Hola!!! De nuevo estoy aquí dando lata jejeje y gracias otra vez Relley-
Chan por tu review, pero sabes una cosa? No sé como quitarle eso para que
me lleguen más mensajes, a ver si tú puedes asesorarme y decirme cómo
porque la verdad yo no sé nada de nada, perdona mi ignorancia y gracias por
decir que mi fic está bueno jejeje. Bye!
Aranza y Fania cabalgaron hacia el este como les había dicho el señor Long, además les regaló algo más de comida y agua para el viaje. Cabalgaron por dos días, descansando en las noches y les daban de comer a los caballos hasta que de repente cerca de ahí se escuchó un ruido espantoso como si alguien gritara.
"qué fue eso?" preguntó asustada Aranza. "no sé, pero el sonido vino por esos árboles, vamos a investigar?" preguntó Fania mirando a Aranza. "pues vamos, aunque no sabemos que hay dentro de ese bosque ni siquiera estamos armadas" comentó Aranza. "solamente echaremos un vistazo" dijo Fania. Cabalgaron en silencio y se adentraron en el bosque que se veía oscuro y tétrico, el aire era demasiado fresco y húmedo y había olor a agua estancada.
"agggh, huele asqueroso" comentó Fania con voz asqueada tapándose la nariz. "sí, no sé cómo se llama este bosque pero no me gusta, mejor busquemos la salida, me está empezando a dar miedo" dijo Aranza viendo a todos lados. "mira allá!" gritó Fania señalando a lo lejos "parece que ahí hay alguien, vamos a ver" le dio un golpe al caballo y salió corriendo, Aranza fue tras ella. Al acercarse vieron a un hombre tirado boca abajo, tenía ropa color gris y su cabello era largo y demasiado rubio, tanto que hasta parecía blanco, al mirarlo bien vieron que su brazo estaba sangrando.
"pero qué sucedió aquí? Está muerto o muerta? Parece mujer" preguntó Fania mientras Aranza bajaba de Artax y se acercaba a la persona que yacía en el suelo. "no, no está muerto, sigue respirando pero mira su brazo, está gravemente herido, voy a voltearlo" y cuando lo volteó se asombró mucho "es un elfo, míralo bien Fania, mira sus orejas picudas.. es hermoso" exclamó Aranza demasiado asombrada. "un elfo? Pero qué hace un elfo aquí?" preguntó Fania. "no sé, pero tenemos que atenderlo pronto, está perdiendo mucha sangre por esa herida que tiene en el brazo, ayúdame a subirlo a Artax" dijo Aranza.
Fania llevó a Artax y le pidió que se sentara para que fuera más fácil subirlo ya que el elfo era de gran tamaño y ellas no iban a poder cargarlo, lo subieron en la parte de atrás y Aranza se sentó delante de él. Pudo escuchar que el elfo deliraba y decía cosas que Aranza no podía entender.
"tranquilo, pronto te atenderé" le decía Aranza suavemente tratando de reconfortarlo aunque sabía que él no podía escucharla. "vamonos, se nos hace tarde"
Cabalgaron velozmente, tratarían de salir de ese denso bosque a como diera lugar. Corrieron aproximadamente una hora y salieron del bosque, cruzaron una montaña y vieron un pequeño pueblo a lo lejos, llegarían ahí para atender al elfo. El pueblo se llamaba Endiras, era pequeño y la gente parecía ser muy amable, encontraron una posada y Fania entró velozmente.
"disculpe señor, necesitamos dos habitaciones, una donde haya una cama muy grande y otra con cama normal por favor, es urgente traemos a alguien herido" dijo una agitada Fania con todo casi desesperado. "claro que sí querida, tenemos las habitaciones, necesitan ayuda para bajar a su herido?" "sí, por favor, es un elfo y es demasiado grande" dijo Fania.
Tres hombres grandes ayudaron a Aranza a bajar al elfo de Artax, lo subieron a una habitación en donde había una cama inmensa, lo acostaron y se retiraron. Fania dejó que Aranza se hiciera cargo de él ya que ella había sido asistente de médico por dos años en Hyrule, solamente se acercaría si ella le pedía ayuda. Aranza se acercó al elfo y le quitó su cinturón y la túnica gris que cubría su torso, así podría trabajar mejor su brazo. Se quedó asombrada por el bien formado torso del elfo, su fuerte pecho y sus musculosos brazos, pero no era momento de pensar en eso, tenía que curarle esa herida lo más pronto posible.
"Fania, necesito que traigas agua caliente y unas que consigas unas vendas para curarlo, por favor" Fania asintió y salió a buscar lo que Aranza le había pedido. En veinte minutos llegó Fania con todo lo que le había pedido y Aranza se dispuso a limpierle la herida ya que le salía pus, se le estaba empezando a infectar. Aranza tardó media hora en limpiarle por completo la herida del brazo, lo vendó y lo dejó reposando en la cama, parecía un ángel dormido, con su ceño ligeramente fruncido por el dolor, 'quién será este elfo y qué hace lejos de su hogar y sobre todo porqué estaba herido así?' son preguntas que rodaban por su cabeza y que esperaba tener una respuesta pronto. De pronto se hizo de noche y Fania estaba dormitando en la silla donde estaba sentada.
