Lo que restaba de tarde trascurrió rápidamente. Los comercios fueron apagando gradualmente sus escaparates y las calles se volvieron luminosas y resplandecientes, alzándose gloriosamente decoradas como si quisieran pavonearse en la negrura de la noche a espaldas del sol que les quitaba su brillo.
Shuichi reía, reía como hacia meses que no hacia. Miraba muchas cosas, hablaba mucho más, pero principalmente se agarraba a Yuki. Le tomaba del brazo, se sujetaba, tiraba de él, hasta el punto de que ha veces el escritor fruncía el ceño como consecuencia de que el moreno le hacia daño.
Parecía tener la necesidad de que estuvieran en contacto, de que sus cuerpos se tocasen aunque fuera a través de las telas que les cubrían.
El escritor terminó descubriendo miradas de tristeza y resignación entre las sonrisas a veces mansas del moreno. Tuvo la sensación de que aquello era una especie de despedida, y que Shiteno volvería a tratar de suicidarse en cuanto lo dejase sólo.
Sus conversaciones habían sido breves y carentes de interés, cosas que veían, comentarios absurdos.
Con aparente interés, el moreno estaba pegado a un escaparate de espaldas al escritor, mientras este reflexionaba. Quería hablar sobre sus recuerdos, pensaba que en ellos encontraría la clave para demostrar al moreno que ambos estaban equivocados, que todo aquello nunca sucedió.
-¿Comemos algo?
Una sonrisa suave. Shuichi se ruborizo minimamente al recordar que él no podía comprar nada, no tenia nada en propiedad, incluso la ropa que llevaba la había comprado con dinero que no le pertenecía. El rubio pareció leer todo esto en el rostro del moreno y con una sonrisa prepotente entro en un supermercado abierto veinticuatro horas, a hacer unas compras rápidas mientras el cohibido moreno esperaba en la puerta como si de un perrito se tratase.
Al salir, el novelista tomo de forma silenciosa la mano del moreno que se dejo conducir dócilmente hasta un mirador desde el cual se veía gran parte de la ciudad si uno se apoyaba sobre la barandilla. No obstante se alejaron de ella y salvando la distancia de suelo empedrado, tomaron asiento en uno de los bancos rodeados de vegetación.
Uno junto al otro, pero con el paquete del supermercado de por medio.
De forma experimental, Yuki saco un paquete de Pokky ante la atenta mirada del moreno, que sonrió ampliamente casi arrancándole el paquete de la mano.
-Shuichi hay algo que quiero preguntarte- el joven se volvió hacia él, con toda la boca llena de galletas y las mejillas inundadas en miguillas y restos de chocolate rosa-¿Qué pasaría si te dijera que no te creo? o planteándolo de otra manera, dices que estamos en un maquina, ¿qué ocurriría si te dijera que no quiero salir?
El paquete de galletas se le callo de las manos. Shindou tomó la camisa del rubio obligando a que lo mirara fijamente.
-¡¡YUKI!!, ¡¡No lo digas ni en broma!!, ¡¡Tenemos que volver!!, ¡¡Tenemos que volver a lo que éramos, esto no es real, aquí no somos nada!!
Desesperación, transpiraba por cada poro de su piel, sus ojos estaba crispados y respiraba de forma agitada. El novelista comprendió que con sus indagaciones, si el moreno era en realidad un asesino como apuntaba el articulo de prensa, podía encontrarse con una sorpresa desagradable de seguir así. Sin embargo, lo que sentía bajo la mirada violacea le hizo arriesgarse a continuar.
-Shuichi... esto es real, y si somos algo... o al menos yo lo soy... Shuichi, ¿Qué eres tu? -sus ojos se volvieron fríos puede que hasta acusadores- ¿Acaso no eres un vagabundo?, ¿Un ladrón?... Si esto fuera una simulación, porque habrías de entrar de esa manera, porque no elegir otro rol?, ¿ser otra persona?, ¿Alguien con dinero?, ¿Alguien influyente?, ¿Por qué elegir esto?
El joven tembló, con los primeros indicios de duda en su rostro.
-Por que yo... yo... -el moreno se encontró perdido al saberse sin ninguna respuesta con la que refutar las incriminaciones lanzadas- Yo... no lo sé, la verdad, hay algunas cosas que no recuerdo, o que me costo recordar, pero yo soy un cantante, yo soy Shindou Shuichi, tu lo sabes - el moreno soltó al rubio y se acomodo nerviosamente en el banco, intentado contener las lagrimas al verse sin argumentos- nuestro grupo se llamaba... se llamaba Bad Luck con Hiro y Suguru... mi hermana..., yo tengo una hermanada llamada Maiko...
Hacia un esfuerzo por escuchar, de alguna manera el novelista supo que había tocado la fibra sensible del moreno que se desesperaba en demostrar que tenían recuerdos en común. Verle le resulto hasta cierto punto angustioso, el joven se volcaba en los recuerdos como si le fuese la vida en ello... y de cierta manera supo que así era.
...¿Y recuerdas cuando me fui a vivir a tu casa?... me dijiste que una semana, yo fui tan feliz, pero luego te marchaste... ¡¿Oh aquella vez que tuvimos nuestra primera cita?!, que fuimos al parque de atracciones porque yo había vendido mas de un millón de discos y tu me contaste todo lo que te había pasado con Yuki...
Ante el comentario o mención del hombre americano, Yuki se sobresalto, teniendo por primera vez necesidad de dar por terminada la conversación.
-Shuichi, te crees un cantante, porque así lo deseas, pero todo eso, la cita, Kitazawa, cuando viniste a vivir a mi casa, nos lo inventamos, no es real, en realidad, ni siquiera se quien eres...
-¡¡Yukiiii!!!
El moreno parecía al borde de la desesperación. Ofuscado, termino colgándose del cuello del escritor para tomarle los labios con necesidad, en un beso largo, pero sin sentimiento por parte del rubio. Shuichi termino cediendo y resbalando con las manos apretadas en sendos puños sobre el pecho del novelista mientras rompía a llorar amargamente.
