Capítulo 10:
"Locura por un beso"
Ya se habían cumplido los días en que se suponía que debían juntarse. No había querido llamar a Duo, pero lo extrañaba demasiado. Contaba los días que faltaban para verse de nuevo. Casi siempre era él quien iba a verlo al L-2, pero esta vez habían acordado que fuera Duo quien viniese al L-1.
-Aló...
-¡¡Oriin, por fin llamaaste!! Creí que nunca lo harías. No tengo dinero en mi teléfono, y no hay públicos a los que pueda acceder. Ya no puedo salir de casa, confieso que necesito un descansoo... ¿Puedo ir a tu casa?
-Por supuesto, era lo que habíamos acordado.
-Ah, si, ya lo sé, es que... Tenía miedo de molestarte... Y...
-Ya sabes que no me molestas en lo absoluto.
-Bien, entonces voy para allá, arreglo mis cosas, y parto. Ah! Ven a buscarme, que me pierdo.
-Bien. El próximo transporte sale en dos horas mas. Llegará a las 805 23 en punto. Te espero en el aeropuerto.
-Si. becho becho. ^o^
-Cuando llegues. ToT
-Bien. Te cobraré la palabra.
-Vale. -Y cortó.
Tenía varias horas por delante. Mañana sería día libre, pero al siguiente tenía que entregar un trabajo... ¡El trabajo! Le quedaban pocas horas para ordenar, bañarse, terminar el trabajo, imprimirlo, y estar a tiempo en el aeropuerto.
Estaba yendo hacía varios meses a la universidad, había podido verse muy poco con Duo. La verdad, rompía un poco las normas, se enfermaba a propósito, o se hacía el enfermo para que le permitieran ir a verlo. Sally hacía las veces de enfermera, y la última vez había salido pillado. Así que más le convenía aprovechar cada segundo... Nunca sabían cuando se podrían volver a ver. No les costaba nada en realidad robar una nave, e irse a la tierra con una nueva identidad,
pero sabían que se verían envueltos en luchas. Y querían llevar una vida normal. Estaban planeando que Heero pudiera tomar unos cursos en la tierra, y Duo pudiera hacer carrera también allá... Ahora iba a empezar a hacer presentaciones en las otras colonias, así que era factible.
-¡Bambino! -Gritó desde abajo la mamma -¡Bambino, estás ahí! ¡Ven baja que te quiero presentar a alguien!
Heero ya tenía que irse a buscar a Duo. Se preguntó quien sería. Terminó de imprimir en tiempo record su trabajo, y lo encarpetó. Lo guardó por si acaso, y bajó.
-Dime, mamma, que estoy apurado.
-Ay, bambino, debes relajarte, que si no te enfermarás estudiando.
-Si, mamma, a éso mismo voy, un amigo me está esperando.
-Que bueno, bambino, mira, te presento a mi hermano, y su familia. -Heero se quedó de piedra. Eran como siete niños. -Se quedarán con nosotros un tiempo, pero serán transferidos.
-Bueno, bienvenidos al espacio. Espero que su estancia aquí les sea agradable.
-Vaya, con el tuyo bambino. Así que estudias, ah?
-Si, io quiero ser un gran escritore.
-Ah, has oido, Loredanna, un muchacho como este que quiere escribir. Ojalá nuestro hijos sigan tus pasos. Y dime, tu familia.
-No tengo. Mi padre murió en la guera, y él nunca mencionó a mi madre. Me entrenaron siendo un niño, y ahora me han dado la oportunidad que según ellos me gané en servicio.
-Ay, pobrecillo. pero por lo que nos cuenta Francesca, te esfuerzas mucho.
-Si, yo realmente quiero éso, además, se lo debo a todos los soldados. Las guerras siempre son muy crueles, y nunca cuentan de verdad lo que... pasó.
-Si, son todos unos mentirosos, se necesita gente como tu que venga y les diga la verdad. anda, muchacho, ve y diviertete, que te lo has ganado. -Estrechó la mano de Heero.
-Gracias. -Sonrió.
Estaba esperando en el aeropuerto, mirando sin ver, sabía que iba a saltar apenas Duo caminara, pero... Se llevó la sorpresa mas grande cuando una chica de vestido y pelo muuy largo lo saludó.
-Hola, Orin.
-¿Duo?
-Si, soy yo, ¿Te gusta? Lo hago para despistar. Me vine sin permiso.
-¿Qué demonios estas vistiendo?
-Ropa de mujer. -Caminaron para afuera, se sentaron en la plaza más cercana.
-Y... ¿Porqué?
-Pues para poder tomar tu maanoo... Canturreó, apoyándose en el hombro de Heero.
-Tendrás que pasar a cambiarte a algún lugar. Hay gente alojándose en casa, y no quiero que se me conozca con un travestido, pedazo de cosplayer. Y sueltate el pelo.
