Ya había pasado cierto tiempo desde que esta idea me había venido a la cabeza, pero hasta el día de hoy se ha podido realizar.
Esta basada en el capitulo 29 del 5to libro "Career Advice" justo después de que Harry termina de hablar con Remus y Sirius sobre James.
Espero que les guste y tengan en cuenta de que es el primer Lemon que escribo.
ADVERTENCIA
El siguiente fic tiene flash (relación amorosa entre dos hombres) y además Lemon (relaciones sexuales entre dos hombres)
Si no te gusta no continúes leyendo, no aceptare reviews ofensivos.
,¸¸,ø¤º°º¤ø °`°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸
- ¿Qué es eso? ¿Esta bajando Kreacher por la escalera?
- No – contestó Sirius mirando hacia atrás – Debe de ser alguien en tu lado.
A Harry le dio un vuelco el corazón.
- ¡Más vale que me vaya! – Dijo apresuradamente, y sacó la cabeza de la chimenea de Grimmauld Place. Durante unos instantes tuvo la sensación de que le giraba sobre los hombros; entonces se encontró arrodillado delante de la chimenea del despacho de la profesora Umbridge, con la cabeza en su sitio, mientras contemplaba como las llamas de color esmeralda parpadeaban hasta apagarse.
A lo que vendría siendo el otro lado de la chimenea, Remus y Sirius se quedaron un tanto preocupados.
- ¿Crees que este bien? – Dijo Sirius.
- No lo se, pero espero que así sea – le respondió Remus.
El silencio reinó en el lúgubre y oscuro ambiente que ofrecía la cocina de la casa de los Black en ese momento, Sirius levantó un poco la mirada para ver a su compañero, le faltaban las palabras.
¿Hacía cuanto que era difícil hablar entre ellos dos?
Tal vez era desde que se habían vuelto a encontrar en la Casa de los Gritos, pasados 12 años podría ser comprensible el hecho de que se portaran tan fríamente el uno con el otro.
¿Entonces por que se habían abrazado con tanta familiaridad?
A esa pregunta seguía otra, y con seguridad continuarían de forma interminable hasta llegar al inicio de esta cavilación: El hecho de que el y Remus casi se trataban como un par de desconocidos.
¿Por que decir casi?…. Es mejor decir, que se trataban como un par de extraños.
Remus aun continuaba mirando el fuego por el cual momentos antes había flotado la cabeza de Harry. No parecía haber reparado en los pensamientos de Sirius.
Se puso de pie y al ver que Sirius seguía de rodillas en el piso le ofreció una mano para levantarse acompañada de una sonrisa:
- Te vas a enfermar si te quedas ah
Sirius miró la mano y la tomó para levantarse.
- Hacía demasiado tiempo que no oía ese nombre… - Sirius miró a Remus que de seguro pensaba en voz alta – Moony….
- ¿Te molestó que te llamara así?
- No, no me molestó, claro que no – le volvió a sonreír - ¿Por qué habría de hacerlo?
Sirius no respondió, solo se quedo ahí parado sin soltar la mano de Remus.
Le sonreía, si en efecto, le dedicaba a cada rato una de sus frías y corteses sonrisas. De esas que le dedicaba a cualquier desconocido…. De esas como las que le dedicaba a Snape cada vez que lo veía.
- Remus….
- ¿Dime? – Este no hacía tampoco el mínimo intento por soltar su mano de Sirius - ¿Pasa algo?
- ¿Desde cuando….? – se le cortaron las palabras, tragó saliva y logró continuar - ¿Desde cuando eres tan frío conmigo?
- ¿Frío? – Remus sonaba un poco sorprendido, pero no como cuando fingía una emoción, esta vez estaba realmente sorprendido.
- Si… - Sirius se preparaba para dar su explicación cuando Remus soltó su mano de un solo tirón.
- Tú eres quien esta frío conmigo…. Cada vez que intento acercarme a ti te pones de un humor de perros….
