Nota 1: Los derechos son de J.R.R. Tolkien, me disculpo por tomar los personajes, pero... era una historia que tenia en mente al ver la nueva película...
Nota2: Precaución esto es un Legolas- Aragorn, aunque no tiene ninguna escena, solo se menciona lo que hubo entre ellos dos.
Legolas se ha marchado al bosque de Lorien junto con Gimbli, los Hobbits y Gandalf, tratando de olvidar que Aragorn se caso con Arwen... y rompió las promesas entre ellos dos.
La última batalla de Legolas....
Ya han pasado meses, desde que ellos dos unieron su vida... desde que él decidió apartarme de su destino, y es que aceptar que siempre vivimos una mentira es tan doloroso, es tan difícil, las cosas bellas de un mundo no pueden consumirse ante mis ojos, de una manera diferente.
Legolas, amigo, ¿no estas feliz de encontrarte en los dominios de la Dama blanca?- Gimli el enano, trataba de animar a su amigo, mientras paseaban por los hermosos bosques de Lothlórien.
- Mi corazón se regocija, mas mi alma aun se encuentra sombría- los azules ojos del elfo, guardan en el fondo el dolor tan intenso con el que lucha.
- Legolas... los señores preguntan si tu y Gimli, pueden acompañarnos a cenar- Merry corría con pequeños pero seguros pasos, hasta topar a sus dos amigos, observo de pronto la triste mirada del elfo- ¿cuándo vas a volver a sonreír, bello amigo?.
- Perdóname, pequeño amigo, mi tristeza, no debe afectarlos a ustedes; trataremos de que la comunidad no se rompa aun, y por el tiempo que pueden regalarnos, ustedes los héroes Hobbits, con nosotros... debería sonreír- Legolas forzó una delicada mueca.
- Si tu corazón, aun siente el pesar, señor elfo, no debería ser así; no merece tus lagrimas y tu dolor, aquel que traiciono las promesas- el enano, dio una suave palmada en un costado del silencioso elfo- olvídalo, tus amigos estamos aquí.
- Si Gimli- el elfo, observo como el enano y el hobbit, se alejaban caminando, instándolo a seguirlos- pero como le explico a mi corazón... ¡OH!, Aragorn, ¿por qué creí en falsas promesas?, ¿por qué me ilusione con algo, que sabia que terminaría?... pero esta noche, no llorare mas por ti, que seas muy feliz con Arwen, ahora que el mundo esta a salvo- el elfo, se alejo, alcanzando a sus amigos.
Pero las palabras del elfo, no eran tan ciertas pues Sauron no estaba del todo destruido.
Las cuevas de Moria, encierran, mas que oscuridad, terribles criaturas, que los enanos despertaron movidos por la codicia, mas que llamas y oscuridad, despertaron seres que Iluvatar no contemplo en su creación, seres que los Valar nunca cantaron, solo uno de ellos, pensó en esto, Morgoth, el oscuro.
Y Sauron, el servidor mas terrible de su señor, el implacable oscuro, lo supo, pues fueron sus consejos los que llevaron a los enanos a excavar, fue su hermosa vos transformada; pues una parte de si previo la destrucción del único, el momento en que esto llegaría, y con ello su ruina; su ejercito destruido.
Lo previo, y por consejo de su señor, arrebato a los enanos los dominios de Moría...el Balrog, solo seria un guardián, de un mal que se desataría mas terrible que esa bestia, pues el corrompido Maia, había depositado un fragmento del poder del único, en una oscura criatura.
Cuando el único fue destruido, la criatura despertó, esperando, hasta que Sauron reunió el poder suficiente, hasta que logro separar su conciencia del vació al que fue enviado, ato lo que quedaba de el en la tierra media, a esa criatura; junto con su infinito odio, y su deseo de venganza, contra los pueblos libres; pues los hombres caerían y el se elegiría como su rey, los elfos serían destruidos, pues nunca se someterían; todos sus oscuros designios en el despertar de esa criatura.
Reunió poco a apoco, los ejércitos que necesitaba, los orcos, trolls y arañas dispersados, aquellos que se habían ocultado en la oscuridad de Moría, huyendo de la impecable persecución de los elfos de los bosques
Y la criatura se rió, pues aquellos que pensaron que un Maia seria derrotado, pronto comprobarían que eso no ocurriría , aplastaría con implacable odio a los pueblos, los cercaría, aun cuando no contara mas con el poder del único.
La terrible criatura se levanto, demostrando su enorme corpulencia, ojos llenos de odio, una piel gruesa como la de los trolls, pero también una halo de maldad inmenso, fuego desde el mismo centro de la tierra, roca ígnea a su alrededor, un fuego terrible y destructor, que consumiría los amados bosques de los elfos.
Su plan estaba en acción, sin que nadie pudiera detenerlo, con paciencia sus fuerzas, habían cavado los túneles, aquellos que atravesaban las grandes tierras, conectando con las tierras oscuras, conectando con Morgoth; serian aplastados pronto, los sorprendidos pueblos de los hombres, no esperarían que los atacaran desde los lugares que pensaron vacíos, no cuando apenas estaban reconstruyendo; el error de sus enemigos, serian la confianza que habían tomado durante esos meses de paz, mientras en las entrañas de la tierra el herejía un ejercito.
Ahora, mandaría a sus fuerzas contra las tierras de Gondor y Rohan, donde los hombres caerían, y su rey seria traído a suplicar ante sus pies, pues los hombres serian sus esclavos.
Y el iría a Lothlórien, el bosque que antes le estaba vedado, ahora sin la fuerza del anillo Nenya, caería ante su poder, y puso especial atención en este lugar, pues sus mas terribles enemigos, entre los elfos, estaban reunidos por una grandiosa casualidad, sus espías así lo habían averiguado; la Dama blanca de los Noldor, terrible y poderosa, a quien aun recordaba, el heraldo del ultimo de los reyes de los Noldor, Elrond, el medio elfo; y un Maia, aquel a quien llamaban Mithrandir, y a quien el conocía como Olorin, un Maia que se había adecuado tanto a esa vida mortal, que no había notado su plan.
Los últimos grandes señores elfos se encontraban reunidos, eso lo facilitaba todo; sus orcos harían caer al bosque negro, el dominio de otro rey elfo, el último que podría prestar ayuda a Lothlórien.
Los enanos en la montaña solitaria serian derrotados, por unas cuantas fuerzas orcas, después de todo, ellos confiaban en protegerse detrás de sus gruesas murallas de piedra, nunca sabrían que el golpe llegaría de las mismas entrañas de sus dominios, hasta que fuera muy tarde.
Ningún otro pueblo libre, se resistirá una ves que los grandes hubieran caído; lo Hobbits, los medianos que antes no importaron a su conciencia, ahora comprendía de ellos, pero aquellos de ese pueblo que participaron de su ruina, estaban dentro de los bosques, seria un ataque directo e implacable.
