Harry sintió un vuelco en el corazón al ver aparecer por fin las
magníficas torres de Hogwarts llenas de luces.
No tenía idea de cuánto tiempo llevaban volando,
pero era la primera vez que sentía ganas de bajarse de su escoba.
- ¡¡Vamos a aterrizar cerca del sauce boxeador!!
-la voz de Lupin sonaba distante y muy suave.
Aterrizaron tan cerca del sauce que apenas posó su
escoba sobre el suelo, Harry bajó y se alejó.
Los guardias lo ayudaron a desatar su baúl y la
jaula de Hedwig de la escoba, y luego se fueron volando otra vez.
Los cuatro caminaron por los terrenos de Hogwarts
hasta llegar a la gran puerta de roble que se abrió con un chirrido. Dumbledore
estaba ahí parado, con los brazos extendidos, y parecía más viejo que nunca,
vestía una túnica azul con grandes estrellas que lo hacía ver muy alto. Los
recibió con una sonrisa y los hizo pasar.
- ¡¡Bienvenidos!! -dijo Dumbledore sonriendo-.
Harry, seas bienvenido.
- Gracias Albus, estamos muertos de frío -contestó
Tonks.
- Harry, quiero informarte anticipadamente que
desde ahora Tonks va a ser tu nueva profesora de Defensa Contra las Artes
Oscuras.
Eso era increíble. Casi ni conocía a Tonks, pero
parecía muy buena persona, y ahora iba a saber cómo era como profesora. Harry
pensó que Hermione y Ginny se iban a poner muy contentas, le hubiera gustado
viajar en el expreso de Hogwarts con ellas, con su amigo Ron, con Luna...
- Profesor Dumbledore, ¿cómo se van a enterar mis
amigos de que no voy a viajar con ellos en el expreso de Hogwarts? -preguntó
Harry, que recién se daba cuenta de ese pequeño detalle.
- No hace falta avisarles nada -dijo Dumbledore con
una sonrisa pícara y de complicidad.
- ¿Porqu...
- ¡¡¡¡Harry!!!!, ¡¡Qué gusto me da verte!!
El chico no alcanzó a ver quién era el que le había
hablado, cuando alguien se le abalanzó para abrazarlo. Era Hermione. Detrás de
ella estaban Ron, Ginny y, sorprendentemente, los mellizos Fred y George
Weasley.
- No sabes cómo te extrañábamos. Todo estaba muy
raro sin ti. Tenemos muchas cosas que contarte. Es increíble tener todo
Hogwarts para nosotros solos. ¡¡Puedo sacar lo que quiera cuando quiera de la
biblioteca!! Ahora estoy leyendo un libro fantástico, se llama "el poder
de la magia", tienes que leerlo, encontré una manera de realizar un
hechizo para leer la mente de los otros, realmente es muy difícil, pero...
- ¡Hermione! ¡¡Acaba de llegar!! ¡no lo agobies!
-le dijo Ron a ella, la tomó de la mano y la separó con suavidad del cuerpo de
Harry.
- Es verdad, lo siento Harry -se diculpó la
muchacha.
- Bienvenido Harry -le dijo Ron.
- Gracias amigo -contestó Harry muy sonriente.
- ¡Hola Harry! -contestó muy animada Ginny.
- Hola, Ginny.
- ¿Cómo pasaste tu verano Harry? -le dijo George
sonriente.
- El nuestro estuvo fantástico -terminó Fred.
- Bien, bien pero...
- Dumbledore nos pidió que volviéramos, es nuestro
último año y no quería que abandonáramos el colegio a tan poco tiempo de
terminarlo -lo interrumpió George.
- Bueno, bueno, ya tendrán tiempo de charlar, ahora
vengan que ya vamos a cenar todos juntos -dijo Dumbledore.
Harry estaba muy contento, estaba en Hogwarts antes
que todos los demás, los Weasley estaban con él, y también Hermione,
Dumbledore, Lupin, Moody y Tonks también, sólo faltaba alguien, y Harry no veía
la hora de que llegara, no sabía porqué la esperaba tan impacientemente, pero
lo único que quería era verla, con su sonrisa, su miraba distraída, y un
ejemplar de "El Quisquilloso" en la mano.
Las puertas del Gran Salón se abrieron, y Harry lo
encontró muy cambiado. En lugar de las cuatro mesas que representaban a las
diferentes casas, había una sola mesa muy larga, en el centro del salón, con
varias personas ya sentadas.
La profesora McGonagall le sonreía, también estaba
la profesora Sprout, Trelawney, Sinistra, Flitwick, otros a los que Harry no
conocía, y para su desgracia, Snape.
Harry saludó a todos con un movimiento de cabeza y
se sentó a un costado, al lado de Fred y Hermione, que estaba sentada al lado
de Ron y cuando éste se sentó le tomó la mano y le sonrió. Harry estaba por
preguntarle qué estaba pasando, pero decidió hacerlo en otro momento más
adecuado.