"Fania, puedes ir a dormirte a la otra habitación, yo me quedaré aquí a cuidar de él" le dijo Aranza. "segura? No quieres que me quede aquí contigo? Dónde dormirás tú?" "no, vete tú a descansar, yo dormiré en el sofá que está al lado de la cama, no te preocupes por mí" le sonrió a su prima.
Fania no discutió más y se fue a descansar al cuarto que estaba enseguida. Aranza se acostó en el sofá y se quedó dormida. A altas horas de la noche escuchó que alguien se quejaba." mmm no.déjame.me las pagarás..." Aranza se levantó y vio que el elfo se movía en la cama, se estiraba y hablaba en élfico, sólo alcanzó a escuchar esa frase, se acercó a él y le tocó la frente, cielo santo! Estaba ardiendo en fiebre!! Corrió como loca por el cuarto y llenó el recipiente que Fania le había llevado con agua caliente pero ahora con agua fría, tomó unos lienzos, los mojó y puso uno en su frente y otro lo pasaba por su pecho, por los brazos, lo destapó y le quitó los pantalones negros que llevaba dejándolo en ropa interior (parecía una truza lo que llevaba), mojaba sus piernas, en fin todo el cuerpo. Estuvo casi una hora mojándole el cuerpo hasta que sintió que la temperatura bajó, qué susto le había dado! Creyó que lo perdería, pero satisfecha de su trabajo y sus dotes de enfermera se acostó de nuevo en el sofá y se quedó dormida.
Un rayo de sol se asomaba por la ventada del cuarto y le daba en la cara a Aranza, abrió los ojos y vio en el reloj que era temprano, eran las 7:00 am, se levantó, tomó un baño y salió de la habitación, se asomó por el cuarto de Fania y vio que todavía estaba dormida así que bajó a la recepción de la posada para desayunar y pedir una bandeja con el desayuno y subirlo para el elfo. Subió con la bandeja, entró al cuarto y la dejó sobre la mesa que estaba al lado de la cama, cuando se dio la vuelta vio que el elfo había despertado y la miraba profundamente con la expresión seria.
"dónde estoy?" preguntó el elfo con voz grave. "estás en Endiras, dime, cómo te sientes?" preguntó Aranza suavemente y con cierta timidez en la voz ya que la mirada del elfo era intensa y penetrante, además tenía unos hermosos ojos azules. "me siento bien" dijo en el mismo todo de antes, se quiso enderezar pero el dolor del brazo se lo impidió y vio que estaba vendado y casi desnudo, volteó a ver a la chica con ojos interrogativos esperando una explicación de porqué estaba sólo con ropa interior. "lo siento, en la madrugada tenías mucha fiebre y tuve que quitarte la ropa para poder bajarla, siento mucho que eso te incomode" comentó Aranza con voz muy suave, muy femenina a los oídos del elfo. "tú me vendaste?" preguntó el elfo, Aranza asintió "supongo que tengo que agradecértelo" "no hace falta, lo hice por humanidad, tampoco podía dejarte tirado ahí en ese bosque tan horrible" Aranza le sonrió. "cuál es tu nombre?" preguntó el elfo. "me llamo Aranza y mi prima está en la habitación de a lado, viajamos juntas de Hyrule para conocer gente nueva, ella se llama Fania, y tú cómo te llamas?" "mi nombre es Haldir y soy de Lothlórien" contestó con orgullo. "bueno, pues mucho gusto Haldir" sonrió Aranza "oh por cierto, debes tener hambre, te he traído la bandeja con el desayuno" fue por la bandeja y se la acercó a Haldir, él se enderezó y miró la comida con emoción, realmente se sentía hambriento, la puso en su regazo y se dispuso a comer, Aranza lo veía sonriente, Haldir se dio cuenta que no le quitaba la vista de encima y volteó a verla. "qué tanto me miras?" preguntó, pero su tono no era molesto sino más bien curioso. "oh discúlpame, es que es la primera vez que veo a un elfo" Haldir quiso sonreír pero se contuvo y siguió comiendo "qué haces en Lothlórien?" preguntó Aranza. "soy el capitán de la guardia del bosque dorado de Lothlórien" volvió a comentar con orgullo y arrogancia en su voz. "vaya, o sea que eres alguien muy importante" comentó asombrada. "se podría decir que sí" dijo bajando su mirada y llevándose otro pedazo de fruta a su boca. "qué hacías en ese bosque, y porqué estabas herido?" se atrevió a preguntar Aranza. Haldir volvió a levantar su mirada. "estaba haciendo un encargo de mi Señora Galadriel, me encontré con unos orcos y peleamos, de repente eran muchos y uno me hirió en el brazo, fue demasiado extraño que no me hayan matado, algo debió haberlos espantado" platicó serio.