- Legolas, ¿aun pensativo?- el aludido volteo en esos momentos, ante la mención de su nombre, había estado observando el cielo, totalmente distraído.
- Haldir, ¿contemplaras las estrellas también?- Legolas sonrió levemente, ante la sonrisa de Haldir.
- Las contemplare, y también a un corazón que aun no se repone, mucho me gustaría saber, ¿hay algo que pueda decir, para aliviar vuestra pena?- Haldir, contemplaba el cielo.
- Nada... no me ocurre, nada; no deberías hacer caso de Gimli, suele hablar demasiado, un pequeño defecto que me hace recordar que es un enano- Legolas, coloco una mueca en sus labios.
- Un amigo preocupado puede tener una lengua larga, y aun a un enano, sería una falta que perdonaría... pero no ha sido el, has sido vos Legolas, con vuestra actitud y vuestra cara , cuando escolte a la dama Arwen, cuando fue recibida en los brazos del rey Elessar- Haldir guardo silencio, al ver la lagrimas anunciarse con un brillo , en los hermosos ojos azules- Disculpad, si os he ofendido, Legolas.
- No, Haldir de Lorien, nada puede perturbar ya a mi corazón, pues la tristeza anida en el, es cierto, pero dejare que pase, en los bosques encontrare solas, pues un mortal, no me destruirá... siempre supe, que ambos teníamos obligaciones, con nuestros pueblos, fue solo un amor, pasajero- Legolas trato de sonreír, pero el sentimiento era tan falso, que Haldir lo noto fácilmente.
- Tal ves, tratáis demasiado de aparentar fuerza, con vuestros amigos, pero, ¿qué os dice el corazón, joven príncipe?- Haldir dio la vuelta, dirigiéndose al flett de atrás, donde los Hobbits y el enano observaban tristes al pensativo elfo.
- Tengo que aprender a callarlo, Haldir, pues los años de mi juicio llegaran en otro momento...- Legolas volvió a sumergirse en esa actitud triste.
Haldir camino con pasos rápidos, cruzando el puente de cuerdas que conducía de un Flett a otro, observo de reojo, no muy lejos el enorme Flett , en el cual se encontraba el hogar de sus señores, las ropas y la postura delataban a Mithrandir, quien observaba al silencioso elfo; los miembros de la comunidad se cuidaban los unos a los otros, y parecía que eso no excluía al viejo mago, pronto este también se retiro, pues seguramente mantenía una de las reuniones, normales con sus señores y el señor de Rivendell, pronto todos habrían de embarcarse a las tierras imperecederas, a Valinor; y sus señores planeaban el tiempo que esto les llevaría, seguramente en el termino de un siglo, ya no habría elfos por la tierra media, extrañaría esos bosques, pero los corazones cansados descansarían en esas hermosas tierras; se pregunto, si el corazón del príncipe elfo, hallaría consuelo en esas tierras.
Sin darse cuenta se encontró casi de frente con Gimli, quien se había acercado presuroso, preocupado por la actitud de su amigo, y buscando que Haldir le informara alguna cosa.
- ¿Qué ha dicho, mi buen amigo, señor elfo?- Gimli, como los de su raza, pregunto aquello que le preocupaba, sin mas rodeos.
- Vos conocéis esa respuesta, señor enano, pues no me ha revelado, nada mas, de lo que os ha dicho a vos- la mirada triste de Haldir se dirigió a los Hobbits, quienes trataban de escuchar alguna cosa mas.
- Legolas , hablara, cuando este listo- Frodo, saco a todos de ese ensoñamiento melancólico- no podemos obligar a nuestro amigo a dejar de sentir, lo que siente, solo podemos esperar, el tiempo curara sus heridas- Frodo sonrió tristemente, el dolor de la carga aun pesaba en sus hombros, observo casi sin querer la mano, a la cual le faltaba un dedo- todos tenemos cargas, y el momento de soltarlas, llegara... aun cuando no queramos- sus misteriosas palabras, solo fueron comprendidas del todo por Sam, quien había estado con su señor en el momento de la última prueba.
- Pero...- Pipin, observo pensativo a todos- debimos obligar a Aragorn- el joven Hobbit, pensaba que todos los problemas tenían una rápida solución.
- El honor, y el deber, antes que el corazón- suspiro Haldir- vos deberías comprender, lo que para los elfos y aun para los hombres significa, por encima del sentimiento del corazón.
- Pues los Hobbits, no comprendemos de ellos, y por eso- Merry le sonrió a Pipin- somos mas felices.
- Sin duda, de las razas, mas feliz , mi amigo Hobbit- Gimli le sonrió, que fácil seria arreglar los problemas de su amigo, a la usanza Hobbit, o incluso a la usanza enana, si algo así se presentaba, todo se solucionaba en una pelea, no dudaría ni por un momento, que Legolas le ganaría a la Dama Arwen, aunque la escena seria perturbadora- pero esos son asuntos de elfos... y de hombres...
- Señor Frodo- ¿se encuentra bien?- el llamado de Sam, interrumpió a los amigos, que en ese momento vieron a Frodo, el Hobbit había palidecido notablemente, y se sostenía del brazo vigilante de Sam.
- Si...- trastrabillo un poco- es solo que he sentido una oscuridad tan conocida- el Hobbit, observo al frente, donde un grito se escucho.
Legolas, había estado observando en medio de la oscuridad, a los lejanos árboles que se extendían, le había parecido ver por un momento unas luces, en dirección de Moria, pero estaba tan lejos y el tan perdido en sus sentimientos, que no pensó que fuera real. Se regaño a si mismo, pues no había ya mayor daño que temer, con el enemigo derrotado; pero algo no le parecía correcto a sus sentidos de elfo, en ese momento se dio cuenta, era el silencio, demasiado profundo, fuera de los Fletts, un silencio que se extendía entre los lejanos árboles.
Y entonces lo vio, a lo lejos una tambaleante figura, un elfo, de la ligera guardia, que cuidaba los limites del bosque, un elfo herido, y entonces profirió un grito, deslizándose ágilmente entre las ramas, hasta llegar a donde el herido.
Vio una sombra moverse, alertado por su grito, Haldir le seguía de cerca, el también ya había notado al guardia.
Los Hobbits, y el enano se apretaron en el barandal del Flett, no sabiendo si debían correr a alertar a alguien mas.
- ¿Qué ocurrió?- Legolas, llego a tiempo de sostener al elfo que tambaleante, y perdidas sus fuerzas se dejo caer en sus brazos.
- Ellos...- el elfo rubio, trataba de hablar, pero la sangre se mezclaba en sus jadeos.
