CAPÍTULO 2: UNA AMAZONA
Las siguientes semanas, todo siguió normalmente en el Santuario. Lo llamo 'normal' porque Milo se metió en problemas (n/a: ¿Milo? ¿en problemas? que raro...) con Saori (oh-oh, grave error) por estar siguiendo al chico que entrenaba Afrodita, tratando de averiguar quien es.
**FLASHBACK**
Todo comenzó cuando Milo había ido a entregar una carta a Shion y, de regreso a su templo, sintió dos cosmos de batalla en la casa de Piscis. Uno de seguro era el de Afrodita. El otro, pensó Milo, debía ser el del chico aprendiz. Sin ser visto, el joven Escorpión se deslizó sigilosamente entre las columnas del templo, para ver al aprendiz más de cerca.
El chico usaba un paliacate negro al estilo pirata, que ocultaba todo su cabello. Tenía los ojos azules y se había trazado con pintura dos líneas horizontales rojas en sus mejillas y una más en la frente. Sus ropas de entrenamiento eran las mismas que las de la mayoría de los chicos del Santuario, aunque le quedaban algo holgadas.
Afrodita no era nada indulgente con su joven aprendiz, muy contrario a lo que Milo esperaría de un caballero semejante. Le atacaba sin piedad con el cejo fruncido, tratando de evaluar el grado en el que el chico se defendía, aunque respetando su rostro. Al terminar el entrenamiento, Afrodita cambió la expresión de su rostro y le sonrió.
-Vas bien- le dijo- te veo aquí mañana...-
-Sí, maestro-dijo el chico con voz ronca, devolviéndole la sonrisa y dándose la vuelta para retirarse. Milo, lleno de curiosidad, lo siguió.
-Espera, chico- le dijo Milo, alcanzándolo, una vez que ya estaban fuera de la casa de Piscis, y se dirigían a la de Acuario- ¿cómo te llamas?-
-Con todo respeto, caballero- dijo el chico- pero mi nombre no es su asunto. Además, no lo puedo decir a nadie, por orden de Atena-
-Oh, vamos- dijo Milo- no te pasará...-
-¡MILO!- gritó una voz femenina detrás de él. Era Saori, y venía junto con Shion y Afrodita- ¿qué fue lo que les advertí sobre este chico?-
-Que...- dijo Milo, avergonzado, no de lo que acababa de hacer, sino de que lo hubieran atrapado- que no...que no lo molestáramos...-
-¿Y que estabas haciendo?- gritó Saori.
-No lo estaba molestando- protestó Milo- solo quería ser amable con él-
-Milo- dijo Shion con calma, pues Saori estaba hecha una furia, y empuñaba su báculo con verdaderas intenciones de asesinar al primero que se le ponga en frente, sea o no uno de sus caballeros- deja al chico en paz... tenemos razones para lo que estamos haciendo-
-Entiendo- dijo Milo, con los brazos cruzados, y muy poco convencido- pero me parece injusto...solo quiero saber su nombre...-
-No creo que sea ningún problema que sepan su nombre- dijo Shion, mientras Saori asentía, un poco más tranquila (n/a: mejor dicho, menos enojada).
El chico miró a su maestro, quien asintió.
-Me llamo Ángel- le dijo a Milo.
**TERMINA EL FLASHBACK**
El incidente con Saori y el chico aprendiz de Afrodita hizo que el humor de Milo se convirtiera en un verdadero caos. Un pobre soldado que se atrevió a pedirle el dinero que le debía fue casi convertido en coladera por el caballero de Escorpión, si no hubiera estado ahí Aioria para impedirlo.
-Cálmate, bichito- dijo Aioria- el pobre no tenía la culpa-
Milo solo gruñía. La mayoría de los caballeros dorados optaron por mejor alejarse de él antes de que su mal genio explote por completo y deje todo su alrededor agujerado (incluyéndolos a ellos). Solo Aioria, Aioros y Camus tuvieron el valor de quedarse cerca de él.
