"El Despertar de un Sentimiento"
Capítulo 5: "Sorpresas, sorpresas y... ¿mas sorpresas?"
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Ya era bastante tarde cuando regresó a palacio. Su mirada esmeralda se encontraba perdida en aquellos recuerdos que la perturbaban. Tanto así que cuando se encontró en uno de los corredores del castillo con la princesa Tomoyo, solo se percató de su presencia cuando esta la tomó por el brazo para hacerla reaccionar.
¡Sakura! ¡Sakura! ¡Ah! Tomoyo lo siento... iba distraída –dijo la joven aun algo aturdida. Si... lo sé –dijo Tomoyo comprensiva como siempre - ¿Cómo salió todo? ¿Todo? ¿A qué te refieres? Pues... mejor hablemos en mi habitación... sabes que aquí las paredes escuchan. Y verdaderamente no es conveniente en este momento que eso suceda –dijo Tomoyo llevando a Sakura a sus aposentos. Al llegar cerró la puerta con llave y guió a Sakura hasta un pequeño sillón que allí había –¡Cuéntamelo todo! –exclamó emocionada la muchacha. Todo... bueno... -Sakura comenzó a recordar los sucesos de aquella tarde...
***** Flash-Back *****
Quince minutos después de la salida de Eriol llegó Shaoran...
Hola... -saludó. Hola... pensé que no vendrías –dijo Sakura. ¿No confías en mí? –preguntó Shaoran. ¿Crees que si no confiase, estaría en este momento frente a ti? –preguntó Sakura. Pues supongo que no –dijo Shaoran. Se acercó a la joven y la abrazó fuertemente. Deseaba sentirla entre sus brazos, acariciar ese cabello castaño tan suave que se escurría de entre sus manos... ver aquellos ojos esmeraldas que lo habían cautivado desde el día en que la conoció... Shaoran... -pronunció suavemente ella. No sabes cuanto deseaba tenerte así, entre mis brazos. Yo... me siento muy bien –dijo la joven abrazándolo de igual forma mientras apoyaba su cabeza en el pecho del joven –Temía que no pudieras venir... que te hubiese sucedido algo en el pueblo... Sabes que soy muy bueno defendiéndome... y solo encadenándome hubiesen logrado detenerme. Pero ya es tarde. Tú debes llegar a la cena o de lo contrario... ¡tendrás problemas con tu madre! –exclamó preocupada Sakura. Tranquila... por eso no habrá problemas –dijo el joven dejando ir a Sakura. No deseba que se alejase de su regazo... ¿Quieres un poco de té? –preguntó Sakura. Está bien –aceptó Shaoran. Mientras ella preparaba el té, él no le quitaba la vista de encima, lo que provocó nervios en Sakura, a quien se le cayó una taza al piso, haciéndose trizas – ¿No te sucedió nada? ¿Te encuentras bien? No te preocupes... quédate ahí que yo arreglo esto en unos minutos –dijo Sakura mientras recogía los pedazos de la taza. Pero cuando terminaba se hirió uno de los dedos con un trozo bastante filoso – ¡Ay! –gimió. Sakura... déjame ver eso –tomó delicadamente su mano –Es bastante profundo. ¿Tienes algo con qué curar la herida? Si... pero descuida yo lo haré –dijo sacando de un cajón una cajita dorada con vendas, y unos paños limpios. No –interrumpió Shaoran –Esta vez lo haré yo.
Sentó a Sakura en una de las sillas frente a la mesita y tomó asiento a su lado. Se levantó un par de veces en busca de agua limpia y algo para sostener las vendas. Curó delicadamente el dedo de Sakura y luego de cubrirlo lo besó tiernamente.
Ya está –dijo animado. Cuando levantó la vista se encontró con aquellos ojos esmeraldas observándole detenidamente. Gracias –dijo ella. No fue nada –agregó el joven sin dejar de mirarla. Comenzó a acercarse instintivamente a ella, hasta que sus rostros estuvieron a milímetros de distancia. Sakura se puso de pie rápidamente. ¡El té! –exclamó. No... esta vez no –Shaoran la tomó por el brazo, apoyando su cabeza en el hombro de la muchacha –No me dejes así otra vez... Pero... -Shaoran la giró. Sakura se dejó llevar por el momento. No había nada ni nadie a su alrededor... solo estaban ellos dos en medio de la nada. Sakura acarició suavemente el rostro de Shaoran... se acercó aun más a él... pasó su otra mano por el cabello del joven y acercó su rostro hasta que sus labios se juntaron. Le besó suave y dulcemente... nunca Shaoran había recibido un beso tan cálido. Además... ¡ella correspondía a sus sentimientos! La rodeó por la cintura con sus brazos... pero ella se separó. Su corazón latía aceleradamente – ¿Qué hice? Yo... ¡lo bese! –pensaba azorada Sakura –Lo siento... yo no sé que me sucedió y... No digas nada –dijo Shaoran levantando el mentón de la joven y besándola nuevamente...
***** Fin Flash-Back *****
¿Lo besaste? ¿Y luego él te beso? –preguntó Tomoyo sorprendida. Si –asintió bastante avergonzada la muchacha. Pero... -Sakura temía lo que iba a escuchar – ¡Es la historia más bella y romántica que he escuchado! –la doncella no podía creer lo que escuchaba –Sakura... ¡está loco por ti! Pero no puede ser –dijo Sakura resignada. No, no, no –decía Tomoyo entre murmullos... - ¡Todo saldrá a la perfección o dejo de llamarme Tomoyo Daidouji! Tomoyo... ¿de qué hablas? De nada Sakura.... Je, je, je! De nada –sonreía maliciosamente. ¡Ah! Eriol te envió esta nota... Eriol... -tomó la nota entre sus manos y luego de observar el anillo de amatista en su dedo anular, leyó en voz alta...
Mí querida Flor de Ciruelo...
No sé cuanto tiempo podré soportar sin verte... pero por ahora creo, es lo mejor. Sin embargo quiero que sepas que estaré pensando en ti durante cada minuto, cada segundo que pase, hasta que te vuelva a ver. Te ama...
Tu príncipe azul.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Solo faltaban cuatro días para la gran fiesta, cuando recibieron la llegada inesperada de una nueva comitiva del este. Shaoran, al recibir el aviso, pensó lo peor... y no estaba muy lejos de la realidad. Cuando llegó a la sala en la que aguardaba ya la reina Ieran, su sorpresa fue enorme.
