...:ESCAFLOWNE:...
Capitulo 3: Una lagrima roja para nuestra unión.
AUTORA: LIGHT ANGEL / HIKARI NO TENSHI / ANGEL DE LUZ
El sol cambio sus ropajes por unos anaranjados de hermosos tonos demostrando a los cielos y a los seres que caminan en la tierra que la tarde había arribado. Eso no modificaba la vida en la tierra pues los seres humanos aún seguían caminando demostrando sonrisas de alegría y algunas de cansancio por el día tan agitado que algunos entre muchos habían tenido.
Pero... dos jovencitas de hermosas apariencias caminaban charlando alegremente de los momentos que habían pasado, en sus manos algunas bolsas se mostraban bailando el contenido dentro de ellas debido al movimiento del andar de Hitomi y Yukari. Hitomi sonreía muy contenta de las novedades que le contaba su mejor amiga acerca de Amano y ella, desde que los vio juntos por primera vez sabia que ella y él hacían una pareja sumamente hermosa, alguna que otra vez se reprocho no haberlo notado antes, pero eso solamente paso gracias a cierto hombre que vivía en Gaea... lejos de ella. Si no fuera por ese joven ella jamás había descubierto el amor que ahora se profesaban Yukari y el superior Amano. Sonrió por un comentario de su amiga mientras le contaba la salida que tenía planeada para ella y para Amano mañana al atardecer.
Hitomi pregunto: - ¿No deseas tomar un helado Yukari?
Yukari se paro y sonrió muy contenta: - ¡Por supuesto Hitomi! Tengo unas ganas muy grandes de tomar un helado, a parte el calor no ayuda mucho.
Hitomi rió, mientras emprendía una marcha a la heladería que estaba a escasos pasos de ellas. Mientras elegían los gustos Hitomi desvió su mirada a las bolsas, no sabia por que había decidido comprarse tanta ropa ni que fuera que se iría de vacaciones a otro país o tuviera por lo menos 10 fiestas seguidas... pero nada de eso iba a pasar, suspiro y sonrió por que la ropa que había comprado realmente era hermosa, algunos vestidos y 2 o 3 jeans y varias remeras muy hermosas que su amiga Yukari había insistido que se las comprase pues decía que le quedaban de maravilla, rió para sus adentros mientras le decía los gustos que quería al joven que las atendía. Yukari decía que ella tenía un cuerpo envidiable y tenia que lucirlo y que no tenia nada de por que avergonzarse, claro que luego se gano cierta reprimenda de su parte por que odiaba que dijera esas cosas delante de la gente, la avergonzaban...
Hitomi tomó su helado y al darse vuelta busco a su amiga con la mirada y la descubrió sentada en una mesa casi al final, por suerte no había casi nadie esa tarde tomando un helado sino habría sido su fin el tratar de maniobrar entre tanta gente y las mesas para no dejar caer su helado o las bolsas. Camino hasta su mejor amiga viendo que ella había depositado las bolsas a un costado y sonreía al probar su riquísimo helado, mientras caminaba bajo la vista a revisar las bolsas y al volver la vista a su mejor amiga vio como detrás de ella había un joven... un joven muy familiar para ella... la cara de asombro de Hitomi no se hizo esperar, Yukari no parecía ver a aquel joven pues seguía comiendo su helado como si el tiempo fuera infinito y la tarde seguiría ahí por siempre... pero para Hitomi eso significo la paralización de sus sentidos, de su corazón...
