Bueno, como siempre. ¡¡MUCHAS GRACIAS POR SUS REVIEWS!.
Un beso para: Ayda (viva Cataluña); Josie; Mariaa; Ayu Weasley; Silence-
Messiah; Angie (muchos besos); Lily McGonagall(me gusta que te guste);
Andreina; Lcm-potter-lupin-black; Sara Fénix Black( por supuesto que me
encantan tus Reviews); Carlita Herat (siento haber escrito mal tu nombre la
otra vez); Luli-chan; Analu; Prongsaddicted (ya te echaba de menos); Isa;
Hermionetxu; Thurisaz7; Kairi Akade; dani-chan- sf; Marie Ann.
Siento si me deje a alguien, bueno...ya queda poco para que se termine esta historia, (me da pena pero...) asi que disfruten los capitulos que queden!! Muchos besos!!!
Capitulo 13: Feliz Cumpleaños Lily
El Profesor Dumbledore hizo aparecer dos camillas flotantes para sacar a Emily y Lily que estaban inconscientes y bastante heridas. Y todos recorrieron de nuevo el laberinto, para salir de allí. En cabeza iba Dumbledore, que apuntaba con la varita al Profesor Daken y a los dos Slytherins que habían pillado, después iban la profesora Hooch y la profesora McGonagall que mantenían flotando las camillas en las que iban Emily y Lily. La señora Hooch parecida abatida, no le hacia nada de gracia que la hubieran usado para torturar a las dos chicas, al final iban Sirius James y Niky. Los tres parecían decaídos y preocupados por sus amigas. Llegaron arriba y el profesor Dumbledore y la profesora Hooch se dirigieron con Daken y con los Slytherins al despacho de Dumbledore, posiblemente iban a llamar a la gente del ministerio para contarles lo que ha pasado. Los demás se fueron todos a la enfermería. La señora Pomfrey, que ya estaba acostada y dormida, se sobresaltó mucho al ver lo débiles que estaban Lily y Emily, y comenzó a atenderlas enseguida, y curo rápidamente un par de heridas que tenían Sirius y James a causa de su caída en el laberinto.
-Blumber, Potter, Black- dijo McGonagall dirigiéndose a Niky y a los dos chicos- será mejor que vayan a la cama y descansen, como esta noche no han dormido mañana les doy permiso para no asistir a clase.
-Yo me quedo con Emily- dijo Sirius firmemente
-Y yo con Lily-dijo James
-Yo también me quedo- dijo Niky.
-No-dijo McGonagall- mejor suban, mañana vengan a primera hora y les informaremos del estado de sus amigas, pero por el momento deben dormir.
-Pero profesora...-protesto Sirius.
-No quiero protestas Black, se que es duro e injusto que les hayan hecho daño a sus amigas, pero es una orden, suban a dormir.
Los tres amigos salieron apenados de la enfermería, y subieron las escaleras lentamente, sin hablar, les costaba creer todo lo que había pasado en esa noche, el secuestro, Niky corriendo sola por el bosque, huyendo de un trol, el laberinto, el profesor Daken...Les costaba creer que hace unas horas todos estaban sanos y felices, sin sospechar nada y que ahora sus dos amigas estaban en la enfermería, débiles y doloridas, inconscientes...
Llegaron a la sala común, pero ninguno de los tres se fue a dormir, no podían dormir, estaban muy impresionados, no dejaban de pensar en lo horrible que había sido todo aquello, se sentaron cada uno en un sofá, y se quedaron callados durante mucho rato, mirando al fuego que ardía en la chimenea.
-Lo has hecho muy bien Niky- dijo James de repente
-¿Cómo?-dijo Niky saliendo de su ensimismamiento
-Que lo has hecho muy bien- explico James seriamente- creo que has sido muy valiente, internándote tu sola en el bosque, ocupándote de Remus y luego encontraste a Dumbledore...eres toda una Gryffindor, toda una merodeadora.
-Gracias- dijo Niky- vosotros si que sois valientes, os metisteis solos en es laberinto, con cocodrilos, insectos gigantes y todo eso...son nuestras amigas, hay que hacerlo por ellas.
-Lily y Emily son las que mas merito merecen- reflexiono Sirius- aguantaron valientemente todo lo que le hicieron los Slytherin, intentaron salir de allí con lo débiles que estaban, lucharon hasta que no pudieron mas, ellas son las mas valientes, unas autenticas merodeadoras.
-no me gusta nada todo el royo este de la sangre limpia- dijo James
-a mi tampoco- dijo Niky
-Ellas son mejores brujas que cualquier Slytherin- dijo Sirius- no se que se creen esos...
-Se creen que son mejores por ser hijos de magos-dijo James- pero eso no es lo mas preocupante, lo mas preocupante es que han hecho algo muy grave, algo ilegal, y no lo han hecho solos, Daken habló de un señor tenebroso...
-¿crees que están organizados?-pregunto Niky alarmada- ¿crees que hay alguien que los dirige?
-Creo que esto no ha sido más que el comienzo de algo muy grave, no será la última vez, volverá a pasar, quizá en Hogwarst, o fuera de Hogwarst, pero algo esta sucediendo.-dijo James muy serio.
-El profeta hablaba de un tal Lord Voldemorth-dijo Niky- dicen que tiene muchos seguidores, y que no le gustan mucho los muggles...pero el ministerio no cree que sea peligroso...
-No se si ese Lord Voldemorth esta detrás de esto o no, lo que se es que el ministerio actúa siempre cuando ya es demasiado tarde- dijo James.
-Se acercan malos tiempos- dijo Sirius reflexivo muy serio mirando al fuego.
-Eso me temo- dijo James.
Pasaron, de nuevo mucho rato callados, pensando y mirando a la nada, pronto se oyeron los primeros trinares de los pájaros y el sol fue saliendo poco a poco, pero los tres amigos no parecieron notarlo...
-Pronto volverá Remus- dijo Niky mirando la ventana
-¿Dónde esta Peter?-pregunto Sirius percatándose de pronto de la ausencia del chico.
-Se fue a dormir- dijo Niky
-¿Cómo?-pregunto sorprendido Sirius
-Cuando dejamos a Remus en la casa de los gritos, yo le dije que me iba a buscar a Dumbledore, y el dijo que prefería irse a acostar- dijo Niky de manera seria pero serena.
-¡ese tío es idiota!-dijo James muy disgustado- ¡Lily y Emily en peligro y el en vez de ayudarte se va tranquilamente a dormir!
-Creo que estaba bastante acojonado...-dijo Niky.
Cuando ya fue del todo de día, y el sol salio por completo Lupin volvió, y llego muy preocupado a la sala común, sabia que había sucedido algo, pero debido a su estado de lobo no sabia el que:
-¿Qué ha pasado?-pregunto angustiado cuando entro por el retrato de la señora gorda y vio a sus amigos.
