Capítulo 5: Tamao

Pilika y Tamao estaban durmiendo aquella noche solas, sin Anna...

"Tan buena que es hablando la señorita Anna...", pensaba Tamao mientras Pilika le contaba sobre lo emocionada que estaba por tener a un chico tan guapo como Len en el cuarto de enseguida.

–Ay, ¿es que no viste lo guapo que se puso? –decía Pilika una y otra vez.

–Sí, se puso demasiado guapetón... ¿No tendrá acaso demasiadas novias ya como para hacernos caso?

–No lo sé...

Ambas pusieron carita triste a la vez, pensando que tal vez no tendrían oportunidad de salir siquiera con Len.

"Sería una lástima no poder salir con Len tan siquiera una vez...", pensó Tamao.

–Oye, Tamao, ¿sabes qué? –le dijo Pilika algo más animada–. Deberíamos hacer una apuestilla a ver quién obtiene su primer beso primero... Claro que incluyendo a Anna, y tal vez a Jun Tao también...

–¿Apuesta a ver quién obtiene su primer beso primero? ¡Eso es un degenere!

–Sí, pero tan siquiera tendremos la oportunidad de no quedarnos solteras esta primavera...

–... como todas las anteriores.

"Tiene razón Pilika; pero no debería ser apuesta, eso sí es un degenere", pensó Tamao.

–¿Entonces?

–Habrá que comentárselo a la señorita Anna y después le preguntaremos a Jun... Pero eso será mañana, es mejor dormirnos ya.

Se escuchaban golpes en la habitación de al lado (la de los chicos), pero ninguna de las dos le dio importancia al asunto y se durmieron.

A la mañana siguiente, se levantaron y fueron al comedor...

–¡Ay, ¿qué te pasó, hermano?! –gritó Pilika al ver a Horohoro vendado y con varios moretones y raspones.

–Ay, Pilika... estábamos... Len y yo estábamos jugando anoche...

–¿Jugando? –le preguntó Pilika muy seria.

"Esa expresión es fácilmente comprensible desde otro punto de vista", pensó Tamao, entre divertida y apenada.

–Tu hermano me insultó –le dijo Len, que también tenía varias vendas y un solo moretón.

Al ver a Len tan lastimado (no tanto como Horohoro, pero da lo mismo), tanto Pilika como Tamao se pusieron a reclamarle a Len.

Entonces Anna e Yoh entraron, e impusieron calma en el comedor.

–Es hora de desayunar, por favor, no se peleen –dijo Yoh sonriendo.

"Yoh", pensó embelesada Tamao.

"Siempre tan buena persona".

–¿No tuvieron suficiente con lo que pasó en la noche? –les dijo Anna a Len y a Horohoro.

–Hasta a los inocentes del cuarto nos lastimaron –dijo Chocolove, que tenía unos raspones y un moretón (al igual que Ryu y Manta).

"Vaya que fue algo grave la pelea de ayer...".

Llegó la tarde, y Jun Tao llegó a echarle un vistazo a su hermano y de pasada saludar al resto del grupo.

–¡Hola, Jun! –la recibió Yoh con su sonrisa de siempre–. Pasa. Len está con el resto en el comedor... ¿Quieres comer con nosotros?

–Está bien –dijo Jun.

Se llevó un susto terrorífico al ver a Len con un moretón y tantas vendas, al igual que a otros tantos de ahí.

–¡Len, ¿qué te pasó?! –gritó al verlo, mientras Ryu se entretenía viéndola un rato con un aura rosada con estrellitas y corazones alrededor de él.

–No me pasó nada, Jun... –había dicho Len.

"A Jun también le favoreció el tiempo; ¿será por eso que el joven Ryu está de escurre babas otra vez?", pensó Tamao divertida, mientras saludaba a Jun.

Se sentaron todos y comieron mientras se dedicaban a hablar de las cosas que no habían hablado el día anterior.

Después de eso, decidieron irse todos a dar una vuelta por la ciudad; posiblemente irían a un centro comercial.

–Ya llegamos –dijo Yoh, bajándose del taxi y ayudando a Anna a bajarse como buen caballero que era.

–Genial, un día de compras después de tan buena reunión –dijo Jun, que iba caminando junto con Len.

–Toma la tarjeta. No compres nada caro, Jun –dijo Len simplemente, antes de irse con el resto de los chicos a babosear por ahí.

"Este es el momento preciso para que Pilika comente su plan... A ver si lo hace", pensaba Tamao mientras ella, Anna, Pilika y Jun daban vueltas por las tiendas de ropa, zapatos y accesorios.

–Esta blusa está genial, ¿no? –decía Pilika mientras la veía en el espejo del probador.

–Sí, está muy bien para una jovencita como tú –dijo Jun sonriendo, mientras entraba para probarse una falda.

Anna y Tamao estaban viendo accesorios al lado del probador, y Tamao aprovechó para contarle a Anna lo que había comentado con Pilika la noche anterior.

–¿Una apuesta?

–Sí... Bueno, no sé cómo quiera Pilika que sea, ni sé cómo piensa hacerla; pero lo del beso es lo importante –respondió Tamao al tiempo que Anna dejaba un bolso y se iba a ver los zapatos (que estaban al lado).

–Cierto: el beso es la parte que realmente nos importa –se quedó viendo unos tacones negros para fiesta–. ¿Ya hablaron con Jun?

–Ah... aún no. Pero supongo que Pilika puede hacerlo, después de todo ellas andan juntas.

–Bien... –Anna volteó a ver a Tamao y después le dijo con una sonrisita–. Vamos a comprar algunas cosas...; Len Tao e Yoh pagan, de todas maneras.

"Vaya...; no sabía que la señorita Anna fuera así", pensó Tamao y acompañó a Anna a comprar algo de ropa, zapatos, accesorios, cosméticos, etc.

–Ciertamente, Yoh y Len pagarán, pero... –decía Jun en la décima tienda de la que iban saliendo–. ¿En serio no creen que nos excedimos un poco?

"Ella tiene razón", pensó Tamao con una gotita viendo todo lo que llevaban ya...