Light of the Darkness: La Vida del Indeseable.
Notas de la escritora (autor legal: Bad Blood Moon. Esclava personal, yo ^_^UU) jeje:
Bueno por fin hablo yo. Estoy harta de que Moon me quite el protagonismo ^.^ Por una vez quiero ser yo la que dé las gracias por los reviews (vaya para ser mi primer fic tiene aceptación) que me animan mucho a escribir, ya que aguantar a Moon contando batallitas es algo que no deseo a nadie xDD Bueno después de mis gracias (reitero) por los reviews, os contesto ;)
CoNnY-B: Jeje muchas gracias, es verdad que el anterior capítulo fue algo más terrenal, aunque se sumerge en las sombras de nuevo en el momento de la profecía o al menos, así lo veo yo :D Espero que te guste este capitulo que es como más... espiritual xDD
Jenny/Jade: Nunca tan pocas palabras dijeron tanto (concretamente solo una ^.^) Pues bueno, si ese te gusto, creo que este es mejor así que... Júzgalo tu misma ;)
Luna Jess: Me gusta esa forma de narrar las cosas, desde el punto de vista más tenebroso, para mi gusto, creo que desde ahí se puede ser más imparcial. Espero que este capítulo te guste más que el anterior. Por lo menos aquí se ven más claras las intenciones de cada uno de los protagonistas... ¡Un beso!
Nenuf@r: Si si en parte me da pena, pobre Moon... Aunque bueno, ya tendrá oportunidades en los próximos capítulos (bueno no sé, depende de como se porte conmigo ¡¡Muajajajaja!!) ejem, perdón. El capítulo genial... Si tu lo dices... xDD ¡Gracias!
Krlota Riddle: Espero que quieras seguir descubriendo la mente perversa de este pequeño Moon... Porque aunque el no lo sepa aún, toda alma negra tiene algo de amor, por muy poco que sea... Ya lo verás. Muchas gracias, me encantan tus reviews, me animas mucho con ellos. Espero sinceramente que te guste este capítulo, no me gustaría decepcionarte. ¡Un beso!
lora chang: Jeje perdona, se que está muy confusa la profecía, pero si la aclaraba, quedaría demasiado descubierta la trama y quiero que os quedéis con la intriga hasta el final. Poco a poco irás entendiéndola mejor, en los próximos capítulos se irá desvelando lo que significa la profecía. Aunque te advierto que en este capítulo se puede (o a lo mejor no) descubrir algo. Bueno ya lo verás ;)
Mellizas-Malfoy: La verdad es que un poquito a Skeeter te has parecido xDD Pero vamos te lo perdono porque te gusta mi fic que si no... :P Espero que en este capítulo siga siendo artístico y tétrico, dos cualidades que me encantan en la escritura :D
La Experiencia Desconocida: Pues si, un poco liada está, pero ¡Muchas gracias porque te guste! Espero que este capítulo supere con creces al anterior. ¡Muchos besos!
Bueno, pues sin más os dejo con el capítulo... Aunque a riesgo de sonar pesada quiero pedir algo... ¡Reviews!
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Capítulo 2
~*~ 1-0 a favor de Gryffindor ~*~
Eón miraba con sus viejos y cansados ojos negros la extensa llanura que se desparramaba con su intensísimo color verde bajo sus pies. Con esa indiferencia característica de alguien que está acostumbrado a la monotonía, veía los aislados y solitarios árboles, que en pequeñas pinceladas, se distribuían por la yerma extensión verde. Al fondo, solitarias y altaneras montañas reinaban en ese parador escondido a los ojos de los hombres.
Desde la ventana redonda de la pequeña torre, veía este ensoñador paisaje con la misma pasividad que tenía todos los días en los que se detenía a contemplar la belleza imperturbable de la Naturaleza. Esa cárcel, alta, alargada y de blancas paredes, se erguía orgullosa y nada desentonada con el bello ambiente de tranquilidad englobada en ese mundo por el que no pasaba el tiempo...
Era un hombre de cabello blanco, pequeño, arrugado, elegante, y con una sonrisa fría y tranquila, como la sonrisa que tiene el único que ha entendido la gracia de la que todos se quedan perplejos. Nada de estos aspectos llamaría la atención de este hombre al mundo sino fuera por sus ojos. En ellos se veía clara y simplemente la eternidad. Por ellos, desfilaba la sabiduría que solo te da el tiempo y la dedicación. En ellos, se veía toda la Humanidad. Conocía todo lo pasado, desde que empezó la vida, todo lo que aconteció y quedó olvidado para los demás...
