SE BUSCA: HOMBRE MAYOR Y SOLTERO PARA COMPAÑERO DE CUARTO.

Autora: Goldenpaw

Traductoras: Alima21

Advertencia : SLASH

Capítulo 7: Sólo entre tú y yo

La mañana siguiente durante el desayuno, Harry se acercó al Profesor Dumbledore en la mesa principal para poner su plan en marcha. Pensaba que no era un plan en realidad, per se, sino una oportunidad de encontrar las respuestas a unas cuantas preguntas que estaban rondando por su cabeza. Hermione lo observaba desde un lateral, curiosa por saber lo que estaba pasando por la mente de su amigo, insegura de cómo el Director podría ayudar a Harry en su relación. Ron también lo observaba mientras hablaba con Dumbledore, la curiosidad claramente escrita en su rostro.

Ron se giró hacia Hermione y le preguntó, seguro de que ella sabía de qué se trataba.

-No estoy completamente segura de por qué Harry esta hablando con el Director, Ron. Creo que puede tener algo que ver con el Profesor Snape.

-¿Snape? ¿Por qué? ¿Crees que es sobre las tareas o algo así? Olvidé preguntarle a Harry sobre como le fue anoche con su tarea. ¿Tú le preguntaste?

-No, tampoco le pregunté. Aunque estoy segura que le fue bien, ya que Harry no ha despotricado sobre él esta mañana.

Ron sacudió la cabeza mostrándose de acuerdo con esta observación.

-Sí, es verdad, aunque a decir verdad no se ha quejado de él en toda la semana. Sin embargo, aún le preocupa algo. ¿Tienes idea de qué?

-Tengo cierta idea pero te la contaré después, cuando estemos en un lugar más privado y Harry esté con nosotros- Hermione barrió el salón con sus ojos pora indicar por qué. Ron siguió su mirada y entendió lo que quería decir....demasiadas personas podían escuchar accidentalmente- En realidad es mejor que él te diga de qué se trata.

*****

Justo una mesa más allá de Ron y Hermione, Harry hablaba seriamente con el Profesor Dumbledore.

-Señor, de verdad necesito que me ayude con algo. Algo muy importante para mí- Harry lucía pensativo mientras se sentaba en la silla vacía al lado del Director.

-Haré lo que pueda por ti, Harry. ¿Para qué necesitas mi ayuda?- preguntó Dumbledore, sus ojos brillando cada vez más con cada minuto que pasaba.

-Bueno, no quiero hablar sobre eso aquí, Profesor. Es un asunto privado. ¿Podría pasar más tarde por su oficina para discutirlo?- preguntó Harry, con tanta calma como podía. En verdad estaba muy nervioso acerca de lo que quería preguntarle a Dumbledore, ya que las respuestas eran esenciales para su felicidad futura. Estaba seguro de eso.

Había pasado una buena parte de la noche imaginando como podría ser su conversación con Dumbledore. El resto del tiempo, lo había pasado pensando en Severus y en cómo se sentía respecto él, rememorando cada segundo que habían pasado juntos, buscando posibles pistas que le indicaran qué sentía el otro hombre hacia él. No quería empezar a imaginar cosas que no estaban allí, de ese modo evitaría crearse falsas expectativas. Pero definitivamente conservaría la esperanza en su corazón, tal como le había sugerido Hermione.

Los ojos de Harry se perdieron mientras recordaba la última noche y todo lo demás. Dumbledore lo observó atentamente y sonrió. La señorita Granger no había sido la única que había estado observando a Harry.

*Especialmente cuando ha sido Harry quien ha puesto todo en marcha, con un pequeño empujón y algo de manipulación de mi parte, claro. Realmente estoy bastante orgulloso de este joven. Harry tiene mucho amor que dar y mucho amor que necesita y a decir verdad, Severus está en el mismo caso. Son perfectos el uno para el otro y todo el mundo lo sabe; puedo estar algo chiflado, pero nunca me equivoco, al menos en lo que se refiere a las relaciones. Soy el principal casamentero de mi edad, así uní a Arthur y Molly Weasley, y a Lily y James*.

Su brillo disminuyó un poco al pensar en la última pareja, todavía los extrañaba terriblemente, pero corrió la mirada hacia el joven frente a él y se alegró al ver como su amor había producido algo tan maravilloso como ese fuerte y valeroso mago.