Aranza ya no quería ver tanto a ese elfo ni hacer tantas preguntas, pensó que tal vez él se sentiría incómodo y era lo que menos quería, pero es que él la había cautivado por completo, nunca en su vida había visto a un hombre tan guapo y varonil como él 'bueno es obvio, es un elfo y según me han dicho, todos son hermosos' pensó Aranza.
"quieres que te prepare la ducha?" volvió a hablar Aranza. Haldir levantó la vista y la miró por unos segundos, no dijo nada, sólo asintió. Aranza se levantó y se dirigió al baño, abrió la llave de la bañera con agua templada. Haldir la miraba desde la cama 'es muy bonita para ser humana' pensó, cada movimiento que Aranza hacía llamaba la atención de Haldir, sus movimientos eran muy sutiles, delicados, femeninos y eso era lo que más le gustaba a él de una mujer, la feminidad; sonrió para sí mismo por lo que estaba pensando, le gustaba una humana! y no solamente eso, sino que además era una humana muy joven. Aranza se acercó a la cama "ya está lista la bañera, puedes ir cuando quieras, necesitas que te ayude?" "sí, podrías llevarme mi ropa al baño?" le pidió Haldir y ella obedeció mientras él se paraba, por Eru, era altísimo, como ella lo había visto la mayor parte del tiempo acostado pues sí se veía alto, pero ahora que estaba parado se notaba más, la cabeza de Aranza llegaba al pecho de él, por un momento ella se sintió intimidada por su gran tamaño, pero sabía que no le iba a hacer nada.
"disculpa, puedo hacerte una pregunta?" dijo Aranza. Haldir la miró curioso. "sí, dime" bajó su mirada, Aranza era muy pequeña a comparación con el tamaño de Haldir "cuánto mides?" la pregunta le extrañó a Haldir, sonrió de lado "mido dos metros con dos centímetros y tú lady Aranza, cuántos años tienes?" "yo tengo 20 años y tú?" "te asustarías si te dijera" comentó sin dejar de sonreír de lado. "no creo que me asuste, dime cuántos años tienes" "tengo mil trescientos cincuenta y tres años" dijo como si fuera lo más normal del mundo pero aún así se fijó en la expresión de asombro que puso Aranza. "creo que te estoy retrasando, mejor toma tu baño y hablaremos después, quiero que conozcas a mi prima Fania" Haldir entró al baño y cerró la puerta tras de él.
Mil trescientos cincuenta y tres años tenía ese elfo! Era asombroso, Aranza estaba maravillada, tendría que contarle a Fania y justamente tocaban la puerta de la habitación y era Fania que entraba silenciosa pensando que tal vez el elfo estaría dormido pero vio que no había nadie en la cama.
"y bien? Dónde está el elfo?" preguntó "bañándose" dijo Aranza "sabes, es un elfo muy importante, se llama Haldir, es el capitán de la guardia del bosque dorado de Lothlórien, mide dos metros con dos centímetros y tiene mil trescientos cincuenta y tres años Fania! Te das cuenta?" miró a su prima sorprendida mientras que Fania abría los ojos como platos por lo que acababa de escuchar. "sí, me doy realmente cuenta, y dime cómo es, es guapo no?" le dirigió una mirada divertida a Aranza. "guapo? Es hermoso, tiene una voz grave y varonil, espera que lo veas" las dos sonrieron ampliamente y se escuchó que la puerta se abrió, Haldir salió vestido con su ropa habitual, con sus pantalones negros, sus botas, su túnica gris, su cinturón y ya hasta peinado estaba. Fania confirmó lo que Aranza le había dicho, era realmente un Adonis, un dios que estaba con ellas, los Valares eran muy buenos por darles semejante regalo.
"Aiya, supongo que tú eres lady Fania, soy Haldir de Lórien" le habló sacándola de su pequeño trance y ofreciéndole su mano para recibir la de ella, Fania le dio su mano y él la besó dulcemente. "mucho gusto señor Haldir, ya se siente mejor de su brazo?" preguntó sonrojada Fania. "excelente, gracias a los cuidados de tu prima Aranza" "me alegra saber eso" sonrió Fania.
Haldir también quedó asombrado con la belleza de Fania, las dos humanas tenían una enigmática belleza, le llamaba la atención los rizos negros de Fania, mientras que los ojos miel de Aranza lo habían cautivado por completo.
"quiero agradecerles que me hayan traído aquí y por haberme curado" volteó a ver a Aranza "pero ya va siendo hora de que regrese a Lothlórien, de seguro notarán mi ausencia y no quiero preocupar a mis hermanos ni a mi señora Galadriel, quisiera que ustedes me acompañaran para que mi señora Galadriel y mi señor Celeborn conozcan a las mujeres que me salvaron" A Fania se le iluminaron los ojos y Aranza sonrió abiertamente.
"escuchaste Aranza, iremos a Lothlórien, iremos a conocer más elfos" le dijo emocionada casi dando saltos de alegría. Haldir sonrió.