¡Shaoran! –exclamó una muchacha de cabello negro y ojos rojizos – ¡Te extrañábamos tanto! ¿Cuándo regresas al este? –preguntó casi sin respirar. Meiling... ¿qué haces aquí? ¿Pensabas que me perdería tu cumpleaños? –preguntó divertida ante la expresión de su primo aquella muchacha. Bueno... yo... Mira... ¡también viene Kimura! –exclamaba la muchacha. Un gusto verle majestad –dijo Kimura haciendo una reverencia. Este joven era un don Juan, que se había criado en la familia Li, por un motivo que ninguno de ellos conocía, a excepción de la reina Ieran. Era un poco más alto que Shaoran, de cabello dorado como el sol y ojos azules que no pasaban desapercibidos. Shaoran Li... un gusto volver a verte –se escuchó la voz de otra mujer. Era una chica de cabello rubio y ojos color miel. Se acercó hasta el joven y le besó en la mejilla, en realidad intentando besarle en los labios. Shaoran de inmediato la separó – ¡Pero qué descortés! No tengo deseos de aguantar tus berrinches Kaoru Ishida –dijo Shaoran sin prestarle atención a la muchacha. Tomó a Meiling de un brazo, alejándola del resto de las personas – ¿Por qué vino ella? Sabes lo cabeza dura y caprichosa que es... por más que nos negamos dijo que quería venir... según ella es la única que merece ser tu esposa. ¡Ella! Olvídalo... en ese caso aceptaré el matrimonio con la princesa Daidouji –este comentario causó una confusión en Meiling –Digo... me casaré con ella. Shaoran... Nos está llamando mi madre –dijo el muchacho cambiando de tema. Pero Meiling no estaba dispuesta a quedarse con la duda. Bueno... ¿se quedarán hasta el día de la fiesta? –preguntó Ieran. Si por mí fuera, me quedaría hasta que regresen al este –dijo Kaoru, con lo que se ganó una dura mirada por parte de Ieran Li. Con que se queden hasta el hasta el día del cumpleaños de mi hijo basta. Se irán al día siguiente –ordenó la reina.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Aquella noche la cena fue más alegre debido a la cantidad de personas que allí había. Shaoran dirigía miradas furtivas a una Sakura que se encontraba alejada de la mesa. Estaba bastante molesto porque durante todo el día no había logrado acercarse a ella. De hecho ni siquiera se había librado de Kaoru desde su llegada. Pero gracias a Meiling su tarde se había hecho un poco más soportable. Cuando todos comenzaron a retirarse del salón y la princesa del Sur junto a sus doncellas ya había salido, Shaoran se puso de pie y dando las respectivas excusas salió. Kaoru iba a hacer lo mismo, cuando Meiling la entretuvo, evitando que siguiera a Shaoran. Lo que este le agradecería después. El joven se dirigió hasta los aposentos de la princesa... pero una de las doncellas le informó que ella ya estaba dormida. Entonces se dirigió al ala de servicio. Ya conocía perfectamente aquel camino. Cuando cruzó furtivamente uno de los corredores, una muchacha de cabello negro le vio pasar. Decidió seguirlo para así averiguar qué motivo lo llevaba a comportarse como un verdadero ladrón. Mientras, Shaoran iba procurando que nadie le descubriera. Tocó dos veces la puerta de una habitación, pero nadie salió. Se quedó de pie allí un rato... la sombra que producía una estatua le resguardaba en aquel lugar. En ese momento se escucharon unos delicados pasos y el roce de la tela sobre el piso. Se dirigían hacia aquella habitación. Meiling, escondida tras una planta de interior, y ayudada por las sombras, observaba atenta la situación. Sakura pasó frente a la estatua, y sintió como unos brazos la rodeaban suavemente por la cintura.
¿Qué haces aquí? ¿Quieres que te descubran? Hace un rato me encontré con los guardias que han comenzado ya con su ronda. Hablaban con un joven de cabello dorado... ¿lo conoces? –preguntó la muchacha. Si... se llama Kimura. Se crió con los Li, y es el primer oficial de la guardia del este. Pero viaja con nosotros como uno más de la familia –explicó el joven –Pero bueno... yo no vine a hablar de Kimura. ¿Y entonces a qué viniste? –preguntó coquetamente la muchacha. Pues... vine por mi beso de las buenas noches –dijo pícaramente Shaoran. Mmm... tengo que pensarlo... hoy el joven no se acordó de mi hasta ahora... No sé si se merezca ese privilegio –decía Sakura mientras ponía una cara de duda. No es mi culpa... llegó mi prima del este... con... bueno una muchachita caprichosa. Y no me pude escapar de ellas. Fue terrible... ¡casi una tortura! –mientras su cara era de horror –Creo que de no ser por Meiling estaría muerto en este instante –Sakura rió ante el comentario del joven. ¿Te refieres a la chica rubia que no te quitó la vista de encima durante la cena? Si –asintió Shaoran –Lamentablemente es ella... Pues... tal vez sea mejor que le pida a ella que le dé su beso de las buenas noches príncipe Li–dijo Sakura indiferente. Pero si quiero dormir... ¡no morir! –la cara de horror de Shaoran provocó una pequeña risita por parte de la doncella. Vamos... no puede ser tan mala. Cuando la conozcas me comprenderás... Bueno... ¿y? ¿Y? Mi beso –dijo Shaoran – ¡Si no me besa no la dejaré libre señorita! ¡La secuestraré y me la llevaré muy lejos de aquí! –utilizando un tono bastante seductor. No... si hace eso habrá problemas entre las dos naciones... y debe pensar primero en su pueblo. Si... eso lo sé. Es lo único que me mantiene en este lugar –murmuró bastante desalentado - ¡De lo contrario ya estaríamos cruzando la frontera en este momento! Bueno... solo por esta noche aceptaré su petición joven Li –dijo la muchacha besando largamente al príncipe –Pero que no se repita. Con esto de la fiesta hay mucha vigilancia... si nos descubren habrá un enorme escándalo... Mi Sakura... -susurró Shaoran mientras acariciaba el cabello de la doncella.
Sakura ingresó a su habitación. Shaoran estuvo de pie unos minutos frente a la puerta... al parecer tenía la intención de tocar... pero luego de un rato desistió y regresó por el camino por el cual había llegado. Meiling salió de su escondite.
Esperen un momento... Shaoran, mi primo... ¡con una doncella! –se repetía una y otra vez mientras caminaba rumbo a sus aposentos. Iba tan distraída que no notó la presencia de Kimura. Lady Li... le recomendaría que no caminase a esta hora sola por el castillo. Kimura... ¿qué haces? –preguntó la muchacha. Pues solo... observaba. ¿A las doncellas? ¿Nunca se te quitará esa manía de perseguir a las mujeres? ¡Pero qué dice! Yo solo... cortejo a las damiselas... además debo buscar a mi futura esposa. ¿Cómo sabes si ella se encuentra en este castillo? ¡Y yo sin darme cuenta! –dijo en tono melodramático. ¿Acaso ya viste una posible candidata? –Meiling ya le conocía bastante bien como para saber lo que pasaba por su cabeza. Puede ser... es una muchacha muy bella con la que me topé hace un rato. Entonces... esperemos que la joven no esté comprometida –agregó Meiling, lo que molestó a Kimura. Años atrás había conocido a una muchacha llamada Kaira a quien amó verdaderamente, pero se casó con otro cumpliendo el compromiso que habían acordado sus padres. Desde aquel momento se había convertido en un mujeriego – ¡Adiós Yue! –se despidió la muchacha dejando al joven en medio de sus recuerdos.
Continuó su camino... cuando llegaba a las escalinatas, decidió cambiar su rumbo. Después de doblar por algunos lúgubres pasillos, se detuvo frente a una gran puerta. Tocó varias veces, hasta que una joven de ojos azules, bastante desconcertada le abrió.
Lady Li... ¿qué hace usted aquí? Necesito hablar con usted de inmediato –dijo ingresando en la habitación –¡Ah! Llámeme Meiling. Entonces Meiling... puedes llamarme Tomoyo. Ahora... ¿qué es tan importante que necesites hablar conmigo a mitad de la noche? –preguntó Tomoyo mientras aguantaba un bostezo. Simple... ¿Qué sucede entre mi primo y tu doncella? ¿Qué pasa con ustedes dos? –Tomoyo se vio algo sorprendida ante aquella pregunta. Sin embargo notó que aquella muchacha era de fiar. Así comenzó su relato.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Aquella mañana había bastante movimiento en el castillo, algo no habitual para la época. Ya comenzaban con los arreglos de la fiesta de máscaras del príncipe del este. Aquel día la costurera de la princesa había ido al castillo, llevando consigo el traje de Tomoyo. Era una mujer bastante anciana y llevaba veinticinco años trabajando para los monarcas. El traje de Tomoyo ya estaba casi listo... era de seda en variadas tonalidades de azul y celeste. Llevaba un escote en V, con finos bordados en las orillas. Pero cuando la joven se lo probó, la anciana se sorprendió un poco.