-Mi hermano tiene razón- dijo Aioros, pensativo- vamos, ¿dónde quedó el chico casanova?-
Estas palabras parecieron mejorar el humor de Milo.
-Aioros, me has dado una idea- dijo Milo. Los otros tres caballeros miraron, asustados. Las ideas de Milo no eran muy... seguras- vamos a espiar a las amazonas-
-Bien hecho, Aioros- dijo Aioria cruzando los brazos, enfadado por la idea que había dado su hermano a Milo.
-Milo, sabes que está prohibido- protestó Camus.
-Sí, ¿y porqué Aioria puede ir?-
-Yo no voy- respondió éste- veo a Marín siempre fuera-
-Oh, vamos- dijo Milo- solo veremos desde lejos...será divertido...-
Los tres se miraron entre ellos y suspiraron. Milo no cambiaría de idea, y los arrastraría hasta allá si fuera necesario. Asintieron no muy convencidos, y caminaron detrás de él.
Los chicos se ocultaron entre unos arbustos cercanos al recinto. Las amazonas estaban entrenando. Los caballeros dorados se sentían en ese momento como niños espiando a las niñas, como si fuera un misterio resolviéndose frente a sus ojos. Milo las miraba con la boca abierta...faltaba poco para que algo de saliva se escurriera por su boca. Aioria solo negaba con la cabeza...si Marín lo veía ahí, se las vería negras. Camus miraba aburrido, lo que hacían las chicas no era muy diferente a lo que hacían ellos. Aioros se reía de la cara de idiota que puso Milo y la de miedo de Aioria.
-Mira aquella chica- dijo Milo- se ve bonita...-
-¿Bonita?- dijo Aioria, levantando una ceja- ¿cómo puedes decir que es bonita, si ni siquiera has visto su rostro?-
-No es su rostro lo que me interesa- dijo Milo, como pensando en voz alta.
-Tú nunca crecerás...- dijo Camus haciendo un gesto reprobatorio.
-¿Qué?- dijo Milo- que tu seas un cubito de hielo no quiere decir que yo no pueda ser... un poco más... cálido-
-'Cálido' no es la palabra que usaría- dijo Camus.
-'Pervertido' es una buena descripción- dijo Aioros casi riendo.
-Que horrible pérdida de tiempo- dijo Camus, levantándose- yo me voy... los veré mas al rato...-
Los dos hermanos y Milo se quedaron donde estaban un rato más. De pronto, escucharon unos pasos cerca de donde estaban tumbados espiando; seguidos de un '¿quién anda ahí?' Los tres se pusieron blancos del susto.
-¡A correr!- dijo Milo- sálvese quien pueda...-
Los tres chicos salieron corriendo, pero desafortunadamente una cuerda lazó hábilmente el tobillo del caballero Sagitario, quien cayó al suelo mientras los otros dos siguieron corriendo.
-Milo...- dijo Aioria sin dejar de correr y sin mirar atrás- mi hermano...se quedó atrás... se cayó...-
-Se ve que...tú no sabes...- contestó Milo, jadeando mientras corría- las leyes...de la selección... natural... el que se queda atrás...es dejado atrás...- y desapareció junto con Aioria rumbo a las Doce Casas.
Aioros, por su parte, trató de levantarse y seguir corriendo, pero otra cuerda, a parte de la que tenía amarrada en su tobillo, se lazó alrededor de su otra pierna. Ambas cuerdas fueron estiradas por alguien, y lo volvieron a dejar en el suelo. Una amazona salió de entre los arbustos, enredando las cuerdas en su hombro. Era la misma chica que Milo había llamado 'bonita' hacía unos minutos. Sus formas femeninas eran perfectas. Sus cabellos eran largos y castaños, y una máscara blanca cubría su rostro, como el de todas las amazonas, y ocultaba de seguro una sonrisa burlona.
