Corazón de Caballero
Por Syaoran Li
Capítulo 3: El Inframundo. La batalla da inicio.
Después de apagarse la vida de Saga, un gran silencio se sintió en todo el santuario, puesto que no importaba si era o no un Espectro, es un Caballero de Athena y como tal su muerte pesa en el corazón de todos. Mientras tanto, su espíritu emprendió el viaje, un viaje que no estaba seguro hacia donde lo llevaría. Justo antes de morir, Saga recordó las palabras que Shaka le mencionara alguna vez, antes de que se volviera aquel ser lleno de maldad.
"Saga, la muerte no es el final de todo, sino el paso a lo siguiente"
* * * * * * *
"Qué es este lugar"
"Sigo en la Casa de Géminis"
"Habré hecho lo correcto"
El espíritu de Saga caminaba sin saber en donde se encontraba. Era un lugar cubierto de total oscuridad. A lo lejos era posible escuchar lamentos, pero ¿de quién? - Saga estaba a un paso de averiguarlo.
-Alto ahí caballero de Athena.
-¿Quién eres? - preguntó Saga, saliendo del trance en el que estaba.
-Incluso en el Inframundo no nos reconoces.
-Quizás si nos ves tu mente se esclarezca.
Poco a poco la oscuridad de aquel lugar fue desvaneciéndose, permitiendo a Saga ver más allá de lo posible, revelando así las identidades de las dos personas que le halaban. Para su sorpresa se trataba de los espectros de Shura y Camus, quien el mismo asesinó con su Explosión de Galaxias.
-No pensamos que estarías en este lugar - dijo Shura.
-Después de que alcanzaras la Conciencia Araya, tu misión era proteger a Saori.
-Lo siento Camus - dijo Saga mirando al espectro directamente a los ojos - hubo algo más que se interpuso en mi camino y no tuve otra opción más que morir.
-¿Morir? - dijo Camus en tono sarcástico.
-¿Qué sucede? - dijo Saga al notar la actitud del espectro.
-Lo que sucede en el Santuario en este momento no es cuestión de casualidades - exclamó Camus mientras Shura lo miraba con dureza - es un plan que Hades está desarrollando con frialdad.
-Acaso Hades no ha muerto.
-Como el Dios de los muertos eso es imposible para él - dijo Camus.
-Les hizo creer a todos que murió, pero no es así, él sigue vivo aquí en el Inframundo.
-Necesitamos de tu ayuda más que nunca - dijo Shura finalmente.
-Es cierto - dijo Camus un poco solapado - Hades planea atacar con todo El Santuario, incluso con los Antiguos Caballeros Dorados que perecieron en la batalla de hace 243 años.
-Y eso no es todo - interrumpió Shura - además los tres jueces del Inframundo se unirán al combate, ¿entiendes lo que eso significa?
Saga bajó la mirada en señal de no saber lo que estaba por venir.
-Ni los Caballeros de Athena serán capaces de ganar, pero . . .
-¿Pero qué Camus?
-Si lo detenemos aquí, no podrán llegar al Santuario y todo habrá terminado - dijo Shura respaldando las palabras de Camus.
-Es posible soñar con ello, vencer a Hades en su propio terreno - Saga estaba dudoso, además aunque él alcanzó el 8vo sentido ¿sería eso suficiente?
-Debemos intentarlo.
-Estás con nosotros.
Saga miró a ambos. Estaba conciente de que su vida había llegado a su fin. Estaba en el umbral de la muerte, las puertas del Infierno se abrirían a menos que hicieran algo para impedirlo. Siendo fiel a Athena, Saga tomó su decisión.
-Adelante.
Saga, Camus y Shura estaban listos para emprender el viaje hacia los confines del Inframundo, en donde Hades y su ejército de espectros los esperan. Saga notó que las armaduras que habían sido destruidas gracias a su Explosión de Galaxias estaban intactas. Y más grande fue su sorpresa al ver que la suya también estaba completa. Al ver su expresión, Camus le dice que no es nada especial, que las Sapuris pueden regenerarse, además ellos están en el Inframundo, es una dimensión distinta. El panorama era realmente sombrío, Saga puedo ver con claridad los miles de espíritus que marchaban hacia la misma dirección en interminables colas. La mayoría llevaba atado a sí unas cadenas, representando los pecados que cometieron a lo largo de sus vidas. Algunos miraban con desprecio a los tres Caballeros, pues en algún momento de su vida fueron leales a Hades y sabían muy bien que ellos van tras su cabeza. El tiempo siguió pasando, y el camino no terminaba; Camus le explicaba a Saga que aún quedan 95 espectros que son subordinados de Hades (13 habían muerto ya, entre ellos los espectros de Camus y Shura). Por su parte, Shura andaba a paso lento, como esperando algo más no estaba seguro de lo que era. El sendero por el cual marchaban llegó a su fin, al pie de una montaña, la cual Camus describió como el monte Etéreo, lugar en donde se encuentra el palacio de Hades y sus espectros. Era una difícil incursión, pero era la única forma de llegar hasta Hades.
-Bien, creo que lo fácil termina aquí - dijo Shura vagamente.
-Nos tomará mucho tiempo el llegar hasta la cima - exclamó Saga al ver aquella cuesta.
-Si sabes como hacerlo será sencillo - respondió Camus.