Entre James, Niky y Sirius le explicaron todo lo sucedido esa noche, y se quedo muy impresionado, se sentó junto a Niky en un sofá.
-No puedo creerlo...- dijo Lupin abatido cuando ya se había enterado de todo- ¡malditos Slytherins!, pobres Lily y Emily...siento mucho no haber podido ayudar...
-No te preocupes Remus-dijo sinceramente James- no es culpa tuya, tu no tienes la culpa de ser un hombre lobo...
-Además te portaste muy bien como hombre lobo-dijo Niky- parecías un cachorro de lo mansito que te portaste...
-Tu no debiste quedarte sola con un hombre lobo-advirtió Lupin a Niky seriamente- aunque el hombre lobo en cuestión sea yo, podría resultar peligroso, no controlo mis actos...
-Era una emergencia- se excusó Niky
-Deberías irte a dormir Remus-dijo Sirius preocupándose por el estado de salud de Lupin, que quedaba agotado en sus transformaciones.
-No-dijo Lupin-me quedo aquí con vosotros.
Al rato los primeros estudiantes comenzaron a bajar a desayunar, y Lupin, Niky, James y Sirius decidieron que iban a bajar a ver a sus amigas, ya que McGonagall les había dicho que podrían visitarlas a primera hora.
Así que los cuatro, sin dormir, ni desayunar, ni cambiarse de ropa, bajaron a la enfermería, donde estaban la señora Pomfrey, Dumbledore, McGonagall y las dos muchachas aun inconscientes. Tampoco los profesores y la enfermera parecían haber dormido.
-Les dije que durmieran-dijo McGonagall nada más verles la cara- y no parece que hayan dormido...
-No pudimos- dijo Niky mirando preocupada a sus dos amigas.
Lupin, Niky, James y Sirius, se sentaron al lado de sus inconscientes amigas, James apretó los puños con fuerza al ver a Lily y dijo:
- voy a matar a Malfoy.
Después se sentó apesadumbrado al lado de la pelirroja, mientras apretaba en su mano la Snich que ella le había regalado por su cumpleaños, que llevaba inscrito"de Lily para James", y que desde entonces el siempre llevaba encima. Sirius agarraba la mano de Emily y no apartaba la vista de su cara, como esperando que la muchacha despertara en cualquier momento y le dijera que todo había sido una broma.
Cuando llevaban alrededor de media hora en la enfermería, Dumbledore les pidió que le acompañaran y todos fueron con el en silencio hacia despacho, llegaron a la estatua y Dumbledore susurro la contraseña:"Chicles explosivos". Subieron y Dumbledore se sentó en su silla de escritorio y Lupin, Niky, James y Sirius tomaron asiento en cuatro sillas que Dumbledore hizo aparecer.
-Quería hablar con vosotros-dijo Dumbledore- para, en primer lugar, agradeceros la valentía con la que habéis actuado esta noche, y en segundo lugar para informaros de lo grave del asunto.
Dumbledore hizo una pausa y los miro a todos detenidamente. Luego, se fijo en James y continuo:
-No os voy a engañar, vuestras amigas están en un grave estado de salud. Sobre todo Lily...
James miro a Dumbledore a los ojos, estaba furioso y triste, pensaba en Lily, allí tumbada inconsciente y débil en la enfermería, y se sorprendió a si mismo al descubrir hasta que punto quería a esa muchachita pelirroja... Niky comenzó a sollozar en silencio y Lupin la abrazó para consolarla.
-Emily esta un poco mejor-continuo Dumbledore- aunque esta débil y con varios huesos rotos la señora Pomfrey tiene la esperanza de que despierte pronto, sin embargo Lily...no sabemos cuando despertara, pude tardar unos días o talvez unas semanas...
-Pero despertará ¿verdad?-pregunto James- tarde o temprano tendrá que despertar.
-Eso esperamos-dijo Dumbledore- hay que mantener la esperanza. Ambas muchachas han sido torturadas de manera cruel, y han sido sometidas a la maldición cruciatus- al oír esto Niky sollozo aun mas- pero son jóvenes, fuertes, con ganas de vivir, y estoy convencido de que lucharan, saldrán de esta y se recuperaran.
Dumbledore hizo otra pausa, y luego continuo:
-Cuando Lily y Emily despierten, confío en que despierten pronto, sanas y salvas, me gustaría mucho reunirme con vosotros seis, creo que sois muy valientes, buenas personas, buenos magos y brujas y tengo algo que proponeros...ya que...como me parece que ya sospecháis...nos esperan tiempos difíciles.
Lupin, Niky, James y Sirius salieron de despacho de Dumbledore preguntándose que seria eso que tenia que proponerles el director, y bajaron de nuevo a la enfermería a visitar a sus amigas.
Cuando despertó Emily había pasado una semana del secuestro, los merodeadores tenían que ir a clase, pero pasaban todo su tiempo libre en la enfermería. Habían llenado las mesillas de Lily y Emily de regalos, flores y dulces para cuando las muchachas despertaran. Y todos estaban muy angustiados, esperando... Cuando por fin, después de una semana de espera, Emily abrió los ojos. Lo primero que vio la chica al despertar fue a Niky y Lupin que se habían quedado dormidos en un sillón junto a su cama. Luego, noto que alguien tenia agarrada su mano, y al girarse vio que era Sirius, que estaba a su lado, sentado en una silla pero con todo el cuerpo echado sobre su cama, también estaba dormido, mas allá vio a James, tumbado con Lily, también el estaba dormido. La chica se quedo un rato callada, mirando a todos los merodeadores, todos dormidos, y sin poder evitar una sonrisita. Luego miro a Sirius, allí tendido en su cama, y la invadió un enorme sentimiento de ternura. Pensó en lo mal que le caía el chico antes y en lo mucho que lo quería ahora, y en lo guapo que era, y en lo bueno y lo valiente y se sintió orgullosa de tenerle como novio. Recordó todo lo que habían pasado: la apuesta, cuando le hizo levitar, cuando le dio una bofetada después de un entrenamiento por que el alabo su culo, cuando le intentaba partir la cabeza en los entrenamientos de Quiddich, cuando la llevo por primera vez a la guarida, su ataque de celos cuando la pillo hablando con un Revenclaw, su primer beso en un almacén en la fiesta de cumpleaños de James, sus escapadas a Hosgmeade para preparar esa fiesta, las siete horas encerrados en aquel armario, sus lagrimas...
Ella, al recordar la mano, apretó la mano al chico suavemente, casi como acto reflejo, y el muchacho despertó sobresaltado y se quedo mirándola sorprendido un instante:
-¡Hola dormilón!-dijo Emily suavemente-¿me echabas de menos?