-Vaya, vaya- dijo la chica, riendo- ¿qué tenemos aquí? Parece que atrapé a otro guardia que viene a espiarnos...-
-¡Medio momento!- dijo Aioros, algo molesto, más no enfadado, mientras se frotaba las rodillas porque había caído sobre ellas- yo no soy 'otro guardia' cualquiera-
-¿Ah, no?- dijo ella, en tono sarcástico- y supongo que tampoco nos estabas espiando...-
-Bien, si eso es lo que quieres, lo admito- dijo Aioros- las estaba espiando, ¿contenta?-
-No -dijo ella- ¿y se puede saber porqué?-
-Porque quise...-
-Hubiera jurado- dijo ella- que ese caballero Milo era quien estaba aquí...-
-¿Milo?- preguntó Aioros- ¿lo conoces?
-Sí- dijo la amazona con una carcajada- me he pasado la mitad de mi vida ahuyentándolo de aquí... y no hay una amazona a la cual Milo no haya intentado seducir...-
-Vaya- murmuró Aioros- y yo pensé que exageraban con eso de casanova-
-Para nada- dijo ella- estoy pensando en inventar una palabra que lo describa mejor, porque 'casanova' le queda corta...- ambos rieron.
-Bueno- murmuró el caballero dorado, quitándose las cuerdas de los tobillos- supongo que me vas a castigar por haberme atrapado espiándolas-
-Ni hablar- dijo la amazona- te perdonaré porque fue la primera vez, pero la próxima te mataré a golpes, ¿entendiste?-
-No te creo capaz- dijo el caballero.
-No me retes...claro que soy capaz-
-No- dijo Aioros- por lo que has dicho, estoy seguro que has atrapado a Milo más de una vez, ¿o no?-
-Sí-
-Pues no dudo que tengas la fuerza suficiente, pero si no lo has matado a él, tampoco me matarás a mí...-
La chica sonrió tras su máscara.
-Tu ganas- dijo ella- pero por favor no vuelvas, no sea que me metas en problemas... ya tengo suficiente con ese bicho sobrealimentado de Milo como para que otro chico esté espiándonos también-
-De acuerdo- dijo Aioros- no me volverás a ver... aquí, por lo menos-
-Bueno, ya vete- dijo la amazona- se supone que debo ahuyentarlos, no quedarme a platicar...-
-Fue un placer haber sido ahuyentado por ti- dijo Aioros, tendiéndole la mano.
-Fue un placer ahuyentarte también- dijo ella, aceptando la mano del chico- me llamo Andrea, caballero de la Corona Boreal-
-Yo me llamo Aioros, caballero de Sagitario-
El caballero dorado se dirigió de regreso al santuario, mientras la amazona lo observaba alejarse. Unos segundos después, llegó Marín.
-¿Milo otra vez?- dijo la recién llegada, adivinando la causa de que la chica haya salido del recinto.
-Otro caballero dorado-le respondió. Marín se retiró.
-No sé porque, pero a diferencia de Milo, este chico no me desagrada...- murmuró Andrea para sí misma.
***************
-Valientes caballeros me salieron- reprendió Camus a los dos chicos que acababan de llegar corriendo, cuando Milo le dijo lo que había sucedido luego de que él se fue. Shura, que estaba con el caballero de Acuario, no podía respirar de la risa, imaginándose las caras de los chicos al ser descubiertos y los horribles tormentos que las chicas le estarían dando a Aioros en estos momentos. Muy grande fue la sorpresa de los cuatro cuando llegó el caballero de Sagitario con una enorme sonrisa, y aparentemente ileso.
-¡Aioros!- dijo Milo, fingiendo sorpresa- creímos que estarías muerto... las chicas son crueles cuando nos descubren...nunca salgo ileso...-
-Sí, son terribles- dijo Aioros, casi riendo.
-¿Qué te pasó?- dijo Aioria.
-Pues nada, conocí a una amazona que me ahuyentó, eso fue todo-
-Basta de charlas- dijo Shura- Milo, Aioria, sus alumnos los están esperando...-
****************
Kiki seguía mejorando sus técnicas, bajo la vista cuidadosa de Mu. Ya había pasado el mediodía, y el caballero de Aries no se daba por satisfecho.
