CUENTOS CON NADA DE HADAS
Estoy algo apuradita, pero les agradezco de sobremanera sus reviewsss. La próxima vez se los responderé, ¿ya? Ahora los dejo con:
.::MARREL Y PEPPEL::.
Había una vez dos hobbits llamados Marrel y Peppel; eran primos, alegres, simpáticos, enérgicos, cómicos, pero muy, ¡MUY!, buenos para comer, en especial dulces "Lembitas", que eran una nueva creación comercial de los ociosos elfos de Lothlórien.
Como sea, a Marrel y Peppel les gustaba viajar por la Tierra Media, devorando todo lo que encontraban a su paso. Saqueaban aldeas, pueblos, ciudades, reinos, ¡todo! Incluso Sauron, en su Oscuro Trono de Mordor, se había puesto a guardar y racionar la rica comida de orcos en algún lugar seguro de Barad-dûr. También Gondor se hallaba en crisis, los caballos de Rohan estaban en los estómagos de Marrel y Peppel, en Fangorn ya no quedaban brebajes y Lothlórien había perdido sus raciones de lembas y "Lembitas"; sin mencionar la destruida y arruinada Comarca.
Ya acabados todos los recursos alimenticios para Marrel y Peppel, quienes ya eran unas enormes bolas de carne y rizado cabello, comenzaron a buscar desesperadamente un lugar para poder abastecerse. Ya habían salido de Fangorn, comiéndose incluso un brazo de Bárbol, y se encaminaban hacia Isengard. De pronto, una espesa niebla los envolvió y se detuvieron a pensar.
- ¡Estoy cansado! =( - se quejó Peppel.
- Ya tengo hambre.- dijo Marrel.- Debemos encontrar ese lugar llamado Isengard. ;o)
- ¿Crees que habrá algo bueno? Mmm... Dicen que también hay orcos, y ya sabes que eran muy salados cuando los probamos en Mordor. P
- Es cierto, Peppel. Me gustaría llegar a Isengard, pero esta niebla está muy espesa. ¿Debemos seguir?
- ¡Por supuesto!- exclamó Peppel.- ¡Y se me ocurre una idea para no perdernos!
- ¿Cuál? ¿Dejar migas de pan?
- ¡Oh, por el Brandivino (ya seco, porque lo bebimos), no! ¡¿Dejar migas de pan?! ô.O ¡¿Estás loco...?! ¡Perder alimento! :(
- * Ya, ya...- gruñó Marrel.- ¿Y cuál es tu idea?
- Dejemos migas de lembas. XD
- ¡Buena idea! ^_^
Así que los hambrientos hobbits sacaron de sus bolsillos algunas lembas y comenzaron a caminar dejando el rastro de estas detrás. Lo que ellos no sabían era que un grupo de uruk-hais coléricos se venían comiendo las migajas.
- Ya se acabaron las lembas, Peppel.- dijo Marrel, al cabo de una media hora.- ¿Qué hacemos?
- Devolvámonos a comer las migas. n_n
- ¡Sí!
Los hobbits se dieron vuelta y vieron frente a ellos a los uruk-hais que los perseguían. Comenzaron a correr, perdiéndose en un bosquecillo, hasta que frente a ellos apareció una enorme torre ¡de dulces! Era gigante, más gigante que la sorpresa que se llevó Gollum al perder el Anillo; y esta torre era de caramelos, chocolates, galletas, etc.
- ¡Marrel!- gritó Peppel feliz.- ¡Hemos llegado al Edén de Aman! (( ^_^ ))
- ¿Estás son las Estancias de Mandos, Peppel?- preguntó Marrel, pellizcándose.
- ¡Nuestra propia Númenor! XD
- ¡Oh...!- exclamó Marrel.
- ¿Qué pasa, primo?
