CAPITULO 5: LA INVESTIGACIÓN DE MILO
Camus había llegado al Santuario en la noche, y no había hablado con nadie de su paseo con la chica francesa. Y no tenía ganas de hacerlo. Shaka, en cambio, le contó a Mu todo lo que había sucedido en el Templo. El santo de Aries se quedó muy sorprendido al escuchar que había otra persona en Grecia que provenía de la India; pero más sorprendido aún al escuchar a Shaka hablar de ella. Por lo que Mu recordaba, Shaka no sentía ningún interés hacia las mujeres, al contrario, siempre recomendaba tener cuidado con ellas. Pero al parecer, esa chica que acababa de conocer era un caso diferente.
-Shaka, debo admitir que me tienes asombrado con lo que me cuentas- dijo Mu- lo creería de cualquiera, menos de ti... creí que desconfiabas de las mujeres...-
-Ella es muy diferente, Mu- dijo Shaka- no se parece a ninguna de las amazonas, ni tampoco a las chicas que salen con Milo...-.
Mu sonreía, no porque se estuviera burlando de Shaka, sino porque estaba participando en una conversación que nunca creyó escuchar.
-¿Se lo dirás a tu hermano?- preguntó Mu.
-¿Tú se lo has dicho a Kiki?- dijo Shaka.
-¿De que hablas?- dijo Mu, mientras Shaka sonreía.
-No me digas que no sabes- dijo Shaka- hablo de cierta chica pelirroja que suele quedarse dormida en las cafeterías-sonrió divertido al ver la cara de Mu- vamos, Mu, no me digas que creías que no me había dado cuenta. ¿Le has dicho algo a Kiki?-
-Pues...no- dijo Mu- pero es diferente, Kiki no es mi hermano-
-Es como si lo fuera- dijo Shaka. Mu se quedó pensativo un rato.
-Pues no, a Kiki no le diría nada- dijo Mu- no me dejaría vivir después de ello-
-¿De que hablan?- dijo Milo, llegando a donde estaban Shaka y Mu sentados.
-Milo, ¿qué te pasó?- dijo Mu, abriendo ampliamente los ojos al ver llegar al caballero Escorpión. No era el único. También Saga y Kanon venían atrás. Los tres venían cojeando y parecían cubiertos de golpes latigazos. Kanon tenía un ojo morado.
-No preguntes- dijo Milo de mal humor. Saga y Kanon, en cambio, no podían estar de pie de la risa.
Mu y Shaka los miraron.
-Ya se- dijo Shaka- estaban espiando a las amazonas, y Shaina los descubrió y les dio una golpiza...-
-No Shaina- dijo Mu- June es la que da los latigazos...- se puso a pensar lo que le espera al pobre Shun, si se llega a casar con ella...
-No, señores- dijo Kanon divertido- fueron Shaina, June, Marín y Andrea...-
-¿Las cuatro?- dijeron Shaka y Mu al mismo tiempo. Saga asintió en medio de una carcajada, cuando ambos caballeros unieron sus risas a las de los gemelos.
-No le veo la gracia- dijo Milo, dolido por lo que le acababa de suceder.
Aioria y Máscara Mortal llegaron al escuchar los gritos. Cuando entre risas, Shaka les contó lo que había sucedido, no pudieron sino reír también. Milo, ofendido, se fue a su casa sin despedirse.
-Se lo tiene merecido- dijo Aioria, un poco molesto, pero al fin contento de que su novia y sus amigas le hayan dado una paliza a Milo.
******************
Al día siguiente, el humor de Milo no mejoró. Dejo varias partes de su casa agujeradas, y estuvo a punto de hacer lo mismo con su alumno, si no hubiera estado ahí Camus para controlarlo.
-Vamos, Milo, no es para tanto...- le decía Camus una y otra vez.
Pero el orgullo de Milo acababa de ser herido por las cuatro chicas. Y el orgullo herido de un caballero dorado, más un 'casanova' como él, y lastimado no solo por una mujer, sino por cuatro... era muy malas noticias. (n/a: jeje, así son los 'machos'... no aceptan que una mujer les gane...)