-Ya es suficiente, Mu- decía Kiki, protestando- hasta Ángel ya se fue-
-La última vez que me fijé, tú eras Kiki y no Ángel... eras MI discípulo y no el de Afrodita. Ahora hazlo de nuevo...- dijo Mu con cariño pero con firmeza. Kiki suspiró. No había más manera de convencer a su maestro que haciendo bien la técnica. Después de varios intentos fallidos, la Cristal Net apareció a la perfección.
-¿Ves?- dijo Mu a su aprendiz- no es tan difícil...-
Al terminar el entrenamiento, Mu decidió ir a comer de nuevo fuera del Santuario, esta vez fue acompañado por Shaka y por su hermano Rahula, pues eran los únicos que aún no habían comido. Los tres bajaron a la ciudad y entraron en una cafetería tranquila y sin mucha concurrencia. Ordenaron. Mientras esperaban la comida, unos cabellos rojos y castaños llamaron la atención de Mu.
-Sofía- pensó de inmediato.
La chica, al parecer, estaba dormitando sobre su silla, y apoyando la cabeza sobre la mesa y usando un enorme libro como almohada. De nuevo, la chica parecía estar completamente sola. Mu se levantó mientras Shaka y su hermano platicaban. La despertó con delicadeza, aunque ella dio un respingo de sorpresa al sentir una mano extraña. Levantó la vista, asustada, pero se tranquilizó al ver de quien se trataba.
-Hola, Mu- dijo con una sonrisa.
-Hola- dijo Mu- ¿te...sientes bien?-
-Sí, gracias- dijo ella- me he desvelado, y estoy muy cansada, eso es todo...-
-¿Puedo...?-
-Claro- dijo ella, arreglando un poco el desorden que tenía en la mesa, que estaba llena de papeles y libros, junto a un plato vacío y un vaso con un poco de refresco.
-Veo que estudias mucho- dijo Mu, mirando todo el material escolar de la chica.
-Y que lo digas- dijo la pelirroja, aun sonriendo. Mu miró a su alrededor, y se dio cuenta de que era el objetivo de miradas furiosas de muchos chicos. Suspiró.
Mientras tanto, en la otra mesa, Shaka miraba a su amigo disimuladamente a su amigo.
-Parece que esa es la chica que desde hace unas semanas le ha quitado la paz a Mu...- porque Shaka había notado un ligero cambio en el comportamiento del caballero de Aries, aunque había sido el único- y no está mal... solo que tiene mucha competencia...-
Estuvieron ahí alrededor de una hora. Mu pareció haber olvidado que había venido con Shaka y su hermano. Pero después, era hora de volver al Santuario, y los caballeros regresaron.
*****************
Esa noche, Aioros salió a hacer su guardia, pues le tocaba ese día. Se paseó por la entrada al Santuario. Silencio completo. No. Escuchó un ruido y unos pasos. Se puso en guardia, pero pronto vio que era una amazona la que se acercaba. No cualquier amazona.
-Andrea...- murmuró Aioros- ¿qué haces aquí?-
-Nada- dijo la chica, encogiéndose de hombros- averigüé por Marín que hoy te tocaba guardia, y quería mostrarte algo...-
-Pero...- murmuró él, pero Andrea tomó al chico de la mano, haciendo que se ruborice, y lo obligó a seguirla.
CONTINUARÁ...
Espero que les esté gustando... Manden sus reviews, no sean malos!!!!
Abby L.
Saria: gracias por mandarme review...lamento lo de los caballeros, pero los necesito para mis planes malévolos para conquistar al mundo... por mí puedes quedarte con todos, pero reclamo a Mu para mí (jeje) aunque voy a tener que hacerlo sufrir un ratito...
DarkLady_Iria: gracias por tu review!!!
Ariel: sobre lo que me pediste...no lo sé... ya te diré después...
Kasumi: gracias por tu review!! yo sé que son los mejores, por eso los escogí...jejeje...