Ante sus ojos el viento cesó su movimiento, y Yukari se detuvo en seco, entonces ella supo que el tiempo se detuvo, tenía el helado en su mano y las bolsas en la otra pero su mente y ojos solo los controlaba aquel ser que le resultaba sumamente familiar, sus ojos... los de él... se mantenían ocultos detrás de sus cabellos pues tenía la cabeza gacha. Hitomi lo miró fijamente y no aparto su mirada, nada se movía y el sonido de las aves cayo como si lo cortara la navaja del silencio. Entonces el joven elevó en cuestión de segundos su mirada de fuego y atrapó con ella los ojos esmeraldas de la joven que había sido la heroína de Gaea... en una línea perfecta sus ojos se cruzaron uniéndolos, de pronto el joven libero sus alas paralizando el corazón de Hitomi, haciendo conocer la identidad de este ángel en la mente de la visionaria... Hitomi susurro su nombre con un suave movimiento de sus labios – Van – dijo... pero él solo la miraba con esos ojos de fuego que no la dejaban escapar, y ahí él dijo también en un susurro pagándole con la misma moneda a ella, le dijo... le susurro – Ven conmigo... Hitomi – y ahí el tiempo comenzó a andar haciendo desaparecer al joven de su vista y dejándola parada ahí nomás viendo a su mejor amiga que volvía la vista a ella llamándola para que se acerque... Hitomi movió su cabeza llamando a gritos a su conciencia para que la hiciera reaccionar pero solo una parte correspondió el grito y la hizo
encaminarse a su mejor amiga, la otra parte se quedo con el recuerdo de Van Fanel... el rey de Fanelia y su amor en Gaea...
Yukari vio como su mejor amiga se sentaba y le enseño su helado en forma de ofrecimiento: - ¿Quieres? – pregunto sonriendo.
Hitomi negó: - No gracias Yukari – dejo las bolsas en el suelo – primero probare el mío – y rió.
Yukari: - Esta bien, como desees, igual no sabes lo que te pierdes – ambas se miraron y comenzaron a reír divertidas.
La tarde así continuo y con un soplido del viento la noche cayo en la ciudad, Hitomi aún recordaba la apuesta figura de Van, vestido con los trajes de Fanelia y siempre conquistador con esa mirada de fuego tan atrápante que solo él podía colocar en sus ojos.
La noche mostraba un hermoso velo negro lleno de diamantes brillantes y cubría con él la ciudad en su completa totalidad dejando únicamente el brillo de la luna y las estrellas para guiar a los viajeros perdidos. La noche resoplo dejando sobre la ciudad una cálida brisa que acompañaba el sonido tan pacifico de los árboles al mecer sus hojas.
Las jóvenes iban caminando por el parque divertidas mientras charlaban de lo que mañana harían, la universidad si que las mantenía ocupadas, pero lo bueno de tener a tu mejor amiga en las mismas clases que tu es que se te pasan rápidamente.
Hitomi detuvo su caminar muy bruscamente mientras su mejor amiga Yukari camino unos pasos y se detuvo dándose la vuelta para observar a su amiga y preguntarse por que sé había detenido en medio del camino observando atenta... el lago de la luna... Yukari desvió su vista a él y quedo maravillada por la vista que este lago le ofrecía, era sumamente magnifica la imagen que proyectaba por que parecía un magnifico cuadro. Miro unos segundos mas y noto que dentro de él la luna se proyectaba como en un espejo... mostrando un brillo hechizante que había capturado rápidamente la atención de su mejor amiga... de pronto un fuerte viento soplo haciendo volar algunas hojas de los árboles,
Yukari cambio su mirada para buscar con la mirada a Hitomi, su mejor amiga,
pero ella ya no estaba... había desaparecido en cuestión de segundos, asustada miro a todos lados y la vio encaminarse al lago, se sorprendió y soltó las bolsas dejándolas caer al suelo olvidándose de todo y con la sola idea en su mente de peguntarle a su mejor amiga que estaba por hacer... corrió rápido y Hitomi ya estaba llegando a la orilla del lago, se sorprendió pues la veía caminar lentamente pero en cuestión de segundos ya había llegado al lago...
Yukari: - ¡Hitomi!
Hitomi se giró unos segundos dejando paralizada a Yukari por que en el rostro de la visionaria se podía observar una sonrisa tranquila, pacifica, relajada y sobre todo... alegre y feliz... susurro palabras al viento que llegaron a los oídos de Yukari, se quedó muda la joven de cabellos rozados... había escuchado claramente "Nos veremos en tu boda, amiga mía... nos veremos ahí"... y se quedo paralizada sin poder mover un músculo, sus pensamientos se agolpaban en su mente tratando de hacerla reaccionar pero solo la confundían más... su mejor amiga sonriéndole como si el tiempo tranquilamente se detuviera...