- Lee esto.- dijo el goloso hobbit, apuntando un cartel. Decía así:
"Bienvenido a la Torre de Orthanc, viajero, hogar del señor Willy Wonkaruman. Todos los días hay recorridos por nuestra fábrica, desde las 11:00 a las 20:00 hrs., ya que luego empieza la discoteque Isenkaze. Si desea llevarse algún recuerdo de la fábrica, los señores Montañeses Salvajes con gusto le venderán poleras y tazas."
- ¡Es una fábrica de chocolate, Peppel! -· -·
- ¿Y quién es ese tal Willy Wonkaruman? ·- ·-
- Algún mago frustrado, supongo.
- ¡Vamos al ataque! ^^
- ¡Sí!
Así que Marrel y Peppel se dirigieron a la gran entrada de dulce de la Torre de Orthanc. Al llegar ahí trataron de darle un mordisco, pero algo los repelía de hacerlo. De pronto, frente a ellos apareció un viejo de larga barba blanca y un traje estrafalario de muchos colores.
- ¡Bienvenidos a la Torre de Orthanc! Yo soy el señor Willy Wonkaruman.- saludó radiante.- Ustedes son mis visitantes nº 000000000000000000002. Bueno, como se habrán dado cuenta, no pueden morder mis paredes, ya que tienen un "Repelente de Hormigas, Insectos, Ratones y Hobbits."
- ¡Oh...! Ú_Ù
- Pero pasaré esto por alto al ser una reunión tan especial. Si gustan en seguirme, les mostraré las instalaciones.
Así fue como Marrel y Peppel siguieron al guía por una serie de corredores, mientras se les hacía agua la boca. Finalmente, llegaron a una sala muy grande.
- Esta es mi oficina personal.- dijo Willy Wonkaruman.- Eso de ahí no es un palantir, por si acaso..., es una bola gigante de chocolate que brilla, ¿quedó claro? D
- Sí.
- Bueno, ahora pasaremos a la primera sala de dulces. Síganme, por favor.- caminaron por un pasillo.- ¡Aquí! ¡Aquí está la producción más grande de chicle (o goma de mascar) de la Tierra Media! Nuestra competencia, marca "Tía Ungoliant", fue clausurada, al parecer se la comieron a ella también unos personajes llamados hobbits... ´·- ·-`
- ¡Ups...! (( ´@_@` ))
- * ¡Sabía que tenía mucho pelo para ser un cangrejo de tierra, Peppel!
- Como les decía, aquí pueden ver cómo trabajan felizmente mis gnomos personales. Son criaturas nuevas aquí, nunca antes vistas.
Los "felices" trabajadores de Willy Wonkaruman eran unas pequeñas personitas de piel naranja y pelo verde, que vestían trajes extraños y tenían cara de estar cansados, magullados, hambrientos, sedientos, agotados, fatigados, somnolientos, enojados, iracundos... y tristes.
- ¿Son criaturas nuevas?- preguntó Peppel saboreándose.- ¿Qué sabor tendrán? =P
- Oye, Peppel, ese gnomo se parece al viejo Will Pieblanco... o.ô
- ¿Y será sabroso?
- Veo que mis jóvenes invitados tienen hambre...- murmuró Wonkaruman. Luego pensó: Se ven tan rellenitos y bien provistos de carne que podrían ser alimento para los huargos de la sala de máquinas. Debo hacerlos mis felices prisioneros... ¡Aquí todos son felices! ¡Sí! ¡Todos llevamos una dulce sonrisa, sabor frutilla! XD
- ¿Qué le pasa, señor Wonkaruman?- preguntaron los hambrientos hobbits.
- Eeeh... Bueno, al ser ustedes mis primeros visitantes les daré un premio especial. ¡Podrán conocer el piso más alto de la Fábrica! ^^
- ¡Oh...! o.ô ¿Y qué hay ahí?
- Bueno..., ¡dulces gratis! D
- ¡Eeeeh! n_n- exclamaron Marrel y Peppel, dando saltitos de felicidad.
- Síganme... ¡Señor hobbit, suelte la pierna de ese gnomo! ¡Aaaaaaah...! :O ¡Me está mordiendo!- en efecto, Wonkaruman estaba siendo atacado por la voraz boca de Peppel.