- ¡Orophin! –Haldir, grito en cuanto se acerco a Legolas, y el caído- ¿qué ocurrió hermano?- Haldir, ayudo a Legolas a sostener al elfo herido, sus manos se bañaron en sangre, y el príncipe elfo, noto como sus ropas estaban cubiertas también
- Hald... ir...- el elfo, abría los ojos terriblemente asustado- ellos...orcos.. trolls.. enemigos- el elfo, aun contemplaba con horror aquello que había visto.
- ¿Orcos?- Haldir apretó el puño con coraje- pero... los demás guardias, ¿dónde están, hermano?, ¿qué ha sido de ellos?, ¿dónde esta Rúmil?- Haldir no podía contener la rabia, y las lagrimas.
- Muertos... todos caímos, esa terrible criatura...- el elfo rubio abrió aun mas los ojos- el poder de Sauron...- logro decir el elfo, con sus ultimas palabras, hundiéndose en la oscuridad y cerrando los bellos ojos, para siempre.
- Que Mandos, te reciba, mi hermano- Haldir se inclino depositando un beso en la frente bienamada.
- Lo acogerá, pues ha sido un guerrero valiente- Legolas, apoyo un brazo en un hombro de Haldir- debemos advertir a todos, amigo.
- Mi deber me lo indica- Haldir se levanto portando el cuerpo de su hermano en brazos- terrible amenaza es la que se cierne, no deben estar muy lejos.
- Vamos... ¡argghh!- Haldir que caminaba delante de Legolas, volteo al oír el grito de dolor, una flecha se había clavado en el hombro del príncipe, con certera puntería- Haldir, los árboles, están cerca.
Los dos guerreros corrieron, sus armas estaban en los fletts, sin ellas serian presas fáciles, Legolas, corrió a las ramas, y Haldir trepo rápidamente por los puentes, sus señores serian alertados inmediatamente, con desesperación, observo como el fuego de las antorchas orcas se mostraba ahora con claridad y cercano, seguramente uno de los exploradores enemigos, fue quien había herido al príncipe, no detuvo su carrera, mas que unos segundo para ver que Legolas se había reunido con sus amigos.
- Mis señores, estamos bajo ataque- grito Haldir, interrumpiendo en el salón, omitiendo cualquier protocolo.
- ¿Ataque?- Celeborn, volvió el hermoso rostro a las puertas- ¿quién?...
- No es posible, el poder de Sauron- exclamaron la Dama y el mago , al mismo tiempo.
- El fue destruido- exclamo el medio elfo- destruido junto con el único.
- Sauron, siempre oculta otra carta...- exclamo con el rostro ensombrecido, Gandalf- el planeo esto, desde el principio... y nos hemos confiado, aun no hemos repuesto fuerzas.
- Pero... el no puede tomar forma física- alego Celeborn.
- Esta dentro de una criatura, una de sus mas oscuras creaciones, el poder, y la llama del Balrog, la dureza del troll, la forma de los dragones, y su voluntad oscura... un enemigo terrible- La dama, contrajo el rostro en una mueca angustiosa- Haldir, que los guerreros se apresuren, no se si aun podamos hacer algo- la dama se acerco y observo el cadáver, que Haldir portaba- que Orophin descanse aquí- la dama le indico uno de los hermosos tapetes bordados- pues Mandos ya lo ha recibido, tus hermanos, aguardaran en las hermosas tierras.
- Gracias, mi señora- Haldir deposito al hermoso elfo caído, para levantarse con resolución- venderemos caras nuestras vidas, hasta el ultimo de mi gente, señora- Haldir, se inclino rápidamente, saliendo del lugar a toda prisa, y pronto su vos llamo al combate.
- Démonos prisa- Elrond, tomo en manos la espada que tanto tiempo había estado guardada- si esta es la forma en que viajaremos a las hermosas tierras, que así sea- el poderoso señor indico, a sus dos hijos que habían estado aguardando, que lo acompañaran- el árbol se estremeció en esos momentos, y la luz de algunas llamaradas ilumino la noche- Elrohir, Elladan; a luchar , aun cuando no sea ya nuestro tiempo.
- Combatiremos , hasta el ultimo- exclamaron los gemelos siguiendo a su padre.
- Mensajeros, deben partir inmediatamente, si es que no nos han cercado ya, partir a Gondor, prevenir a Thranduil, pedir ayuda- Celeborn, se alejo también.
- Tal ves, es demasiado tarde- Gandalf, misterioso avanzo- y es una lastima, que aun este tan débil, no podré oponerme a su oscura voluntad.
- Sin el poder de los anillos- Galadriel, observo el blanco anillo en su dedo- mi reino caerá.
Los amigos, habían ayudado a Legolas, a incorporarse, había caído unos momentos a causa del dolor, pero observo tristemente al enano y los Hobbits.
- ¿Quién es el enemigo?- pregunto Gimli, con determinación en los ojos.
- Es Sauron, ¿verdad Legolas?- Frodo, avanzo, y no pudo evitar notar el estremecimiento ligero de sus amigos ante la mención del nombre.
- Si, mi buen Hobbit, aunque no lo comprendo completamente- el hermoso rostro con incertidumbre, cruzándolo.
- ¿Cómo lo sabe señor Frodo?, creí que el oscuro señor había caído- Sam, observo con dolor a Frodo.
- Su poder se fue, pero no todo; lo puedo sentir, por que es la oscuridad mas terrible que ninguna que haya sentido... pero también no es el, una criatura... no se mas- Frodo se estremeció recordando el terrible ojo, que se había posado sobre el, antes.
- No hay tiempo para pensar en ello, nuestras armas, pronto- insto Legolas, empujando ligeramente a los Hobbits- tal ves no tengamos a nuestro montaraz, líder, pero...- Legolas sonrió amargamente- yo los protegeré lo mejor que pueda.
- Un enano , no necesita que un elfo, lo cuid..- pero Gimli, no pudo terminar la frase, pues Legolas, lo empujo, justo a tiempo, la orilla del Flett, donde había estado parado se desplomo, en una llamarada de fuego.
- Lo se, señor enano, pero un amigo, caerá al lado de los suyos, si es el único camino- Legolas, ayudo a Gimli a levantarse- volveremos a cortar cabezas de orcos, aunque me temo, que el mal sea demasiado para nuestras fuerzas.
- Esa flecha amigo- Gimli recordó en ese momento, la flecha que atravesaba el hombro del elfo- ¿quieres que te la retire?.
- No, déjalo Gimli- Legolas le sonrió- si la arranco en este momento, la hemorragia, me debilitará- vamos Merry, Pipin- Legolas, jalo a los dos rezagados Hobbits- Frodo, Sam, ¿cómo esta el paso del puente, aun se mantiene?- uno de los Hobbits, que se habían adelantado, se asomó detrás del flett.
- Aun se mantiene, señor Legolas- anuncio Sam, con un poco de pena, no estaba acostumbrado a dirigirse al elfo, de esa manera, pero su señor Frodo, estaba ocupado observando con detenimiento a los enemigos debajo de ellos.