Yukari tomo aire y al parpadear vio para su sorpresa algo que la dejo aún más asombrada... del cielo una columna de luz descendía al lago perturbando la tranquilidad que este poseía antes de que todo pasara... miro a Hitomi y ella solo observaba a lo alto de la columna, Yukari elevó su mirada para buscar lo que su mejor amiga estaba viendo pero sus ojos lentamente se comenzaron a abrir de par en par observando como de la columna descendía... ¿un dragón?...
Nunca aparto sus ojos del dragón que se detuvo sobre el lago formando un circulo de agua a su alrededor, y ahí Yukari notó que sobre el lomo del dragón un joven de cabellera negra domaba el control del dragón. Entonces reacciono y miró a su mejor amiga que estaba entrando en el agua... pero de nuevo su sorpresa fue mayor... su mejor amiga ahora caminaba sobre el agua como si bajo los pies de Hitomi un puente la guiará al dragón... su respiración se mantenía pero su sorpresa no la dejaba moverse...
Yukari vio llegar a Hitomi al lado del joven que la envolvió con sus brazos al igual que ella lo envolvió a él de igual manera, entonces su mente reacciono de golpe y no se movió de su lugar, simplemente sonrió y relajo su cuerpo observando la escena, sabia que él para ella no era un extraño y sabia que ella para él tampoco lo era. Miro atenta y conmovida al mismo tiempo dejando un hermoso recuerdo de su mejor amiga en su mente... de pronto vio ahí lo que más llamo su atención, en la mano del joven llevaba el colgante en forma de lagrima roja... su sorpresa fue poca y su sonrisa se volvió aún más alegre... recordó, recordó el momento cuando volvió a ver a Hitomi y no llevaba su colgante, el colgante que su misma abuela a la que ella tanto quería no dormía como siempre en el cuello de su amiga, pero ahora entendió todo cuando el joven sobre el dragón elevó la mano con la que había enrollado el collar y veía como la elevaba al cielo, era la llave para que volvieran a esa tierra tan fantasiosa que su mejor amiga le había contado, era la llave para que ambos volvieran a estar juntos... era una lagrima roja que significa la unión de ambos en un mismo lugar y tiempo.
Poco a poco el dragón fue batiendo sus alas para comenzar a elevarse y Yukari sonrió al ver esa pintura pero aunque sonreía en sus ojos las lagrimas comenzaron a caminar por sus mejillas, demostrando que aun los sentimientos contradicen a las acciones... ¿podría acaso la felicidad estar pintada en la boca y la tristeza podría estar pintada en los ojos, todo al mismo tiempo?... esa era una respuesta afirmativa por que Yukari era una prueba... miró como su mejor amiga y Van subía abrazados mirando al cielo deseosos de llegar a su nueva vida... pero algo la dejo sorprendida, Hitomi busco con sus ojos esmeraldas la mirada de ella y le sonrió contenta como una hermana le sonríe a la otra en señal de felicidad, Yukari le sonrió y grito con todas sus fuerzas – ¡Te extrañare muchísimo Hitomi! – tomo aire y grito - ¡Si no llegas a venir para mi boda me las pagaras! – parece ser que Hitomi la había escuchado por que su cara primero fue de asombro y luego de risa y dijo moviendo los labios únicamente para que ella escuchara – No – dudes – que – vendré – jamás – olvides – que – somos – amigas – y así el dragón desapareció en las alturas llevándose consigo a la niña de la luna fantasma...
De pronto todo quedo en silencio, el lago de la luna demostró su tranquilidad nuevamente por la que era conocido en el parque, la luna brillaba más intensamente y las estrellas quedaron opacadas por la hermosa luz de la luna, la brisa volvió a caminar en la ciudad dejando una sensación de paz a todo aquel que tocase. Yukari sintió una sensación cálida cuando sus cabellos se mecieron en ese momento, cerro sus ojos y la luz de la luna la envolvió diciéndole en susurros que el tiempo había vuelto a caminar y que todo lo que había vivido no había sido un sueño y que en cuestión de segundos despertaría en su cama con los rayos del sol... se giró dando media vuelta y camino rumbo a su casa, solamente esta noticia la sabrían Amano, su familia y la familia de su mejor amiga... aunque no le sorprendería que la madre de Hitomi ya lo sabría...