- ¡Peppel, suelta eso!- gritó Marrel.- ¡No debemos comer porquerías! `-· -·´ Orcos, trasgos y uruks, sí; pero ¡un viejo! ¡Wakala! Tiene arrugas... ¡Uy!- el hobbit se estremeció en un gesto de asco.
- Tienes razón, Marrel.
Wonkaruman estaba que estallaba de rabia, pero supo controlar sus coléricos nervios y llevó a los hobbits por una serie de innumerables e interminables escaleras, lo que hizo bajar a Marrel y Peppel 28 kilos. Después de más de dos horas de ascenso, Wonkaruman se detuvo frente a una puerta de chocolate macizo.
- Bienvenidos a...
- ¡Hambre!
- ¡Sed!
- ¡Comida!
- ¡Agua!
- ¡Chocolate!
- ¡Cerveza!
- ¡Galletas!
- ¡Vino!
- ¡Pastel!
- ¡Whisky!
- ¡Pan!
- ¡Bacardi!
- ¡Lembitas! ^^
- ¡Lembitas, sí! ^^
- ¡Cantemos la canción, Peppel, la del comercial de Hobbiton TV!
"Si quieres comer lembitas,
se necesita miel y manjar,
be careful with lechecita,
esa loca te hará roncar."
Luego de tan original canción de sus dulces favoritos, y de acompañarla con un estrambótico baile coreográfico (¡Sí, con piruetas y todo!), Marrel y Peppel fijaron su atención en el iracundo e impaciente señor Wonkaruman.
- Bienvenidos a la parte más elevada de la fábrica.- detrás de Wonkaruman salió una banda de músicos de Nazgûl tocando una alegre melodía bailable.- ¡Estúpidos, esa no es la canción!- gritó el irritado mago. El nazgûl de la batería comenzó a tocar un redoble de tambores, mientras su jefe repetía: Bienvenidos a la parte más elevada de la fábrica.- y sin más, abrió la puerta.
- ¡Oh...! (( ´@_@` ))- exclamaron todos, incluso los nazgûl. Aquella imagen quedaría marcada en sus mentes para todas sus vidas. ¡Era horrible, aterrador, espeluznante, terrorífico, digno de desmayo y... feo! Ante ellos había un mago de larga barba, vistiendo un femenino traje de can-can y bailando alegremente.
- ¡Gandalf! O_Ô- exclamó Wonkaruman estupefacto.- ¡¿Qué diablos haces?!
- ^///^ Es que los orcos de abajo me ofrecieron libertad, si les daba un baile de entretenimiento.- dijo el pobre Gandalf con los ojos llorosos. ´º- º`
- Mejor será que no veamos esto, Peppel. ~_~
- Buena idea, Marrel. Es asqueroso... ¿Le viste las piernas? ´~_~`
- No, sólo vi unos palos felpudos. ¡Wakala, viejos! ¿Quién los entiende?
- Buscan su juventud perdida.
- Eso es lastimoso...
- No me comería uno aunque me pagaran.
- Yo tampoco.
- Por eso prefiero estar con elfos. n_n
- Sí. ^^ Son jóvenes, bellos, amables y nos alimentan sin quejarse.
- Tienes razón. Por eso están la mayoría en nuestro estómago. XD
- No podemos comernos a los Lórien, Peppel, sino nos quedaremos sin Lembitas.
- "Si quieres comer lembitas..."
- ¡No denuevo!- gritó Wonkaruman. Ú·Ù
- Está bien, pero queremos nuestros dulces gratis.
- D Mwajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...- comenzó a reír Wonkaruman con voz de ópera, maléfica, cruel y fea.
- ¿Qué?
- ¡Los engañé! =) Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, no recibirán dulces gratis, tendrán que trabajar para mí como alimento en la Fábrica.
- ¡Marrel!
- ¡Peppel!
- ¡Gríma!
- ¿Qué...? (Ó.Ò) - todos miraron a Gandalf, quien había emitido esa exclamación.