Fania y Aranza arreglaron todas sus cosas para irse con Haldir a Lothlórien, estaban a dos días de ahí. Cuando al fin salieron de la posada, se fueron al establo para sacar a Artax y a Rian de ahí.
"Haldir, si quieres puedes montar a Artax y yo me voy con Fania" dijo Aranza entregándole las riendas de Artax a Haldir. "no quiero causar esa molestia lady Aranza" "no es ningún problema, cabrás mejor si vas tú solo montando un caballo" sonrió Aranza y Haldir le respondió porque en cierta forma era verdad, Haldir era un elfo de gran tamaño y aunque Aranza era pequeña Haldir ocupaba mucho espacio con su gran cuerpo. Montó a Artax y Aranza se subió a Rian con Fania y emprendieron el viaje de dos días a Lothlórien.
El viaje fue muy tranquilo, cuando caía la noche cada quién buscaba un espacio para acostarse a dormir, Haldir hacía la fogata y vigilaba en la noche, él se había ofrecido a hacerlo ya que era probable que volvieran a aparecer orcos, aunque no podía pelear muy bien ya que su brazo estaba vendado por la herida. Esa noche fue muy silenciosa, el clima era favorable, estaba ligeramente fresco. Haldir agudizaba sus oídos a cualquier movimiento, escuchó que alguien se acercaba por detrás de él y volteó, era Aranza que se acercaba sigilosamente para no despertar a Fania.
"sucede algo lady Aranza?" "no, solamente no tenía sueño y como te vi despierto decidí acercarme y tal vez hacernos compañía esta noche" le dijo suavemente "además, no te molestes en decirme lady puedes decirme Aranza a secas, no soy alguien importante como para que me digas lady" "porqué dices eso? Eres mujer y por ese simple hecho debo decirte lady así muestro mi respeto hacia a ti pero si no quieres que lo haga entonces no lo haré, además sí eres importante, al menos lo eres para mí, tú me has curado mi herida y te lo agradezco, ahora estoy en deuda contigo" la miró profundamente y con gesto serio. "realmente soy importante para ti?" preguntó, no podía creer lo que estaba escuchando, nadie le había dicho que ella era importante, ni siquiera sus padres, si acaso solamente Fania le había dicho eso. "sí" contestó Haldir.
Un profundo silencio se hizo, Aranza levantó su mirada y vio el cielo estrellado, se veía hermoso, mientras que Haldir tenía la mirada perdida en la fogata, Aranza bajó la mirada.
"cómo es Lothlórien?" preguntó. Haldir volteó a verla. "Lothlórien es un inmenso bosque, sus árboles son altos, siempre están verdes y el clima es ideal, cuando llegas a Caras Galadhon todo tiene un aspecto plateado y azul y los flets de los elfos se ven en los árboles" habló Haldir con cierta melancolía en su voz, se notaba que extrañaba Lothlórien aunque hubiera estado ausente sólo unos días. "flets? Qué son flets?" volvió a preguntar Aranza. "los flets son las casas de los elfos, vivimos en los árboles, es como una pequeña cabaña, perfectamente equipada". "me gustaría verlo ya" Haldir volteó a verla y vio en ella una mirada triste. "sucede algo Aranza? Porqué tú y tu prima salieron de su hogar, que por cierto, de dónde son?" "somos de Hyrule, salimos de ahí porque era el sueño de Fania viajar y conocer nuevos lugares, nueva gente, y yo decidí acompañarla, no pensé que eso llegaría tan pronto y tampoco pensé que podría encontrarnos con un elfo y mucho menos que iríamos a Lothlórien" "y qué pasó con su familia? No crees que deben estar preocupados?" "no lo creo, nuestros padres nos quieren por conveniencia, ellos quieren casarnos con un hombre rico de Hyrule, tener muchos hijos y hacerlos felices a ellos, ese fue otro de los motivos por el cual salimos de ahí, precisamente a Fania la querían casar y mis padres tampoco tardarían mucho en arreglarme un matrimonio" todo lo platicó en un tono triste y casi le salían lágrimas, Haldir no dijo nada más, no quería que Aranza tuviera malos recuerdos y llorara. A lo lejos se empezó a ver que el cielo se aclaraba y el sol poco a poco quería asomarse por el horizonte.
"será mejor que recojamos todo de una vez, está amaneciendo y si queremos llegar temprano a Lothlórien tenemos que irnos ya, tú ve a despertar a Fania, yo recogeré todo aquí" eso parecía más una orden que una petición, pero Aranza no dijo nada, entendió que él es un capitán y está muy acostumbrado a dar órdenes, fue a despertar a Fania y arreglaron todo, montaron sus caballos y cabalgaron rápidamente.
Aranza no supo por cuánto tiempo cabalgaron pero ella ya se sentía muy cansada, llevaban cabalgado más de medio día, pasaron por unas montañas y atravesaron un pequeño arroyo y de repente Haldir se detuvo enfrente de ellas.
