Capitulo XV
La Batalla Final, vida y muerte.
Harry tomó la espada con las dos manos, y se preparo para enfrentar con toda su fuerza a Voldemort, a lo lejos se podía ver la gran batalla que había iniciado frente a la puerta principal de Hogwarts, varios magos y brujas se habían reunido con Riane en la lucha, mientras Fawkes volaba alrededor de ellos. Voldemort sacó su varita y rió con todas sus fuerzas
—Por fin tendré la oportunidad de deshacerme de ti, he esperado esto tanto tiempo, y será un final muy dulce para mi—
—Eso lo veremos—
Voldemort lanzó un hechizo, y Harry lo desvió con la espada, entonces por fin pudo sentir su verdadero poder, era todo lo que necesitaba para ganar esta batalla. Con toda su fuerza empezó a pelear, cada hechizo que Voldemort enviaba era desviado sin ningún problema por la espada, sin embargo el mal nunca juega limpio, utilizando magia oscura logró desarmar a Harry, con el triunfo en sus ojos lanzó su ultima jugada
—Avada Kedabra—
Harry miró fijamente el rayo de luz verde que se dirigía hacía él, podía oír claramente la risa de Voldemort a lo lejos; entonces vio que dos mujeres se interponían para protegerlo y el rayo de luz se disipo, de inmediato pudo reconocerlas, una era su madre y la otra era Michelle, ambas dieron su vida para protegerlo porque lo amaban y ahora lo protegía de nuevo, no podía fallarles esta vez; sacó de su varita, Michelle y Lily lo miraron y entonces se alejaron
—Esta vez haré lo que sea necesario para acabar contigo—
Levantó su varita —Avada Kedabra—
Voldemort rió, ningún estudiante y mucho menos un Gryffindor podría hacer el conjuro, sin embargo su cuerpo cayó sin vida, con sus ojos abiertos, del mismo modo que 50 años antes su padre había quedado en el piso de su gran mansión.
Una extraña niebla negra salió del cadáver y tomo forma humana
—Nunca podrás derrotarme, ya regresé una vez, lo haré de nuevo, y cada vez más fuerte, y te mataré, te lo aseguró—
—No saldrás de aquí, ya no harás más daño—
Pronunció varias palabras y manos blancas surgieron del mármol, aprisionando al espíritu de Voldemort, convirtiéndose lentamente en piedra, gritos de desesperación y dolor surgía de su garganta. Harry le dio la espalda y se alejó de él.
—No permitiré que te vayas, Potter, compartirás mi destino conmigo, pronunció algunas palabras antes de convertirse completamente en piedra, y entonces todo empezó a estremecerse, los pilares empezaron a caer, uno de ellos cayó sobre Voldemort convirtiéndolo en polvo, Harry corrió hacia el punte pero una gran serpiente de piedra lo detuvo, una voz proveniente de la espada lo tranquilizo
—Confía en la espada Harry, confía en tu legado—
Tomó la espada y la oprimió contra su pecho, su madre y Michelle se acercaron y lo abrazaron con fuerza, una gran explosión iluminó la noche, un gran estruendo se escucho seguido de una calma sepulcral.
El amanecer sorprendió a Hogwarts en un doloroso despertar, muchos salieron heridos en la batalla, Riane ayudaba a algunos magos , su rostro estaba pálido y tenía varias heridas en el cuerpo, Lupin había sido herido gravemente y había sido enviado ya a el hospital, tuvieron suerte y no perdieron a nadie durante la batalla. La profesora McGonagal se reunió con Riane seguida de algunos estudiantes que ahora ayudaban a los heridos
—Todo ha acabado?—
—Si, pero el mal nunca, acabamos con Voldemort, pero vendían otros, algún día—
Ron, Hermione y Neville se acercaron a ellas, estaban emocionados por la noticia
—¿Dónde esta, Harry?— preguntó Hermione
Riane no contestó, se alejó de ellos, encaminándose hacía el lago, a lo lejos pudo ver a Michelle y Lily flotando a lo lejos, y bajo el agua el brillo de algo metálico se confundían con los rayos del sol reflejados sobre el agua. Hermione la siguió, mientras Ron y Neville regresaban al castillo.
—¿Que pasó con Harry?, ¿está muerto? —
—No de la manera que piensa, pero no puede regresar—
—Puedes hacer algo para que vuelva—
—No, he sido guardiana de los secretos del lago por mucho tiempo y no tengo poder para eso, mi deber ahora es protegerlo hasta que puedas traerlo de regreso, tienes la fuerza necesaria en tu corazón para hacerlo, y hasta entonces puedo prometerte que nada perturbara la tranquilidad del lago—
La Hazaña de Harry Potter fue celebrada por días por la comunidad mágica y en el ministerio de magia se incluyo una estatua en su honor por haber salvado nuevamente el mundo. Riane vigila el lago desde la oficina de su padre, siguiendo su ejemplo para educar y proteger a los estudiantes, mientras una chica de cabello castaño y enmarañado sabe en su corazón que él regresará pronto.