Adi: mil gracias también...
Las siguientes semanas, todo siguió normalmente en el Santuario. Lo llamo 'normal' porque Milo se metió en problemas (n/a: ¿Milo? ¿en problemas? que raro...) con Saori (oh-oh, grave error) por estar siguiendo al chico que entrenaba Afrodita, tratando de averiguar quien es.
**FLASHBACK**
Todo comenzó cuando Milo había ido a entregar una carta a Shion y, de regreso a su templo, sintió dos cosmos de batalla en la casa de Piscis. Uno de seguro era el de Afrodita. El otro, pensó Milo, debía ser el del chico aprendiz. Sin ser visto, el joven Escorpión se deslizó sigilosamente entre las columnas del templo, para ver al aprendiz más de cerca.
El chico usaba un paliacate negro al estilo pirata, que ocultaba todo su cabello. Tenía los ojos azules y se había trazado con pintura dos líneas horizontales rojas en sus mejillas y una más en la frente. Sus ropas de entrenamiento eran las mismas que las de la mayoría de los chicos del Santuario, aunque le quedaban algo holgadas.
Afrodita no era nada indulgente con su joven aprendiz, muy contrario a lo que Milo esperaría de un caballero semejante. Le atacaba sin piedad con el cejo fruncido, tratando de evaluar el grado en el que el chico se defendía, aunque respetando su rostro. Al terminar el entrenamiento, Afrodita cambió la expresión de su rostro y le sonrió.
-Vas bien- le dijo- te veo aquí mañana...-
-Sí, maestro-dijo el chico con voz ronca, devolviéndole la sonrisa y dándose la vuelta para retirarse. Milo, lleno de curiosidad, lo siguió.
-Espera, chico- le dijo Milo, alcanzándolo, una vez que ya estaban fuera de la casa de Piscis, y se dirigían a la de Acuario- ¿cómo te llamas?-
-Con todo respeto, caballero- dijo el chico- pero mi nombre no es su asunto. Además, no lo puedo decir a nadie, por orden de Atena-
-Oh, vamos- dijo Milo- no te pasará...-
-¡MILO!- gritó una voz femenina detrás de él. Era Saori, y venía junto con Shion y Afrodita- ¿qué fue lo que les advertí sobre este chico?-
-Que...- dijo Milo, avergonzado, no de lo que acababa de hacer, sino de que lo hubieran atrapado- que no...que no lo molestáramos...-
-¿Y que estabas haciendo?- gritó Saori.
-No lo estaba molestando- protestó Milo- solo quería ser amable con él-
-Milo- dijo Shion con calma, pues Saori estaba hecha una furia, y empuñaba su báculo con verdaderas intenciones de asesinar al primero que se le ponga en frente, sea o no uno de sus caballeros- deja al chico en paz... tenemos razones para lo que estamos haciendo-
-Entiendo- dijo Milo, con los brazos cruzados, y muy poco convencido- pero me parece injusto...solo quiero saber su nombre...-
-No creo que sea ningún problema que sepan su nombre- dijo Shion, mientras Saori asentía, un poco más tranquila (n/a: mejor dicho, menos enojada).
El chico miró a su maestro, quien asintió.
-Me llamo Ángel- le dijo a Milo.
**TERMINA EL FLASHBACK**
El incidente con Saori y el chico aprendiz de Afrodita hizo que el humor de Milo se convirtiera en un verdadero caos. Un pobre soldado que se atrevió a pedirle el dinero que le debía fue casi convertido en coladera por el caballero de Escorpión, si no hubiera estado ahí Aioria para impedirlo.
-Cálmate, bichito- dijo Aioria- el pobre no tenía la culpa-
Milo solo gruñía. La mayoría de los caballeros dorados optaron por mejor alejarse de él antes de que su mal genio explote por completo y deje todo su alrededor agujerado (incluyéndolos a ellos). Solo Aioria, Aioros y Camus tuvieron el valor de quedarse cerca de él.