"qué sucede Haldir?" preguntó Fania. "hemos llegado a Lothlórien"
N/A: ta daaaa un capítulo más y por cierto Relley-Chan, sí me gusta la Historia sin Fin jaja por eso le puse Artax al caballo ;)
Aranza y Fania cabalgaron hacia el este como les había dicho el señor Long, además les regaló algo más de comida y agua para el viaje. Cabalgaron por dos días, descansando en las noches y les daban de comer a los caballos hasta que de repente cerca de ahí se escuchó un ruido espantoso como si alguien gritara.
"qué fue eso?" preguntó asustada Aranza. "no sé, pero el sonido vino por esos árboles, vamos a investigar?" preguntó Fania mirando a Aranza. "pues vamos, aunque no sabemos que hay dentro de ese bosque ni siquiera estamos armadas" comentó Aranza. "solamente echaremos un vistazo" dijo Fania. Cabalgaron en silencio y se adentraron en el bosque que se veía oscuro y tétrico, el aire era demasiado fresco y húmedo y había olor a agua estancada.
"agggh, huele asqueroso" comentó Fania con voz asqueada tapándose la nariz. "sí, no sé cómo se llama este bosque pero no me gusta, mejor busquemos la salida, me está empezando a dar miedo" dijo Aranza viendo a todos lados. "mira allá!" gritó Fania señalando a lo lejos "parece que ahí hay alguien, vamos a ver" le dio un golpe al caballo y salió corriendo, Aranza fue tras ella. Al acercarse vieron a un hombre tirado boca abajo, tenía ropa color gris y su cabello era largo y demasiado rubio, tanto que hasta parecía blanco, al mirarlo bien vieron que su brazo estaba sangrando.
"pero qué sucedió aquí? Está muerto o muerta? Parece mujer" preguntó Fania mientras Aranza bajaba de Artax y se acercaba a la persona que yacía en el suelo. "no, no está muerto, sigue respirando pero mira su brazo, está gravemente herido, voy a voltearlo" y cuando lo volteó se asombró mucho "es un elfo, míralo bien Fania, mira sus orejas picudas.. es hermoso" exclamó Aranza demasiado asombrada. "un elfo? Pero qué hace un elfo aquí?" preguntó Fania. "no sé, pero tenemos que atenderlo pronto, está perdiendo mucha sangre por esa herida que tiene en el brazo, ayúdame a subirlo a Artax" dijo Aranza.
Fania llevó a Artax y le pidió que se sentara para que fuera más fácil subirlo ya que el elfo era de gran tamaño y ellas no iban a poder cargarlo, lo subieron en la parte de atrás y Aranza se sentó delante de él. Pudo escuchar que el elfo deliraba y decía cosas que Aranza no podía entender.
"tranquilo, pronto te atenderé" le decía Aranza suavemente tratando de reconfortarlo aunque sabía que él no podía escucharla. "vamonos, se nos hace tarde"
Cabalgaron velozmente, tratarían de salir de ese denso bosque a como diera lugar. Corrieron aproximadamente una hora y salieron del bosque, cruzaron una montaña y vieron un pequeño pueblo a lo lejos, llegarían ahí para atender al elfo. El pueblo se llamaba Endiras, era pequeño y la gente parecía ser muy amable, encontraron una posada y Fania entró velozmente.
"disculpe señor, necesitamos dos habitaciones, una donde haya una cama muy grande y otra con cama normal por favor, es urgente traemos a alguien herido" dijo una agitada Fania con todo casi desesperado. "claro que sí querida, tenemos las habitaciones, necesitan ayuda para bajar a su herido?" "sí, por favor, es un elfo y es demasiado grande" dijo Fania.
Tres hombres grandes ayudaron a Aranza a bajar al elfo de Artax, lo subieron a una habitación en donde había una cama inmensa, lo acostaron y se retiraron. Fania dejó que Aranza se hiciera cargo de él ya que ella había sido asistente de médico por dos años en Hyrule, solamente se acercaría si ella le pedía ayuda. Aranza se acercó al elfo y le quitó su cinturón y la túnica gris que cubría su torso, así podría trabajar mejor su brazo. Se quedó asombrada por el bien formado torso del elfo, su fuerte pecho y sus musculosos brazos, pero no era momento de pensar en eso, tenía que curarle esa herida lo más pronto posible.
"Fania, necesito que traigas agua caliente y unas que consigas unas vendas para curarlo, por favor" Fania asintió y salió a buscar lo que Aranza le había pedido. En veinte minutos llegó Fania con todo lo que le había pedido y Aranza se dispuso a limpierle la herida ya que le salía pus, se le estaba empezando a infectar. Aranza tardó media hora en limpiarle por completo la herida del brazo, lo vendó y lo dejó reposando en la cama, parecía un ángel dormido, con su ceño ligeramente fruncido por el dolor, 'quién será este elfo y qué hace lejos de su hogar y sobre todo porqué estaba herido así?' son preguntas que rodaban por su cabeza y que esperaba tener una respuesta pronto. De pronto se hizo de noche y Fania estaba dormitando en la silla donde estaba sentada.