Se agacho y tomó las bolsas que había olvido en segundos antes de que todo pasará, levanto la vista y frente a ella Amano le sonreía tan simpáticamente como siempre lo hacía. Su cara de asombro asomo en su rostro pero no le importo nada más, corrió a refugiarse en sus brazos dejando salir las lagrimas más tristes de su vida, las únicas lagrimas que valían algo hasta ahora... las lagrimas de despedida hacia su mejor amiga... junto con el deseo de una promesa que necesitaba cumplirse a toda costa, la de volverse a ver.
Suspiro pesadamente dejándose caer en un sillón muy cómodo que se encontraba en su habitación, desistió de su espada dejándola caer al suelo apenas había ingresado al recinto donde él descansaba. Cerró los ojos y elevó su rostro al techo tratando de olvidarse de todo lo que ese día había pasado... todo... sus cabellos se dejaron deslizar hacia atrás para luego balancearse con el suave viento que entraba por enorme ventanal de su habitación, la había abierto apenas entró, no soportaba por nada del mundo el estar encerrado en cuatro paredes, las abrió de par en par mirando primero el balcón para luego dirigirse al sillón donde ahora descansaba.
La brisa estaba meciendo no solo sus cabellos sino también las cortinas de delicado material que dormían en la ventana como fieles guardias. La habitación era digna de un alto militar como lo era él, tenía un decorado sumamente atractivo y demostraba que la madera era buen acompañante para la comodidad. La cama parecía guardar recelosa la paz que él necesitaba pero Leo no tenía fuerzas para llegar ahí... sin embargo el sillón para una persona no se quedaba atrás... su habitación tenía una mesa pequeña en el centro donde descansaban varios libros y una hermosa botella con una copa de cristal fino, y a su alrededor dos sillones solamente para una persona, no le molestaba al contrario, siempre que regresaba a su habitación eran los primeros en recibirlo cómodamente, luego por supuesto su cama... La chimenea había sido encendida dejando un ambiente bastante cálido, y sumamente acogedor pero ahora a él era lo menos que le interesaba, solo necesitaba estar en calma e inmóvil...
Un placard donde guardaba su ropa descansaba contra una pared de la habitación. Bajo la vista y observó que en la mesa ahora descansaba una botella, de seguro de vino... se dijo a sí mismo, estiro su mano y cuando la acerco a su cuerpo la abrió, estiro la boca de la botella hasta dormirla en la copa tan hermosamente hecha y ahí dejo verter él liquido violacio oscuro dentro de la copa hasta colocar cierta cantidad. Deposito ya cerrada la botella sobre la mesa y cuando se sentó como antes llevaba consigo la copa, la miro unos segundos elevándola hasta centímetros de sus ojos y la miro detenidamente atraído por su color y hundiendo en él liquido sus pensamientos y cansancio.
Acerco la boca de la copa a sus labios y bebió lentamente el suave vino, dejando saborear lentamente su sabor para no olvidarlo y disfrutar el paso del liquido por su garganta. Miro nuevamente la copa, aún tenía bastante vino dentro de ella pues él no había bebido demasiado, solamente tomo una pequeña parte. Se levanto del sillón olvidándose del cansancio, y camino al balcón lentamente disfrutando del suave tacto del viento en su piel, solo tenía puesto el pantalón que llevaba durante toda la mañana y nada más, salvo en su cintura que llevaba aun el cinturón donde dormía la baina de su espada. Se asomo al balcón y miro la ciudad que iluminaba un camino hacía las grandes puertas de la ciudad. Las dos lunas, la luna de ilusiones brillaba intensamente y la brisa de la noche era tan hermosa que invitaba a salir bajo la noche a disfrutar ese momento. Quedó estático en el ventanal sin salir de su habitación y sin entrar al balcón, en medio de ambos sin decidir que hacer... lo medito y se apoyo en el marco de la ventana aun con la copa en la mano.
