Nota 1: Los derechos son de J.R.R. Tolkien, me disculpo por tomar los personajes, pero... era una historia que tenia en mente al ver la nueva película...

Nota2: Precaución esto es un Legolas- Aragorn, aunque no tiene ninguna escena, solo se menciona lo que hubo entre ellos dos.

Gracias por los reviews :

Gracias Akhasa
Bueno, tal ves pueda arreglar lo de los orcos y Arwen,... pero se que me querrás matar con esta continuación... y con el final que he pensado...
Gracias Beth Malfoy
Bueno, creo que seguirá sufriendo, lo siento… otra petición contra Arwen , tender que escribir algo  de venganza contra ella.
Muchas gracias por tu saludo.
Gracias Zauberer S
Si tenemos varias cosas en común al escribir, sobre todo con esta linda pareja… y siento lo que les tengo que hacer... pobres...
Gracias Reina-Ayesha
 

Ya tenia ganas de escribir algo con acción de batallas y todo eso;  espero también que Legolas tenga la oportunidad de consolarlo... pero... no te preocupes lento pero seguro no abandono las historias.

Gracias VaniaHepskins
Pues aquí continuo con esta triste historia, espero que no tengan ganas de matarme.

El final del viaje esta cerca

En medio del dolor, el distinguió la sonrisa de la criatura, la burla al mortal, que nada podía hacer en su contra.

En se momento ella avanzo hacia el, un hermoso porte, digna hija de antiguos elfos, bella reina de los hombres, bella y fría, la mirada que dirigía en ese momento era terrible.

Con resolución se inclino ante la terrible criatura, demostrando todo su encanto.

- Los pueblos de hombres te rendirán tributo señor, y cuando el rey Aragorn te entregue la corona, serás reconocido como rey de los hombres, y podremos servirte, seremos los mejores ayudantes que podrás tener, mis señor.

- Arwen- el rey camina hacia ella, completamente sorprendió, de la resolución de ella- ¿cómo puedes decir eso?.

- Interesante- la terrible vos resuena-  aceptare este pequeño placer, el rey de los hombres entregando la corona, al vencedor, el gran descendiente de Isildur rebajado a mi servidor, eres lista señora elfa..

- Jamás- Aragorn, observa indignado el rostro resplandeciente de su esposa, y sin querer voltea  a ver otro rostro, el afligido y hermoso rostro de Legolas, un príncipe que jamás cometería la tracción de su reina... cuan equivocada estuvo su decisión, cuando cambio el noble corazón que se entregaba a el libremente, por un corazón orgulloso y ambicioso... ¿cómo pudo elegir a Arwen?- Jamás- repitió el rey, mientras su corazón se llenaba de valor, ante la resolución que el príncipe demostraba.

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Mas los pueblos elficos no desaparecieron, pues la criatura fallo, alegrándose demasiado pronto de la destrucción que provoco.

El grito de Legolas, alerto a Galadriel, quien invoco el ultimo poder que aun restaba a su anillo, el poder para proteger a su pueblo, los cubrió  con una brillante luz, dándoles tiempo a salir del túnel, conteniendo la explosión que lo desplomo; y la criatura no los upo, pues ya no poseía un anillo, ya no tenia esa fuerza.

Mas eran muy pocos, y desarmados, como para prestar ayuda a los que dejaron atrás, muchos pensaron incluso en seguir el camino de la hermosas tierras.

Cuando escucharon en los limites del bosque la llegada de muchos, la sorpresa corrió entre ellos cuando observaron a cientos de enanos, cargados de maravillosas armas.

Los enanos de la montaña solitaria, los vencedores que la criatura subestimo, y con ellos llegaban los hombres que aun conservaban su libertad, aquellos que Faramir acompañado de su valiente dama Eowyn;  reunió de los reinos de Gondor, y aquello que Eomer condujo a la batalla para liberar sus tierras.