-Milo...- dijo Camus- solo tengo tres cosas que decirte... la primera: 'te lo merecías', la segunda: 'los demás no tenemos la culpa', y la tercera: 'deja de portarte como un idota'-
-¿Eso es todo?- murmuró Milo, aún de mal humor.
-¿Quieres más?- preguntó Camus. Milo no dijo nada- vamos, deja de comportarte como tonto, nunca creí que te enojarías por una cosa tan insignificante. A Saga y Kanon les fue igual, y ellos lo tomaron muy bien-
-Tienes razón- dijo Milo.
-Ahora, deja de amargarnos la vida y compórtate...-
**************
Los otros caballeros (y el resto del Santuario) agradecieron con toda el alma que Camus haya calmado a Milo, porque de verdad tenía un genio de los mil demonios. Ahora parecía ya no importarle el incidente con Marín y las otras chicas.
El que estaba de un humor distinto ahora era Aioros. Parecía deprimido. Aioria empezó a preocuparse por él, porque su hermano solo le decía 'no es nada' cada vez que le preguntaba.
-Ha estado actuando muy raro- dijo Aioria- a cada rato desaparece, y cuando vuelve parece estar deprimido...-
-Ya te dije, tal vez está enamorado- dijo Shura.
-Pero, ¿de quien?- dijo Aioria- no ha conocido a nadie, que yo sepa...-
-¿Y que otra cosa le puede estar pasando?- preguntó Saga- no parece estar enfermo...-
-¿Qué tanto discuten?- dijo Milo, quien acababa de llegar.
-Vaya- dijo Kanon, con una sonrisa maliciosa- ¿ya se te pasó mal genio, alacrán?-
-Muy gracioso- dijo Milo- ¿me van a decir que estaban discutiendo o no?-
-Sí- dijo Aioria- lo que sucede es que Aioros ha estado actuando raro...-
-¿Raro?- dijo Milo- hay muchas definiciones para 'raro'... ¿a que tipo de 'raro' te refieres?-
-No tan raro como tú- dijo Saga.
-Raro, en el sentido de que parece...deprimido- dijo Aioria.
-Entonces está enamorado- dijo Milo. Aioria hizo una mueca.
-Te lo dije- dijo Shura.
-¿De quién?- preguntó Aioria- ¿tú sabes algo?-
-Pues no- dijo Milo- a menos de que se haya enamorado de la amazona que lo atrapó espiando y que casi lo golpea hasta la muerte el otro día-
-Ya te dijo que la amazona no lo golpeó...- dijo Aioria.
-A diferencia de ti- dijo Saga, divertido- parece que a él sí le funcionan los ojitos de perrito castigado...-
-Pues ustedes tampoco salieron ilesos esa ocasión, ¿o me van a decir lo contrario?- dijo Milo, provocando una carcajada de todos.
-Ahora que lo recuerdo- dijo Shura- Shaka dijo algo de que Mu también estaba actuando raro...-
-Sabes que Shaka es algo... paranoico...- dijo Milo.
-Pero Shaka tiene razón- dijo Saga, y Kanon asintió- Mu ha cambiado un poco, pero sí es cierto que ha cambiado... habla menos, y está más serio-
-¿Más serio?- dijo Milo- ¿es eso posible?-
-Al parecer sí- dijo Kanon.
-Bueno- dijo Milo, frotándose las manos- esto me suena a que el virus de la extrañeza ha golpeado a esos dos, o tenemos dos caballeritos enamorados...y ya que no tengo nada que hacer, llegaré hasta el fondo del asunto...- y se fue en dirección a la casa de Aries.
***************
En la casa de Aries, Kiki también había detectado algo extraño en su maestro, porque...
-Maestro Mu- dijo Kiki- ¿algo malo pasa?-
-Nada se te escapa- dijo Mu- pero no te preocupes, no es nada-
-Pero sí es algo- dijo Kiki- desde hace unas semanas has estado...diferente... ¿no me vas a decir que pasa?-
Mu miró a su aprendiz. No se le escapaba nada. Y la mirada de Kiki le decía que estaba realmente preocupado. Pero no había razón para ello, no era nada grave, como el pequeño sospechaba.
