¿Quieren una idea de lo que le pasará a Kenshin?

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Alli estaba, frente a él, el demonio que había estado persiguiendo desde hacia tanto tiempo. Recordaba los gritos de su hijo cuando fue atravesado por esa espada. La sangre de Tomoe en sus manos cuando moría. Cada cosa que había hecho lo había llevado a esto.

- Makoto Shishio – Dijo Battousai con ojos dorados intensos. – Prepárate a morir.

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Habían alejado a la bestia de Reena, sin embargo necesitaban algo decisivo. Kenshin corrió lo mas rápido que le permitían sus piernas y se colocó directamente debajo de los cuellos de la bestia policéfala. Se agachó y gritó:

- Estilo Kodachi Nito Ryu KAITEN KEMBO ROKUREN!

Se convirtió en un breve torbellino de acero filoso. Las kodachis cortaban y perforaban la parda piel de la bestia. En el aire le gritó a su socio, y Heero descargó todas las balas que le quedaban.

Reena seguía gritando de dolor.

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Ese remolino destructor lo seguía. Todo quedaba reducido a polvo. Con las Kodachis no tenía ninguna oportunidad de acercarse para hacer un golpe efectivo. Entonces sonrió.

Enishi alcanzaba a distinguir como el odiado pelirrojo se detuvo. Alzaba las manos sobre su cabeza mientras se acercaba cada vez más. Solo un movimiento más y su hermana estaría vengada.

Kenshin concentró todo su Ki y gritando lo más fuerte que podía algo pasó.

- LUZ

Una fuente de luz intensa brotó de sus manos, quemando las retinas de los ojos hipersensibles del chico de cabello blanco.

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Una nueva vida, pensó mientras se paraba frente a la puerta del Dojo de Tokio que Hiko lo había dado. Estudió el letrero de la puerta y leyó: "Escuela de Kendo. Estilo Kamiya Kashinn Ryu"

Alzó una ceja. Que quiere decir eso.

Antes de que pudiera tocar la puerta esta se abrió hacia él. Un par de personas salieron. Para ser precisos un niño corría, riéndose y llamando a la muchacha con el bokken en la mano "busu" "fea" y otros etcéteras.

La chica murmuró algo como "pequeño delincuente" y giró, para quedarse congelada al ver al pequeño pelirrojo tirado en el suelo con espirales en los ojos y repitiendo un callado "oro"

Kaoru se preguntó quien era ese tipo pequeño.

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Kenshin estaba decidido. Había sido poco tiempo, esta bien. Pero en esta vida, el tiempo es lo que menos se tiene. Ya lo había pensado y esa misma noche lo habría comprado. Había sido una fortuna, pero "los diamantes son para siempre"

¿Qué diría? El confiaba que fuera un "SIIIII" Después de todo una proposición de esa modo siempre es bien recibida.

Abrió la puerta y la pequeña caja de su mano cayó lentamente.

Battousai estaba allí. Sujetando una pequeña espada justo sobre el cuello de Kaoru. Estaba apunto de separar su cabeza de sus hombros. La sonrisa era cruel.

- Kenshin, ya regresaste. – Saludó ella sin saber que estaba apunto de morir.

- ¡ALEJATE DE ELLA!

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Ya no podía mas. Eso estaba mas allá de sus fuerzas trataba de convencerse de que era todo lo que podía dar. Shishio estaba vencido. El generador sería destruido y todos los planes de la Alianza estarían destruidos. Era todo lo que podía hacer. Cumplió con su deber. Protegió no solo al país, sino al mundo entero.

Podía morir en paz.

Un par de puños se estrellaron en el suelo cercano a él.

'Levantate. Aun no se ha terminado' Battousai lo alentaba a continuar. 'Aun no es tiempo que mueras' Veía en sus ojos, ya no crueldad. Sino ánimo y empatía. 'Vive Kenshin. VIVE'

Shishio se levantaba, espada en mano, dispuesto a cortarlo en Dos.

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N.A. ¿Qué mas, que mas?

Léalo en La Alianza. En Slayers.

Ya está en línea.