Muchachita... es la tercera vez desde que comencé con tu traje, que debo ajustarlo un poco más. ¿Acaso no te estás alimentando bien? –preguntó la mujer. No es eso –dijo Tomoyo sin preocuparse. Pero... es cierto –agregó Sakura mientras ayudaba a la anciana –Yo creo que estás mas delgada que la última vez. Pero debes alimentarte bien ¿me escuchaste? A tu futuro esposo no le agradará que te enfermes por no comer bien –Tomoyo rió ante el comentario de Sakura pues se refería a Eriol y no al príncipe Li. Eso es verdad. Recuerde que es la futura reina y esposa del rey del este. Además es una jovencita ya muy delgada. No se preocupen... ¡estoy bien! –sonrió Tomoyo. A decir verdad a Sakura también le extrañaba aquello. Tomoyo estaba comiendo con el mismo apetito de siempre –Bueno señora Yumi... ¿Cómo va el encargo que le pedí la última vez? Muy bien... aquí lo traigo –dijo la anciana. ¡Genial! –exclamó Tomoyo. ¿Es para ella? –preguntó la anciana señalando a Sakura. Así es –asintió Tomoyo. Bajó del escabel cuando ya se había quitado el vestido, reemplazándolo con otro más sencillo. Tomó de un brazo a Sakura y la subió al escabel – ¡Ahora es tú turno! ¿Qué? Toma pruébate esto –dijo entregándole un vestido bastante parecido al de ella, también de seda, pero con superposiciones de telas. Era en variados tonos rosa, con un listón blanco en la cintura. El escote cuadrado incluía pequeñas flores de género blancas, las mismas que recogían parte de su vestido en la parte del faldón. Sin duda era muy bello. Pero... Tomoyo! –exclamó Sakura –Esto es carísimo! Sin embargo vale la pena haber gastado tanto si el resultado es así de impresionante –dijo la anciana –Y... princesa. No se preocupe por el pago. Tómelo como un obsequio de mi parte. Sus padres muchas veces me ayudaron. Sobre todo su madre... Ella era muy hermosa al igual que usted –decía la anciana mirando a Sakura. ¿Usted la conoció? Sin duda... Nadeshiko fue una gran mujer –agregó la anciana –Yo fui quien hizo el vestido para su boda ¡Se veía majestuosa! Muchas gracias señora Yumi –dijo Sakura mientras tomaba las manos de la anciana. No es nada hija... espero que todo salga bien –terminó Yumi. Luego salió de la habitación dejando a ambas muchachas a solas. ¡Ahora si estamos listas! –exclamó Tomoyo –Solo no que debes quitarte el vestido. Si te descubre alguna de las doncellas habrá problemas. Si –asintió Sakura bajando del escabel y quitándose el vestido. Decidieron que lo guardarían junto al de Tomoyo.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Reino del sur... 8:56 pm...
Faltaba menos de dos días para la gran fiesta, y ahora sí el castillo estaba completamente revolucionado. Cada diez minutos llegaban carretas con adornos, arreglos o cualquier cosa por el estilo. Sakura observaba el ir y venir de las personas, tanto dentro como fuera de las instalaciones. Cuando se dirigía a las cocinas, alguien la detuvo.
¡Sakura! ¿Joven Kimura? El mismo... quería saber si tienes la respuesta de lo que te pedí hoy en la mañana –dijo el joven. Bueno yo... -la muchacha recordó la propuesta que le había hecho el joven aquel día.
*~*~* Flash-Back *~*~*
Cuando se dirigía a la habitación de la princesa, se topó con un joven alto que la detuvo de improviso. Era Kimura... ya había conversado un par de veces con él y le parecía que era una persona muy agradable.
Sakura... ¿Cómo estás? Muy bien gracias –comentó la muchacha. Eh... bueno yo te quería hacer una invitación que espero aceptes –confesó el joven. En ningún momento dejaba de utilizar aquel tono seductor que en su persona ya era común. Pues... depende de lo que sea –dijo la joven. Quiero saber si irías conmigo a la fiesta del príncipe del este... -Sakura palideció casi instantáneamente ¿Qué haría si le decía que no, porque ya tenía pareja, y éste le preguntase de quién se trataba? – ¿Y qué me dices? Creo que... -pero en ese momento la interrumpió Rika, quien venía de los aposentos de Tomoyo. Sakura... la princesa solicita tu presencia urgentemente. Si me disculpas debo ir a atender a la princesa –dijo Sakura comenzando a retirarse. No importa... espero tu respuesta... -alcanzó a decir Kimura antes que la delicada figura de la doncella desapareciera de su vista.
*~*~* Fin Flash-Back *~*~*
Lo siento pero no puedo –confesó Sakura. ¿Pero por qué? –preguntó sobresaltado el joven. Porque ya alguien me invitó –dijo Sakura temiendo la pregunta que se avecinaba. ¿Quién? Creo que eso no es de su incumbencia –agregó molesta Sakura –Si me disculpa tengo mucho trabajo que realizar. Veremos si es verdad lo que dices Sakurita –dijo pensativo.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Y finalmente el día tan esperado llegó. Por distintos motivos, Sakura y Shaoran solo se habían visto un par de veces y por tiempos muy cortos. Pero a ellos les bastaba con eso. Sakura se dirigió a la habitación de Tomoyo.
Ay Sakura... no sabes lo ansiosa que estoy por volver a ver a Eriol –exclamaba Tomoyo bastante más nerviosa de lo normal. Tranquila... además sabes que él vendrá. Pero Sakura... ¡me dices que me tranquilice y tú estás peor que yo! –dijo Tomoyo al notar una palidez excesiva en la joven, causada solo por los nervios – ¿Y a qué hora debes estar en la casa de tus padres? Pues... debo estar lista a las 8:20 pues ahí me pasará a recoger Eriol –dijo Sakura haciendo énfasis en esta última palabra. Tomoyo la miró molesta –Por favor Tomoyo ¡Sabes perfectamente que es solo para despistar! Es que me hubiera gustado estar en tu lugar... pero bueno... ya en la fiesta podré estar con él –dijo animada. Sakura le miró confundida –Bueno... creo que es hora de que te vayas. No quiero que te atrases por mi culpa. Me entristece no estar aquí para arreglarte. No te preocupes... nos veremos más tarde –dijo Tomoyo entregándole una pequeña caja –Quiero que esta noche uses esto. ¿Qué es? –preguntó Sakura. Ya lo verás... prométeme que las usarás. Está bien –aceptó Sakura. Bueno... tu vestido está ya en tu casa... y la máscara la tiene Eriol –dijo Tomoyo pensando en todos los detalles –Adiós amiga... Hasta luego –dijo Sakura saliendo de la habitación de Tomoyo.
