Escapology
Autora: Cha-Cha-Chica
Traducción: Alima
Advertencia: NO SIGAS LEYENDO A MENOS QUE PUEDAS TOLERAR EL SLASH Y MPREG
Oye, ahí, si todavía sigues por aquí, bienvenido a mi fic.
Disclaimer: Sí, todo es mío....Alan Rickman es mi esclavo de amor y Jasón Isaacs es mi juguete favorito. lol. Sinceramente, si fuera dueña de algo ¿estaría haciendo esto por diversión y no por dinero? Creo que no.
N/A: La mayoría me ha preguntado sobre quien es el otro padre. Lo descubrirán en un capítulo o dos. En estos momentos me estoy debatiendo sobre cómo responder a eso. Tengo varias maneras diferentes para escribirlo.....pero, en fin, sólo puedo escoger una. Veremos cuál es la que los personajes eligen. Todo lo que puedo decirles es que no voy a jugar con ustedes a adivinen quien es el padre. El argumento va a girar en torno al presente y no alrededor del pasado (aunque habrá algún que otro flashback lol)
Alguien me preguntó cuándo fue concebido el bebé. Pienso que hacia el final del sexto año, durante la primera o segunda semana de vacaciones. De nuevo, dependiendo de quién decida al final que sea el padre, en estos momentos no puedo decirles con certeza.
Ahora, gracias por su paciencia y que comience la función.
Capítulo 2
SENTIR
-Harry- lo engatusó Severus, dirigiéndose hacia el extremo de la cama- Harry, voy a ayudarte a superar esto.....
El joven sacudió la cabeza terminantemente.
-¡No!- protestó, haciendo un gesto de dolor mientras se escurría aún más arriba- No puede.
A pesar de la situación, Snape enarcó una ceja
-Potter, sugiero que dejes de decirme qué es lo que puedo o no puedo hacer y me permitas ayudar. Eso, claro, a menos que planees morir en el parto y dejar a tu bebé sin ti.
Okey, quizás eso no había sido la mejor ocurrencia para decir. A juzgar por el modo en que Harry había palidecido ante sus palabras, Severus no lo dudó ni por un segundo.
Suavizándose lo más posible, suspiró:
-Lo lamento, Harry. Sé que es difícil para ti- el joven rehusó mirarlo a los ojos- Y quizás bastante incómodo.....pero en este momento soy todo lo que tienes- hizo una pausa- E intento que ambos sobrevivan.
El hombre en la cama apenas asintió, permitiendo que Severus le quitara los pantalones y los boxers con magia; luego colocó una sábana limpia sobre él. Le indicó que se enderezara y abriera las piernas y que respirara del mismo modo en que lo hacían las mujeres en las películas muggles. El chico apenas captaba la información que le suministraba el otro hombre. Estaba concentrado, en vez de eso, en el dolor y la humillación de la situación.
Severus, mientras tanto, gentilmente le explicaba a Harry lo que estaba pasando en su cuerpo. Tenía que reconocer que más bien lo estaba explicando para su propio beneficio. Habían pasado más de veinte años desde que estudiara Medicina Mágica y Biología. Estaba tratando de refrescar su mente sobre lo que tenía que hacer.. Miró al joven, para verificar que toda la sangre era la habitual en un embarazo masculino. Ésta era una consecuencia de la formación de un canal de parto temporal. Se obligó a tranquilizarse. Nunca había asistido en un parto, no de una mujer, y definitivamente tampoco de un hombre. Retrocedió hasta colocarse en una posición más cómoda y le informó a Harry que la ubicación y dilatación estaba casi completa.
Tragó fuerte, esto no iba a ser fácil para el salvador del mundo mágico. De hecho, aunque el haber usado encantamientos para ocultar no perjudicaron al padre ni al niño, había provocado que la actual labor de parto fuera más difícil y dolorosa que en un embarazó masculino 'normal'. Claro que, si Harry se había informado en los libros, algo que ya había admitido, debía haber entendido y aceptado esta situación.
Las siguientes horas pasaron insoportablemente lentas para los dos hombres, con Harry gritando y llorando la mayoría del tiempo, aferrándose a la cubrecama con cada contracción, mientras Severus intentaba mantener su calmada y estoica resolución, tranquilizando al joven diciendo que todo iba a salir bien, y el niño iba a nacer por si mismo.