-No te puedes imaginar cuanto- dijo Sirius sonriendo enormemente y dándola un montón de besos por toda la cara- ¿yo soy el dormilón? tu eres la que llevas durmiendo una semana ¿Cómo estas? ¿Estas bien? ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?
-Necesito que me des un beso- dijo Emily
-Tus deseos son órdenes- dijo Sirius la dio un largo beso y luego susurro seriamente-cuanto me alegro de que hayas vuelto...Katherina.
-Le prometí a Lily que no te iba a amenazar nunca mas con castrarte, pero como me vuelvas a llamar Katherina puede que rompa mi promesa- dijo ella sonriéndole y volviéndole a besar.
Al rato se despertó James y se alegro al comprobar que Emily estaba despierta, se sentó junto con Sirius al lado de la cama de Emily, pero sin soltarle en ningún momento la mano a Lily.
-Me alegro mucho de que estés bien-dijo James sonriendo débilmente.
-No te preocupes por Lily-dijo Emily adivinando la preocupación de James- despertara, estoy segura.
-¿Cómo puedes estar tan segura?-pregunto James angustiado.
-Pues por que la conozco, y se que quiere vivir, y tiene pendiente un asunto muy importante...-dijo Emily.
-¿de verdad?-pregunto James-¿Cuál es su asunto?
-Tu eres su asunto James-dijo Emily sonriéndole- a ella le gustas mucho, le gustas antes de que a mi me gustara Sirius, de hecho todo el royo de la apuesta empezó porque Lily dijo que si tuviera que liarse con un merodeador seria contigo, te quiere mas de lo que tu te imaginas.
-¿de verdad?-pregunto James algo sorprendido.
-Cuando estábamos allí abajo, en la cueva, atadas y apunto de ser torturadas, me dijo que si salía viva lo primero que iba ha hacer era dejar de tratarte tan mal. Si cuando una chica esta al borde de la muerte, en lo único que piensa es en ti, no lo dudes, esa chica te quiere con locura.
-Yo también la quiero a ella...-dijo James impresionado por lo que le acababa de decir Emily.
-Lo se- dijo Emily- por eso se que ella tiene que despertar, porque esta destinada a dejar de ser Lily Evans para convertirse en Lily Potter, estoy convencida.
Emily estuvo dos semanas más en la enfermería hasta recuperarse del todo y luego pudo volver a las clases, aunque estaba débil, pero la chica era fuerte y decidida, y estaba dispuesta a recuperarse. Sirius iba constantemente detrás de ella ofreciéndole toda clase de mimos para que la muchacha no se cansara.
-Para un poco-decía Emily a Sirius- como me sigas mimando tanto al final me vuelvo tonta. Me voy a cambiar de ropa.
-¿quieres que te ayude?-pregunto Sirius picaramente
-No, gracias listillo-decía Emily sonriendo- se hacerlo yo solita.
Emily pronto recupero su fuerza natural, y estuvo tan activa como siempre, pero Lily seguía sin despertar y eso hacia que James estuviera cada día mas hosco, triste, apagado y callado.
-No te preocupes- decía Emily al preocupado James- ella despertara...lo se.
Las afirmaciones de Emily ayudaban cada día menos a James que veía como pasaban los días, y su querida Lily aun estaba dormida. Cuando Emily estuvo recuperada, Sirius centro sus atenciones en James, y el y Emily, también todos los demás, pero sobre todo Sirius y Emily se pasaban el día intentando animar al chico, entreteniéndole, y acompañándole en todas las horas que este pasaba en la enfermería. Pero a James nada parecía consolarle e iba de un lado a otro vagando como un fantasma, sin ganas de comer...sin ganas de dormir...sin ganas de hablar...sin ganas de nada...hasta que ella despertara. Emily iba detrás de el para que comiera, Sirius procuraba que durmiera, Lupin le hablaba de Quddich, todos procuraban hacer algo, para que su amigo no estuviera tan hecho polvo.
-Ya basta, James tienes que comer-le regañaba Emily un día en el gran comedor.
-No tengo hambre Emily-replicaba James
-Que tu te mueras de hambre no va ayudar a que Lily se despierte antes-dijo Emily- y despertara, dentro de poco, ya lo veras-decía la muchacha convencida- dentro de poco la tendremos otra vez aquí. Pero tienes que comer.
Paso un mes y medio, y Lily seguía sin despertar. El día en que Lily cumplía 17 años, todos sus amigos bajaron a verla a la enfermería, aun seguía igual, dormida, sin moverse. Cuando entraron la señora Pomfrey les llamo y les dijo:
-Mañana vamos a enviar a la señorita Evans a San Mungo- dijo la señora Pomfrey a James, Emily, Sirius, Lupin, Niky y Peter.
-¿Como?-preguntaron al unísono Emily y James
-Lo que oyen-dijo la señora Pomfrey- allí la cuidaran mejor, además no sabemos cuanto tiempo va ha estar así la señorita Evans, y no se puede quedar aquí para siempre.
Todos quedaron en silencio, Emily parecía muy triste, Sirius la abrazo para consolarla, pero sin duda, el que mas abatido estaba era James. Todos habían mantenido la esperanza de que su amiga despertara en cualquier momento, como había despertado Emily, pero si se la llevaban a San Mungo...si la sacaban de Hogwarst...era como...perderla...perder a una merodeadora...a una amiga.
-Despídanse de ella-dijo la señora Pomfrey también muy apenada -mañana ya no estará aquí.
Los seis se acercaron a su amiga y le dejaron en la mesilla los regalos de cumpleaños, en silencio, ninguno quería despedirse, ninguno quería decirle adiós.
-Se que despertara- dijo Emily en un susurro- no puede dejarme, no pude dejar a James, no va hacerlo, no va a dejarnos, despertara, lo se, tiene que despertar.
Emily y Niky lloraban, Sirius miraba fijamente al suelo, James vertía silenciosas lágrimas, Lupin tenía una mano apoyada en el hombro de James, dándole ánimos.
-Tienes razón Emily-dijo James- yo también estoy convencido, va a despertar.
Todos se fueron despidiendo poco a poco, de Lily, diciéndole, "Hasta pronto" o "feliz cumpleaños", y fueron saliendo de la enfermería hasta que solo quedo James.
-Bueno Lily...- dijo James hablándole a la inconsciente muchacha mientras lloraba serenamente- solo quería decirte que...hasta inconsciente estas preciosa...y que no me voy a rendir, y tu tampoco debes rendirte, me da igual cuanto tardes en despertar, no me importa que tardes una semana o que tardes cincuenta años, cuando despiertes voy a estar ahí, por que no soy capaz de seguir viviendo sin ti. Me dijiste que cuando cumplieras 17 años me dejarías darte un beso, pues cuando despiertes me voy a cobrar ese beso, por que me lo debes, es mío. Y sobre todo, no te rindas, no me dejes, no dejes a Emily que te necesita muchísimo, ella esta convencida en que pronto despertaras y me lo repite cada día, no nos dejes a ninguno.
