Hola¡¡¡ Bueno, aquí de nuevo ¿me tarde? Espero que no, sorry si es así ^_^U. Bueno, ahora reviews.

* MEIKO: Hola estúpida¡¡¡ Que sí, que aquí continúo. Sí, solo a mi se me ocurre alargar cinco fics que supuestamente eran d eun capítulo, pero qué le voy hacer ya... además, no me quedan tan mal ¿no? Al menos eso espero... Venga, esto para ti guarra, que te quiero mucho.

* Fatima Gochi: Creo que llegará el día, en el que solo escriba para recibir un review como el tuyo, me encantan¡¡¡¡¡ ¿en serio reíste tanto con Harry vestido de mujer? A mí me gusta mucho esa parte... bueno, para ti el capítulo 3, besitos¡¡¡¡

* ^nan^ : Hola¡¡¡ A ver, que el Conde Flitwick es primo de Lady Mcgonagall, no de Ginny. El padre de Harry y el padre de Draco sí son primos, ellos son primos lejanos... más o menos... Bueno, que ya me estás liando y todo¡¡¡¡ Me gusta mucho tu review, muchas gracias por todo¡¡¡ beshitos¡¡¡

* Yussi: Quilla¡¡¡¡ Que no me pongo melodramática tranquilidad¡¡¡ No te vaya a dar un yuyu¡¡¡¡ A Harry le queda mucho por sufrir, a Ron igual y a Draco de paso... PERO por diferentes motivos. Cho aparecerá, al igual que varios personajes más.... y los secretos... y sorpresas.... bueno, ya lo verás¡¡¡¡

* Melania Weasley: Hola¡¡¡¡ Bueno, de momento aquí tienes el tercero, aunque ya tengo hecho hasta el quinto. Paciencia ¿ok? Gracias por todo hija¡¡¡ Besos¡¡¡

* Malale: Chiquilla, que tampoco está tan bien la historia¡¡¡ Por cierto, que soy de donde tu, de Cádiz, gaditana de pies a cabeza, viva la Tacita de Plata¡¡¡ Hermione aparece en el quinto capítulo y Ginny... bueno, intento desentrañar algo de su pasado en éste capítulo. Besitos y gracias por todo¡¡¡¡

* PATTY : Mi maravillosa amiga chilena¡¡¡¡ Bueno, muchas gracias por alabarme, pero creo que te has excedido un poquito mucho... Si te digo la verdad, no tenía intención de meterle magia, es que ni siquiera lo he pensado, pero me has dado una gran idea que ya va cogiendo forma y... ay no¡¡¡ Mejor que lo leas más adelante. Gracias mi niña¡¡¡¡

* Jessi Weasley: Hermione aparece en el quinto capítulo y... causa serios problemas a los protagonistas, bastante graciosos... bueno, mejor no te cuento, ya leerás, paciencia¡¡¡ Gracias y besitos¡¡¡¡

Ahora sí, ya os dejos con el capítulo. Espero no defraudaros, por favor, no me matéis¡¡¡¡ Es el tercero.... paciencia...

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CAPÍTULO 3

Hogsmeade era una ciudad legendaria, conocida en todo el mundo porque jamás tenía descanso. Sus habitantes estaban ajetreados día y noche y apenas podías andar entre la multitud. Los comerciantes levantaban sus tiendas en la avenida principal, mientras las campanas de la iglesia repicaban para llamar a los fieles a misa. Los niños corrían felices al puesto de golosinas del señor Honeydukes, mientras las madres regateaban telas para sus vestidos del Domingo con madame Malklin. Pero si ibas a la capital de Hogwarts, no podía pasar desapercibida su cantina, "Las Tres Escobas". En ella se encontraban ahora tres personajes muy singulares entre ellos.

Ron comía con ansias un muslo de su pollo, Harry miraba asombrado aún a Ginny, y ésta observaba a su hermano con una dulce sonrisa en su rostro. Todos en el bar echaban miradas de reprobación a la pelirroja, pues se sabía que estaba prohibido la entrada a mujeres.

- Te dije que no debíamos venir - comentó Ron, antes de beber de su copa de vino y tirar los huesos a unos perros que había atados en un rincón del bar. - Mira tu amiga, fue lista y no quiso venir con nosotros.- Ginny se encogió de hombros, indiferente.

- Yo no veo ningún cartel que diga "prohibido las mujeres" - se echó hacia delante, como si fuera a comentar algo confidencial - Y quién quiera echarme de aquí - hizo una pausa, mientras pasaba su mirada de Ron a Harry. - que lo intente.

Harry tragó saliva, estremeciéndose y Ron comenzó a reírse. Ginny solo tamborileaba en la vieja mesa conservando su semblante dulce y sereno.

- ¿Dónde quedó esa chica bajita que me perseguía a todas
partes? ¿Qué has hecho con ella?

Esta vez fue Ginny la que rió, pero Harry pudo notar un deje de tristeza.

- Ella quedó atrás el día que partimos para Francia, hace ya
doce años.

El pelirrojo calló y Harry tenía la vista fija en el suelo, sucio de vino y barro. Recordaban ese día, cómo olvidarlo.

Los Weasley era una familia muy respetada en la región. Eran honrados y tenían una pequeña huerta en la que cultivaban sus propios alimentos. Pero cuando llegó la época en la que la comida comenzó a escasear, la Corona los echó de su propia casa. Fue por esa razón, por no morir de hambre, por la que Harry y Ron se hicieron ladrones. Su fama fue en aumento desde que consiguieron robar todo el oro procedente de Cartagena de Indias a su camino hacia Hogsmeade. Era una gran fortuna, que Ron repartió equitativamente a todo el pueblo. Con ello se ganó el respeto de sus vecinos, y poco a poco, de todo el Reino, que intentaban ocultar el paradero de los chicos a toda costa.

