-Ya llegaron -dijo Chaozu al ver entrar a los dos a la pizzería.

-Sólo veníamos a despedirnos, ya llevaré a Kakarotto a la casa -les informó Vegeta.

-Bueno, entonces que les vaya bien -todos se despidieron de ellos.

-Ok y recuerden que en dos días los esperamos en el restaurante -Vegeta y Gokú salieron volando por una ventana.

-¡Ahí estaremos! -fue lo último que le oyeron decir a Krilin.

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Al estar surcando el cielo, Vegeta notó que Gokú jugaba con las nubes, ya sea amasándolas para darles formas diferentes o arrancándoles un pedacito para soplarles y que salieran volando.

-¿Qué haces Kakarotto? -Vegeta se acercó a él..

-Jugando .le contestó con toda la calma del mundo.

-Kakarotto, hay cosas en ti que nunca cambiaran -le dijo con una gran sonrisa.

-¿Por qué? ¿hay algún problema? -Gokú le preguntó curioso.

-Por supuesto que no. Tú me agradas muchísimo así -Vegeta lo abrazó -¡Vámonos"! -de nuevo se lo lleva abrazado de la cintura.

-¿No te cansas de llevarme así? -Gokú se giró un poco para verlo.

-No, como nunca me cansó de besarte y de decirte de que eres el amor de mi vida -Vegeta le dijo con una gran sonrisa. Cuando de pronto alguien se interpuso delante de ellos.

-Ejem, ejem -era Cell quien tosió fingidamente y después sacó un papel -Las rosas son rojas, las violetas azules. -era un poema que le leía a Gokú.

-¡Largo de aquí! -Vegeta envió lejos al bio androide, antes de que terminará de leer su mini poema..

-Pobre Cell, debiste dejar que terminara -le dijo Gokú.

-¿Acaso estás loco? Cell quiere que te vayas con él -Vegeta voló más aprisa.

-Y hablando de él, aún me debes un cactus -le recordó.

-Cierto, vamos por el -los dos bajan a tierra -,mira tienes suerte acaban de abrir una florería cerca de la casa -los dos entran en la tienda.

-¿Qué les podemos dar? -Una mujer saiya y bastante joven se acercó a ellos. -Quiero un cactus -le dijo Gokú.

-Ah sí, síganme les mostraré los más bonitos que tenemos en la tienda -los dos caminaron detrás de ella -Son estos -se los mostró.

-¿Cuál te gusta? -Vegeta se volteó a ver a Gokú.

-Este -Gokú tomó uno lleno de espinas como pelitos muy delgados y parecía punk.

-Bueno, dáselo ala señorita para que lo envuelva y lo puedas llevar a casa -Gokú el entregó el cactus a la señorita.

-En un momento se los traigo -desapareció detrás de un mostrador.

-¿Qué vez? -Vegeta vio que Gokú daba vueltas por el invernadero.

-Hay plantas y flores muy bonitas, me gustaría llevar algunas para la casa -le señaló unos alcatraces.

-Mira, esas flores son lindas -mientras hablaban, la señorita se acercó con el cactus ya envuelto -Srita. Creo que llevaremos otras plantas y flores aparte -la señorita asintió.

-¿Cómo que les gustaría llevar? -les preguntó.

-Me gustan los alcatraces -le pidió Gokú.

-¿Cuántas llevará? -la señorita se acercó al florero.

-4 docenas -le dijo Vegeta. Y tiempo después ellos salían cargados de docenas de flores y el cactus. La señorita les dijo que en una hora les llegarían las plantas en un camión.

-Están lindas ¿no crees? -Gokú se giró a Vegeta y este le sonrió.

-La tierra tiene una fauna bastante hermosa -los dos llegaron a la casa y entraron por la puerta principal.

-Bueno, hay que ir a la cocina para cortarles un poco los tallos y ponerlas en unos floreros con agua -Gokú se dirigió ala cocina.

-¿Qué paso con tus amigos Paikuhan y olimpo? -le preguntó Vegeta mientras depositaba unas flores en la mesa.

-Se fueron por que sus Kaios los necesitaban con urgencia para un torneo -Gokú llevaba las flores al lavabo y con unas tijeras les cortaba los tallos. .

-Ya veo -vegeta le ayudó a cortar los tallos y unos minutos después la casa se veía ya más alegre

-Ahora sólo resta esperar a que llegue el camión con las plantas que ponderemos en el jardín -los dos fueron ala sala y se sentaron en un sillón. -Sí -Vegeta encendió el radio -Las canciones están muy empalagosas -había encontrado una estación con canciones románticas, pero muy dulzonas -veré si encuentro otra -encontró una de música variada -Esta está bien - se recarga en el respaldo del sillón.

-Se nota que no te gustan las baladas dulzonas - Gokú rió.

-Para nada -Vegeta de nuevo agarró su periódico.

-Jeje -Gokú se gira a otro lado y se pone a leer un libro.

-¿Qué lees? -Vegeta bajó un poco el periódico.

-Un libro llamado mitos griegos -se lo mostró.

-¿Y está interesante? -Gokú dice que sí y le pasa el libro -Mmm, luego me lo prestas -Gokú asiente y continua su lectura.

-Mira. Aquí doce que Adonis era un joven tan hermoso, que causaba sensación entre hombres y mujeres -le muestra un párrafo del libro.

-Mmm, entonces tú eres un Adonis -Vegeta leyó el Párrafo.

-¿Yo? -Gokú preguntó asombrado.

-Por Dios Kakarotto, no me digas que no te habías dado cuenta -vegeta le devuelve el libro.

-Pues no -Gokú deja el libro a un lado -,creo que me bañaré y después me iré a dormir, ya que estoy muy agotado. -se pone de pie.

-Que descanses. Yo subiré en un rato -vegeta decidió quedarse en la sala para leer el periódico.

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Continuará.

Escena en la bañera.

Vegeta le dirá algo a Gokú, que hará que se sienta mal y surja el primer problema entre los dos.

(no todo es miel sobre hojuelas).