EPILÓGOLO:
Terminada la fiesta, Gokú y Vegeta volaron hacia un rumbo. Llegando a un valle rocoso. Gokú descendió lentamente seguido por Vegeta, y ese sentó en una piedra grande.
-Sí, aquí fue –Vegeta estaba de pie y miraba a todos lados -¿Recuerdas este lugar, Kakarotto? –ahora se giró a verlo a él.
-Sí, aquí fue donde me dijiste... -Vegeta le pasa un brazo sobre los hombros.
-Que te amaba –no dejó a Gokú terminar –Sí, pero aparte este lugar es también... donde te vi por vez primera –Gokú se pone de pie y mira el valle que tenían debajo de la montaña donde ellos se hallaban.
-Es cierto –Gokú sonríe y sumerge de nuevo los pies en el río.
-Y es también el lugar... ¿Qué haces? –Vio que Gokú sacaba los pies del río y se iba a sentar de nuevo a la piedra y tenía un paquete de forma cuadrada y estaba envuelto.
-Desenvolver un regalo que Taurus me dio –comenzó a desprender el papel y se topó con la novela que Taurus estaba escribiendo (a cuanto que muchos de ustedes ya no se acordaban) y que se titulaba "Kakarotto" –Caramba, muchas gracias Taurus –abrazó el libro contra su pecho.
-Veo que te ha gustado mucho su regalo –Vegeta se sentó a untado de él.
-Sí ¿Qué ibas a decirme? –fue a guardar el libro en una pequeña mochila que trajo.
-Mmm –Vegeta de nuevo se paró frente a él y s ele acercó al oído-En el que ardí en deseo de poseerte –al oírlo, Gokú rió, pero de repente se estremeció al sentir que Vegeta le estaba lamiendo de tras de la oreja y se la succionaba.
Lentamente el príncipe lo rodeo por la cintura y cuidadosamente lo acostó. S e perdieron un instante uno en la mirada del otro.
-Vegeta no puso sostenerle mucho la mirada a Gokú, ya que este lo miraba de una manera más que dulce y menos aun cuando esbozo una sonrisa que curvaron sus labios.
-¿Por qué siempre me tendrás que ganar? –a toda respuesta Gokú extendió más su sonrisa -¡Diablos! –Vegeta agachó la cabeza resignado, pero sin dejar de sonreír.
-¡Te gane, te ga.. –Vegeta lo besó en ese momento y parecía que lo ahogaría. Con la lengua, el príncipe casi le tocaba las amígdalas.
-¿Qué tú que? –preguntó Vegeta burlonamente al ver que Gokú intentaba recuperar el aire.
-Eres... un... tramposo –Gokú se llevó la mano a los pulmones.
-Lo sé –de nuevo lo besa y le acaricia el pecho y el abdomen. Tramposo –volvió a murmurar Gokú y Vegeta le comenzó a desabrochar la camisa.
-Ajá si –Sin pelarlo mucho, Vegeta le beso el pecho –No creo que eso me importe mucho ahorita, si no lo que estoy a punto de hacer contigo - sin más, terminó de desnudarlo.
¿Así que harás tu deseo realidad? –Gokú sonrió pícaramente.
-No sólo es mi deseo, Kakarotto –Vegeta se terminó e quitar todo y se acostó encima del cuerpo de Gokú –Aunque ahora existe una diferencia entre ambas situaciones –comenzó a besarle absolutamente todo el cuerpo.
-¿Cómo que una diferencia? –Gokú suspiraba por les besos y caricias.
-Para que te sea entendible. Si yo te hubiera hecho esto desde el primer día que te vi. Probablemente ahorita vivirás en un infierno, ya que se hubiera tratado de una violación. No te mentiré de que no estuve a punto de cometer ese acto con tu cuerpo, pero que suerte corriste de que llegaran Krilin y Gohan (Vegeta habla sobre el primer día en que ellos se vieron, por si no captan) –le paso el dedo sobre al cicatriz que tenía en el pecho.
-¿Y por que sería un infierno? –Gokú abrazó a Vegeta.