James se levanto y le puso en la mano a la muchacha su regalo de cumpleaños, era un colgante de plata, con una piedra verde en el centro, James había escogido ese colgante porque la piedra era exactamente del mismo color que los ojos de Lily. Y por detrás le había colocado una inscripción que decía. "de James para Lily, para que no te olvides de que te estoy esperando" y luego había dos grandes letras que ponían: "L.P" (de Lily Potter). James le coloco el colgante alrededor del cuello y luego le dio un suave beso en los labios y le susurro:
-Feliz cumpleaños Lily.
Luego, salio apesadumbrado de la enfermería. Justo en el instante en el que James salía de la enfermería cerrando la puerta. Lily despertaba de repente.
La muchacha estaba desconcertada, miro a su alrededor y no vio a nadie, pero hacia un instante creía estar escuchando la voz de James, ¿lo habría soñado?. Se incorporo un poco en la cama ¿Cuánto tiempo llevaría en la enfermería?¿que día era hoy? La señora Pomfrey se dio cuanta de pronto de que la muchacha estaba despierta y lanzo un grito de jubilo:
-¡Gracias a Dios!-dijo mientras se acercaba a Lily muy contenta- ¿Cómo estas?¿te encuentras bien?
-Perfectamente-dijo Lily sinceramente.
La señora Pomfrey la tomo el pulso, y la temperatura, la hizo un reconocimiento y luego dijo:
-No me lo puedo creer-dijo la señora Pomfrey- si estas en perfectas condiciones, con todo lo que llevas en coma...
-¿he estado en coma?-pregunto sorprendida Lily
-Si cariño-dijo la señora Pomfrey con ternura
-¿Cuánto tiempo?-pregunto Lily
-Casi dos meses-dijo la señora Pomfrey
-¿Qué día es hoy?-pregunto Lily.
-Hoy es tu cumpleaños querida- dijo la señora Pomfrey sonriendo.
-¿ha estado aquí James Potter?-pregunto Lily
-Pues claro-dijo la enfermera- ha venido todos los días, sin faltar uno, pobrecito, parecía tan triste, bueno, también venían los demás, la señorita Salander, el señor Black, el señor Lupin, se pasaban el día aquí el día entero.
-¿Cómo esta Emily?-pregunto Lily-¿esta bien?
-Si, ha ella le dimos el alta hace mucho-explico la señora Pomfrey.
-¿Cuándo me dará el alta?-pregunto Lily impaciente.
-Mañana mismo-dijo la enfermera- ¿quiere que avise a sus amigos? Ellos piensan que usted es trasladada mañana a San Mungo...
-No-dijo Lily- no les avise, prefiero darles una sorpresa.
-Muy bien-dijo la señora Pomfrey- feliz cumpleaños señorita Evans.
-Muchas gracias- respondió Lily sonriendo.
La señora Pomfrey se marcho a su despacho, y Lily hecho un vistazo a sus regalos de cumpleaños, y las flores, tarjetas, regalos y dulces que se habían acumulado allí durante dos meses. De repente noto algo en el cuello, y se fijo que tenia un colgante de plata con una preciosa piedra verde y leyó la inscripción: . "de James para Lily, para que no te olvides de que te estoy esperando" y luego "L.P".
-No te preocupes-susurro la chica para sus adentros- no me he olvidado.
Al día siguiente los merodeadores bajaron a desayunar mas abatidos que nunca, era sábado, y no había clase, había excursión a Hosgmeade, pero ellos decidieron no ir, no tenían ánimos, hoy se llevaban a Lily a San Mungo (o eso creían ellos) y no tenían ganas de nada. Después de desayunar muy poco, y muy callados, todos se dirigieron a la guarida de la gárgola, sin hablar. Se tumbaron abatidos en sus sillones habituales y se quedaron mirando al techo.
-En cuanto nos den las vacaciones- dijo James- lo primero que voy ha hacer es irme a san Mungo a verla...
-Yo voy contigo-dijo Emily
-Y yo-dijo Sirius
-Yo también-dijeron al unísono Niky y Lupin.
-Quizá no dejen la entrada a menores, si esta muy grave-comento Peter.
Sin que nadie se diera cuenta, Lily entro por la Gárgola, y se quedo de pie escuchando la conversación.
-Me da igual que no me dejen entrar-dijo James- me cuelo.
-Eso es un delito...-dijo Peter
-Me da lo mismo, necesito verla-dijo James.
-Pero es muy difícil colarse en San Mungo- objeto Peter
-Podemos colarnos- dijo Lupin- si vamos todos los merodeadores y merodeadoras, no habrá nada que nos pare.
Lily continuaba escuchando sin que sus amigos se percataran de su presencia:
-No estaremos todos-objeto Emily- nos falta una merodeadora...
-No nos falta ninguna-intervino por fin Lily en voz alta, tranquilamente como si hubiera estado participando en toda la conversación- estamos todos ¿no?-dijo sonriendo alegremente.
Todos se quedaron perplejos mirándola un instante, y luego estallaron en gritos de júbilo e incredulidad, la primera en reaccionar fue Emily, que se lanzo a abrazar a su amiga:
-¡Lo sabia!¡Lo sabia!- gritaba Emily mientras ella y Lily se abrazaban y saltaban como locas- ¡Sabia que despertarías!
-¡Bienvenida bella durmiente!-dijo Sirius alegremente uniéndose al abrazo y los saltos de Emily y Lily- por fin has despertado ¿Quién fue el príncipe encantado que te dio el beso? Déjame que lo adivine...su nombre empieza por J...
La siguiente en abrazar a Lily fue Niky, mientras Emily y Sirius no paraban de corear "Ya estamos todos, ya estamos todos" dando saltos sin parar.
-¡Por fin!-dijo Niky abrazando a Lily- ¡Lo que te hemos echado de menos!
Cuando Niky termino de abrazar a Lily se unió a los gritos y saltos de Sirius y Emily. El siguiente en saludar fue Lupin, que dio un abrazo a la muchacha mientras coreaba con sus amigos"Ya estamos todos, ya estamos todos", y se unió a sus saltos, después Peter la estrecho la mano y la dijo un breve "Me alegro de verte".
James era el único que quedaba por saludar a Lily, se había quedado de pie, parado, mirando a la chica como si no pudiera creerse que estuviera allí. Todos pararon de repente de gritar y armar jaleo esperando que James saludara a Lily, se quedaron observando, expectantes.
-Bueno que...-dijo Lily a James sonriendo y cruzándose de brazos- ¿no piensas decirme nada?