-Mi hermano tiene razón- dijo Aioros, pensativo- vamos, ¿dónde quedó el chico casanova?-
Estas palabras parecieron mejorar el humor de Milo.
-Aioros, me has dado una idea- dijo Milo. Los otros tres caballeros miraron, asustados. Las ideas de Milo no eran muy... seguras- vamos a espiar a las amazonas-
-Bien hecho, Aioros- dijo Aioria cruzando los brazos, enfadado por la idea que había dado su hermano a Milo.
-Milo, sabes que está prohibido- protestó Camus.
-Sí, ¿y porqué Aioria puede ir?-
-Yo no voy- respondió éste- veo a Marín siempre fuera-
-Oh, vamos- dijo Milo- solo veremos desde lejos...será divertido...-
Los tres se miraron entre ellos y suspiraron. Milo no cambiaría de idea, y los arrastraría hasta allá si fuera necesario. Asintieron no muy convencidos, y caminaron detrás de él.
Los chicos se ocultaron entre unos arbustos cercanos al recinto. Las amazonas estaban entrenando. Los caballeros dorados se sentían en ese momento como niños espiando a las niñas, como si fuera un misterio resolviéndose frente a sus ojos. Milo las miraba con la boca abierta...faltaba poco para que algo de saliva se escurriera por su boca. Aioria solo negaba con la cabeza...si Marín lo veía ahí, se las vería negras. Camus miraba aburrido, lo que hacían las chicas no era muy diferente a lo que hacían ellos. Aioros se reía de la cara de idiota que puso Milo y la de miedo de Aioria.
-Mira aquella chica- dijo Milo- se ve bonita...-
-¿Bonita?- dijo Aioria, levantando una ceja- ¿cómo puedes decir que es bonita, si ni siquiera has visto su rostro?-
-No es su rostro lo que me interesa- dijo Milo, como pensando en voz alta.
-Tú nunca crecerás...- dijo Camus haciendo un gesto reprobatorio.
-¿Qué?- dijo Milo- que tu seas un cubito de hielo no quiere decir que yo no pueda ser... un poco más... cálido-
-'Cálido' no es la palabra que usaría- dijo Camus.
-'Pervertido' es una buena descripción- dijo Aioros casi riendo.
-Que horrible pérdida de tiempo- dijo Camus, levantándose- yo me voy... los veré mas al rato...-
Los dos hermanos y Milo se quedaron donde estaban un rato más. De pronto, escucharon unos pasos cerca de donde estaban tumbados espiando; seguidos de un '¿quién anda ahí?' Los tres se pusieron blancos del susto.
-¡A correr!- dijo Milo- sálvese quien pueda...-
Los tres chicos salieron corriendo, pero desafortunadamente una cuerda lazó hábilmente el tobillo del caballero Sagitario, quien cayó al suelo mientras los otros dos siguieron corriendo.
-Milo...- dijo Aioria sin dejar de correr y sin mirar atrás- mi hermano...se quedó atrás... se cayó...-
-Se ve que...tú no sabes...- contestó Milo, jadeando mientras corría- las leyes...de la selección... natural... el que se queda atrás...es dejado atrás...- y desapareció junto con Aioria rumbo a las Doce Casas.
Aioros, por su parte, trató de levantarse y seguir corriendo, pero otra cuerda, a parte de la que tenía amarrada en su tobillo, se lazó alrededor de su otra pierna. Ambas cuerdas fueron estiradas por alguien, y lo volvieron a dejar en el suelo. Una amazona salió de entre los arbustos, enredando las cuerdas en su hombro. Era la misma chica que Milo había llamado 'bonita' hacía unos minutos. Sus formas femeninas eran perfectas. Sus cabellos eran largos y castaños, y una máscara blanca cubría su rostro, como el de todas las amazonas, y ocultaba de seguro una sonrisa burlona.