- A prisa- grito Frodo, en dirección a sus amigos, asomándose a su ves- otros puentes han caído, si no nos apuramos, nos dejaran cercados.
- Bien- Legolas, empujo a todos a correr deprisa- tenemos que llegar al Flett de guardias, pues los demás puentes han caído y es un lugar mas alto, los fletts bajos están siendo invadidos, por las escaleras de los orcos, y por las arañas, no tardaran en llegar aquí- en ese momento , se enojaron consigo mismos, después de tantas aventuras, apenas llevaban sus armas- pasen- Legolas, grito mientras tensaba el arco que había recogido, junto con sus cosas- yo los cubriré.
Los Hobbits, corrieron cruzando el tambaleante puente, los orcos debajo de los árboles, eran muchos, pero a cualquiera que levantara el arco, contra ellos, recibía una certera flecha elfica, del arco de Legolas.
- No los mates a todos, señor elfo- replico Gimli, cruzando también a toda carrera- déjame algunos.
- Así lo haré amigo- aseguro Legolas, con una ligera sonrisa, mientras su arco disparaba sin cesar, pronto vio a los Hobbits, haciendo señas desde el otro Flett, Gimli también llegaba en esos momentos, era ahora cuando tenia que cruzar, escucho un grito lejano, apenas inclino la cabeza, para eludir una velluda pata, acostumbrado como estaba a pelear con las arañas en sus dominios, logro atravesar, el vientre de esa terrible criatura, pero mas se unían pronto a la lucha, corrió al puente, eludiendo las flechas, mientras volteaba a disparar a los enemigos, pero estos eran ya demasiados, y el puente se tambaleaba, observo al frente a un le faltaban unos metros, sus amigos le hacían señas desesperadas, por suerte el flett, donde ellos se encontraban aun no había sido alcanzado por los enemigos, observo la cercanía de las arañas, y ya algunos orcos, llegaban al flett, que habían dejado, no lo lograría- Gimli- grito llamando a su amigo.
- Legolas, corre, date prisa- gritaba el enano, al ver la distancia que aun los separaba, no sabia si correr al lado de su amigo- te ayudare- grito poniendo un pie en el puente.
- No- el elfo- le grito con autoridad, mientras le sonreía- corta el puente Gimli- le ordeno con firmeza.
- ¿Qué?- Gimli grito – estas loco, si lo hago...
- Los enemigos tardaran mas en llegar, no lo lograre Gimli- una de las arañas consiguió atrapar el pie del príncipe, quien tropezó, pero rápidamente, dio la vuelta y embistió con su cuchillo largo- hazlo Gimli- grito con desesperación.
- No...- los Hobbits gritaron también, al lado de el enano.
- Elfo loco- grito Gimli, tomando con fuerza el hacha, y cortando uno de los extremos, el puente se tambaleo, y las arañas se sujetaron, mientras aun trataban de atrapar al elfo, los orcos, menos raudos trepando, cayeron al vació.
- Hazlo- grito una ves mas Legolas, peleando con una nueva araña, y viendo como estas se dirigían al otro extremo.
- Argghh!- Gimli, apretó los dientes con furia, y descargo el golpe en la otra cuerda, con desesperación observo como las arañas, y el elfo caían con el puente, a gran velocidad, chocando con el árbol- Legolas- grito con dolor.
- Legolas- gritaron las cuatro voces suaves de los Hobbits, Pipin lloro amargamente.
- Vamos- grito Gimli- apurando a los Hobbits, debían alejarse, subir, aun mas, peor el dolor pesaba también en el corazón del enano- yo los protegeré- exclamo el enano decidido.
Legolas, sintió que el puente se desplomaba bajo su cuerpo, tambaleante agarro uno de los extremos, y vio la cercanía del árbol, pronto se estrellarían contra el, con toda la destreza de su raza, se aparto del puente, saltando, tratando de sujetar algo, en medio de su caída, las ramas se resbalaban de en su rápida caída, lastimando sus manos, pero al fin y a unos metros del suelo, se sujeto, incorporándose lentamente y con trabajo, por la herida en su hombro, debajo los orcos se movían en grandes masas, y los trolls golpeaban los árboles, hiriendo y casi tirando los mas jóvenes.
Vio los cadáveres de muchos elfos, aquellos que habían caído, su vista se nublo al contemplarlos, la belleza elfica destruida por los orcos.
Tenia que regresar pronto con sus amigos, vio que las escalas estaban siendo lanzadas, para trepar a los árboles, a los que habían despojado de puentes, impidiendo el escape de los elfos; sus amigos... Mithrandir , estaría sin duda combatiendo con todas sus fuerzas, al lado de los señores elfos... y sin querer su pensamiento se dirigió a él, Aragorn, con quien había compartido tantas batallas, se alegro de que el no estuviera aquí, pues era una batalla sin esperanza; y al mismo tiempo el dolor se extendió, él siempre le había podido dar esperanza, aun en la mas terrible oscuridad...
Olvidando sus pensamiento, comenzó a trepar por las ramas, hasta estar cerca de una de las cuerdas, que los orcos estaban lanzando, vio al orco que trabajosamente trepaba por ella, y apoyándose en la rama, lo derribo, tomando el la cuerda en sus manos ,el dolor era terrible, sus lastimadas manos, le daban punzadas al sujetarse, pero el recuerdo de sus amigos lo motivaba.
+++++++++
- No hay salida- suspiro tristemente Pipin, cuando treparon al mas alto de los Fletts, y ya no tuvieron para donde correr, pues Gimli tuvo que cortar el puente cercano, al ver que los enemigos invadían el otro árbol.
- No la hay- asintió Gimli- pero...- agrego, con determinación- moriremos peleando ,amigos míos.
- Nos llevaremos a algunos orcos- sonrió Frodo, tratando de darles animo- yo he aprendido que en las mas terrible oscuridad , hay esperanza, ya lo verán.
- Pero.. ¿dónde esta señor Frodo?- pregunto Sam, con dolor, tratando de no ver debajo, en donde las antorchas de los orcos iluminaban los pies de los árboles.
- Después de tantas batallas... el fin esta cerca- Merry, no pudo evitar el dolor que lo invadía.
- Valentía- les grito Gimli- ustedes son los Hobbits, al lado de los cuales, será un honor morir- Gimli pensó en su amigo caído- el elfo estará orgulloso de sus compañeros.
- Si- gritaron, viendo como las arañas y algunos orcos se acercaban.
Los tres Hobbits, recibieron con sus espadas el ataque de las arañas, mientras el enano, repartía hachazos a sus enemigos, con la furia y el ansia de vengar a su amigo.
++++++++
- Padre - Elladan, grito corriendo hacia el medio elfo, que apenas esquivó, gracias al grito de su hijo- el ataque de un orco, mientras derribaba al otro con el que peleaba- son demasiados, y además, un poder terrible los mueve.