La Batalla Final, vida y muerte.
Harry tomó la espada con las dos manos, y se preparo para enfrentar con toda su fuerza a Voldemort, a lo lejos se podía ver la gran batalla que había iniciado frente a la puerta principal de Hogwarts, varios magos y brujas se habían reunido con Riane en la lucha, mientras Fawkes volaba alrededor de ellos. Voldemort sacó su varita y rió con todas sus fuerzas
—Por fin tendré la oportunidad de deshacerme de ti, he esperado esto tanto tiempo, y será un final muy dulce para mi—
—Eso lo veremos—
Voldemort lanzó un hechizo, y Harry lo desvió con la espada, entonces por fin pudo sentir su verdadero poder, era todo lo que necesitaba para ganar esta batalla. Con toda su fuerza empezó a pelear, cada hechizo que Voldemort enviaba era desviado sin ningún problema por la espada, sin embargo el mal nunca juega limpio, utilizando magia oscura logró desarmar a Harry, con el triunfo en sus ojos lanzó su ultima jugada
—Avada Kedabra—
Harry miró fijamente el rayo de luz verde que se dirigía hacía él, podía oír claramente la risa de Voldemort a lo lejos; entonces vio que dos mujeres se interponían para protegerlo y el rayo de luz se disipo, de inmediato pudo reconocerlas, una era su madre y la otra era Michelle, ambas dieron su vida para protegerlo porque lo amaban y ahora lo protegía de nuevo, no podía fallarles esta vez; sacó de su varita, Michelle y Lily lo miraron y entonces se alejaron
—Esta vez haré lo que sea necesario para acabar contigo—
Levantó su varita —Avada Kedabra—
Voldemort rió, ningún estudiante y mucho menos un Gryffindor podría hacer el conjuro, sin embargo su cuerpo cayó sin vida, con sus ojos abiertos, del mismo modo que 50 años antes su padre había quedado en el piso de su gran mansión.
Una extraña niebla negra salió del cadáver y tomo forma humana
—Nunca podrás derrotarme, ya regresé una vez, lo haré de nuevo, y cada vez más fuerte, y te mataré, te lo aseguró—
—No saldrás de aquí, ya no harás más daño—
Pronunció varias palabras y manos blancas surgieron del mármol, aprisionando al espíritu de Voldemort, convirtiéndose lentamente en piedra, gritos de desesperación y dolor surgía de su garganta. Harry le dio la espalda y se alejó de él.
—No permitiré que te vayas, Potter, compartirás mi destino conmigo, pronunció algunas palabras antes de convertirse completamente en piedra, y entonces todo empezó a estremecerse, los pilares empezaron a caer, uno de ellos cayó sobre Voldemort convirtiéndolo en polvo, Harry corrió hacia el punte pero una gran serpiente de piedra lo detuvo, una voz proveniente de la espada lo tranquilizo
—Confía en la espada Harry, confía en tu legado—
Tomó la espada y la oprimió contra su pecho, su madre y Michelle se acercaron y lo abrazaron con fuerza, una gran explosión iluminó la noche, un gran estruendo se escucho seguido de una calma sepulcral.
El amanecer sorprendió a Hogwarts en un doloroso despertar, muchos salieron heridos en la batalla, Riane ayudaba a algunos magos , su rostro estaba pálido y tenía varias heridas en el cuerpo, Lupin había sido herido gravemente y había sido enviado ya a el hospital, tuvieron suerte y no perdieron a nadie durante la batalla. La profesora McGonagal se reunió con Riane seguida de algunos estudiantes que ahora ayudaban a los heridos
—Todo ha acabado?—
—Si, pero el mal nunca, acabamos con Voldemort, pero vendían otros, algún día—
Ron, Hermione y Neville se acercaron a ellas, estaban emocionados por la noticia
—¿Dónde esta, Harry?— preguntó Hermione
Riane no contestó, se alejó de ellos, encaminándose hacía el lago, a lo lejos pudo ver a Michelle y Lily flotando a lo lejos, y bajo el agua el brillo de algo metálico se confundían con los rayos del sol reflejados sobre el agua. Hermione la siguió, mientras Ron y Neville regresaban al castillo.
—¿Que pasó con Harry?, ¿está muerto? —
—No de la manera que piensa, pero no puede regresar—
—Puedes hacer algo para que vuelva—
—No, he sido guardiana de los secretos del lago por mucho tiempo y no tengo poder para eso, mi deber ahora es protegerlo hasta que puedas traerlo de regreso, tienes la fuerza necesaria en tu corazón para hacerlo, y hasta entonces puedo prometerte que nada perturbara la tranquilidad del lago—
La Hazaña de Harry Potter fue celebrada por días por la comunidad mágica y en el ministerio de magia se incluyo una estatua en su honor por haber salvado nuevamente el mundo. Riane vigila el lago desde la oficina de su padre, siguiendo su ejemplo para educar y proteger a los estudiantes, mientras una chica de cabello castaño y enmarañado sabe en su corazón que él regresará pronto.