Él lo sabía y eso le daba el poder de ser Eón.
Las Wodahs. Son las tres formas de videncia más poderosas que existen. Están representadas por Eón, Nor, y Aynós. Pasado, presente y futuro. Son magos con unas cualidades innatas para la premonición y que descubren sus poderes en la tardía adolescencia. Cuando muere uno, su espíritu hace un arduo viaje hasta encontrar al joven mago con el poder suficiente para sustituirle. Y adquiere los conocimientos que él a recopilado desde los principios de la vida.
Eón ya era viejo. Más viejo de lo que su aspecto descubría. Y se sentía muy solo, porque ninguno de sus compañeros de viaje había encontrado al joven que buscaba. Sabía que pronto sería el encuentro, pero no podía esperar. Quería ser parte importante en todo lo que se avecinaba, y si no se daban prisa, no le tendrían en cuenta.
Algo en su interior pegó un brinco. Ese espíritu viajero, que había conocido tantas épocas anteriores a esta, reconocía con súbita alegría a su querido Aynós, a esa luz que acompañaría a su soledad.
Se acercó al centro de la sala, que en una mesa alta y pequeña, presidía la habitación ese único objeto. Una bola negra sin aparente complicación. Puso una de sus manos sobre ella, y una nebulosa de luz blanca se movió en su interior. Poco a poco, fue formando formas extrañas hasta que apareció una niña de cabellos dorados y ojos azules, tan azules como el mismísimo cielo nocturno, dormida, en una cama de la enfermería de Hogwarts, atentamente vigilada por una chica de ojos miel que la miraba con la atención que se le dedica a algo valioso.
- Al fin despertaste. Es hora de que nos veamos, Luna...
~*~*~
Casi todos los alumnos habían entrado y ocupaban su lugar en las mesas. Harry y Ron ya estaban entre ellos. Las puertas del Gran Comedor se abrieron de par en par.
Hermione entró sonriendo, mirando a unos cuantos pares de ojos (entre ellos los míos) que se dirigían a ella con disimulada estupefacción. Había cambiado mucho últimamente. Desde que Voldemort se había afanado en destruir sangresucias y muggles, su filosofía de vida era distinta. Ya no veía tan importante matarse a estudiar, que lo era, ni ser la mejor en todo, que también lo era.
Lo más importante para Hermione Granger era vivir.
Aunque no compartiera sus inquietudes con sus amigos, había notado que se preocupaban más de lo normal. El hecho de ser hija de muggles y amiga de Harry la ponía en una situación muy delicada.
Pero no pensaba preocuparse por eso, aunque tampoco ignorarlo.
- Perdón por el retraso, pero tenía que ver una cosa en la biblioteca - Me gustaría que esa cosa fuera yo pero va a ser que no. Sonrió a modo de disculpa y los chicos salieron de su ensimismamiento. El sutil cambio de actitud de Hermione, la dotaba de una gravedad hipnotizante de la que no escapaban los dos chicos.
- Tampoco ha pasado nada interesante, bueno, a no ser que ver a Ron beberse tres litros de zumo de calabaza en dos minutos sea algo interesante... - Harry miraba a Ron con expresión derrotada, mientras que el pelirrojo se sonrojaba.
- Tenía sed ¿vale? Soy Action Man, un hombre de acción, necesito recuperar fuerzas...
- Claro Ron, claro... - Hermione le sonrió con resignación, y el chico volvió a sonrojarse, aunque no pudo evitar ver lo pensativa que estaba.
- ¿Estás preocupada por lo que ha pasado en la enfermería con Luna? No ha sido para tanto Hermione... - Los ojos azules de Ron se volvieron serios por un momento, para recuperar poco después su expresión natural, algo aniñada.
- Bueno, es bastante extraño que una amiga tuya se desmaye, te llame gritando como una histérica, entre en trance y realice una profecía incomprensible...
- Ey, tranquila, eso de tener clases de pociones con Slytherin antes de comer está haciéndote muy susceptible - Hermione puso los ojos en blanco, mientras que Harry sonreía.
- ¿Recuerdas algo de la profecía?
- Decía algo así como que los impuros utilizarán a Senkrad desde la oscuridad, que impartirá amargura y desolación al mundo y que nuestra única esperanza es su complementaria la luz de Naimad... - Hermione se concentró en recordar.
