Corazón de Caballero Por Syaoran Li

Capítulo 7: Conociendo verdades propias. Vencer por un ideal.

Otra Casa ha quedado sin guardián, otra constelación ha dejado de brillar. Los Caballeros de Athena saben que la respuesta está con ellos. Athena es quien los puede guiar hasta que descubran lo que en sus corazones se abate como incertidumbre, miedos y desesperación. Maestros y alumnos deberán pelear, dejando en esta causa todo lo que una vida entera las ha podido dar.

-Por qué maestro, por qué esto tiene que ser así.

-No existe otra manera de hacerlo Mu; para llegar a nuestro destino ciertas cosas no se pueden evitar.

-Así como la vida no puede ser devuelta, de nosotros depende lo que queramos aceptar.

-Veo que has aprendido bien de mí.

-Lo siento maestro, eso lo he aprendido gracias a mis amigos.

-Amistad . . . el sentimiento que nos hacer llegar más allá.

-¿En qué piensas?

-Nada en especial - Shion guardaba sus razones para no decir lo que pensaba a Mu - Vamos que se hace tarde, hay que alcanzar a los demás.

-Si.

El cosmos es la energía esencial que todo ser humano posee, fácil de controlar para unos, difícil de dominar para otros. Shion y Mu saben esto a la perfección y es por ello que su cosmos hicieron desaparecer para que así el Antiguo Patriarca pudiera confesarle a su discípulo sus verdaderas intenciones. Más allá de la vida prestada, más allá de las muertes de Afrodita y Máscara Mortal. Por fin Mu comprendió cual era su misión, lo siguiente por hacer. Aún se siente la presencia de algunos espectros dentro del Santuario, a ellos primero deben detener.

*****

-¿En dónde estoy?

-Estás conmigo Shiryu, eso es lo importante.

-Sunrei . . ah . . - el dolor era fuerte.

-No te esfuerzas por favor.

-¡El maestro! En dónde está el maestro.

-Se fue Shiryu, se fue.

-El siempre ha seguido el camino que piensa correcto, por qué me aparta de él

-Es para protegerte, para que puedas vivir una vida normal.

-Eso no es justo - exclamó Shiryu con ira - No soporto la idea de quedarme con los brazos cruzados mientras los demás se arriesgan por las causas que hemos defendido por mucho tiempo.

-Hazme caso, esta decisión fue difícil de tomar.

-¿A qué te refieres?

-Athena es quien ordenó esto. Ustedes; Seiya, Hyoga, Shun, Ikki y tu han superado innumerables dificultades, peleando hasta el final, incluso sacrificando sus vidas . . . es tiempo de que la vida sea de otra forma.

-No puede haber otra forma, es inaceptable para mi. . . sino somos Caballeros de Athena, entonces ¿Qué somos?

-Son seres humanos, nacidos en esta Tierra, la cual aman y han protegido maravillosamente. Merecen ser felices. Por favor, te lo pido.

-Lo siento.

-Shiryu.

-Debo ir hacia donde mi cosmo me está llamando.

Aunque Shiryu no pueda ver, siento como sus amigos lo llaman. Él mismo no está seguro de por qué, pero algo le dice que tiene que ir; su destino lo espera allá en el Santuario.

-Si esa es tu decisión, no te detendré, pero . . . te deseo buena suerte.

Sunrei besa suavemente en la mejilla a Shiryu quien puede sentir esa calidez en su corazón. Es cierto, ama a esa chica con toda su alma, pero para preservar ese sentimiento es preciso que cumpla con su misión.

-Prométeme que traerás al maestro contigo.

-Lo prometo.

-Hasta pronto Shiryu.

-Adiós.

Portando la Armadura del Dragón Shiryu se pierde de vista entre la neblina que se extiendo en los Cinco Picos. Bien sabía que una chica lo estaría esperando, así que tenía que volver.

*****

-Veo que no llegué a tiempo.

-Nosotros tampoco.

-¿Cómo es posible esto? Acaso nuestro poder no es suficiente.