-Mhh... -hizo pucheros. -Parece que no me pinté bien los labios.
-Sientate allí. -Le indicó un luagar en el mullido pasto. -Ahoa, veamos, si, está horrible. Dame un pañuelo.
Le limpió la boca, y le mandó un tremendo beso. Tomó el labial, y lo pintó él.
-Ah, ahora sí que debo estar perfecto.
-Lo estás. Ahora, nos damos unas vueltas, mientras me cuentas qué tal tus conciertos, trata de usar voz suave. Luego nos vamos a donde Sally, allí te cambiarás...
-Si, Orin, ah, no sabes, conocí a Shindou Shuichi, te traje el autógrafo de Yuki en el libro que se te quedó, y...
Caminaron mucho rato, Heero estaba con las manos en los bolsillos y Duo lo tenía del brazo.
-¡Orin, cómo estás!
-Ah, Yamato, Hikari, muy bien.
-Ah, y quién es esta chica tan bonita que viene contigo. -La chica miró de cerca a Duo.
-Ella es... Mi novia. Viene a pasar el día conmigo, desde muy lejos.
-Vaya, vaya, y cómo se llama.
-Hilde, me llamo Hilde. -A Duo le salía muy bien la voz de mujer.
-Hola Hilde, entonces. Yo soy Yamato, y ella es Hikari, somos compañeros de universidad de Orin. Mucho gusto en conocerte.
-El gusto mayor es mío.
-Bien, nos vamos. Chao! Disfruten!
-Claro, lo haremos. -Respondió con calma Heero.
Duo se sonrojó.
-Ah... aquí es el lugar de Sally. -Se sacó las llaves del bolsillo, y abrió.
-¿Te dio llaves?
-No, pero sabía que las podría necesitar. -La puerta cedió. -Entra. Hay un dicho: Nunca confíes en un ex ladrón, o un ex asesino. Era obvio que cuando me pidió que le enviara las llaves a un lugar, porque se le habían quedado, les iba a sacar copia.
-Ah... Y ella está aquí...
-No tengo idea, espero que no.
-Ah, bien, me voy a cambiar. -Era un pequeño apartamento de un ambiente. Heero se sentó en el sillón, acomodándose para ver el espectáculo. -Eh... ¿Te volteas?
-¿Desde cuando te comportas como chica?
-Ah, comprendo. -Se cambió el vestido por su ropa de siempre. Se acercó a Heero con un pañuelo, para que le sacara la pintura.
-Mh... qué ganas de tirarte aquí, y tirarme encima tuyo.
-Y... ¿Qué te lo impide? -Duo quería dominar la situación, estaba mirando a Heero desde muy cerca, sin besarlo, rozando la nariz.
-Nada... -Heero lo empujó para que le diera un beso.
Se besaron largamente. Heero tomó el pelo de Duo, y lo empezó a cepillar. Sabía que no podría hacerlo en casa como le gustaba, con calma. Seguro iban a tener que compartir cama. Le terminó de amarrar la trenza.
-Tienes el pelo muy largo, Heero.
-Si, ya lo sé, no me lo quiero cortar. Nunca tanto como el tuyo, si.
-Mh, se te ve bien... -Le acarició el pelo.
La puerta se sintió abrir, alguien entró apresurado.
-Pasa, Wufei. Aquí no hay nadie. Seguro que se han escapado juntos, eh...
-¡Oigan, qué hacen aquí!
-Este......
-Yooo.......
-Duo Maxwell, me debes una explicación.
Los chicos suspiraron. De que se sentían un par de chiquillos pillados, se sentían así.
-Ah, ya veo, se extrañaban mucho. -Wufei no parecía muy convencido.
-Si, ¿Es que no pueden comprender que ahora sentimos también, como humanos normales?
-Duo, no te enfades. Mira, diré que te había dado el permiso por teléfono, y que te lo venía a entregar. Éso si, mañana deberás estar de vuelta. -Sally siempre reconciliando.
-Si, ya veo. De todos modos iba a hacerlo. -Duo seguía de morriña.
-Ah, se te envían felicitaciones, tu último informe fue impecable. -Wufei no miraba.
-Eh... -Duo miró a Yui, la verdad había olvidado enviarlo. -Gracias.
-Ahora, pueden irse. Ya es casi de noche. Pero antes, Yui, deme la copia.
-Pero...
-Se las dejé mientras fuera discreto, ahora no puedo.
-Bien. -Se las entregó.
-Lamento que hayas perdido tu lugar de cita.
-No era un lugar de cita, no lo había ocupado.
-¿Ah, no?
-No.
-Y esa chica, te saludó muy cariñosamente.
-Ah, ella es así.
-¿Cariñosa?