¡¡Yuki!! ¡¡No me abandones, no otra vez!! ¡No me hagas lo mismo que cuando me besaste la primera vez! ¡Fuiste tu el que encendió todos mis sentimientos hacia ti! ¡¡No me abandones!! ¡¡Llevo velándote cinco meses!! ¡¡Cinco meses recordando todos los días como empezó todo!! Mis canciones, las que me permitieron llegar ti, lo sabes perfectamente al igual que yo. ¡¡Cuando aquella noche se me escapo la hoja de papel a la puerta del hospital y tu la cogiste!!, ¡¡No he dejado de pensar en ti desde entonces!! ¡¡En como llovía y me llevaste en tu coche hasta tu casa para darme una toalla y hablar!
-Shuichi...
-¡¡YUuukiiiii!! ¡¡Vuelve con migo!!
-Shuichi...
-¡POr favor no me hagas esto! ¡¡Tienes que creerme!! ¡¡recuerda!!
-¡Shuichi! - el rubio tomo por los hombros al moreno y lo zarandeo hasta que consiguió que por la impresión dejase de llorar y lo mirara atentamente.
En todo caso recuerda tu. ¡¿No te suena de nada este sitio?!, ¡¿No sabes donde estamos?!
Desorientado, el moreno recorrió el pequeño lugar, tenuemente iluminado por una farolas y unos puntitos luminosos que era la ciudad. Cuando volvió a enfocar al novelista, sus ojos tan sólo mostraban desconocimiento.
¡¡Fue aquí donde nos conocimos!!, ¡No en ningún hospital!, ¡Aquí!, ¡¡Y yo no te lleve a mi casa hasta que algunos días después cuando te pusiste delante de mi coche y casi te atropello!!¡No recordamos lo mismo porque nunca paso!, ¡¡Nos lo inventamos!!
-Pero yo ... -el joven se llevo las manos a la cabeza desorientado- ... Yuki hay algo que no te conté, no te lo quería decir porque supuse que si tenias dudas esto solo te haría titubear más pero yo... yo perdí algunos recuerdos, al entrar en la maquina, no se cuando ni como desperté, en realidad al principio no recordaba nada, tarde un tiempo y todo vino de golpe a mi cabeza... supongo que al entrar interceptaría algún campo polar, y la conexión forzada por el USP provocaría alguna reacciona adversa en el software del programa que anulo el nódulo de ...
-Shuichi tu nunca supiste nada de informativa, eras un negado. ¿Realmente sigues pensando que eres un cantante?. Mírate. No tienes ningún lugar al que ir. Puede que ni siquiera tengas familia. Me robaste dinero para comprar la ropa que llevas. Tus recuerdos son tan falsos como los míos y estas viviendo una mentira. ¿Cómo esperas que te crea? Dices que me metieron un tiro. Si me hubieran disparado lo recordaría, eso no es algo que pueda olvidarse... y además...- Yuki dudo, pero finalmente se arriesgo a añadir- ... eres un asesino.
Con el comentario había esperado obtener una fuerte negativa, quizá una pataleta o simplemente una mirada de asombro, pero en lugar de eso, Yuki se desalentó al ver una mirada perdida, culpable y asustada proveniente del moreno.
-¿Quien te ha dicho que?...
-Salía en los periódicos
-...
-¿No lo niegas? - comento el rubio con voz fría, poniéndose de pie junto al banco, escrutando con insensibilidad al joven de cuerpo contraído y cabeza hundida bajo el- -¿eh? Shiteno?
-¡¡No es lo que parece!! ¡¡Yuki hay una explicación para todo!!
El rubio suspiro, dándole la espalda, cansado de la conversación. Sintiéndose irreversiblemente perdido, pues cuanto mas creía comprender, mas confuso se encontraba.
-Lo mataste. Mataste a Nakano. - Era una afirmación, no un pregunta- y por ello yo pensé que había matado a Kitazawa...
-¡¡Yukiii!!
-Yo... estoy intentado recuperar mi vida, deje de tomar las pastillas, perdí mis recuerdos, no distingo entre lo que ha sido real y lo que no. Tu compañía no me resulta adecuada. Me haces dudar. Por momentos me haces creer tus palabras, pero reflexiono y veo lo ridículas que en frió pueden sonar. Yo... mira no te conozco, creí conocerte, mis recuerdos... yo no se si eras tu o no, yo.. -la mirada de Eiri tembló, dulcificándose, cargando sus palabras de una gran emotividad- yo amo a esa persona, pero ni siquiera se si existe o no. Creí que eras tu, pero ya no lo sé. Creo que me he enamorado de un sueño, de algo ficticio. Quiero recuperar lo que tenia... fuera lo que fuese... tu necesitas también volver a lo eras, fuera lo que fuera. Quizá cuando ambos estemos bien, podamos volver a vernos...
-¡¡NOOOOOOOO!! -el moreno salto como un resorte de la silla, se abalanzó sobre el rubio que se asusto de la violencia con la que se abrazaron a su cintura- ¡¡NO YUKI NOOOO!!, ¡No te dejes engañar! ¡¡Por dios cree en mi!! ¡¡Yo te quiero!! ¡¡Te quiero!!
-Shuichi... - una difícil elección, por un momento temió que sus propias lagrimas fuesen vertidas. Pero era lo mejor, lo racional- Shuichi tu necesitas ayuda y yo... yo estoy con alguien más. En este momento no puedo corresponder ni tener ningún tipo de relación contigo.
Aquellas palabras crearon un impacto mayor que un bofetón en la cara del moreno. Sus mejillas ardieron furiosamente y termino quedando de rodillas en el suelo llorando de forma sonora.
-¡¡Yuki ¿por qué?!! .. Por que? ...- se lamento para si mismo. Eiri de pie junto a él, lo contemplaba en silencio, tapándose la boca con la mano, las cejas contraídas en una expresión dispar y los ojos enrojecidos y acuosos.
-Estoy saliendo con Yuki
-¡¿Yuki?!- Shuichi alzo el rostro enrojecido, mojado y sucio hacia el escritor, como buscando una confirmación a sus palabras- ¡¡¿YUKI?!!
Viéndose incapaz de enfrentarse a esa mirada fría y dolida del moreno, el rubio se volvió, escuchando los sonidos sordos que seguramente produciría Shuichi al golpear el suelo con el puño.
-¡¡Yuki no puedes!!, ¡¡te volverá a hacer daño!! ¡¡Escúchame YUuukiiiiiiiiii!!
Eiri se contenía, tapándose el rostro ahora por pudor. Tratando de ignorar los ruegos lastimeros a su espalda, hasta que una voz suave y dulce distrajo su atención.