-Por supuesto, Harry. Puedes venir cuando quieras, sabes que tu visita siempre es bienvenida. La contraseña de mi oficina es "Argyle"- se inclinó más cerca del chico, como para susurrarle palabras de mayor importancia- Aquí entre tú y yo, estoy cansado de usar contraseñas con nombres de dulces. Eso sí, los calcetines son algo completamente distinto. Uno nunca tiene suficientes calcetines.

Harry soltó una risita, junto con el Director.

-Gracias, Profesor. Encontraré algo de tiempo esta tarde para alejarme de Hermione y el feroz programa de estudio que establece.

-Sobre los EXTASIs, estoy seguro que tú y tus amigos van a salir muy bien.

Harry se levantó de la silla y le sonrió en agradecimiento a las palabras de ánimo de Dumbledore. Entonces hizo el camino de regresó y se unió a sus amigos para desayunar.

Hermione había regresado su atención al estudio y masticaba medio ausente su desayuno y Ron estaba hablando con Ginny sobre el resto de su familia, ya que ambos habían recibido carta de su madre.

-Bien, Hermione, ¿qué nos tienes reservado a Ron y a mi para hoy?- le preguntó Harry mientras tomaba algunos huevos y una tira de tocineta.

Hermione alzó la vista de su libro por una fracción de segundo y tomó otra pieza de tocineta, luego volvió al estudio.

-Vamos a pasar la mañana con Transformaciones, y por la tarde, Encantamientos. Mañana haremos Defensa Contra las Artes Oscuras y Herbología. En el resto de la semana, continuaremos el estudio de Pociones y las demás, Astronomía, Estudios Muggles, Cuidado de Criaturas Mágicas e Historia. Ustedes dos tendrán que estudiar Adivinación en su propio tiempo- aquí Hermione hizo una pausa y puso los ojos en blanco antes de continuar- mientras yo estudio Aritmancia y Runas Antiguas.

Harry y Ron gruñeron ante el pensamiento de todo el estudio que tenían por delante para el resto de la semana. Tenían la semana totalmente llena y esto no les gustaba.

El trío se fue a la sala común después de desayunar. Junto con el resto de sus compañeros de casa, reservaron todo el espacio disponible para estudiar para sus exámenes de fin de año, los TIMOs y los EXTASIs. Los estudiantes de quinto y de séptimo lucían como un apretado ramillete mientras estaban enterrados debajo de más libros y pergaminos de los que nadie podría imaginar.

Harry se estiró lentamente en su asiento para aliviar el dolor de su cuerpo. Sus ojos estaban cansados y tensos luego de tanto estudio, así que retiró sus anteojos y los frotó. Mientras cambiaba de posición, su cuerpo gritó y sus músculos gimieron por la falta de actividad. Sentía que quizás éste fuera un buen momento para tomar un descanso. Se levantó, se inclinó entre Ron y Hermione y les susurró que iba a dar un paseo antes del almuerzo y que los vería en el Gran Comedor. Dejó sus libros donde estaba y pensó que quizás sería un buen momento para hablar con Dumbledore.

Se acercó a la figura de la gárgola que guardaba la entrada de la oficina del Director y susurró "Argyle". Esperó pacientemente mientras la entrada se abría y subió por las escaleras de espiral. Justo antes de que pudiera tocar a la puerta de la oficina, escuchó claramente:

-Pasa, Harry, pasa.

Abrió la puerta y notó que Dumbledore estaba sentado tras el escritorio, con Fawkes posado a su izquierda. El Director no alzó la vista de sus papeles de trabajo, pero le hizo una indicación con su mano libre para que tomara un asiento frente al escritorio.

-Enseguida te atenderé, Harry. Parece que siempre estoy haciendo algún documento, especialmente los que están relacionados con el Ministerio.

Harry se sentó cerca de Fawkes y el fénix voló de su percha y aterrizó en la rodillas de Harry. Éste, con gentileza acarició al ave con sus dedos y Fawkes gorgeó feliz.

-También me alegra volver a verte, amigo.

Luego de que pasaron varios minutos mientras Harry continuaba sentado, acariciando el encendido plumaje del ave, el Director se levantó de detrás de su escritorio y tomó el asiento frente a Harry

-Ah, Fawkes realmente ama la atención, ¿cierto?

Dumbledore sonrió suavemente y Fawkes voló de Harry y se posó en el hombro del Director. Luego picoteó la barba del anciano mago gentilmente y regresó a su percha junto al fuego.

-¿Te gustaría tomar algo de te?¿O quizás uno o dos caramelos de limón?

-Algo de te sería bien recibido, Profesor. Estoy muerto de sed después de estar estudiando por horas.