-Conserva la calma Kanon, no dejes que esta situación te descontrole.

-Lo sé, es que las cosas no han salido bien. Primero aparecen Camus y Shura, luego Baal . . después Saga - Kanon tragó saliva - Saga tuvo que dar su vida y ahora Shaka.

-Bienvenido a esta nueva era.

-No le veo la gracia.

-¡Ya basta ustedes dos! - exclamó Aioria - Hay muchas cosas por hacer y una de ellas no es crear enemistad entre nosotros.

-Tienes razón, lo siento es que yo . . . - Aldebarán estaba dubitativo.

-Ya no sabemos que más hacer.

-Creen que Saga haya dado su vida sin tener un propósito. Estoy seguro que su muerte al igual que la de Shaka no han sido en vano, es una lección que nos han dejado, de la cual tenemos que aprender.

-Saben lo que creo.

-¿Qué? - preguntaron Aldebarán y Aioria al mismo tiempo.

-Fuimos elegidos Caballeros de Athena por una razón especial . . . en esta vida no existe la casualidad más solo lo inevitable. Sé que ella podrá decirnos, guiarnos para que podamos tomar nuestra propia decisión, seguir nuestro propio camino.

-Comparto tu idea. Saga y Shaka no dudaron ni por un momento en dar su vida por lo que creían. Si la muerte nos espera, la muerte nos esperará.

-Vamos.

-Vamos con Athena.

-No tan rápido pequeños caballeros.

-¿Quién anda ahí?

-Más respeto, no sabes que somos más poderosos que ustedes.

-Oh no - exclamó Aioria.

-Oh si, claro que si.

-Prepárense para morir.

-Cumpliremos con las órdenes que nuestro amado Señor Hades nos ha encomendado.

De las sombras se escuchaba una tenebrosa voz que a la vez era escalofriante Poco a poco fueron apareciendo hasta rodear por completo a los tres caballeros Dorados. La más corpulenta dio un paso al frente siendo iluminado por la Luna. Su aspecto era repugnante, puesto que no tenía cuerpo humano, más bien era un insecto cubierto por una baba viscosa de color púrpura. Al verlos, lanzó su Seda de Capullo aprisionando en ella a Kanon.

-¡Maldito seas! ¡Déjame salir!

-Para que querría hacer eso, si mi intención es acabar con sus miserables vidas.

-Por qué piensas que tu tarea será fácil.

-Muy de Pupillon no responderá a una basura como tú.

-Conocerás entonces lo que una basura es capaz de hacer.

Aldebarán estaba furioso por las palabras despectivas del insecto. Ardiendo su cosmos como lo hizo anteriormente, dispuesto a utilizar el Gran Cuerno contra su oponente, sin importarle su apariencia.

-No lo hagas Aldebarán, espera . . .

Demasiado tarde, las palabras de Aioria no fueron escuchadas. El Caballero de Tauro liberó al Gran Cuerno con toda su fuerza. Todo iba bien, pero no contaba con que Pupillon evadiría su golpe gracias a la Seda de Capullo, la cual era más fuerte de lo que aparentaba. Quedando expuesto, Aldebarán es envuelto de igual forma que Kanon.

-Van dos, sólo falta uno más.

-Tendrás que luchar por atraparme.

-Eso no será difícil.

-¿Qué dices? - Aioria fue sujetado por varios espectros que lo tomaron por sorpresa.

-Ustedes no son nada en comparación mía. - ¡¡Relámpago de Voltaje!!

Uno, dos, tres, cuatro, cinco espectros sucumbieron ante el poder de Aioria, quedando este en libertad ante el enojo de Pupillon.

-Bien, veo que superas mis expectativas, pero aún así no es suficiente.

-Ah sí, entonces te demostraré de lo que un Caballero Dorado es capaz.

-Ja ja como lo fueron Shaka y los demás.

-¡Cállate! No permitiré que hables mal de ellos.

-Pero que miedo me das, ven por mí si es que te atreves.

-Como tu quieras alimaña.

