro fic. Gracias por tu apoyo durante este fic en particular, significo mucho para mi.    
 
Lily4Ever: ¿Cuáles ideas? La de la amistad de James (aunque yo ya lo había pensado un poco así) y lo de Snape y Malfoy. En cuanto a la canción me gusta mucho, pero no la voy a poner por varias razones. La primera (y más importante) es que ya tenía escrito el final cuando me llegó tu idea. Dos, que este es mi único fic que planeaba dejar sin ninguna canción. Y tres, que no sé muy bien como hacerla calzar con el final, bueno, se me ocurren unas formas, pero tendría que cambiar algunas cosas... sin embargo, me duele quedarte debiendo la canción, así que la incluiré en Esa chica es mía, que ese si va de solo canciones.      
 

Valery Riddle: ¡Pues de nada! Me gusta hacer los sueños de la gente realidad... aquí te menciono de nuevo, espero que te guste. Claro que su amistad puede superar esto... pero bueno, léelo tu misma. Ya sé que en un fic todo puede pasar, pero tenía definido el final desde hace mucho... Me alegra que te conmoviera el capítulo, sí, yo también lloraba por Sirius al escribirlo, pero bueno... espero que disfrutes el final. 

 

Bueno, ahora sí, los dejo con el final de: ¿Por qué ella?

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"Que el silencio sea tu penitencia"

Sirius estaba con su cita, una chica de Ravenclaw perteneciente de toda la vida a su club de fans. Estaban en una mesa, mientras veía a su mejor amigo bailando con ella... ella... Lily Evans. 

Había sido una tortura. Lily, a pesar de cómo la había rechazado aquel día en la enfermería todavía lo trataba como un buen amigo. Sirius no estaba seguro de querer eso... hubiese preferido alejarse de ella. Pero no podía, por James...

Las cosas entre ellos parecían ir muy bien. James había tenido que ceder ante la presión de su amigo y no habían vuelto a hablar de lo que había pasado entre Sirius y Lily. En cuanto a ella...

Cuando James fue a buscar unas bebidas Lily se acercó a él.

-Hola – saludó la pelirroja con una sonrisa -¿no quieres bailar?

-Eh...

-Como buenos amigos –dijo con esa sonrisa tan dulce que la caracterizaba.

-Claro –Sirius se excusó con su cita y salió a la pista con ella. Sonaba una canción lenta.

-Sirius –dijo la chica al tiempo que lo abrazaba y escondía su cara en su hombro- tengo que confesarte algo, me gusta James.

-¿De verdad? –preguntó Sirius no sin cierta sorpresa.

-Creo que sí.

-Deberías decírselo entonces –dijo el chico pensando en la felicidad que le produciría eso a su amigo, pero sin dejar de sentir un extraño vacío en el estómago.

-Antes de decírselo... necesito saber Sirius. ¿Hay algo que deba saber? De lo que no recuerdo... ¿No hay nada que tengas que decirme? ¿Qué quieras decirme?

Sirius sintió como le sudaban las manos y se atragantaba. Guardó silencio.

-¿Nada? –le preguntó la chica mirándolo a los ojos. Sirius se perdió en esos ojos verdes esmeralda que eran su locura... y pensó en aquella frase.

"Que el silencio sea tu penitencia..."

 

-No –dijo Sirius con voz normal, con un gran esfuerzo sonrió- no. Solo, habla con él. No podías hacer elección mejor.    

Terminaron la pieza en silencio. Sirius se acercó a la mesa donde James hablaba con la chica de Ravenclaw y le "devolvió" a Lily con una sonrisa.

-James, ¿quieres que salgamos a caminar? –le dijo la chica señalando hacia los jardines.

-Eh... – James buscó a su amigo con la mirada. Sirius elevó los ojos al cielo con exasperación y luego le hizo señas de que fuera con ella. James sonrió –claro.

Pero antes de salir del salón volvió a ver a su amigo. Sirius le sonrió y levantó sus pulgares. James supo que de verdad a su amigo no le importaba. Y Lily también lo vio.