Aquello hizo que el rumor de que un par de bandidos robaban a los ricos para entregárselo a los pobres se extendiera, hasta llegar a la corte. El Rey Lucius, furioso por no poder recuperar su oro, subió las rentas y puso precio a las cabezas de Harry y Ron. Por ésta razón, no pudieron salir del país con los Weasley, que pasaron la frontera como una familia más, entre un cargamento de vino que se dirigía a Francia a bordo de"La Esperanza" un barco que zarparía esa misma noche para no volver más.

- ¿Por qué regresaste, Ginny? - La chica le miró. Sus ojos marrones clavados en los verdes del chico, su melena pelirroja cayendo lisa por la espalda con un pequeño adorno dorado a un lado, y sus pecas en las mejillas sonrosadas. Había cambiado, y algo en el estómago de Harry se retorció.

- Soy la dama de compañía de Lady McGonagall, y dónde va ella voy yo. - su tono ya no era cordial y el chico comprendió que de esa manera intentaba zanjar el asunto.

- ¿Cuánto tiempo permanecerás en Hogwarts? - preguntó Ron, intentando calmar el ambiente, mientras sonreía a una camarera que pasó por su lado contoneándose coquetamente.

- Hasta que termine el Torneo de los Tres Caballeros - El pelirrojo la miró entrecerrando sus hermosos ojos azules, como intentando adivinar si su hermana decía la verdad.

- La época de Torneos acabó hace ya tres meses. - Ginny bebió de su copa y negó con la cabeza.

- Este Torneo es especial. - volvió a echarse hacia delante y bajó la voz, casi en un murmullo, para que solo los dos chicos la escucharan - se dice que quién gane recibirá como premio el Corazón de Dragón.

Harry tiró su copa de vino y Ron se atragantó con el trozo de pan que se llevaba a la boca y que acabó escupiendo, llevándose una maldición por parte de un cojo, al que le cayó el trozo en su plato.

- Te estás quedando con nosotros - le dijo su hermano con los ojos abiertos de la impresión, mientras Harry miraba a Ginny suspicazmente. Ella rió.

- Hombres¡¡¡ - dijo más alto de lo normal y suspiró - sois capaces de creer una mentira, pero no veis la verdad cuando la tenéis justo enfrente. - echó su larga melena hacia atrás y prosiguió - Éste Torneo lo organiza el Rey Lucius, con el propósito de reunir a los nobles más poderosos de los Reinos vecinos para competir. Con ellos vendrán sus hijas - con la daga de plata grababa en la mesa su nombre, mientras el mesero la miraba con severidad, pero sin hacer ningún comentario - y de esa manera el príncipe Draco elegirá a una para casarse. - miró a los dos chicos que esperaban expectantes que continuara con la historia - El Corazón de Dragón, como sabéis los ladrones - sonrió - es un rubí del tamaño de un puño, que se encontró en el fondo del lago Hayden, situado en una de nuestras colonias del Mar Caribe. Se dice que posee ciertos poderes... poderes inimaginables.

Harry silbó, impresionado por lo que la chica contaba y Ron hizo una mueca divertida, que su hermana interpretó como disconformidad.

- Eso es mentira, si fuera así el Rey no la entregaría como
premio.

- Solo una persona de corazón puro puede desatar la magia de la piedra, y ni su hijo ni él lo tienen, eso tenlo por seguro. - Ron asintió y Harry lo observaba.

- Ni se te ocurra - dijo de repente, sacando de su ensimismamiento al pelirrojo, que ya dibujaba en su rostro una sonrisa maliciosa - Conozco esa mirada, conozco esa sonrisa. NO vamos a robar esa piedra. ¿Sabes lo peligroso que resultaría? Se nos echaría encima toda la guardia real, además ¿cómo piensas hacerlo? Y tu lo que menos puro tienes es el corazón, ¿sabes que por tu cabeza dan doscientos galeones? Y si participas se la darás en bandeja de plata.

- Puedes presentarte como participante - dijo Ginny, ignorando el comentario de Harry - Claro que tendrías hacerlo como un noble, pero eso es fácil - hizo una mueca que asustó a ambos chicos - Sé quién podría falsificarte un árbol genealógico con ocho generaciones de condes y barones.

Ron se levantó y le dio un sonoro beso a su hermana en la mejilla. Harry negaba con la cabeza.

- Vosotros... locos, eso es lo que sois, unos locos.

- Dentro de tres días saldrá un comunicado de la casa Real anunciando el Torneo. - Ginny cogía su capa de terciopelo roja y se la ataba con elegancia - Espérame esa misma noche dónde hoy nos encontramos, y te entregaré el certificado - Ron asentía impasible a lo que decía su hermana - Hasta entonces escóndete en el Bosque Prohibido.

Ginny le abrazó y le besó con ternura.

- No sé por qué me ayudas en todo esto - le dijo el
pelirrojo, mientras le acariciaba el cabello rojo.

- Somos hermanos, además ayudas a los demás. - dijo ella poniéndose la capucha de la capa - Y si me cogen siempre podré decir que me obligaste a hacerlo. - Guiñó un ojo y salió de la cantina. Ron la vio alejarse y se volvió hacia Harry, que aún permanecía sentado.

- Andando - le dijo, tirándole de la camisa blanca y
poniéndole en pie- Nos vamos.

- Pero... ¿a dónde? - Harry estaba desconcertado.

- A ver a Hagrid, el herrero.

**************************************************************************** ***************** Terminé¡¡¡¡ Bueno, próximamente más, espero no decepcionar a nadie... dejad opiniones, beshitos¡¡¡¡¡