Antes de empezar quiero agradecer a Relley-Chan por dejarme un review, el
primero y el único pero es entendible ya que apenas llevo un capítulo y
todavía no salen los elfos, pero espero que pronto tenga más reviwes y si
de plano no les gusta mi fic dejaré de escribirlo y no vayan a creer que me
sentiré ofendida, para nada, solamente quiero opiniones sale?? Muchas
gracias Relley-Chan!

Capítulo 2

Fania y Aranza caminaron tanto hasta que se perdieron en el horizonte, una
gran parte de la noche la pasaron caminando a paso veloz, tal vez pensaban
que sus padres iban a despertar y saldrían a buscarlas cosa que era algo
imposible porque ellas ya se encontraban muy lejos de las tierras de Hyrule
pero aún así querían prevenir.
Estaban exhaustas, no podían caminar más, el frío era insoportable y sus
pies no podían dar ni un paso más.
"Ya no puedo más, tenemos que descansar, cada vez está más oscuro y la
verdad yo tengo mucho miedo, deberíamos de buscar un lugar y dormir hasta
el amanecer, no crees" dijo Aranza tirando a un lado su mochila donde
llevaba las pocas pertenencias que tenía. Fania estaba de acuerdo con ella,
miró alrededor y vio una pequeña cueva debajo de un enorme árbol.
"mira, podremos descansar ahí" dijo Fania señalando la cueva "ven, no
podemos arriesgarnos a que alguien nos vea"
"Fania, de verdad que andas paranoica, quién va a vernos en este lugar si
estamos en medio de la nada? O acaso crees que nuestros padres podrán
llegar hasta acá y dar con nosotras?" comentó en forma de sarcasmo y burla
al ver el comportamiento de su prima.
"no me refiero a eso, qué tal y si algún animal extraño nos ve entrar a
esta cueva y quiere cenarnos eh?, ven vamos que tengo demasiado frío"
Aranza cogió su mochila y caminó veloz detrás de Fania y entraron a la
cueva. Era una cueva pequeña, era suficiente para las dos, no había signos
de que fuera la madriguera de algún animal así que se acomodaron, se
taparon y cayeron dormidas en menos de cinco minutos. Fania tenía un sueño
tranquilo, estaba feliz porque iba a vivir su aventura, soñaba que visitaba
muchos lugares, que conocía a nueva gente de todas las razas que existieran
en la Tierra Media, una sonrisa se dibujaba en el rostro dormido de Fania
hasta que sintió unas pequeñas patadas en su espalda y escuchaba unos
susurros.."no, Milo, no me dejes, quédate conmigo.yo te amaba, porque me
hiciste eso.." Fania agudizó su oído y volteó a ver a su prima que estaba
moviéndose inquieta y lloraba dormida, se acercó a ella y le habló al oído,
no quería despertarla."Aranza.tranquilízate, es sólo una pesadilla, yo
estoy contigo prima, no llores" Fania le acarició el rostro y Aranza se
calmó, dejó de moverse y de susurrar el hombre de "Milo".
A la mañana siguiente Fania despertó y al voltear, Aranza no estaba con
ella, no estaba en la cueva, se asustó mucho y se levantó como si le
hubiera pegado un rayo salió de la cueva y divisó a Aranza cerca de allí
con un jarrito mediano de barro en sus manos.
"Aranza, me diste un susto al no encontrarte en la cueva, te juro que pensé
por un momento que te habías arrepentido y volvías a Hyrule". Aranza la
miró y sonrió abiertamente "cómo crees eso Fania? Yo decidí acompañarte y
no me voy a arrepentir ahora, solamente que desperté más temprano y decidí
dar una vuelta por los alrededores ya que en la noche no se veía nada y oh
sorpresa! Encontré un pequeño arroyo muy cerca de aquí, así que vine por el
jarrito y lo llené de agua, así podremos desayunar sin que se nos atore la
comida" Fania rió por el comentario de su prima y estaba muy contenta
porque Aranza estuviera ahí, ella sola se hubiera muerto del aburrimiento y
no podría compartir con nadie sus hazañas.