A partir de esa noche, Lily Evans y James Potter se hicieron novios.

°°°

El tiempo pasó volando. Los EXTASIS, la graduación, la academia de aurores...

Ese caluroso día de junio Sirius esperaba a James en la terraza de Florean Fonterscue. Su amigo había insistido en que quería hablar con él en aquel lugar, donde solían verse para ir a comprar los útiles en vacaciones y donde compartían noticias sobre sus vacaciones. Sirius no sabía para que lo había citado ahí, pero sabía que tenía que ser algo importante.

El tiempo le había sentado de las mil maravillas. Su tío Alphard había muerto heredándole parte de su fortuna, por lo que vivía holgadamente, aunque había invertido casi todo el dinero en sus estudios de auror. Vivía en un piso en el centro de Londres y tenía una motocicleta voladora que era su orgullo. Su vida personal no había cambiado mucho desde el colegio, sin tomar en cuenta que ahora no gastaba bromas cada quince minutos (aunque ganas no le faltaban) y trabajaba seriamente en aquella organización de Dumbledore para combatir a ese extraño grupo de fuerzas oscuras. No tenía novia fija y no había tenido ninguna relación seria que durara más de tres meses (y esa había sido muy extraña).

Vestía una larga túnica negra con unos adornos plateados discretos y elegantes. Llevaba el pelo a la altura de los hombros, lacio y reluciente, como siempre. Sus ojos azules brillaron al ver acercarse a su amigo y le sonrió con esa dentadura blanca y perfecta que eran las delicias de todas las mujeres que conocía. Su amigo, quien no había cambiado mucho (alto, con la contextura clásica de un buscador de Quidditch y el pelo negro y alborotado) le devolvió la sonrisa.

-Veo que las cosas no cambian Prongs –le dijo Sirius- siempre llegando tarde.

-Creo que eras tu el que llegaba tarde siempre –le reprochó James.

-Como sea –dijo Sirius conciente de que su amigo tenía razón- ¿qué es eso tan importante que tienes que decirme para citarme aquí?

-Calma Padfoot. ¿Qué te parece si ordenamos un helado?

Prongs y Padfoot. Hacía años que nadie les decía así. Remus se había casado con Valery, su novia desde el colegio y vivían en Escocia. Peter trabajaba para Gringgotts en Albania. Ellos por su parte no se veían muy a menudo a pesar de que ambos trabajaban en el ministerio. Los aurores tenían mucho trabajo por los movimientos de magos oscuros, por lo que Sirius siempre estaba viajando, mientras que James y Lily eran inefables, y siempre estaban ocupados.

Los dos amigos se sentaron en el balcón donde siempre lo hacían. Intercambiaron noticias poco importantes sobre el trabajo y las últimas cartas de sus amigos. Finalmente, James se puso serio.

-Sirius, tengo una noticia que darte, y una proposición que hacerte.

-Suena interesante.

-Creo que debí habértelo dicho antes, pero no sé, pensé que tal vez...

-Prongs.

-¿Sí?   

-Dispara.

"Eso me recuerda algo..."

James tomó aire y dijo de un tirón:

-Le pedí a Lily que se case conmigo y dijo que sí.

Sirius lo miró por un momento sin saber como reaccionar, aunque luego todos los presentes oyeron una explosión de alegría y felicitaciones y vieron como Sirius se abalanzaba sobre James y lo abrazaba.

-¡EXCELENTE! ¡FELICIDADES AMIGO! ¡TE VAS A CASAR CON LILY! 

-Calma Padfoot –le dijo James sonriendo ante la reacción de sincera alegría de su amigo.

-¿CALMA? ¡TE VAS A CASAR CON EL AMOR DE TU VIDA!

-Sí, y creo que me acabas de ahorrar anunciarlo en el Profeta.

Sirius sonrió y volvió a sentarse.

-Pero, ¿cuándo se lo pediste?

-Ayer.

-¿Y dijo que sí?

-Sí. No lo dudó un momento.

-Excelente James, me alegra montones por ti.

-Me dio esa impresión –dijo James sonriendo- gracias.