-No es nada grave, Kiki- dijo Mu- de hecho, es algo sin importancia, no deberías preocuparte- al ver la mirada preocupada de Kiki- oh, está bien...- murmuró- ven acá...-
Kiki se sentó al lado de Mu, y lo miró a los ojos, con atención. El caballero suspiró. No sería fácil... prefería enfrentarse a Hades en persona y a todos sus espectros al mismo tiempo, en vez de tener que explicarle a Kiki que le gustaba una chica... especialmente cuando no quería que nadie se enterara.
-Mira- dijo Mu, encogiéndose de hombros- pues...lo que pasa...em...-no sabía como decirlo- bueno, a veces, cuando conoces a una chica, te sientes...diferente-
Kiki lo miraba con la boca abierta, como si estuviera viendo un ser de otro mundo. Mu sonrió. Ciertamente que Kiki no se esperaba esa respuesta.
-Y pues, es eso...- dijo Mu- no hay nada de que preocuparse- Kiki siguió mirándolo con la boca abierta- vamos, Kiki... quita esa cara, no me hagas sentir peor...-
-No es eso- dijo Kiki, saliendo un poco de su asombro- nunca pensé que fueras a decir algo así...-
-Eso se notó- dijo Mu, riendo- hubieras visto tu cara- se puso serio- la verdad, no esperaba decirle a nadie... y más te vale que no le digas a nadie, pequeño diablo, porque desearás no haber nacido...-
-No te preocupes- dijo Kiki, cerrando un ojo- tu secreto está a salvo conmigo-
-Más te vale- dijo Mu, abrazando a Kiki y frotándole la cabeza con el puño.
-Ahh... Mu...basta... duele...-
-Bueno, basta de charlas- dijo Mu, soltándolo- a trabajar...-
Detrás de una columna, Milo no se perdía ningún detalle de esta conversación.
-¡Bingo!- se dijo a sí mismo- ya descubrí el misterio de Mu...ahora sigue Aioros...mmm, su hermano dijo que se paseaba por el Santuario...-
Y con esto, Milo se alejó de las Doce Casas buscando a Aioros.
**************
Camus fue a buscar a Milo, pues no había regresado desde que terminó el entrenamiento de Alejandro, y eso siempre significaba que tenía algo entre manos. Pasó por todas las casas pero no había nadie o no sabían de Milo. En Géminis, estaba Kanon, quien le explicó la conversación que habían tenido y los planes de Milo de descubrir que se traían Mu y Aioros.
-No me digas eso...-murmuró Camus. Suspiró- ese alacrán superdesarrollazo es experto en meterse en problemas... y meternos a nosotros junto con él-
-No es para tanto- dijo Kanon. Camus hizo una mueca. Claro que sí es para tanto. El caballero de Acuario se despidió de Kanon y salió a buscar a Milo a la casa de Aries.
*************
-¿A Milo?- dijo Mu- creo que pasó por aquí hace un rato...-
-¿No habló contigo?- preguntó Camus.
-No -contestó el santo de Aries- ¿pasa algo malo?-
-Créeme, no quieres saberlo- dijo Camus- ¿viste a dónde se fue?-
-Por allá- dijo Mu, señalando un camino que iba hacia los jardines del Santuario.
-Gracias- y se fue. A Mu no le agradó mucho eso.
-¿Qué traerá entre manos ese insecto...?-
***************
Aioros estaba de nuevo en la plataforma. Hoy no había ido a entrenar con Aioria y su alumna. Suspiró. Cada minuto que pasaba, más quería ver a Andrea. No que fuera, quería ver su rostro. Ya no le importaban esas estúpidas leyes y reglas que tenían las amazonas. Quería ver esos ojos que habían descubierto la bondad de en sus propios ojos.