Desayunaron tranquilas, la mañana era hermosa y los cantos de los pájaros
se oían alrededor, nunca habían sentido tanta paz en su corazón. Al
terminar recogieron sus pertenencias y siguieron su camino hacia el sur.
Llegó un momento en el que ya no había árboles ni el clima era húmedo y
fresco, ahora era seco, caluroso, no había nada alrededor mas que montañas,
caminaron montaña arriba por horas hasta que el ocaso se vio en el
horizonte.
"es inútil, está empezando a oscurecer y no hemos visto ni rastro de vida
en ningún lugar, absolutamente nada!" gritó Fania desconcertada sentándose
en una roca que estaba cerca.
"yo no diría eso primita, mira" la voz de Aranza era de emoción y señaló a
lo lejos un pequeño pueblo que estaba cuesta abajo de la montaña. Fania se
emocionó tomó sus cosas y se fue corriendo dejando a Aranza sorprendida por
su reacción así que mejor decidió ir corriendo detrás de ella.
Llegaron a un pequeño pueblo que se llamaba Gerudo Valley, era pequeño, un
poco más pequeño que Hyrle donde ellas vivían y buscaron un lugar en dónde
dormir. Encontraron una posada que se llamaba Poney's House y entraron,
solamente había hombres, ninguna mujer estaba cerca, se acercaron a una
barra que había cerca y hablaron con el señor que estaba ahí.
"disculpe señor, tendrá habitaciones disponibles para nosotras?" preguntó
Aranza cortésmente.
"claro que sí linda, tenemos para toda clase personas y justamente una
disponible para ustedes, esperen un momento" el señor se fue y al regresar
le entregó a Aranza una llave, "es la habitación 20 que está en el segundo
piso, vayan y dejen sus cosas cuando terminen regresen y les daré algo de
cenar"
"gracias, es usted muy amable señor" dijo Fania sonriéndole cálidamente.
Subieron, dejaron las pocas pertenencias que llevaban con ellas y bajaron a
cenar como les había dicho el señor. Al llegar vieron que unos hombres
estaban peleándose a puños y patadas, y unos señores trataban de
separarlos, ellas pasaron de lado y se sentaron en la barra con el señor.
"ustedes perdonen este incidente, pasa muy seguido por estos lugares" dijo
el señor entregándole a las primas dos platos con una sopa deliciosa y
carne exquisita.
"pero porqué se peleaban?" preguntó Fania
"por una apuesta, linda" dijo el señor "aquí normalmente vienen los hombres
a jugar a las cartas, apuestan y el que pierde no puede paga y esta vez
apostaron algo imposible"
"algo imposible? Como qué?" preguntó interesada Fania
"Fania, no debes hacer tantas preguntas y menos de algo que no te incumbe"
Aranza le dijo dándole un pequeño codazo a su prima. El señor rió.
"no te preocupes preciosa, deja que tu prima pregunte lo que quiera y sí,
apostaron algo imposible, este hombre que ves ahí sentado con el labio
partido le apostó al otro que está en la esquina, una jarra llena del agua
milagrosa que se encuentra en el lago Hillian a muchos kilómetros de aquí,
dicen que esa agua puede hacer que tengas vida eterna" concluyó el señor.
"vida eterna?" preguntó Fania "cómo puede el agua darte vida eterna?"
"linda, esa agua no es agua común y corriente, es agua milagrosa que está
en ese lago Hillian dentro de la gruta de Gäspe, no cualquier persona puede
sacar el agua de esa gruta, se dice que una poderosa hechicera la cuida y
espanta a todos aquellos que osan a penetrar en la gruta, este hombre tiene
suerte de regresar con vida, muchos que van en busca de esa agua casi nunca
regresan, se pierden y jamás vuelves a saber de ellos".
"realmente existe ese lugar? Existe esa agua milagrosa?" preguntó Aranza
que ya se había interesado en el tema.