-¿Qué esta pasando aquí Eiri?
Con un sobresalto, el novelista se encontró cara a cara, a pocos metros de él, a Kitazawa con una mueca muy seria mirándoles a ambos y a su lado a Thoma con una expresión similar sumada con sorpresa.
-¡¡Maldito cabrón!!
No tuvo tiempo de reaccionar. Para cuando quiso ser consciente de lo que pasaba, el moreno se había puesto de pie y había saltado sobre el hombre americano, regándole la cara a puñetazos al ser tomado por sorpresa.
¡¡ERES UN MISERABLE HIJO DE PUTA!!! ¡¡NO TE LLEVARAS A YUKIIII!! ¡¡YUKI ES MIIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Thoma había puesto mueca de espanto y tras hacer una rápida llamada telefónica, estaba tratando de sepáralos, llevándose el también puñetazos al meterse de por medio.
-¡¿Pero quien eres tu?!
-¡¡CABRON!!
-¡PARA!!
-¡¡TE VOY A MATAR DESGRACIADO!!
-¡¡Eiri-san haz algo!! -rogó Thoma tirando inútilmente de Shuichi y recibiendo otro guantazo por ello. Al rubio le consto reaccionar. En el momento que trato de intervenir, fue cuando Kitazawa había conseguido ponerse de pie y Thoma había logrado inutilizar a Shuichi sujetándole los brazos tras la espalda, aunque ni por esas conseguían cerrarle la boca y lograr que se estuviese quieto o evitar que tratara de dar patadas al americano.
-¡¡YUUKIIII!! ¡¡Te hará daño!! ¡¡Yukiiiiiiiiii!!
Con una mueca furiosa, el hombre de cabellos castaños propino un sonoro puñetazo al moreno que de no haber estado sujeto por Seguchi lo habría tirado. Yuki rebotó y a su vez, empujando a Kitazawa a la par que lo señalaba con el dedo de forma inflexible.
-¡¡NO le toques!!
-¡Ha empezado él!
-¡Esta enfermo!
Las palabras de Yuki y el verlos juntos dolió al moreno mucho más que el puñetazo que le había partido el labio. Escupió un poco de Sangre y trato de soltarse de Seguchi, pero este le tomo de los largos mechones de pelo tirando hacia atrás estudiando detenidamente los rasgos de su cara. Una mueca ambigua se extendió por su boca.
-Thoma puedes soltarle, seguro que no pretenderá hacer nada más - comento el rubio pero mirando a Shuichi mientras recalcaba sus ultimas palabras.
-Me temo que no puedo hacer eso Eiri-san
-¿Por qué?
Una sirena lejana, y a los pocos segundos unos hombres uniformados aparecieron en el pequeño parque. Uno de ellos se acerco a Seguchi, estudio al muchacho y la orden que portaba y termino comunicando por su radio.
-Si, es él, anulen la orden de búsqueda. Si. Si, lo llevaremos a la comisaría de inmediato.
Thoma tan solo soltó al joven cuando tuvo por seguro que este ya estaba firmemente sujeto por los agentes de policía y procedían a esposarlo. Yuki miraba la escena con estupor.
-¡¿Pero que estáis haciendo?!
Con una sonrisa tranquilizadora, Thoma se acerco al novelista posando una mano en su hombro.
-Eiri-san. No entiendo como estas tan tranquilo habiendo estado con ese asesino. A saber que habría pasado de no llegar nosotros.
-¡¡Yukiiii!!, ¡¡Por favor, créeme!!
Frente a la mirada inquieta del rubio, Shuichi le miraba con los ojos abiertos y una expresión descorazonada, próxima a las lagrimas, con el largo cabello moreno tapándole parcialmente el rostro, ofreciendo un aspecto de él que daba poca credibilidad a cualquier cosa que fuera decir.
-¡¡Yukiiiiiiii!!
La policía trato de llevárselo, tomándolo por un brazo, pero el joven se negaba a moverse. Dio codazos y patas, mirando de forma desesperada a Eiri, hasta que en un ultimo momento y tras darle un sonoro golpe en la cabeza con la porra reglamentaria, lo dejaron inconsciente y se lo llevaron cargándolo como un peso muerto.
Se quedaron los tres en el parque. Kitazawa estirándose la ropa dignamente mientras farfullaba "loco" y sustantivos similares. Thoma sonriendo suavemente como venia siendo por costumbre y Eiri, con la sensación de que los acontecimientos se habían precipitado de tal forma que se habían escapado a sus posibilidades. El había querido ayudar al moreno y ahora estaba detenido por asesinato con toda la probabilidad de no tener muy buenas expectativas de futuro.
Se volvió hacia Seguchi furioso, con la mirada entrecerrada y amenazante, aunque esa expresión no hizo siquiera temblar la sonrisa de los labios del presidente.
-¡¿Por qué llamaste a la policía?!
El aludido adopto una pose de sorpresa y contradicción.
-Pero Eiri-san. Es un asesino, estaba preocupado por ti. Podría haberte echo algo.
-¡¡Estaba hablando con él!!
Encogiéndose de hombros, Seguchi dio la conversación por terminada, aproximándose a Kitazawa para restablecer la conversación. Yuki les dirigió una mirada fulminante y se dirigió a su casa.
Entro en la cocina a por una lata de cerveza y nuevamente lo primero que vio fue el periódico sobre la mesa, que tomándolo con aire violeto lo tiro a la basura. Lo segundo que encontró, fueron las prendas de ropa del moreno en la secadora que un par de días atrás había pretendido asearlas. Yuki viéndose colmado, tiro irritado la lata de cerveza contra la pared, para terminar sentado en el suelo sujetándose el cabello nervioso y con algunas lagrimas escapando de sus ojos.
-¿Qué he hecho?
Se sentía tan responsable de todo. El moreno había ido en busca de comprensión, y por su culpa había terminado a manos de la policía. En sus recuerdos, cuando el había matado a Kitazawa por venganza, había contado con alguien que lo escucho, le protegió, le salvo de todo. Y él ni siquiera le había escuchado. Eiri lloro amargamente recordando sus sentimientos en New York, el vacío y la culpabilidad por la que puede que estuviera pasando el moreno y que él mas que nadie podía llegar a entender si se hubiera molestado en hacerlo.