-Por que una violación es lo más bajo y más cruel que se le puede hacer a una persona. Y estoy seguro de que los guerreros z nunca me lo hubieran perdonado, ni yo, si te hacia perder ese carácter tan puro que tienes –le separó las piernas y lo penetró con cuidado.
-¿Y si lo hubiera perdido? –de repente Gokú se llevó el puño a la boca para ahogar un grito.
-Lo lamento, creo que me sobrepase –pero a todo Gokú no pudo más y pegó un grito y tuvo un orgasmo de por si fantástico y comenzó a respirar rápido –Ah, ya veo –Vegeta también tuvo un orgasmo y se vació dentro de su pareja –Bueno. Hay que vestirnos, aún hay muchas cosas que hacer.
Gokú sin responder se volteó boca arriba y vio directamente hacia el cielo azul.
-Es extraña la forma en que obra el destino –al oírlo, Vegeta se acercó a él y ya estaba vestido.
-¿El destino? –se sentó detrás de él y le besó la cabeza.
-Sí, porque tú realmente eres la persona con la cual quiero compartir mi vida –Vegeta al oírlo, se sorprendió al principio, pero después sonrió.
-Por algo nos hizo conocernos el uno al otro –Gokú al escuchar a Vegeta; asintió ligeramente con la cabeza.
-Que equivocado estaba al haberme casado con Milk, sin estar seguro de ello –comenzó a vestirse.
-Todos cometemos errores, y el mío fue: No haberte dicho antes lo que sentía por ti. Iba a ser yo quien vendría a la tierra a buscarte hace años y no Radditz, pero me negué, y si no hubiera sido así, me hubiera tropezado antes contigo –Vegeta giró la cabeza y vio que Gokú ya no estaba -¿Kakarotto? –comenzó a voltear a todos lados y lo vio volando ya un poco alejado -¡Kakarotto con un demonio! –Vegeta voló detrás de él y ambos se perdieron cruzando el cielo, mientras Gokú se reía de los regaños de su pareja, porque aún así. Él sabía que era todo para Vegeta.
(fin de la primera parte y del epilógolo)
Terminada la fiesta, Gokú y Vegeta volaron hacia un rumbo. Llegando a un valle rocoso. Gokú descendió lentamente seguido por Vegeta, y ese sentó en una piedra grande.
-Sí, aquí fue –Vegeta estaba de pie y miraba a todos lados -¿Recuerdas este lugar, Kakarotto? –ahora se giró a verlo a él.
-Sí, aquí fue donde me dijiste... -Vegeta le pasa un brazo sobre los hombros.
-Que te amaba –no dejó a Gokú terminar –Sí, pero aparte este lugar es también... donde te vi por vez primera –Gokú se pone de pie y mira el valle que tenían debajo de la montaña donde ellos se hallaban.
-Es cierto –Gokú sonríe y sumerge de nuevo los pies en el río.
-Y es también el lugar... ¿Qué haces? –Vio que Gokú sacaba los pies del río y se iba a sentar de nuevo a la piedra y tenía un paquete de forma cuadrada y estaba envuelto.
-Desenvolver un regalo que Taurus me dio –comenzó a desprender el papel y se topó con la novela que Taurus estaba escribiendo (a cuanto que muchos de ustedes ya no se acordaban) y que se titulaba "Kakarotto" –Caramba, muchas gracias Taurus –abrazó el libro contra su pecho.
-Veo que te ha gustado mucho su regalo –Vegeta se sentó a untado de él.
-Sí ¿Qué ibas a decirme? –fue a guardar el libro en una pequeña mochila que trajo.
-Mmm –Vegeta de nuevo se paró frente a él y s ele acercó al oído-En el que ardí en deseo de poseerte –al oírlo, Gokú rió, pero de repente se estremeció al sentir que Vegeta le estaba lamiendo de tras de la oreja y se la succionaba.
Lentamente el príncipe lo rodeo por la cintura y cuidadosamente lo acostó. S e perdieron un instante uno en la mirada del otro.
-Vegeta no puso sostenerle mucho la mirada a Gokú, ya que este lo miraba de una manera más que dulce y menos aun cuando esbozo una sonrisa que curvaron sus labios.