Es innecesario decir que una vez el penoso proceso hubo concluido, y el agudo grito del pequeño perforó el aire, fue imposible determinar cuál de los dos hombres estaba más aliviado. Severus esperó a que Harry se recuperara del alumbramiento antes de entregarle al lloroso bebé. Una leve sonrisa cruzó sus labios mientras observaba a la pegajosa, manchada y roja criatura que se retorcía entre sus brazos frenéticamente, empujando sus rechonchas piernas.
Convocó un paño y una pequeña vasija, y lavó cuidadosamente al bebé de los restos de sangre y desechos, antes de lanzarle un encantamiento de luz para asegurarse que el canal respiratorio estaba limpio, así como el resto de su organismo. Una vez satisfecho al comprobar que el niño estaba limpio y saludable, lo rodeó con un material más cálido, sin importarle que fuera el jersey que se había quitado durante el parto.
Los ojos de obsidiana miraron al joven sobre la cama.
-Felicitaciones, señor Potter- le dijo suavemente- Ella es muy inteligente. Sabe como usar sus pulmones adecuadamente.
Una expresión dolorosa cruzó el rostro de Harry mientras Snape se acercaba, transportando cuidadosamente a la bebé.
-Deténgase- ordenó, girando el rostro- No.....no puedo verla.
Severus arqueó una ceja, mirando a la aún rosada y llorosa niña que se retorcía en sus brazos.
-Honestamente, Potter, todos los bebes son feos cuando nacen- comentó inexpresivo- Le aseguro que luego cambian- entornó los ojos- Aunque no estoy muy seguro si no serán sólo cuentos de las esposas o......
-Profesor Snape- gruñó Harry, sabiendo exactamente lo que intentaba hacer Severus- Deténgase. No quiero ver eso.
-"Ella", Potter- lo corrigió Severus; al darse cuenta que la táctica de distraer la atención del otro con un poco de humor había fracasado, se sintió frustrado-. Su hija, de hecho- se acerco, todavía tendiéndole la llorosa criatura.
El padre de la bebé se alejó, sacudiendo la cabeza:
-No puedo.....lo veré a él. Cada vez que la vea.....siempre será él.
Suspirando, el profesor de pociones bajó la vista al bulto entre sus brazos. Ella tenía una mata de pelo oscuro brotando en lo alto de su cabeza. Esto no le daba pista. Y a menos que cambiara su rostro pronto, el cabello era lo único que la distinguía.. Ante esto, preguntó:
-¿A quién?
Harry sacudió la cabeza mientras lágrimas silenciosas rodaban por sus mejillas. Severus retrocedió, la mini-Potter continuaba retorciéndose y gritando entre sus brazos. Decidiendo que Potter podría ser mas cooperativo luego de pasar algún tiempo a solas, con un poco de suerte durmiendo, se giró y regresó a la cocina. Lo primero que tenía que hacer era preparar algo de leche para bebe y dársela a la pequeña.
Transformó un cojín en una cuna de mimbre, colocando cuidadosamente a la recién nacida en ella. Luego tomó los ingredientes y los mezcló en cantidad suficiente para llenar un tetero. Esta era otra cosa que había aprendido unos veinte años antes. Una vez que la temperatura fue satisfactoria, transformó una taza en un tetero. Alzó a la bebe, la acomodó en el pliegue del codo de su brazo izquierdo y le ofreció el alimento con el derecho.
La niña era, como es natural, bastante quisquillosa. No importa cuanto tratara, Severus Snape no lograba que la pequeña Potter bebiera. Estaba a punto de dejar que pasara hambre, cuando se dio cuenta que ella no debía entender lo que él quería. Presionando nuevamente la tetilla contra los delgados labios, Snape maldijo su monólogo interno, luego maldijo a la mocosa por ser tan testaruda y luego se maldijo nuevamente a si mismo por su estupidez.
Lanzando un largo y sufrido suspiro, se dedicó a arrullar a la bebé en un intento por tranquilizarla aunque fuera por un momento, apenas lo suficiente para que tomara el tetero que agitaba delante de ella. Por supuesto, no sabía hablar de 'cosas de bebé' o nada parecido, así que mejor le contaba sobre las pociones o cualquier tema semejante de los que pacientemente enseñaba a todos los estudiantes de primer año.