A la mañana siguiente, apartando con el pie los cuantiosos recipientes vacíos de cerveza que se extendían a los pies del sofá del salón, como un fuerte mal organizado, Tatsuha movió con la mano la espalda de su hermano para despertarlo.
-Hermano... ¡¡Hermano!!! ...
-...
El rubio alzo la cabeza con los ojos entrecerrados y una fuerte opresión en la sien. Busco algo que lanzarle para que se callara pero al ver que no disponía de nada lo suficientemente cerca como para que mereciera la pena el esfuerzo desistió.
-¿Emborrachándote tu solo con cerveza?... -inquirió sin entusiasmo el menos de los Uesugi- ... algo realmente bonito y a tu años... mas teniendo en cuenta que tenias a tu pobre hermanito en la cárcel... ¡¡Si es por ti me pudro ahí dentro!!
-... -ante las acusaciones Yuki se limito a silenciosamente, volverse en el sofá dando la espalda a su hermano. Este farfullo pero se sentó a su lado, poniéndole una mano en el hombro a la par que lo sacudía.
-Eiri... tenemos que hablar... Shindou... no es trigo limpio lo sabes. Mira no me importa que por su culpa ahora tenga ficha policial... la verdad, me quede muy a gusto al darle en su cara bonita. Menudo fantasma, aunque cuando se pone a pegar es una mala mula...
-...
-Lo que pretendo decirte es que te alejes de él.
-No tenia la menor intención de volver a verle.
-Ah vale- Tatsuha sonrió, poniéndose en pie, y recogiendo la latas desperdigadas por el suelo- eso es bueno... jajaja, si ves la cara con la que se quedo cuando Thoma vino con Ryuichi a sacarme a mi, y él se quedaba dentro... ¡Tendría que haberle echo una foto! ... en fin, hoy tendré que volver a la comisaría a firmar unos papeles...
-Papeles?- el tema se volvió interesante para el rubio que volvió a girarse mirando recelosamente a su hermano- Vas a volver a la comisaría?
-Si, en diez minutos o así. Porque si no llegare tarde con el metro. Estaba citado para las-
-Te llevo
El moreno se volvió al tiempo que su hermano se ponía de pie y entraba al dormitorio, seguramente a cambiarse de ropa. Tatsuha esbozo una sonrisa ligera.
-Ah vaya, gracias.
*************
Shiteno despertó en una incomoda postura, los dolores musculares bien le recordaron lo que momentos antes de perder el conocimiento había sucedido. Miro a su alrededor temiéndose lo peor, encontrarse en el mas lúgubre y terrible de los antros, húmedo y con ratas por doquier, pero se sorprendió gratamente al encontrarse en una celda normal y corriente, bastante bien iluminada, y con tan solo una rata que lo miraba curiosa.
Se rasco la cabeza de forma desorientada, más cuando la rata pareció mover la nariz en señal de "adiós ya nos veremos" antes de salir corriendo hacia donde quiera que tuviese el nido.
-¿Despierto?, Veo que si. Ahora podremos hacerte una preguntas
Tarde se dio cuenta, que al otro lado de la reja estaba uno de los agentes que le habían detenido, y tal gentilmente le había proporcionado tranquilas y largas horas de sueño sin necesidad de benzodiazepínico o fármaco semejante. El moreno lo miro con desconfianza, sabia en la situación en la que estaba y su cabeza tan solo dejaba de repetirle, "corre, en cuanto puedas corre", aunque debía de reconocer que si quisieran hacerle algo realmente malo, ya se lo habrían echo.
Abrieron el pequeño calabozo.
-Vamos
Una mesa, sobre ella un cuchillo metido en un sobre hermético y trasparente, a su lado varias bolsas mas con vendas manchadas en lo que parecía ser sangre y algunos objetos diversos mas.
Preguntas. Shiteno contestando con evasivas a todas ellas limitándose a guardar silencio. Cansados de la poca colaboración, y de ningún resultado con el muchacho, terminaron por enchufarle al detector de mentiras.
-Tu nombre es Shiteno Sokutenai
-...
Repitieron la pregunta, pero el moreno seguía sin querer colaborar. Amenazaron con tomar métodos mas drásticos y el joven finalmente cedió.
-Tu nombre es Shiteno Sokutenai
-No
La maquina lo marco como cierto, el entendido del artefacto alzo una ceja mirando los datos que le habían reportado sobre el muchacho. Otro hombre que se encontraba en la sala, al ver la confusión de su colega le susurro algo en el oído de lo que el moreno tan solo llego a escuchar "trastorno de la personalidad... ingresado en un hospital psiquiátrico durante años"
Shuichi bajo el rostro visiblemente deprimido.
-Te gusta cantar?
-Si
Cierto
-Hoy es un día bonitamente soleado
-Eso creo
Cierto
-¿Mataste a Nakano Hirosi?
-No
Respuesta no valida. Podía ser tanto cierta como falsa. El especialista replanteo la pregunta
-Estabas en la habitación cuando mataron a Nakano Hiroshi?
-No
Falso. Murmullos en la sala
-Empuñabas tu el cuchillo que mato a Nakano Hiroshi?
Shuichi guardo silencio. Un estremecimiento le invadió que fue reflejado en la maquina. Finalmente una respuesta.
-No
Falso. El entendido estaba desorientado. Nuevamente se aventuro con la pregunta inicial.
-¿Mataste tu a Nakano Hiroshi?
-NO joder!! Yo no mataría a HIRO Nunca, es mi mejor amigo!!!
Señal ambigua, aunque apuntaba mas a falsa que a cierta.
-Aparecieron tu huellas en el cuchillo con el que mataron a la victima. Eres consciente de eso joven?, y de que se encontró sangre en unas vendas, que tiene tu mismo código genético?. Todas tus respuestas están siendo marcadas como falsas, no te molestes en mentir, va dar lo mismo.
-...
-Mataste a Nakano Hiroshi?
-...
Todas las miradas estaban centradas en él. De improviso, una sonrisa amplia y burlona se extendió en el rostro del moreno, que ladeo a un lado la cabeza y saco la lengua lamiéndose juguetonamente el labio inferior.
-Mataste a Nakano Hiroshi?