-Pero, ¿cómo? - preguntó Saga al ver la determinación de Camus.
-Tu mejor que nadie lo debería de saber - respondió Camus - ahora que has alcanzado la Conciencia Araya, tu cosmo es capaz de extenderse más allá de las estrellas. Nuestra batalla tenía como objetivo acabar contigo, puesto que necesitábamos de tu ayuda para derrotar a Hades aquí. Pero al ver que no te rendirías, con Shura optamos por guiarte hacia el Octavo Sentido. Así pues, si fallábamos en nuestra misión, tu podrías proteger a Athena, pero veo que tomaste una decisión que te condujo hasta nosotros.
-Pero eso no explica como llegaremos hasta el Palacio de Hades.
-¿Aún no lo puedes comprender? - exclamó molesto Shura.
-Nosotros también hemos alcanzado la Conciencia Araya Saga - dijo Camus tajantemente - Mientras cruzamos la línea entre la vida y la muerte para enseñarte el octavo Sentido, nuestro cosmo fue capaz de arrebatar la barrera al mismo tiempo que tú. Desafortunadamente nuestros cuerpos estaban demasiado lastimados y nos fue imposible sobrevivir. Hades jamás podrá controlarnos, aunque hayamos sido espectros a sus servicios, siempre nuestra lealtad estará con Athena.
-Hades quiere controlar el mundo, para luego vencer a Poseidón y Zeus; para vengarse de ellos, por haberlo condenado a los infiernos. - dijo Shura, quien estaba recostado sobre una de las columnas que rodeaban el sendero.
-Si el cosmo de Athena cae en sus manos, tendrá el poder que necesita. No podemos permitir que eso suceda - dijo Camus con una mirada desafiante sobre Saga.
-Esta en nuestras manos no es así.
-Veo que por fin lo has comprendido.
-¡¡Camus!! ¡¡Saga!! Es tiempo de que actuemos.
-¡¡Si!! - respondieron ambos. Camus no estaba seguro, pero en su interior sabe que Shura tiene asuntos que resolver con Hades.
-Pon mucha atención Saga.
Shura levantó su brazo derecho, empuñando a Scalibur. A su vez, Camus tomó la posición para llevar a cabo la Ejecución Aurora. Saga recordaba esta escena cuando ambos unieron su cosmo para vencerle. Había algo distinto en el ambiente, el cosmo que rodaban el lugar era cálido, lleno de pureza y sinceridad. En realidad ellos estaban dispuestos a todo, renunciando incluso a la vida que les fue dada, muriendo por defender lo que creen como cierto. Entendiendo lo que debía hacer; Saga asume su posición, preparándose para ejecutar su Explosión de Galaxias. Desde la época del mito, se cree que sin llegan a combinarse los atasques de tres comos poderosos, serían capaces de desencadenar un golpe tan grande, que no habría nada ni nadie que lograra salir ileso de él, incluso el mismo Hades. Pero en este momento les sería útil de otra forma. Saga vio finalmente cual era el plan de Camus.
¡¡Ejecución Aurora!!
¡¡Explosión de galaxias!!
¡¡Espada Scalibur!!
Tres cosmo energías ardieron al máximo en ese instante, formando un solo ataque, que sin obstáculo alguno fue abriéndose paso a través de la montaña. A medida que el tiempo pasaba, Saga sentía como su cosmo guardaba su poder, como si su esfuerzo no significase nada para él. Este era el verdadero poder la Conciencia Araya. Pronto lo entendería mejor.
-Listo, el camino está despejado, pero ¿que demonios? - Camus percató una presencia muy fuerte acercándose a toda velocidad.
-Este cosmo es muy poderoso - exclamó Shura al sentir lo mismo que su compañero.
-Ya lo había sentido antes, pero donde - se preguntaba Saga al tratar de reconocer el cosmo que los asechaba. De pronto, un estruendo interrumpió a los tres caballeros, rompiendo su concentración y a su vez haciéndose presente. Un caballero con otra Sapuris apareció frente a ellos. Su comos estaba lleno de maldad y odio. Su mirada reflejaba un sentimiento de rencor. Al verlos soltó una carcajada estruendosa.
-Vine tan rápido como pude; pensé que era algo importante pero veo que es sólo basura; basura que en verdad me fastidia.
-Rhadamanthys
-Tienes buena memoria Camus, considerando que eres un traidor - Rhadamanthys rió frívolamente - Hades cometió un error al confiar en ustedes; espectros o no jamás podrán ser fieles a nuestro maestro. Es mi deber corregir este grave error.
-Piensas que puedes vencernos ¿no es así? - exclamó Shura guardando la calma.
-Eso no me costaría mucho trabajo - Rhadamanthys nota la presencia de Saga, por lo cual su expresión cambia - Veo que han conseguido un aliado; no importa si son más, de igual forma los acabaré y ni el infierno será un hogar para ustedes.
-Si piensas que tus palabras nos intimidan, estás muy equivocado.
-Esta bien, entonces les demostraré mi poder.
Rhadamanthys; uno de los tres jueces del Inframundo. Se dice que hasta el mismo Hades le teme, por ello tiene un gran dominio sobre su los espectros. Rhadamanthys no dudaría en tomar la posición de Hades si tuviera la oportunidad, pero por el momento sigue siendo paciente. Camus, Shura y Saga son su objetivo prioritario, después . . .