Después de unos momentos, su plan empezó a funcionar. Los fuertes lamentos se transformaron en llantos, que a su vez se convirtieron en sollozos atenuados y por fin en leves gemidos. La bebé alzó la vista, en un intento de enfocar el origen de la voz. Otra pequeña sonrisa cruzó los labios de Severus mientras colocaba la tetilla del biberón en la boca de la pequeña, tomando ventaja de su silencio. Para su alivió, la niña succionó al instante, obviamente famélica luego de todos esos condenados gritos.
Inclinó la cabeza a un lado, lo justo para observar cómo bebía, su pequeño puño frotando el pecho de él. La pequeña tenía unos luminosos ojos azules, pero esto era común en los recién nacidos y en su mayoría cambiaban de color en los meses siguientes.
Habría que observarla cuando creciera.
Un momento, ¿por qué tenía tales pensamientos? Esta no era su niña. ¿Y Potter? Lanzó un bufido de burla. Prefirió no pensar en eso.
El delgado y húmedo sonido de la bebé dejando ir la tetilla del biberón sacó a Severus de su ensoñación, y bajo la vista para observar que se había tomado todo el contenido del biberón. Sacudiendo la cabeza ligeramente divertido, levantó a la adormilada criatura hasta su hombro y dio unos golpecitos en su espalda, haciendo que botara los gases para prevenir la acidez, indigestión o cualquier dolencia similar que pudiera afectarla.
Sus esfuerzos fueron recompensados cuando eruptó sobre su hombro antes de sucumbir al sueño.
"Vaya, esto es perfecto" pensó Severus con sarcasmo, regresando la bebé a su cuna y quitándose la camisa. Tranquilamente lanzó un áccio para conseguir otra limpia, así como una vieja túnica. Entonces se sentó a trabajar, cortando mágicamente la túnica en pedazos para luego transformarlos en numerosas piezas para bebé. Se aseguró de crear una cantidad razonable de pañales, aunque internamente planeaba comprar una variedad de pañales muggle a la primera oportunidad que tuviera.
Una vez que hubo terminado, sacó cuidadosamente a la bebé de la cuna, junto con su jersey, teniendo cuidado de no despertarla. La vistió tan rápida y cuidadosamente como le fue posible, asegurándose que estuviera lo bastante abrigada en el trajecito que le había colocado, antes de regresarla a su cuna temporal.
El maestro de pociones bostezó, antes de lanzar una mirada al reloj. No se asombraba de estar exhausto; esto había comenzado a primeras horas de la mañana. Otro bostezo escapó de sus labios mientras tomaba la cuna y se encaminaba hacia su habitación. Una vez allí, colocó la bebé a un lado, y se hundió en su cama, saboreando la suavidad de las cobijas y la almohada. Iba a dormir por unos minutos
~*~
El sonido de un lloriqueo se introdujo en los sueños de Severus, regresándolo a la realidad de la vida. Abrió los ojos con cansancio, tratando de identificar qué era el sonido exactamente y de dónde venía. El sonido era increíblemente similar al llanto de un bebé, pero eso era imposible considerando que no había ningún bebé en su vida, en especial en su mansión familiar......
Entonces el recuerdo de los eventos ocurridos el día anterior impactó contra él, haciendo que saltara de su cama y caminara hacia la cuna. Allí estaba, la pequeña Potter, agitando los brazos y su rosado rostro dando vueltas mientras sus gritos iban en aumento. La levantó, notando de inmediato que necesitaba ser cambiada y probablemente comer una vez más.
Lanzó una mirada al reloj mientras llevaba a la bebé a la cocina, donde había dejado todos los suministros. Apenas había conseguido tres horas de sueño y ahora el sol empezaba a aparecer sobre el horizonte, iluminando la mansión con una especie de resplandor etéreo.