Una carrera de velocidad fue la prueba que ambos decidieron ponerse antes de mostrar sus fuerzas. Gracias a su forma de insecto, Pupillo era más rápido que Aioria (más rápido que la luz), disparando su Seda en un par de ocasiones pero sin éxito. Por su parte Aioria lo atacó con su Plasma Relámpago pero obtuvo el mismo efecto que la Seda de Pupillon.

-Admito que eres bueno pero ya me estoy cansando de este juego.

-Los mismo digo. ¡Pelea!

¡Ácido venenoso!

-¡Demonios!

Aioria es alcanzado el ácido de Pupillon, derritiendo parte de su Armadura. Dándose cuenta de que debe ser más prudente, Aioria guarda su distancia con respecto al espectro. Mientras tanto, los espectros restantes golpean sin compasión los capullos de Kanon y Aldebarán, aprovechándose de su condición, empleando sus ataques más poderosos.

-Oigan, busquen a un rival de su nivel - exclamó Aioria al ver aquella injustita.

-No te distraigas - le advierte Pupillo - o podría costarte la vida.

-Lo importante es que ustedes mueran nada más.

-Si eso es lo que quieres.

¡Plasma Relámpago!

La vista de Aioria no recae en Pupillon, sino en los espectros que atacan a sus amigos. Con la incesante luz que destellas desde sus puños logra acabar con ellos (cuatro espectros más) y a la vez desintegrando la Seda que cubría a Kanon y Aldebarán. Aprovechando la situación, Pupillon atacó a Aioria por la espalda, clavando su aguijón en la espalda.

-Te dije que no te distrajeras.

-¡Aioria! - alcanzó a gritar Aldebarán.

-Pagarás ese descuido con tu miserable vida.

-Veremos . . . quien es que lo pague caro.

Aioria trató de liberarse del aguijón pero le resultó imposible.

-Tonto, una vez que mi aguijón atraviesa una victima, no lo soltará hasta esta muera.

-Con que si ese es el caso.

El comos de Aioria comienza a hacerse más fuerte, rodeando su cuerpo y el de Pupillon con él.

-Si eso es verdad, entonces no haré que sea en vano.

-Espera Aioria.

-No lo hagas.

-Lo siento mucho hermano . . . creo que te he decepcionado, pero cumplí con mi obligación. Lo entiendo muy bien ahora . . . Shaka, Saga, espérenme.

-¡¡Exclamación de Relámpagos!!

"Estoy cerca de ti Aioros . . . "

Toda la Casa de Virgo fue sacudida por el tremendo impacto de energía que salió del Caballero de Leo. Aldebarán y Kanon fueron arrojados con violencia muy lejos de ahí, dando de lleno contra la puerta que conducen al Jardín de Saras. Los cuerpos de los espectros muertos fueron recudidos a cenizas al igual que sus Sapuris. Fue rápido entender que sucedió después; Pupillon y Aioria ya no estaba ahí, en su lugar reposaba la Sagrada Armadura de Leo y nada del espectro infernal. De nuevo Hades cobraba una victima más.

-¡Maldita sea!

-Esta fue su decisión . . . estoy seguro de ello.

-¿Qué más sigue?- se preguntaba un triste Aldebarán mientras acariciaba la Armadura de Leo.

-No queda otro camino más que seguir.

-Esa es la esperanza que deben tener.

Aquella voz era familiar para ambos, pero no lo creerían hasta verle. Su alegría fue amplia cuando divisaron entrar a Mu en la Casa de Virgo. Por supuesto que no iba solo.

-Lo vez Mu, lo importante es lo que hagamos con el don que se nos fue otorgado.

-Ahora lo entiendo bien maestro.

Aldebarán y Kanon corren al encuentro de su camarada, pero se detienen en seco al ver quien era su acompañante.

-¡Tú! - exclamó Kanon - ¿qué haces aquí?

-Pero si ustedes dos . . . ¿creí que estaban muertos?

-Esa era la idea - respondió tranquilamente Mu.

-Era necesario hacerlo, para que Hades no sospechara de nosotros.