-Si.
-Oye...Y ¿qué tal si me dan celos?
-Pues... Es cosa tuya, tú eliges, pero sería una pérdida de energía innecesaria.
-Hablas aún como soldado. -Heero lo miró. -Pero éso me da confiaza. si es una pérdida de enegía, es porque no estás con nadie más, ¿No es cierto?
-Con nadie más... No quiero estar con nadie mas que contigo... Tienes razón.
-Orin...
-Duo...
Ambos se pusierona reir como locos.
-Parecemos un par de chicos de un Shonen ai cualquiera.
-Cierto. Mira, esta es la casa de la mía mamma.
-Ah...
-¡Mamma! ¡Ya llegué! ¡Y traje un amigo!
-¿Un amico? Hola, bambino, tu debes ser el amigo que Orin dijo que vendría. Te esperábamos ha dos días.
-Si, tuve algunos inconvenientes. Pero ya estoy aquí. -Dejó caer el bolso al suelo. -Mamma de Ooriin!
-¡Amico del bambino! -Se abrazaron, y se besaron en ambas mejillas. -Mio hermano está durmiendo. Uno de los chicos ocupó la otra cama de tu pieza...
-No te preocupes, mamma, dormiremos juntos.
-Ah, que bueno, ¿No te molesta...?
-Duo, me qiamo Duo Maxwell.
-Curioso nombre. ¿Quién te lo puso?
-Duo... un amigo mío, que murió hace tiempo. Y el Maxwell, del padre.
-Ah, io ya veo. Bueno, benvenuto a la casa, espero que tu estancia sea placentera. Cocinaré algo, creo que deben tener hambre. -Heero subió el bolso de Duo.
-Si, io trabajo con tua hermana.
-Ah... Si, ya recuerdo... el chico que le ayuda... ahora eres cantante, ¿Non cierto?
-Si.
-Ah... -Heero bajó del segundo piso, donde estaban las habitaciones. -Orin, pon la mesa para que comas con tu amico.
-Si, mamma. -Heero bajó un par de sillas de una mesa, limpió, puso un mantel y cubiertos. La mujer le pasó unos platos de pasta gigantescos.
-Para que coman bien, eh, nada mejor que un amico para compañarse a comer.
-Si, mamma, tienes razón. Duo se quedará sólo por esta noche, tiene que hacer en su colonia.
-Comprendo. Pero espero que podamos comer juntos. Como dicen en mi tierra, "Chi trova una amico, trova un tesoro"
-¡Por supuesto! no perdería la oportunidad de comer en tan buena compañía.
La mujer rió. -Muchas gracias, bandido. Nos vemos. Ciao! (ah, lo escribo en spanish:Chao.)
-Ciao.
-Ciao. Duo, sientate. comamos
-Comida si, no a nosostros.
-No a nosotros. Algún día, supongo, podremos hacerlo. Tengo ganas.
-Si, yo también, pero la verdad es que no sé cómo.
-Ni yo.
Pasaron el resto de la velada casi en silencio. Duo comprendía que no podrían bailar y cantar, como le gustaba. Tenían sueño, asi que se fueron a dormir. Se metieron en la cama, Heero lo abrazó por detrás, y se durmieron.
Se despertaron temprano, y bajaron a tomar desayuno. Salieron después, a entregar el trabajo de Heero. Se entretuvieron comentando antiguas anécdotas de la guerra.
-Si, si, ya recuerdo. al menos la muchachita no te ha seguido más.
-¿Relena? -Heero levantó una ceja. -¿Y porqué crees que me cambié de nombre?
-Mhp, si, recuerdo que decía: 'Heero, ven a matarme, te estoy esperando'.
-Si. Qué horror.
-Lowel, vino usted a dejarme el trabajo, no es así.
-Sí, señor. -Heero se puso en pie. -Aquí está.
-Muchas gracias. Lamento haberlo hecho esperar.
-La verdad es que significa un retraso en mis planes, pero está bien. Nos vemos, profesor!
-Si, nos vemos.
-Vamos.
Salieron del lugar, y caminaron.
-Ooriin... -Heero ya se asustó, sabía que cuando Duo hablaba así es proque quería algo.
-¿Qué quieres?
-Un beso.
-¡¿Qué?!
-Dijiste que ibas a darme un besoo... Y que te lo iba a cobrar.
-Te lo di cuando llegaste, ¿No es así?
-Noo, ese se lo diste a 'Hilde'.
-Ay, vale, pero no aquí...
-¿Te averguenzas de nosotros?
-No, pero quieres ser famoso por tu voz... O por esto?
-Mhp...
-Vamos, hay un centro comercial por aquí cerca.