Colocando la formula sobre la estufa para calentarla, llevó a la pequeña a la sala, negándose a cambiarle el pañal en la mesa de la cocina. Cuidadosamente se sentó en el piso, extendiendo ante él una vieja manta que había tomado antes de bajar las escaleras. Coloco la criatura que seguía gritando y procedió a quitarle el pañal manchado, cambiándolo por uno limpio y vistiéndola de nuevo. Desechó el pañal sucio, decidiendo con más fuerza comprar los pañales desechables muggles.
Suspirando una vez que hubo terminado se levantó, abrazando contra su pecho a la ahora limpia y seca bebé. Regresó a la cocina, probando la temperatura de la fórmula y ofreciéndosela a la pequeña, orando porque esta vez la tomara sin pelear. A juzgar por sus intermitentes chillidos, dudó de que eso fuera posible.
Al menos, pensaba para si mismo mientras utilizaba la misma táctica de la noche anterior, cuando terminara esta terrible experiencia, la pequeña Potter sabría más sobre pociones que el mismo Potter.
~*~
Harry abrió los ojos atontado mientras la luz del sol lo golpeaba en el rostro. Después de uno o dos momentos de no sentir la presión del bebé sobre la vejiga, o sus patadas, entró en pánico. Entonces el recuerdo de la noche anterior invadió sus sentidos y cerró los ojos, deseando que lo que acababa de pasar fuera sólo una pesadilla, esperando contra toda esperanza que al abrir los ojos se encontrara en su cama de Hogwarts, terminando su sexto año.
Por supuesto, cuando abrió los ojos, éste no era el caso
En lugar de eso estaba acostado en una cama en casa de Snape, las sábanas y la parte baja de su cuerpo manchados con su propia sangre. Se obligó a levantarse, dirigirse al baño y prepararse una ducha caliente, estremeciéndose ante el dolor cada vez más frecuente. Después de meses de transportar al bebé en su interior, se sentía repentinamente estéril, y su canal de nacimiento temporal se estaba cerrado nuevamente, lo cual era la fuente de la mayor parte del dolor.
Una vez bañado y vestido, abrió la puerta del baño, sólo para encontrarse frente a frente con su maestro de pociones.
-Harry- el hombre lo saludó en un tono de voz entre serio y compasivo-. Creo que necesitamos hablar.
CONTINUARA.......
Nota de las Traductoras: Hola a todos. Esperamos que les siga gustando el fin. Queremos informarles que, siempre que causas ajenas no nos lo impidan, actualizaremos la traducción todos los viernes. Gracias por seguir leyendo.
Snivelly: : No te preocupes, pronto sabrás de quien es el niño. Nos alegra que te haya gustado el capítulo.
Launigsiae: Gracias de parte de la escritora y de las traductoras lol
Isis Lucciano: No sabemos, será que a las escritoras les gustan los niños. No te preocupes por el parto, mira que lo peor viene después y sino fíjate en los apuros que pasó el pobre Severus en este capítulo.
Sabry: Que bueno que te guste. En este capítulo está la respuesta (bueno, más o menos lol) a tu pregunta
Nabiki: Al menos te dio curiosidad. Sigue leyendo, verás que te gusta. Gracias por lo de la redacción.
Claw: Tú eres de las mías (habla Ali) yo también amo a Severus. Espero que te siga gustando.
Alym: Que bueno que te emocionaras. Esperamos que nuestra traducción cumpla tus expectativas. La historia original lleva 14 capítulos y está a punto de terminar. Gracias por tus comentarios y no te preocupes, no pensamos bajar la calidad de la traducción.
Integrachan: Nos alegra que te guste la historia. Muy pronto sabrás quien es el padre, paciencia (incluye sonrisa maquiavélica)
Txiri: Pues aún no te podemos decir de quien es el niño (es que somos muuu malas), pero pronto lo sabrás. Gracias por escribir.
Nynia: Ojalá y te siga gustando la historia y sobre quien es el padre, muy pronto lo sabrás.
Yuee: Le daremos tus felicitaciones a la escritora y como podrás ver en la nota de traducción, esperamos poder actualizar todos los viernes. Gracias por leerlo.
Calipso: Esperamos que aún te queden uñas, aunque todavía persiste la intriga de quien es el padre, y no lo vamos a decir (¿verdad que somos malas?) Pero no te preocupes, pronto.....pronto.....
Besos a todas y nos vemos la semana que viene.