- Genial, un monstruoso ser oscuro quiere liquidar la especie humana y la única que puede salvarnos es su alma gemela, guay... - Ron la miraba casi divertido, ignorando deliberadamente las miradas de severidad que le dedicaban sus dos amigos.
- Ya que estás en adivinación podrías creer en estas cosas...
- Por eso mismo, Hermione - El pelirrojo le sonrió y cogió un trozo de pollo que se llevó a la boca y masticó rápidamente - Aunque si te quedas más tranquila, pregúntale a Lupin.
- Tiene razón Hermione, debes de tomarte estas cosas más enserio... - Bajó la voz para que no pudiera oírle - Puede que todo esto tenga que ver con ella...
Ron dejó de sonreír.
~*~*~
Draco se dirigía despacio a la última mesa de Historia de Magia. Podría vagar por sus pensamientos todo lo que quisiera, ya que tenía bastantes cosas en las que pensar. Se dejó caer pesadamente en la silla soltando la mochila en el sitio que tenía libre a su lado. Echó un distraído vistazo a la ventana, que mostraba una bella vista hacia el Bosque Prohibido, para quedarse así durante toda la hora. Aunque sus pensamientos no estaban en aquél paisaje.
"Genial, soy un mortífago, dirijo una expedición de captar al estúpido Weasley, que a su vez chantajeará a Potter para que luché contra Voldemort, lo que me convertirá en el mortífago que le entregó la cabeza de Potter, lo que me hará asquerosamente poderoso."
"Lucius está orgulloso y temeroso de mí y Narcisa en su papel de madre amantísima me hace sentir que soy "su hombrecito" el que culminará el nombre de nuestra familia, ¿Qué puedo pedir más?" "Ah sí, se me olvidaba, tengo la sospecha de que Moon, me va a traicionar y que la sangresucia de Granger va a tener mucho que ver en ello..."
"O lo que es peor, me estoy volviendo loco, y estoy obsesionado con Granger..."
Dirigió una mirada distraída a los Slytherins que con cara de aburridos miraban al profesor Binns en su intento de clase.
Zabinni, Parkinson, Crabbe, Goyle, Nott, Anderson, McNair y McCarthy. Son los mortífagos de sexto año que pertenecen al Círculo. Mentira, Falsedad, Violencia, Intimidación, Extorsión, Prepotencia, Astucia y Lujuria. Sus verdades. Malfoy a comprobado en todos ellos que se corresponde con la verdad que les ha sido impuesta (sobretodo de Sindy McCarthy) Por eso, algunos de los cultos señores magos sentados en sus sillones de terciopelo rojo, nos llaman también los Indeseables.
Porque nadie querría ser como nosotros.
Decidió nuestra querida estrella del rock, dejar de pensar en los intransigentes misterios del destino de su vida, y se puso a contemplar la explosiva serpiente que tenía a unos dos bancos por delante de él.
Aunque su mente estúpida, hormonal e irracional, se dirigió a los sucesos que contempló aquella mañana.
La Ravenclaw le preocupaba, y también lo que sintió al ver a Granger, con la misma expresión de incomprensión que tenía cuando oyó a Lovegood decir tantas cosas sin sentido, paranoias de locos, pero que a él le sonaban extrañas, casi familiares...
La expresión de alarma en los ojos de Granger se aparecía ante él como si fuera un fantasma. Era como si ella también hubiera sentido esas palabras no tan vacías de significado como podían parecerle a los demás. Como si hubiera un fondo mucho más real, más tangible, más... caótico...
Como si eso pudiera tener que ver con él...
O con ella.
"Qué gilipollas eres, Malfoy" pensó. Era imposible que una estúpida premonición de una niña de quince años, pudiera afectarle a él.. o a nadie. Ni siquiera debería dedicarle tiempo a eso. Tenía cosas más importantes en las que pensar como para preocuparse de esas cosas. Ahora debía encontrar la manera de hacer que Weasley se uniera a ellos, necesitaba mantener su mente activa para no pensar en las estupideces de la Ravenclaw, ni en los ojos llenos de alarma de la sangresucia.
Se dedicó a mirar la inquietante y explosiva figura de McCarthy. Sus largas piernas, su piel pálida, sus ojos azules, su exuberante... cabello... Estaba muy buena aunque nunca le había llamado mucho la atención.