- Mata, tantos como puedas Elladan, así Mandos nos recibirá con honor- la vos del medio elfo, no pudo evitar un ligero estremecimiento, no quería ver morir a sus hijos, aunque sabia que los volvería a ver... Arwen estaba a salvo, y eso era algo que agradecía, en medio de toda esa oscuridad.
- Algo terrible se acerca- grito Elrohir, mientras se acercaba y derribaba a otro orco- algo a lo que los orcos, no osan acercarse.
- Esa criatura- exclamo, Elrond, sintiendo un estremecimiento en su cuerpo- esa maldad, el señor oscuro...
+++++++
- Mithrandir- Celeborn, grito al mago, observando fijamente una oscuridad que se movía a través de los árboles, el tamaño de esa criatura era impresionante.
- El mismo Sauron, desea ver nuestra caída- exclamo con frustración el mago- no imagine que su poder, y su oído llegara a tanto.
- No podremos detenerlo- Galadriel, observo con ojos tristes esa terrible oscuridad- el sabia que perderíamos esta batalla, antes de iniciarla.
- Quiero a todos prisioneros- clamo una terrible vos, innatural, una vos que parecía salir del mas profundo abismo- la batalla esta perdida, elfos, ríndanse, y no morirá uno mas.
- Esa fue alguna ves, la vos de Annatar, aquel que engaño a los elfos- se lamento Galadriel, tomando a su esposo en un abrazo, uno de los orcos lo había alcanzado, lastimándolo un poco, el bello cabello plateado lleno de sangre oscura- ¿su engaño será el mismo?- la dama tiro con frustración el hermoso arco, y un carcaj ya vació, la espada manchada de sangre cayo también.
- No, quedan mas esperanzas- suspiro Gandalf, rodeado por varios trolls, no podía hacer mas, si seguían resistiendo, moriría hasta el ultimo de los elfos, y eso incluía a los Hobbits y un enano, con furia tiro su espada; se sintió como nunca derrotado, esta era la batalla sin esperanza.
- ¿Padre?- Elrohir, aun mantenía en su mano la espada, aunque el cerco que los rodeaba, era muy estrecho, solo su padre, su hermano y unos cuantos elfos, era todo lo que quedaba de sus fuerzas, en ese extremo.
- No tenemos opción- exclamo Elrond, con pesar- el nos miente, pero no quiero ver morir, un inocente mas, al menos no en esta terrible noche- el señor elfo, tiro su espadas siendo imitado por los demás guerreros, los Galadrim, tiraron también sus arcos y flechas, mirando con pesar los cadáveres de sus compañeros.
++++++
- ¡Gimli, cuidado!- grito Merry, viendo como un orco conseguía pasar el cerco que habían creado en torno a ellos, mientras se dirigían a la casa de guardias; el enano solo cerro los ojos esperando el golpe fatal, luego que el orco lo hiciera tropezar, y perder su hacha, extrañamente escucho el grito del orco.
- Tan pronto desea abandonarnos, señor enano- una dulce voz, que Gimli reconoció al instante, le hizo abrir los ojos.
- Legolas- grito con alegría- ¿como es posible?
- Una interesante historia, mi amigo- respondió a su ves Legolas, mientras desviaba a una araña con su cuchillo- pero ahora, entremos- grito mientras el enano se incorporaba rápidamente, y se unía a Merry, que mantenía la puerta de guardia defendida.
- Vamos- Legolas, disparo aun orco que impedía que cerraran, pero consiguió atrancar la puerta, rápidamente los Hobbits, le dieron algunos muebles, con los que cerro fuertemente la puerta- esto no los detendrá mucho tiempo- exclamo tristemente- y esa fue mi ultima flecha.
- ¿Hay alguna salida?- pregunto Gimli rápidamente, observando a Frodo y Sam, venia a ellos desde el otro extremo de la construcción, Pipin venia detrás de ellos negando tristemente.
- La única que hay, tuvimos que bloquearla, hay demasiados enemigos- Frodo, se dejo caer- estamos encerrado.
- Nos defenderemos hasta el ultimo minuto- exclamo Gimli- además, si el señor elfo, regreso de una caída fatal, estoy seguro que es afortunado.
- Solo fue suerte- exclamo Legolas, pero sonriendo al comentario de su amigo- buscare mas flechas- empezó a rebuscar entre las cosas que se amontonaban- ¿qué es esto?- exclamo de pronto.
- ¿Es una salida?- pregunto animado Pipin.
- Me temo que no, pequeño amigo- suspiro Legolas- es solo que encontré, un arma de la que Gandalf me habló y que el confió a este Flett, a la custodia de la guardia de Lothlórien.
- ¿Qué es?- dudo Merry, al ver un tarro sellado que Legolas sostenía, acercándolo a la poca claridad que ellos tenían , gracias a la luna y a el fuego cercano.
- Un poderoso veneno- Legolas, leyó la inscripción elfica- cuando la torre de Saruman, fue registrada por Gandalf, hace poco tiempo encontró varias cosas, entre estas este, uno de los experimentos de ese brujo, un veneno creado a partir de la oscura sangre de Ungoliant, la araña legendaria, un experimento que Saruman trajo desde las tierras de Valinor.
- ¿Ungoliant?- preguntó Frodo, pensando a su ves en la araña que los había atacado- e conocido el terrible veneno de un araña monstruosa, pero... logre despertar.
- Aquella que te ataco en Cirith Ungol, la terrible Ella-Laraña es solo una descendiente de la legendaria Ungoliant, y no creo que te haya envenenado, mas si paralizado; una araña a la que el mismo Morgoth temía, debe tener un veneno terrible.
- Pues ojala y esto pudiera ayudarnos- exclamo, tristemente Merry, escuchando como las puertas eran golpeadas.
- No puede... ciertamente- Legolas sonrió con tristeza- pero... no podemos despreciar un arma, por cualquier oportunidad que se nos diera... yo no dudaría en empapar una de mis flechas en este liquido, un Maiar, mismo retrocedería... pero por desgracia no tengo mas flechas...- Legolas sonrió tristemente, pero al mover el brazo, puso atención en la flecha que aun llevaba clavada, era una flecha elfica, pues los orcos habían robado las armas a los guardias, seguramente no dudaron en usarlas como una cruel broma- aun tengo una flecha- exclamo de pronto.
- ¿A que te refieres?- Gimli, se levanto rápidamente, una de las puertas esta cediendo.
- Creo que llego el momento de retirar esta flecha- ante la mirada atónita de Gimli, tomo la punta de la flecha y tiro de ella, con un ligero estremecimiento, la arranco completamente, la sangre comenzó a manar de la herida, reflejándose con la luz de la luna.
- Legolas- exclamó, Frodo, contrariado- esa herida es peligrosa.