- Pero…
- Déjame terminar – le cortó Remus - …. Y las pocas veces en las que he logrado hablar contigo… Solo hablas de el.
- ¿De quién hablo?
- De… - lo pensó un momento y después agregó - … de James….
Sirius se quedo quieto y callado por unos instantes mientras digería la información que recientemente le había llegado.
Según Remus, el era el frío y el que se portaba cortante; cosa que no era cierto puesto que, el que se portaba de ese modo era Remus.
Además… ¡El no hablaba de James!
Y como si Remus fuera un experto Legremante, le dijo:
- Hablas de Harry, pero te expresas como si fuera James.
- Es mi ahijado…
- Y yo tu amigo ¿O me equivoco?
Sirius se puso a la defensiva al instante.
- ¡No es lo mismo! ¡No compares!
- Eso quiere decir que yo no merezco una pequeña parte de tu atención, ¿Es eso lo que me quieres decir, Sirius?
- ¡No quise decir eso! ¡¿Por qué te lo tienes que tomar de esa forma?!
- Te refieres a una forma tan personal… - afirmó Remus, se enderezó y lo miro con tranquilidad – será por que no hay otra forma de tomármelo… Por que me siento fuera, por completo….
A decir verdad, Sirius no entendía de qué diablos le estaba hablando Remus pero no podía negar que tenía algo de razón en todo eso. De cierta forma Harry era su única preocupación, era lo que siempre ocupaba sus pensamientos.
La orden parecía haber pasado a segundo término, incluso Remus que cuando Sirius volvió a verlo le pareció lo más importante de todo, había sido relegado a otro lugar.
¿Podría ser eso lo que lo hacía parecer tan frío?
Mientras Sirius continuaba con sus cavilaciones, Remus se dio la media vuelta para tomar el pergamino que había estado leyendo hasta que Harry llegó y se preparó para salir de la habitación.
- Olvida lo que te dije, no tiene mucha importancia realmente – dijo Remus dirigiéndole una ultima mirada a Sirius antes de caminar hacía la salida de la cocina.
- ¡Espera! – Sirius avanzó rápidamente hasta interponerse entre Remus y la salida - ¿Qué te pasa…? Estas actuando raro…
- ¿Raro? – se sonrió - si, actúo raro ¿Cuándo no lo he hecho?
Sirius intentó responder, pero fue hecho hacia un lado por Remus que salió de la cocina en dirección a una de las habitaciones de los pisos superiores la cual usaba como su dormitorio.
Subió las escaleras con lentitud como esperando a que alguien le impidiera seguirlas subiendo; al llegar al siguiente piso caminó derecho hasta llegar al final del pasillo, abrió la puerta que estaba a su izquierda y entró en ella.
La habitación en la que había entrado estaba en penumbra como el resto de la casa a esas horas de la tarde y en el centro de la habitación, pegada a la pared, estaba una cama a cuyo lado se encontraba un escritorio con algunas plumas y pergaminos. Siendo estos dos y un viejo armario todo el mobiliario de la pequeña habitación.
Pensó por un momento en escribirle una nota a Snape pidiéndole que continuara dándole a Harry las clases de Oclumencia, pero la reciente charla con Sirius lo había desanimado completamente y decidió que sería mejor que se recostara un rato.
Se tiró a la cama y se quedó quieto, oyendo cualquier ruido que le ofreciera la casa.
Solo había silencio.
Se recostó sobre su costado izquierdo y acerco las rodillas a su pecho al igual que los codos quedando en una posición parecida a la de un niño que aun no sale del vientre de su madre.
Comenzó a caer en un estado de sopor que era mas fuerte que su voluntad de seguir despierto y poco a poco dejo de sentir el contacto de su piel contra las viejas ropas que usaba. En su mente empezaron a aparecer las imágenes bizarras de un sueño cuando un chirrido de la puerta lo despertó, sacándolo únicamente del sopor pero no siendo suficiente como para que se enderezara a ver que era lo que producía ese ruido.