Era imposiblemente tonta, perfecta para un estúpido cabeza de...
Y de repente, la visión reveladora le hizo maquinar lentamente, y sin proponérselo como atraer al Weasley traicionero...
~*~*~
Luna Lovegood se encontraba en el despacho de Lupin, mirándolo con esa distraída expresión en su rostro. El profesor, como gran conocedor de las Artes Oscuras, sabía perfectamente que antes de tener una premonición, se tenía un sueño revelador con el que, siguiendo las pistas adecuadas, se podía llegar a entender que significaba todo aquello. Pero Luna no colaboraba.
- Señorita Lovegood, si no me cuenta el sueño que tuvo, no podré ayudarla a descubrir que alcance puede tener su... predicción.
- No lo recuerdo bien, era demasiado desagradable, profesor...
- Ya lo sé Luna, pero debes intentarlo por el bien de todos nosotros... Además, que llamarás a Hermione de esa forma, la involucra en todo lo que puede pasar...
- Pero... - No pudo continuar porque entraron súbitamente los tres Gryffindors que se alegraron sobremanera al verla bien.
- Perdone profesor por la intrusión, pero queríamos saber si Luna estaba bien como ya vemos... - Harry dijo esto muy aprisa, mientras que poco a poco sonreía al igual que Hermione, mientras Ron miraba fijamente a la chica rubia sentada en la silla frente a Lupin, que le miraba con una enigmática sonrisa.
- No pasa nada chicos, es normal que estuvierais preocupados por Luna, nos ha pegado un buen susto... - el profesor les dedicó una abierta sonrisa, mientras que les indicaban que tomaran asiento - Aquí estaba, esperando a que la señorita Lovegood se dignara a explicarme su sueño - La miró severamente, aunque sin perder esa sombra de sonrisa que siempre le acompañaba. Antes de que los chicos pudieran decir algo, se les adelantó Hermione.
- Cuando alguien tiene una premonición o una profecía, siempre viene prevenida de un sueño que ayuda a entender dicho fenómeno... - Hermione sonrío mientras que Lupin le respondió con lo mismo.
- Muy bien Hermione, como siempre. - Los chicos la miraron con resignación. Por mucho que Hermione Granger llegue a cambiar, nunca dejara de ser la primera de la clase - Y bien, Luna, llegamos al punto en el que tú nos dices que has soñado últimamente... - En todo ese tiempo, la chica de ojos azul noche, no había parado de mirar a Ron, como si mirándole, pudiera decidir lo que le convenía. Después de dudarlo, miró a su profesor y empezó a contar.
- Llevo desde que empezó el nuevo curso con un sueño que se me repite todas las noches... - Ron notó, como esa chica, tan distraída y soñadora, se convertía en el recuerdo de lo que era, para pasar a ser un espíritu melancólico. Sus ojos se convirtieron en dos espejos de agua oscura. No pudo reprimir un escalofrío - Me encuentro en una sala redonda, dejada de la mano de la Naturaleza, con vegetación por todos lados. Una pared derruida, muestra un paisaje verde oscuro, medio destruido por las llamas, en una noche de luna llena. La luz entra salvajemente e ilumina de forma tenue, a unas tétricas máscaras blancas, que giran para mirarme con sus estúpidas sonrisas. En uno de los rincones más oscuros, Hermione, esta tirada en el suelo, con respiración pesada, mientras que alguien se alzaba ante ella con una amenazante sonrisa. Cuando me dirijo al centro... - Paró de repente. Sus ojos estaban líquidos y Hermione le cogió la mano para que dejara de temblar. Aunque ella también estaba temblando. La chica de cabellos dorados suspiró dejando escapar todo el aire del mundo, y continuó - ... Harry se encuentra en el suelo, muerto... - La expresión de Harry era seria, pero no pareció turbarse por la mención de su muerte. Lupin estaba más pálido de lo normal, aunque no dijo nada - En un momento indeterminado, las filas de mortífagos se abren para dejar paso a un chico con una capa granate. Aun no lo veo, esta oculto por la sombra, pero si veo el cuchillo destilando finas gotas de sangre roja, sangre de Harry. Se quitó la capucha y salió al centro de la habitación en donde todos le veían bien. Hermione se irguió y pegó un grito que desgarra mi alma todas las noches que lo escucho... - La chica aun con esa expresión de espíritu melancólico, miró fijamente a Ron con un poco de amargura en la mirada... - Ron aparecía con una sonrisa de lo más macabra... - La chica miró a todos los presentes con tristeza, aunque ya con su risueña en inquietante expresión.
