N/A: Hola otra vez! Bueno aquí les traigo el tercer capítulo, espero que les guste... De partida quiero agradecerle a todos aquellos que me han dejado un review... la verdad es que me ayudan a "inspirarme", además de subirme el animo y sacarme de la depre en que quedo después de terminar los capítulos, ni me pregunten por que quedo así...   yo creo que es por el nerviosismo... jeje  n_n, además me gustaría ofrecerles una disculpa ya que he tardado muchísimo en subirlo... pero la verdad es que no había podido por que me fui de vacaciones y mi cabeza no producía ni una sola idea  salvable, además mi compu había tenido un "pequeño accidente" que no me permitía utilizar al pobre. Por todo esop! Soryyyyyyy!!! Si?

Disclaimer: Obviamente Inu-chan y todo lo demás no me pertenecen a mi!! (que lata da repetir eso... entro en más depre al recordarlo... snif ;_;) son propiedad de la gran sensei Rumiko Takahashi .

Aquí los dejo con el tercer capítulo de mi fic... espero que sea de su agrado, las (" ") se refieren a los pensamientos de los personajes y los (  ) son mis intervenciones, y dale yo con meterme en la historia!...

Descubriéndome

************En el capítulo anterior***************

El hanyou miro de reojo a Kagome que sin ninguna prisa, acercaba su rostro al de él, se veía tan hermosa así, con sus ojos cerrados y esa boca que pronto solo él tendría el gusto de probar... sus labios estaban a solo milímetros de distancia... ya casi se rozaban... cuando...

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¿Los conozco?

- Kagome!!!! ¿Qué te sucede?... responde!!!!!- gritaba desesperado Inuyasha, al ver que  la joven en sus brazos, se desvanecía instantáneamente y a solo unos pocos milímetros de sus labios.

No entendía que había sucedido, estaban a punto de... besarse... – al pensar en

esto, Inuyasha se sonrojo inevitablemente- "estuve tan cerca, sus labios ya eran míos..."- se repetía incansablemente-. Aaahhh!! Cómo se me ocurre pensar en eso en este momento!!!??- se reprochaba asimismo, mientras tomaba el cuerpo momentáneamente inerte de Kagome en sus brazos y se disponía a cargarla a la cabaña de la anciana, procurando no mirarle directamente a la cara, ya que no estaba seguro de lo que su propio cuerpo le llevaría a hacer mientras su mente le jugaba horribles jugarretas relacionadas a lo sucedido- "este no es el mejor momento para pensar en el... ¿beso?"- aunque el hanyou trataba incansablemente de dejar de pensar en eso, sus intentos eran apaciguados rápidos y sin mucho esfuerzos por algo muy poderoso, que era ni nada más ni menos que... su propia voluntad.

MENTE DE INUYASHA

- "O  Dios!!! De verdad sería un beso!!... un beso como el que él siempre deseado secretamente, como el que tantas noches lo había despertado del dulce país de los sueños, para llevarlo a una realidad bastante distinta y lejana a lo que él, Inuyasha vivía en ese momento, ya que se encontraba en una ardua lucha con su propio yo, quien trataba de persuadir al joven para que se decidiera de una vez  y besara a su tan queridísima Kagome mientras dormía tranquilamente.

- "No podrás conmigo... por que yo soy tú, y bien sabes lo que quieres... yo solo te ayudo a manifestarlo"- decía el otro yo de Inu con una sonrisa pícara.

- "Ja! Yo jamás sería capaz de besar a Kagome mientras está dormida, eso es una       falta de respeto para ella!- refutaba enérgicamente el hanyou, trantando de convencerse también a él mismo.

- "Bien sabes que es cierto... solo que aún no lo reconoces... vamos... hazlo... nadie lo sabrá...- susurraba en su oído su propio interior (puede ser eso?? Que tu propio interior te susurre!!!!Dios... cada día caigo más bajo!!!)

- "No lo haré!! No lo haré!!- mascullaba Inu mientras cerraba sus ojos para tranquilizarse y subía ampliamente el tono de su voz- quiero que salgas de mi cabeza en  este instante... no me molestes más!! Yo diré cuando sea el  momento apropiado..." gritaba interiormente a su otro yo- "vete!! Vete!!"... desaparece en este mismo instante!!!!!- fulmino el joven... mientras sentía un alivio enorme.