"Fania, puedes ir a dormirte a la otra habitación, yo me quedaré aquí a cuidar de él" le dijo Aranza. "segura? No quieres que me quede aquí contigo? Dónde dormirás tú?" "no, vete tú a descansar, yo dormiré en el sofá que está al lado de la cama, no te preocupes por mí" le sonrió a su prima.
Fania no discutió más y se fue a descansar al cuarto que estaba enseguida. Aranza se acostó en el sofá y se quedó dormida. A altas horas de la noche escuchó que alguien se quejaba." mmm no.déjame.me las pagarás..." Aranza se levantó y vio que el elfo se movía en la cama, se estiraba y hablaba en élfico, sólo alcanzó a escuchar esa frase, se acercó a él y le tocó la frente, cielo santo! Estaba ardiendo en fiebre!! Corrió como loca por el cuarto y llenó el recipiente que Fania le había llevado con agua caliente pero ahora con agua fría, tomó unos lienzos, los mojó y puso uno en su frente y otro lo pasaba por su pecho, por los brazos, lo destapó y le quitó los pantalones negros que llevaba dejándolo en ropa interior (parecía una truza lo que llevaba), mojaba sus piernas, en fin todo el cuerpo. Estuvo casi una hora mojándole el cuerpo hasta que sintió que la temperatura bajó, qué susto le había dado! Creyó que lo perdería, pero satisfecha de su trabajo y sus dotes de enfermera se acostó de nuevo en el sofá y se quedó dormida.
Un rayo de sol se asomaba por la ventada del cuarto y le daba en la cara a Aranza, abrió los ojos y vio en el reloj que era temprano, eran las 7:00 am, se levantó, tomó un baño y salió de la habitación, se asomó por el cuarto de Fania y vio que todavía estaba dormida así que bajó a la recepción de la posada para desayunar y pedir una bandeja con el desayuno y subirlo para el elfo. Subió con la bandeja, entró al cuarto y la dejó sobre la mesa que estaba al lado de la cama, cuando se dio la vuelta vio que el elfo había despertado y la miraba profundamente con la expresión seria.
"dónde estoy?" preguntó el elfo con voz grave. "estás en Endiras, dime, cómo te sientes?" preguntó Aranza suavemente y con cierta timidez en la voz ya que la mirada del elfo era intensa y penetrante, además tenía unos hermosos ojos azules. "me siento bien" dijo en el mismo todo de antes, se quiso enderezar pero el dolor del brazo se lo impidió y vio que estaba vendado y casi desnudo, volteó a ver a la chica con ojos interrogativos esperando una explicación de porqué estaba sólo con ropa interior. "lo siento, en la madrugada tenías mucha fiebre y tuve que quitarte la ropa para poder bajarla, siento mucho que eso te incomode" comentó Aranza con voz muy suave, muy femenina a los oídos del elfo. "tú me vendaste?" preguntó el elfo, Aranza asintió "supongo que tengo que agradecértelo" "no hace falta, lo hice por humanidad, tampoco podía dejarte tirado ahí en ese bosque tan horrible" Aranza le sonrió. "cuál es tu nombre?" preguntó el elfo. "me llamo Aranza y mi prima está en la habitación de a lado, viajamos juntas de Hyrule para conocer gente nueva, ella se llama Fania, y tú cómo te llamas?" "mi nombre es Haldir y soy de Lothlórien" contestó con orgullo. "bueno, pues mucho gusto Haldir" sonrió Aranza "oh por cierto, debes tener hambre, te he traído la bandeja con el desayuno" fue por la bandeja y se la acercó a Haldir, él se enderezó y miró la comida con emoción, realmente se sentía hambriento, la puso en su regazo y se dispuso a comer, Aranza lo veía sonriente, Haldir se dio cuenta que no le quitaba la vista de encima y volteó a verla. "qué tanto me miras?" preguntó, pero su tono no era molesto sino más bien curioso. "oh discúlpame, es que es la primera vez que veo a un elfo" Haldir quiso sonreír pero se contuvo y siguió comiendo "qué haces en Lothlórien?" preguntó Aranza. "soy el capitán de la guardia del bosque dorado de Lothlórien" volvió a comentar con orgullo y arrogancia en su voz. "vaya, o sea que eres alguien muy importante" comentó asombrada. "se podría decir que sí" dijo bajando su mirada y llevándose otro pedazo de fruta a su boca. "qué hacías en ese bosque, y porqué estabas herido?" se atrevió a preguntar Aranza. Haldir volvió a levantar su mirada. "estaba haciendo un encargo de mi Señora Galadriel, me encontré con unos orcos y peleamos, de repente eran muchos y uno me hirió en el brazo, fue demasiado extraño que no me hayan matado, algo debió haberlos espantado" platicó serio.
Aranza ya no quería ver tanto a ese elfo ni hacer tantas preguntas, pensó que tal vez él se sentiría incómodo y era lo que menos quería, pero es que él la había cautivado por completo, nunca en su vida había visto a un hombre tan guapo y varonil como él 'bueno es obvio, es un elfo y según me han dicho, todos son hermosos' pensó Aranza.