Todos los presentes estaban asombrados. Ron no daba crédito a lo que había oído, como demostraban sus ojos desmesuradamente abiertos, y su rostro pálido y casi translúcido a la luz del sol que entraba a raudales por la ventana del despacho.
- ¡Yo nunca mataría a Harry! ¡Nunca le haría daño, es mi mejor amigo! - El chico se levantó mirando a todos los presentes con amargura - Harry es la persona que yo más valoro, el mejor amigo que cualquiera pudiera tener...
- Ya sabemos que no harías nada a Harry. Que haya soñado con que matas a Harry, no significa que vayas a matarlo... - Lupin se levantó y con esa sombra de sonrisa tranquilizó a un Ron, exhausto por el violento aspaviento que hacía con los brazos momentos antes, que se dejó caer en la silla.
- Me reconforta oír eso - El chico de ojos verdes, que había estado durante toda la descripción serio, ahora sonreía a su amigo. Sabía perfectamente que Ron nunca le haría daño. Es su mejor amigo y confiaba en él.
Que ingenuos son los Gryffindors...
- ¡No puedes estar así de contento con estas cosas! - Ron dijo esto levantándose y volviéndose a sentar. Había perdido mucha energía en su desesperado intento de demostrar su inocencia. Hermione lo miraba pensativa. Había algo en el relato de ese sueño que le resultaba familiar, tangible... caótico...
...
- El primero que no tomaba enserio a Luna eras tú, Ron - El chico la miró arrugando los ojos como hacía cuando se enfadaba - Los sueños no siempre muestran las cosas tan claras como parecen... - Esto último le recordó a Ron, el tono de voz, distante y melancólico que poco antes había utilizado Luna.
- Es cierto lo que dice Hermione. Pronto sabremos lo que quiere decir todo esto - El hombre se levantó y los miró a todos con una amplia sonrisa, lo que como si estuvieran todos movidos por un resorte, hizo que se levantaran y se despidieran de su profesor.
Harry y Hermione salieron del despacho hablando entre ellos sobre todos los acontecimientos, mientras que Ron y Luna los seguían a cierta distancia. El pelirrojo no podía evitar lanzar furtivas miradas a la chica ausente y enigmática que tenía al lado. No sabía como, pero cuando la tenía cerca, no podía parar de mirarla.
El chico de ojos verdes y su amiga se perdieron de vista por las escaleras que llevaban a Transformaciones. Luna en ese momento levantó la mirada y observó los bellos ojos azul cielo de Ron.
- No te preocupes, todo saldrá bien - Una amplia sonrisa adornaba su cara, que a juicio del chico, le daba un toque especial muy... mágico - Aunque... - La chica bajó la voz de pronto como si temiera ser oída - Escoge lo que realmente deseas... - Sorprendido por las palabras de la chica, se sorprendió aun más cuando, estirándose un poco, ya que el chico le sacaba una cabeza de altura, le dio un beso en la mejilla.
Aturdido, pero visiblemente encantado, vio como la frágil y delgada figura de Luna se marchaba hacía las frías y lúgubres mazmorras. Se pasó la mano por la zona en donde había sido besado. Y con una sonrisa que le iluminaba el rostro, se fue corriendo hacia su próxima clase...
~*~*~
Eran las diez menos cinco de la noche. Dentro de cinco minutos, ningún alumno podría estar fuera de su casa. Lo que significaba que era la última ronda que daban los preferectos. Malfoy debería de estar en las mazmorras, pero decidió, como para despedirse de su vida de adolescente malcriado, encontrarse "casualmente" con Granger.
Caminaba por los pasillos débilmente iluminados del Ala Este, cercanos al despacho del director. Si la memoria no le fallaba, era a Hermione la que le tocaba estar por esa zona. Se dirigió a una ventana. El cielo estaba oscuro, tanto que ni siquiera podía ver la cercana casa de Hagrid iluminada tenuemente. La luna estaba oculta bajo los espesos nubarrones que ni el potente viento despejaba. Este, con su fuerza inquebrantable, curvaba los árboles hacía un lado, como si fueran simples astillas. Era el primer aviso del crudo invierno.
