Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K Rowling, a la Warner Brothers, y a quien ella desee transmitir sus derechos. Yo sólo juego con mi imaginación poco convincente... XD

Nota Importante: Para eliminar cualquier duda... los símbolos quieren decir que el personaje está hablando en parsel.

"No me quites la Esperanza..."

... Pues podría ser lo único que tengo.

II. ¡Sorpresa!

Paseó la mirada jade a través del elegante despacho, sintiéndose inexplicablemente feliz. Complaciéndose ante su propia soledad.

Se sentía bien.

Casi tanto como durante esos añorados tiempos de estudiante.

Suspiró. ¿Quién diría que, luego de siete años peleando contra las malas notas?… No… Fueron seis; el último año estuvo obligado a obtener uno de los dos mejores lugares en la selección del momento. Era lo mínimo que debía conseguir para ingresar a la prestigiosa enseñanza en el Ministerio, donde no faltarían quienes intentarían ponerle trabas.

Ser auror no era algo tan fácil…

No podía negar, eso sí, que por unos momentos, la tentadora idea de abandonar los estudios y dar el todo por el todo en el quidditch, no le pareció tan mala. Pero en el poco tiempo de su estadía como buscador en el equipo de Montrose Magpies (Urracas de Montrose, el mejor equipo de la liga inglesa) las cosas no resultaron tal como esperaba.

Todo… era con el objetivo de hacer publicidad al mencionado equipo con su supuesta fama, y su talento naciente. Vivías para jugar. No tenías tiempo para hacer ninguna otra cosa…

¡Fuera todo! ¡Basta! ¡Un rotundo acabose!

Entonces, contando ya con dieciséis años, se había metido de auror. Y francamente, no se arrepentía.

Estaba feliz.

Sí, es cierto, muy feliz…

Pero le carcomía una punzante soledad.

¿Y eso que? Sus amigos tenían sus propias vidas; no era culpa de ellos que no tuviese familiares…

Vivos, por supuesto.

Volvió a fijar la vista en el libro que estaba leyendo ("Estudios en los Desarrollos Recientes de la Hechicería Moderna") sintiéndose algo complicado consigo mismo. Abocarse sólo en el trabajo de auror no era fácil, porque se trataba de un empleo demasiado voluble; en ocasiones te confería tanto tiempo libre que no sabías que hacer con él, mientras que en otras, debían laborarse a sol y a sombra.

Era agotador.

Finalmente, cerró el texto de golpe, sintiéndose muy distraído como para continuar. Luego de ponerse perezosamente de pie, estiró sus músculos adormecidos y dejó el volumen sobre el escritorio.

Advirtió un ligero peso sobre el hombro.

- Aspid… ¿Qué pasa? - preguntó silbando sin fuerzas. El sueño atontaba un poco sus reflejos

- Sólo… reflexionaba - contestó en forma vaga la reptil

Magníficos ojos esmeralda le fijaron una mirada inquisitiva.

Ella era toda la compañía que necesitaba… por el momento.

- Espero no estés tramando algún plan para liquidarme mientras duermo - bromeó, una débil sonrisa adornando sus labios

- ¡Oye! … no es tan mala idea, cariño… - replicó ella, juguetona como siempre - Tal vez pueda servirte como práctica de supervivencia mientras ambos nos aburrimos en casa…

- No seas mala, Aspid - murmuró él, acariciando delicadamente la piel de la serpiente

Lustrosas escamas verdes y plateadas

- Tú no harías eso. Lo sabes bien. Si no… ¿Quién te alimentaría luego de que me envenenaras?

- A ver… - fingió meditar la reptil - depende de lo que me prepares para comer hoy… ¡O en caso de excusas, puedo comerme tus restos!

- No te gustaría - bostezó Harry, quitándose los lestes y refregándose los ojos. Acomodando las gafas de inmediato, agregó - Es difícil que tenga algo que te guste entre mis componentes. Nos hacían correr demasiado en los entrenamientos…

- De eso ya han transcurrido tres años, Harry querido - contestó ella, con un silbeteo adormilado - Mucho tiempo. Quizá has engordado un tantito todos esos meses

- Pues te aseguro que no - susurró el joven, apoyando la cabeza en el respaldo del cómodo sillón de cuero - Siempre estamos con los…

La frase quedó allí. Repentinamente, uno de los pocos aparatos muggles presentes en la casa, se hizo notar con un sonoro timbre.

- ¡Ese invento humano tuyo ya está sonando otra vez! - reclamó la serpiente, en un siseo furioso - ¡Jamás te dejan en paz esos condenados seres de dos patas!

- Linda... yo también tengo dos pares de piernas - corrigió Harry, poniéndose apresuradamente de pie - Tal vez sea alguien del trabajo, - replicó a la reptil, que se limitó a apartar la vista con desagrado - Y sabes que no puedo...

Cogió el auricular sin terminar la oración. Lo que escuchó le dejó frío:

- Por favor… tengo que hablar contigo - susurró una voz desesperada desde el otro lado de la línea - En media hora, bar de las Tres Escobas. Avisa a Ron. Yo… les veo allí…

No fue necesario preguntar la identidad a la desconocida.

- Como quieras - respondió cálidamente, recordando de súbito, que debía olvidarse de los siseos y hablar en un desconcertado inglés.

Sintiéndose preocupado y sorprendido al mismo tiempo, aprovechó de recordarle:

- Sabes bien… que por ti haría lo que fuera.


Bien, aquí voy con el segundo chap. Espero, sea de su agrado. Por favor, dejen sus reviews... es uno de los fics que más me gusta por tener que lanzarme a la adultez de los personajes. Y vaya que adultez... xDDD

Y las respuestas a aquellos seres complacientes y bondadosos que me dejaron un review:

hermile1: Pues parece que no andabas tan perdida, amiga. . Gracias por tu apoyo. Espero que sigas el fic a medida que avanza.

Javier(a): Chica, no me dejaste tu nombre en el e-mail que me enviaste. En el usuario decía "Javier", pero lo pongo para que te quede claro que quiero hacerte memoria. xD. Gracias por el tiempo que te tomaste en hacerme saber que considerabas bueno el fic. Ojalá continues leyendo lo que sigue.

Catherine McKinnon.