-¿De ustedes?

-Si Kanon, de nosotros, de los Caballeros Dorados muertos y de mí; el Patriarca de este Santuario.

-¡No puede ser!

-Si lo es Kanon, lo es y tu lo sabes.

Una breve pausa para reflexionar, luego Shion prosiguió.

-Pensaba que nos encontraríamos en el Cuarto del Patriarca pero veo que las cosas no salieron como lo esperaba - dijo Shion viendo la Armadura que alguna vez fuera de Aioria.

-No imaginabas que pasaría esto - preguntó Aldebarán.

-En lo absoluto, pero de cualquier modo sucedería.

-Por es razón han dejado su sangre correr en el suelo sagrado de las Doce Casas.

-Mu está en lo correcto. Shura . . . Camus . . . Saga . . . Máscara Mortal . . . Afrodita . . . Shaka . . . y Aioria. Sus vidas no se han extinguido en vano.

-Las cosas siguen estando confusas para mi.

-Que no lo puedes ver Kanon.

-Es nuestro destino . . . Mu tomó la palabra - desde los tiempos mitológicos ha sido nuestra obligación velar por la paz de este mundo, y juramos con nuestra vida que haríamos lo posible para cumplirlo. Athena es quien nos encomendó a este mundo cuando su cosmos nos devolvió la esperanza. Seiya y otros caballeros nos han demostrado eso con sus batallas. Es nuestro turno de hacer algo.

Era cierto. Ellos habían sido un estorbo cuando los Caballeros de Bronce luchaban desesperadamente para salvar la vida de Athena. Combatieron si dudar contra Hilda y los Dioses Guerreros de Azgard y ante Poseidón, y ellos . . . ellos no hicieron nada.

-Athena nos espera Caballeros.

Todos asintieron ante el comentario de Shion, quien a pesar de vestir la Sapuri que denota a todo aquel que es fiel siervo de hades, seguía siendo un Caballero de Athena, y cumpliría con su destino, fuese cual fuese. Así pues los cuatro dejan la Casa de Virgo, quien guardará por siempre los cosmos de Shaka y Aioria.

-Ustedes también tienes que estar ahí . . . Caballeros del Zodiaco . . . - murmulla Shion bajo la Luna que todo lo ve.

*****

-¡¡Demonios!!

-Después de Shaka, ahora el comos de Aioria ha desaparecido.

-¿Qué está sucediendo aquí?

Seiya, Hyoga y Shun se encontraban a la entrada d Aires (o lo que quedaba de esa Casa) Su carrera se detuvo al sentir como el cosmos de Aioria se extinguían en el infinito junto a otra cosmoenergìa. Ante esto sus corazones se sienten tristes, pues otro amigo ha tenido que partir.

-Maldita sea - exclamó Seiya frustrado.

-Hemos llegado tarde.

-Si Ikki no hubiera interrumpido nuestro viaje.

-Basta de lamentos caballeros

Frente a ellos Shiryu aparece portando la Armadura del Dragón.

-Shiryu, has venido.

Seiya trata de estrechar su mano, pero Shiryu lo detiene.

-Estoy bien, no hay tiempo que peder.

-Has sentido el cosmos de Aioria desaparecer.

-Por supuesto y por eso digo que debemos darnos prisa.

-Pero Shiryu.

-Si te quedas aquí a llorar su muerte esta bien - contestó rudamente Shiryu - pero si deseas ayudar en esta batalla lo mejor es que recobres tu valor.

-Shiryu está en lo cierto Seiya.

-Vamos.

Después de ver a sus amigos, Seiya no tuvo la menor duda.

-Espéranos Saori.

Continuará.

Un nuevo guerrero dice adiós, pero luego sabrán que fue un hasta pronto.

Cualquier duda, sugerencia o comentario puede hacer el fanfiction.net (Si!!); en el Foro de Pkmn Crystal Gym (www.pkmncgforos.cjb.net) o bien a mi correo electrónico (delcompa@hotmail.com).

El mal pronto despertará.