Suaves aunque determinados pasos se acercaban a él. Sabía perfectamente que era ella. La chica, que no reconocía a esa sombra negra al lado de la ventana, se acercó mucho al chico vuelto de espaldas, confiada. Sus ojos con esa expresión tan conocidamente analítica, le miraron sin notar nada extraño.
- Deberías irte a tu sala común, pronto serán las diez.
- Lo siento Granger, pero creo que soy lo suficientemente mayorcito como para hacer lo que quiera - La chica descubrió en su mirada, cierta sorpresa, que escondió rápidamente en su perfecta máscara de orgullo. Al volverse, mostró su típica sonrisa llena de escamoso desdén. No habían hablado en todo el curso, y tenerle tan cerca le resultaba a la chica de ojos dorados bastante incómodo.
- ¿Qué haces aquí, Malfoy? Este no es tu pasillo - La chica dijo esto lo más cortante que su cálida voz le dejaba articular. Se separó imperceptiblemente de Malfoy, mientras intentaba mirar otra cosa, concretamente un punto indeterminado por detrás de él, que no fueran sus hirientes ojos plateados. Draco hacía todo lo contrario.
- Pues nada, estaba yo tan aburrido en mi pasillo cercano a las mazmorras, y pensé ¿Por qué no observar a la única sangresucia que se deja ver últimamente? Y nada aquí estoy. - El chico no podía reprimir una sombra de sonrisa en sus labios.
Aún seguía siendo tan predecible como el primer día. Sus cejas fruncidas, sus ojos llenos de vida, mirándolo solo a él... Aunque nunca lo reconocería, esos momentos en los que discutía con Granger, le daban un cierto interés que nada más le provocaba de esa manera. Pero no sabía porqué desde que había empezado el curso, se sentía estúpido preocupándose por otras cosas que no eran, por ejemplo el mejor insulto para herirla, o el vigilarla, como su padre le había repetido miles de veces que era su deber.
"Vigila a los sangresucia. Son como asquerosas ratas que se meten en la cocina en el momento menos sospechado"
Le inquietaba más al joven Slytherin su mirada preocupada, la tristeza que la embargaba a veces, sus extrañas desapariciones acompañadas por las de Moon...
- Vaya, que considerado ¿Quieres que me arrodille ante ti y le dé gracias al cielo por este milagro llegado de la mano de Dios? - Los sarcasmos de Hermione le divertían en cierta forma. Para ser una estúpida Gryffindor no lo hacía mal.
- Mira, encima que me desplazo solo para deleitarme con tu asquerosa monotonía de sangresucia, me desprecias de esta manera con tus bonitos sarcasmos ¿No te parece conmovedor? - Sus ojos grises la miraron de una forma peligrosa. Era extraño, pero a Hermione no le gustaba estas medias tintas que se traía en estos momentos con Malfoy. ¿Qué era eso de no interesarse por ella durante un mes y de buenas a primeras volver como siempre? Pero había algo diferente. No sabría decir el qué, pero había algo distinto en la expresión de Malfoy. Parecía que estaba despidiéndose de ella.
- Deja de jugar, ya no eres un chiquillo malcriado, además si eres tan genuinamente único deberías ser más original. Me vas a desgastar con tanto "sangresucia"... - Malfoy se pasó la lengua por su labio superior. Le parecía interesante, aunque tampoco lo reconocería nunca, esa inteligencia que siempre demostraba en sus contestaciones. Un mechón de pelo le cruzó por la frente a la preferecta, lo que desconcentró al chico. Ella se lo recogió y le miró a los ojos.
Había que reconocer que tenía unos ojos preciosos la sangresucia...
Miró su reloj. Las diez en punto.
- Bien, si quieres dejaré de ser un niño malcriado, para convertirme en algo más... maduro - Su mirada ahora era desafiante. Sus palabras afiladas pasaban por su alrededor como sendos cuchillos. Algo no marchaba bien - Te aconsejo que tengas cuidado a la gente que te acercas... - El Slytherin se acercó mucho a ella. La respiración de Hermione se volvió pesada, pero seguía erguida, mirándole con descaro. Malfoy se acercó a su oído, casi rozándolo con los labios. La chica sólo pudo mantenerse firme, mirando al frente aunque no podía ocultar que sus manos temblaban ligeramente, bajo la luz de una antorcha - ... porque puedes salir perjudicada - El chico se apartó, y la volvió a mirar con ese aire de superioridad con el que se movía por todo el castillo. Había sentido algo raro al acercarse, como si su corazón gritara por algo que él sabía y que Draco no acertaba a comprender. Por eso se separó de ella, no quería continuar con esa agobiante sensación.
