Hola!!!! Aquí el segundo capitulo, ahora se hace un poco mas interesante….. Bueno el que lo lea ya nos dirá su opinión. Este nos ha quedado mejor, aunque también muy corto, pero como lo continuaremos pronto…. ^__^ Esperamos que os guste!!!
Miriam & Nuria
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Harry Potter y la Sibila
Capitulo 2: "Algo Muy Especial"
Harry miró el reverso del sobre y se sorprendió al leer:
-Remus Lupin….
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" Querido Harry,
Tal vez te sorprendas al leer esta carta, pues yo no suelo escribirte. ¿Cómo te van las vacaciones? Imagino que no muy bien, teniendo en cuenta que estas con tus tíos. Por eso el director, Dumbledore, ha pensado que quizá te haría ilusión venirte a pasar el resto de las vacaciones a mi casa. Aunque Dumbledore te dijera que la casa de tus tíos es el único lugar donde Voldemort no puede hacerte daño, en mi casa estarás seguro. Así podrías quedar con tus amigos y te animarías un poco. Además, yo también estoy muy solo y creo que ambos deberíamos hablar de lo ocurrido con alguien. No me gustaría que pensaras que te fuerzo a hablar y se que es doloroso, pero los dos debemos asumirlo. Harry, me consta que pronto recibirás una carta del ministerio, quizás no quieras aceptarlo, pero toda la fortuna de Sirius es ahora tuya, en la herencia te deja algo muy especial para él. Utilízalo para venir hasta mi casa, no necesitas instrucciones, enseguida lo comprenderás.
Un abrazo,
Remus Lupin"
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El contenido de esta carta aún le sorprendió más. Le apetecía ir, pero no quería hablar de lo ocurrido y ver a Lupin le recordaría todavía más a su padrino. En casa de sus tíos había conseguido evitar ese recuerdo por lo menos mientras estaba despierto. Sin embargo, no podría aguantar un día más en casa de los Dursley.
Por otra parte, ¿a qué se refería Lupin cuando hablaba de algo muy especial? Sentía que debía ir, tenia que hacerlo por Sirius, no podía creerse que tenía toda la fortuna de Sirius en su poder… De nuevo, un amargo pensamiento le pasó por la cabeza: prefería ser la persona más pobre del mundo a tener que aceptar que su padrino había… muerto.
Pronto, otra lechuza se posó elegantemente en el alféizar de la ventana. La cuarta lechuza en una noche… aquello era demasiado para Harry. Detrás de la lechuza había un bulto oscuro enorme. Harry se asustó y tras recapacitar unos instantes, pensó que aquello tal vez podía ser a lo que Lupin se refería como "algo muy especial". Se acercó a la lechuza y le acarició la cabeza, cogió la carta, que pesaba muchísimo y se dispuso a leerla. El sobre contenía un llavero y un pergamino muy pequeño. En el pergamino se le comunicaba que era heredero de Sirius, había heredado toda su fortuna. Una de las llaves, tal y como constaba en la carta, era de la cámara de Sirius, en el banco de Gringotts. La otra… Harry no podía creer lo que estaba leyendo. La otra llave era de una moto, pero no de una cualquiera: ¡de la moto voladora de Sirius! Ahora entendía lo que había querido decir su ex-profesor. Harry miró asombrado el inmenso bulto, que estaba suspendido en el aire, fuera de la ventana.
Harry destapó la funda que cubría la moto. A simple vista, todo el mundo diría que era una moto normal y corriente, pero Harry observó una barbaridad de botones. Harry se preguntó si realmente sabría manejarla. Pero acobardarse no era algo normal en él, así que hizo el mismo hechizo que Tonks había realizado el año pasado para hacer su equipaje y escribió una escueta nota a sus tíos. Ató sus pertenencias a la parte trasera de la moto en la que dieciséis años atrás Hagrid lo había llevado a esa misma casa y se dispuso a marchar.
Había llegado el momento más difícil. Subió a la moto con una profunda sensación: sentía que en cualquier momento caería al vacío, pero no era así. Desde arriba, se sentía igual que en su escoba. Entonces pensó que por fin era libre y también pensó que era capaz de hacerlo. Observó detalladamente el panel en el que había todos los botones. Se limitó a leer y pronto se percató de que había una especie de palanca que podía girar en varias direcciones. En una de ellas estaba escrito: "a casa", en otra "a casa de Remus", en otras dos ponía a Hogsmeade y en otra al Callejón Diagon. Finalmente en un botón aparte, había inscrito: "a casa de Lily y James". Harry sintió como el corazón le daba un vuelco. Sabía que no debía hacerlo, pero una acto reflejo le hizo pulsar aquel botón. Inmediatamente, la moto se hizo invisible para los ojos de cualquier muggle. La moto arrancó rápidamente y Harry se aferró fuertemente al manillar. Parecía que la moto tuviera piloto automático, como muchos de los coches muggles. Pronto Harry se percató de que no estaba conduciendo, era la propia moto quien lo llevaba a él. Así que se limitó a disfrutar del paisaje, aunque a la velocidad a la que iba no se distinguía nada claramente.