Dumbledore agitó su varita e hizo un movimiento en dirección a la pequeña mesa ubicada entre las dos sillas. Al instante apareció un servicio de te, con un pequeño plato de galletas, dos tazas de china y una humeante tetera.

Después de servir el te, Dumbledore se sentó de nuevo en su silla y fijó su interrogante mirada en Harry.

-Entonces, joven, ¿de qué quieres que hablemos?

Harry, quien pensaba que había organizado sus ideas en preparación para esta reunión, se encontró con que ahora tenía dificultades para abordar el tema.

-Umm, bien, verá, señor......-suspiró y lo intentó de nuevo- Resulta que......

Dumbledore rió por lo bajo ante la obvia reticencia del muchacho de plantear un asunto tan incómodo.

-Harry, ¿por casualidad se trata del Profesor Snape?

Harry tragó *Oh, Merlín. ¿soy tan obvio que incluso Dumbledore lo ha notado? Si es así, seguramente Severus también debe haberlo hecho* Asintió lentamente en respuesta y susurró:

-Sí, señor.

-Bien, ¿hay algo que quieras saber, o quizás contarme, respecto al Profesor Snape?

-Bien, él me mencionó que usted lo estuvo vigilando el día del incidente, en la clase del Lunes, y bueno, verá.......

Harry se detuvo al darse cuenta de algo. *Por todos los cielos, no puedo mencionarle al Director que Severus sospecha que le hizo ciertas preguntas. Eso implicaría que Dumbledore estaba siendo entrometido y chismoso, y muchas otras cosas. Además, no puedo preguntarle si descubrió algo, lo que sea, de lo que Severus pudiera sentir por mi*

Los ojos de Dumbledore brillaron alegremente mientras observaba la confusión de Harry e imaginó las verdaderas razones por las que estaba allí, más allá de lo que aparentaba. *Ah, quien pudiera volver a ser joven y estar enamorado*

-Um, señor, no es nada en realidad. Yo, uh.....sólo quería saber si usted pensaba si había resultado muy dañado en el accidente de pociones.

*Oh, cuan patético puedo ser. Es obvio que Severus no sufrió daños, estuvo en el Gran Comedor en cada comida desde ese día. A veces parezco idiota* Enrojeció y trató de apartar sus ojos de los del Director, aunque lo que realmente quería era golpear su frente con la palma de la mano, repetidamente.

Dumbledore decidió compadecerse del joven:

-¿Esa es la verdadera razón por la que estás aquí? Porque no creo que lo sea- hizo una breve pausa para tomar un sorbo de te y continuó-. Voy a darte un pequeño consejo. Confía en tu corazón, Harry. Tienes buenos instintos sobre la gente. Deberías colocar tu confianza en esos instintos y escuchar lo que te dicen. Como estoy seguro que estás consciente, yo coloqué mi confianza en Severus por muchos años y esa confianza nunca fue abusada en forma alguna. Es un buen hombre, un hombre capaz de grandes cosas, incluso dejar entrar en su corazón a las personas que considera que lo merecen. No sé si estás consciente de esto, pero se parece mucho a ti.

*Se parecen tanto que siente lo mismo que tú, sólo que todavía no se ha dado cuenta* Los ojos de Dumbledore resplandecieron pero suprimió una sonrisa. *No puedo esperar a ver que pasa cuando Severus finalmente lo descifre*

Harry sonrió y asintió comprendiendo.

-Gracias, señor. Creo que seguiré su pequeño consejo- se levantó de la silla y se quedó parado ligeramente incómodo, saltando de un pie a otro-. Y gracias por el te. Creo que debería dirigirme al Gran Comedor a almorzar. Que pase una buena tarde, Profesor.

-Tú también, Harry. No estudies demasiado, el exceso no es bueno.

Harry rió ante eso.

-Trate de decírselo a Hermione. No puede mantener su nariz alejada de un libro y logra que Ron y yo hagamos lo mismo- puso los ojos en blanco y se encogió de hombros con resignación-. Creo que tiene razón, necesitamos salir bien en las EXTASIs. Tanto ella como Ron quieren ir a la Universidad.

-Oh, ¿y ya decidiste lo que harás tú? La Profesora McGonagall mencionó que querías ser Auror.

-Lo quise, señor. Pero ya no. Estoy en un dilema sobre qué hacer una vez termine la escuela. El Profesor Snape me dijo que podía aconsejarme sobre las opciones. Veremos lo que parezca más prometedor.