Nadie le arrebataría el momento apropiado, ni lo apresuraría a nada... nadie... ni mucho menos él mismo... eso no!!

- Bien ya basta de tanta confusión, lo mejor será llevarme a Kagome, ya  esta atardeciendo y no sería razonable exponerla al peligro de la noche...- señalo el joven... quien de una vez miro a la joven que dormitaba placidamente en sus brazos. Por primera vez... desde que reconocía que de una u otra forma, sentía una extraña atracción por ella... no sintió impaciencia... ni mucho menos escucho nuevamente a la molesta voz de su interior... solo la miró con ternura y beso  su frente mientras susurraba pausadamente- No te preocupes... yo descubriré a quien te hizo esto... y me encargare de descifrar lo que realmente siento... – finalizo. Entre tanto miraba el cielo y sonreía conforme... para dedicarse a si mismo palabras tranquilizadoras- calma... aún hay tiempo... no te apresures... ese será tu peor error..

Continuo caminando con ese semblante de conformidad y paz... es verdad... solo era

cosa de tiempo para que todo se revelara ante sus ojos... solo tiempo...

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- Tranquilos... yo sé que Inuyasha y la Srta. Kagome están bien- exclamaba calmado Miroku, mientras bebía con igual serenidad el té que la anciana Kaede había preparado.

- No sé... tengo el presentimiento de que a Kagome le ha pasado algo... además ya esta por oscurecer... cuando entramos a la cabaña, Inu se llevo a Kagome a hablar en otro lugar... quizás los atacaron- añadía Sango a la vez que se asomaba por la entrada para poder divisar a sus amigos.

- Sango... me parece que te preocupas demasiado- agregaba Shippou, quien comía ansiosamente.

- Ustedes son unos desconsiderados!!- gritaba la exterminadora con el ceño fruncido- nadie asegura que algo les haya pasado y...

Pero las palabras de Sango fueron acalladas por la anciana, quien intervenía por primera vez en la conversación...

- Debes dejarlos y confiar más en ellos.... entiendo que estés preocupada, pero tienen mucho de que hablar... es normal que se retrasen... además, estoy segura de que Inuyasha defendería a Kagome de cualquier peligro, no intervengas- contó terminantemente  la anciana Kaede convenciendo finalmente a la exaltada joven, quien se sentaba junto a sus compañeros para esperar la llegada de sus amigos.

- Lo sé... pero créanme... algo ha pasado... tengo un mal presentimiento de esto- decía Sango para dar por terminada la conversación, mientras los últimos cálidos rayos de luz se escondían tras el horizonte.

- Ya verás que Inu llega luego con...- hablaba el pequeño youkaicito, pero algo interrumpió lo que decía, una suave y helada brisa... – "seguramente es Inuyasha"- pensó. Pero al voltearse, contemplo una escena que lo dejo helado. Si era cierto... era Inuyasha, pero que había sucedido con Kagome, estaba en brazos de él y desmayada!!!.

- Anciana Kaede!!!... algo le ha pasado a Kagome- pronunciaba impulsivo Inuyasha en un borde de la puerta, con una muy pálida Kagome en brazos que recostaba rápidamente en un delgado colchón- "no creía que fuese algo grave... diablos! Soy un estúpido! Un completo imbecil!!"- se recriminaba el hanyou.

- Kagome!! ¿Qué te ha pasado?...- gritaba Sango al ver a su amiga en ese estado- Inuyasha!... se suponía que tú debía cuidarla!- lloraba mientras arrojaba una dura expresión.

- Buaaaa!!! Kagome!!!, que te ha hecho este perro tonto??- chillaba Shippou sin control alguno.

Inuyasha no respondía ni a los gritos de Sango y mucho menos a los lloriqueos de Shippou,  estaba muy ensimismado como para poder entender lo que ellos decían... realmente la culpa lo comía... ¿cómo se le había ocurrido demorarse tanto en llevar a Kagome a la cabaña?... había tardado demasiado... quizás tenía algo serio!! Y todo era su culpa... Kagome era una humana, no un hanyou!!... no pudo ser más irresponsable  y egoísta su actitud, iba tan concentrado en sus pensamientos, que olvido que la joven había desmayado repentinamente, cuando ya ella se encontraba  pálida, recordó la urgencia del asunto...