James se quedo callado, sin hablar, no podía expresar todo lo que sentía en ese momento, la alegría, el alivio de ver allí a su querida Lily, sonriéndole...
--Pues si tu no haces nada-dijo Lily- lo hago yo.
Y diciendo esto se fue hasta donde estaba James lo abrazo y le beso larga y tiernamente en la boca, mientras sus amigos aplaudían y vitoreaban.
Siento si me deje a alguien, bueno...ya queda poco para que se termine esta historia, (me da pena pero...) asi que disfruten los capitulos que queden!! Muchos besos!!!
Capitulo 13: Feliz Cumpleaños Lily
El Profesor Dumbledore hizo aparecer dos camillas flotantes para sacar a Emily y Lily que estaban inconscientes y bastante heridas. Y todos recorrieron de nuevo el laberinto, para salir de allí. En cabeza iba Dumbledore, que apuntaba con la varita al Profesor Daken y a los dos Slytherins que habían pillado, después iban la profesora Hooch y la profesora McGonagall que mantenían flotando las camillas en las que iban Emily y Lily. La señora Hooch parecida abatida, no le hacia nada de gracia que la hubieran usado para torturar a las dos chicas, al final iban Sirius James y Niky. Los tres parecían decaídos y preocupados por sus amigas. Llegaron arriba y el profesor Dumbledore y la profesora Hooch se dirigieron con Daken y con los Slytherins al despacho de Dumbledore, posiblemente iban a llamar a la gente del ministerio para contarles lo que ha pasado. Los demás se fueron todos a la enfermería. La señora Pomfrey, que ya estaba acostada y dormida, se sobresaltó mucho al ver lo débiles que estaban Lily y Emily, y comenzó a atenderlas enseguida, y curo rápidamente un par de heridas que tenían Sirius y James a causa de su caída en el laberinto.
-Blumber, Potter, Black- dijo McGonagall dirigiéndose a Niky y a los dos chicos- será mejor que vayan a la cama y descansen, como esta noche no han dormido mañana les doy permiso para no asistir a clase.
-Yo me quedo con Emily- dijo Sirius firmemente
-Y yo con Lily-dijo James
-Yo también me quedo- dijo Niky.
-No-dijo McGonagall- mejor suban, mañana vengan a primera hora y les informaremos del estado de sus amigas, pero por el momento deben dormir.
-Pero profesora...-protesto Sirius.
-No quiero protestas Black, se que es duro e injusto que les hayan hecho daño a sus amigas, pero es una orden, suban a dormir.
Los tres amigos salieron apenados de la enfermería, y subieron las escaleras lentamente, sin hablar, les costaba creer todo lo que había pasado en esa noche, el secuestro, Niky corriendo sola por el bosque, huyendo de un trol, el laberinto, el profesor Daken...Les costaba creer que hace unas horas todos estaban sanos y felices, sin sospechar nada y que ahora sus dos amigas estaban en la enfermería, débiles y doloridas, inconscientes...
Llegaron a la sala común, pero ninguno de los tres se fue a dormir, no podían dormir, estaban muy impresionados, no dejaban de pensar en lo horrible que había sido todo aquello, se sentaron cada uno en un sofá, y se quedaron callados durante mucho rato, mirando al fuego que ardía en la chimenea.
-Lo has hecho muy bien Niky- dijo James de repente
-¿Cómo?-dijo Niky saliendo de su ensimismamiento
-Que lo has hecho muy bien- explico James seriamente- creo que has sido muy valiente, internándote tu sola en el bosque, ocupándote de Remus y luego encontraste a Dumbledore...eres toda una Gryffindor, toda una merodeadora.
-Gracias- dijo Niky- vosotros si que sois valientes, os metisteis solos en es laberinto, con cocodrilos, insectos gigantes y todo eso...son nuestras amigas, hay que hacerlo por ellas.
-Lily y Emily son las que mas merito merecen- reflexiono Sirius- aguantaron valientemente todo lo que le hicieron los Slytherin, intentaron salir de allí con lo débiles que estaban, lucharon hasta que no pudieron mas, ellas son las mas valientes, unas autenticas merodeadoras.
-no me gusta nada todo el royo este de la sangre limpia- dijo James
-a mi tampoco- dijo Niky
-Ellas son mejores brujas que cualquier Slytherin- dijo Sirius- no se que se creen esos...
-Se creen que son mejores por ser hijos de magos-dijo James- pero eso no es lo mas preocupante, lo mas preocupante es que han hecho algo muy grave, algo ilegal, y no lo han hecho solos, Daken habló de un señor tenebroso...
-¿crees que están organizados?-pregunto Niky alarmada- ¿crees que hay alguien que los dirige?
-Creo que esto no ha sido más que el comienzo de algo muy grave, no será la última vez, volverá a pasar, quizá en Hogwarst, o fuera de Hogwarst, pero algo esta sucediendo.-dijo James muy serio.
-El profeta hablaba de un tal Lord Voldemorth-dijo Niky- dicen que tiene muchos seguidores, y que no le gustan mucho los muggles...pero el ministerio no cree que sea peligroso...
-No se si ese Lord Voldemorth esta detrás de esto o no, lo que se es que el ministerio actúa siempre cuando ya es demasiado tarde- dijo James.
-Se acercan malos tiempos- dijo Sirius reflexivo muy serio mirando al fuego.
-Eso me temo- dijo James.
Pasaron, de nuevo mucho rato callados, pensando y mirando a la nada, pronto se oyeron los primeros trinares de los pájaros y el sol fue saliendo poco a poco, pero los tres amigos no parecieron notarlo...
-Pronto volverá Remus- dijo Niky mirando la ventana
-¿Dónde esta Peter?-pregunto Sirius percatándose de pronto de la ausencia del chico.
-Se fue a dormir- dijo Niky
-¿Cómo?-pregunto sorprendido Sirius
-Cuando dejamos a Remus en la casa de los gritos, yo le dije que me iba a buscar a Dumbledore, y el dijo que prefería irse a acostar- dijo Niky de manera seria pero serena.
-¡ese tío es idiota!-dijo James muy disgustado- ¡Lily y Emily en peligro y el en vez de ayudarte se va tranquilamente a dormir!
-Creo que estaba bastante acojonado...-dijo Niky.
Cuando ya fue del todo de día, y el sol salio por completo Lupin volvió, y llego muy preocupado a la sala común, sabia que había sucedido algo, pero debido a su estado de lobo no sabia el que:
-¿Qué ha pasado?-pregunto angustiado cuando entro por el retrato de la señora gorda y vio a sus amigos.
Entre James, Niky y Sirius le explicaron todo lo sucedido esa noche, y se quedo muy impresionado, se sentó junto a Niky en un sofá.
-No puedo creerlo...- dijo Lupin abatido cuando ya se había enterado de todo- ¡malditos Slytherins!, pobres Lily y Emily...siento mucho no haber podido ayudar...