- ¿Quién querría a Gríma, viejo mago? (( @_@ ))
- ¡Otro feo más, Peppel! -· -·
- Es un pobre diablo... U_U
- ¿Ah, sí?- gritó el aludido, que había aparecido detrás de los hobbits.
- ¿Qué estás haciendo, idiota?- gritó Wonkaruman.
- ¡Vengo a tomar venganza por reírse de mi Gandilf! Mwajajajajaja XD
- ¡Oh...! ô_Ò
De pronto, Gríma sacó un hacha de debajo de su túnica y comenzó a correr en cámara lenta hacia los hobbits.
- ¡Cooorrrééé, Peeeppeeelll!
- ¡Mmmaaarrreeelll!
- ¿Quiiieeereeen queee llleeesss baaaiiillleee caaannn-caaannn?
- ¡Nnnooooooooooooo!
Pero, ¡oh, qué contrariedad!, Gríma no los perseguía a ellos, sino que saltó sobre Wonkaruman y lo dejó hecho picadillos, mientras reía coléricamente como el pobre diablo que era. Marrel y Peppel, al ver aquel picadillo de carne, se lo imaginaron en salsa sobre tallarines.
- Será apetitoso, Marrel. =P
- Así es, Peppel. :P
Y así, Marrel y Peppel se comieron a Wonkaruman con salsa de tomates y tallarines. Gríma pudo huir con Gandalf hacia un feliz horizonte rojo de amor. Sin embargo, Gandalf se enamoró de una mujer en el camino y Gríma se quedó solito, llorando siempre en los rincones. Así que cada vez que escuchen unos sollozos en los rincones de sus casa, no crean que son fantasmas o niños, es el pobre y decepcionado Gríma. Pero como a nadie le importa saber de él, les diré que Marrel y Peppel, al no tener más alimento, viajaron hasta la casa de tío Manwë y Cia. y allí siguieron devastando, pero esa es otra historia.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Fin!
Estoy algo apuradita, pero les agradezco de sobremanera sus reviewsss. La próxima vez se los responderé, ¿ya? Ahora los dejo con:
.::MARREL Y PEPPEL::.
Había una vez dos hobbits llamados Marrel y Peppel; eran primos, alegres, simpáticos, enérgicos, cómicos, pero muy, ¡MUY!, buenos para comer, en especial dulces "Lembitas", que eran una nueva creación comercial de los ociosos elfos de Lothlórien.
Como sea, a Marrel y Peppel les gustaba viajar por la Tierra Media, devorando todo lo que encontraban a su paso. Saqueaban aldeas, pueblos, ciudades, reinos, ¡todo! Incluso Sauron, en su Oscuro Trono de Mordor, se había puesto a guardar y racionar la rica comida de orcos en algún lugar seguro de Barad-dûr. También Gondor se hallaba en crisis, los caballos de Rohan estaban en los estómagos de Marrel y Peppel, en Fangorn ya no quedaban brebajes y Lothlórien había perdido sus raciones de lembas y "Lembitas"; sin mencionar la destruida y arruinada Comarca.
Ya acabados todos los recursos alimenticios para Marrel y Peppel, quienes ya eran unas enormes bolas de carne y rizado cabello, comenzaron a buscar desesperadamente un lugar para poder abastecerse. Ya habían salido de Fangorn, comiéndose incluso un brazo de Bárbol, y se encaminaban hacia Isengard. De pronto, una espesa niebla los envolvió y se detuvieron a pensar.
- ¡Estoy cansado! =( - se quejó Peppel.
- Ya tengo hambre.- dijo Marrel.- Debemos encontrar ese lugar llamado Isengard. ;o)
- ¿Crees que habrá algo bueno? Mmm... Dicen que también hay orcos, y ya sabes que eran muy salados cuando los probamos en Mordor. P
- Es cierto, Peppel. Me gustaría llegar a Isengard, pero esta niebla está muy espesa. ¿Debemos seguir?