- Inuyasha... Inuyasha.... Inuyasha. Responde...- hablo el monje interviniendo en los pensamientos del joven mitad bestia.

- Aaah? Que dices Miroku?- contesto desganado Inuyasha.

- Que, que le ha pasado a la Srta. Kagome?- pregunto.

- La verdad es que no lo sé... de un momento a otro se desmayo- respondió fríamente el hanyou.

- Así como así?...- interrogo nuevamente.

- Pues si, estábamos conversando... cuando sin pensarlo dos veces la voltee para que me viera a los ojos... después de eso... bueno... nos íbamos a...a... be...- intentaba decir Inu, pero el monje lo interrumpió con una mirada de picardía, añadiendo...

- La palabra es BESAR por esas casualidades de la vida?- consulto con malicia al vislumbrar la cara enrojecida de Inuyasha.

- Bueno... pues la verdad... la verdad....sss-ssi- respondió notablemente avergonzado.

- Joven Inuyasha!!! Lo felicito... eso significa que estamos progresando!!- dicho esto abrazo al aludido dándole unas leves palmadas en la espalda- La Srta. Kagome es un muy buen partido... luego, no nos daremos cuenta y ya tendremos a pequeños Inus y Kagomecitas corriendo aquí, a nuestro alrededor, y a una linda pareja tomada de la mano!!- sugirió alegremente el monje... lo que de verdad descoloco totalmente a nuestro protagonista.

- Que estas sugiriendo monje pervertido!!! Yo no soy ningún libidinoso como tú, por el contrario... yo respeto a Kagome- respondió orgulloso.

- Aaahhhh... entonces... eso significa que ya hay algo entre tú y ella no?- continuo.

- ¡¡¿Qué?!! No, no, no!!... yo no tengo nada con ella- agrego nervioso Inu-chan moviendo la cabeza de un lado a otro en forma negativa.

- Que bien!! Eso significa que aún hay una oportunidad para mi...- menciono Miroku con los ojos llenos de estrellas- bueno... no solo para mi. Sino que para Kouga y ese joven de la época de ella, creo que se llamaba Hojo. Si! Ese era su nombre.- devasto totalmente el monje, con una expresión de decepción.

Inuyasha analizo muchas veces la frase... y aunque trato de responder de una forma que no sonara comprometedora y que no demostrara los celos que sentía, le resulto imposible, lanzando lo primero que se le vino a la mente, lo que ciertamente no es lo más efectivo si no quieres que un monje sabelotodo y experto en las mujeres, te humille totalmente.

- El desgraciado que se atreva a tocar  a MI Kagome tendrá que enfrentarse conmigo- contradijo furioso el hanyou con un semblante que dejaba a ver una mezcla de furia y decisión.

-    Ay... Inuyasha... te falta aprender a ser más sincero... cielos! Eres como un niño... madura por favor- finalizo Miroku, mirando a Inuyasha con cara de "pobre Srta. Kagome, lo tiene que aguantar....la compadezco"mientras se levantaba e iba a preguntar por ella. Pero la verdad se sentía contento... había animado a su amigo, y aunque fuese a su manera, parece que había sido efectivo, ya que veía a Inuyasha gritándole a todo pulmón un montón de insultos- Logre mi cometido...- susurro.

Mientras que Inuyasha continuaba lanzándole una tonelada de maldiciones para luego sentarse en su esquina habitual, en espera de la anciana que diría que es lo que tenía Kagome.

- Este tonto de Miroku... como le gusta molestar- se dijo molesto Inuyasha.

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Una joven de cabellos negros y largos rondaba cerca del lugar de los acontecimientos, con los pies descalzos y un semblante sombrío que dejaba a ver su rostro lleno de agonía y tristeza, haciéndose paso por entre los árboles que aprisionaban la estadía de su alma en este lugar terrenal.