Sakura salió del castillo bastante animada, con la pequeña cajita aun entre sus manos. Llegó hasta su hogar en el pueblo. Allí, sobre un sillón, estaba su traje... sin duda era hermoso. Comenzó a prepararse para la fiesta. Arregló cada pequeño detalle de su vestimenta. Su cabello lo alzó en un moño, del cual escapaban algunos rizos que le daban un toque de elegancia. Maquilló suavemente su rostro, pues no solía utilizar pinturas. Se puso el corsé que iba bajo el vestido, y aunque no lo necesitaba pues tenía una figura envidiable, era la usanza de la época. Luego se puso el vestido que le quedó perfecto, y por último unos zapatos que combinaban con el atuendo. Eran alrededor de las ocho y Sakura ya estaba lista. Se dirigió al tocador donde había dejado la cajita que le había entregado Tomoyo, y la abrió. Eran unos aretes de plata con incrustaciones de esmeralda, y una tiara en los mismos materiales. Decidió que solo utilizaría los aretes, pues no le agradaba la idea de llevar puesta aquella costosa tiara. En eso se escucharon tres golpes en la puerta. Sakura fue a abrir y se topó con la gallarda figura de Eriol. Vestía un traje azul oscuro completo, con broches dorados. Se veía muy bien.
Pero... vaya Sakura... ¿eres tu? –preguntó sorprendido. Creo que no –dijo ella a modo de broma –Sakura escapó hace media hora de este lugar. ¿Estaba muy nerviosa? –preguntó Eriol siguiendo el juego de Sakura. ¡Debió haberla visto! –rió la joven. Entonces nos podemos ir... Sí –asintió la muchacha. Salieron de la casa hasta llegar al carruaje de Eriol. Si me permite pequeña Sakura –ofreciéndole su mano para subir al carruaje –Mi primo me tendrá que disculpar pero le diré que se ve hermosa –agregó cuando tomó asiento al lado de Sakura. Gracias –dijo bastante azorada la muchacha. Cuando ya se acercaban al castillo, Eriol sacó las máscaras y le entregó una de ellas a Sakura –Bueno... creo que debe usar esto... son las reglas del baile –sonrió maliciosamente.
Bajaron del carruaje y se dirigieron a la entrada del castillo. Ahí presentaron sus invitaciones e ingresaron sin problemas al lugar. Entraron al gran salón de la fiesta. Ya había bastantes invitados reunidos, cuchicheando e intentando averiguar quienes entraban y salían del salón, pero aquella tarea se le hacía bastante difícil al llevar todos máscaras... además la iluminación que era más discreta que en la fiesta de compromiso hacía aun mas ardua aquella tarea. Minutos más tarde se escucharon las trompetas... el anuncio de los monarcas del Sur, luego la Reina del este, y finalmente el príncipe Li y la princesa Daidouji. Estos últimos debieron bailar la primera pieza para dar así inició a la fiesta. Luego de un rato Sakura guiada del brazo de Eriol llegaron a saludar a los futuros monarcas. Eriol reía al ver la actitud de Shaoran, a quien no le hacía ninguna gracia ver a Sakura del brazo de su primo.
¡Ya cálmate! –exclamó Eriol – ¿Crees que me agrada que un ogro como tú este del brazo de mi flor? –dijo mientras besaba la mano de Tomoyo. Gracias –agradeció Tomoyo. Si no fuera porque estamos en público ya te habría golpeado –dijo Shaoran. Las muchachas solo sonreían. Shaoran no le quitaba la vista a Sakura... se veía hermosa... sin duda ella pertenecía a la realeza, aun sin el título. Buenas noches –gesticuló Sakura que no había pronunciado palabra alguna. Observó a Shaoran, que lucía un traje completamente negro, con broches dorados.
Casi inmediatamente se alejaron del lugar, pues comenzó el brindis por el cumpleaños del príncipe... aquella sería la última formalidad con la que debía cumplir Shaoran. Luego podrían disfrutar del baile. En eso alguien se acerca a Eriol y le dice...
Vaya Hiraguizawa... así que tú fuiste el afortunado que me quitó a esta preciosura –Eriol le miró indiferente. Pues así es, así que te rogaría que nos dejes en paz Kimura –dijo de mala gana. Conocía a aquel tipo y no se fiaba de él. Pero que antipático estás hoy. Está bien... los dejaré en paz... por ahora. Sakura... ¿me disculparías unos instantes? –preguntó Eriol. Sakura asintió con la cabeza y el muchacho desapareció. Qué le pasa a Hiraguizawa... le dejó el camino libre y deja a esta hermosura sola. ¿Quieres bailar? –preguntó a Sakura. No gracias... Eriol regresará en cualquier momento –dijo Sakura deseando que así fuese –Permiso –agregó dirigiéndose a los jardines. Pero Kimura no la dejaría en paz tan fácilmente. Aquella joven le volvía loco.
Pero alguien le observaba desde cerca... y no le había gustado para nada la manera en que miraba a la muchacha. Ya en los jardines...
Vamos Sakura... ¿por qué no me aceptas? Si soy aun más guapo que Hiraguizawa. ¿Por qué no me dejas en paz? –preguntó Sakura. Simple... porque tú me gustas... demasiado –dijo el joven tomando el brazo de Sakura. Esta intentó zafarse sin resultados. En ese instante aparece el joven de traje azul oscuro, dio vuelta a Kimura y sin previo aviso le golpeó en pleno rostro. Un pequeño hilo de sangre salía de la nariz de Kimura. ¡Estúpido Hiraguizawa! ¡Me las vas a pagar! ¿Me escuchaste? –pero el joven no le prestó atención. Kimura ingresó al palacio mientras el muchacho se acercó a Sakura. No debiste hacer eso Eriol... -pero no logró continuar porque se vio envuelta en un cálido abrazo – ¿Shaoran?
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Notas de la Autora:
Bueno aquí renaciendo de la oscuridad he llegado con un nuevo capítulo!!!! Sé que prometí darles algunas vueltas más al baile, pero tuve que explicar algunas cosas que son relevantes para la historia, y si ponía todo lo del baile iban a salir muchas páginas. Pero calma... prometo demorar menos en subir el proximo capítulo....xDD!!
Agradeciemientos especiales a...
Nicolita: Jejejej siempre me estás apoyando en esto... cierto? Muchas, muchísimas gracias por todo... Ah! Tranquila amiga... Todo mi apoyo para ti también!
Yashi: Gracias por tu review.... Bueno espero que hayas notado el plan de eriol y Shaoran.... xDD esos niños.. Y wenu solo parte del cumpleaños de Shaoran... Aquí está el cap y espero que te guste.
Gipsy-chan: Siii Eriol y Tomoyo comprometidos con anillo y todo.... Pero... recuerda que nada es tan fácil como se ve. Y si... el juego era cambio de disfraces... lo descubriste muy rápido... Jejeje wenu aquí esta el nuevo capítulo... espero que lo disfrutes.
Ciakaira: Aquí esta el nuevo capítulo... Creo que me estoy poniendo algo melosa... pero bueno.... Grax por tu review!
JuliaSakura: Jejejej grax por tu review... Bueno aquí esta la actualización, espero que la disfrutes y bueno... no olvides dejar tu review!
Aleirbagpotter: Bueno aquí llego con el quinto capitulo... y si... a mi tb me encanta la pareja de Sakura y Shaoran... A todo esto conocí a un muchacho que es muy, pero muy parecido a Shaoran.... XDDD eso no va al tema pero bueno... Ah!!! De nada por lo del review de la Dueña.... ESPERO QUE CONTINUES PRONTO!!!!! Mira que me como las uñas por continuar leyendo.....
Assy: Ya estoy con el cap 5... Espero que lo disfrutes mucho. Y muchas grax por tu review....!!!!!
Meiling-chan: Grax por tu mail... no te preocupes si tu pc no te permite dejar reviews... con el mail me basta!!!! Gracias!!!!
Wenu... por ahora solo eso....
Ah!!! Dejen REVIEWS!!!!!
Jejeje nada mas....
Dudas comentarios, quejas, lo que sea por supuesto un review, o a mi mail maniatica_15@hotmail.com
Arigatou!