Autora: Cha-Cha-Chica
Traducción: Alima
Advertencia: NO SIGAS LEYENDO A MENOS QUE PUEDAS TOLERAR EL SLASH Y MPREG
Oye, ahí, si todavía sigues por aquí, bienvenido a mi fic.
Disclaimer: Sí, todo es mío....Alan Rickman es mi esclavo de amor y Jasón Isaacs es mi juguete favorito. lol. Sinceramente, si fuera dueña de algo ¿estaría haciendo esto por diversión y no por dinero? Creo que no.
N/A: La mayoría me ha preguntado sobre quien es el otro padre. Lo descubrirán en un capítulo o dos. En estos momentos me estoy debatiendo sobre cómo responder a eso. Tengo varias maneras diferentes para escribirlo.....pero, en fin, sólo puedo escoger una. Veremos cuál es la que los personajes eligen. Todo lo que puedo decirles es que no voy a jugar con ustedes a adivinen quien es el padre. El argumento va a girar en torno al presente y no alrededor del pasado (aunque habrá algún que otro flashback lol)
Alguien me preguntó cuándo fue concebido el bebé. Pienso que hacia el final del sexto año, durante la primera o segunda semana de vacaciones. De nuevo, dependiendo de quién decida al final que sea el padre, en estos momentos no puedo decirles con certeza.
Ahora, gracias por su paciencia y que comience la función.
Capítulo 2
SENTIR
-Harry- lo engatusó Severus, dirigiéndose hacia el extremo de la cama- Harry, voy a ayudarte a superar esto.....
El joven sacudió la cabeza terminantemente.
-¡No!- protestó, haciendo un gesto de dolor mientras se escurría aún más arriba- No puede.
A pesar de la situación, Snape enarcó una ceja
-Potter, sugiero que dejes de decirme qué es lo que puedo o no puedo hacer y me permitas ayudar. Eso, claro, a menos que planees morir en el parto y dejar a tu bebé sin ti.
Okey, quizás eso no había sido la mejor ocurrencia para decir. A juzgar por el modo en que Harry había palidecido ante sus palabras, Severus no lo dudó ni por un segundo.
Suavizándose lo más posible, suspiró:
-Lo lamento, Harry. Sé que es difícil para ti- el joven rehusó mirarlo a los ojos- Y quizás bastante incómodo.....pero en este momento soy todo lo que tienes- hizo una pausa- E intento que ambos sobrevivan.
El hombre en la cama apenas asintió, permitiendo que Severus le quitara los pantalones y los boxers con magia; luego colocó una sábana limpia sobre él. Le indicó que se enderezara y abriera las piernas y que respirara del mismo modo en que lo hacían las mujeres en las películas muggles. El chico apenas captaba la información que le suministraba el otro hombre. Estaba concentrado, en vez de eso, en el dolor y la humillación de la situación.
Severus, mientras tanto, gentilmente le explicaba a Harry lo que estaba pasando en su cuerpo. Tenía que reconocer que más bien lo estaba explicando para su propio beneficio. Habían pasado más de veinte años desde que estudiara Medicina Mágica y Biología. Estaba tratando de refrescar su mente sobre lo que tenía que hacer.. Miró al joven, para verificar que toda la sangre era la habitual en un embarazo masculino. Ésta era una consecuencia de la formación de un canal de parto temporal. Se obligó a tranquilizarse. Nunca había asistido en un parto, no de una mujer, y definitivamente tampoco de un hombre. Retrocedió hasta colocarse en una posición más cómoda y le informó a Harry que la ubicación y dilatación estaba casi completa.
Tragó fuerte, esto no iba a ser fácil para el salvador del mundo mágico. De hecho, aunque el haber usado encantamientos para ocultar no perjudicaron al padre ni al niño, había provocado que la actual labor de parto fuera más difícil y dolorosa que en un embarazó masculino 'normal'. Claro que, si Harry se había informado en los libros, algo que ya había admitido, debía haber entendido y aceptado esta situación.
Las siguientes horas pasaron insoportablemente lentas para los dos hombres, con Harry gritando y llorando la mayoría del tiempo, aferrándose a la cubrecama con cada contracción, mientras Severus intentaba mantener su calmada y estoica resolución, tranquilizando al joven diciendo que todo iba a salir bien, y el niño iba a nacer por si mismo.