-Vaya, vaya- dijo la chica, riendo- ¿qué tenemos aquí? Parece que atrapé a otro guardia que viene a espiarnos...-
-¡Medio momento!- dijo Aioros, algo molesto, más no enfadado, mientras se frotaba las rodillas porque había caído sobre ellas- yo no soy 'otro guardia' cualquiera-
-¿Ah, no?- dijo ella, en tono sarcástico- y supongo que tampoco nos estabas espiando...-
-Bien, si eso es lo que quieres, lo admito- dijo Aioros- las estaba espiando, ¿contenta?-
-No -dijo ella- ¿y se puede saber porqué?-
-Porque quise...-
-Hubiera jurado- dijo ella- que ese caballero Milo era quien estaba aquí...-
-¿Milo?- preguntó Aioros- ¿lo conoces?
-Sí- dijo la amazona con una carcajada- me he pasado la mitad de mi vida ahuyentándolo de aquí... y no hay una amazona a la cual Milo no haya intentado seducir...-
-Vaya- murmuró Aioros- y yo pensé que exageraban con eso de casanova-
-Para nada- dijo ella- estoy pensando en inventar una palabra que lo describa mejor, porque 'casanova' le queda corta...- ambos rieron.
-Bueno- murmuró el caballero dorado, quitándose las cuerdas de los tobillos- supongo que me vas a castigar por haberme atrapado espiándolas-
-Ni hablar- dijo la amazona- te perdonaré porque fue la primera vez, pero la próxima te mataré a golpes, ¿entendiste?-
-No te creo capaz- dijo el caballero.
-No me retes...claro que soy capaz-
-No- dijo Aioros- por lo que has dicho, estoy seguro que has atrapado a Milo más de una vez, ¿o no?-
-Sí-
-Pues no dudo que tengas la fuerza suficiente, pero si no lo has matado a él, tampoco me matarás a mí...-
La chica sonrió tras su máscara.
-Tu ganas- dijo ella- pero por favor no vuelvas, no sea que me metas en problemas... ya tengo suficiente con ese bicho sobrealimentado de Milo como para que otro chico esté espiándonos también-
-De acuerdo- dijo Aioros- no me volverás a ver... aquí, por lo menos-
-Bueno, ya vete- dijo la amazona- se supone que debo ahuyentarlos, no quedarme a platicar...-
-Fue un placer haber sido ahuyentado por ti- dijo Aioros, tendiéndole la mano.
-Fue un placer ahuyentarte también- dijo ella, aceptando la mano del chico- me llamo Andrea, caballero de la Corona Boreal-
-Yo me llamo Aioros, caballero de Sagitario-
El caballero dorado se dirigió de regreso al santuario, mientras la amazona lo observaba alejarse. Unos segundos después, llegó Marín.
-¿Milo otra vez?- dijo la recién llegada, adivinando la causa de que la chica haya salido del recinto.
-Otro caballero dorado-le respondió. Marín se retiró.
-No sé porque, pero a diferencia de Milo, este chico no me desagrada...- murmuró Andrea para sí misma.
***************
-Valientes caballeros me salieron- reprendió Camus a los dos chicos que acababan de llegar corriendo, cuando Milo le dijo lo que había sucedido luego de que él se fue. Shura, que estaba con el caballero de Acuario, no podía respirar de la risa, imaginándose las caras de los chicos al ser descubiertos y los horribles tormentos que las chicas le estarían dando a Aioros en estos momentos. Muy grande fue la sorpresa de los cuatro cuando llegó el caballero de Sagitario con una enorme sonrisa, y aparentemente ileso.
-¡Aioros!- dijo Milo, fingiendo sorpresa- creímos que estarías muerto... las chicas son crueles cuando nos descubren...nunca salgo ileso...-
-Sí, son terribles- dijo Aioros, casi riendo.
-¿Qué te pasó?- dijo Aioria.
-Pues nada, conocí a una amazona que me ahuyentó, eso fue todo-
-Basta de charlas- dijo Shura- Milo, Aioria, sus alumnos los están esperando...-
****************
Kiki seguía mejorando sus técnicas, bajo la vista cuidadosa de Mu. Ya había pasado el mediodía, y el caballero de Aries no se daba por satisfecho.