"oh claro que sí pequeña, existe, pero también dicen que no cualquiera
puede usar esa agua, muchos hombres han perecido, los que de verdad han
podido obtenerla, porque uno no debe tomar el agua milagrosa a menos que lo
necesiten, ustedes saben como somos los hombres, por deseo, avaricia o el
gusto de tener vida eterna van y la buscan, pero como no lo necesitan han
muerto, son demasiado pocos los que han tomado de esa agua"
"o sea que esa agua te hace inmortal y sólo pueden obtenerla los que
realmente la necesitan?" preguntó Fania.
"bueno, no precisamente inmortal, te da vida eterna pero si te llegas a
caer al vacío o alguien con una espada atraviesa tu cuerpo, mueres, no te
hace inmortal como los vampiros, pero te da mucha vida"
"eso es absurdo, o sea, te da vida eterna pero no te hace inmortal, en
cualquier momento puedes morir, para mi que eso es puro cuento" replicó
Fania.
"yo no diría eso si fuera tú pequeña, esa agua existe" dijo el señor
"bueno si usted dice" concluyó Fania.
"y ustedes señoritas, hacia dónde se dirigen?" preguntó el señor.
"a ningún lugar fijo señor, vamos viajando por el mundo a ver qué nos
depara el destino" dijo Fania.
"mmmm.algo muy arriesgado para dos hermosas jovencitas como ustedes" las
miró extrañado el señor.
"ese ha sido mi sueño desde que soy muy niña, señor" dijo Fania.
"y me parece bien que quieras cumplir tu sueño hermosa dama, pero es
peligroso que vayan solas, cómo se transportan?" preguntó el señor.
"caminamos" contestó Aranza.
"caminando?" las chicas asintieron mientras el señor se quedó pensativo un
rato hasta que volvió a hablar "bien, vayan a descansar y mañana espero
verlas a primera hora aquí mismo para que desayunen y darles un pequeño
obsequio" dijo el señor sonriendo "y no se preocupen por pagarme su
estancia aquí, la casa cubrirá todos los gastos" les guiñó un ojo a las
chicas.
"señor, no podemos dejar que usted haga eso por nosotras" comentó Aranza.
"preciosa, soy el dueño de esta posada y claro que pueden dejarme hacer
esto así que no tienen alternativa".
"muchísimas gracias, señor..por cierto cual es su nombre?" preguntó Aranza.
"me llamo Morris Long"
"gracias señor Long" sonrió Fania.
Las primas se levantaron y se dirigieron a su habitación para descansar ya
que temprano partirían de nuevo a su viaje. Se cambiaron de ropa y cuando
se acostaron cada una en su cama Fania preguntó a Aranza:
"Aranza..no quise mencionarlo todo el día porque pensé que me comentarías
al respecto pero..en la madrugada cuando dormíamos en la cueva nombraste a
Milo en tus sueños" Aranza volteó a ver a Fania "todavía no puedes
olvidarlo?". Aranza dio un suspiro y miró a Fania.
"he luchado contra viento y marea para poder sacarlo de mi mente y mi
corazón, pero ha sido algo muy difícil porque fue el primer hombre al que
le entregué mi amor y mi cuerpo, y es muy doloroso el haberme enterado que
Milo solamente me quería para tener sexo conmigo y cuando lo consiguió me
dejó botada como si yo fuera una prenda sucia que se usó y luego se tira,
me vio la cara de estúpida y no te imaginas cuánto lo amaba" la voz de
Aranza al contar esto era en casi un hilo de voz porque tenía ganas de
llorar.
"Aranza, ese tipo es un imbécil, hace ya tiempo que pasó eso, porqué sigues
pensando en él?! No vale la pena, ahora estamos muy lejos y tienes que
olvidarlo, disfruta lo que estamos haciendo...hazlo por mi que te quiero
demasiado" Fania se levantó de su cama y se acercó a su prima.
"gracias Fania, te prometo que lo haré, lo haré por ti y porque quiero
disfrutar plenamente de lo que estamos haciendo, de verdad te lo prometo"
Fania secó las lágrimas de Aranza con la manga de su pijama y se abrazaron.