-Prepárense para conocer mi poder. En nuestra batalla hace 243 años, todos los Caballeros Dorados, a excepción de uno, sucumbieron ante este golpe. Siéntanse afortunados de compartir el mismo destino que ellos - Rhadamanthys deja escapar pequeñas chispas de su armadura, tan fuerte como el acero. Su comos se expandía con suma facilidad por todo el lugar, haciendo que Saga y los otros no pudieran moverse.
-¿Qué es esto? - preguntó Saga al ver que sus movimientos eran en vano.
-Parece que no quiere esperar ni un segundo más para acabarnos - dijo Shura sonriendo a su vez.
-Yo no le veo las gracias - dijo enfadado Saga.
-Utilizará contra nosotros su golpe Gran Precaución.
-Exacto Camus - Rhadamanthys sonríe malévolamente - Recuerdo como el antiguo Caballero Dorado de Acuario se retorcía del dolor ante mi fuerza. Me dio tanta lástima que no tuve más opción que decapitarlo.
-¡¡Maldito!! - Camus estaba furioso ahora. Según lo que sabe, Calixto, Caballero Dorado de Acuario cuando sucedió la batalla entre Athena y Hades; sucumbió ante el poder del Espectro más poderoso al servicio de Hades. Camus jamás supo quien fue, hasta ahora.
-Mueran caballeros de Athena, los enviaré a Yomotsu, de donde no podrán salir jamás - . . . - Gran precaución.
Tres esferas luminosas salieron desde las manos de Rhadamanthys rumbo a sus enemigos. El impacto era inevitable, ya que ninguno lograba moverse ni siquiera un centímetro. Rhadamanthys los había paralizado con su cosmo, como parte del ataque. Las esferas cobraban fuerza conforme surcaban el aire; incrementadas en parte por la maldad que existe en las puertas del Infierno. Segundos más tarde, una tremenda explosión sacudió todo el lugar; enviado muy lejos a Camus, Saga y Shura; quienes a su paso acabaron con cientos de espíritus que marchaban rumbo al infierno. Finalmente chocaron contra los pilares que delimitaban el final del camino antes de llegar a la monte Etéreo. Como les fue posible, se incorporaron para no estar a merced de Rhadamanthys, pero su golpe había sido certero. Saga y Shura fueron incapaces de permanecer de pie, cayendo al suelo nuevamente, dejando a Camus como su protector.
-Veo que sobrevivió una basura, supongo que tuviste suerte nada más.
Con un suave movimiento de su mano, Rhadamanthys generó una ráfaga de viento, la cual golpeó a Camus, sin embargo este no cayó. Esto llamó la atención del espectro.
-Vaya, vaya, esto si es una sorpresa. Puedo ver como n tu corazón hay un deseo de venganza, eso es bueno, te da poder. Vamos Camus, ódiame, ódiame por haber acabado con tu antepasado.
Al parecer Camus estaba entrando en el juego de Rhadamanthys. Su comos comenzó a perder brillo. Es evidente que un caballero al cual su corazón domine la maldad o cualquier sentimiento maligno, jamás podrá utilizar su poder para hacer el mal. Eran las estrellas la que indicaban esto, desde los tiempos inmemoriales. Camus lo sabía, pero para ese entonces el control se fue de sus manos.
-Te demostraré que te equivocas si crees que podrás derrotarme tan fácilmente. - Su comos volvió a encenderse, pero esta vez no estaba peleando por Athena, pelearía por su honor. Rhadamanthys estaba satisfecho.
-Dame lo mejor que tengas.
-Tu lo has pedido. - Camus cerró los ojos. Varios puntos luminosos aparecieron tras de él, formando la constelación de Acuario. Vientos provenientes de todas direcciones se daban cita en aquel lugar, llamados por Camus. Poco a poco, el aire congelado fue reuniéndose en sus manos, hasta que formó una masa de energía. Finalmente abrió los ojos para ver a su enemigo, quien no se inmutó ante aquello.
-Conoce mi técnica - Camus arroja su poder - Constelación Glaciar.
El viento congelado se movía a través del aire como suave pluma que viaja sobre la espuma del mar. De pronto, el viento cambió de forma, dividiéndose en pequeñas estalactitas de cristal las cuales tenían un solo objetivo; Rhadamanthys.
-Que ataque tan débil - dijo Rhadamanthys mientras esquivaba con suma facilidad las pequeñas estacas de hielo que trataban en vano de golpearlo.
-Esto no ha terminado.
-¿Pero que demonios?
Las ráfagas enviadas por Camus tomaban más velocidad, formando una ventisca parecida a las que asota Liberia en sus épocas más frías. Seguro fue ahí donde aprendió esta técnica. Rhadamanthys sentía el dolor que le causaban los cortes en su cuerpo. Dolor, algo que sólo experimento una vez. Para cuando la ventisca concluyó, Camus estaba agotado, pues controlar todo ese aire frío no era tarea fácil. Al ver la debacle del caballero de los aires congelados, el espectro rió con magnificencia.
-Eso es todo lo que puedas dar - exclamó Rhadamanthys - veo que mis expectativas sobre ustedes estaban equivocadas, son peores de lo que imaginé. Por qué luchar por una causa que no tiene sentido alguno. En este mundo sobrevive el más fuerte; mientras que el débil deberá morir. Hades gobernará sobre Zeus, Poseidón y Athena. Quien se resista morirá a su merced, o mejor dicho, morirá en mis manos.