Capítulo 5: "Sorpresas, sorpresas y... ¿mas sorpresas?"
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Ya era bastante tarde cuando regresó a palacio. Su mirada esmeralda se encontraba perdida en aquellos recuerdos que la perturbaban. Tanto así que cuando se encontró en uno de los corredores del castillo con la princesa Tomoyo, solo se percató de su presencia cuando esta la tomó por el brazo para hacerla reaccionar.
¡Sakura! ¡Sakura! ¡Ah! Tomoyo lo siento... iba distraída –dijo la joven aun algo aturdida. Si... lo sé –dijo Tomoyo comprensiva como siempre - ¿Cómo salió todo? ¿Todo? ¿A qué te refieres? Pues... mejor hablemos en mi habitación... sabes que aquí las paredes escuchan. Y verdaderamente no es conveniente en este momento que eso suceda –dijo Tomoyo llevando a Sakura a sus aposentos. Al llegar cerró la puerta con llave y guió a Sakura hasta un pequeño sillón que allí había –¡Cuéntamelo todo! –exclamó emocionada la muchacha. Todo... bueno... -Sakura comenzó a recordar los sucesos de aquella tarde...
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Quince minutos después de la salida de Eriol llegó Shaoran...
Hola... -saludó. Hola... pensé que no vendrías –dijo Sakura. ¿No confías en mí? –preguntó Shaoran. ¿Crees que si no confiase, estaría en este momento frente a ti? –preguntó Sakura. Pues supongo que no –dijo Shaoran. Se acercó a la joven y la abrazó fuertemente. Deseaba sentirla entre sus brazos, acariciar ese cabello castaño tan suave que se escurría de entre sus manos... ver aquellos ojos esmeraldas que lo habían cautivado desde el día en que la conoció... Shaoran... -pronunció suavemente ella. No sabes cuanto deseaba tenerte así, entre mis brazos. Yo... me siento muy bien –dijo la joven abrazándolo de igual forma mientras apoyaba su cabeza en el pecho del joven –Temía que no pudieras venir... que te hubiese sucedido algo en el pueblo... Sabes que soy muy bueno defendiéndome... y solo encadenándome hubiesen logrado detenerme. Pero ya es tarde. Tú debes llegar a la cena o de lo contrario... ¡tendrás problemas con tu madre! –exclamó preocupada Sakura. Tranquila... por eso no habrá problemas –dijo el joven dejando ir a Sakura. No deseba que se alejase de su regazo... ¿Quieres un poco de té? –preguntó Sakura. Está bien –aceptó Shaoran. Mientras ella preparaba el té, él no le quitaba la vista de encima, lo que provocó nervios en Sakura, a quien se le cayó una taza al piso, haciéndose trizas – ¿No te sucedió nada? ¿Te encuentras bien? No te preocupes... quédate ahí que yo arreglo esto en unos minutos –dijo Sakura mientras recogía los pedazos de la taza. Pero cuando terminaba se hirió uno de los dedos con un trozo bastante filoso – ¡Ay! –gimió. Sakura... déjame ver eso –tomó delicadamente su mano –Es bastante profundo. ¿Tienes algo con qué curar la herida? Si... pero descuida yo lo haré –dijo sacando de un cajón una cajita dorada con vendas, y unos paños limpios. No –interrumpió Shaoran –Esta vez lo haré yo.
Sentó a Sakura en una de las sillas frente a la mesita y tomó asiento a su lado. Se levantó un par de veces en busca de agua limpia y algo para sostener las vendas. Curó delicadamente el dedo de Sakura y luego de cubrirlo lo besó tiernamente.
Ya está –dijo animado. Cuando levantó la vista se encontró con aquellos ojos esmeraldas observándole detenidamente. Gracias –dijo ella. No fue nada –agregó el joven sin dejar de mirarla. Comenzó a acercarse instintivamente a ella, hasta que sus rostros estuvieron a milímetros de distancia. Sakura se puso de pie rápidamente. ¡El té! –exclamó. No... esta vez no –Shaoran la tomó por el brazo, apoyando su cabeza en el hombro de la muchacha –No me dejes así otra vez... Pero... -Shaoran la giró. Sakura se dejó llevar por el momento. No había nada ni nadie a su alrededor... solo estaban ellos dos en medio de la nada. Sakura acarició suavemente el rostro de Shaoran... se acercó aun más a él... pasó su otra mano por el cabello del joven y acercó su rostro hasta que sus labios se juntaron. Le besó suave y dulcemente... nunca Shaoran había recibido un beso tan cálido. Además... ¡ella correspondía a sus sentimientos! La rodeó por la cintura con sus brazos... pero ella se separó. Su corazón latía aceleradamente – ¿Qué hice? Yo... ¡lo bese! –pensaba azorada Sakura –Lo siento... yo no sé que me sucedió y... No digas nada –dijo Shaoran levantando el mentón de la joven y besándola nuevamente...
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¿Lo besaste? ¿Y luego él te beso? –preguntó Tomoyo sorprendida. Si –asintió bastante avergonzada la muchacha. Pero... -Sakura temía lo que iba a escuchar – ¡Es la historia más bella y romántica que he escuchado! –la doncella no podía creer lo que escuchaba –Sakura... ¡está loco por ti! Pero no puede ser –dijo Sakura resignada. No, no, no –decía Tomoyo entre murmullos... - ¡Todo saldrá a la perfección o dejo de llamarme Tomoyo Daidouji! Tomoyo... ¿de qué hablas? De nada Sakura.... Je, je, je! De nada –sonreía maliciosamente. ¡Ah! Eriol te envió esta nota... Eriol... -tomó la nota entre sus manos y luego de observar el anillo de amatista en su dedo anular, leyó en voz alta...
Mí querida Flor de Ciruelo...
No sé cuanto tiempo podré soportar sin verte... pero por ahora creo, es lo mejor. Sin embargo quiero que sepas que estaré pensando en ti durante cada minuto, cada segundo que pase, hasta que te vuelva a ver. Te ama...
Tu príncipe azul.
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Solo faltaban cuatro días para la gran fiesta, cuando recibieron la llegada inesperada de una nueva comitiva del este. Shaoran, al recibir el aviso, pensó lo peor... y no estaba muy lejos de la realidad. Cuando llegó a la sala en la que aguardaba ya la reina Ieran, su sorpresa fue enorme.
¡Shaoran! –exclamó una muchacha de cabello negro y ojos rojizos – ¡Te extrañábamos tanto! ¿Cuándo regresas al este? –preguntó casi sin respirar. Meiling... ¿qué haces aquí? ¿Pensabas que me perdería tu cumpleaños? –preguntó divertida ante la expresión de su primo aquella muchacha. Bueno... yo... Mira... ¡también viene Kimura! –exclamaba la muchacha. Un gusto verle majestad –dijo Kimura haciendo una reverencia. Este joven era un don Juan, que se había criado en la familia Li, por un motivo que ninguno de ellos conocía, a excepción de la reina Ieran. Era un poco más alto que Shaoran, de cabello dorado como el sol y ojos azules que no pasaban desapercibidos. Shaoran Li... un gusto volver a verte –se escuchó la voz de otra mujer. Era una chica de cabello rubio y ojos color miel. Se acercó hasta el joven y le besó en la mejilla, en realidad intentando besarle en los labios. Shaoran de inmediato la separó – ¡Pero qué descortés! No tengo deseos de aguantar tus berrinches Kaoru Ishida –dijo Shaoran sin prestarle atención a la muchacha. Tomó a Meiling de un brazo, alejándola del resto de las personas – ¿Por qué vino ella? Sabes lo cabeza dura y caprichosa que es... por más que nos negamos dijo que quería venir... según ella es la única que merece ser tu esposa. ¡Ella! Olvídalo... en ese caso aceptaré el matrimonio con la princesa Daidouji –este comentario causó una confusión en Meiling –Digo... me casaré con ella. Shaoran... Nos está llamando mi madre –dijo el muchacho cambiando de tema. Pero Meiling no estaba dispuesta a quedarse con la duda. Bueno... ¿se quedarán hasta el día de la fiesta? –preguntó Ieran. Si por mí fuera, me quedaría hasta que regresen al este –dijo Kaoru, con lo que se ganó una dura mirada por parte de Ieran Li. Con que se queden hasta el hasta el día del cumpleaños de mi hijo basta. Se irán al día siguiente –ordenó la reina.