Hermione que estaba estupefacta ante el comportamiento tan insólito del rubio solo acertó a mirarle con indiferencia premeditada. Y Draco que lo notó se sintió lleno de rabia por dentro, que por supuesto, no demostró.
Lo que menos soportaba era que fuese ignorado.
La castaña se giró dándole la espalda. Quien hubiera visto su cara, juraría que había pasado un mal trago, pero ante Malfoy, las debilidades debían de ocultarse. Aunque claro, el maestro del control de las emociones, había visto ese nerviosismo, casi miedo que había demostrado ante él. Aunque su estúpido orgullo Gryffindor no pudiera admitirlo nunca. Y eso le enfureció más.
¿Qué le enfadaba más, su indiferencia o el orgullo que no la dejaba mostrarse débil ante él?
Aunque suene extraño, ambas cosas.
- ¡No pretendas ignorarme estúpida rata sangresucia! - Silbó y arrastró tanto las palabras que Hermione casi no entendió lo que decía. Una sonrisa de triunfo apareció en su cara.
Desde hace seis años conocía a Draco Malfoy. Sabía muchas más cosas de él de lo que el rubio pensaba. "Se aprende mucho observando al enemigo" recordó en un guiño al pasado en los tiempos que Ojoloco Moody daba clase en Hogwarts. Pero nunca, por lo menos que ella recordara, lo había visto tan... ¿Enfadado? ¿Eso no es una emoción? Pues aunque parezca mentira, intuía en ese tono tan arrastrado y tan típico de él un cierto reproche. Se dio la vuelta para contestarle.
- ¿Pretendes que me quede admirándote mientras me insultas? Verás, no todo tiene que girar en torno a ti sabes Malfoy, y como tu bien has dicho, son las diez, así que si me disculpas me voy a mi sala común. Buenas noches. - Y con esto, se dio la vuelta y sonrió de nuevo a la nada. Qué predecible era a veces...
Como en estado de shock la vio irse diciéndose a si mismo porque no hacía algo. "¡Idiota demuéstrale quien es el infante de la casa Malfoy!" Pero aunque no pudiera creerlo, una media sonrisa se le dibujó en el rostro, sin tanto desdén como mostraba habitualmente. "Muy lista, Granger" Vio como la sombra de la joven Gryffindor se perdió por las lánguidas paredes del pasillo y se dio la vuelta para encaminarse a su sala común.
1-0 a favor de Gryffindor...
~*~*~
Todos estaban sentados ante la austera mesa de madera. Malfoy se retrasaba, ya eran las once y cuarto. Todo el mundo estaba muy inquieto, hablando entre ellos secretamente, como si sus miedos pudieran alterarme. Vaya estupidez.
No me importa nada de lo que les pase.
Se había desencadenado una estruendosa tormenta, en un momento. La lluvia salpicaba violentamente a los cristales que parecían que entre el silbante viento y la fuerza de la lluvia no iban a resistir. Pero resistirían. Este castillo tiene mucha fuerza.
La habitación estaba mucho más oscura que habitualmente, ya que la luna no había salido de la vigilancia de las nubes. Dos antorchas iluminaban el centro de la sala, por lo cual, mi lado de la mesa estaba casi en penumbra. Mejor así.
Draco Malfoy apareció silenciosamente, tanto que ninguno de los presentes (excepto yo) se dio cuenta de que había llegado, y siguieron con su charla irreverente. Se sentó majestuosamente en su silla, en el otro extremo de la mesa y carraspeó un poco para hacerse notar.
Había algo en sus ojos que me hacía desconfiar. Estaba demasiado contento, y eso significa que hay que andarse con cuidado. Un Malfoy feliz es demasiado peligroso como para no tenerlo en cuenta. ¿Qué habría estado haciendo? Quizás su querido padre le haya regalado una escoba nueva, o quizás a discutido con El trío Fantástico y ha salido vencedor, vamos las típicas diversiones de niñato malcriado que tenía...
Una idea poco descabellada la verdad.
Si yo discutiera con Granger también estaría así.
Se levantó con la misma prepotencia, y con esa sonrisa intacta de desprecio. Pero aún así, se veía en sus pupilas grisáceas una reprimida euforia, y aunque sonara contradictorio, una rabia desconocida.