-Eso es algo que no podemos permitir - dijo Saga, quien había podido levantarse, aunque su aspecto no era el mejor; parte de su Sapuri fue destruida, su brazo derecha sangraba y al parecer una de sus dos piernas estaba mal herida. Shura permanecía a su lado, al parecer se encontraba en peores condiciones que él.
-Pensaba en darles la oportunidad de jurarle fidelidad a nuestro señor pero veo que no abandonarán su estúpida idea de acabar con él.
-Soy un Caballero de Athena - exclamó Saga con furia - jamás venderá mi alma a un Dios con el corazón de un demonio.
-Insolente - dijo Rhadamanthys extendiendo su brazo contra Saga para propinarle un golpe, pero este con un movimiento veloz logra esquivarlo.
-Ellos también están dispuestos a pelear - dijo Saga mientras observaba a Shura y Camus - Lo sacrificaron todo para enseñarme lo equivocado que estaba y lo que debo hacer ahora.
-¿Y qué es eso? - dijo el espectro en tono desafiante.
-Destruir a quienes desean llevar a este mundo a su destrucción. - Saga no pudo terminar su frase, puesto que el dolor de sus heridas era intenso, tanto que sus palabras se perdían en él.
-Mírense, dan lástima - dijo Rhadamanthys viendo el lamentable estado de sus adversarios - para que veas que soy bondadoso los mataré ahora mismo para que no sigan sufriendo esta agonía. Ante esto Saga sólo sonrió, dejando confundido al espectro.
-Encuentras la muerte risible - le preguntó a Saga.
-He estado al borde de la muerte en innumerables ocasiones; cruzando la línea más de una vez La muerte no es lo que me asusta sabes lo que me aterra es que hayamos fallado tan pronto en nuestro intento. - la expresión de Saga reflejaba la de un hombre vencido, pero sabiendo que lo mejor de ellos fue dado.
-Nobles pero absurdas palabras. Si eso es todo lo que tienes que decir. . . . Gran Precaución.
Saga, Shura y Camus esperaban la muerte. Su cosmo no fue suficiente para derrotar a Rhadamanthys. Así pues, Saga recordó las sabias palabras del noble guerrero que le dio muerte en la Casa de Géminis: "el cosmo es parte de un todo; no es el único poder que se puede manipular. Te lo demostraré". Finalmente Saga cae con estos pensamientos en mente.
-Tenías razón después de todo . . . hermano . . . protege a la princesa Saori.
Rhadamanthys lanzó su ataque contra lo Caballeros de Athena, quienes no hicieron nada para impedirlo, estaban resignado, en sus corazones estaba la tristeza de no haber cumplido con su misión. Ahora Hades podría tomar el control del Santuario; Mu, Aioria y los otros tiene la responsabilidad de evitar que suceda. Sus cuerpos estaban paralizados; las tres esferas se aproximaban hacia ellos, era el final, pero.
-Saga, debes levantarte.
-Esa voz, esa voz, Athena.
-Has prometido protegerme pase lo que pase, o acaso lo has olvidado.
-¿pero como puedo protegerte? - dijo Saga
-Aún tienes oportunidad de hacerlo.
-Ya me han derrotado - admitió azorado Saga.
-Solamente si tu lo permites, es tu decisión si quieres caer ahora.
-¿Es mi decisión? - preguntó Saga mientras sentía como el cosmo de Athena recorría todo su ser.
-Tú decides si quieres vivir o morir. Estoy segura que tomarás la decisión correcta.
-¡¡Athena!!
-¡¡¡¡Mi deseo es vivir!!!!
-Esto es imposible
Rhadamanthys no podía creer lo que veía, Saga estaba de pie, mientras que con ambas, manos estaba deteniendo su ataque. No era cierto, el espectro se negaba a creer que alguien era capaz de parar su Gran Precaución de esa forma. Debía haber un error.
-Todavía no es tiempo para morir - dijo Saga mientras expulsaba el poder de Rhadamanthys hacia atrás - Hades no puede cumplir sus ambiciones.
-Solo no creo que puedas lograrlo.
-No estoy solo - respondió el Caballero de Géminis.
-¡Maldición!
Y en efecto, Saga no estaba solo. Camus y Shura también estaban de pie justo tras de él. En su mirada habían energías renovadas y su comos ardían más que nunca. Tras ellos, un cosmo cálido y muy poderoso los protegía. Rhadamanthys se dio cuenta de lo que estaba pasando.
-Esta es una nueva batalla.
Los espíritus seguían su marcha, caminando hacia su destino, hacia donde el resultado de su vida los lleva. De igual forma, Saga, Shura y Camus están listos para llegar hasta donde les sea posible. Un poder estaba a punto de despertar.
Continuará.
En este punto mencionaré que la historia se relaciona un poco, pro tan sólo un poco con las Ovas de Saint Seiya contra Hades; es la base, pero poco a poco iremos descubriendo cual es la misión de saga y los demás caballeros de Athena.
Cualquier duda, sugerencia o comentario puede hacer el fanfiction.net (Si!!); en el Foro de Pkmn (www.pkmncgforos.cjb.net) o bien a mi correo electrónico (delcompa@hotmail.com).
