-Al llegar a la casa de Vegeta. Taurus y el príncipe de los saiyas
descendieron rápidamente en la terraza y entraron a la alcoba principal
(después de que Vegeta abrió el ventanal con una llave).
-Acuéstalo aquí -Vegeta retiró con prisa y casi torpemente las cobijas de la cama.
-De acuerdo -Taurus lo acostó con cuidado y lo arropó.
Gokú respiraba muy rápido, como si desesperadamente quisiera agarrar algo de aire, y se le oían emitir unos quejidos muy débiles, tal vez por el virus del corazón o por que la fiebre le estaba subiendo.
-Tenemos que esperar al médico -le dijo Taurus y Vegeta asintió jalando una silla y sentándose lo más cerca posible de la cama del enfermo.
Unos minutos después apareció el médico y le colocó a Gokú un montón de aparatos. Entre ellos un respirador artificial y un electrocardiograma.
(Puede ser que en lo siguiente yo esté mal, no soy muy buena para estás cuestiones médicas).
-Ahorita se muestra una continuidad de líneas quebradas de tamaño pequeño -les comenzó a explicar el médico. Estás muestran la actividad del corazón del muchacho. Y como pueden ver, es increíblemente baja.
"Si se llega a disminuir es emergencia.
Si se llega a convertir en recta, significa muerte clínica.
Si la línea quebrada, es precedida por una recta: muerte cerebral.
Ahora, sí las líneas quebradas comienzan a crecer y este ruido que ustedes escuchan, se hace más fuerte: Es señal que el muchacho se está recuperando (cosa que dudo mucho, se lleve a cabo)".
De nuevo, el galeno sacó un estetoscopio y se acercó a la cama, donde checo los latidos del corazón de Gokú, y después le tomó el pulso, para finalizar con un gesto negativo de la cabeza.
-Cada vez empeora -le informó principalmente a Vegeta -Me retiró, vendré a verlo tres veces al día.
Vegeta asintió levemente y volteó hacia la cama. Gokú yacía en ella, pero no como en otras ocasiones, donde dormía tranquilo y con una sonrisa en los labios. Ahora por el contrario. Su rostro estaba serio, sin una mínima demostración de expresión alegre, se veía incluso más pálido de lo que era.
-Kakarotto se salvará, ya lo verás -Taurus le palpó el hombro -Bueno, será mejor que me marche al restaurante, cualquier cosa me avisas -Vegeta dice que así lo hará y Taurus sale de la casa. -Kakarotto -el príncipe le susurró al oído de una manera muy suaves y Gokú abrió los ojos pero muy débilmente.
-Ve. Vegeta -dijo con un débil susurro.
-No hables, te pondrás bien -le acarició el cabello.
-Y. yo -intentó decir algo, pero tenía unos realmente terribles accesos de tos y acompañados por rastros de sangre.
-No te preocupes más que por descansar -Vegeta le puso otra manta encima.
-T. tengo frío -le dijo y Vegeta asintió.
-Duerme tranquilo -le dijo.
-No. no te vayas -Vegeta sonrió y le dijo que no se iría.
-Tranquilo, me quedaré contigo -Vegeta sentía un nudo muy grande en la garganta -Ahorita vuelvo -le besa la frente que estaba sumamente caliente.
Baja a la cocina y llena una pileta pequeña con agua fría y busca una pequeña toalla. De nuevo se dirige a la recámara.
-Ya llegué -de nuevo ve a Gokú moverse en la cama desesperado, y hundido en un sopor terrible -Kakarotto -susurra y le pone la toalla en la frente y con ella le recorre la cara y el pecho.
-¡Vegeta, te di una orden! -vio entrar a sui padre, Nappa y a su madre por la ventana del balcón de la recámara.
-Lo sé, pero es imposible que la cumpla con Kakarotto como está -lo señala.
-¡Si se muere no importa! -eso hizo que el príncipe se pusiera de pie de golpe.