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Aquella noche la cena fue más alegre debido a la cantidad de personas que allí había. Shaoran dirigía miradas furtivas a una Sakura que se encontraba alejada de la mesa. Estaba bastante molesto porque durante todo el día no había logrado acercarse a ella. De hecho ni siquiera se había librado de Kaoru desde su llegada. Pero gracias a Meiling su tarde se había hecho un poco más soportable. Cuando todos comenzaron a retirarse del salón y la princesa del Sur junto a sus doncellas ya había salido, Shaoran se puso de pie y dando las respectivas excusas salió. Kaoru iba a hacer lo mismo, cuando Meiling la entretuvo, evitando que siguiera a Shaoran. Lo que este le agradecería después. El joven se dirigió hasta los aposentos de la princesa... pero una de las doncellas le informó que ella ya estaba dormida. Entonces se dirigió al ala de servicio. Ya conocía perfectamente aquel camino. Cuando cruzó furtivamente uno de los corredores, una muchacha de cabello negro le vio pasar. Decidió seguirlo para así averiguar qué motivo lo llevaba a comportarse como un verdadero ladrón. Mientras, Shaoran iba procurando que nadie le descubriera. Tocó dos veces la puerta de una habitación, pero nadie salió. Se quedó de pie allí un rato... la sombra que producía una estatua le resguardaba en aquel lugar. En ese momento se escucharon unos delicados pasos y el roce de la tela sobre el piso. Se dirigían hacia aquella habitación. Meiling, escondida tras una planta de interior, y ayudada por las sombras, observaba atenta la situación. Sakura pasó frente a la estatua, y sintió como unos brazos la rodeaban suavemente por la cintura.
¿Qué haces aquí? ¿Quieres que te descubran? Hace un rato me encontré con los guardias que han comenzado ya con su ronda. Hablaban con un joven de cabello dorado... ¿lo conoces? –preguntó la muchacha. Si... se llama Kimura. Se crió con los Li, y es el primer oficial de la guardia del este. Pero viaja con nosotros como uno más de la familia –explicó el joven –Pero bueno... yo no vine a hablar de Kimura. ¿Y entonces a qué viniste? –preguntó coquetamente la muchacha. Pues... vine por mi beso de las buenas noches –dijo pícaramente Shaoran. Mmm... tengo que pensarlo... hoy el joven no se acordó de mi hasta ahora... No sé si se merezca ese privilegio –decía Sakura mientras ponía una cara de duda. No es mi culpa... llegó mi prima del este... con... bueno una muchachita caprichosa. Y no me pude escapar de ellas. Fue terrible... ¡casi una tortura! –mientras su cara era de horror –Creo que de no ser por Meiling estaría muerto en este instante –Sakura rió ante el comentario del joven. ¿Te refieres a la chica rubia que no te quitó la vista de encima durante la cena? Si –asintió Shaoran –Lamentablemente es ella... Pues... tal vez sea mejor que le pida a ella que le dé su beso de las buenas noches príncipe Li–dijo Sakura indiferente. Pero si quiero dormir... ¡no morir! –la cara de horror de Shaoran provocó una pequeña risita por parte de la doncella. Vamos... no puede ser tan mala. Cuando la conozcas me comprenderás... Bueno... ¿y? ¿Y? Mi beso –dijo Shaoran – ¡Si no me besa no la dejaré libre señorita! ¡La secuestraré y me la llevaré muy lejos de aquí! –utilizando un tono bastante seductor. No... si hace eso habrá problemas entre las dos naciones... y debe pensar primero en su pueblo. Si... eso lo sé. Es lo único que me mantiene en este lugar –murmuró bastante desalentado - ¡De lo contrario ya estaríamos cruzando la frontera en este momento! Bueno... solo por esta noche aceptaré su petición joven Li –dijo la muchacha besando largamente al príncipe –Pero que no se repita. Con esto de la fiesta hay mucha vigilancia... si nos descubren habrá un enorme escándalo... Mi Sakura... -susurró Shaoran mientras acariciaba el cabello de la doncella.
Sakura ingresó a su habitación. Shaoran estuvo de pie unos minutos frente a la puerta... al parecer tenía la intención de tocar... pero luego de un rato desistió y regresó por el camino por el cual había llegado. Meiling salió de su escondite.
Esperen un momento... Shaoran, mi primo... ¡con una doncella! –se repetía una y otra vez mientras caminaba rumbo a sus aposentos. Iba tan distraída que no notó la presencia de Kimura. Lady Li... le recomendaría que no caminase a esta hora sola por el castillo. Kimura... ¿qué haces? –preguntó la muchacha. Pues solo... observaba. ¿A las doncellas? ¿Nunca se te quitará esa manía de perseguir a las mujeres? ¡Pero qué dice! Yo solo... cortejo a las damiselas... además debo buscar a mi futura esposa. ¿Cómo sabes si ella se encuentra en este castillo? ¡Y yo sin darme cuenta! –dijo en tono melodramático. ¿Acaso ya viste una posible candidata? –Meiling ya le conocía bastante bien como para saber lo que pasaba por su cabeza. Puede ser... es una muchacha muy bella con la que me topé hace un rato. Entonces... esperemos que la joven no esté comprometida –agregó Meiling, lo que molestó a Kimura. Años atrás había conocido a una muchacha llamada Kaira a quien amó verdaderamente, pero se casó con otro cumpliendo el compromiso que habían acordado sus padres. Desde aquel momento se había convertido en un mujeriego – ¡Adiós Yue! –se despidió la muchacha dejando al joven en medio de sus recuerdos.
Continuó su camino... cuando llegaba a las escalinatas, decidió cambiar su rumbo. Después de doblar por algunos lúgubres pasillos, se detuvo frente a una gran puerta. Tocó varias veces, hasta que una joven de ojos azules, bastante desconcertada le abrió.
Lady Li... ¿qué hace usted aquí? Necesito hablar con usted de inmediato –dijo ingresando en la habitación –¡Ah! Llámeme Meiling. Entonces Meiling... puedes llamarme Tomoyo. Ahora... ¿qué es tan importante que necesites hablar conmigo a mitad de la noche? –preguntó Tomoyo mientras aguantaba un bostezo. Simple... ¿Qué sucede entre mi primo y tu doncella? ¿Qué pasa con ustedes dos? –Tomoyo se vio algo sorprendida ante aquella pregunta. Sin embargo notó que aquella muchacha era de fiar. Así comenzó su relato.
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Aquella mañana había bastante movimiento en el castillo, algo no habitual para la época. Ya comenzaban con los arreglos de la fiesta de máscaras del príncipe del este. Aquel día la costurera de la princesa había ido al castillo, llevando consigo el traje de Tomoyo. Era una mujer bastante anciana y llevaba veinticinco años trabajando para los monarcas. El traje de Tomoyo ya estaba casi listo... era de seda en variadas tonalidades de azul y celeste. Llevaba un escote en V, con finos bordados en las orillas. Pero cuando la joven se lo probó, la anciana se sorprendió un poco.