- ¡Por supuesto!- exclamó Peppel.- ¡Y se me ocurre una idea para no perdernos!
- ¿Cuál? ¿Dejar migas de pan?
- ¡Oh, por el Brandivino (ya seco, porque lo bebimos), no! ¡¿Dejar migas de pan?! ô.O ¡¿Estás loco...?! ¡Perder alimento! :(
- * Ya, ya...- gruñó Marrel.- ¿Y cuál es tu idea?
- Dejemos migas de lembas. XD
- ¡Buena idea! ^_^
Así que los hambrientos hobbits sacaron de sus bolsillos algunas lembas y comenzaron a caminar dejando el rastro de estas detrás. Lo que ellos no sabían era que un grupo de uruk-hais coléricos se venían comiendo las migajas.
- Ya se acabaron las lembas, Peppel.- dijo Marrel, al cabo de una media hora.- ¿Qué hacemos?
- Devolvámonos a comer las migas. n_n
- ¡Sí!
Los hobbits se dieron vuelta y vieron frente a ellos a los uruk-hais que los perseguían. Comenzaron a correr, perdiéndose en un bosquecillo, hasta que frente a ellos apareció una enorme torre ¡de dulces! Era gigante, más gigante que la sorpresa que se llevó Gollum al perder el Anillo; y esta torre era de caramelos, chocolates, galletas, etc.
- ¡Marrel!- gritó Peppel feliz.- ¡Hemos llegado al Edén de Aman! (( ^_^ ))
- ¿Estás son las Estancias de Mandos, Peppel?- preguntó Marrel, pellizcándose.
- ¡Nuestra propia Númenor! XD
- ¡Oh...!- exclamó Marrel.
- ¿Qué pasa, primo?
- Lee esto.- dijo el goloso hobbit, apuntando un cartel. Decía así:
"Bienvenido a la Torre de Orthanc, viajero, hogar del señor Willy Wonkaruman. Todos los días hay recorridos por nuestra fábrica, desde las 11:00 a las 20:00 hrs., ya que luego empieza la discoteque Isenkaze. Si desea llevarse algún recuerdo de la fábrica, los señores Montañeses Salvajes con gusto le venderán poleras y tazas."
- ¡Es una fábrica de chocolate, Peppel! -· -·
- ¿Y quién es ese tal Willy Wonkaruman? ·- ·-
- Algún mago frustrado, supongo.
- ¡Vamos al ataque! ^^
- ¡Sí!
Así que Marrel y Peppel se dirigieron a la gran entrada de dulce de la Torre de Orthanc. Al llegar ahí trataron de darle un mordisco, pero algo los repelía de hacerlo. De pronto, frente a ellos apareció un viejo de larga barba blanca y un traje estrafalario de muchos colores.
- ¡Bienvenidos a la Torre de Orthanc! Yo soy el señor Willy Wonkaruman.- saludó radiante.- Ustedes son mis visitantes nº 000000000000000000002. Bueno, como se habrán dado cuenta, no pueden morder mis paredes, ya que tienen un "Repelente de Hormigas, Insectos, Ratones y Hobbits."
- ¡Oh...! Ú_Ù
- Pero pasaré esto por alto al ser una reunión tan especial. Si gustan en seguirme, les mostraré las instalaciones.
Así fue como Marrel y Peppel siguieron al guía por una serie de corredores, mientras se les hacía agua la boca. Finalmente, llegaron a una sala muy grande.
- Esta es mi oficina personal.- dijo Willy Wonkaruman.- Eso de ahí no es un palantir, por si acaso..., es una bola gigante de chocolate que brilla, ¿quedó claro? D
- Sí.
- Bueno, ahora pasaremos a la primera sala de dulces. Síganme, por favor.- caminaron por un pasillo.- ¡Aquí! ¡Aquí está la producción más grande de chicle (o goma de mascar) de la Tierra Media! Nuestra competencia, marca "Tía Ungoliant", fue clausurada, al parecer se la comieron a ella también unos personajes llamados hobbits... ´·- ·-`
- ¡Ups...! (( ´@_@` ))
- * ¡Sabía que tenía mucho pelo para ser un cangrejo de tierra, Peppel!