El recuerdo de haber oído ese sonido paso rápido, dejando nuevamente que Remus fuera invadido por el sueño.
Comenzó a soñar que algo le rodeaba el cuerpo por completo, algo que lo hacía sentirse cómodo y tibio, y ese mismo algo se recargaba suavemente en su espalda; era un contacto agradable, una sensación no experimentada anteriormente, pero sin embargo agradable.
Suspiró. Y para su sorpresa ese algo también lo hizo.
Abrió los ojos de golpe e intento enderezarse, pero ese algo que lo había envuelto durante sus sueños aun lo apretaba en contra suya.
- Tranquilo…
- Suéltame, Sirius
- Solo quiero hablar contigo…
- ¿Y tienes que abrazarme para hacerlo?
Abrazarlo… ¿Eso estaba haciendo?
¿Por qué lo hacía? ¿No era mas fácil esperar a que despertara y hablar de forma tranquila con el?
Era como un impulso, como una necesidad el tenerlo cerca y abrazarlo de ese modo para hablarle muy cerca del oído con una voz queda y suave con ese tono sensual que Sirius amaba usar para ese tipo de momentos.
El cuerpo de Remus estaba calientito.
De su mente desaparecía la idea de hablar con el siendo reemplazada por la idea de hacerle el amor ahí mismo y hablar después.
Ya habría mucho tiempo para las palabras después de los besos.
- ¿No me vas a responder?
- Alguna vez…. – Sirius habló casi sin pensar - ¿Has estado así de cerca con alguien?
Remus se quedó callado como si pensara un momento la respuesta.
- Solo contigo
- ¿Conmigo?
- Cuando estábamos en el colegio y tenias pesadillas, te metías en mi cama temblando de miedo – Remus hizo una pausa y luego continuo - ¿Recuerdas?
- Ahora que lo dices… lo hacía por que tu presencia me tranquilizaba por la noche
- ¿Por qué lo hacía?
- No lo se – Sonrió aunque sabía que Remus no podía verle – Solo lo hacía, me sentía seguro.
Durante unos momentos predominó el silencio de nueva cuenta en la habitación y cuando Sirius se disponía a hablar, Remus lo interrumpió:
- ¿Por qué no podemos llevarnos ya como antes?
- Al parecer, algo nos lo impide.
- ¿Qué es lo que impide que sigamos siendo amigos?
- Tal vez… - Sirius busco la respuesta pero al no encontrarla guardó silencio.
- Puede que sea esto… - Antes de que Sirius reaccionase, Remus se dio la vuelta quedando de frente a el.
Lo miró a los ojos y Sirius sintió, por un momento, el impulso de rehuir su mirada a la de Remus, siempre le había parecido que ese par de ojos color amarillo podían leer cualquier cosa que se reflejara en los suyos de claro y débil color azul.
(N/A: si, me gustan los ojos de color amarillo y los de color rojo, algún problema?)
- Cuando estábamos en el colegio… - empezó Remus – después de que nos graduamos… todo era igual, pero ahora no podemos vernos de la misma manera.
- ¿Cómo nos vemos ahora?
- Cambiamos demasiado en estos años, me pareces una persona por completo distinta y lo mismo te pasa a ti, te parezco diferente… extraño… y…
- …Exótico – interrumpió Sirius.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Que tal vez… - se acercó un tanto mas a Remus, quedando a pocos centímetros el uno del otro – lo que nos impide tratarnos como antes, es la razón por la que te tengo abrazado en estos momentos.
Remus no le respondió, solo se acercó hasta eliminar esa distancia que había entre ambos para tocar de forma delicada y superficial los labios de Sirius con los propios.
- Que ahora sentimos una especie de atracción el uno por el otro….
- …Una que no habíamos sentido antes
Nuevamente la distancia entre ellos dos fue eliminada, esta vez siendo Sirius quien se acercaba a besar los labios de Remus.
Lupin no puso resistencia y abrió un poco más su boca para permitirle el paso a la lengua de Sirius para que sacara a jugar a la suya.