Es innecesario decir que una vez el penoso proceso hubo concluido, y el agudo grito del pequeño perforó el aire, fue imposible determinar cuál de los dos hombres estaba más aliviado. Severus esperó a que Harry se recuperara del alumbramiento antes de entregarle al lloroso bebé. Una leve sonrisa cruzó sus labios mientras observaba a la pegajosa, manchada y roja criatura que se retorcía entre sus brazos frenéticamente, empujando sus rechonchas piernas.
Convocó un paño y una pequeña vasija, y lavó cuidadosamente al bebé de los restos de sangre y desechos, antes de lanzarle un encantamiento de luz para asegurarse que el canal respiratorio estaba limpio, así como el resto de su organismo. Una vez satisfecho al comprobar que el niño estaba limpio y saludable, lo rodeó con un material más cálido, sin importarle que fuera el jersey que se había quitado durante el parto.
Los ojos de obsidiana miraron al joven sobre la cama.
-Felicitaciones, señor Potter- le dijo suavemente- Ella es muy inteligente. Sabe como usar sus pulmones adecuadamente.
Una expresión dolorosa cruzó el rostro de Harry mientras Snape se acercaba, transportando cuidadosamente a la bebé.
-Deténgase- ordenó, girando el rostro- No.....no puedo verla.
Severus arqueó una ceja, mirando a la aún rosada y llorosa niña que se retorcía en sus brazos.
-Honestamente, Potter, todos los bebes son feos cuando nacen- comentó inexpresivo- Le aseguro que luego cambian- entornó los ojos- Aunque no estoy muy seguro si no serán sólo cuentos de las esposas o......
-Profesor Snape- gruñó Harry, sabiendo exactamente lo que intentaba hacer Severus- Deténgase. No quiero ver eso.
-"Ella", Potter- lo corrigió Severus; al darse cuenta que la táctica de distraer la atención del otro con un poco de humor había fracasado, se sintió frustrado-. Su hija, de hecho- se acerco, todavía tendiéndole la llorosa criatura.
El padre de la bebé se alejó, sacudiendo la cabeza:
-No puedo.....lo veré a él. Cada vez que la vea.....siempre será él.
Suspirando, el profesor de pociones bajó la vista al bulto entre sus brazos. Ella tenía una mata de pelo oscuro brotando en lo alto de su cabeza. Esto no le daba pista. Y a menos que cambiara su rostro pronto, el cabello era lo único que la distinguía.. Ante esto, preguntó:
-¿A quién?
Harry sacudió la cabeza mientras lágrimas silenciosas rodaban por sus mejillas. Severus retrocedió, la mini-Potter continuaba retorciéndose y gritando entre sus brazos. Decidiendo que Potter podría ser mas cooperativo luego de pasar algún tiempo a solas, con un poco de suerte durmiendo, se giró y regresó a la cocina. Lo primero que tenía que hacer era preparar algo de leche para bebe y dársela a la pequeña.
Transformó un cojín en una cuna de mimbre, colocando cuidadosamente a la recién nacida en ella. Luego tomó los ingredientes y los mezcló en cantidad suficiente para llenar un tetero. Esta era otra cosa que había aprendido unos veinte años antes. Una vez que la temperatura fue satisfactoria, transformó una taza en un tetero. Alzó a la bebe, la acomodó en el pliegue del codo de su brazo izquierdo y le ofreció el alimento con el derecho.
La niña era, como es natural, bastante quisquillosa. No importa cuanto tratara, Severus Snape no lograba que la pequeña Potter bebiera. Estaba a punto de dejar que pasara hambre, cuando se dio cuenta que ella no debía entender lo que él quería. Presionando nuevamente la tetilla contra los delgados labios, Snape maldijo su monólogo interno, luego maldijo a la mocosa por ser tan testaruda y luego se maldijo nuevamente a si mismo por su estupidez.
Lanzando un largo y sufrido suspiro, se dedicó a arrullar a la bebé en un intento por tranquilizarla aunque fuera por un momento, apenas lo suficiente para que tomara el tetero que agitaba delante de ella. Por supuesto, no sabía hablar de 'cosas de bebé' o nada parecido, así que mejor le contaba sobre las pociones o cualquier tema semejante de los que pacientemente enseñaba a todos los estudiantes de primer año.