El cosmos es el único poder que el hombre no puede percibir.
Capítulo 3: El Inframundo. La batalla da inicio.
Después de apagarse la vida de Saga, un gran silencio se sintió en todo el santuario, puesto que no importaba si era o no un Espectro, es un Caballero de Athena y como tal su muerte pesa en el corazón de todos. Mientras tanto, su espíritu emprendió el viaje, un viaje que no estaba seguro hacia donde lo llevaría. Justo antes de morir, Saga recordó las palabras que Shaka le mencionara alguna vez, antes de que se volviera aquel ser lleno de maldad.
"Saga, la muerte no es el final de todo, sino el paso a lo siguiente"
* * * * * * *
"Qué es este lugar"
"Sigo en la Casa de Géminis"
"Habré hecho lo correcto"
El espíritu de Saga caminaba sin saber en donde se encontraba. Era un lugar cubierto de total oscuridad. A lo lejos era posible escuchar lamentos, pero ¿de quién? - Saga estaba a un paso de averiguarlo.
-Alto ahí caballero de Athena.
-¿Quién eres? - preguntó Saga, saliendo del trance en el que estaba.
-Incluso en el Inframundo no nos reconoces.
-Quizás si nos ves tu mente se esclarezca.
Poco a poco la oscuridad de aquel lugar fue desvaneciéndose, permitiendo a Saga ver más allá de lo posible, revelando así las identidades de las dos personas que le halaban. Para su sorpresa se trataba de los espectros de Shura y Camus, quien el mismo asesinó con su Explosión de Galaxias.
-No pensamos que estarías en este lugar - dijo Shura.
-Después de que alcanzaras la Conciencia Araya, tu misión era proteger a Saori.
-Lo siento Camus - dijo Saga mirando al espectro directamente a los ojos - hubo algo más que se interpuso en mi camino y no tuve otra opción más que morir.
-¿Morir? - dijo Camus en tono sarcástico.
-¿Qué sucede? - dijo Saga al notar la actitud del espectro.
-Lo que sucede en el Santuario en este momento no es cuestión de casualidades - exclamó Camus mientras Shura lo miraba con dureza - es un plan que Hades está desarrollando con frialdad.
-Acaso Hades no ha muerto.
-Como el Dios de los muertos eso es imposible para él - dijo Camus.
-Les hizo creer a todos que murió, pero no es así, él sigue vivo aquí en el Inframundo.
-Necesitamos de tu ayuda más que nunca - dijo Shura finalmente.
-Es cierto - dijo Camus un poco solapado - Hades planea atacar con todo El Santuario, incluso con los Antiguos Caballeros Dorados que perecieron en la batalla de hace 243 años.
-Y eso no es todo - interrumpió Shura - además los tres jueces del Inframundo se unirán al combate, ¿entiendes lo que eso significa?
Saga bajó la mirada en señal de no saber lo que estaba por venir.
-Ni los Caballeros de Athena serán capaces de ganar, pero . . .
-¿Pero qué Camus?
-Si lo detenemos aquí, no podrán llegar al Santuario y todo habrá terminado - dijo Shura respaldando las palabras de Camus.
-Es posible soñar con ello, vencer a Hades en su propio terreno - Saga estaba dudoso, además aunque él alcanzó el 8vo sentido ¿sería eso suficiente?
-Debemos intentarlo.
-Estás con nosotros.
Saga miró a ambos. Estaba conciente de que su vida había llegado a su fin. Estaba en el umbral de la muerte, las puertas del Infierno se abrirían a menos que hicieran algo para impedirlo. Siendo fiel a Athena, Saga tomó su decisión.
-Adelante.
Saga, Camus y Shura estaban listos para emprender el viaje hacia los confines del Inframundo, en donde Hades y su ejército de espectros los esperan. Saga notó que las armaduras que habían sido destruidas gracias a su Explosión de Galaxias estaban intactas. Y más grande fue su sorpresa al ver que la suya también estaba completa. Al ver su expresión, Camus le dice que no es nada especial, que las Sapuris pueden regenerarse, además ellos están en el Inframundo, es una dimensión distinta. El panorama era realmente sombrío, Saga puedo ver con claridad los miles de espíritus que marchaban hacia la misma dirección en interminables colas. La mayoría llevaba atado a sí unas cadenas, representando los pecados que cometieron a lo largo de sus vidas. Algunos miraban con desprecio a los tres Caballeros, pues en algún momento de su vida fueron leales a Hades y sabían muy bien que ellos van tras su cabeza. El tiempo siguió pasando, y el camino no terminaba; Camus le explicaba a Saga que aún quedan 95 espectros que son subordinados de Hades (13 habían muerto ya, entre ellos los espectros de Camus y Shura). Por su parte, Shura andaba a paso lento, como esperando algo más no estaba seguro de lo que era. El sendero por el cual marchaban llegó a su fin, al pie de una montaña, la cual Camus describió como el monte Etéreo, lugar en donde se encuentra el palacio de Hades y sus espectros. Era una difícil incursión, pero era la única forma de llegar hasta Hades.
-Bien, creo que lo fácil termina aquí - dijo Shura vagamente.
-Nos tomará mucho tiempo el llegar hasta la cima - exclamó Saga al ver aquella cuesta.