Al cabo de tres cuartos de hora la moto disminuyó su velocidad. Estaba llegando, por fin vería su verdadera casa. El corazón le latía intensamente. Las manos le temblaban. Poco a poco la moto comenzó a descender, hasta pararse suavemente en el suelo. Harry miró a su alrededor, pero sin embargo se llevó una gran decepción al ver la catástrofe que lo rodeaba. Esa calle, era una más, envuelta en enormes edificios de viviendas. Harry estaba seguro de que sus padres no habían vivido nunca allí, después de todo, el había visto imágenes de su madre huyendo tras Voldemort en sus sueños cuando los dementores estaban cerca. No, estaba seguro de que ahí no habían vivido sus padres. A Harry se le formó un nudo en la garganta. Por unos instantes se había auto convencido de que cuando la moto parara, el vería su casa. Sin embargo ahora le parecía una idea estúpida, era de imaginar que con la maldición que Voldemort hizo hacía ya mucho tiempo, la casa habría quedado en llamas y completamente destrozada.
Completamente deprimido, Harry volvió a montar en la moto y con el ánimo por los suelos accionó la palanca que le llevaría a casa de Lupin, como si fuera algo que hacía cada día.
Pronto la moto se paró y descendió en un bonito jardín, que pertenecía a una pequeña casa con paredes blancas. Harry no sabía con certeza si aquella era la casa a la que debía ir, pues temía que con los años, el licántropo se hubiera mudado. No muy convencido, Harry se acercó a la puerta y llamó al timbre. Por unos instantes, pensó que si se había equivocado de casa, al propietario no le haría ninguna gracia que lo hubieran despertado. Además, se preguntaría que hacía un joven de su edad a esas horas de la madrugada, llamando a puertas ajenas.
Cuando alguien abrió la puerta, Harry se relajó. Los ojos dorados que lo observaban eran inconfundibles:
- Pasa Harry, te estaba esperando… tengo chocolate en el fuego.
Harry sonrió, pero no pudo evitar sentirse profundamente triste. Aunque no lloraba, los ojos de su antiguo profesor inspiraban una horrible tristeza, casi inhumana. Sabía que además de él, Lupin lo estaba pasando también muy mal, o incluso peor, ya que Sirius había sido siempre como un hermano muy especial. Al cabo de cinco minutos, Harry y Lupin estaban sentados uno enfrente del otro con una taza de chocolate caliente humeando entre sus manos. Ambos se sentían muy incómodos. Lupin le habló de su moto, aunque era una conversa forzada, puesto que no sabían de que hablar. Ninguno de los dos se atrevía a sacar el tema de la muerte de aquella persona a la que los dos tanto querían. Cuando Lupin acabó de contarle como debía manejar la moto y que significaba cada uno de los botones, se dispuso a enseñarle la habitación en la que dormiría hasta que empezara el colegio. Llego un punto en el que Harry no podía soportarlo más. Debía preguntarle lo que había estado planteandose durante todo el verano. Aquella duda que le había robado el sueño todas y cada una de las largas noches en Privet Drive:
- Profesor…
- Llamame Remus, porfavor, recuerda que yo ya no soy tu profesor.
- Sí, por supuesto. Remus…
- ¿ Si?
- Es que… yo…- finalmente lo soltó- ¿ Qué pasó exactamente la noche que pasamos en la Cámara de la Muerte? ¿Qué era aquel arco? Sirius no pudo haber muerto. Bueno, quiero decir… si no me equivoco, la maldición que Bellatrix – Remus hizo una extraña mueca de asco al oir aquel nombre- le echó no era un Avada Kedabra, bueno, ¡el rayo era rojo y el de la maldición imperdonable es verde, si no me equivoco…!
Las lágrimas caían lentamente sobre las mejillas de Harry, estaba muy nervioso y no habría podido aguantar más con aquella duda.
- ¡¿Qué es lo que le hizo exactamente el arco a Sirius?!
- Harry, siéntate, hace tiempo que tenemos que hablar…- la mirada que entonces vió Harry era la más triste que había recibido nunca.
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Bueno, e aquí el resultado de horas de trabajo… Jejeje, es coña. En fin, esperamos que os haya gustado. Prometemos continuarlo pronto, bueno, relativamente pronto porque esta semana nos vamos a Madrid de viaje de fin de curso……^__^ ¡!!!! Y luego estan las vacaciones…. En fin, que lo continuaremos pronto, XDDDD.
Muakkkkksssssssss
PD: Si os ha gustado dejar reviews please
PD2: Si no os ha gustado también, las criticas constructivas tambien ayudan y a lo mejor asi nos viene la inspiración!
Quiza nos visita la musa de la literatura, como diria nuestro querido profesor de castellano: el mismisimo Sr Sanchez!!!! +_+ XDDDDDDDDDDDDDDD Weno, no nos enrollamos mas. Besitos a todos y a todas y a disfrutar la semana santa!!!!!
