-Son Gokú -dijo Píkoro y alza el rostro del otro chico.

Primeramente su nariz se roza con la del saiyan y finalmente lo besa suavemente, acariciando sus labios con los de él. Gokú tenía los labios increíblemente suaves.

-Píkoro -tercera vez y el namek aprovechó esa ligera separación de labios, para introducir su lengua caliente y poder acariciarla.

Deslizó sus manos acariciando la espalda del saiyan y lo acerca lentamente a su cuerpo para poder sentirlo más cerca, incluyendo su calor y respiración que deba en su pecho.

-Creo que. -Gokú decir algo, pero Píkoro lo cayó profundizando más el beso.

-¿Crees qué? -ahora el namek le había susurrado en el oído y se lo mordisqueaba, besando también el cuello del saiyan y finalmente lo cargo para llevarlo a la alcoba principal.

-Milk podría enojarse -decía Gokú mientras Píkoro lo acostaba cuidadosamente en la cama.

-¿Y? -fue todo lo que respondió, mientras volvía a besarlo y comenzaba a desnudarlo.

Cada beso y caricia dada por el namek en el cuerpo del saiyan, producía en Gokú un choque electrizante que le producía placer. Eso era algo que nunca había experimentado y le gustaba (entienden ¿verdad?)

Píkoro al tenerlo desnudo en la cama, trago saliva y no de nerviosismo. si no que. Son Gokú era más hermoso de lo que pensaba. A pesar de la musculatura y golpes que se mostraban de las batallas pasadas. El saiyan poseía una piel de color marfil, una cintura pequeña (ya les mostré las imágenes) que s e podía abrazar fácilmente, una boca pequeña (excepto cuando grita y come), una cara de niño y una mirada tan dulce que derretiría incluso al más cruel. Píkoro por fin comprendió el por qué se quedo a su lado para pelear. La piel de Gokú era suave al tacto.

Gokú, Son Gokú. El ángel incapaz de odiar a alguien y capaz de perdonar incluso a su peor enemigo yacía debajo de él. Tan puro, tan inocente, tan etereo. Inmóvil a cada beso y caricia y solamente se movía cuando su cerebro mandaba descargas de placer a todo el cuerpo.

-Píkoro -sus sonidos eran suaves, y mientras su cuerpo gozaba, su mente le decía que no, pero pudieron más las emociones por el placer. Mientras Píkoro ya se había desnudado y pegaba su cuerpo al de Gokú y parecía que lo acariciaba.

-Son -Píkoro de nuevo le susurró en el oído y se lo mordió ligeramente, para descender después los labios por el cuello y con ambas manos acariciar el pecho, el abdomen y terminar en los muslos.

Después con sus labios comenzó a recorrer ese cuerpo tan perfecto (delirios de la escritora) y parecía dibujarlo y con la lengua darle color (lo necesita, enserio, pero en GT exageraron la nota), que estaba caliente.

De nuevo lo besa, pero el beso se había convertido en un beso completamente erótico, mientras Gokú rodeaba la cintura de Píkoro con sus piernas.

-Te amo -Píkoro le susurro suavemente y sin previo aviso le metió dos dedos por detrás (ustedes dijeron que no importaba el hentai). Gokú comenzó a dar quejidos que fueron callados nuevamente por un beso.

-Por favor -Gokú comenzó a suplicar y lanzando de repente un grito y contrayendo su estómago llegó al orgasmo. Su cuerpo vibraba y las lágrimas le comenzaron a recorrer el rostro, mientras Píkoro le besaba ligeramente y repetidas veces las mejillas.

Su cuerpo quemaba, pero maravillosamente y apretaba la mano del namek con fuerza. Él cual con la otra mano, tenía ya tres dedos dentro del saiyan.

-Creo que estás listo -Píkoro sacó los dedos y flexionó las piernas de Gokú un poco más arriba de su cadera, y se las separó ligeramente para poder penetrarlo (Dios yo escribiendo d e esta manera creo que está peor que el de digimon que mande por vez primera y dudo que lo recuerden) Al principio suavemente y bruscamente al final. Gokú jadeaba y gritaba. Enterraba las uñas en la espalda de Píkoro y lo reacuñaba. Mientras Píkoro lo tendía firmemente agarrado por la cadera para poder penetrarlo más rápido.

A Gokú su erección le producía dolor, pero no podía calmarla, sólo cuando el namek salió por fin de él y comenzó a acariciarle su miembro y a chuparlo .El saiyan lanzaba quejidos de placer hasta que de nuevo arqueo la espalda y tuvo un orgasmo más. Cerró los ojos mientras los quejidos suaves y dulces escapaban de su boca.

El namek para finalizar lo volteó boca abajo y le acarició desde la nuca (también se la besaba) y finalizando el la punta de los pies.

Al final ambos estaban en la cama o más bien dicho: Píkoro encima de la espalda de Gokú, mientras le besaba el cuello, la mejilla y la oreja.

-Bueno -Gokú se incorporó de la cama -Creo que la comida ya se enfrió .Iba a ponerse de pie, pero Píkoro agarrándole una mano se lo impidió -Oye -se ríe cuando Píkoro le da un besito juguetón en la mejilla y se acuesta dejando al namek que lo abrace.

-Te amo -le dice de nuevo y Gokú sonríe.

-Bueno, tengo hambre -Píkoro ya no tuvo más remedio que dejarlo ir y le puso una bata para cubrirlo, mientras él se vestía -Te espero abajo -El namek asiente y Goku le da un beso en la mejilla.

-Ok -Vio a Goku bajar las escaleras e irse a la cocina para comer.