Miró a todos los presentes, deteniéndose en mi. Este chico sabe valorar la inteligencia, gran cualidad en un líder. Parecía más fuerte y poderoso de lo que nunca le había visto hasta ese momento. Con ese aire parsimonioso y célebre que le daba a todo pronunció su discurso.
- Escuchadme bien porque no pienso volver a repetirlo - A todos les dio la misma sensación de que si estuvieran en un examen práctico de Snape - Si habíais pensado algo, guardároslo para vosotros porque no me interesa. Tengo una idea que puede funcionar si cada uno sabe hacer su trabajo - Malfoy empezó a dar vueltas por la mesa, mirando a todos por los que pasaba cerca - ¿Qué es lo que más puede atraerle a un Gryffindor de Slytherin? Como todos sabemos, nada, su estúpido honor les hace abstenerse de romper las reglas... Pero todos sabemos lo que puede atraerle a un chico aunque sea del mismo infierno, que para el caso, más o menos es lo mismo... - Se paró justo cuando llegó al sitio de McCarthy. La chica se relamió los labios al ver tan cerca a Draco - ¿Y qué es lo que tenemos nosotros por lo que cualquier chico mataría? - Un halo de comprensión apareció en los rostros de los jóvenes Slytherins y comenzaron los murmullos de devoción hacia su querido líder. No era mala idea, aunque... - Si McCarthy hace todo lo que nosotros digamos, no tendremos problemas en la primera parte del plan. Deberás... - El chico se acercó a ella por un lado, mientras que la chica de ojos de gata lo miraba con lujuria en la mirada - ...atraer al Weasley todo lo que puedas e internarlo en la vida de los Slytherins. Que ninguno muestre desprecio... - Se dirigió a los demás levantando la cabeza, y de los labios de McCarthy se escuchó un débil gemido de desaprobación - ...Pero si algo de indiferencia, hasta él notaría que si los Slytherins somos amables es porque algo tramamos... - Volvió a acercarse a la chica que ahora sonreía maliciosamente y le susurró al oído - Si haces bien tu trabajo, te recompensaré con lo que quieras...
- ¿Con lo que quiera? ¿Aunque tú seas lo que quiero? - El Slytherin iba a responder pero la chica le cerró los labios con un dedo - No me contestes aun, ya habrá tiempo para hablar de los beneficios... - La chica le sonrió con su sensual voz acariciándole los oídos y se irguió en la silla.
- Bien - Malfoy volvió a su sitio, recobrando mínimamente la compostura despertando la admiración por donde pasaba. Pobres borregos fanáticos, perdónalos, no saben lo que hacen - Esta será la primera parte del plan, el resto os lo diré a su debido tiempo. Os convocaré cuando lo crea necesario - Y sin más, se dio la vuelta, y se marchó por donde había venido.
- Bueno ya le habéis escuchado, por si la inteligencia de alguno es tan limitada que no le ha comprendido, os haré una síntesis: Dejad que McCarthy se ligue a Weasley y no os metáis mucho en su trabajo. Si os encontráis haciéndolo a estos dos - Señalé ligeramente a McCarthy - en medio de la sala común os calláis y seguís con lo que estabais haciendo ¿Quedo claro? - Todo el mundo nota cuando no estoy de humor, en estos momentos. Salieron casi corriendo de la sala, mirándome con una mezcla de miedo y algo más.
Joder, es normal que no esté de humor. No la he visto en todo el día...
¿Dónde te has metido mi pequeña sangresucia?
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¡¡¡Buenooooo!!! Os prometo que en el siguiente capítulo dejaré hablar a Moon, ya que él se maneja mejor con las chicas jejejeje. Bien, espero que os haya gustado. En el próximo capítulo se desarrollará la primera parte del plan...
¿Creéis que Ron, caerá en las redes de McCarthy? ¿Qué pretende Moon con respecto a Hermione? ¿Qué significa la profecía de Luna? ¿Y su sueño? ¿Pensaís que Ron será capaz de traicionar a Harry? ¿Por qué ese interés repentino de Draco por Hermione...?
En el próximo capítulo se desvelarán algunas respuestas (o no ;) )
Por favor, espero que sigáis siendo fieles a esta historia y que dejéis Reviews que significan muchísimo para mi (y para el inconmensurable ego de Moon ^.^U)
Bad Blood Moon