De pronto un escalofrió le recorrió por completo desde la punta de los pies hasta la cabeza dejándolo medio atontado. Se giro lentamente y pudo observar que en la puerta de su habitación la hermosa felina de la corte de Fanelia sonreía inocentemente como si entrar a su habitación fuera lo más normal del mundo... lo medito... era verdad, siempre entraba así. Ni se molesto simplemente se giro quedando observando la vista desde su balcón.
Escuchó con sus oídos agudos los silenciosos pasos de Merle al ingresar a su habitación y cerrar la puerta. Se giró y miró apenas el cuerpo de su acompañante y vio como ella le sonreía y decía: - Muy buenas noches Leo, a que se debe que estés semi vestido? – dijo con una sonrisa traviesa.
Leo sonrió: - Te esperaba esta noche, deseaba complacerte con la vista... – sus palabras llegaron de golpe a la cabeza de ella y casi al grito le dijo que era un maldito pervertido, aún sonrojada por el comentario. Pero respiro profundamente y se sentó en el sillón vestida elegantemente como siempre.
Leo sin dejar de mirar por la ventana pregunto como normalmente lo hacía: - ¿A que debo que hoy vengas a mi habitación?
Merle sonrió, ya era costumbre venir a preguntar sobre la salud de su amigo: - Solo quiero saber como ha sido tu día, y si te encuentras bien.
Leo sonrió, nunca la pregunta cambiaria: - Hoy ha sido el día más agotado para mí, con la llegada de Sebastián y los planes para la fiesta, más las prácticas creo que mi cuerpo renunciara pronto a todo esto – Merle rió para sorpresa de Leo - ¿Qué te causa tanta gracia?
Merle dejo de reír: - Hablas como todo un viejo, deja de quejas, que yo también he estado en las mismas que tu. O no sabes que estoy encargada de las relaciones de Fanelia. Más que tu yo me tuve que encargar de la llegada de Sebastián y esos guardias suyos... – Merle suspiro y Leo pregunto curioso...
Leo: - ¿Te han hecho algo la guardia personal de Sebastián?
Merle lo miro asombrada: - Para nada, pero no dejan de decirme algunas cosas que preferiría que se ahorrasen aunque sabes perfectamente que a mí...
Leo contuvo el enojo y las ansias de abrir la puerta de su habitación y correr a golpearle la nariz a varios hombres de Sebastián... suspiro, sino contenía esas emociones Merle se daría cuenta sobre lo que siente... por suerte sabía ocultar sus emociones.
De pronto asombrado observo como Van salía volando en el Escaflowne desde el cementerio real que se ubicaba en el bosque, la armadura del dragón blanco tomo vuelo batiendo sus alas y ambos partieron rumbo como si la noche con su oscuridad lo cubriera de sus ojos. Quedo pasmado por que jamás había visto a Van irse así nada más... alguna razón y muy grande tenía que tener para irse.
Sintió entonces en su hombro la mano de Merle, tan suave... como podía ser que ella fuera tan cálida a la vez... no sabía la respuesta pero cuando Merle colocó lentamente su mano en su hombro sintió una calidez invadirlo, respiro profundamente y dijo: - Supongo que vienes a contarme que loca idea ahora se le ha ocurrido a mi primo ¿o no?- dijo mirando el lugar por donde había desaparecido su primo...
Merle sonrió inocentemente: -¿Acaso es tan predecible el amo Van?
Leo negó con la cabeza: - En lo más mínimo, pero yo siendo su primo... como decírtelo, es como si supiera lo que piensa hacer antes de que lo haga... ¿me explico? – la miro mientras ella le sonreía y asentía en forma afirmativa.
Merle se acomodo a su lado en la puerta mientras se perdía con la vista en el infinito bosque que descansa a la entrada de las enormes puertas de Fanelia: - ¿Recuerdas o sabes por que el amo Van siempre esta tan melancólicamente?
Leo sonrió, como no saberlo siendo él su primo... su confidente... su mejor amigo... miro el bosque y dijo: - Sí, lo sé Merle, continua por favor.
Merle separo la mano del hombro de Leo, este busco con su mirada a la joven felina y la encontró mirándolo impresionada o simplemente sorprendida: - ¿Cómo sabes eso del amo Van?