"cuentas conmigo siempre Aranza, siempre". Se miraron y se sonrieron
mutuamente hasta que el sueño las venció y se quedaron dormidas.
El canto de un gallo se oía por la ventana del cuarto de Fania y Aranza.
Aranza dio un gran bostezo y se fijó que el cielo se iba poniendo más
claro, señal de que en pocos minutos estaría amaneciendo. Se levantó y vio
a Fania durmiendo plácidamente en su cama, no quiso despertarla así que se
metió al baño para tomar una ducha. Al estarse bañando recordó la noche
anterior en donde Fania la reconfortaba y la consolaba porque lloraba por
Milo, su prima tenía razón, no valía la pena llorar por un hombre como
Milo, bueno si es que se le puede llamar "hombre", mas bien era un
pervertido que solamente se fijó en su trasero y en todo su cuerpo como
muchos hombres de Hyrule lo habían hecho, Aranza sabía que era una chica
hermosa bien proporcionada en su cuerpo al igual que Fania, pero ella se
juró que no volvería a enamorarse a menos que valiera la pena y se
enamoraría de un hombre que mereciera su amor e incluso sus lágrimas.
Salió de la ducha y volvió a ver a Fania dormida, se hacía tarde y todavía
tenían que encontrarse con el señor Long ya que él las había citado a
primera hora. Aranza se acercó a la cama de Fania.
"Fania, despierta dormilona, es hora de levantarse, tenemos que ir a ver al
señor Long" Aranza zarandeó a su prima para que despertara ya que Fania
tiene un sueño muy pesado. Pronto Fania abrió débilmente sus ojos y vio a
Aranza.
"mmññsss qué? Qué dijiste Aranza?" preguntó adormilada.
"qué es hora de que te levantes y bañes, tenemos que irnos" Fania se
levantó y se bañó. Al salir las dos recogieron sus pertenencias y bajaron a
desayunar justo a tiempo y se encontraron con el señor Long en la barra.
"ahhh muy buenos días mis hermosas damitas, durmieron bien?" preguntó el
sr. Long.
"excelentemente sr. Long" contestó Fania con una gran sonrisa.
"me alegro mucho, ahora traeré su desayuno" el señor Long fue a la cocina y
trajo consigo dos charolas llenas de pan, frutas, leche, jugo y unos
emparedados que se veían deliciosos "aquí está su desayuno y deben comerlo
todo ya que su viaje será muy largo"
Las chicas no despreciaron tal manjar, sabía delicioso, terminaron de
comerlo todo. El señor Long sonrió satisfecho al ver que a las dos les
había gustado el desayuno que él mismo preparó especialmente para ellas.
Cuando terminaron les pidió que lo acompañaran a fuera con sus cosas y así
lo hicieron. Entraron a un pequeño establo que estaba detrás de Poney's
House y el señor Long se acercó a ellas con dos caballos hermosos, uno era
negro totalmente y el otro era café.
"estos son Artax y Rian, las llevarán a donde ustedes ordenen" le entregó
las riendas a Fania.
"pero, nos está regalando sus caballos?" preguntó Aranza asombrada
"así es señorita, les regalo mis caballos más fieles, es mi regalo para
ustedes, por favor tómenlos, así no se cansarán tanto en su viaje"
"señor Long, no sabemos cómo pagárselo es usted tan bondadoso con nosotras"
dijo Aranza.
"no tienen nada que agradecer, yo soy el que debe agradecerles por haberme
llenado de dicha con su visita, que mis señores del cielo las proteja,
ahora váyanse, vayan hacia el este, estoy seguro que ahí encontrarán cosas
muy interesantes si es que andan buscando aventuras, adios mis pequeñas,
adiós".
Aranza y Fania montaron a Artax y Rian respectivamente y cabalgaron hacia
el este como les había recomendado el señor Long.

N/A: tadaaaa!!! Otro capi, más, se aceptan todo tipo de comentarios, muchas
gracias!!