Los elfos sintieron el deber de ayudar  en esta ultima batalla, Thranduil no dudo al ver llegar a muchos de sus guerreros, el bosque negro había sido liberado de orcos, a la espantosa criatura tan solo le quedaba su ejercito en torno a el.

Pero, temían, pues el poder de la criatura era inmenso, aun cuando sentían la resolución, la batalla ultima a librar.

Los elfos del bosque negro se convencieron, pues su valiente príncipe había quedado atrás, ellos deseaban luchar con la esperanza de ayudar a su rey.

Haldir, pidió a los Galadrim que lo siguieran, y los señores estuvieron de acuerdo, una extraña y ultima alianza, pues unían sus fuerzas a los enanos... olvidando diferencias, como la amistad incondicional de un elfo y un enano les había enseñado.

Los enanos repartieron los armamentos que portaban, a los elfos; ya tendrían que hacerse de las armerías bajas  donde guardaban sus hermosos arcos y las potentes flechas, pues las hachas no eran de su agrado en la lucha.  

Y el viejo mago Gandalf, sonrió, pues aun cuando su corazón presintiera que esta batalla traería aun lagrimas incontables... la dicha de ver a los pueblos libres actuando  bajo un mismo propósito, le daba la esperanza que necesitaba.

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- Entrega por tu propia mano, la corona, rey de los hombres – la vos de la criatura exigió.

- Nunca, solo que la cojas de mi cabeza sin vida, la tendrás- alego con valor Aragorn, pues si en esta batalla había perdido su reino, no dejaría que también le quitaran su orgullo.

- Bien... si es tu decisión... por la impaciencia que me provoques comenzare a matar a los prisioneros, hasta que pienses mejor las cosas- la criatura observo en dirección de los Hobbits que intentaban ayudar a Legolas- el ultimo príncipe elfo, y  esas inesperadas criaturas, aquellas que provocaron mi ruina... los medianos; esos prisioneros elijo como los primeros.

Un grupo de orcos se acerco a donde el príncipe y los hobbits observan, la escena, Gimli se paro decidió enfrente de sus amigos, desarmado, pero lleno de amor.

Poco pudo hacer el enano, era superado en numero, y no contaba con sus útiles hachas...

- No...- grito desesperado, cuando lo apartaron entre varios orcos y solo pudo contemplar como los otros terribles seres, empujaban a los Hobbits y al elfo en dirección a la criatura.

El elfo caminaba con paso cansado, las heridas habían teñido partes de su ropa de rojo, y los hermosos cabellos sucios, mas un así lucia resplandeciente y hermoso, portando el orgullo de su pueblo en los ojos que desafiaban a la terrible criatura.

- No teman amigos – el príncipe elfo, se coloco delante de ellos, para tratar de ocultarles la vista de el terrible ser, ante ellos, tratando de infundirles valor con sus palabras- enfrentaremos esto , como tantas cosas antes... no será el fin del camino, pues el lugar al que partiremos, es un lugar prohibido para el, nada nos lastimara, no teman.

- Legolas- los Hobbits asintieron, aun cuando a Pipin le temblaban un poco las piernas se mantuvo firme.

- Estaremos aquí- Frodo tomo la bella mano del elfo, y tomo la de su primo también, infundiéndoles el valor que podía.

- Enfrentando lo que venga- Sam con valor tomo la otra mano del elfo, y estrecho la de Merry.

- Aun que sea el ultimo viaje- Merry trato de conservar la resolución- no temeremos.

Los amigos se alistaron, contemplando como la criatura se preparaba a atacarlos, con el poder que uso en los pueblos elficos, pero el príncipe no retrocedió, tratando de proteger a los Hobbits unos segundos mas.