-Si
*******
Errrrr, esta claro, o no?, bueno mas y mejor para el siguiente no??, espero que este fic no acabe conmigo. Por diox, si alguien se pierde que me lo diga, procurare aclarar todas las dudas. Si alguien se lo plantea espero acabar este fic en los próximos tres capítulos como mucho, ya me excedí, inicialmente tan solo iban a ser 4. *Natcha modo Sakanao girando en como un tornado* BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ^^~~
Shuichi reía, reía como hacia meses que no hacia. Miraba muchas cosas, hablaba mucho más, pero principalmente se agarraba a Yuki. Le tomaba del brazo, se sujetaba, tiraba de él, hasta el punto de que ha veces el escritor fruncía el ceño como consecuencia de que el moreno le hacia daño.
Parecía tener la necesidad de que estuvieran en contacto, de que sus cuerpos se tocasen aunque fuera a través de las telas que les cubrían.
El escritor terminó descubriendo miradas de tristeza y resignación entre las sonrisas a veces mansas del moreno. Tuvo la sensación de que aquello era una especie de despedida, y que Shiteno volvería a tratar de suicidarse en cuanto lo dejase sólo.
Sus conversaciones habían sido breves y carentes de interés, cosas que veían, comentarios absurdos.
Con aparente interés, el moreno estaba pegado a un escaparate de espaldas al escritor, mientras este reflexionaba. Quería hablar sobre sus recuerdos, pensaba que en ellos encontraría la clave para demostrar al moreno que ambos estaban equivocados, que todo aquello nunca sucedió.
-¿Comemos algo?
Una sonrisa suave. Shuichi se ruborizo minimamente al recordar que él no podía comprar nada, no tenia nada en propiedad, incluso la ropa que llevaba la había comprado con dinero que no le pertenecía. El rubio pareció leer todo esto en el rostro del moreno y con una sonrisa prepotente entro en un supermercado abierto veinticuatro horas, a hacer unas compras rápidas mientras el cohibido moreno esperaba en la puerta como si de un perrito se tratase.
Al salir, el novelista tomo de forma silenciosa la mano del moreno que se dejo conducir dócilmente hasta un mirador desde el cual se veía gran parte de la ciudad si uno se apoyaba sobre la barandilla. No obstante se alejaron de ella y salvando la distancia de suelo empedrado, tomaron asiento en uno de los bancos rodeados de vegetación.
Uno junto al otro, pero con el paquete del supermercado de por medio.
De forma experimental, Yuki saco un paquete de Pokky ante la atenta mirada del moreno, que sonrió ampliamente casi arrancándole el paquete de la mano.
-Shuichi hay algo que quiero preguntarte- el joven se volvió hacia él, con toda la boca llena de galletas y las mejillas inundadas en miguillas y restos de chocolate rosa-¿Qué pasaría si te dijera que no te creo? o planteándolo de otra manera, dices que estamos en un maquina, ¿qué ocurriría si te dijera que no quiero salir?
El paquete de galletas se le callo de las manos. Shindou tomó la camisa del rubio obligando a que lo mirara fijamente.
-¡¡YUKI!!, ¡¡No lo digas ni en broma!!, ¡¡Tenemos que volver!!, ¡¡Tenemos que volver a lo que éramos, esto no es real, aquí no somos nada!!
Desesperación, transpiraba por cada poro de su piel, sus ojos estaba crispados y respiraba de forma agitada. El novelista comprendió que con sus indagaciones, si el moreno era en realidad un asesino como apuntaba el articulo de prensa, podía encontrarse con una sorpresa desagradable de seguir así. Sin embargo, lo que sentía bajo la mirada violacea le hizo arriesgarse a continuar.
-Shuichi... esto es real, y si somos algo... o al menos yo lo soy... Shuichi, ¿Qué eres tu? -sus ojos se volvieron fríos puede que hasta acusadores- ¿Acaso no eres un vagabundo?, ¿Un ladrón?... Si esto fuera una simulación, porque habrías de entrar de esa manera, porque no elegir otro rol?, ¿ser otra persona?, ¿Alguien con dinero?, ¿Alguien influyente?, ¿Por qué elegir esto?
El joven tembló, con los primeros indicios de duda en su rostro.
-Por que yo... yo... -el moreno se encontró perdido al saberse sin ninguna respuesta con la que refutar las incriminaciones lanzadas- Yo... no lo sé, la verdad, hay algunas cosas que no recuerdo, o que me costo recordar, pero yo soy un cantante, yo soy Shindou Shuichi, tu lo sabes - el moreno soltó al rubio y se acomodo nerviosamente en el banco, intentado contener las lagrimas al verse sin argumentos- nuestro grupo se llamaba... se llamaba Bad Luck con Hiro y Suguru... mi hermana..., yo tengo una hermanada llamada Maiko...
Hacia un esfuerzo por escuchar, de alguna manera el novelista supo que había tocado la fibra sensible del moreno que se desesperaba en demostrar que tenían recuerdos en común. Verle le resulto hasta cierto punto angustioso, el joven se volcaba en los recuerdos como si le fuese la vida en ello... y de cierta manera supo que así era.
...¿Y recuerdas cuando me fui a vivir a tu casa?... me dijiste que una semana, yo fui tan feliz, pero luego te marchaste... ¡¿Oh aquella vez que tuvimos nuestra primera cita?!, que fuimos al parque de atracciones porque yo había vendido mas de un millón de discos y tu me contaste todo lo que te había pasado con Yuki...
Ante el comentario o mención del hombre americano, Yuki se sobresalto, teniendo por primera vez necesidad de dar por terminada la conversación.
-Shuichi, te crees un cantante, porque así lo deseas, pero todo eso, la cita, Kitazawa, cuando viniste a vivir a mi casa, nos lo inventamos, no es real, en realidad, ni siquiera se quien eres...
-¡¡Yukiiii!!!
El moreno parecía al borde de la desesperación. Ofuscado, termino colgándose del cuello del escritor para tomarle los labios con necesidad, en un beso largo, pero sin sentimiento por parte del rubio. Shuichi termino cediendo y resbalando con las manos apretadas en sendos puños sobre el pecho del novelista mientras rompía a llorar amargamente.
¡¡Yuki!! ¡¡No me abandones, no otra vez!! ¡No me hagas lo mismo que cuando me besaste la primera vez! ¡Fuiste tu el que encendió todos mis sentimientos hacia ti! ¡¡No me abandones!! ¡¡Llevo velándote cinco meses!! ¡¡Cinco meses recordando todos los días como empezó todo!! Mis canciones, las que me permitieron llegar ti, lo sabes perfectamente al igual que yo. ¡¡Cuando aquella noche se me escapo la hoja de papel a la puerta del hospital y tu la cogiste!!, ¡¡No he dejado de pensar en ti desde entonces!! ¡¡En como llovía y me llevaste en tu coche hasta tu casa para darme una toalla y hablar!