Leo sonrió inocentemente: - Eso es un secreto Merle.
Merle se tranquilizo pero no por la respuesta de Leo sino por que él le había guiñado un ojo y eso provoco en ella un sonrojo apenas perceptible así que no tuvo otra idea que bajar su vista para evitar que él lo notase. Merle suspiro para tranquilizar su corazón y su mente, entonces dijo volviendo a mirar al bosque: - El amo Van ira a buscar a mi amiga Hitomi a la luna de ilusiones... – dijo despacio para que Leo comprendiera todo, paso a paso sin olvidar detalles y como vio que él no decía nada tomo esa respuesta como una señal para que continuase – entonces ha decidido partir rumbo junto a Escaflowne, buscara a Hitomi... el amor de su vida para convertirla en la nueva reina de Fanelia – miro a Leo – y quiere que tu lo apoyes, es por eso que me ha mandado a tu lado, quiere saber si su primo esta dispuesto a apoyarlo siempre.
Leo sonrió mirando el bosque, es cuestión de segundos una columna rozada se fue elevando hacia el cielo fundiéndose con las estrellas y conectándose con la mística luna, la famosa y hermosa luna de ilusiones. Leo mantuvo el silencio mientras observaba a Escaflowne, el dragón blanco, el gaymelef más poderoso y espectacular de toda Gaea elevarse al cielo en la columna rozada... así la luz de esta fue desapareciendo dejando solo estelas de brillo donde estuvo, Escaflowne se iba y con él Van Slazar de Fanel. Lo que alguna vez había iluminado el bosque ahora solo era el pasado, el rey de Fanelia se había marchado.
Merle estaba al lado de Leo observándolo mientras él perdía la vista en el bosque, no se movió ella de su lado... esperaba una respuesta de él, pero su mente le jugo en contra... lo vio ahí parado, iluminado por las lunas y las estrellas esa noche... sus ojos se transformaron en dos imanes atrayentes de su vista, la atraparon jugando con su fuerza de voluntad deshaciéndola en pedazos lentamente, respiro pausadamente tratando de calmar sus sentimientos pero su mente fue llamada por la voz de Leo que no apartaba su vista del bosque...
Leo: - ¿Entonces esperas una respuesta de mi parte, Merle? – La joven felina asintió y puso toda su atención, miró el rostro serio de Leo, él continuo – dile de mi parte al rey de Fanelia, Van Slazar de Fanel, primo mío que tiene todo mi apoyo – Merle sonrió mientras Leo bajaba su vista hasta la de ella y le sonreía de igual manera, sin pensarlo sus ojos se cruzaron en un segundo y quedaron viéndose bajo las dos lunas, nadie se movía y el silencio solo era el ruido esa noche, sus cuerpos no les respondía a la razón...
Merle sintió como sus pensamientos se agolpaban dentro de su mente llamando a miles de finales para ese momento, así que decidió hacer caso omiso a su mente... justo cuando la necesitaba... opto por tomar partido junto a su corazón pero sabía que esa opción sería la ultima pues siempre se preguntaba por que al estar con Leo su corazón siempre optaba a favor del primo de su amo y no del de ella...
Merle nerviosamente dijo: - Será... será mejor que me vaya... – dijo separándose hasta estar bastante alejada de él y yendo hacia la puerta... se giro instintivamente y ahí estaba aún Leo, mirándola detenidamente disfrutando de clavar sus ojos en ella y hacerla poner más nerviosa, pero... sus ojos lo miraron antes de marcharse, se veía... se veía... se veía tan... ¿bello?... ¿podía ser eso posible?... ¿guapo?... la luna de ilusiones detrás de él que le regalaba un aura plateada que no ayudaba mucho a contradecir sus pensamientos, al contrario, los alentaba... lo transformaba en un galán nocturno que solo ella podía observar. Merle se puso colorada y sonriendo nerviosamente le dijo a Leo – Mañana nos veremos de nuevo Leo, que tengas muy buenas noches. – abrió la puerta y la cerró antes de que Leo llegue a decir algo...