De la nada, la joven se detuvo... miro a su alrededor, y vislumbro un centenar de luces que se acercaban lentamente a su ser... eran almas... almas cargadas por un espécimen extraño capaz de arrebatarlas y obtenidas de mujeres que sufrían tanto como ella, una a una se introdujeron a su cuerpo... la joven abrió pausadamente los ojos... para dejar ver nuevamente su expresión triste y perdida, sin embargo esta vez hubo una diferencia... la joven torció sus labios en una sonrisa malévola y satisfactoria...

- Esta es mi oportunidad... ya pronto hará efecto mi conjuro... y yo y ella volveremos a ser una, claro que yo tomare el control sobre esa entrometida... no podrá hacer nada para anular mi plan... no esta vez... tonta, ya verás como Inuyasha será mío.- La sacerdotisa conocida como Kikio, continuo caminando sin rumbo fijo momentáneamente con una sonrisa extraña en su rostro.

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- Que hago aquí??... que me paso??- yo estaba con Inuyasha, cuando algo me golpeo la cabeza...- toco el lugar donde había sido golpeada, pero no sintió dolor... sino que... nada, completamente nada.

La chica se paro del sitio en donde estaba, algo le decía que no debía estar ahí, pero no conocía la forma para escapar... Si hubiese sido un día de campo, este lugar hubiera sido el ideal, un hermoso campo de flores silvestres con árboles de todo tipo- A los muchachos les encantaría este lugar, sobre todo a Inuyasha... jeje es un goloso, comería de cada fruto de estos árboles sin parar- su mente reacciono! se percato de que estaba sola, la invadió el pánico. Es cierto, ella sentía que ese lugar era un tanto extraño, pero no había sentido tanto miedo... miedo de estar sola, completamente sola...

- Inuyasha!!! Inuyasha!! Dónde estás?? Responde- gritaba paranoica la joven con sus manos abrazándola, ella era su única compañía, nadie más que ella- por favor... alguien... Miroku... Sango... Shippou... Inuyasha!!!- corrió... corrió lo más que pudo... tratando de dejar atrás esa soledad... sus pasos la condujeron a un árbol... – "Ese árbol... es el árbol sagrado!! que bien!! debo estar cerca de los muchachos"- pensó alegremente Kagome. Pero cuando pretendía ir en dirección de la cabaña de la anciana Kaede, algo la detuvo y le hizo voltear para ver lo que era... lo que vio la dejo perpleja, era Kikio... esa miko abrazaba tiernamente a Inuyasha quien parecía estar perdido en la nada, mirando el vació- Inuyasha... ¿Qué te sucede?- grito Kagome al ver al joven en ese estado para luego dirigirle una mirada llena de rencor a su "querida" acompañante- ¿Qué le has hecho Kikio?.

La figura de la Miko acerco más su rostro al de Inuyasha sin pronunciar ni una sola palabra, casi rozando sus labios con los de él.

- No te atrevas Kikio!!!, no lo hagas!!! por  fav...- se detuvo.

Repentinamente sus ojos se nublaron, su mente decía una y mil ideas locas... sus piernas no respondían y sus sentidos estaban anonados, de seguro esto era una  mala broma, lo que veía no era cierto... Inuyasha era quien esta vez besaba a Kikio, por el contrario de otras veces... él había sido quien había tomado la iniciativa y había tomado a Kikio por la cintura para acercar sus labios a los de ella, Kikio no lo había obligado a nada!- Inuyasha?? que haces?- pregunto confundida la reencarnación de la miko. Intento acercarse a ellos y separarlos, pero mientras más corría, ellos más se alejaban, si esto era un sueño... por favor que alguien la despertara!! y rápido...

Kagome paro en seco sus pasos, mientras que levantaba la vista llena de dolor y cubierta de lágrimas.

- Quiero... quiero... olvidar a Inuyasha!!- grito finalmente Kagome, aburrida de tanta confusión, lo último que recordó fue que cayo sobre las flores silvestres que la arrullaron como a un felino, después... todo fue oscuridad...

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- Anciana Kaede... ¿Qué es lo que tiene Kagome?- repetía incansablemente Sango, mientras le cambiaban los vendajes puestos en su cabeza.