Las manos de ambos comenzaron a moverse de forma tranquila por todas las partes del cuerpo del otro, explorando de forma brusca y algo torpe todo lo que se encontraban a su paso.
Sirius siendo un poco más experto en la materia, introdujo rápidamente una de sus manos dentro de la túnica de Remus buscando de una forma desesperada la parte más sensible de toda la anatomía del licántropo.
No tardó en encontrarla, y al hacerlo Remus se lo hizo saber con un gemido ahogado.
El gusto le duro muy poco a Sirius, sintió como era empujado a un lado haciendo de esta forma que cayera por uno de los bordes de la cama; mientras se ponía de pie, vio salir a Remus de la habitación con paso apresurado.
Logró alcanzarlo en la cocina.
- Remus…
- ¿Qué estamos haciendo?
Tenía la mirada dirigida al piso mientras colocaba de forma delicada su mano sobre la mesa. Sirius se acercó unos pasos, pero entonces Remus volvió a hablar:
- Tú sabes lo que soy, sabes que no puedo tomar estas cosas a la ligera.
- No hay por que tomarlas as
- Sirius… - Remus se dio la media vuelta para verlo de frente – No soy humano como para el día de hoy entregarme a ti y el día de mañana a alguien mas.
- ¿Quién dice que tiene que ser así?
- ¿Así como?
- Que esto sea cuestión de la calentura de una sola noche y que el día de mañana tengamos que actuar como si nada hubiera pasado.
- Esto para ti es solo un juego
- Puede que ahora lo sea, Remus – Sirius sonrió de lado – Para ti también lo seria, ¿No es verdad?
- Algo por el estilo…
- Podemos jugar esta noche…. Y la siguiente y seguir así hasta que estemos realmente hartos el uno del otro – el animago se le acercó un poco – o podemos seguir con este juego hasta el día en que ambos estemos muertos.
- ¿Qué me quieres decir con esto?
- Tú estas solo y yo también, podríamos dejar de estarlo.
- Hablas como… ¿Pareja? – Remus le dirigió una mirada extraña a Sirius - ¿O a que te refieres?
- Más o menos a eso me refiero.
Remus bajó la mirada de nueva cuenta y suspiró.
- ¿No te parece algo cruel….?
- Querer estar contigo… ¿Para ti eso es cruel?
- No, empezar algo con alguien solo por que tienes ganas de sexo, no por que te guste esa persona en otros aspectos….
- ¿Cuándo dije que no me gustabas? ¿Lo dije acaso?
La mirada del lobo regresó a Sirius, parecía estarlo estudiando con detenimiento, al final esos ojos se clavaron en los suyos como intentando descubrir una mentira detrás de ellos.
Para sorpresa de Remus, Black soporto la dura mirada.
- ¿Tienes pensado morir en esta guerra? – Remus le dedicó media sonrisa.
- ¿Acaso no es lo mismo que tú tienes pensado? - le respondió Sirius mientras con una gran sonrisa se acercaba a el.
Le pasó los brazos por la cintura y lo pegó a el de una forma un tanto brusca, haciendo que la excitación que habían comenzado a sentir hacia unos pocos instantes aumentara de forma más notoria, dolorosa e insoportable para ambos.
Remus apretó las manos en torno a los hombros de Sirius y de forma refleja frotó con algo de fuerza su cadera contra la de Black, haciendo que este soltara un gemido bastante audible, uno que tal vez podría llegar a despertar a su madre que dormía en un cuadro de la sala.
Como si a cualquiera de los dos le importara eso.
Sirius decidió no quedarse atrás y con una rapidez asombrosa comenzó a deshacerse de la ropa de ambos, terminando primero con la de Remus para acabar después con la suya, sorprendiéndose de la cantidad de ropa que podía usar su amigo.