-Si sabes como hacerlo será sencillo - respondió Camus.
-Pero, ¿cómo? - preguntó Saga al ver la determinación de Camus.
-Tu mejor que nadie lo debería de saber - respondió Camus - ahora que has alcanzado la Conciencia Araya, tu cosmo es capaz de extenderse más allá de las estrellas. Nuestra batalla tenía como objetivo acabar contigo, puesto que necesitábamos de tu ayuda para derrotar a Hades aquí. Pero al ver que no te rendirías, con Shura optamos por guiarte hacia el Octavo Sentido. Así pues, si fallábamos en nuestra misión, tu podrías proteger a Athena, pero veo que tomaste una decisión que te condujo hasta nosotros.
-Pero eso no explica como llegaremos hasta el Palacio de Hades.
-¿Aún no lo puedes comprender? - exclamó molesto Shura.
-Nosotros también hemos alcanzado la Conciencia Araya Saga - dijo Camus tajantemente - Mientras cruzamos la línea entre la vida y la muerte para enseñarte el octavo Sentido, nuestro cosmo fue capaz de arrebatar la barrera al mismo tiempo que tú. Desafortunadamente nuestros cuerpos estaban demasiado lastimados y nos fue imposible sobrevivir. Hades jamás podrá controlarnos, aunque hayamos sido espectros a sus servicios, siempre nuestra lealtad estará con Athena.
-Hades quiere controlar el mundo, para luego vencer a Poseidón y Zeus; para vengarse de ellos, por haberlo condenado a los infiernos. - dijo Shura, quien estaba recostado sobre una de las columnas que rodeaban el sendero.
-Si el cosmo de Athena cae en sus manos, tendrá el poder que necesita. No podemos permitir que eso suceda - dijo Camus con una mirada desafiante sobre Saga.
-Esta en nuestras manos no es así.
-Veo que por fin lo has comprendido.
-¡¡Camus!! ¡¡Saga!! Es tiempo de que actuemos.
-¡¡Si!! - respondieron ambos. Camus no estaba seguro, pero en su interior sabe que Shura tiene asuntos que resolver con Hades.
-Pon mucha atención Saga.
Shura levantó su brazo derecho, empuñando a Scalibur. A su vez, Camus tomó la posición para llevar a cabo la Ejecución Aurora. Saga recordaba esta escena cuando ambos unieron su cosmo para vencerle. Había algo distinto en el ambiente, el cosmo que rodaban el lugar era cálido, lleno de pureza y sinceridad. En realidad ellos estaban dispuestos a todo, renunciando incluso a la vida que les fue dada, muriendo por defender lo que creen como cierto. Entendiendo lo que debía hacer; Saga asume su posición, preparándose para ejecutar su Explosión de Galaxias. Desde la época del mito, se cree que sin llegan a combinarse los atasques de tres comos poderosos, serían capaces de desencadenar un golpe tan grande, que no habría nada ni nadie que lograra salir ileso de él, incluso el mismo Hades. Pero en este momento les sería útil de otra forma. Saga vio finalmente cual era el plan de Camus.
¡¡Ejecución Aurora!!
¡¡Explosión de galaxias!!
¡¡Espada Scalibur!!
Tres cosmo energías ardieron al máximo en ese instante, formando un solo ataque, que sin obstáculo alguno fue abriéndose paso a través de la montaña. A medida que el tiempo pasaba, Saga sentía como su cosmo guardaba su poder, como si su esfuerzo no significase nada para él. Este era el verdadero poder la Conciencia Araya. Pronto lo entendería mejor.
-Listo, el camino está despejado, pero ¿que demonios? - Camus percató una presencia muy fuerte acercándose a toda velocidad.
-Este cosmo es muy poderoso - exclamó Shura al sentir lo mismo que su compañero.
-Ya lo había sentido antes, pero donde - se preguntaba Saga al tratar de reconocer el cosmo que los asechaba. De pronto, un estruendo interrumpió a los tres caballeros, rompiendo su concentración y a su vez haciéndose presente. Un caballero con otra Sapuris apareció frente a ellos. Su comos estaba lleno de maldad y odio. Su mirada reflejaba un sentimiento de rencor. Al verlos soltó una carcajada estruendosa.
-Vine tan rápido como pude; pensé que era algo importante pero veo que es sólo basura; basura que en verdad me fastidia.
-Rhadamanthys
-Tienes buena memoria Camus, considerando que eres un traidor - Rhadamanthys rió frívolamente - Hades cometió un error al confiar en ustedes; espectros o no jamás podrán ser fieles a nuestro maestro. Es mi deber corregir este grave error.
-Piensas que puedes vencernos ¿no es así? - exclamó Shura guardando la calma.
-Eso no me costaría mucho trabajo - Rhadamanthys nota la presencia de Saga, por lo cual su expresión cambia - Veo que han conseguido un aliado; no importa si son más, de igual forma los acabaré y ni el infierno será un hogar para ustedes.
-Si piensas que tus palabras nos intimidan, estás muy equivocado.
-Esta bien, entonces les demostraré mi poder.
Rhadamanthys; uno de los tres jueces del Inframundo. Se dice que hasta el mismo Hades le teme, por ello tiene un gran dominio sobre su los espectros. Rhadamanthys no dudaría en tomar la posición de Hades si tuviera la oportunidad, pero por el momento sigue siendo paciente. Camus, Shura y Saga son su objetivo prioritario, después . . .