-No te preocupes Remus-dijo sinceramente James- no es culpa tuya, tu no tienes la culpa de ser un hombre lobo...
-Además te portaste muy bien como hombre lobo-dijo Niky- parecías un cachorro de lo mansito que te portaste...
-Tu no debiste quedarte sola con un hombre lobo-advirtió Lupin a Niky seriamente- aunque el hombre lobo en cuestión sea yo, podría resultar peligroso, no controlo mis actos...
-Era una emergencia- se excusó Niky
-Deberías irte a dormir Remus-dijo Sirius preocupándose por el estado de salud de Lupin, que quedaba agotado en sus transformaciones.
-No-dijo Lupin-me quedo aquí con vosotros.
Al rato los primeros estudiantes comenzaron a bajar a desayunar, y Lupin, Niky, James y Sirius decidieron que iban a bajar a ver a sus amigas, ya que McGonagall les había dicho que podrían visitarlas a primera hora.
Así que los cuatro, sin dormir, ni desayunar, ni cambiarse de ropa, bajaron a la enfermería, donde estaban la señora Pomfrey, Dumbledore, McGonagall y las dos muchachas aun inconscientes. Tampoco los profesores y la enfermera parecían haber dormido.
-Les dije que durmieran-dijo McGonagall nada más verles la cara- y no parece que hayan dormido...
-No pudimos- dijo Niky mirando preocupada a sus dos amigas.
Lupin, Niky, James y Sirius, se sentaron al lado de sus inconscientes amigas, James apretó los puños con fuerza al ver a Lily y dijo:
- voy a matar a Malfoy.
Después se sentó apesadumbrado al lado de la pelirroja, mientras apretaba en su mano la Snich que ella le había regalado por su cumpleaños, que llevaba inscrito"de Lily para James", y que desde entonces el siempre llevaba encima. Sirius agarraba la mano de Emily y no apartaba la vista de su cara, como esperando que la muchacha despertara en cualquier momento y le dijera que todo había sido una broma.
Cuando llevaban alrededor de media hora en la enfermería, Dumbledore les pidió que le acompañaran y todos fueron con el en silencio hacia despacho, llegaron a la estatua y Dumbledore susurro la contraseña:"Chicles explosivos". Subieron y Dumbledore se sentó en su silla de escritorio y Lupin, Niky, James y Sirius tomaron asiento en cuatro sillas que Dumbledore hizo aparecer.
-Quería hablar con vosotros-dijo Dumbledore- para, en primer lugar, agradeceros la valentía con la que habéis actuado esta noche, y en segundo lugar para informaros de lo grave del asunto.
Dumbledore hizo una pausa y los miro a todos detenidamente. Luego, se fijo en James y continuo:
-No os voy a engañar, vuestras amigas están en un grave estado de salud. Sobre todo Lily...
James miro a Dumbledore a los ojos, estaba furioso y triste, pensaba en Lily, allí tumbada inconsciente y débil en la enfermería, y se sorprendió a si mismo al descubrir hasta que punto quería a esa muchachita pelirroja... Niky comenzó a sollozar en silencio y Lupin la abrazó para consolarla.
-Emily esta un poco mejor-continuo Dumbledore- aunque esta débil y con varios huesos rotos la señora Pomfrey tiene la esperanza de que despierte pronto, sin embargo Lily...no sabemos cuando despertara, pude tardar unos días o talvez unas semanas...
-Pero despertará ¿verdad?-pregunto James- tarde o temprano tendrá que despertar.
-Eso esperamos-dijo Dumbledore- hay que mantener la esperanza. Ambas muchachas han sido torturadas de manera cruel, y han sido sometidas a la maldición cruciatus- al oír esto Niky sollozo aun mas- pero son jóvenes, fuertes, con ganas de vivir, y estoy convencido de que lucharan, saldrán de esta y se recuperaran.
Dumbledore hizo otra pausa, y luego continuo:
-Cuando Lily y Emily despierten, confío en que despierten pronto, sanas y salvas, me gustaría mucho reunirme con vosotros seis, creo que sois muy valientes, buenas personas, buenos magos y brujas y tengo algo que proponeros...ya que...como me parece que ya sospecháis...nos esperan tiempos difíciles.
Lupin, Niky, James y Sirius salieron de despacho de Dumbledore preguntándose que seria eso que tenia que proponerles el director, y bajaron de nuevo a la enfermería a visitar a sus amigas.
Cuando despertó Emily había pasado una semana del secuestro, los merodeadores tenían que ir a clase, pero pasaban todo su tiempo libre en la enfermería. Habían llenado las mesillas de Lily y Emily de regalos, flores y dulces para cuando las muchachas despertaran. Y todos estaban muy angustiados, esperando... Cuando por fin, después de una semana de espera, Emily abrió los ojos. Lo primero que vio la chica al despertar fue a Niky y Lupin que se habían quedado dormidos en un sillón junto a su cama. Luego, noto que alguien tenia agarrada su mano, y al girarse vio que era Sirius, que estaba a su lado, sentado en una silla pero con todo el cuerpo echado sobre su cama, también estaba dormido, mas allá vio a James, tumbado con Lily, también el estaba dormido. La chica se quedo un rato callada, mirando a todos los merodeadores, todos dormidos, y sin poder evitar una sonrisita. Luego miro a Sirius, allí tendido en su cama, y la invadió un enorme sentimiento de ternura. Pensó en lo mal que le caía el chico antes y en lo mucho que lo quería ahora, y en lo guapo que era, y en lo bueno y lo valiente y se sintió orgullosa de tenerle como novio. Recordó todo lo que habían pasado: la apuesta, cuando le hizo levitar, cuando le dio una bofetada después de un entrenamiento por que el alabo su culo, cuando le intentaba partir la cabeza en los entrenamientos de Quiddich, cuando la llevo por primera vez a la guarida, su ataque de celos cuando la pillo hablando con un Revenclaw, su primer beso en un almacén en la fiesta de cumpleaños de James, sus escapadas a Hosgmeade para preparar esa fiesta, las siete horas encerrados en aquel armario, sus lagrimas...
Ella, al recordar la mano, apretó la mano al chico suavemente, casi como acto reflejo, y el muchacho despertó sobresaltado y se quedo mirándola sorprendido un instante:
-¡Hola dormilón!-dijo Emily suavemente-¿me echabas de menos?
-No te puedes imaginar cuanto- dijo Sirius sonriendo enormemente y dándola un montón de besos por toda la cara- ¿yo soy el dormilón? tu eres la que llevas durmiendo una semana ¿Cómo estas? ¿Estas bien? ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas algo?
-Necesito que me des un beso- dijo Emily
-Tus deseos son órdenes- dijo Sirius la dio un largo beso y luego susurro seriamente-cuanto me alegro de que hayas vuelto...Katherina.