Estando apoyado contra una pared y luciendo únicamente su prenda mas intima, Remus recibía con ansias los apasionados y calientes besos de Sirius, pero desesperado por tanta monotonía se separó de la boca de este y se fue hacia abajo besándole el cuello para después seguir con su pecho, sin olvidarse de lamer y mordisquear suavemente hasta dejar completamente duros y enrojecidos los pezones de Black, para después seguir por su vientre hasta encontrarse frente a su entrepierna y en ella con algo que al parecer intentaba sobresalir de ese par de calzoncillos color uva.
Remus se sonrió y decidió ayudar a ese pequeño amiguito a salir de su ajustada prisión, tumbando con un empujón a Sirius en el suelo para poderle sacar la ropa intima y por fin encontrarse cara a cara con un miembro levantado y duro que exigía atención; Lupin abrió la boca y lo introdujo en ella para con su lengua darle las atenciones que se merecía.
Se concentró en su tarea, casi ignorando las suplicas de Sirius por que se detuviera, o las que venían después exigiéndole que continuara y que fuera mas profundo. Continúo su ardua tarea hasta que Sirius se relajó con un grito.
Black respiraba de forma acelerada y se llevo las manos a la cara por unos instantes, después las retiro para levantar un poco la cabeza y ver a Remus.
- Lo siento… - dijo un poco apenado.
A Remus le hubiese gustado responder, pero le era imposible teniendo la boca llena así que podía o escupirlo sobre el piso de la cocina o tragarlo.
Se decidió por la segunda opción.
Ya hecho, sacó la lengua para relamerse los labios con ella y algunos de los dedos de su mano. Sirius lo miraba idiotizado, como deseando por un instante ser el ese dedo que se introducía de forma repetida en la boca de Remus.
Y hablando del lobo, este se tendió sobre Sirius para besarle de nuevo con ese nuevo sabor que le inundaba la boca y presionar su miembro con fuerza en el vientre del animago. Gimió ante el contacto.
Las manos de Sirius sostenían con fuerza la cabeza de Remus para que este no se separara, cortando ese beso tan delicioso de forma abrupta. Pero las manos de Remus se encargaban de otros asuntos.
Le separó con cuidado las piernas y con los dedos que había mojado con su propia saliva comenzó a tantear buscando cierto sitio especial, al encontrarlo introdujo dos de sus dedos al mismo tiempo.
Sirius se abrazó con fuerza a Remus por la extraña sensación que le había producido hacia unos escasos instantes, la operación se repitió varias veces hasta que Lupin logró que Black se relajara un poco, fue cuando se deshizo de lo que le quedaba de ropa y con un rápido movimiento y un fuerte empujón penetró a su amigo.
El cuerpo de Sirius se debatía con su mente, deseando por un lado sacar ese cuerpo extraño de ahí y por el otro deseando sentirlo mas adentro aun.
Sentir que lo atravesaba completamente, empalándolo de lado a lado.
El lupino embistió de forma repetida, hasta sentir que era hora de soltar toda la presión acumulada, y así lo hizo al mismo tiempo que salía de dentro de Sirius.
Remus cayó de sentón en el piso, quedando frente a Sirius que se había dado la vuelta quedando de costado.
La eyaculación de Remus había desencadenado otra en Sirius.
- Me dolió….
- Llorón… - Remus se recargo en sus propios brazos que estaban contra el suelo - ¿Estas bien?
- Si… Muy bien – Sirius se rió un poco – creo que sería buena idea irse a acostar…
- Eso significa que estas cansado, ¿No?
- Además de eso tengo frío
Sirius oyó como Remus se levantaba y caminaba junto a el para ayudarlo a levantarse.
Subieron las escaleras en dirección a las habitaciones, dejando toda su ropa y el piso manchado en la cocina.
,¸¸,ø¤º°º¤ø °`°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°`°º¤ø,¸
Bueno… se acabó… pero mientras lo escribía, decidí dejarlo a medias y darles un segundo capitulo,
Pero este solo vendrá al recibir los benditos reviews.
Si les gustó manden uno, si quieren saber que continua háganlo, o esto se quedara como esta.
Atte.
Lantra The Lupino