- Si sobrevivimos, esta flecha será un arma importante, pues el tarro no lo podemos llevar, pero... – Legolas, sumergió la punta ensangrentada a través del sello del tarro, un olor de expandió, y el veneno en contacto con el aire desapareció, todo menos, aquel que se adhirió a la flecha, tornando la punta negra-... una flecha es fácil ocultar- Legolas envolvió la flecha en un pedazo de su capa, cortando con su cuchillo este pedazo, tomando el pequeño paquete, lo escondió dentro de sus ropas.
- Ten cuidado con eso- exclamo preocupado , el enano- magia terrible debe tener, esa pócima, se ha desvanecido en el aire el resto- Gimli rápidamente con un pedazo de la capa apretó el hombro, deteniendo un poco la hemorragia.
- Si, pero la flecha conservara lo ultimo- asintieron los compañeros- la puerta ha cedido, hay que dar lo ultimo.
Presentaron batalla, pero pronto se vieron superados en numero, entre los hachazos de Gimli, y los cuchillazos que repartía Legolas, lograron salir del Flett, los Hobbits iban en un cerrado circulo, pero fuera contemplaron el horror que se extendía, todos los árboles tomados, y en ese momento lo contemplaron, una terrible criatura de enormes dimensiones... la sangre se helo por unos momentos en sus venas.
Cuando una potente vos resonó, ordenándoles rendirse, no pudiendo defenderse mas tiempo, y temiendo Legolas, que sus amigos perdieran la vida tristemente, arrojo sus cuchillos, y Gimli imitándolo el hacha, los Hobbits, viendo que incluso Legolas, sabia perdida la batalla, tiraron las espadas.
Los orcos los rodearon, y arrastraron, obligándolos a descender por los pocos puentes que se mantenían en pie, y por las escalas que los orcos habían colocado, los amigos observaron como varios elfos mas eran obligados a avanzar bajando de árboles cercanos.
- Haldir- grito Legolas, viendo al valiente guerrero, con una cara de abatimiento, dirigirse a ellos, reuniéndose en un grupo que los orcos juntaban, sin dejar de refunfuñar pero obedeciendo.
- Debí morir, Legolas, como mis hermanos, morir con honor, antes que rendirme- el orgulloso guerrero, lucia varias cortadas, y estaba empapado en sangre negra, de esas criaturas.
- No hay deshonra , en rendirse, no cuando la batalla esta perdida, de haber seguido peleando, los inocentes, hubieran muerto de manera terrible... y tal ves ese sea aun el destino que nos espera, peor... mientras estemos juntos, mientras un elfo viva, aun hay esperanza- la vos decidida, y hermosa, consolando, a los elfos cercanos, y a sus amigos, aunque el no tuviera mas esperanza.
- Me alegra, en medio de todo este horror, que estén vivos mis amigos- Gandalf, llegaba en ese momento, acompañado de los últimos elfos que bajaban por las escalas- mis queridos Hobbits, mi señor enano, y mi señor elfo- sonrió levemente el anciano- aun cuando sean momentos terribles, los que nos esperen.
- Gandalf- Frodo, sonrió con un poco mas de confianza- no hay oscuridad tan grande , en la que tu no guardes esperanza.
- Me temo, querido Frodo, que no veo muchas en este momento, pero...- el anciano mago observo el cielo- aun deben haber quedar algunos pueblos libres.
- Mi padre- Legolas, sonrió, no había pensado hasta este momento, en el, su padre y el reino del bosque oscuro, ellos vendrían en su ayuda.
- De este ataque, presiento, no hemos sido los únicos, en sufrirlo- Galadriel, se acerco lentamente, acompañada de Celeborn, y Elrod, con sus hijos.
- Eso quiere decir- Pipin, se sintió desolado- que la Tierra Media, caerá.
- No desanimes tu joven, corazón- Elrod, trato de componer una sonrisa- aun quedan los hombres.
La oscuridad, fue desapareciendo poco a poco, del cielo tal ves, pero de los corazones de los vencidos no, pues ya a plena luz, no fue fácil eludir la verdad, algunos árboles todavía seguían quemándose, y los muertos eran muchos, las terribles caras de los orcos, y las hermosas y tristes de los elfos, aquellas hermosas criaturas que no comprendían la muerte, vencidas por ella.
Los prisioneros, oraron con voces tristes, pidiendo a amigos y parientes, que aguardaran por ellos en las estancias de Mandos, pues no dudaban ni un momento que la muerte era el final de su camino.
A la luz del sol, los orcos de las profundidades deseaban escapar, pero la terrible criatura oscura los observo, y ellos nos e atrevieron a moverse, los corazones se sobrecogieron, pues la criatura aparecía después de algunas horas de haberse marchado, y con el traía la oscuridad y fuego que consumía aun mas sus almas.
- Los pueblos libres han caído- exclamo la terrible criatura- algunos prisioneros mas se unirán pronto a ustedes- la criatura, con la terrible vos abismal, helaba los corazones, despojándola de esperanza.
- Algunos elfos son libres, aun- alzo la vos Galadriel, fría e imperturbable, aunque diminuta ante ese terrible ser.
- Alta Dama de los Noldor- la criatura observo el brillo que a pesar del dolor se mantenía, alrededor de la hermosa princesa elfa- la esperanza esta muerta, tu reino, deberías sentirte orgullosa, lo he abatido en persona; pero antes mande emboscar a otros reinos, mis espectros fueron destruidos, pero aun conservo criaturas que surcan los aires- levanto la vista y exclamo- contempla a los elfos vencidos.
Unas enormes sombras cubrieron por un momento la luz, y lentamente aterrizaron, unas terrible criaturas, seguramente emparentadas con las bestias aladas de los Nazgul, pero de proporciones inmensas.
Las criaturas se inclinaron ante la señal de su señor, y orcos y trolls, descendieron revelando los prisioneros que llevaban, los hermosos elfos de los bosques.
- Padre- Legolas, no pudo evitar gritar cuando el rey, de los elfos de bosque negro descendió, portando aun la orgullosa corona, pero con ropas bastante maltratadas por la sangre que las cubría.
- No volteen su esperanza hacia los hombres, elfos- la vos terrible de la criatura, regocijándose ante las hermosas caras desoladas- pues Gondor ha caído; los enanos tampoco te ayudaran, he tomado sus montaña.
Gimli se estremeció ante esa revelación, todos los pueblos libres, habían caído, la esperanza murió en los rostros de todos aquellos que los rodeaban.
- Ahora que los grandes reinos han caído- la criatura observó los aterrados rostros, cuando se acerco- aplastare a los pequeños.
- Conservare mi esperanza- dijo Elrond, a sus hijos- pues ha despreciado a Imlandris, y es cierto que escaso es nuestro poder, pero confió en Glorfindel, y los puertos grises, que aun no han caído, aunque mas me calmaría, que los amigos huyeran, que escaparan de este terrible poder, a Valinor- Elrod, sonrió tristemente.