-¿Y por qué no te acompañó Lily para darme la noticia? Hace mucho no la veo –dijo Sirius notando que generalmente, las parejas daban juntas esa noticia.

-Eso... – James se vio algo incómodo- es que preferí decírtelo yo, por si te molestaba.

-¿Molestarme? ¡Tonterías! –dijo Sirius- ¿cuántas veces tengo que decirte que...

-Lo sé, lo sé –dijo James rápidamente- no es eso. Es que queremos pedirte que seas nuestro padrino de bodas.

Sirius lo miró sin comprender.

-¿Y?

-Que pensé que tal vez te sentirías incómodo, y que si Lily venía no podrías decirle que no.

-¡Tonterías!... aunque, bueno, bien pensado es algo raro... ¡pero claro que acepto! A menos que a ti te incomode.

-Para nada –dijo James aliviado de la reacción de su amigo- no puedo imaginarme un padrino mejor.

-Pues yo tampoco –dijo Sirius- así que está hecho.

-Hecho.

-Y Prongs...

-¿Sí?

-Gracias.

James no tuvo necesidad de preguntar por qué. Conocía lo perfectamente bien a su amigo para saber que le agradecía haberle dado la noticia él solo.

°°°

Sirius estaba solo en su apartamento. El traje entero para la boda del día siguiente estaba listo en un gancho al frente de su cama. Él estaba viendo por la ventana mientras un aguacero torrencial caía sobre Londres. A penas unos cuantos carros y unos fugaces peatones se distinguían desde arriba.

El día anterior había sido la despedida de soltero. James debía estar en esos momentos en su apartamento con un ataque de nervios peor de los que tenía antes de las finales de Quidditch. 

Sirius sostenía una caja abierta en la mano y observaba no sin cierta melancolía los anillos de la boda. Él, como el padrino le correspondía guardarlos y entregárselos a James al día siguiente. No podía creer que al día siguiente su mejor amigo y ella..

Pero así era la vida. Así era como tenía que ser. Siempre lo había sabido. En esa lluviosa tarde lo había recordado todo tal y como había ocurrido... y ahora todo terminaba ahí.

Llamaron a la puerta.

Sirius se dirigió a abrirla extrañado. No esperaba a nadie, y menos bajo semejante diluvio. Al abrir no supo que decir. Una mujer empapada de arriba abajo lo miraba con un par de ojos de brillante color esmeralda enmarcados por unos cabellos rojo fuego que chorreaban agua lentamente. Lily Evans.

La chica no esperó ninguna indicación y sin siquiera saludar se abalanzó sobre Sirius y lo besó apasionadamente, cerrando la puerta tras si y empujándolo en el interior de la habitación. Sirius había sido tomado por sorpresa, pero finalmente reaccionó y la alejó de ella.

-Lily, ¿en qué estás pensando? ¡Mañana te casas con James!

-Necesito hablar contigo.

-Bueno, a eso yo no lo llamo exactamente hablar.

Lily bajó la mirada. Sirius entró a su cuarto y volvió con un paño.

-Ten –le dijo tendiéndoselo- estás empapada.

-Gracias – Lily lo tomó y se secó el pelo.

-¿y bien? –le preguntó Sirius.

-Tengo que confesarte algo. Yo... nunca perdí la memoria.

-¿Qué? – Sirius la miró con la boca abierta, sin poder creer lo que oía- pero Madame Pomfrey...

-O, en un inicio sí, tras la conmoción... pero luego empecé a recordar algunas cosas. Algo que tu dijiste el día que me rechazaste en la enfermería, y algo que oí después... me lo recordaron todo.

-¿Por qué no dijiste algo? –le preguntó Sirius tapándose la cara con las manos. Todo estaba derrumbándose. ¿Todo ese tiempo ella había sabido que...

-Necesitaba saber... necesitaba saber si de verdad renunciarías a mi. Por eso decidí invitar a James al baile...

-¿Todo ha sido una mentira?

-Necesitaba saber si de verdad sacrificarías lo nuestro. Por eso ese día en el baile te pregunté... pero no dijiste nada.