-Prepárense para conocer mi poder. En nuestra batalla hace 243 años, todos los Caballeros Dorados, a excepción de uno, sucumbieron ante este golpe. Siéntanse afortunados de compartir el mismo destino que ellos - Rhadamanthys deja escapar pequeñas chispas de su armadura, tan fuerte como el acero. Su comos se expandía con suma facilidad por todo el lugar, haciendo que Saga y los otros no pudieran moverse.
-¿Qué es esto? - preguntó Saga al ver que sus movimientos eran en vano.
-Parece que no quiere esperar ni un segundo más para acabarnos - dijo Shura sonriendo a su vez.
-Yo no le veo las gracias - dijo enfadado Saga.
-Utilizará contra nosotros su golpe Gran Precaución.
-Exacto Camus - Rhadamanthys sonríe malévolamente - Recuerdo como el antiguo Caballero Dorado de Acuario se retorcía del dolor ante mi fuerza. Me dio tanta lástima que no tuve más opción que decapitarlo.
-¡¡Maldito!! - Camus estaba furioso ahora. Según lo que sabe, Calixto, Caballero Dorado de Acuario cuando sucedió la batalla entre Athena y Hades; sucumbió ante el poder del Espectro más poderoso al servicio de Hades. Camus jamás supo quien fue, hasta ahora.
-Mueran caballeros de Athena, los enviaré a Yomotsu, de donde no podrán salir jamás - . . . - Gran precaución.
Tres esferas luminosas salieron desde las manos de Rhadamanthys rumbo a sus enemigos. El impacto era inevitable, ya que ninguno lograba moverse ni siquiera un centímetro. Rhadamanthys los había paralizado con su cosmo, como parte del ataque. Las esferas cobraban fuerza conforme surcaban el aire; incrementadas en parte por la maldad que existe en las puertas del Infierno. Segundos más tarde, una tremenda explosión sacudió todo el lugar; enviado muy lejos a Camus, Saga y Shura; quienes a su paso acabaron con cientos de espíritus que marchaban rumbo al infierno. Finalmente chocaron contra los pilares que delimitaban el final del camino antes de llegar a la monte Etéreo. Como les fue posible, se incorporaron para no estar a merced de Rhadamanthys, pero su golpe había sido certero. Saga y Shura fueron incapaces de permanecer de pie, cayendo al suelo nuevamente, dejando a Camus como su protector.
-Veo que sobrevivió una basura, supongo que tuviste suerte nada más.
Con un suave movimiento de su mano, Rhadamanthys generó una ráfaga de viento, la cual golpeó a Camus, sin embargo este no cayó. Esto llamó la atención del espectro.
-Vaya, vaya, esto si es una sorpresa. Puedo ver como n tu corazón hay un deseo de venganza, eso es bueno, te da poder. Vamos Camus, ódiame, ódiame por haber acabado con tu antepasado.
Al parecer Camus estaba entrando en el juego de Rhadamanthys. Su comos comenzó a perder brillo. Es evidente que un caballero al cual su corazón domine la maldad o cualquier sentimiento maligno, jamás podrá utilizar su poder para hacer el mal. Eran las estrellas la que indicaban esto, desde los tiempos inmemoriales. Camus lo sabía, pero para ese entonces el control se fue de sus manos.
-Te demostraré que te equivocas si crees que podrás derrotarme tan fácilmente. - Su comos volvió a encenderse, pero esta vez no estaba peleando por Athena, pelearía por su honor. Rhadamanthys estaba satisfecho.
-Dame lo mejor que tengas.
-Tu lo has pedido. - Camus cerró los ojos. Varios puntos luminosos aparecieron tras de él, formando la constelación de Acuario. Vientos provenientes de todas direcciones se daban cita en aquel lugar, llamados por Camus. Poco a poco, el aire congelado fue reuniéndose en sus manos, hasta que formó una masa de energía. Finalmente abrió los ojos para ver a su enemigo, quien no se inmutó ante aquello.
-Conoce mi técnica - Camus arroja su poder - Constelación Glaciar.
El viento congelado se movía a través del aire como suave pluma que viaja sobre la espuma del mar. De pronto, el viento cambió de forma, dividiéndose en pequeñas estalactitas de cristal las cuales tenían un solo objetivo; Rhadamanthys.
-Que ataque tan débil - dijo Rhadamanthys mientras esquivaba con suma facilidad las pequeñas estacas de hielo que trataban en vano de golpearlo.
-Esto no ha terminado.
-¿Pero que demonios?
Las ráfagas enviadas por Camus tomaban más velocidad, formando una ventisca parecida a las que asota Liberia en sus épocas más frías. Seguro fue ahí donde aprendió esta técnica. Rhadamanthys sentía el dolor que le causaban los cortes en su cuerpo. Dolor, algo que sólo experimento una vez. Para cuando la ventisca concluyó, Camus estaba agotado, pues controlar todo ese aire frío no era tarea fácil. Al ver la debacle del caballero de los aires congelados, el espectro rió con magnificencia.