"quieres que te prepare la ducha?" volvió a hablar Aranza. Haldir levantó la vista y la miró por unos segundos, no dijo nada, sólo asintió. Aranza se levantó y se dirigió al baño, abrió la llave de la bañera con agua templada. Haldir la miraba desde la cama 'es muy bonita para ser humana' pensó, cada movimiento que Aranza hacía llamaba la atención de Haldir, sus movimientos eran muy sutiles, delicados, femeninos y eso era lo que más le gustaba a él de una mujer, la feminidad; sonrió para sí mismo por lo que estaba pensando, le gustaba una humana! y no solamente eso, sino que además era una humana muy joven. Aranza se acercó a la cama "ya está lista la bañera, puedes ir cuando quieras, necesitas que te ayude?" "sí, podrías llevarme mi ropa al baño?" le pidió Haldir y ella obedeció mientras él se paraba, por Eru, era altísimo, como ella lo había visto la mayor parte del tiempo acostado pues sí se veía alto, pero ahora que estaba parado se notaba más, la cabeza de Aranza llegaba al pecho de él, por un momento ella se sintió intimidada por su gran tamaño, pero sabía que no le iba a hacer nada.
"disculpa, puedo hacerte una pregunta?" dijo Aranza. Haldir la miró curioso. "sí, dime" bajó su mirada, Aranza era muy pequeña a comparación con el tamaño de Haldir "cuánto mides?" la pregunta le extrañó a Haldir, sonrió de lado "mido dos metros con dos centímetros y tú lady Aranza, cuántos años tienes?" "yo tengo 20 años y tú?" "te asustarías si te dijera" comentó sin dejar de sonreír de lado. "no creo que me asuste, dime cuántos años tienes" "tengo mil trescientos cincuenta y tres años" dijo como si fuera lo más normal del mundo pero aún así se fijó en la expresión de asombro que puso Aranza. "creo que te estoy retrasando, mejor toma tu baño y hablaremos después, quiero que conozcas a mi prima Fania" Haldir entró al baño y cerró la puerta tras de él.
Mil trescientos cincuenta y tres años tenía ese elfo! Era asombroso, Aranza estaba maravillada, tendría que contarle a Fania y justamente tocaban la puerta de la habitación y era Fania que entraba silenciosa pensando que tal vez el elfo estaría dormido pero vio que no había nadie en la cama.
"y bien? Dónde está el elfo?" preguntó "bañándose" dijo Aranza "sabes, es un elfo muy importante, se llama Haldir, es el capitán de la guardia del bosque dorado de Lothlórien, mide dos metros con dos centímetros y tiene mil trescientos cincuenta y tres años Fania! Te das cuenta?" miró a su prima sorprendida mientras que Fania abría los ojos como platos por lo que acababa de escuchar. "sí, me doy realmente cuenta, y dime cómo es, es guapo no?" le dirigió una mirada divertida a Aranza. "guapo? Es hermoso, tiene una voz grave y varonil, espera que lo veas" las dos sonrieron ampliamente y se escuchó que la puerta se abrió, Haldir salió vestido con su ropa habitual, con sus pantalones negros, sus botas, su túnica gris, su cinturón y ya hasta peinado estaba. Fania confirmó lo que Aranza le había dicho, era realmente un Adonis, un dios que estaba con ellas, los Valares eran muy buenos por darles semejante regalo.
"Aiya, supongo que tú eres lady Fania, soy Haldir de Lórien" le habló sacándola de su pequeño trance y ofreciéndole su mano para recibir la de ella, Fania le dio su mano y él la besó dulcemente. "mucho gusto señor Haldir, ya se siente mejor de su brazo?" preguntó sonrojada Fania. "excelente, gracias a los cuidados de tu prima Aranza" "me alegra saber eso" sonrió Fania.
Haldir también quedó asombrado con la belleza de Fania, las dos humanas tenían una enigmática belleza, le llamaba la atención los rizos negros de Fania, mientras que los ojos miel de Aranza lo habían cautivado por completo.
"quiero agradecerles que me hayan traído aquí y por haberme curado" volteó a ver a Aranza "pero ya va siendo hora de que regrese a Lothlórien, de seguro notarán mi ausencia y no quiero preocupar a mis hermanos ni a mi señora Galadriel, quisiera que ustedes me acompañaran para que mi señora Galadriel y mi señor Celeborn conozcan a las mujeres que me salvaron" A Fania se le iluminaron los ojos y Aranza sonrió abiertamente.
"escuchaste Aranza, iremos a Lothlórien, iremos a conocer más elfos" le dijo emocionada casi dando saltos de alegría. Haldir sonrió.
Fania y Aranza arreglaron todas sus cosas para irse con Haldir a Lothlórien, estaban a dos días de ahí. Cuando al fin salieron de la posada, se fueron al establo para sacar a Artax y a Rian de ahí.