- No desesperes padre- Elrohir, poso una mano en el hombro de su padre- Glorfindel, no nos abandonara, ningún elfo dudara en venir.
- Aunque vengan a su muerte o estén rodeados por ella, la dicha de reunirse con aquellos que aman, no desaparece- sentencio Elladan, al ver la felicidad de Legolas, abrazando a su padre, el serio Thranduil, se permitió demostrar su afecto, pues amaba con locura a su hijo, y temía no poder volverlo a ver , en esta vida, temía contarlo entre los caídos.
++++++
- Padre- Legolas, solo podía sentir un inmenso alivio al ver a su padre, junto a el, por que por él pelearía, hasta morir, por su padre a quien admiraba y profesaba un inmenso cariño, había temido cerrar los ojos sin poder ver una ves mas a su padre.
- Pequeño elfo- el rey, olvido en medio de todo el dolor que estaban viviendo, olvido su postura ante los demás, el protocolo, en este momento lo único que le importaba, era que tenia a Legolas entre sus brazos, que podía ver a su hijo una ves mas, si moría en ese momento no le importaría.
- Ojala mi familia, este a salvo, o por lo menos hayan tenido una muerte rápida- susurro Gimli, al ver la conmovedora escena, pensó en su anciano padre, en su madre, en sus hermanos y sobrinos, y aun no podía creer que las grandes defensas de la montaña hubieran caído.
- Ya veras que volveremos a ver a nuestras familia- Frodo, le sonrió a Gimli, pensando en su anciano tío, le alegraba saber, que una no había caído Rivendell, eso significaba que Bilbo estaba a salvo, y no vería todo este horror, también pensaba en la comarca, deseaba que se mantuviera a salvo, tanto como pudieran.
- La comarca- susurraban, los Hobbits, sin poder evitarlo.
- Será la ultima en caer, si todo cae- les alentó Gandalf, tratando de mantener esa esperanza en su corazón.
Un día no significaba nada para los elfos, pero este día quedaría marcado entre ellos, para su horror tuvieron que presenciar como los cadáveres de amigos y parientes eran profanados por los orcos, convertidos en su festín, el silencio rodeaba a los prisioneros, pues las canciones elficas desaparecían de sus bocas ante el horror, y la esperanza caía hecha pedazos en los corazones.
La criatura se había alejado, pero no se marchaba de los bosques, todos podían sentirlo, mas una así no tenían la resolución de escapar, desarmados, y desmoralizados, incluso los mas valientes guerreros elfos, contemplaban con lagrimas el cruel espectáculo.
Haldir sollozaba, sin poder evitarlo, Legolas al notarlo fue a su lado, este se había apartado un poco de los demás, todos ellos eran mantenidos en el claro rodeados por una empalizada ,levantada durante ese día por los orcos.
El príncipe elfo, había estado con su padre, tratando de soportar el horror, escuchando como su reino había caído, tras una fuerte defensa pero habían sido invadidos por dentro de las cavernas del reino elfico, combatir a dos frentes fue imposible.
Legolas, había dejado un momento a su padre, que hablaba tristemente con los otros señores elfos, y habían contemplado como su amigo se alejaba, así que decidió seguirlo, contemplo una ves mas a los Hobbits, se habían quedado dormidos, sobre sus capas, que habían tendido en el piso, Gimli los vigilaba mientras dormitaba.
- Siento que me derrumbo, Legolas- el galadrim, observaba tristemente a la oscuridad, semi iluminada por los árboles que aun se quemaban, y por las grandes fogatas de los orcos- mi hogar ha sido destruido, tantos de mis guerreros muertos, y mis dos hermanos...- la vos se quebró en los labios del guardia, que no pudo continuar.
- Nada, puedo decirte que calme tu dolor amigo- Legolas, se sentó a su lado- pero puedo acompañarte en él, no veo lejana la hora en que habremos de reunirnos con los que ya han partido- la vos del joven príncipe se escucho, diferente, como si presintiera que la mañana traería únicamente mas dolor y tristezas.
- No debí, dejar a mi corazón perder la esperanza, perdonadme, Legolas- el guardia galadrim, se levanto lentamente- mis hermanos dieron su vida con honor, yo no puedo corresponderles con menos.
- Solo no te apresures a morir, Haldir, que aun quedamos quienes que extrañaríamos- Legolas, le sonrió mientras se alejaba
+++++
La mañana vino con una calma falsa, el sol emergiendo lentamente, no trajo sosiego a los corazones, el cansancio estaba haciendo presa de muchos de ellos, cuando la criatura emergió de los lindes del bosque, trayendo con siguió nuevos grupos de orcos, y con ellos otros prisioneros.
- ¡Arwen!- el grito de Elrod, resonó con fuerza, pues a la cabeza del grupo de prisioneros, marchaba la altiva reina, acompañada de su esposo y muchos de sus guerreros.
- Aragorn- el nombre no fue pronunciado en un grito, solo fue un triste susurro, que tan solo Gimli y los Hobbits comprendieron, pues la cara del príncipe mostraba lo que sus labios no pronunciaban.
- Los hombres han caído- se escuchaban los murmullos entre los elfos, con tristeza contemplaban, a los antes altivos hombres, los bellos rostros bajaban la vista ante ese triste espectáculo.
- Gondor ha caído- grito la innatural vos- lo ven ahora elfos, no les queda nada en estas tierras.
- ¿Qué deseas de nosotros, entonces?- la vos de Galadriel resonó, imponiendo el silencio, entre las agitadas voces.
- No deseo nada de ustedes elfos, solo márchense, váyanse de estas tierras, vuelvan a Valinor y pronuncien ante los Valar, mi victoria, pues seré el rey de los hombres, y el regente de la Tierra Media.
- ¿Nos dejaras, marchar?- preguntaron algunas voces elficas, extrañadas.
- Están derrotados, su tiempo en estas tierras ha terminado, así que, los reyes elficos pueden llevarse a su pueblo, reúnanse con los suyos y márchense, pero solo dejare partir a los elfos- la criatura se sumergió en el bosque, esperando la resolución, mientras su malignos ojos sonreían, mas haya de toda maldad, pues aunque ya no poseía la bella vos de Annatar, sus palabras lograban engañar a los elfos.
++++
- ¿Deberíamos aceptar?- pregunto inquieta Galadriel, escuchando como las voces elficas clamaban a sus reyes.
- Esa no es la pregunta, ¿podemos confiar en el señor oscuro?- Elrond se acerco a Galadriel.
- Nunca, esa seria la respuesta de mi mente; pero mi pueblo, ha perdido ya la esperanza, y me instan que si hemos de morir, al menos quieren ser libres unos últimos instantes; y si lo único que desea es que partamos, todos desean embarcarse a Valinor.