- Espera- la vos de Aragorn tembló, sus ojos estaban al borde de las lagrimas, por que podían arrebatarle todo, pero no podía ver morir así a sus amigos, y muchos menos al valiente príncipe, al que amaba, al que ahora se daba cuanta que siempre había amado- entregare la corona, pero no los lastimaras- el orgullo a cambio de la amistad y el amor, apretó los dientes cuando vio la sonrisa cínica de Arwen.

- Entra en razón, rey de los hombres, la criatura avanzo al rey quien retiro la corona de su cabeza.

La criatura estaba segura de su victoria, ya nadie lo detendría jamás, donde su anillo le había fracasado, su nuevo cuerpo había ganado.

Pero en ese momento, los gritos se escucharon, Legolas volteo y corrió con los Hobbits cuando una lluvia de flechas abatió al grupo de orcos que los custodiaban.

Vio a Gimli, y tomando descuidados a los orcos que sujetaban al enano, los empujo, el enano rodó, contemplando la llegada de un inmenso ejercito que se dejo caer sobre las Ordás de orcos, no podía creer que hubiera enanos entre ellos, no hasta que un orco se abalanzó a el, y una certera hacha se clavo en el pecho de este.

- Mi pueblo esta pelando también- el enano arranco el hacha y corrió con orgullo- las esperanzas no estaban perdidas señor elfo- dijo en dirección del príncipe, al que vio en problemas, puesto que tenia cercándolo un grupo de orcos,  y se encontraba desarmado, corrió con furia contra esos orcos, pero uno se acerco demasiado a Pipin, en ese momento callo gracias a una certera flecha.

- Padre- grito alegremente, Legolas, cuando vio al rey elfo acercarse con paso presuroso, a donde el joven elfo lo recibió con un abrazo- creí que estaban muertos, gracias a los Valar, por verte una ves mas, padre.

- Pequeño elfo, ¿crees que somos tan fáciles de abatir?- el elfo mayor sonreía, el ver a su hijo cambiaba tanto su carácter- ahora debemos pelear una ves mas juntos.

- Así será- Legolas tomo el arco que le tendía su padre, y el carcaj coloco rápido en su espalda, tomando una de las flechas acertó en un enemigo que amenazaba a los Hobbits, agradeciendo con un gesto que unos enanos les entregaran sendas espadas, confiaba en sus amigos que podrían defenderse.

Los orcos eran abatidos, pero la criatura recibía los ataques sin inmutarse, como si cansado esperara que dejaran de jugar, tan arrogante y lleno de maldad, cuando se decidió a atacar muchos hermosos elfos murieron a sus pies, acompañados de incontables hombres y enanos, las razas libres morían por defenderse de el.

- No podemos ganar esta batalla- suspiro la hermosa dama Galadriel, observando la terrible lucha- no podemos ganar contra el, pero... debe haber una posibilidad.

- El veneno de Ungoliant, el veneno que incluso Morgoth temía- contempla Gandalf, al dama con terrible pesar.

- El veneno lo destruirá- la dama sonríe, peor observa la profunda tristeza en la mirada de  Gandalf.

- No será suficiente- el anciano mago, contempla el terrible horror de la criatura- por que el ya no tiene el cuerpo de un Maiar.

Los ojos de Legolas se desviaron un momento del campo de batalla, estaba muy cerca de Elrond y sus hijos combatiendo, pero también cerca de la dama y el mago; el veneno que el llevaba oculto entre sus ropajes, podría ser la solución, con todo el dolor que habían pasado lo había olvidado por completo, el llevaba la esperanza oculta...

Pero, cuando había estado a un paso de decirle a la Dama lo que portaba, escucho las tristes palabras de Gandalf; ¿acaso ya no había esperanza?, ¿acaso moriría al lado de su padre y su pueblo?, ¿todas las batallas habían importado tan poco?...

Y no pudo evitar contemplarlo, con profundos ojos, la mirada de Aragorn, quien desviaba su atención hacía el; demasiado tarde el mortal había comprendido, ambos habían comprendido que la elección estuvo equivocada... por lo menos morirían juntos.