Después de unos momentos, su plan empezó a funcionar. Los fuertes lamentos se transformaron en llantos, que a su vez se convirtieron en sollozos atenuados y por fin en leves gemidos. La bebé alzó la vista, en un intento de enfocar el origen de la voz. Otra pequeña sonrisa cruzó los labios de Severus mientras colocaba la tetilla del biberón en la boca de la pequeña, tomando ventaja de su silencio. Para su alivió, la niña succionó al instante, obviamente famélica luego de todos esos condenados gritos.
Inclinó la cabeza a un lado, lo justo para observar cómo bebía, su pequeño puño frotando el pecho de él. La pequeña tenía unos luminosos ojos azules, pero esto era común en los recién nacidos y en su mayoría cambiaban de color en los meses siguientes.
Habría que observarla cuando creciera.
Un momento, ¿por qué tenía tales pensamientos? Esta no era su niña. ¿Y Potter? Lanzó un bufido de burla. Prefirió no pensar en eso.
El delgado y húmedo sonido de la bebé dejando ir la tetilla del biberón sacó a Severus de su ensoñación, y bajo la vista para observar que se había tomado todo el contenido del biberón. Sacudiendo la cabeza ligeramente divertido, levantó a la adormilada criatura hasta su hombro y dio unos golpecitos en su espalda, haciendo que botara los gases para prevenir la acidez, indigestión o cualquier dolencia similar que pudiera afectarla.
Sus esfuerzos fueron recompensados cuando eruptó sobre su hombro antes de sucumbir al sueño.
"Vaya, esto es perfecto" pensó Severus con sarcasmo, regresando la bebé a su cuna y quitándose la camisa. Tranquilamente lanzó un áccio para conseguir otra limpia, así como una vieja túnica. Entonces se sentó a trabajar, cortando mágicamente la túnica en pedazos para luego transformarlos en numerosas piezas para bebé. Se aseguró de crear una cantidad razonable de pañales, aunque internamente planeaba comprar una variedad de pañales muggle a la primera oportunidad que tuviera.
Una vez que hubo terminado, sacó cuidadosamente a la bebé de la cuna, junto con su jersey, teniendo cuidado de no despertarla. La vistió tan rápida y cuidadosamente como le fue posible, asegurándose que estuviera lo bastante abrigada en el trajecito que le había colocado, antes de regresarla a su cuna temporal.
El maestro de pociones bostezó, antes de lanzar una mirada al reloj. No se asombraba de estar exhausto; esto había comenzado a primeras horas de la mañana. Otro bostezo escapó de sus labios mientras tomaba la cuna y se encaminaba hacia su habitación. Una vez allí, colocó la bebé a un lado, y se hundió en su cama, saboreando la suavidad de las cobijas y la almohada. Iba a dormir por unos minutos
~*~
El sonido de un lloriqueo se introdujo en los sueños de Severus, regresándolo a la realidad de la vida. Abrió los ojos con cansancio, tratando de identificar qué era el sonido exactamente y de dónde venía. El sonido era increíblemente similar al llanto de un bebé, pero eso era imposible considerando que no había ningún bebé en su vida, en especial en su mansión familiar......
Entonces el recuerdo de los eventos ocurridos el día anterior impactó contra él, haciendo que saltara de su cama y caminara hacia la cuna. Allí estaba, la pequeña Potter, agitando los brazos y su rosado rostro dando vueltas mientras sus gritos iban en aumento. La levantó, notando de inmediato que necesitaba ser cambiada y probablemente comer una vez más.
Lanzó una mirada al reloj mientras llevaba a la bebé a la cocina, donde había dejado todos los suministros. Apenas había conseguido tres horas de sueño y ahora el sol empezaba a aparecer sobre el horizonte, iluminando la mansión con una especie de resplandor etéreo.