- Es lo mismo que mi gente, piensa... aun cuando muchos están aun dispersos en mi reino, ellos me piden partir- Thranduil, observo con resolución a los otros señores elfos.
- Partiremos, entonces- exclamo Celeborn- y recibiremos el destino que habremos de afrontar, pues no tenemos elección.
+++++
- Están hablando, de la propuesta- explico Legolas, a los Hobbits y al enano, pues la conversación era en la bella lengua de los elfos, y ellos no la comprendían- no puede ser, no pueden elegir partir- el bello rostro elfico, con desesperanza, se mostraba ante los amigos.
- Entonces, partirán- Frodo sonrió- me alegrara que la hermosa gente no muera , al menos será un consuelo.
- Si, esta ya no es la guerra de tu pueblo, señor elfo, muchos han muerto- Gimli, sonrío hacia su preocupado amigo.- parte con ellos.
- Te equivocas , señor enano, pues antes que un elfo, soy miembro de la comunidad, y amigo de ustedes, no partiré...- Legolas, exclamo con resolución, viendo a su padre, dirigirse hacia el.
- Tu padre, no lo aprobará- suspiro Pipin- no te quedes Legolas, tu lealtad, está antes con tu familia, que con nosotros, no te sientas mal de partir.
- MI lealtad, siempre estará presente- suspiro Legolas, mientras su padre se mostraba triste, pues el rey elfo, había leído en los ojos de su hijo, que no los acompañaría.
Los elfos, pronto se alistaron para partir, los orcos, los separaron de los hombres, vigilándolos estrechamente, el rey elfo Thranduil, aun trataba de pedir a su hijo que partiera.
- No hay un destino, para ti aquí- suspiro el rey.
- Padre, sabes el intenso amor que te profeso, pero... ellos son mis amigos y gustoso, compartiré el destino de ellos, aun cuando alguno no lo desee- la mira del príncipe no pudo evitar posarse unos momentos en la del rey de los hombres, un fugas instante que pudo ser una eternidad, el gustoso moriría al lado de aquel a quien había amado, mas que a su vida- pronto me reuniré contigo padre, pues es sin duda lo que me aguarda...- el rey elfo abrazo a su hijo, deseando poder protegerlo, llevárselo con el.
- No puedo ocultarte cuanto me duelen tus palabras, hijo; pero.. no negare que me enorgullece tu actitud, si nosotros partimos, deseando quedarnos, quisiera quedarme a tu lado, pero mi pueblo me reclama... nos volveremos a ver pequeño elfo, detrás del mar...- el rey se volvió inclinándose levemente ante los Hobbits y el enano- Mithrandir, partirá con nosotros, el terrible señor oscuro, no desea un Maiar cerca...
Mientras la conmovedora despedida tenía lugar, Elrond, abrazaba a su afectada hija.
- Déjame ir con ustedes, ada- la joven elfa, suplicaba a su padre.
- Tu aceptaste el destino de los hombres, hija mía, no puedo cambiar tu decisión- el señor elfo, observo a Aragorn- como reina de los hombres, debes quedarte con ellos- tu amas a Aragorn.
- Pero , padre.... ahora esta tierra no tiene un futuro.. Aragorn no será más, el rey, que yo merezco- el hermoso rostro elfico, observaba con pesar a Aragorn, quien un poco alejado no intervenía en la conversación, escuchando al fin, la verdad que ante sus ojos estaba, si alguien lo amaba, era el príncipe elfico, que se quedaba atrás, para morir a su lado...mientras su reina, quería alejarse, salvar su propia vida...
- No insistas Arwen- el señor elfo se alejo de su hija, mientras esta lo observaba con furia.
Los hombres vieron con desesperanza, la partida de los bellos seres, se perdían en la inmensidad de los bosques, y debían atravesar un túnel que esa terrible criatura había levantado en medio del bosque, pues ultima prueba para los elfos, seria atravesar la oscuridad para dirigirse a la luz.
Los otros que habían quedado no representaban amenaza ya para la confiada criatura oscura...
Legolas, observo con temor como la oscuridad de ese ser crecía, mientras los ojos estaban puestos en la partida de los elfos, de los que los reyes y Mithrandir iban los últimos, el rey elfo, queriendo ver hasta el ultimo momento a su hijo, Lord Elrond, deseando despedirse de Arwen a la que no vería nunca mas, pero esta rehusaba su vista, con enojo, odiándolo por pedirle que se quedara, ella no deseaba compartir el oscuro destino de Aragorn, ahora que este no seria Rey.
Todos observaban la partida, pero Legolas desvió la vista al terrible ser, que sonrió en el momento en que el ultimo elfo entro al túnel
- Marcharan a Valinor...- la criatura sonrió cruelmente, hablando con esa vos oscura- pero antes pasaran por los salones de Mandos.
Legolas, escucho las palabras de la terrible criatura, el único que se había percatado de ellas, por que los hombres rehuían el lugar cercano a ese ser...
El príncipe entendió y grito advirtiendo a su padre, a sus amigos, a su gente, grito como si la vida se le fuera en ello, en un grito espantoso alarmando a su padre quien volteo; cuando lo noto el grito advirtiéndole que era una trampa; aunque en ese momento, cuando los ojos de su padre se posaron en el, cuando los elfos comenzaron a tratar de salir del túnel, una terrible explosión y una llamarada de fuego desplomo el túnel, ante los ojos aterrados del príncipe.
Legolas cayo de rodillas, ante esa visión de muerte, su padre, sus amigos.
Su mente no podía aceptarlo, los hombres aun observaban aterrados la terrible destrucción, el terrible final de esa hermosa gente.
Los Hobbits, se inclinaron cerca de Legolas, tratando de consolarlo, al igual que Gimli, que apretó el hombro de su amigo, quien dejaba correr las lagrimas que no muchas veces habían caído por sus ojos.
Aragorn, quiso correr a consolar al elfo... pero sintió que no podía, había perdido cualquier derecho en el momento que había elegido a Arwen...
- Una advertencia- la terrible criatura reparo, en el hermoso elfo, el único que se había quedado- insolente- la criatura dirigió al mirada a dos orcos cerca del príncipe- esto es lo que les ocurre a los que se revelan.
Los dos orcos se acercaron adonde estaban los amigos, empujaron a los Hobbits, que se aferraban a Legolas, y tiraron a Gimli a un lado, no sin esfuerzo... el príncipe ni siquiera trato de defenderse...
La herida en su hombro, volvió a abrirse con los golpes de los orcos, y Aragorn, no pudo resistir mas el cruel espectáculo.
No dejaré que nos sometas tan fácilmente- Aragorn se coloco frente al monstruo retándolo con su mirada su corazón hablando por él.
Y Legolas, pudo observar en él la determinación que había provocado que entregara alguna ves su corazón a un mortal.
Continuara..........