-Eso es todo lo que puedas dar - exclamó Rhadamanthys - veo que mis expectativas sobre ustedes estaban equivocadas, son peores de lo que imaginé. Por qué luchar por una causa que no tiene sentido alguno. En este mundo sobrevive el más fuerte; mientras que el débil deberá morir. Hades gobernará sobre Zeus, Poseidón y Athena. Quien se resista morirá a su merced, o mejor dicho, morirá en mis manos.
-Eso es algo que no podemos permitir - dijo Saga, quien había podido levantarse, aunque su aspecto no era el mejor; parte de su Sapuri fue destruida, su brazo derecha sangraba y al parecer una de sus dos piernas estaba mal herida. Shura permanecía a su lado, al parecer se encontraba en peores condiciones que él.
-Pensaba en darles la oportunidad de jurarle fidelidad a nuestro señor pero veo que no abandonarán su estúpida idea de acabar con él.
-Soy un Caballero de Athena - exclamó Saga con furia - jamás venderá mi alma a un Dios con el corazón de un demonio.
-Insolente - dijo Rhadamanthys extendiendo su brazo contra Saga para propinarle un golpe, pero este con un movimiento veloz logra esquivarlo.
-Ellos también están dispuestos a pelear - dijo Saga mientras observaba a Shura y Camus - Lo sacrificaron todo para enseñarme lo equivocado que estaba y lo que debo hacer ahora.
-¿Y qué es eso? - dijo el espectro en tono desafiante.
-Destruir a quienes desean llevar a este mundo a su destrucción. - Saga no pudo terminar su frase, puesto que el dolor de sus heridas era intenso, tanto que sus palabras se perdían en él.
-Mírense, dan lástima - dijo Rhadamanthys viendo el lamentable estado de sus adversarios - para que veas que soy bondadoso los mataré ahora mismo para que no sigan sufriendo esta agonía. Ante esto Saga sólo sonrió, dejando confundido al espectro.
-Encuentras la muerte risible - le preguntó a Saga.
-He estado al borde de la muerte en innumerables ocasiones; cruzando la línea más de una vez La muerte no es lo que me asusta sabes lo que me aterra es que hayamos fallado tan pronto en nuestro intento. - la expresión de Saga reflejaba la de un hombre vencido, pero sabiendo que lo mejor de ellos fue dado.
-Nobles pero absurdas palabras. Si eso es todo lo que tienes que decir. . . . Gran Precaución.
Saga, Shura y Camus esperaban la muerte. Su cosmo no fue suficiente para derrotar a Rhadamanthys. Así pues, Saga recordó las sabias palabras del noble guerrero que le dio muerte en la Casa de Géminis: "el cosmo es parte de un todo; no es el único poder que se puede manipular. Te lo demostraré". Finalmente Saga cae con estos pensamientos en mente.
-Tenías razón después de todo . . . hermano . . . protege a la princesa Saori.
Rhadamanthys lanzó su ataque contra lo Caballeros de Athena, quienes no hicieron nada para impedirlo, estaban resignado, en sus corazones estaba la tristeza de no haber cumplido con su misión. Ahora Hades podría tomar el control del Santuario; Mu, Aioria y los otros tiene la responsabilidad de evitar que suceda. Sus cuerpos estaban paralizados; las tres esferas se aproximaban hacia ellos, era el final, pero.
-Saga, debes levantarte.
-Esa voz, esa voz, Athena.
-Has prometido protegerme pase lo que pase, o acaso lo has olvidado.
-¿pero como puedo protegerte? - dijo Saga
-Aún tienes oportunidad de hacerlo.
-Ya me han derrotado - admitió azorado Saga.
-Solamente si tu lo permites, es tu decisión si quieres caer ahora.
-¿Es mi decisión? - preguntó Saga mientras sentía como el cosmo de Athena recorría todo su ser.
-Tú decides si quieres vivir o morir. Estoy segura que tomarás la decisión correcta.
-¡¡Athena!!
-¡¡¡¡Mi deseo es vivir!!!!
-Esto es imposible
Rhadamanthys no podía creer lo que veía, Saga estaba de pie, mientras que con ambas, manos estaba deteniendo su ataque. No era cierto, el espectro se negaba a creer que alguien era capaz de parar su Gran Precaución de esa forma. Debía haber un error.
-Todavía no es tiempo para morir - dijo Saga mientras expulsaba el poder de Rhadamanthys hacia atrás - Hades no puede cumplir sus ambiciones.
-Solo no creo que puedas lograrlo.
-No estoy solo - respondió el Caballero de Géminis.
-¡Maldición!
Y en efecto, Saga no estaba solo. Camus y Shura también estaban de pie justo tras de él. En su mirada habían energías renovadas y su comos ardían más que nunca. Tras ellos, un cosmo cálido y muy poderoso los protegía. Rhadamanthys se dio cuenta de lo que estaba pasando.
-Esta es una nueva batalla.
Los espíritus seguían su marcha, caminando hacia su destino, hacia donde el resultado de su vida los lleva. De igual forma, Saga, Shura y Camus están listos para llegar hasta donde les sea posible. Un poder estaba a punto de despertar.
Continuará.
En este punto mencionaré que la historia se relaciona un poco, pro tan sólo un poco con las Ovas de Saint Seiya contra Hades; es la base, pero poco a poco iremos descubriendo cual es la misión de saga y los demás caballeros de Athena.
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El cosmos es el único poder que el hombre no puede percibir.