- Como les decía, aquí pueden ver cómo trabajan felizmente mis gnomos personales. Son criaturas nuevas aquí, nunca antes vistas.
Los "felices" trabajadores de Willy Wonkaruman eran unas pequeñas personitas de piel naranja y pelo verde, que vestían trajes extraños y tenían cara de estar cansados, magullados, hambrientos, sedientos, agotados, fatigados, somnolientos, enojados, iracundos... y tristes.
- ¿Son criaturas nuevas?- preguntó Peppel saboreándose.- ¿Qué sabor tendrán? =P
- Oye, Peppel, ese gnomo se parece al viejo Will Pieblanco... o.ô
- ¿Y será sabroso?
- Veo que mis jóvenes invitados tienen hambre...- murmuró Wonkaruman. Luego pensó: Se ven tan rellenitos y bien provistos de carne que podrían ser alimento para los huargos de la sala de máquinas. Debo hacerlos mis felices prisioneros... ¡Aquí todos son felices! ¡Sí! ¡Todos llevamos una dulce sonrisa, sabor frutilla! XD
- ¿Qué le pasa, señor Wonkaruman?- preguntaron los hambrientos hobbits.
- Eeeh... Bueno, al ser ustedes mis primeros visitantes les daré un premio especial. ¡Podrán conocer el piso más alto de la Fábrica! ^^
- ¡Oh...! o.ô ¿Y qué hay ahí?
- Bueno..., ¡dulces gratis! D
- ¡Eeeeh! n_n- exclamaron Marrel y Peppel, dando saltitos de felicidad.
- Síganme... ¡Señor hobbit, suelte la pierna de ese gnomo! ¡Aaaaaaah...! :O ¡Me está mordiendo!- en efecto, Wonkaruman estaba siendo atacado por la voraz boca de Peppel.
- ¡Peppel, suelta eso!- gritó Marrel.- ¡No debemos comer porquerías! `-· -·´ Orcos, trasgos y uruks, sí; pero ¡un viejo! ¡Wakala! Tiene arrugas... ¡Uy!- el hobbit se estremeció en un gesto de asco.
- Tienes razón, Marrel.
Wonkaruman estaba que estallaba de rabia, pero supo controlar sus coléricos nervios y llevó a los hobbits por una serie de innumerables e interminables escaleras, lo que hizo bajar a Marrel y Peppel 28 kilos. Después de más de dos horas de ascenso, Wonkaruman se detuvo frente a una puerta de chocolate macizo.
- Bienvenidos a...
- ¡Hambre!
- ¡Sed!
- ¡Comida!
- ¡Agua!
- ¡Chocolate!
- ¡Cerveza!
- ¡Galletas!
- ¡Vino!
- ¡Pastel!
- ¡Whisky!
- ¡Pan!
- ¡Bacardi!
- ¡Lembitas! ^^
- ¡Lembitas, sí! ^^
- ¡Cantemos la canción, Peppel, la del comercial de Hobbiton TV!
"Si quieres comer lembitas,
se necesita miel y manjar,
be careful with lechecita,
esa loca te hará roncar."
Luego de tan original canción de sus dulces favoritos, y de acompañarla con un estrambótico baile coreográfico (¡Sí, con piruetas y todo!), Marrel y Peppel fijaron su atención en el iracundo e impaciente señor Wonkaruman.
- Bienvenidos a la parte más elevada de la fábrica.- detrás de Wonkaruman salió una banda de músicos de Nazgûl tocando una alegre melodía bailable.- ¡Estúpidos, esa no es la canción!- gritó el irritado mago. El nazgûl de la batería comenzó a tocar un redoble de tambores, mientras su jefe repetía: Bienvenidos a la parte más elevada de la fábrica.- y sin más, abrió la puerta.