-Aioros- dijo Andrea, subiendo y sentándose junto a él- ¿qué pasa?-
-Nada- dijo el caballero con tristeza.
-Pero si pasa- insistió Andrea- dime que te pasa...-
-Yo- dijo Aioros- quisiera ver tu rostro...si quieres-
-Me imagino- dijo Andrea- pero yo aún no estoy segura. No por mi parte...no quiero que suceda lo mismo que Shaina, ya ves que ella estaba enamorada de Seiya...-
Aioros no respondió.
-Tú... ¿me quieres?- pregunto la amazona con timidez.
-¿Cómo puedes preguntar eso?- dijo Aioros- me enamoré de ti desde el día que... me ahuyentaste...- sonrió, recordando la escena cuando Andrea lo atrapó espiando a las amazonas- desde entonces, lo único que quiero es venir aquí, para que algún día me dejes ver tu rostro...-
-Yo...- murmuró ella.
Milo estaba al pendiente de la conversación, desde abajo.
-Con que Aioros se enamoró de la condenada amazona que me ha estado torturando cada vez que me descubre, desde el día que llegó al Santuario...- murmuró para sí mismo- ya oí suficiente...mejor huyo antes de que estos dos me hagan papilla... además de que no quiero meterme en problemas con máscaras y amazonas- y se alejó de ese sitio sin ser visto lo más pronto posible.
-Yo...no sé que decir- murmuró Andrea- nunca antes un hombre ha visto mi rostro...-
-No te estoy presionando- dijo Aioros, porque sentía que la chica se había asustado- si aún no quieres, está bien...-
-No es eso...- dijo Andrea. Tomó las manos del caballero y las puso sobre sus hombros. Con las manos temblorosas, se quitó la máscara. Aioros se sorprendió. Si había creído que ella era bonita, ahora estaba seguro. Su tez era ligeramente morena, y sus ojos castaños, que combinaban maravillosamente con sus cabellos, estaban llenos de lágrimas.
-No llores, bonita- dijo Aioros quitándole una lágrima con el dedo- eres la mujer más bella que he visto...-
Andrea sonrió y lo abrazó con ternura.
-No lloro por eso...- dijo Andrea- por lo que dijiste hace rato... yo también te quiero...-
Los dos se besaron, y pasaron juntos las pocas horas que quedaban del día.
**************
Milo iba corriendo, mirando hacia atrás para asegurarse que no lo estuvieran siguiendo, cuando chocó contra alguien y cayó al suelo.
-Ten más cuidado, bicho sobrealimentado- era Camus.
-Misterio resuelto, Camus- dijo Milo triunfante, desde el suelo- resolví el misterio de Mu y de Aioros!!!-
-No me digas- dijo Camus con poco interés- ¿en qué problema te metiste ahora?-
-Ningún problema- dijo Milo, levantándose- ya descubrí que se traen esos dos; sé que los dos están enamorados y...- pero Camus lo calló con un gesto.
-No,- dijo Camus- debes ser prudente, no deberías gritar algo así...- pero no lo decía porque le importaran mucho Mu o Aioros, sino porque sabía lo que sucedería si Milo lo descubría a él también.
-¿Entonces?-
-No sé- dijo Camus- solo sé que no quiero que los molestes por algo así, ni que le estés diciendo a todo mundo...-
-No es justo, Camus- dijo Milo- pero si quiero ayudarlos...bueno, solo a Mu, ya que Aioros no necesita porque la chica...-
-¡Milo!-
-Está bien, está bien...- dijo Milo- ya, no diré nada ¿de acuerdo?... volvamos a nuestras casas-
**************
-¿Cuánto falta?-
-Yo digo que dos días, señor. Hicimos tres-
-Bien... no toleraré más retardos. ¿Falta alguien?-
-Sí, señor, falta una persona...-
-Búsquela de inmediato... tráiganla a la fuerza si es necesario-
-Así se hará, señor-
-Dentro de dos días iniciaremos. En el Santuario nadie sospecha...-
CONTINUARÁ...
****************
Holas!!! Gracias a todos los que me mandaron reviews... Espero que les esté gustando...