-Shuichi...
-¡¡YUuukiiiii!! ¡¡Vuelve con migo!!
-Shuichi...
-¡POr favor no me hagas esto! ¡¡Tienes que creerme!! ¡¡recuerda!!
-¡Shuichi! - el rubio tomo por los hombros al moreno y lo zarandeo hasta que consiguió que por la impresión dejase de llorar y lo mirara atentamente.
En todo caso recuerda tu. ¡¿No te suena de nada este sitio?!, ¡¿No sabes donde estamos?!
Desorientado, el moreno recorrió el pequeño lugar, tenuemente iluminado por una farolas y unos puntitos luminosos que era la ciudad. Cuando volvió a enfocar al novelista, sus ojos tan sólo mostraban desconocimiento.
¡¡Fue aquí donde nos conocimos!!, ¡No en ningún hospital!, ¡Aquí!, ¡¡Y yo no te lleve a mi casa hasta que algunos días después cuando te pusiste delante de mi coche y casi te atropello!!¡No recordamos lo mismo porque nunca paso!, ¡¡Nos lo inventamos!!
-Pero yo ... -el joven se llevo las manos a la cabeza desorientado- ... Yuki hay algo que no te conté, no te lo quería decir porque supuse que si tenias dudas esto solo te haría titubear más pero yo... yo perdí algunos recuerdos, al entrar en la maquina, no se cuando ni como desperté, en realidad al principio no recordaba nada, tarde un tiempo y todo vino de golpe a mi cabeza... supongo que al entrar interceptaría algún campo polar, y la conexión forzada por el USP provocaría alguna reacciona adversa en el software del programa que anulo el nódulo de ...
-Shuichi tu nunca supiste nada de informativa, eras un negado. ¿Realmente sigues pensando que eres un cantante?. Mírate. No tienes ningún lugar al que ir. Puede que ni siquiera tengas familia. Me robaste dinero para comprar la ropa que llevas. Tus recuerdos son tan falsos como los míos y estas viviendo una mentira. ¿Cómo esperas que te crea? Dices que me metieron un tiro. Si me hubieran disparado lo recordaría, eso no es algo que pueda olvidarse... y además...- Yuki dudo, pero finalmente se arriesgo a añadir- ... eres un asesino.
Con el comentario había esperado obtener una fuerte negativa, quizá una pataleta o simplemente una mirada de asombro, pero en lugar de eso, Yuki se desalentó al ver una mirada perdida, culpable y asustada proveniente del moreno.
-¿Quien te ha dicho que?...
-Salía en los periódicos
-...
-¿No lo niegas? - comento el rubio con voz fría, poniéndose de pie junto al banco, escrutando con insensibilidad al joven de cuerpo contraído y cabeza hundida bajo el- -¿eh? Shiteno?
-¡¡No es lo que parece!! ¡¡Yuki hay una explicación para todo!!
El rubio suspiro, dándole la espalda, cansado de la conversación. Sintiéndose irreversiblemente perdido, pues cuanto mas creía comprender, mas confuso se encontraba.
-Lo mataste. Mataste a Nakano. - Era una afirmación, no un pregunta- y por ello yo pensé que había matado a Kitazawa...
-¡¡Yukiii!!
-Yo... estoy intentado recuperar mi vida, deje de tomar las pastillas, perdí mis recuerdos, no distingo entre lo que ha sido real y lo que no. Tu compañía no me resulta adecuada. Me haces dudar. Por momentos me haces creer tus palabras, pero reflexiono y veo lo ridículas que en frió pueden sonar. Yo... mira no te conozco, creí conocerte, mis recuerdos... yo no se si eras tu o no, yo.. -la mirada de Eiri tembló, dulcificándose, cargando sus palabras de una gran emotividad- yo amo a esa persona, pero ni siquiera se si existe o no. Creí que eras tu, pero ya no lo sé. Creo que me he enamorado de un sueño, de algo ficticio. Quiero recuperar lo que tenia... fuera lo que fuese... tu necesitas también volver a lo eras, fuera lo que fuera. Quizá cuando ambos estemos bien, podamos volver a vernos...
-¡¡NOOOOOOOO!! -el moreno salto como un resorte de la silla, se abalanzó sobre el rubio que se asusto de la violencia con la que se abrazaron a su cintura- ¡¡NO YUKI NOOOO!!, ¡No te dejes engañar! ¡¡Por dios cree en mi!! ¡¡Yo te quiero!! ¡¡Te quiero!!
-Shuichi... - una difícil elección, por un momento temió que sus propias lagrimas fuesen vertidas. Pero era lo mejor, lo racional- Shuichi tu necesitas ayuda y yo... yo estoy con alguien más. En este momento no puedo corresponder ni tener ningún tipo de relación contigo.
Aquellas palabras crearon un impacto mayor que un bofetón en la cara del moreno. Sus mejillas ardieron furiosamente y termino quedando de rodillas en el suelo llorando de forma sonora.
-¡¡Yuki ¿por qué?!! .. Por que? ...- se lamento para si mismo. Eiri de pie junto a él, lo contemplaba en silencio, tapándose la boca con la mano, las cejas contraídas en una expresión dispar y los ojos enrojecidos y acuosos.
-Estoy saliendo con Yuki
-¡¿Yuki?!- Shuichi alzo el rostro enrojecido, mojado y sucio hacia el escritor, como buscando una confirmación a sus palabras- ¡¡¿YUKI?!!
Viéndose incapaz de enfrentarse a esa mirada fría y dolida del moreno, el rubio se volvió, escuchando los sonidos sordos que seguramente produciría Shuichi al golpear el suelo con el puño.
-¡¡Yuki no puedes!!, ¡¡te volverá a hacer daño!! ¡¡Escúchame YUuukiiiiiiiiii!!
Eiri se contenía, tapándose el rostro ahora por pudor. Tratando de ignorar los ruegos lastimeros a su espalda, hasta que una voz suave y dulce distrajo su atención.
-¿Qué esta pasando aquí Eiri?
Con un sobresalto, el novelista se encontró cara a cara, a pocos metros de él, a Kitazawa con una mueca muy seria mirándoles a ambos y a su lado a Thoma con una expresión similar sumada con sorpresa.
