Aquí les dejo la ultima parte del fic espero que les haya gustado. Después voy a publicar otro que se llama Mi soledad: tu venganza. Por favor dejen Reviews para ver si continuo escribiendo o mejor me retiro. Un agradecimiento a Nicol–Aru por tomarse el tiempo de leer esta historia y dejarme su opinión. Mil gracias.

Capítulo 3 La verdad está ahí... y duele...

La mirada de Hermione descendió al suelo al recordar aquel día. Harry acababa de volver del hospital y por fin estaba en la casa que siempre había anhelado estar, la casa de sus padres. Ella había ido a visitarlo en la entrada se encontró con él, su nuevo enamorado.

Harry continuó hablando.

–Tu ibas llegando, oí ruidos afuera y te vi, sin embargo no entraste algo te detuvo, eras tu hablando con alguien más así que bajé las escaleras para saber por qué no entrabas entreabrí la puerta, los vi sentados en el escalón de la entrada y escuché su conversación.

–Harry... yo... –Sé que yo provoqué todo lo que esta pasando, yo fui el culpable o cómplice, como sea que quieran verlo, del amor que ahora se tienen.

Todo parecía imposible, tanto temía la reacción de Harry, lo que él sentiría cuando se enterara y aparentemente lo estaba haciendo muy bien.

–Y lo odio... odio que tenga que ser tan difícil. Tu me la quitaste y por eso tal vez nunca seamos amigos, Draco. Ella es mi alma gemela, la mujer que más he amado y estoy seguro que no volveré a amar a nadie como a ella.

Las lágrimas recorrieron mi rostro, yo estaba causando ese dolor. No pude permanecer ahí escuchándolo hablar y aunque fuera muy sutilmente, recriminándome, así que salí inmediatamente de ahí, me dirigí al baño y me encerré. Ron se dio cuenta de que algo ocurría y fue a ver que pasaba tocó la puerta pero no abrí, un poco más y la tira. No supe cuánto tiempo me quedé ahí cuando volvieron a tocar. Nadie sabía que pasaba sólo sabían que no debían de intervenir, así que todos salieron al patio trasero para dejarnos solos en la casa.

La persona que tocó a la puerta era él, el chico de los ojos grises y cabello plateado.

–¿Qué pasó¿Qué te dijo?

–Habla con él... tranquilamente...

–Draco... no puedo...

–Sólo escúchalo y que te oiga... Hazlo y ya veremos que pasa.

–No puedo... no me obligues... te lo ruego.

–Hermione, por el amor que un día le tuviste, y sé que si lo amaste porque siempre me lo decías y cuando rompió contigo sufriste por él...

–Y tu me ayudaste a superarlo.

–Sabes que no fue así, me valí de eso para llevarte del lado oscuro.

–¿Dónde esta?

–En su habitación. Ve. Yo estaré con los demás.

Hermione se dirigió a la habitación de Harry entró en ella porque la puerta estaba abierta pero al parecer Harry no estaba dentro.

–¿Harry?

–Aquí estoy

Harry estaba sacando una caja del armario.

–¿Qué haces?

–Quiero mostrarte algo. Siéntate.

Harry colocó la caja sobre la cama a un lado de donde Hermione estaba sentada y luego se sentó también. Abrió la caja que era un poco más grande que una caja de zapatos. Dentro había muchas cosas, desde recortes de periódicos de El Profeta, flores, fotos y cartas que ella le había mandado aunque fuera sólo para decir un Hola , todo eran recuerdos de Hogwarts. Las fotos eran de ellos dos juntos, otras con Ron en el lago, en la sala común, con otros compañeros. Pero dentro de todas esas cosas a Hermione le llamó la atención un relicario con su cadena. Aquella cadena se la había regalado y cuando rompió con ella, se la arrancó del cuello y se la tiró en la cara. Harry la tomó.

–Es tuya.

Dijo colocándosela de nueva cuenta al cuello.

–Hermione, yo te amo y siempre lo haré...

–Harry... yo...

–No digas nada. Eres mi alma gemela y estaré por siempre contigo a pesar de que no estemos juntos como yo lo desearía. Además sería una crueldad obligarte a que te quedaras conmigo sabiendo que quieres a otro, prefiero ver que eres feliz aunque sea con alguien más.

–Gracias, Harry... –no podía evitar que las lágrimas salieran por mis ojos, el me estaba dando la oportunidad de ser feliz con la persona que quería aunque fuera a cambio de su felicidad, ahora se lo tenía que agradecer de otra forma– Tu también eres mi alma gemela, Harry... pero el destino cambió los sentimientos.

No pude evitar acercarme a él y darle un beso de despedida en los labios, ese era el ultimo que le daría en toda su vida. ¿O quizá no?

Salí de la habitación y fui al patio trasero en busca de Draco. No estaba ahí. Así que fui a puerta principal. Y ahí estaba, sentado en el escalón de la entrada.

–De seguro ya se arreglaron–dijo poniéndose de pie–Entonces será mejor que me vaya.

–No lo hagas. Me arreglé con Harry, sí, pero ahora sólo somos amigos. Quizá él y yo compartimos muchas primera vez y tal vez seamos almas gemelas, pero mi amor verdadero no esta a su lado, esta contigo. Te amo, Draco.

–Entonces ¿quieres ser mi novia?

–Sí, sí quiero.

Draco y Hermione se dieron un beso, estaban felices de que pudieran estar juntos sin sentir culpa por Harry, ya que él de cierta forma le había dado autorización para su noviazgo, pero al igual que el destino cambió los sentimientos de Hermione¿Cómo podían saber si otra vez podía cambiar los sentimientos y no sólo los de Hermione, los de Harry o los de Draco y alterar nuevamente el rumbo de sus vidas? Al final sólo las elecciones que tomen los marcaran para siempre.

¿FIN?

Bueno eso fue todo

Nos vemos luego

Mariana Malfoy