Abby L.
Camus había llegado al Santuario en la noche, y no había hablado con nadie de su paseo con la chica francesa. Y no tenía ganas de hacerlo. Shaka, en cambio, le contó a Mu todo lo que había sucedido en el Templo. El santo de Aries se quedó muy sorprendido al escuchar que había otra persona en Grecia que provenía de la India; pero más sorprendido aún al escuchar a Shaka hablar de ella. Por lo que Mu recordaba, Shaka no sentía ningún interés hacia las mujeres, al contrario, siempre recomendaba tener cuidado con ellas. Pero al parecer, esa chica que acababa de conocer era un caso diferente.
-Shaka, debo admitir que me tienes asombrado con lo que me cuentas- dijo Mu- lo creería de cualquiera, menos de ti... creí que desconfiabas de las mujeres...-
-Ella es muy diferente, Mu- dijo Shaka- no se parece a ninguna de las amazonas, ni tampoco a las chicas que salen con Milo...-.
Mu sonreía, no porque se estuviera burlando de Shaka, sino porque estaba participando en una conversación que nunca creyó escuchar.
-¿Se lo dirás a tu hermano?- preguntó Mu.
-¿Tú se lo has dicho a Kiki?- dijo Shaka.
-¿De que hablas?- dijo Mu, mientras Shaka sonreía.
-No me digas que no sabes- dijo Shaka- hablo de cierta chica pelirroja que suele quedarse dormida en las cafeterías-sonrió divertido al ver la cara de Mu- vamos, Mu, no me digas que creías que no me había dado cuenta. ¿Le has dicho algo a Kiki?-
-Pues...no- dijo Mu- pero es diferente, Kiki no es mi hermano-
-Es como si lo fuera- dijo Shaka. Mu se quedó pensativo un rato.
-Pues no, a Kiki no le diría nada- dijo Mu- no me dejaría vivir después de ello-
-¿De que hablan?- dijo Milo, llegando a donde estaban Shaka y Mu sentados.
-Milo, ¿qué te pasó?- dijo Mu, abriendo ampliamente los ojos al ver llegar al caballero Escorpión. No era el único. También Saga y Kanon venían atrás. Los tres venían cojeando y parecían cubiertos de golpes latigazos. Kanon tenía un ojo morado.
-No preguntes- dijo Milo de mal humor. Saga y Kanon, en cambio, no podían estar de pie de la risa.
Mu y Shaka los miraron.
-Ya se- dijo Shaka- estaban espiando a las amazonas, y Shaina los descubrió y les dio una golpiza...-
-No Shaina- dijo Mu- June es la que da los latigazos...- se puso a pensar lo que le espera al pobre Shun, si se llega a casar con ella...
-No, señores- dijo Kanon divertido- fueron Shaina, June, Marín y Andrea...-
-¿Las cuatro?- dijeron Shaka y Mu al mismo tiempo. Saga asintió en medio de una carcajada, cuando ambos caballeros unieron sus risas a las de los gemelos.
-No le veo la gracia- dijo Milo, dolido por lo que le acababa de suceder.
Aioria y Máscara Mortal llegaron al escuchar los gritos. Cuando entre risas, Shaka les contó lo que había sucedido, no pudieron sino reír también. Milo, ofendido, se fue a su casa sin despedirse.
-Se lo tiene merecido- dijo Aioria, un poco molesto, pero al fin contento de que su novia y sus amigas le hayan dado una paliza a Milo.
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Al día siguiente, el humor de Milo no mejoró. Dejo varias partes de su casa agujeradas, y estuvo a punto de hacer lo mismo con su alumno, si no hubiera estado ahí Camus para controlarlo.
-Vamos, Milo, no es para tanto...- le decía Camus una y otra vez.
Pero el orgullo de Milo acababa de ser herido por las cuatro chicas. Y el orgullo herido de un caballero dorado, más un 'casanova' como él, y lastimado no solo por una mujer, sino por cuatro... era muy malas noticias. (n/a: jeje, así son los 'machos'... no aceptan que una mujer les gane...)