"Haldir, si quieres puedes montar a Artax y yo me voy con Fania" dijo Aranza entregándole las riendas de Artax a Haldir. "no quiero causar esa molestia lady Aranza" "no es ningún problema, cabrás mejor si vas tú solo montando un caballo" sonrió Aranza y Haldir le respondió porque en cierta forma era verdad, Haldir era un elfo de gran tamaño y aunque Aranza era pequeña Haldir ocupaba mucho espacio con su gran cuerpo. Montó a Artax y Aranza se subió a Rian con Fania y emprendieron el viaje de dos días a Lothlórien.
El viaje fue muy tranquilo, cuando caía la noche cada quién buscaba un espacio para acostarse a dormir, Haldir hacía la fogata y vigilaba en la noche, él se había ofrecido a hacerlo ya que era probable que volvieran a aparecer orcos, aunque no podía pelear muy bien ya que su brazo estaba vendado por la herida. Esa noche fue muy silenciosa, el clima era favorable, estaba ligeramente fresco. Haldir agudizaba sus oídos a cualquier movimiento, escuchó que alguien se acercaba por detrás de él y volteó, era Aranza que se acercaba sigilosamente para no despertar a Fania.
"sucede algo lady Aranza?" "no, solamente no tenía sueño y como te vi despierto decidí acercarme y tal vez hacernos compañía esta noche" le dijo suavemente "además, no te molestes en decirme lady puedes decirme Aranza a secas, no soy alguien importante como para que me digas lady" "porqué dices eso? Eres mujer y por ese simple hecho debo decirte lady así muestro mi respeto hacia a ti pero si no quieres que lo haga entonces no lo haré, además sí eres importante, al menos lo eres para mí, tú me has curado mi herida y te lo agradezco, ahora estoy en deuda contigo" la miró profundamente y con gesto serio. "realmente soy importante para ti?" preguntó, no podía creer lo que estaba escuchando, nadie le había dicho que ella era importante, ni siquiera sus padres, si acaso solamente Fania le había dicho eso. "sí" contestó Haldir.
Un profundo silencio se hizo, Aranza levantó su mirada y vio el cielo estrellado, se veía hermoso, mientras que Haldir tenía la mirada perdida en la fogata, Aranza bajó la mirada.
"cómo es Lothlórien?" preguntó. Haldir volteó a verla. "Lothlórien es un inmenso bosque, sus árboles son altos, siempre están verdes y el clima es ideal, cuando llegas a Caras Galadhon todo tiene un aspecto plateado y azul y los flets de los elfos se ven en los árboles" habló Haldir con cierta melancolía en su voz, se notaba que extrañaba Lothlórien aunque hubiera estado ausente sólo unos días. "flets? Qué son flets?" volvió a preguntar Aranza. "los flets son las casas de los elfos, vivimos en los árboles, es como una pequeña cabaña, perfectamente equipada". "me gustaría verlo ya" Haldir volteó a verla y vio en ella una mirada triste. "sucede algo Aranza? Porqué tú y tu prima salieron de su hogar, que por cierto, de dónde son?" "somos de Hyrule, salimos de ahí porque era el sueño de Fania viajar y conocer nuevos lugares, nueva gente, y yo decidí acompañarla, no pensé que eso llegaría tan pronto y tampoco pensé que podría encontrarnos con un elfo y mucho menos que iríamos a Lothlórien" "y qué pasó con su familia? No crees que deben estar preocupados?" "no lo creo, nuestros padres nos quieren por conveniencia, ellos quieren casarnos con un hombre rico de Hyrule, tener muchos hijos y hacerlos felices a ellos, ese fue otro de los motivos por el cual salimos de ahí, precisamente a Fania la querían casar y mis padres tampoco tardarían mucho en arreglarme un matrimonio" todo lo platicó en un tono triste y casi le salían lágrimas, Haldir no dijo nada más, no quería que Aranza tuviera malos recuerdos y llorara. A lo lejos se empezó a ver que el cielo se aclaraba y el sol poco a poco quería asomarse por el horizonte.
"será mejor que recojamos todo de una vez, está amaneciendo y si queremos llegar temprano a Lothlórien tenemos que irnos ya, tú ve a despertar a Fania, yo recogeré todo aquí" eso parecía más una orden que una petición, pero Aranza no dijo nada, entendió que él es un capitán y está muy acostumbrado a dar órdenes, fue a despertar a Fania y arreglaron todo, montaron sus caballos y cabalgaron rápidamente.
Aranza no supo por cuánto tiempo cabalgaron pero ella ya se sentía muy cansada, llevaban cabalgado más de medio día, pasaron por unas montañas y atravesaron un pequeño arroyo y de repente Haldir se detuvo enfrente de ellas.
"qué sucede Haldir?" preguntó Fania. "hemos llegado a Lothlórien"
N/A: ta daaaa un capítulo más y por cierto Relley-Chan, sí me gusta la Historia sin Fin jaja por eso le puse Artax al caballo ;)