Muchachita... es la tercera vez desde que comencé con tu traje, que debo ajustarlo un poco más. ¿Acaso no te estás alimentando bien? –preguntó la mujer. No es eso –dijo Tomoyo sin preocuparse. Pero... es cierto –agregó Sakura mientras ayudaba a la anciana –Yo creo que estás mas delgada que la última vez. Pero debes alimentarte bien ¿me escuchaste? A tu futuro esposo no le agradará que te enfermes por no comer bien –Tomoyo rió ante el comentario de Sakura pues se refería a Eriol y no al príncipe Li. Eso es verdad. Recuerde que es la futura reina y esposa del rey del este. Además es una jovencita ya muy delgada. No se preocupen... ¡estoy bien! –sonrió Tomoyo. A decir verdad a Sakura también le extrañaba aquello. Tomoyo estaba comiendo con el mismo apetito de siempre –Bueno señora Yumi... ¿Cómo va el encargo que le pedí la última vez? Muy bien... aquí lo traigo –dijo la anciana. ¡Genial! –exclamó Tomoyo. ¿Es para ella? –preguntó la anciana señalando a Sakura. Así es –asintió Tomoyo. Bajó del escabel cuando ya se había quitado el vestido, reemplazándolo con otro más sencillo. Tomó de un brazo a Sakura y la subió al escabel – ¡Ahora es tú turno! ¿Qué? Toma pruébate esto –dijo entregándole un vestido bastante parecido al de ella, también de seda, pero con superposiciones de telas. Era en variados tonos rosa, con un listón blanco en la cintura. El escote cuadrado incluía pequeñas flores de género blancas, las mismas que recogían parte de su vestido en la parte del faldón. Sin duda era muy bello. Pero... Tomoyo! –exclamó Sakura –Esto es carísimo! Sin embargo vale la pena haber gastado tanto si el resultado es así de impresionante –dijo la anciana –Y... princesa. No se preocupe por el pago. Tómelo como un obsequio de mi parte. Sus padres muchas veces me ayudaron. Sobre todo su madre... Ella era muy hermosa al igual que usted –decía la anciana mirando a Sakura. ¿Usted la conoció? Sin duda... Nadeshiko fue una gran mujer –agregó la anciana –Yo fui quien hizo el vestido para su boda ¡Se veía majestuosa! Muchas gracias señora Yumi –dijo Sakura mientras tomaba las manos de la anciana. No es nada hija... espero que todo salga bien –terminó Yumi. Luego salió de la habitación dejando a ambas muchachas a solas. ¡Ahora si estamos listas! –exclamó Tomoyo –Solo no que debes quitarte el vestido. Si te descubre alguna de las doncellas habrá problemas. Si –asintió Sakura bajando del escabel y quitándose el vestido. Decidieron que lo guardarían junto al de Tomoyo.
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Reino del sur... 8:56 pm...
Faltaba menos de dos días para la gran fiesta, y ahora sí el castillo estaba completamente revolucionado. Cada diez minutos llegaban carretas con adornos, arreglos o cualquier cosa por el estilo. Sakura observaba el ir y venir de las personas, tanto dentro como fuera de las instalaciones. Cuando se dirigía a las cocinas, alguien la detuvo.
¡Sakura! ¿Joven Kimura? El mismo... quería saber si tienes la respuesta de lo que te pedí hoy en la mañana –dijo el joven. Bueno yo... -la muchacha recordó la propuesta que le había hecho el joven aquel día.
*~*~* Flash-Back *~*~*
Cuando se dirigía a la habitación de la princesa, se topó con un joven alto que la detuvo de improviso. Era Kimura... ya había conversado un par de veces con él y le parecía que era una persona muy agradable.
Sakura... ¿Cómo estás? Muy bien gracias –comentó la muchacha. Eh... bueno yo te quería hacer una invitación que espero aceptes –confesó el joven. En ningún momento dejaba de utilizar aquel tono seductor que en su persona ya era común. Pues... depende de lo que sea –dijo la joven. Quiero saber si irías conmigo a la fiesta del príncipe del este... -Sakura palideció casi instantáneamente ¿Qué haría si le decía que no, porque ya tenía pareja, y éste le preguntase de quién se trataba? – ¿Y qué me dices? Creo que... -pero en ese momento la interrumpió Rika, quien venía de los aposentos de Tomoyo. Sakura... la princesa solicita tu presencia urgentemente. Si me disculpas debo ir a atender a la princesa –dijo Sakura comenzando a retirarse. No importa... espero tu respuesta... -alcanzó a decir Kimura antes que la delicada figura de la doncella desapareciera de su vista.
*~*~* Fin Flash-Back *~*~*
Lo siento pero no puedo –confesó Sakura. ¿Pero por qué? –preguntó sobresaltado el joven. Porque ya alguien me invitó –dijo Sakura temiendo la pregunta que se avecinaba. ¿Quién? Creo que eso no es de su incumbencia –agregó molesta Sakura –Si me disculpa tengo mucho trabajo que realizar. Veremos si es verdad lo que dices Sakurita –dijo pensativo.
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Y finalmente el día tan esperado llegó. Por distintos motivos, Sakura y Shaoran solo se habían visto un par de veces y por tiempos muy cortos. Pero a ellos les bastaba con eso. Sakura se dirigió a la habitación de Tomoyo.
Ay Sakura... no sabes lo ansiosa que estoy por volver a ver a Eriol –exclamaba Tomoyo bastante más nerviosa de lo normal. Tranquila... además sabes que él vendrá. Pero Sakura... ¡me dices que me tranquilice y tú estás peor que yo! –dijo Tomoyo al notar una palidez excesiva en la joven, causada solo por los nervios – ¿Y a qué hora debes estar en la casa de tus padres? Pues... debo estar lista a las 8:20 pues ahí me pasará a recoger Eriol –dijo Sakura haciendo énfasis en esta última palabra. Tomoyo la miró molesta –Por favor Tomoyo ¡Sabes perfectamente que es solo para despistar! Es que me hubiera gustado estar en tu lugar... pero bueno... ya en la fiesta podré estar con él –dijo animada. Sakura le miró confundida –Bueno... creo que es hora de que te vayas. No quiero que te atrases por mi culpa. Me entristece no estar aquí para arreglarte. No te preocupes... nos veremos más tarde –dijo Tomoyo entregándole una pequeña caja –Quiero que esta noche uses esto. ¿Qué es? –preguntó Sakura. Ya lo verás... prométeme que las usarás. Está bien –aceptó Sakura. Bueno... tu vestido está ya en tu casa... y la máscara la tiene Eriol –dijo Tomoyo pensando en todos los detalles –Adiós amiga... Hasta luego –dijo Sakura saliendo de la habitación de Tomoyo.