-Milo...- dijo Camus- solo tengo tres cosas que decirte... la primera: 'te lo merecías', la segunda: 'los demás no tenemos la culpa', y la tercera: 'deja de portarte como un idota'-
-¿Eso es todo?- murmuró Milo, aún de mal humor.
-¿Quieres más?- preguntó Camus. Milo no dijo nada- vamos, deja de comportarte como tonto, nunca creí que te enojarías por una cosa tan insignificante. A Saga y Kanon les fue igual, y ellos lo tomaron muy bien-
-Tienes razón- dijo Milo.
-Ahora, deja de amargarnos la vida y compórtate...-
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Los otros caballeros (y el resto del Santuario) agradecieron con toda el alma que Camus haya calmado a Milo, porque de verdad tenía un genio de los mil demonios. Ahora parecía ya no importarle el incidente con Marín y las otras chicas.
El que estaba de un humor distinto ahora era Aioros. Parecía deprimido. Aioria empezó a preocuparse por él, porque su hermano solo le decía 'no es nada' cada vez que le preguntaba.
-Ha estado actuando muy raro- dijo Aioria- a cada rato desaparece, y cuando vuelve parece estar deprimido...-
-Ya te dije, tal vez está enamorado- dijo Shura.
-Pero, ¿de quien?- dijo Aioria- no ha conocido a nadie, que yo sepa...-
-¿Y que otra cosa le puede estar pasando?- preguntó Saga- no parece estar enfermo...-
-¿Qué tanto discuten?- dijo Milo, quien acababa de llegar.
-Vaya- dijo Kanon, con una sonrisa maliciosa- ¿ya se te pasó mal genio, alacrán?-
-Muy gracioso- dijo Milo- ¿me van a decir que estaban discutiendo o no?-
-Sí- dijo Aioria- lo que sucede es que Aioros ha estado actuando raro...-
-¿Raro?- dijo Milo- hay muchas definiciones para 'raro'... ¿a que tipo de 'raro' te refieres?-
-No tan raro como tú- dijo Saga.
-Raro, en el sentido de que parece...deprimido- dijo Aioria.
-Entonces está enamorado- dijo Milo. Aioria hizo una mueca.
-Te lo dije- dijo Shura.
-¿De quién?- preguntó Aioria- ¿tú sabes algo?-
-Pues no- dijo Milo- a menos de que se haya enamorado de la amazona que lo atrapó espiando y que casi lo golpea hasta la muerte el otro día-
-Ya te dijo que la amazona no lo golpeó...- dijo Aioria.
-A diferencia de ti- dijo Saga, divertido- parece que a él sí le funcionan los ojitos de perrito castigado...-
-Pues ustedes tampoco salieron ilesos esa ocasión, ¿o me van a decir lo contrario?- dijo Milo, provocando una carcajada de todos.
-Ahora que lo recuerdo- dijo Shura- Shaka dijo algo de que Mu también estaba actuando raro...-
-Sabes que Shaka es algo... paranoico...- dijo Milo.
-Pero Shaka tiene razón- dijo Saga, y Kanon asintió- Mu ha cambiado un poco, pero sí es cierto que ha cambiado... habla menos, y está más serio-
-¿Más serio?- dijo Milo- ¿es eso posible?-
-Al parecer sí- dijo Kanon.
-Bueno- dijo Milo, frotándose las manos- esto me suena a que el virus de la extrañeza ha golpeado a esos dos, o tenemos dos caballeritos enamorados...y ya que no tengo nada que hacer, llegaré hasta el fondo del asunto...- y se fue en dirección a la casa de Aries.
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En la casa de Aries, Kiki también había detectado algo extraño en su maestro, porque...
-Maestro Mu- dijo Kiki- ¿algo malo pasa?-
-Nada se te escapa- dijo Mu- pero no te preocupes, no es nada-
-Pero sí es algo- dijo Kiki- desde hace unas semanas has estado...diferente... ¿no me vas a decir que pasa?-
Mu miró a su aprendiz. No se le escapaba nada. Y la mirada de Kiki le decía que estaba realmente preocupado. Pero no había razón para ello, no era nada grave, como el pequeño sospechaba.