- ¡Oh...! (( ´@_@` ))- exclamaron todos, incluso los nazgûl. Aquella imagen quedaría marcada en sus mentes para todas sus vidas. ¡Era horrible, aterrador, espeluznante, terrorífico, digno de desmayo y... feo! Ante ellos había un mago de larga barba, vistiendo un femenino traje de can-can y bailando alegremente.
- ¡Gandalf! O_Ô- exclamó Wonkaruman estupefacto.- ¡¿Qué diablos haces?!
- ^///^ Es que los orcos de abajo me ofrecieron libertad, si les daba un baile de entretenimiento.- dijo el pobre Gandalf con los ojos llorosos. ´º- º`
- Mejor será que no veamos esto, Peppel. ~_~
- Buena idea, Marrel. Es asqueroso... ¿Le viste las piernas? ´~_~`
- No, sólo vi unos palos felpudos. ¡Wakala, viejos! ¿Quién los entiende?
- Buscan su juventud perdida.
- Eso es lastimoso...
- No me comería uno aunque me pagaran.
- Yo tampoco.
- Por eso prefiero estar con elfos. n_n
- Sí. ^^ Son jóvenes, bellos, amables y nos alimentan sin quejarse.
- Tienes razón. Por eso están la mayoría en nuestro estómago. XD
- No podemos comernos a los Lórien, Peppel, sino nos quedaremos sin Lembitas.
- "Si quieres comer lembitas..."
- ¡No denuevo!- gritó Wonkaruman. Ú·Ù
- Está bien, pero queremos nuestros dulces gratis.
- D Mwajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja...- comenzó a reír Wonkaruman con voz de ópera, maléfica, cruel y fea.
- ¿Qué?
- ¡Los engañé! =) Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja, no recibirán dulces gratis, tendrán que trabajar para mí como alimento en la Fábrica.
- ¡Marrel!
- ¡Peppel!
- ¡Gríma!
- ¿Qué...? (Ó.Ò) - todos miraron a Gandalf, quien había emitido esa exclamación.
- ¿Quién querría a Gríma, viejo mago? (( @_@ ))
- ¡Otro feo más, Peppel! -· -·
- Es un pobre diablo... U_U
- ¿Ah, sí?- gritó el aludido, que había aparecido detrás de los hobbits.
- ¿Qué estás haciendo, idiota?- gritó Wonkaruman.
- ¡Vengo a tomar venganza por reírse de mi Gandilf! Mwajajajajaja XD
- ¡Oh...! ô_Ò
De pronto, Gríma sacó un hacha de debajo de su túnica y comenzó a correr en cámara lenta hacia los hobbits.
- ¡Cooorrrééé, Peeeppeeelll!
- ¡Mmmaaarrreeelll!
- ¿Quiiieeereeen queee llleeesss baaaiiillleee caaannn-caaannn?
- ¡Nnnooooooooooooo!
Pero, ¡oh, qué contrariedad!, Gríma no los perseguía a ellos, sino que saltó sobre Wonkaruman y lo dejó hecho picadillos, mientras reía coléricamente como el pobre diablo que era. Marrel y Peppel, al ver aquel picadillo de carne, se lo imaginaron en salsa sobre tallarines.
- Será apetitoso, Marrel. =P
- Así es, Peppel. :P
Y así, Marrel y Peppel se comieron a Wonkaruman con salsa de tomates y tallarines. Gríma pudo huir con Gandalf hacia un feliz horizonte rojo de amor. Sin embargo, Gandalf se enamoró de una mujer en el camino y Gríma se quedó solito, llorando siempre en los rincones. Así que cada vez que escuchen unos sollozos en los rincones de sus casa, no crean que son fantasmas o niños, es el pobre y decepcionado Gríma. Pero como a nadie le importa saber de él, les diré que Marrel y Peppel, al no tener más alimento, viajaron hasta la casa de tío Manwë y Cia. y allí siguieron devastando, pero esa es otra historia.
Colorín colorado, este cuento se ha acabado. ¡Fin!