Notaba en la mirada de Lord Elrond la desilusión con que observaba a su hija, la protegía claro; pero el dolor de las palabras de traición de ella eran inmensas y nunca se borrarían.

Por un momento el príncipe elfico se permitió corresponder a la mirada del mortal, y a la ligera sonrisa que se formo entre los dos, un vinculó que ya existía renacía, por los últimos minutos, quería estar junto a el, pero no podía acercarse, aun tenían demasiados enemigos, pues mientras la criatura viviera ellos no podían hacer nada, y el mortal combatía de manera trabajosa, ayudado por los Hobbits, y  su amigo un enano que mostraba tan fuerte resolución.

Las palabras que Gandalf pronunció a continuación , lo llenaron, no podía mas que escucharlas, el clamor de la batalla, incluso ceso, en su mente; el camino que se trazaba ante el era cruel, pero único; las palabras que pronunciadas lejanas, llegaban a el como un eco que dictaba su destino.

- No será suficiente Galadriel, pues un terrible sacrificio a de hacerse en la ultima hora, uno que involucra mayor dolor del vivido ya pues solo la mas profunda oscuridad y la mas brillante luz lo conseguirán, ylas terribles palabras son que esto es que un elfo debe sacrificarse, pues el veneno a de correr en su sangre, y esta combinada lograra destruir a esa criatura; pero solo el poder de la sangre elfica fallara, no puede ser un guerrero el que lo haga, a de ser alguien de la noble  realeza elfica.

Todos escucharon con pesar las palabras del mago.

- Mi dama, yo puedo ir por el veneno, pues lo pusieron a custodia en uno de los telain de la guardia, los orcos tomaron estos sitios, pero no deben haber reparado en este objeto- Haldir hablo rápidamente, en medio de  la pelea con un ultimo enemigo que tenia enfrente- y quisiera poder ofrendar mi vida, mas no cumplo con el requisito- el elfo suspiro tristemente.

- Pocos somos, en verdad los lideres, pero yo ofrezco mi vida por mi pueblo y mi hijo- el rey elfo Thranduil, pronuncio estas palabras no sin pesar, viendo a su hijo que combatía, cercano a la criatura, tratando de acercarse a sus amigos- por que todo este horror acabe, si podemos destruirlo de esta forma que así sea.

- Iras entonces Haldir, y ...- la dama no podía pronunciar las palabras, un sacrificio así la turbaba- y mi buen Thranduil, aras lo que estés dispuesto a hacer.

Legolas, observo el campo aterrado, ante la posibilidad de perder a su padre, noto entonces como la criatura avanzaba a donde sus amigos combatían, no habría gran cosa que ellos pudieran hacer antes de caer, bajo la terrible muerte.

El sendero de su destino se marcaba ante el, si un padre estaba dispuesto a dar la vida por el hijo, el hijo no podía corresponderle con menos, y aun mas si con su vida podía salvar, también, a sus bien amados amigos y al mortal, al que amaba, con todo su ser.

- No hay tiempo- grito para que los grandes elfos pudieran escucharlo- con furia observo a la criatura- yo lo detendré- el príncipe elfico tomo con resolución el arco que su padre le había dado, tiro el carcaj vació, mientras sacaba algo de entre sus ropas, una ultima flecha.

- Legolas, aunque seas el mejor arquero de tu pueblo, no lo detendrás- el anciano mago, observaba con pesar la escena que el  elfo veía con furia, no podía hacer nada por los Hobbits, no tenia ya el poder necesario, solo podía contemplar como Aragorn y Gimli caerían defendiéndolos- una flecha no lo parara.

- Lo se Mithrandir, pero no será una flecha cualquiera la que use- el joven príncipe desenvolvió al fin la flecha, que brillaba con un fulgor negro, y la contemplo unos momentos.

- El veneno de Ungoliant – el mago observo tristemente la flecha que brillaba.