-¿Por qué siempre me tendrás que ganar? –a toda respuesta Gokú extendió más su sonrisa -¡Diablos! –Vegeta agachó la cabeza resignado, pero sin dejar de sonreír.
-¡Te gane, te ga.. –Vegeta lo besó en ese momento y parecía que lo ahogaría. Con la lengua, el príncipe casi le tocaba las amígdalas.
-¿Qué tú que? –preguntó Vegeta burlonamente al ver que Gokú intentaba recuperar el aire.
-Eres... un... tramposo –Gokú se llevó la mano a los pulmones.
-Lo sé –de nuevo lo besa y le acaricia el pecho y el abdomen. Tramposo –volvió a murmurar Gokú y Vegeta le comenzó a desabrochar la camisa.
-Ajá si –Sin pelarlo mucho, Vegeta le beso el pecho –No creo que eso me importe mucho ahorita, si no lo que estoy a punto de hacer contigo - sin más, terminó de desnudarlo.
¿Así que harás tu deseo realidad? –Gokú sonrió pícaramente.
-No sólo es mi deseo, Kakarotto –Vegeta se terminó e quitar todo y se acostó encima del cuerpo de Gokú –Aunque ahora existe una diferencia entre ambas situaciones –comenzó a besarle absolutamente todo el cuerpo.
-¿Cómo que una diferencia? –Gokú suspiraba por les besos y caricias.
-Para que te sea entendible. Si yo te hubiera hecho esto desde el primer día que te vi. Probablemente ahorita vivirás en un infierno, ya que se hubiera tratado de una violación. No te mentiré de que no estuve a punto de cometer ese acto con tu cuerpo, pero que suerte corriste de que llegaran Krilin y Gohan (Vegeta habla sobre el primer día en que ellos se vieron, por si no captan) –le paso el dedo sobre al cicatriz que tenía en el pecho.
-¿Y por que sería un infierno? –Gokú abrazó a Vegeta.
-Por que una violación es lo más bajo y más cruel que se le puede hacer a una persona. Y estoy seguro de que los guerreros z nunca me lo hubieran perdonado, ni yo, si te hacia perder ese carácter tan puro que tienes –le separó las piernas y lo penetró con cuidado.
-¿Y si lo hubiera perdido? –de repente Gokú se llevó el puño a la boca para ahogar un grito.
-Lo lamento, creo que me sobrepase –pero a todo Gokú no pudo más y pegó un grito y tuvo un orgasmo de por si fantástico y comenzó a respirar rápido –Ah, ya veo –Vegeta también tuvo un orgasmo y se vació dentro de su pareja –Bueno. Hay que vestirnos, aún hay muchas cosas que hacer.
Gokú sin responder se volteó boca arriba y vio directamente hacia el cielo azul.
-Es extraña la forma en que obra el destino –al oírlo, Vegeta se acercó a él y ya estaba vestido.
-¿El destino? –se sentó detrás de él y le besó la cabeza.
-Sí, porque tú realmente eres la persona con la cual quiero compartir mi vida –Vegeta al oírlo, se sorprendió al principio, pero después sonrió.
-Por algo nos hizo conocernos el uno al otro –Gokú al escuchar a Vegeta; asintió ligeramente con la cabeza.
-Que equivocado estaba al haberme casado con Milk, sin estar seguro de ello –comenzó a vestirse.
-Todos cometemos errores, y el mío fue: No haberte dicho antes lo que sentía por ti. Iba a ser yo quien vendría a la tierra a buscarte hace años y no Radditz, pero me negué, y si no hubiera sido así, me hubiera tropezado antes contigo –Vegeta giró la cabeza y vio que Gokú ya no estaba -¿Kakarotto? –comenzó a voltear a todos lados y lo vio volando ya un poco alejado -¡Kakarotto con un demonio! –Vegeta voló detrás de él y ambos se perdieron cruzando el cielo, mientras Gokú se reía de los regaños de su pareja, porque aún así. Él sabía que era todo para Vegeta.
(fin de la primera parte y del epilógolo)