En la habitación las cosas no estaban menos confundidas... ¿por qué se había quedado tan estático así?... ¿por qué no dijo nada?... no había podido moverse ni un centímetro y odio que eso pasara pero desde que el fuego de la chimenea se había posado en ella la habían transformado a sus ojos en una diosa nocturna, sus movimientos eran lentos, sensuales llamando a su imaginación en segundos. Cuando la tuvo ahí cerca no supo que hacer, que decir, el simplemente se había quedado inmóvil disfrutando de la cercanía de la felina... desde ese momento cada movimiento de ella se transformo en una tentación para él, el fuego la alumbraba llamándolo a él y a la tentación, la vio salir y procuró no moverse por que en un acto reflejo temía terminar abrazando a Merle... y jamás querer soltarla...
Suspiro pesadamente y se dejo caer nuevamente en el sillón que estaba ocupando antes de que la bella felina entrase a su habitación, medito un poco solo para tranquilizarse y luego se estiro hacía adelante para tomar la copa entre sus manos. Justo cuando pensaba acerca la fina copa a sus labios y beber de su contenido se retracto dejando la bebida a medio camino de su boca y dijo en voz baja: - de seguro tú eres la culpable de los pensamientos que he tenido esta noche... – lo decía buscando una excusa para aquella confusión interna que había tenido... solo para saber por que su corazón en un momento demostró un nuevo sentimiento, un sabor dulce... quizás el vino ya lo estaba afectando demasiado, dejo la copa olvidada en la mesa al lado de la botella y se dirigió a su cama tirándose prácticamente sobre ella.
Leo: - Necesito descansar... de seguro mañana ya tendré más despejada mi mente, aunque de seguro un largo trabajo me espera. – suspiro nuevamente y dejo que el sueño lo comenzará a invadir. La copa a penas si había sido tocada, y la botella estaba prácticamente llena... la luna de ilusiones solo sabía la respuesta a tantas preguntas que se aparecían en la mente de los seres del castillo de Fanelia... solo ella.
Una habitación totalmente oscura solo iluminada apenas con los rayos plateados de la luna de ilusiones sólo era especial por el ser que habitaba dentro momentáneamente... una cama muy elegante revestida con telas de hermosa visión descansaba esperando a su dueño, sin embargo este descansaba en una silla perdiendo su mirada en el infinito bosque que se alzaba en las afueras de la ciudad de la magnifica Fanelia, su mirada oscura como la noche no dejaba de mirar al infinito perdida entre los verdes tan variados que poseía el basto bosque, sin embargo su sonrisa llena de una mezcla de astucia y frialdad no se escapaba de su rostro, sus manos entrelazadas prácticamente frente a sus ojos no se movían ni un milímetro dejando verlo como si estuviera planeando la más dulce de las venganzas... Sebastián separo sus manos y las apoyo en la silla para levantarse y caminar al marco de los enormes ventanales que conducían a su propio balcón... se quedó parado ahí disfrutando de la brisa correr por sus cabellos, entonces ahí vio lo que tanto había esperado, la segunda columna de luz que esa noche había aparecido...
Sebastián: - Ya has regresado rey de Fanelia... espero con todo mi deseo que hayas traído contigo a la joven de ojos esmeraldas... ansió conocer el destino que nos depara a los tres... lo ansió... – de pronto la puerta se abrió dejando parado en la puerta a un soldado de su guardia personal haciendo una reverencia en señal de respeto y luego levanto la vista buscando a su señor, al hallarlo empezó con su relato: - Señor Sebastián lamento molestarlo esta noche, traigo noticias urgentes... el dragón blanco... Escaflowne ha desaparecido de su letargo de sueño... – se quedo unos segundos esperando reacción de su señor, pero solo pudo escuchar un pequeño susurro "perfecto... ya ha comenzado a girar la rueda del destino" vio girar a su señor y espero ordenes.
Sebastián: - Muy bien soldado, puede retirarse. Pero antes necesito que me haga un favor – el soldado se mantuvo firme en la entrada de la habitación de su amo esperando las nuevas indicaciones – avise al consejo de Fanelia, mañana necesitaré una junta urgente con todos, avísales que es sobre la fiesta que se llevará acabo de una luna. – el soldado asintió y volvió a repetir su reverencia de respeto hacia su señor, y se retiro cerrando la puerta.