-¡No digas estupideces! ¡Creo que tú no sabes lo que es estar verdaderamente enamorado! -le gritó a su padre.
-¿A poco estás verdaderamente enamorado de este insecto? -señala a Gokú con repulsión.
-¡No le digas insecto, vuelve a llamarlo a sí y te parto el alma! -amenazó a su padre.
-¿Me partes el alma? Déjame que me ría -iba a burlarse, pero su esposa le tomó el brazo.
-Ya fue suficiente -le dijo -Creo que con esto Vegeta nos a demostrado que verdaderamente lo ama -señaló Nara.
-¿Qué lo que? -en ese momento Gokú comenzó a pegar verdaderos gritos de dolor y se agarraba el pecho del lado izquierdo, sentía como si le arrancaran el corazón a mordidas muy pequeñas.
-¡Kakarotto! -Vegeta se acercó corriendo a él.
-¡Me duele, me duele!" -gritó.
-¡Será mejor que se vayan, gracias a ustedes Kakarotto está peor! -los corre.
-Será lo mejor -Nara se llevó al rey Vegeta.
-Se han ido - de nuevo Vegeta le pasa la toalla a Gokú por la frente -No puedo dejarte morir -las lágrimas se le comienzan a asomar.
-Ve. Vegeta -Gokú intenta hablar como él, pero el dolor es insoportable.
-No hables -de nuevo le acaricia el cabello.
-Padre -Mirai Trunks llegó en ese instante con Gohan.
-¿Qué hacen aquí? -les preguntó.
-Estábamos preocupados por el señor Gokú -Mientras Mirai Trunks hablaba, Gohan se acercó a la cama.
-Tú sabías esto -Vegeta habló en un susurro dirigiéndose a Mirai Trunks.
-Sí, yo lo sabía, fue lo que el dije a Gokú cuando vine a este año por vez primera -bajó la cabeza (Y que le pudiste robar un beso condenado).
-Por lo menos me lo hubieras dicho a mi -Vegeta se puso de pie y fue a cambiar el agua de la piletita.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Continuará.
El resto de los guerreros Z llegan para ver a Gokú.
-Acuéstalo aquí -Vegeta retiró con prisa y casi torpemente las cobijas de la cama.
-De acuerdo -Taurus lo acostó con cuidado y lo arropó.
Gokú respiraba muy rápido, como si desesperadamente quisiera agarrar algo de aire, y se le oían emitir unos quejidos muy débiles, tal vez por el virus del corazón o por que la fiebre le estaba subiendo.
-Tenemos que esperar al médico -le dijo Taurus y Vegeta asintió jalando una silla y sentándose lo más cerca posible de la cama del enfermo.
Unos minutos después apareció el médico y le colocó a Gokú un montón de aparatos. Entre ellos un respirador artificial y un electrocardiograma.
(Puede ser que en lo siguiente yo esté mal, no soy muy buena para estás cuestiones médicas).
-Ahorita se muestra una continuidad de líneas quebradas de tamaño pequeño -les comenzó a explicar el médico. Estás muestran la actividad del corazón del muchacho. Y como pueden ver, es increíblemente baja.
"Si se llega a disminuir es emergencia.
Si se llega a convertir en recta, significa muerte clínica.
Si la línea quebrada, es precedida por una recta: muerte cerebral.
Ahora, sí las líneas quebradas comienzan a crecer y este ruido que ustedes escuchan, se hace más fuerte: Es señal que el muchacho se está recuperando (cosa que dudo mucho, se lleve a cabo)".
De nuevo, el galeno sacó un estetoscopio y se acercó a la cama, donde checo los latidos del corazón de Gokú, y después le tomó el pulso, para finalizar con un gesto negativo de la cabeza.
-Cada vez empeora -le informó principalmente a Vegeta -Me retiró, vendré a verlo tres veces al día.