-Ya es suficiente, Mu- decía Kiki, protestando- hasta Ángel ya se fue-
-La última vez que me fijé, tú eras Kiki y no Ángel... eras MI discípulo y no el de Afrodita. Ahora hazlo de nuevo...- dijo Mu con cariño pero con firmeza. Kiki suspiró. No había más manera de convencer a su maestro que haciendo bien la técnica. Después de varios intentos fallidos, la Cristal Net apareció a la perfección.
-¿Ves?- dijo Mu a su aprendiz- no es tan difícil...-
Al terminar el entrenamiento, Mu decidió ir a comer de nuevo fuera del Santuario, esta vez fue acompañado por Shaka y por su hermano Rahula, pues eran los únicos que aún no habían comido. Los tres bajaron a la ciudad y entraron en una cafetería tranquila y sin mucha concurrencia. Ordenaron. Mientras esperaban la comida, unos cabellos rojos y castaños llamaron la atención de Mu.
-Sofía- pensó de inmediato.
La chica, al parecer, estaba dormitando sobre su silla, y apoyando la cabeza sobre la mesa y usando un enorme libro como almohada. De nuevo, la chica parecía estar completamente sola. Mu se levantó mientras Shaka y su hermano platicaban. La despertó con delicadeza, aunque ella dio un respingo de sorpresa al sentir una mano extraña. Levantó la vista, asustada, pero se tranquilizó al ver de quien se trataba.
-Hola, Mu- dijo con una sonrisa.
-Hola- dijo Mu- ¿te...sientes bien?-
-Sí, gracias- dijo ella- me he desvelado, y estoy muy cansada, eso es todo...-
-¿Puedo...?-
-Claro- dijo ella, arreglando un poco el desorden que tenía en la mesa, que estaba llena de papeles y libros, junto a un plato vacío y un vaso con un poco de refresco.
-Veo que estudias mucho- dijo Mu, mirando todo el material escolar de la chica.
-Y que lo digas- dijo la pelirroja, aun sonriendo. Mu miró a su alrededor, y se dio cuenta de que era el objetivo de miradas furiosas de muchos chicos. Suspiró.
Mientras tanto, en la otra mesa, Shaka miraba a su amigo disimuladamente a su amigo.
-Parece que esa es la chica que desde hace unas semanas le ha quitado la paz a Mu...- porque Shaka había notado un ligero cambio en el comportamiento del caballero de Aries, aunque había sido el único- y no está mal... solo que tiene mucha competencia...-
Estuvieron ahí alrededor de una hora. Mu pareció haber olvidado que había venido con Shaka y su hermano. Pero después, era hora de volver al Santuario, y los caballeros regresaron.
*****************
Esa noche, Aioros salió a hacer su guardia, pues le tocaba ese día. Se paseó por la entrada al Santuario. Silencio completo. No. Escuchó un ruido y unos pasos. Se puso en guardia, pero pronto vio que era una amazona la que se acercaba. No cualquier amazona.
-Andrea...- murmuró Aioros- ¿qué haces aquí?-
-Nada- dijo la chica, encogiéndose de hombros- averigüé por Marín que hoy te tocaba guardia, y quería mostrarte algo...-
-Pero...- murmuró él, pero Andrea tomó al chico de la mano, haciendo que se ruborice, y lo obligó a seguirla.
CONTINUARÁ...
Espero que les esté gustando... Manden sus reviews, no sean malos!!!!
Abby L.
Saria: gracias por mandarme review...lamento lo de los caballeros, pero los necesito para mis planes malévolos para conquistar al mundo... por mí puedes quedarte con todos, pero reclamo a Mu para mí (jeje) aunque voy a tener que hacerlo sufrir un ratito...
DarkLady_Iria: gracias por tu review!!!
Ariel: sobre lo que me pediste...no lo sé... ya te diré después...
Kasumi: gracias por tu review!! yo sé que son los mejores, por eso los escogí...jejeje...
Adi: mil gracias también...