-Deberías odiarme...

-No pude odiarte. No cuando conocí a James, y entendí su amistad. Por eso le insistí a James de que tu fieras el padrino. Nunca podría James encontrar mejor amigo que tu. Cuando pasé tanto tiempo con James en la enfermería y lo fui conociendo supe que tenías razón, que ustedes eran hermanos, que eran iguales, y lo supe: si no tenía a uno, tenía que tener al otro.

-No Lily. No puedes venir aquí a decirme el día anterior a tu boda que no amas a James.

-Amo a James- dijo Lily con furia- claro que lo amo, más de lo que nunca pensé que podría hacerlo. Te estoy explicando los motivos por los que decidí salir con él, no por los que me caso con él.

-Es lo mismo.

-No –dijo Lily- no quiero que tengas tan mala opinión de mi. No habría acaparado los últimos años de la vida de James ni pensaría pasar el resto de mi vida con él si no lo amara. Lo amo, y sólo hay una persona que podría tener su lugar en mi corazón. Sólo una persona a quien podría amar incluso más...  tú.

Sirius cerró los ojos y enterró la cabeza entre los brazos.

-No quiero cometer un error –continuó la pelirroja- por eso te lo dije todo. Mañana me casaré con James. Y seré una mujer feliz, y lo haré el hombre más feliz del mundo. Y eso será lo correcto, a menos que...

Lily cerró los ojos y se acercó a él, que continuaba con la cara enterrada entre las manos.

-Vine porque tengo que hacerte una pregunta: ¿Me amas todavía igual?

Sirius levantó la cabeza rápidamente. Azul y verde se encontraron en la mirada más intensa que nunca habían intercambiado.

-No –dijo Sirius mirándola directo a los ojos. Luego se levantó y abrió la puerta- no Lily.

Lily asintió y agachó la cabeza.

-Bien. Te veo mañana en la boda. Insisto, no podríamos tener un padrino mejor...

Lily se dirigió a la puerta, pero antes de salir miró de nuevo a Sirius frente a frente. Se encontró con una mirada impasible. Salió rápidamente y Sirius pudo ver que sus hombros se encogían en un sollozo contenido. Volvió a acercarse a la ventana y pudo verla salir del edificio. En medio de la cortina de lluvia vio aquel cabello rojo fuego perderse entre la gente lentamente, como si ni la lluvia ni el frío importaran.

-No Lily Evans… -dijo con un suspiro ahogado- te amo todavía más.

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¡Ahí está! ¡Lo terminé! ¡Lo terminé! ¡Lo terminé! ¡Lo terminé! ¡Lo terminé!

¡Estoy feliz! Es el primer fic que acabo.

Espero que les haya gustado. Me gusta mucho el final, aunque puede que a algunos no les haga mucha gracia, pero a mi en lo personal me gusta como quedó.

Gracias a todas las personas que han leído y seguido esta historia. Es para todos ustedes. Espero verlos de nuevo en algún otro fic, aunque este no deje de ser especial...

Fue el cuarto que empecé y el primero que acabé.

Retomando el sentimentalismo (que en el fondo creo que a todos nos gusta) quiero dedicar este chap a: Herms25 (gracias por las indicaciones), Nicky-Potter (gracias por seguirme en todos mis fics, ¡eres genial!), Agus (¡eres maravillosa! Gracias por los ánimos) , Maky-Filth, Cmi-Weasley, Andrea (¡Amiga, al fin termino una historia!) , Claudia Black, Argie, Lily4Ever (gracias por tus ideas, ¡guapa!) , Valery Riddle (o debo decir Valery Riddle-Lupin) , Car-o-line, Herms Malfoy y todas las personas que han seguido la historia y me ha dado apoyo y ánimos. GRACIAS. 

Bueno, creo que eso es todo. Gracias una vez más. Por favor, su no es mucha molestia dejadme un review. Prometo contestarlos en un capítulo extra que serán solo las contestaciones (lo siento, en serio termina ahí). 

Os quiero!!!!!

Sara Fénix Black.