-¡¡Maldito cabrón!!
No tuvo tiempo de reaccionar. Para cuando quiso ser consciente de lo que pasaba, el moreno se había puesto de pie y había saltado sobre el hombre americano, regándole la cara a puñetazos al ser tomado por sorpresa.
¡¡ERES UN MISERABLE HIJO DE PUTA!!! ¡¡NO TE LLEVARAS A YUKIIII!! ¡¡YUKI ES MIIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!
Thoma había puesto mueca de espanto y tras hacer una rápida llamada telefónica, estaba tratando de sepáralos, llevándose el también puñetazos al meterse de por medio.
-¡¿Pero quien eres tu?!
-¡¡CABRON!!
-¡PARA!!
-¡¡TE VOY A MATAR DESGRACIADO!!
-¡¡Eiri-san haz algo!! -rogó Thoma tirando inútilmente de Shuichi y recibiendo otro guantazo por ello. Al rubio le consto reaccionar. En el momento que trato de intervenir, fue cuando Kitazawa había conseguido ponerse de pie y Thoma había logrado inutilizar a Shuichi sujetándole los brazos tras la espalda, aunque ni por esas conseguían cerrarle la boca y lograr que se estuviese quieto o evitar que tratara de dar patadas al americano.
-¡¡YUUKIIII!! ¡¡Te hará daño!! ¡¡Yukiiiiiiiiii!!
Con una mueca furiosa, el hombre de cabellos castaños propino un sonoro puñetazo al moreno que de no haber estado sujeto por Seguchi lo habría tirado. Yuki rebotó y a su vez, empujando a Kitazawa a la par que lo señalaba con el dedo de forma inflexible.
-¡¡NO le toques!!
-¡Ha empezado él!
-¡Esta enfermo!
Las palabras de Yuki y el verlos juntos dolió al moreno mucho más que el puñetazo que le había partido el labio. Escupió un poco de Sangre y trato de soltarse de Seguchi, pero este le tomo de los largos mechones de pelo tirando hacia atrás estudiando detenidamente los rasgos de su cara. Una mueca ambigua se extendió por su boca.
-Thoma puedes soltarle, seguro que no pretenderá hacer nada más - comento el rubio pero mirando a Shuichi mientras recalcaba sus ultimas palabras.
-Me temo que no puedo hacer eso Eiri-san
-¿Por qué?
Una sirena lejana, y a los pocos segundos unos hombres uniformados aparecieron en el pequeño parque. Uno de ellos se acerco a Seguchi, estudio al muchacho y la orden que portaba y termino comunicando por su radio.
-Si, es él, anulen la orden de búsqueda. Si. Si, lo llevaremos a la comisaría de inmediato.
Thoma tan solo soltó al joven cuando tuvo por seguro que este ya estaba firmemente sujeto por los agentes de policía y procedían a esposarlo. Yuki miraba la escena con estupor.
-¡¿Pero que estáis haciendo?!
Con una sonrisa tranquilizadora, Thoma se acerco al novelista posando una mano en su hombro.
-Eiri-san. No entiendo como estas tan tranquilo habiendo estado con ese asesino. A saber que habría pasado de no llegar nosotros.
-¡¡Yukiiii!!, ¡¡Por favor, créeme!!
Frente a la mirada inquieta del rubio, Shuichi le miraba con los ojos abiertos y una expresión descorazonada, próxima a las lagrimas, con el largo cabello moreno tapándole parcialmente el rostro, ofreciendo un aspecto de él que daba poca credibilidad a cualquier cosa que fuera decir.
-¡¡Yukiiiiiiii!!
La policía trato de llevárselo, tomándolo por un brazo, pero el joven se negaba a moverse. Dio codazos y patas, mirando de forma desesperada a Eiri, hasta que en un ultimo momento y tras darle un sonoro golpe en la cabeza con la porra reglamentaria, lo dejaron inconsciente y se lo llevaron cargándolo como un peso muerto.
Se quedaron los tres en el parque. Kitazawa estirándose la ropa dignamente mientras farfullaba "loco" y sustantivos similares. Thoma sonriendo suavemente como venia siendo por costumbre y Eiri, con la sensación de que los acontecimientos se habían precipitado de tal forma que se habían escapado a sus posibilidades. El había querido ayudar al moreno y ahora estaba detenido por asesinato con toda la probabilidad de no tener muy buenas expectativas de futuro.
Se volvió hacia Seguchi furioso, con la mirada entrecerrada y amenazante, aunque esa expresión no hizo siquiera temblar la sonrisa de los labios del presidente.
-¡¿Por qué llamaste a la policía?!
El aludido adopto una pose de sorpresa y contradicción.
-Pero Eiri-san. Es un asesino, estaba preocupado por ti. Podría haberte echo algo.
-¡¡Estaba hablando con él!!
Encogiéndose de hombros, Seguchi dio la conversación por terminada, aproximándose a Kitazawa para restablecer la conversación. Yuki les dirigió una mirada fulminante y se dirigió a su casa.
Entro en la cocina a por una lata de cerveza y nuevamente lo primero que vio fue el periódico sobre la mesa, que tomándolo con aire violeto lo tiro a la basura. Lo segundo que encontró, fueron las prendas de ropa del moreno en la secadora que un par de días atrás había pretendido asearlas. Yuki viéndose colmado, tiro irritado la lata de cerveza contra la pared, para terminar sentado en el suelo sujetándose el cabello nervioso y con algunas lagrimas escapando de sus ojos.
-¿Qué he hecho?
Se sentía tan responsable de todo. El moreno había ido en busca de comprensión, y por su culpa había terminado a manos de la policía. En sus recuerdos, cuando el había matado a Kitazawa por venganza, había contado con alguien que lo escucho, le protegió, le salvo de todo. Y él ni siquiera le había escuchado. Eiri lloro amargamente recordando sus sentimientos en New York, el vacío y la culpabilidad por la que puede que estuviera pasando el moreno y que él mas que nadie podía llegar a entender si se hubiera molestado en hacerlo.
A la mañana siguiente, apartando con el pie los cuantiosos recipientes vacíos de cerveza que se extendían a los pies del sofá del salón, como un fuerte mal organizado, Tatsuha movió con la mano la espalda de su hermano para despertarlo.