Caminaron hasta un supermercado, donde entraron los baños. Los dos temblaban. Pero estaban haciendo aseo al frente, estaban super inseguros. Así que prefierieron irse al de un centro comercial, pero había demasiada gente. Fueron a caminar al pasto, mejor, a ver si así se relajaban.
Heero se tendió, tenía la cara roja.
-Ánimo, no crees que estás exagerando.
-No me entrenaron para ésto. Además, tu también estabas nervioso.
-Ah, en todo caso, quiero que vayas a ver mi concierto, será en L-4.
-Ah... Bien, iré con un cartel de "Duo, te amo" vestido de chica.
-¿En serio?
-No.
-Ah.
-¿Pero podré entrar al backstage?
-No.
-Ah.
-En todo ésto, creo que es una locura.
-Ánimo, Duo, esto dura sólo mientras eres adolescente.
-Ah, si. Pues... Mira!
Y Duo le da un beso.
-Oye, ese beso fue... Uno de los mejores que me has dado. Mhp... Le dio otro.
-Que bueno que te haya gustado. ¿Irás?
-Por supuesto. Ahora vamos a casa, que pronto ya tienes que irte. -Se pusieron de pie.
-Es una lata... Y qué si le decimos a Sally que somos pareja, no creees que nos harían las cosas más fáciles.
-Tácitamente lo aceptan. Pero... Sería arriesgarse. Lo haré de todos modos.
-Bien.
Comieron muy alegremente, las risas y bromas de Duo llenaban toda la casa. Todos se despidieron muy alegremente de él cuando Heero lo fue a dejar al aeropuerto.
-Y pensar toda la locura que hicimos, fueron tres horas de intentar darnos un beso.
-Sólo hay que llegar y hacerlo. A todo esto, Orin, ¿Qué tal les va a Quatre y Trowa?
-Parece que bein, al menos pueden verse más que nosotros, aunque tienen el mismo problema de no saber, o no tener un lugar tranquilo donde besarse. En la calle a uno le gritan, tuvimos suerte que nadie nos molestara en la plaza. Y en casa, no son nuestras, no podemos. Creo que es un poco amargo vivir un romance así, si no está completo, si está trozado.
-Lo es. Pero al menos estoy con quien amo.
-vuelo al L - 2, por favor abordar ahora.
-Bueno, es mi vuelo. Ciao, Orin.
-Ciao, Duo.
El beso de ahora fue igual, electrificante, y tierno. Siempre quedaban con ganas de más. De cansarse besándose, de tocarse, de buscarse.
Siempre se puede ser feliz, pero tiene un costo. Duo siempre dice: Para ser feliz, basta sonreir.
Ahora éso a mí ya no me basta. Le necesito. Nesito su boca, tan húmeda y suave. Su canturreo. Sus tonteras. Aunque me cueste hablar con él, -creanme, es difícil cuando uno escribe hablar en serio con un cantante, ellos pasan en la luna, y nunca tienen tiempo mas que para componer o ensayos. -quiero gastar con el mi vida, por mucho que las cosas estén así de difíciles para nosotros.
A pesar de ser muy jóvenes, entendemos el rechazo instintivo que producimos. Dicen que estamos equivocados, que no es natural, que nos dejamos llevar por la oscuridad del alma.
Y como somos muy jóvenes, sabemos que uno sólo ama así una vez. Ya dejamos pasar oportunidades, ya nos han roto el corazón, pero este amor que crece es distinto, es más fuerte. Es algo que no concoce límites... No hay nada que puedas hacer, ésa es la realidad. Bueno, siempre se puede dejar de amar, pero el costo de éso es... Dejar de percibir felicidad.
No quiero, yo quiero jugármelas, vivir mi destino hasta el final, vivir esta aventura hasta que se acabe.
El costo de ser feliz es simplemente... Decidirse a ello. Creo que si me ven decidido, no habrá nadie que ose interponerse.
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Nota de autor.Esto es el fin, mi amigo, mi buen amigo, este es el final. Un final abierto. Falta el Bonus Track, una secuela, con un concierto, el concierto de Duo en L 4, donde se reunen por fin los pilotos, y todos los de Gundam. Aún no lo escribo, ni pienso hacerlo todavía, me queda corregir éste, y escribir otros dos fics, los interactivos de Nat, y llevo dos series de Crossover que he interrumpido, además de Mi vida con Shu, que todavía no corrijo el 11, y la idea del 12, aparte que no he escrito ningún cuento, mi padre ya está que lanza humo, y me enfermé. No sé de qué, pero tengo fiebre. Ewk, ahora que todos salieron. Aprovecho de escribir cuando no hay nadie. Cualquier duda opinion o nada, jakito_kun@hotmail.com ah, no tengo tracks lemon de esto, desde que empecé con parejas fijas que no puedo, ni me interesa. Sólo lo menciono por lo mucho que molestan.
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