-Le prometí a Lily que no te iba a amenazar nunca mas con castrarte, pero como me vuelvas a llamar Katherina puede que rompa mi promesa- dijo ella sonriéndole y volviéndole a besar.
Al rato se despertó James y se alegro al comprobar que Emily estaba despierta, se sentó junto con Sirius al lado de la cama de Emily, pero sin soltarle en ningún momento la mano a Lily.
-Me alegro mucho de que estés bien-dijo James sonriendo débilmente.
-No te preocupes por Lily-dijo Emily adivinando la preocupación de James- despertara, estoy segura.
-¿Cómo puedes estar tan segura?-pregunto James angustiado.
-Pues por que la conozco, y se que quiere vivir, y tiene pendiente un asunto muy importante...-dijo Emily.
-¿de verdad?-pregunto James-¿Cuál es su asunto?
-Tu eres su asunto James-dijo Emily sonriéndole- a ella le gustas mucho, le gustas antes de que a mi me gustara Sirius, de hecho todo el royo de la apuesta empezó porque Lily dijo que si tuviera que liarse con un merodeador seria contigo, te quiere mas de lo que tu te imaginas.
-¿de verdad?-pregunto James algo sorprendido.
-Cuando estábamos allí abajo, en la cueva, atadas y apunto de ser torturadas, me dijo que si salía viva lo primero que iba ha hacer era dejar de tratarte tan mal. Si cuando una chica esta al borde de la muerte, en lo único que piensa es en ti, no lo dudes, esa chica te quiere con locura.
-Yo también la quiero a ella...-dijo James impresionado por lo que le acababa de decir Emily.
-Lo se- dijo Emily- por eso se que ella tiene que despertar, porque esta destinada a dejar de ser Lily Evans para convertirse en Lily Potter, estoy convencida.
Emily estuvo dos semanas más en la enfermería hasta recuperarse del todo y luego pudo volver a las clases, aunque estaba débil, pero la chica era fuerte y decidida, y estaba dispuesta a recuperarse. Sirius iba constantemente detrás de ella ofreciéndole toda clase de mimos para que la muchacha no se cansara.
-Para un poco-decía Emily a Sirius- como me sigas mimando tanto al final me vuelvo tonta. Me voy a cambiar de ropa.
-¿quieres que te ayude?-pregunto Sirius picaramente
-No, gracias listillo-decía Emily sonriendo- se hacerlo yo solita.
Emily pronto recupero su fuerza natural, y estuvo tan activa como siempre, pero Lily seguía sin despertar y eso hacia que James estuviera cada día mas hosco, triste, apagado y callado.
-No te preocupes- decía Emily al preocupado James- ella despertara...lo se.
Las afirmaciones de Emily ayudaban cada día menos a James que veía como pasaban los días, y su querida Lily aun estaba dormida. Cuando Emily estuvo recuperada, Sirius centro sus atenciones en James, y el y Emily, también todos los demás, pero sobre todo Sirius y Emily se pasaban el día intentando animar al chico, entreteniéndole, y acompañándole en todas las horas que este pasaba en la enfermería. Pero a James nada parecía consolarle e iba de un lado a otro vagando como un fantasma, sin ganas de comer...sin ganas de dormir...sin ganas de hablar...sin ganas de nada...hasta que ella despertara. Emily iba detrás de el para que comiera, Sirius procuraba que durmiera, Lupin le hablaba de Quddich, todos procuraban hacer algo, para que su amigo no estuviera tan hecho polvo.
-Ya basta, James tienes que comer-le regañaba Emily un día en el gran comedor.
-No tengo hambre Emily-replicaba James
-Que tu te mueras de hambre no va ayudar a que Lily se despierte antes-dijo Emily- y despertara, dentro de poco, ya lo veras-decía la muchacha convencida- dentro de poco la tendremos otra vez aquí. Pero tienes que comer.
Paso un mes y medio, y Lily seguía sin despertar. El día en que Lily cumplía 17 años, todos sus amigos bajaron a verla a la enfermería, aun seguía igual, dormida, sin moverse. Cuando entraron la señora Pomfrey les llamo y les dijo:
-Mañana vamos a enviar a la señorita Evans a San Mungo- dijo la señora Pomfrey a James, Emily, Sirius, Lupin, Niky y Peter.
-¿Como?-preguntaron al unísono Emily y James
-Lo que oyen-dijo la señora Pomfrey- allí la cuidaran mejor, además no sabemos cuanto tiempo va ha estar así la señorita Evans, y no se puede quedar aquí para siempre.
Todos quedaron en silencio, Emily parecía muy triste, Sirius la abrazo para consolarla, pero sin duda, el que mas abatido estaba era James. Todos habían mantenido la esperanza de que su amiga despertara en cualquier momento, como había despertado Emily, pero si se la llevaban a San Mungo...si la sacaban de Hogwarst...era como...perderla...perder a una merodeadora...a una amiga.
-Despídanse de ella-dijo la señora Pomfrey también muy apenada -mañana ya no estará aquí.
Los seis se acercaron a su amiga y le dejaron en la mesilla los regalos de cumpleaños, en silencio, ninguno quería despedirse, ninguno quería decirle adiós.
-Se que despertara- dijo Emily en un susurro- no puede dejarme, no pude dejar a James, no va hacerlo, no va a dejarnos, despertara, lo se, tiene que despertar.
Emily y Niky lloraban, Sirius miraba fijamente al suelo, James vertía silenciosas lágrimas, Lupin tenía una mano apoyada en el hombro de James, dándole ánimos.
-Tienes razón Emily-dijo James- yo también estoy convencido, va a despertar.
Todos se fueron despidiendo poco a poco, de Lily, diciéndole, "Hasta pronto" o "feliz cumpleaños", y fueron saliendo de la enfermería hasta que solo quedo James.
-Bueno Lily...- dijo James hablándole a la inconsciente muchacha mientras lloraba serenamente- solo quería decirte que...hasta inconsciente estas preciosa...y que no me voy a rendir, y tu tampoco debes rendirte, me da igual cuanto tardes en despertar, no me importa que tardes una semana o que tardes cincuenta años, cuando despiertes voy a estar ahí, por que no soy capaz de seguir viviendo sin ti. Me dijiste que cuando cumplieras 17 años me dejarías darte un beso, pues cuando despiertes me voy a cobrar ese beso, por que me lo debes, es mío. Y sobre todo, no te rindas, no me dejes, no dejes a Emily que te necesita muchísimo, ella esta convencida en que pronto despertaras y me lo repite cada día, no nos dejes a ninguno.