La cena estaba muy rica, y al terminar, Harry se
sintió muy cansado para decir algo. Espero pacientemente a que todos terminaran
y por fin subió a la sala Común con sus amigos.
- ¿Contraseña? -preguntó la dama gorda cuando ellos
llegaron
- ¿para qué quiéres saber la contraseña si solo
estamos nosotros? -pregutó Harry.
- Por precaución -contestó la dama gorda
tajantemente.
- mujer hartante -murmuró Harry en voz baja.
- ¿Cómo lo sabías? -le preguntó Hermione muy
sorprendida.
El retrato se abrió y dejó un espacio libre para
que pasaran. A Harry le causó gracia saber cuál era la contraseña.
La sala Común parecía muy acogedora. Un gran fuego
estaba encendido en la chimenea, y habían muchos sillones muy mullidos que
invitaban a sentarse ahí mismo a dormir.
- Nosotros no podemos quedarnos, tenemos que
trabajar en los surtidos saltaclases -dijeron Fred y George rápidamente, y con
un chasquido desaparecieron.
- Yo estoy muy cansada asique mejor me voy a dormir
-dijo Ginny, y se fue bostezando.
- Antes que nada, tenemos algo muy importante para
decirte Harry -dijo Hermione, e intercambió una mirada con Ron, mitad de
complicidad y mitad cariño.
- Oigan, ¿Qué les pasa a ustedes dos, eh? Están muy
raros. -les dijo Harry sonriente.
- De eso te queremos hablar -dijo Ron. Estaba muy
rojo, y Harry habría podido sentir el calor que salía de sus orejas.
Hermione continuó:
- Harry... Ron y yo queremos decirte que...
dosotros nos... digo, nosotros dos...
- Lo siento, me olvidé mi abrigo -interrumpió Ginny
tímidamente-. Ya me iba.
Hermione esperó a que Ginny se fuera para
continuar.
-Como te decía, Ron y yo, estamos, queremos,
somos...
- ¿Quéee? Ya díganme -Dijo Harry impaciente.
- Que somos novios -dijo Ron muy rápidamente. Su
cara antes roja era ahora de un color escarlata.
- ¡Por favor! -les dijo Harry sonriente -. ¿Se
creen que les voy a creer eso de que son novios?
- Es la verdad, Harry, hace una semana que estamos
en Hogwarts, y eso nos sirvió para darnos cuenta... bueno... de lo que
sentíamos -terminó Hermione muy seria y también roja.
Harry no sabía qué creer, por un lado ellos lo
decían muy seriamente, y no había motivos por los que sea mentira. Pero por
otro lado, ¿Hermione y Ron novios? Era algo imposible, ¡¡estaban todo el tiempo
peleándose!!
- Está bien -concluyó Harry-. Les creo, pero,
¡¿porqué demonios no me dijeron antes?!
- Bueno, no considerábamos apropiado decirtelo por
carta, pensamos que era mejor personalmente -le dijo Hermione a modo me
disculpa.
- Yyy... ¿Ya se besaron? -les dijo Harry con una
sornisa en el rostro.
- Bueno... -dijo Hermione.
- Yo ya tengo sueño y me voy a dormir, adiós -dijo
Ron levantándose rápidamente del sillón.
- Sí, sí, creo que, yo también me voy -siguió
Hermione.
Harry se quedó allí, sonriente. ¿Era verdad eso del
noviazgo? Sólo quedaba preguntarle a Ginny o a los mellizos, pero Harry creyó
que era mejor hacerlo al otro día. Subió por la escalera de caracol hacia los
dormitorios de los chicos, y ahí encontró su linda cama adoselada, calentita y
mullida, lista para acostarse, con su baúl al lado. El dormitorio se veía muy
raro sin los baúles ni pósters en las camas de Neville, Dean y Seamus.
Harry se quitó la túnica y se puso el pijama, Ron
ya estaba acostado y Harry habría jurado que se estaba haciendo el dormido. Él
también se acostó pensando en ese "noviazgo" de Ron y Hermione, y se
imaginaba a él diciéndole a ellos dos que estaba de novio con, con, ¿porqué se
imaginaba a él de novio con Luna? No entendía porqué estaba pensando en Luna,
no podía ser, él estaba enamorado de Cho, o al menos eso creía, con esos
pensamientos se le fueron cerrando los ojos, hasta que por fin se durmió,
increíblemente feliz de estar de nuevo en su casa, con sus viejos amigos y
Dumbledore.
Ah! Me falto pedirles algo...
R
E
V
I
E
W
S
S
S
Byes
L.K.M
Miles
P/D: No se olviden de leer mis fics de Inuyasha, en Fanfiction(con el Pen Name Miles) a paus no le gusta inu, pero como a mi si, aprovecho para hacerme propaganda, Jeje ^_^
