Título: Regresaré


Autor: Feuer Dunkles


Sumary: Cometió un error, y su conciencia lo traiciona. Acepta la ayuda de un amigo, sin saber que ésta, puede acabar con su vida. Y aunque así lo hiciera, no evitará que regrese.

Declamier: Éste Animé no me pertenece. Simple y sencillo.

Advertencia: YAOI

Nota
: AU (Traurig, había olvidado colocarlo anteriormente)

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


Abrió los ojos, sólo para encontrarse con una tela blanca cubriendo el alrededor. Nada, no había nada, ni siquiera gravedad, por lo que su cuerpo... no, ese no era su cuerpo, era su alma, no tenía forma, pero sabía que existía. Su alma flotaba sin ningún destino por delante, de pronto, todo se volvió negro; a lo lejos escuchó el llanto de algún pequeño, y sin saber exactamente el por qué, se propuso a alcanzarlo.
¿Avanzaba o retrocedía? No sabía en que dirección estaba yendo, y la verdad no le importaba, después de todo ¿Había tiempo o dirección en aquel lugar?

Continuó; pronto, una luz cegadora nubló su visión por unos instantes, y al aclararse la atmósfera, reconoció aquel lugar, como los llamados hospitales, allí en la Tierra.

Notó a una mujer, sus ojos eran cubiertos por sus párpados, y éstos a la vez, lo eran por una cabellera abundante, de color rojo gastado. Su piel, parecía volverse con un tono verdoso poco a poco, sabía él lo que sucedía; aquella humana estaba muriendo, y no pasó mucho tiempo, cuando un sonido caló su audición. Éste, provenía de alguna máquina, cuál se encargó de anunciar que los signos vitales ya no seguían con vida.

Una tristeza no característica lo embargó, sintió un calor tras de sí. Volteó y se encontró con lo que él creía, otra alma. De alguna forma, pareció sonreírle; luego, se iluminó, para impulsarlo al niño que su antiguo cuerpo aún levaba en brazos. No encontró fuerzas para regresar, y cuando se dio cuenta, atravesaba la frente del pequeño, y abría los ojos.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Con lo primero que se encontró, fue con el cielo raso de alguna habitación. Trató de recordar algo, no sabía que era lo que quería recordar exactamente, pero de lo que estaba seguro era que no tenía recuerdo alguno, como si acabara de nacer. Se levantó, quedó sentado, explorando la habitación. Había una mesa de luz a su lado con un portarretratos; al tomarlo lo miró detenidamente, allí se encontraban dos personas. Un chico, de aparentemente 19 años o más, y uno pequeño, o no tanto, por lo que él creía, tendría unos 14 años.

Se puso de pié y caminó hasta un armario que había a un extremo del dormitorio. Lo abrió, encontrándose con su propia imagen reflejada en un espejo de cuerpo entero. Se miró de arriba a abajo, sin perder detalle. Su cabello era rojo, sus ojos azul cielo intenso y su piel traía una tonalidad muy pálida. No dejaba de contemplarse, hasta que el rechinar de la puerta lo obligó a mirar a sus espaldas.

Reconoció al muchacho como el mayor de la fotografía, quien llevaba un color de piel tan o más pálido que el suyo, cabello y ojos lavanda... Sus miradas se entrelazaron, ambos rostros serios parecían no querer cambiar de mirar. Unos instantes, hasta que el otro joven habló: - ¿Yuriy? ¿Ya te encuentras mejor?- No respondió ¿Yuriy? ¿Quién era ése tal Yuriy? Su nombre era Rei... ¿Rei?: - ... Yo...- Sus pensamientos se perdieron en algún lugar: - em...- No sabía que responder, ¿Se encontraba bien?: - Si...-

Empezaba a sentirse nervioso, quien estaba frente a él no parecía convencido, pero para su propio alivio, no preguntó nada más: - Debes comer algo, te espero en la cocina- Y desapareció después de cerrar la puerta.
Suspiró, trató de relajarse, pero no podía. No sabía quién era ni él mismo...


Salió de la habitación, caminó a través de un pasillo, deteniéndose frente a una puerta. Algo dentro de él le decía que debía entrar, mientras que una parte de su mente sabía que eso no era correcto y que no tenía que hacerlo, pero no prestó atención a ésta última advertencia.
Se abrió paso al lugar, girando la perilla. La luz del corredor iluminó levemente el adentro, los muebles estaban casi exactamente como en su propia recámara, cerró la puerta al entrar.
Recorrió el lugar, y sobre un buró encontró un cuadernillo. Lo tomó y hojeó las primeras páginas. Era un diario íntimo. Empezó a leer las líneas de comienzo: "Abrí la puerta y ahí estaba él, sabía a que venía..."

No pudo leer más, la puerta se abrió de par en par, mostrando a un acompañante no muy complacido. Se acercó con el rostro fruncido por el enojo, le arrebató el diario y señaló hacia el corredor: -¡¡LARGO!!- No dio ninguna explicación, y el más pequeño no la esperó, salió inmediatamente, con el corazón en la garganta.

Respiró agitado, y bajó corriendo unas escaleras al final del pasillo. Cuando llegó hasta abajo, un sentimiento extraño lo embargó. No sabía de qué se trataba, sacudió sus pensamientos. Si seguía a ese paso, se volvería loco... ¿O ya lo estaba?...
Suspiró. Un aroma a café llegó a sus sentidos, y guiándose con éste llegó hasta la cocina. En la mesa de la mencionada, encontró, efectivamente, un par de tazas con el líquido negro humeando.

Tomó una entre sus manos, y vio en ella un nombre grabado: "Boris". Observó la otra, y en ésta decía: "Yuriy" Tenía que convencerse a sí mismo... él, era Yuriy...

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Feuer: Mmm... Esperaba que fuera más largo, pero es que quiero que dure un poco más... Con éste episodio ya se aclararon quiénes son los personajes. Danke a Dark Lilith Evolution, a Lia-Kon-Neia, Mikael Mudou y Sweet Mary Angel. Auf Wiedersehen!