-No es nada grave, Kiki- dijo Mu- de hecho, es algo sin importancia, no deberías preocuparte- al ver la mirada preocupada de Kiki- oh, está bien...- murmuró- ven acá...-
Kiki se sentó al lado de Mu, y lo miró a los ojos, con atención. El caballero suspiró. No sería fácil... prefería enfrentarse a Hades en persona y a todos sus espectros al mismo tiempo, en vez de tener que explicarle a Kiki que le gustaba una chica... especialmente cuando no quería que nadie se enterara.
-Mira- dijo Mu, encogiéndose de hombros- pues...lo que pasa...em...-no sabía como decirlo- bueno, a veces, cuando conoces a una chica, te sientes...diferente-
Kiki lo miraba con la boca abierta, como si estuviera viendo un ser de otro mundo. Mu sonrió. Ciertamente que Kiki no se esperaba esa respuesta.
-Y pues, es eso...- dijo Mu- no hay nada de que preocuparse- Kiki siguió mirándolo con la boca abierta- vamos, Kiki... quita esa cara, no me hagas sentir peor...-
-No es eso- dijo Kiki, saliendo un poco de su asombro- nunca pensé que fueras a decir algo así...-
-Eso se notó- dijo Mu, riendo- hubieras visto tu cara- se puso serio- la verdad, no esperaba decirle a nadie... y más te vale que no le digas a nadie, pequeño diablo, porque desearás no haber nacido...-
-No te preocupes- dijo Kiki, cerrando un ojo- tu secreto está a salvo conmigo-
-Más te vale- dijo Mu, abrazando a Kiki y frotándole la cabeza con el puño.
-Ahh... Mu...basta... duele...-
-Bueno, basta de charlas- dijo Mu, soltándolo- a trabajar...-
Detrás de una columna, Milo no se perdía ningún detalle de esta conversación.
-¡Bingo!- se dijo a sí mismo- ya descubrí el misterio de Mu...ahora sigue Aioros...mmm, su hermano dijo que se paseaba por el Santuario...-
Y con esto, Milo se alejó de las Doce Casas buscando a Aioros.
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Camus fue a buscar a Milo, pues no había regresado desde que terminó el entrenamiento de Alejandro, y eso siempre significaba que tenía algo entre manos. Pasó por todas las casas pero no había nadie o no sabían de Milo. En Géminis, estaba Kanon, quien le explicó la conversación que habían tenido y los planes de Milo de descubrir que se traían Mu y Aioros.
-No me digas eso...-murmuró Camus. Suspiró- ese alacrán superdesarrollazo es experto en meterse en problemas... y meternos a nosotros junto con él-
-No es para tanto- dijo Kanon. Camus hizo una mueca. Claro que sí es para tanto. El caballero de Acuario se despidió de Kanon y salió a buscar a Milo a la casa de Aries.
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-¿A Milo?- dijo Mu- creo que pasó por aquí hace un rato...-
-¿No habló contigo?- preguntó Camus.
-No -contestó el santo de Aries- ¿pasa algo malo?-
-Créeme, no quieres saberlo- dijo Camus- ¿viste a dónde se fue?-
-Por allá- dijo Mu, señalando un camino que iba hacia los jardines del Santuario.
-Gracias- y se fue. A Mu no le agradó mucho eso.
-¿Qué traerá entre manos ese insecto...?-
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Aioros estaba de nuevo en la plataforma. Hoy no había ido a entrenar con Aioria y su alumna. Suspiró. Cada minuto que pasaba, más quería ver a Andrea. No que fuera, quería ver su rostro. Ya no le importaban esas estúpidas leyes y reglas que tenían las amazonas. Quería ver esos ojos que habían descubierto la bondad de en sus propios ojos.
-Aioros- dijo Andrea, subiendo y sentándose junto a él- ¿qué pasa?-
-Nada- dijo el caballero con tristeza.