Colocando la formula sobre la estufa para calentarla, llevó a la pequeña a la sala, negándose a cambiarle el pañal en la mesa de la cocina. Cuidadosamente se sentó en el piso, extendiendo ante él una vieja manta que había tomado antes de bajar las escaleras. Coloco la criatura que seguía gritando y procedió a quitarle el pañal manchado, cambiándolo por uno limpio y vistiéndola de nuevo. Desechó el pañal sucio, decidiendo con más fuerza comprar los pañales desechables muggles.
Suspirando una vez que hubo terminado se levantó, abrazando contra su pecho a la ahora limpia y seca bebé. Regresó a la cocina, probando la temperatura de la fórmula y ofreciéndosela a la pequeña, orando porque esta vez la tomara sin pelear. A juzgar por sus intermitentes chillidos, dudó de que eso fuera posible.
Al menos, pensaba para si mismo mientras utilizaba la misma táctica de la noche anterior, cuando terminara esta terrible experiencia, la pequeña Potter sabría más sobre pociones que el mismo Potter.
~*~
Harry abrió los ojos atontado mientras la luz del sol lo golpeaba en el rostro. Después de uno o dos momentos de no sentir la presión del bebé sobre la vejiga, o sus patadas, entró en pánico. Entonces el recuerdo de la noche anterior invadió sus sentidos y cerró los ojos, deseando que lo que acababa de pasar fuera sólo una pesadilla, esperando contra toda esperanza que al abrir los ojos se encontrara en su cama de Hogwarts, terminando su sexto año.
Por supuesto, cuando abrió los ojos, éste no era el caso
En lugar de eso estaba acostado en una cama en casa de Snape, las sábanas y la parte baja de su cuerpo manchados con su propia sangre. Se obligó a levantarse, dirigirse al baño y prepararse una ducha caliente, estremeciéndose ante el dolor cada vez más frecuente. Después de meses de transportar al bebé en su interior, se sentía repentinamente estéril, y su canal de nacimiento temporal se estaba cerrado nuevamente, lo cual era la fuente de la mayor parte del dolor.
Una vez bañado y vestido, abrió la puerta del baño, sólo para encontrarse frente a frente con su maestro de pociones.
-Harry- el hombre lo saludó en un tono de voz entre serio y compasivo-. Creo que necesitamos hablar.
CONTINUARA.......
Nota de las Traductoras: Hola a todos. Esperamos que les siga gustando el fin. Queremos informarles que, siempre que causas ajenas no nos lo impidan, actualizaremos la traducción todos los viernes. Gracias por seguir leyendo.
Snivelly: : No te preocupes, pronto sabrás de quien es el niño. Nos alegra que te haya gustado el capítulo.
Launigsiae: Gracias de parte de la escritora y de las traductoras lol
Isis Lucciano: No sabemos, será que a las escritoras les gustan los niños. No te preocupes por el parto, mira que lo peor viene después y sino fíjate en los apuros que pasó el pobre Severus en este capítulo.
Sabry: Que bueno que te guste. En este capítulo está la respuesta (bueno, más o menos lol) a tu pregunta
Nabiki: Al menos te dio curiosidad. Sigue leyendo, verás que te gusta. Gracias por lo de la redacción.
Claw: Tú eres de las mías (habla Ali) yo también amo a Severus. Espero que te siga gustando.
Alym: Que bueno que te emocionaras. Esperamos que nuestra traducción cumpla tus expectativas. La historia original lleva 14 capítulos y está a punto de terminar. Gracias por tus comentarios y no te preocupes, no pensamos bajar la calidad de la traducción.
Integrachan: Nos alegra que te guste la historia. Muy pronto sabrás quien es el padre, paciencia (incluye sonrisa maquiavélica)
Txiri: Pues aún no te podemos decir de quien es el niño (es que somos muuu malas), pero pronto lo sabrás. Gracias por escribir.
Nynia: Ojalá y te siga gustando la historia y sobre quien es el padre, muy pronto lo sabrás.
Yuee: Le daremos tus felicitaciones a la escritora y como podrás ver en la nota de traducción, esperamos poder actualizar todos los viernes. Gracias por leerlo.
Calipso: Esperamos que aún te queden uñas, aunque todavía persiste la intriga de quien es el padre, y no lo vamos a decir (¿verdad que somos malas?) Pero no te preocupes, pronto.....pronto.....
Besos a todas y nos vemos la semana que viene.