El joven de ojos negros que descansaba en la habitación sonrió maliciosamente, y mirando hacia el bosque pudo apreciar como la columna de luz había desaparecido... todo estaba encajando en su historia, una de las actrices principales había caído en escena... se sentó en la silla nuevamente, no se preocuparía por descansar esa noche por que mañana muy temprano tendría la junta y tendría todo ese largo tiempo para planear la continuación de su historia, los actores estaban todos en posición para que la función comenzará...
Cerró sus ojos recostándose hacía atrás y miro el techo mientras lentamente abría sus ojos de noche, se quedó estático disfrutando de las escenas que revivía noche tras noche como si se tratará de una escena repetida de la historia... un hombre, un joven estaba parado entre demonios, no temía pues su sonrisa se había hecho más hermosa con la llegada de más demonios a su alrededor. El hombre sonreía, disfrutando del espectáculo delante de él y libero entonces unas alas de color negras... como la noche o como el oscuro infinito que rodeaba su entorno y a los demonios... elevó sus manos y susurro unas palabras que avivó a los demonios pues comenzaron a dejar escapar rugidos, gritos entre otros sonidos que significaban el deseo de muerte... del deseo de venganza... del deseo de ver correr sangre inocente... el hombre que alguna vez estuvo de espaldas se giró y sus cabellos se movieron con él dejando mostrar lo oscuro que eran al igual que sus ojos... ojos tan profundos como un abismo sin fin...
Sebastián sonrió en la oscuridad de la habitación con sus ojos cerrados, había disfrutado muchísimo ese recuerdo, había disfrutado volver a recordar a sus compañeros, a sus fieles servidores de la noche, como adoraba rememorar el momento antes de la batalla contra ella y contra su estúpido acompañante... su sonrisa momentáneamente se borro ante el recuerdo de ese ser... lo odiaba con toda su alma y odiaba tener que mantenerlo entre sus recuerdos aún ahora, luego de tanto tiempo... por que no había podido acabar ese día en que había reunido a todos sus fieles servidores... por que ese día él no había sido el vencedor...
Tomo aire y abrió los ojos, su sonrisa ya no estaba por el horrible recuerdo de él en su mente, pero ya todo pronto se definiría... él viviría o moriría, no podría vivir en la misma tierra con él... jamás... nunca más...
NOTAS DE LA AUTORA LIGHT ANGEL: Hola a todos!!! Jejeje ya regrese con el tercer capitulo de esta serie, Escaflowne... lamento mucho pero el próximo de seguro tardara mucho más ya que este lo tenia semi empezado, el otro a pena son ideas en mi libro de bocetos:P así que paciencia pero tratare de ponerle rapidez al asunto y tenerles pronto el 4to capitulo. GRACIAS a todos los que dejaron r/r se los agradezco muchisisisisismo!! ^^ Me alientan a continuar a esta historia, dejen más r/r!! ^^ bueno, los voy dejando con ciertas aclaraciones...
1: Cuando SEBASTIÁN dijo ver la segunda columna delante de él significaba que era la columna por donde volvía Van a Gaea, es decir que era la primera vez que veía la columna había sido cuando Van se fue a la Tierra a buscar a Hitomi... ¿me explique?
Bueno espero que les haya gustado mucho, AGUANTE Escaflowne, AGUANTEN LOS FANFICTIONS, AGUANTE... ^^ no se! Aguanten ustedes que los leen jajaja. Una cosa +!!
Adelantos del próximo capitulo: Van Fanel ha traído consigo a la joven visionaria, Hitomi Kansaki. Ambos descubrirán el horror de la desaparición de Escaflowne, Sebastián dará señales de estar planeando una malévola idea en su mente. La celebración será pronto y los invitados comenzarán a llegar... varias sorpresas llegarán con ella. Y Hitomi revelara una habilidad que nadie sabia ni conocía.
Bueno con esto espero mantenerlos contentos, ^^ saludos a todos mis conocidos y amigos, y gracias a ustedes que leen mi historia. Sayonara y hasta la prox.