-Hermano... ¡¡Hermano!!! ...
-...
El rubio alzo la cabeza con los ojos entrecerrados y una fuerte opresión en la sien. Busco algo que lanzarle para que se callara pero al ver que no disponía de nada lo suficientemente cerca como para que mereciera la pena el esfuerzo desistió.
-¿Emborrachándote tu solo con cerveza?... -inquirió sin entusiasmo el menos de los Uesugi- ... algo realmente bonito y a tu años... mas teniendo en cuenta que tenias a tu pobre hermanito en la cárcel... ¡¡Si es por ti me pudro ahí dentro!!
-... -ante las acusaciones Yuki se limito a silenciosamente, volverse en el sofá dando la espalda a su hermano. Este farfullo pero se sentó a su lado, poniéndole una mano en el hombro a la par que lo sacudía.
-Eiri... tenemos que hablar... Shindou... no es trigo limpio lo sabes. Mira no me importa que por su culpa ahora tenga ficha policial... la verdad, me quede muy a gusto al darle en su cara bonita. Menudo fantasma, aunque cuando se pone a pegar es una mala mula...
-...
-Lo que pretendo decirte es que te alejes de él.
-No tenia la menor intención de volver a verle.
-Ah vale- Tatsuha sonrió, poniéndose en pie, y recogiendo la latas desperdigadas por el suelo- eso es bueno... jajaja, si ves la cara con la que se quedo cuando Thoma vino con Ryuichi a sacarme a mi, y él se quedaba dentro... ¡Tendría que haberle echo una foto! ... en fin, hoy tendré que volver a la comisaría a firmar unos papeles...
-Papeles?- el tema se volvió interesante para el rubio que volvió a girarse mirando recelosamente a su hermano- Vas a volver a la comisaría?
-Si, en diez minutos o así. Porque si no llegare tarde con el metro. Estaba citado para las-
-Te llevo
El moreno se volvió al tiempo que su hermano se ponía de pie y entraba al dormitorio, seguramente a cambiarse de ropa. Tatsuha esbozo una sonrisa ligera.
-Ah vaya, gracias.
*************
Shiteno despertó en una incomoda postura, los dolores musculares bien le recordaron lo que momentos antes de perder el conocimiento había sucedido. Miro a su alrededor temiéndose lo peor, encontrarse en el mas lúgubre y terrible de los antros, húmedo y con ratas por doquier, pero se sorprendió gratamente al encontrarse en una celda normal y corriente, bastante bien iluminada, y con tan solo una rata que lo miraba curiosa.
Se rasco la cabeza de forma desorientada, más cuando la rata pareció mover la nariz en señal de "adiós ya nos veremos" antes de salir corriendo hacia donde quiera que tuviese el nido.
-¿Despierto?, Veo que si. Ahora podremos hacerte una preguntas
Tarde se dio cuenta, que al otro lado de la reja estaba uno de los agentes que le habían detenido, y tal gentilmente le había proporcionado tranquilas y largas horas de sueño sin necesidad de benzodiazepínico o fármaco semejante. El moreno lo miro con desconfianza, sabia en la situación en la que estaba y su cabeza tan solo dejaba de repetirle, "corre, en cuanto puedas corre", aunque debía de reconocer que si quisieran hacerle algo realmente malo, ya se lo habrían echo.
Abrieron el pequeño calabozo.
-Vamos
Una mesa, sobre ella un cuchillo metido en un sobre hermético y trasparente, a su lado varias bolsas mas con vendas manchadas en lo que parecía ser sangre y algunos objetos diversos mas.
Preguntas. Shiteno contestando con evasivas a todas ellas limitándose a guardar silencio. Cansados de la poca colaboración, y de ningún resultado con el muchacho, terminaron por enchufarle al detector de mentiras.
-Tu nombre es Shiteno Sokutenai
-...
Repitieron la pregunta, pero el moreno seguía sin querer colaborar. Amenazaron con tomar métodos mas drásticos y el joven finalmente cedió.
-Tu nombre es Shiteno Sokutenai
-No
La maquina lo marco como cierto, el entendido del artefacto alzo una ceja mirando los datos que le habían reportado sobre el muchacho. Otro hombre que se encontraba en la sala, al ver la confusión de su colega le susurro algo en el oído de lo que el moreno tan solo llego a escuchar "trastorno de la personalidad... ingresado en un hospital psiquiátrico durante años"
Shuichi bajo el rostro visiblemente deprimido.
-Te gusta cantar?
-Si
Cierto
-Hoy es un día bonitamente soleado
-Eso creo
Cierto
-¿Mataste a Nakano Hirosi?
-No
Respuesta no valida. Podía ser tanto cierta como falsa. El especialista replanteo la pregunta
-Estabas en la habitación cuando mataron a Nakano Hiroshi?
-No
Falso. Murmullos en la sala
-Empuñabas tu el cuchillo que mato a Nakano Hiroshi?
Shuichi guardo silencio. Un estremecimiento le invadió que fue reflejado en la maquina. Finalmente una respuesta.
-No
Falso. El entendido estaba desorientado. Nuevamente se aventuro con la pregunta inicial.
-¿Mataste tu a Nakano Hiroshi?
-NO joder!! Yo no mataría a HIRO Nunca, es mi mejor amigo!!!
Señal ambigua, aunque apuntaba mas a falsa que a cierta.
-Aparecieron tu huellas en el cuchillo con el que mataron a la victima. Eres consciente de eso joven?, y de que se encontró sangre en unas vendas, que tiene tu mismo código genético?. Todas tus respuestas están siendo marcadas como falsas, no te molestes en mentir, va dar lo mismo.
-...
-Mataste a Nakano Hiroshi?
-...
Todas las miradas estaban centradas en él. De improviso, una sonrisa amplia y burlona se extendió en el rostro del moreno, que ladeo a un lado la cabeza y saco la lengua lamiéndose juguetonamente el labio inferior.
-Mataste a Nakano Hiroshi?
-Si
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Errrrr, esta claro, o no?, bueno mas y mejor para el siguiente no??, espero que este fic no acabe conmigo. Por diox, si alguien se pierde que me lo diga, procurare aclarar todas las dudas. Si alguien se lo plantea espero acabar este fic en los próximos tres capítulos como mucho, ya me excedí, inicialmente tan solo iban a ser 4. *Natcha modo Sakanao girando en como un tornado* BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ^^~~