Thranduil tardo unos momentos en asimilar las palabras entre su hijo y el mago, corrió hacia el no importándole los enemigos cercanos, seguido del mago que trataba de detener a Legolas.

Pero este tomo la flecha sin dudar un momento y se la clavo en la misma herida que antes le producirá esa flecha, la sangre seguía brotando de su hombro, mientas la flecha se empapaba de la sangre elfica.

El rey elfo observó con dolor lo que su hijo estaba haciendo, sacrificando su propia vida, sin que el pudiera detenerlo.

Legolas, dio un paso en falso a causa del dolor, se tambaleó un poco, pero bajo un momento la vista y sacó la flecha, empapada en su propia sangre,  sin dudar tomó el arco y comenzó a tensarlo, con furia contempla a la criatura y le grita, el terrible monstruo volteo y contemplo la cara decidida del príncipe elfico... la flecha salió disparada,  llevando la esperanza del príncipe en que todo terminara ya , sin dudar con su excelente habilidad  se clava en pleno rostro de la criatura...

Sauron grita a través del espantoso cuerpo de la criatura, al notar como la carne se destruye, y su fuerza desaparece... el odio inunda su mirada, no puede creer que sea derrotado nuevamente.

Su mirada se dirige al príncipe que lo observa cansado, la resolución de tomar venganza una ultima en contra de ese elfo, grita la maldición que en las oscuras palabras pronuncia, pues el príncipe  morirá, pronto a causa de lo mismo que lo arrastra a él, pero no ira a las tierras imperecederas, ni vera a su pueblo nunca mas... esa es la maldición que lo arrastra con el, mientras desaparece su vos se intensifica, atara al príncipe a su destino hasta el final de los tiempos, en la oscura tierra donde nada habrá, en el vació eterno.

Su vos se pierde, los pocos orcos que se mantenían peleando aun, corren desesperados en desbandada, tras perder a su líder.

La victoria se siente en el lugar, los elfos ayudan a los compañeros, las hermosas voces se alzan, con jubilo, los hombres se unen a los gritos de alegría y los enanos no pueden evitar abrazar incluso a sus mas llamados enemigos.

Aragorn abraza a los Hobbits,  mientras ven el hermoso sol que ahora resplandece en los bosques, ya sin la sombra oscura que proyectaba la criatura.

 Gimli voltea en ese momento, pues vio la certera flecha e imagino que era de su amigo el elfo, nadie mas tenia esa envidiable puntería.

- Señor elfo, es un guerrero envidiable, merecería ser un enano- grita Gimli, cuando sus ojos  se posan en el príncipe, que en ese momento no pudiendo mantenerse mas tiempo sobre sus pies, cae de rodillas.

Gandalf y Thranduil  se acercan con  dolor,  seguidos de los otros señores elfos; el rey abraza a su hijo y la lagrimas comienzan a correr por sus ojos, pero Legolas lo observa con esfuerzo y con al vista le suplica que no llore, pues  acepta que su destino ya estaba marcado de esta forma.

Galadriel, Celeborn y  Elrond, se acercan silenciosos, están ante un elfo que demostró el valor que pocos podrían tener, así que se inclinan con tristeza.

Gimli se acerca a su amigo gritando, y es cuando todos se percatan, de que el príncipe ha caído...

Legolas siente el terrible dolor del veneno consumiéndolo, pero aun así sonríe en dirección de Gimli, que respetuoso se inclina y contempla con tristeza a su amigo, mientras se arrodilla suplicando; por el dolor del rey, comprende que su amigo partirá pronto lejos de él, los ojos arrasados de lagrimas del enano, conmueven a l rey y a quienes lo rodean.

Los Hobbits se dejan caer cerca del príncipe sollozando también, mientras el rey  de los hombres, se acerca silencioso y triste, incapaz de creer que ha entendido demasiado tarde que ama a Legolas, que su elección anterior fue equivocada.

Continuara..........