James se levanto y le puso en la mano a la muchacha su regalo de cumpleaños, era un colgante de plata, con una piedra verde en el centro, James había escogido ese colgante porque la piedra era exactamente del mismo color que los ojos de Lily. Y por detrás le había colocado una inscripción que decía. "de James para Lily, para que no te olvides de que te estoy esperando" y luego había dos grandes letras que ponían: "L.P" (de Lily Potter). James le coloco el colgante alrededor del cuello y luego le dio un suave beso en los labios y le susurro:
-Feliz cumpleaños Lily.
Luego, salio apesadumbrado de la enfermería. Justo en el instante en el que James salía de la enfermería cerrando la puerta. Lily despertaba de repente.
La muchacha estaba desconcertada, miro a su alrededor y no vio a nadie, pero hacia un instante creía estar escuchando la voz de James, ¿lo habría soñado?. Se incorporo un poco en la cama ¿Cuánto tiempo llevaría en la enfermería?¿que día era hoy? La señora Pomfrey se dio cuanta de pronto de que la muchacha estaba despierta y lanzo un grito de jubilo:
-¡Gracias a Dios!-dijo mientras se acercaba a Lily muy contenta- ¿Cómo estas?¿te encuentras bien?
-Perfectamente-dijo Lily sinceramente.
La señora Pomfrey la tomo el pulso, y la temperatura, la hizo un reconocimiento y luego dijo:
-No me lo puedo creer-dijo la señora Pomfrey- si estas en perfectas condiciones, con todo lo que llevas en coma...
-¿he estado en coma?-pregunto sorprendida Lily
-Si cariño-dijo la señora Pomfrey con ternura
-¿Cuánto tiempo?-pregunto Lily
-Casi dos meses-dijo la señora Pomfrey
-¿Qué día es hoy?-pregunto Lily.
-Hoy es tu cumpleaños querida- dijo la señora Pomfrey sonriendo.
-¿ha estado aquí James Potter?-pregunto Lily
-Pues claro-dijo la enfermera- ha venido todos los días, sin faltar uno, pobrecito, parecía tan triste, bueno, también venían los demás, la señorita Salander, el señor Black, el señor Lupin, se pasaban el día aquí el día entero.
-¿Cómo esta Emily?-pregunto Lily-¿esta bien?
-Si, ha ella le dimos el alta hace mucho-explico la señora Pomfrey.
-¿Cuándo me dará el alta?-pregunto Lily impaciente.
-Mañana mismo-dijo la enfermera- ¿quiere que avise a sus amigos? Ellos piensan que usted es trasladada mañana a San Mungo...
-No-dijo Lily- no les avise, prefiero darles una sorpresa.
-Muy bien-dijo la señora Pomfrey- feliz cumpleaños señorita Evans.
-Muchas gracias- respondió Lily sonriendo.
La señora Pomfrey se marcho a su despacho, y Lily hecho un vistazo a sus regalos de cumpleaños, y las flores, tarjetas, regalos y dulces que se habían acumulado allí durante dos meses. De repente noto algo en el cuello, y se fijo que tenia un colgante de plata con una preciosa piedra verde y leyó la inscripción: . "de James para Lily, para que no te olvides de que te estoy esperando" y luego "L.P".
-No te preocupes-susurro la chica para sus adentros- no me he olvidado.
Al día siguiente los merodeadores bajaron a desayunar mas abatidos que nunca, era sábado, y no había clase, había excursión a Hosgmeade, pero ellos decidieron no ir, no tenían ánimos, hoy se llevaban a Lily a San Mungo (o eso creían ellos) y no tenían ganas de nada. Después de desayunar muy poco, y muy callados, todos se dirigieron a la guarida de la gárgola, sin hablar. Se tumbaron abatidos en sus sillones habituales y se quedaron mirando al techo.
-En cuanto nos den las vacaciones- dijo James- lo primero que voy ha hacer es irme a san Mungo a verla...
-Yo voy contigo-dijo Emily
-Y yo-dijo Sirius
-Yo también-dijeron al unísono Niky y Lupin.
-Quizá no dejen la entrada a menores, si esta muy grave-comento Peter.
Sin que nadie se diera cuenta, Lily entro por la Gárgola, y se quedo de pie escuchando la conversación.
-Me da igual que no me dejen entrar-dijo James- me cuelo.
-Eso es un delito...-dijo Peter
-Me da lo mismo, necesito verla-dijo James.
-Pero es muy difícil colarse en San Mungo- objeto Peter
-Podemos colarnos- dijo Lupin- si vamos todos los merodeadores y merodeadoras, no habrá nada que nos pare.
Lily continuaba escuchando sin que sus amigos se percataran de su presencia:
-No estaremos todos-objeto Emily- nos falta una merodeadora...
-No nos falta ninguna-intervino por fin Lily en voz alta, tranquilamente como si hubiera estado participando en toda la conversación- estamos todos ¿no?-dijo sonriendo alegremente.
Todos se quedaron perplejos mirándola un instante, y luego estallaron en gritos de júbilo e incredulidad, la primera en reaccionar fue Emily, que se lanzo a abrazar a su amiga:
-¡Lo sabia!¡Lo sabia!- gritaba Emily mientras ella y Lily se abrazaban y saltaban como locas- ¡Sabia que despertarías!
-¡Bienvenida bella durmiente!-dijo Sirius alegremente uniéndose al abrazo y los saltos de Emily y Lily- por fin has despertado ¿Quién fue el príncipe encantado que te dio el beso? Déjame que lo adivine...su nombre empieza por J...
La siguiente en abrazar a Lily fue Niky, mientras Emily y Sirius no paraban de corear "Ya estamos todos, ya estamos todos" dando saltos sin parar.
-¡Por fin!-dijo Niky abrazando a Lily- ¡Lo que te hemos echado de menos!
Cuando Niky termino de abrazar a Lily se unió a los gritos y saltos de Sirius y Emily. El siguiente en saludar fue Lupin, que dio un abrazo a la muchacha mientras coreaba con sus amigos"Ya estamos todos, ya estamos todos", y se unió a sus saltos, después Peter la estrecho la mano y la dijo un breve "Me alegro de verte".
James era el único que quedaba por saludar a Lily, se había quedado de pie, parado, mirando a la chica como si no pudiera creerse que estuviera allí. Todos pararon de repente de gritar y armar jaleo esperando que James saludara a Lily, se quedaron observando, expectantes.
-Bueno que...-dijo Lily a James sonriendo y cruzándose de brazos- ¿no piensas decirme nada?
James se quedo callado, sin hablar, no podía expresar todo lo que sentía en ese momento, la alegría, el alivio de ver allí a su querida Lily, sonriéndole...
--Pues si tu no haces nada-dijo Lily- lo hago yo.
Y diciendo esto se fue hasta donde estaba James lo abrazo y le beso larga y tiernamente en la boca, mientras sus amigos aplaudían y vitoreaban.
