Capitulo IV el secreto de Dumbledore

A Harry no le tomó mucho tiempo llegar a la gran puerta principal, en el momento que terminaba de bajar la gran escalinata apareció la profesora McGonagall seguida por Flinch que de inmediato abrió las puertas principales. Ahora Harry podía ver en todo su esplendor a la mujer del lago, era la muy hermosa, por un momento imaginó que así deberían verse las princesas de los cuentos de hadas, su cabello castaño iba recogido en una larga trenza y la corona que llevaba había sido tallada con mucho cuidado, Harry se acercó un poco más para poder oír. La profesora Mc Gonagall se acercó a ella y dijo -No la esperábamos- En ese momento apareció Snape, en su cara centrina se apreciaba una expresión de reto, se acercó al grupo -Es un honor volver ha verla Reina Riane, no pensé que nuestra escuela tuviera tal privilegio- Uno de los hombres que venían con ella intentó sacar su espada, pero la reina lo detuvo -También es un placer volver a verlo Profesor Snape, mi presencia aquí, no es social, hay cosas que están pasando en el mundo mágico que también nos afectan a nosotros, no podemos permitir que el mal se propague como la última vez- A Harry le llamó la atención forma en que la mujer miraba a Snape, le daba la impresión de que le recordaba a alguien. En aquel momento se dio cuenta, ella llevaba al cuello un relicario como el de su madre, con la diferencia de que en lugar de una esmeralda llevaba un zafiro. Snape parecía decidido a provocar una pelea, la profesora Mc Gonagall intervino para evitar que Snape lograra su objetivo -supongo que busca al Director- -si, debo hablar urgentemente con él- -La acompañaré a su oficina- -No se moleste, yo sé el camino- la reina se dirigió a su sequito -esperen aquí-ordenó Con paso firme y decidido se alejó de McGonagall y de Snape, Harry decidió seguirla, debía averiguar que significaba. Estaban a punto de llegar a la gárgola que daba acceso a la oficina de Dumbledore, cuando vio que esta empezó a moverse, Harry sabía que Dumbledore podía ver a través de la capa y estaría en problemas. Se escondió detrás de una de las estatuas. Tal como imaginaba, un par de minutos después salió Dumbledore, con mucho cuidado se asomó para poder ver, en ese momento la reina hacía una reverencia ante el director -Seas Bienvenida nuevamente a Hogwarts Reina Riane, es una pena que sea en estas circunstancias- Lo sé, pero las circunstancias nos han obligado, de cualquier manera me alegra volver a verte padre-