Sakura salió del castillo bastante animada, con la pequeña cajita aun entre sus manos. Llegó hasta su hogar en el pueblo. Allí, sobre un sillón, estaba su traje... sin duda era hermoso. Comenzó a prepararse para la fiesta. Arregló cada pequeño detalle de su vestimenta. Su cabello lo alzó en un moño, del cual escapaban algunos rizos que le daban un toque de elegancia. Maquilló suavemente su rostro, pues no solía utilizar pinturas. Se puso el corsé que iba bajo el vestido, y aunque no lo necesitaba pues tenía una figura envidiable, era la usanza de la época. Luego se puso el vestido que le quedó perfecto, y por último unos zapatos que combinaban con el atuendo. Eran alrededor de las ocho y Sakura ya estaba lista. Se dirigió al tocador donde había dejado la cajita que le había entregado Tomoyo, y la abrió. Eran unos aretes de plata con incrustaciones de esmeralda, y una tiara en los mismos materiales. Decidió que solo utilizaría los aretes, pues no le agradaba la idea de llevar puesta aquella costosa tiara. En eso se escucharon tres golpes en la puerta. Sakura fue a abrir y se topó con la gallarda figura de Eriol. Vestía un traje azul oscuro completo, con broches dorados. Se veía muy bien.
Pero... vaya Sakura... ¿eres tu? –preguntó sorprendido. Creo que no –dijo ella a modo de broma –Sakura escapó hace media hora de este lugar. ¿Estaba muy nerviosa? –preguntó Eriol siguiendo el juego de Sakura. ¡Debió haberla visto! –rió la joven. Entonces nos podemos ir... Sí –asintió la muchacha. Salieron de la casa hasta llegar al carruaje de Eriol. Si me permite pequeña Sakura –ofreciéndole su mano para subir al carruaje –Mi primo me tendrá que disculpar pero le diré que se ve hermosa –agregó cuando tomó asiento al lado de Sakura. Gracias –dijo bastante azorada la muchacha. Cuando ya se acercaban al castillo, Eriol sacó las máscaras y le entregó una de ellas a Sakura –Bueno... creo que debe usar esto... son las reglas del baile –sonrió maliciosamente.
Bajaron del carruaje y se dirigieron a la entrada del castillo. Ahí presentaron sus invitaciones e ingresaron sin problemas al lugar. Entraron al gran salón de la fiesta. Ya había bastantes invitados reunidos, cuchicheando e intentando averiguar quienes entraban y salían del salón, pero aquella tarea se le hacía bastante difícil al llevar todos máscaras... además la iluminación que era más discreta que en la fiesta de compromiso hacía aun mas ardua aquella tarea. Minutos más tarde se escucharon las trompetas... el anuncio de los monarcas del Sur, luego la Reina del este, y finalmente el príncipe Li y la princesa Daidouji. Estos últimos debieron bailar la primera pieza para dar así inició a la fiesta. Luego de un rato Sakura guiada del brazo de Eriol llegaron a saludar a los futuros monarcas. Eriol reía al ver la actitud de Shaoran, a quien no le hacía ninguna gracia ver a Sakura del brazo de su primo.
¡Ya cálmate! –exclamó Eriol – ¿Crees que me agrada que un ogro como tú este del brazo de mi flor? –dijo mientras besaba la mano de Tomoyo. Gracias –agradeció Tomoyo. Si no fuera porque estamos en público ya te habría golpeado –dijo Shaoran. Las muchachas solo sonreían. Shaoran no le quitaba la vista a Sakura... se veía hermosa... sin duda ella pertenecía a la realeza, aun sin el título. Buenas noches –gesticuló Sakura que no había pronunciado palabra alguna. Observó a Shaoran, que lucía un traje completamente negro, con broches dorados.
Casi inmediatamente se alejaron del lugar, pues comenzó el brindis por el cumpleaños del príncipe... aquella sería la última formalidad con la que debía cumplir Shaoran. Luego podrían disfrutar del baile. En eso alguien se acerca a Eriol y le dice...
Vaya Hiraguizawa... así que tú fuiste el afortunado que me quitó a esta preciosura –Eriol le miró indiferente. Pues así es, así que te rogaría que nos dejes en paz Kimura –dijo de mala gana. Conocía a aquel tipo y no se fiaba de él. Pero que antipático estás hoy. Está bien... los dejaré en paz... por ahora. Sakura... ¿me disculparías unos instantes? –preguntó Eriol. Sakura asintió con la cabeza y el muchacho desapareció. Qué le pasa a Hiraguizawa... le dejó el camino libre y deja a esta hermosura sola. ¿Quieres bailar? –preguntó a Sakura. No gracias... Eriol regresará en cualquier momento –dijo Sakura deseando que así fuese –Permiso –agregó dirigiéndose a los jardines. Pero Kimura no la dejaría en paz tan fácilmente. Aquella joven le volvía loco.
Pero alguien le observaba desde cerca... y no le había gustado para nada la manera en que miraba a la muchacha. Ya en los jardines...
Vamos Sakura... ¿por qué no me aceptas? Si soy aun más guapo que Hiraguizawa. ¿Por qué no me dejas en paz? –preguntó Sakura. Simple... porque tú me gustas... demasiado –dijo el joven tomando el brazo de Sakura. Esta intentó zafarse sin resultados. En ese instante aparece el joven de traje azul oscuro, dio vuelta a Kimura y sin previo aviso le golpeó en pleno rostro. Un pequeño hilo de sangre salía de la nariz de Kimura. ¡Estúpido Hiraguizawa! ¡Me las vas a pagar! ¿Me escuchaste? –pero el joven no le prestó atención. Kimura ingresó al palacio mientras el muchacho se acercó a Sakura. No debiste hacer eso Eriol... -pero no logró continuar porque se vio envuelta en un cálido abrazo – ¿Shaoran?
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Notas de la Autora:
Bueno aquí renaciendo de la oscuridad he llegado con un nuevo capítulo!!!! Sé que prometí darles algunas vueltas más al baile, pero tuve que explicar algunas cosas que son relevantes para la historia, y si ponía todo lo del baile iban a salir muchas páginas. Pero calma... prometo demorar menos en subir el proximo capítulo....xDD!!
Agradeciemientos especiales a...
Nicolita: Jejejej siempre me estás apoyando en esto... cierto? Muchas, muchísimas gracias por todo... Ah! Tranquila amiga... Todo mi apoyo para ti también!
Yashi: Gracias por tu review.... Bueno espero que hayas notado el plan de eriol y Shaoran.... xDD esos niños.. Y wenu solo parte del cumpleaños de Shaoran... Aquí está el cap y espero que te guste.
Gipsy-chan: Siii Eriol y Tomoyo comprometidos con anillo y todo.... Pero... recuerda que nada es tan fácil como se ve. Y si... el juego era cambio de disfraces... lo descubriste muy rápido... Jejeje wenu aquí esta el nuevo capítulo... espero que lo disfrutes.
Ciakaira: Aquí esta el nuevo capítulo... Creo que me estoy poniendo algo melosa... pero bueno.... Grax por tu review!
JuliaSakura: Jejejej grax por tu review... Bueno aquí esta la actualización, espero que la disfrutes y bueno... no olvides dejar tu review!
Aleirbagpotter: Bueno aquí llego con el quinto capitulo... y si... a mi tb me encanta la pareja de Sakura y Shaoran... A todo esto conocí a un muchacho que es muy, pero muy parecido a Shaoran.... XDDD eso no va al tema pero bueno... Ah!!! De nada por lo del review de la Dueña.... ESPERO QUE CONTINUES PRONTO!!!!! Mira que me como las uñas por continuar leyendo.....
Assy: Ya estoy con el cap 5... Espero que lo disfrutes mucho. Y muchas grax por tu review....!!!!!
Meiling-chan: Grax por tu mail... no te preocupes si tu pc no te permite dejar reviews... con el mail me basta!!!! Gracias!!!!
Wenu... por ahora solo eso....
Ah!!! Dejen REVIEWS!!!!!
Jejeje nada mas....
Dudas comentarios, quejas, lo que sea por supuesto un review, o a mi mail maniatica_15@hotmail.com
Arigatou!