Vegeta asintió levemente y volteó hacia la cama. Gokú yacía en ella, pero no como en otras ocasiones, donde dormía tranquilo y con una sonrisa en los labios. Ahora por el contrario. Su rostro estaba serio, sin una mínima demostración de expresión alegre, se veía incluso más pálido de lo que era.
-Kakarotto se salvará, ya lo verás -Taurus le palpó el hombro -Bueno, será mejor que me marche al restaurante, cualquier cosa me avisas -Vegeta dice que así lo hará y Taurus sale de la casa. -Kakarotto -el príncipe le susurró al oído de una manera muy suaves y Gokú abrió los ojos pero muy débilmente.
-Ve. Vegeta -dijo con un débil susurro.
-No hables, te pondrás bien -le acarició el cabello.
-Y. yo -intentó decir algo, pero tenía unos realmente terribles accesos de tos y acompañados por rastros de sangre.
-No te preocupes más que por descansar -Vegeta le puso otra manta encima.
-T. tengo frío -le dijo y Vegeta asintió.
-Duerme tranquilo -le dijo.
-No. no te vayas -Vegeta sonrió y le dijo que no se iría.
-Tranquilo, me quedaré contigo -Vegeta sentía un nudo muy grande en la garganta -Ahorita vuelvo -le besa la frente que estaba sumamente caliente.
Baja a la cocina y llena una pileta pequeña con agua fría y busca una pequeña toalla. De nuevo se dirige a la recámara.
-Ya llegué -de nuevo ve a Gokú moverse en la cama desesperado, y hundido en un sopor terrible -Kakarotto -susurra y le pone la toalla en la frente y con ella le recorre la cara y el pecho.
-¡Vegeta, te di una orden! -vio entrar a sui padre, Nappa y a su madre por la ventana del balcón de la recámara.
-Lo sé, pero es imposible que la cumpla con Kakarotto como está -lo señala.
-¡Si se muere no importa! -eso hizo que el príncipe se pusiera de pie de golpe.
-¡No digas estupideces! ¡Creo que tú no sabes lo que es estar verdaderamente enamorado! -le gritó a su padre.
-¿A poco estás verdaderamente enamorado de este insecto? -señala a Gokú con repulsión.
-¡No le digas insecto, vuelve a llamarlo a sí y te parto el alma! -amenazó a su padre.
-¿Me partes el alma? Déjame que me ría -iba a burlarse, pero su esposa le tomó el brazo.
-Ya fue suficiente -le dijo -Creo que con esto Vegeta nos a demostrado que verdaderamente lo ama -señaló Nara.
-¿Qué lo que? -en ese momento Gokú comenzó a pegar verdaderos gritos de dolor y se agarraba el pecho del lado izquierdo, sentía como si le arrancaran el corazón a mordidas muy pequeñas.
-¡Kakarotto! -Vegeta se acercó corriendo a él.
-¡Me duele, me duele!" -gritó.
-¡Será mejor que se vayan, gracias a ustedes Kakarotto está peor! -los corre.
-Será lo mejor -Nara se llevó al rey Vegeta.
-Se han ido - de nuevo Vegeta le pasa la toalla a Gokú por la frente -No puedo dejarte morir -las lágrimas se le comienzan a asomar.
-Ve. Vegeta -Gokú intenta hablar como él, pero el dolor es insoportable.
-No hables -de nuevo le acaricia el cabello.
-Padre -Mirai Trunks llegó en ese instante con Gohan.
-¿Qué hacen aquí? -les preguntó.
-Estábamos preocupados por el señor Gokú -Mientras Mirai Trunks hablaba, Gohan se acercó a la cama.
-Tú sabías esto -Vegeta habló en un susurro dirigiéndose a Mirai Trunks.
-Sí, yo lo sabía, fue lo que el dije a Gokú cuando vine a este año por vez primera -bajó la cabeza (Y que le pudiste robar un beso condenado).
-Por lo menos me lo hubieras dicho a mi -Vegeta se puso de pie y fue a cambiar el agua de la piletita.
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Continuará.
El resto de los guerreros Z llegan para ver a Gokú.