- La verdad mi niña... es que no lo sé, pero si tengo entendido que no corre peligro, fue solo un desmayo... quizás el joven Inuyasha exagero un poco, se nota que la quiere mucho- sonrió graciosamente la anciana, lo que tranquilizo de sobremanera a la exterminadora.

- Que bueno... yo ya temía lo peor- exclamaba una menos histérica Sango- por cierto... ¿Dónde está Inuyasha?.

- Me parece que está afuera con Miroku, seguramente trata de subirle los ánimos al pobre de Inuyasha- hablaba la anciana Kaede entretanto mojaba un paño y lo depositaba en la frente de una dormida Kagome- lo que si me preocupa es que la Srta. Kagome estaba muy inquieta mientras la atendíamos... quizás tenía un mal sueño... pobrecita.

- Si... de seguro fue culpa de ese perro de Inuyasha, es un cabeza dura con muy poca delicadeza- afirmaba Sango, mirando hacia la entrada de la habitación contigua, donde estaban Inu-chan y Miroku.

- Son una pareja muy cómica...- susurro la anciana a Sango, para que el oído desarrollado del hanyou no alcanzara a oír.

Sin embargo unos fuertes y atropellados pasos se acercaron a la entrada, dejando al descubierto a un muy sonrojado e irritado Inuyasha.

- Qué estas diciendo anciana???!!!!- vociferaba con energía el mitad bestia.

- Aaaa joven Inuyasha... veo que está muy interesado en escuchar conversaciones ajenas, mas aún si se tratan de esta joven- apunto la anciana a la pasiva Kagome.

- Feh! Que cosas dices anciana??!! yo no soy ningún entrometido- grito Inuyasha dejando entrever su enojo y preocupación por la muchacha.

- Ya, ya... joven Inuyasha... no se moleste con la anciana Kaede... si tan solo era un comentario, además no vas a negar que te importa lo que le sucede a la encantadora Srta. Kagome- dicho esto, Miroku le lanzo una mirada picaresca.

- Inuyasha... hasta yo soy más maduro que tú y ten en cuenta que solo soy un pequeño e indefenso niño- expresó Shippou, mirando burlescamente al "orejas de perro".

- Inuyasha! no estás ayudando en nada... mejor vete... y deja que Kagome siga descansando- recrimino la exterminadora, quien ciertamente andaba con un genio de lo peor.

- Si, si, si... ya me voy...- pero cuando Inuyasha disponía a desalojar, un pequeño grito produjo silencio en la habitación.

- Noooo!! quiero olvidar!!!- grito adormilada Kagome, con los ojos bien cerrados.

- ¿Qué te sucede Kagome?- gritaron todos al unísono, mientras rodeaban a la chica que había gritado esas palabras.

La joven, entreabrió sus ojos suavemente, se sentó en el colchón y miro a su alrededor como si nada, seguramente aún se encontraba dormida . Luego... solo sonrió... lo que siguió después dio el broche de oro... Kagome observo todo y a todos detenidamente, especialmente a un joven con orejas de perro... finalmente, sus labios se abrieron para dejar fluir las palabras...

- ¿Quiénes son todos ustedes?- susurro con voz adormilada y confusa- ¿Los conozco?...

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Si!!! al fin esta listo este capítulo... por fis no quiero que me maten, pero es la verdad que mi compu se había hechado a perder, menos mal que alcance a salvar el fic por esas casualidades, pero no estaba completo.

De nuevo ofrezco mis mas sinceras disculpas por la demora, en serio...

Cambiando de tema... como voy? ya está mejor la cosa... aunque me parece bastante monótono el fic... pero todo es culpa de mi cabecita, que no hace nada para superarse... pero buenop! que más da...u_u.

Lo que sea que tengan que decir... díganlo en un review. Espero que les haya gustado este capítulo... aaahh!! se me olvidaba, disculpen a todos los que quieren que ponga más escenas de Sango y Miroku por que en este capítulo apenas aparecen, les prometo que haré un capítulo especialmente dedicado a ellos... solo les pido tiempo... please.

Ya ahora si. Review por fis y hasta el prox. capítulo(quien sabe cuando aparecerá) no escribo un adelanto, por q no sé aún que voy a hacer.

Gracias por los review recibidos. esop!! chaooooo...