-Pero si pasa- insistió Andrea- dime que te pasa...-
-Yo- dijo Aioros- quisiera ver tu rostro...si quieres-
-Me imagino- dijo Andrea- pero yo aún no estoy segura. No por mi parte...no quiero que suceda lo mismo que Shaina, ya ves que ella estaba enamorada de Seiya...-
Aioros no respondió.
-Tú... ¿me quieres?- pregunto la amazona con timidez.
-¿Cómo puedes preguntar eso?- dijo Aioros- me enamoré de ti desde el día que... me ahuyentaste...- sonrió, recordando la escena cuando Andrea lo atrapó espiando a las amazonas- desde entonces, lo único que quiero es venir aquí, para que algún día me dejes ver tu rostro...-
-Yo...- murmuró ella.
Milo estaba al pendiente de la conversación, desde abajo.
-Con que Aioros se enamoró de la condenada amazona que me ha estado torturando cada vez que me descubre, desde el día que llegó al Santuario...- murmuró para sí mismo- ya oí suficiente...mejor huyo antes de que estos dos me hagan papilla... además de que no quiero meterme en problemas con máscaras y amazonas- y se alejó de ese sitio sin ser visto lo más pronto posible.
-Yo...no sé que decir- murmuró Andrea- nunca antes un hombre ha visto mi rostro...-
-No te estoy presionando- dijo Aioros, porque sentía que la chica se había asustado- si aún no quieres, está bien...-
-No es eso...- dijo Andrea. Tomó las manos del caballero y las puso sobre sus hombros. Con las manos temblorosas, se quitó la máscara. Aioros se sorprendió. Si había creído que ella era bonita, ahora estaba seguro. Su tez era ligeramente morena, y sus ojos castaños, que combinaban maravillosamente con sus cabellos, estaban llenos de lágrimas.
-No llores, bonita- dijo Aioros quitándole una lágrima con el dedo- eres la mujer más bella que he visto...-
Andrea sonrió y lo abrazó con ternura.
-No lloro por eso...- dijo Andrea- por lo que dijiste hace rato... yo también te quiero...-
Los dos se besaron, y pasaron juntos las pocas horas que quedaban del día.
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Milo iba corriendo, mirando hacia atrás para asegurarse que no lo estuvieran siguiendo, cuando chocó contra alguien y cayó al suelo.
-Ten más cuidado, bicho sobrealimentado- era Camus.
-Misterio resuelto, Camus- dijo Milo triunfante, desde el suelo- resolví el misterio de Mu y de Aioros!!!-
-No me digas- dijo Camus con poco interés- ¿en qué problema te metiste ahora?-
-Ningún problema- dijo Milo, levantándose- ya descubrí que se traen esos dos; sé que los dos están enamorados y...- pero Camus lo calló con un gesto.
-No,- dijo Camus- debes ser prudente, no deberías gritar algo así...- pero no lo decía porque le importaran mucho Mu o Aioros, sino porque sabía lo que sucedería si Milo lo descubría a él también.
-¿Entonces?-
-No sé- dijo Camus- solo sé que no quiero que los molestes por algo así, ni que le estés diciendo a todo mundo...-
-No es justo, Camus- dijo Milo- pero si quiero ayudarlos...bueno, solo a Mu, ya que Aioros no necesita porque la chica...-
-¡Milo!-
-Está bien, está bien...- dijo Milo- ya, no diré nada ¿de acuerdo?... volvamos a nuestras casas-
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-¿Cuánto falta?-
-Yo digo que dos días, señor. Hicimos tres-
-Bien... no toleraré más retardos. ¿Falta alguien?-
-Sí, señor, falta una persona...-
-Búsquela de inmediato... tráiganla a la fuerza si es necesario-
-Así se hará, señor-
-Dentro de dos días iniciaremos. En el Santuario nadie sospecha...-
CONTINUARÁ...
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Holas!!! Gracias a todos los que me mandaron reviews... Espero que les esté gustando...
Abby L.