*Interesante, no tenía idea de que Severus estuviera haciendo eso también. Sabía sobre las sesiones de tutoría y las tareas que Harry estaba ejecutando, pero éste es un nuevo descubrimiento. Ah, y recuerdo que Harry le pidió a Severus que viviera con él, me pregunto si ya encontraría un nuevo lugar para vivir*

-Ah, perdona la falta de consideración de este anciano. Sé que no vas a vivir con tus parientes a partir de este verano, y sé que no vas a vivir en la Mansión de la familia Black dado que se la traspasaste a Tonks, así que ¿dónde te vas a quedar?

Harry se mostró sorprendido por el cambio de tema, pero le siguió la corriente.

-Bueno, Profesor, he establecido algunos contactos sobre viviendas en venta. Dos de los tres que vi parecen promisorios, sólo estoy esperando que me manden una lechuza con la respuesta, así que espero en algún momento tomarme un tiempo y viajar con polvos Floo a verlas. ¿Sería posible?

-Estoy seguro que se puede arreglar. Podrías ir por la línea Floo desde aquí. Sólo una palabra; por precaución será mejor que Arthur Weasley le eche un vistazo previo a esos sitios. Por protección, para asegurarnos de que no haya una desagradable sorpresa esperándote.

-Ah, sí señor, entiendo lo que quiere decir. Gracias, por todo. Ahora de verdad debo irme. Nuevamente, que pase una buena tarde.

-Lo haré, y gracias a ti. Por acordarte de mí y venir, puedes acercarte a mí para lo que sea. Espero que caigas por aquí otra vez antes de marcharte.

-Definitivamente trataré, pero con el plan de estudio y los exámenes casi encima será casi imposible. Quizás después de los exámenes.

Movió la mano en un leve saludo, se giró y abandonó la oficina del Director. Mientras bajaba los escalones y pasaba la gárgola centinela, decidió que intentaría realizar una tarea rápida antes del almuerzo. *Y, definitivamente no me hará daño ver a Severus otra vez, sólo para saber qué está haciendo*

Pocos minutos más tarde, Harry estaba tocando en la puerta de la oficina de Severus. Escuchó una amortiguada maldición que venía del interior y cuando la puerta se abrió, vio de pie frente a él a su Profesor, que lucía ligeramente agobiado.

Harry alzó una ceja interrogante en su dirección

-¿Dificultades, Profesor?

-Sí, las tengo. Mi última poción no salió como me hubiera gustado. Bueno, si viniste a hacer alguna tarea, adelante- Severus se giró y se movió para que Harry entrara cerrando la puerta detrás de él.

-¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte?

-En realidad, lo hay- Severus se volvió y señaló la pared del fondo de la oficina, donde estaban docenas de calderos apilados.

Los ojos de Harry se abrieron incrédulos y tragó

-Necesitan ser limpiados. Son producto de los muy numerosos intentos fallidos para hacer una nueva poción sanadora. Te estaría muy agradecido si los pudieras lavar por mí. Por favor- Sabía que esta tarea era mucho más pesada de las que habitualmente le daría a Harry pero estaba desesperado.

Harry suspiró, Severus había dicho la única palabra mágica que lograba que él literalmente hiciera casi cualquier cosa, 'por favor'.

-Bien, ¿algo que debería saber antes de empezar? ¿Debo usar algún método de limpieza en especial?

-Sólo agua, jabón y un montón de esfuerzo- Severus hizo un gesto ante el entusiasmo con que el chico se avocaba a la tarea.

-¡Perfecto!- Y con eso Harry fue y tomó un caldero que lucía como si hubiera sido usado por Neville. Le dio la espalda a Severus y señalo al caldero que sostenía-. ¿Una explosión repugnante al estilo Longbottom o que?

-Efectivamente. Una particularmente repugnante. Tuve que ir a ducharme para quitar lo que tenía en el cabello, pues no estoy seguro de cuan estable era para utilizar un hechizo. Dado que son experimentales, nunca se es demasiado cuidadoso al usar otros recursos mágicos.

Harry se detuvo e imaginó a Severus con todo el cabello cubierto de esa cosa, y luego repentinamente el cuadro de Severus tomando una ducha para lavarlo. Antes de que la imagen pudiera completarse, sacudió la cabeza y se ruborizó intensamente. Bajó la cabeza esperando que Severus no hubiese visto su rubor y se dirigió a un fregadero ubicado a un lado de la oficina. Severus había notado la mirada ligeramente aturdida en los ojos de Harry y el rubor que la siguió y se preguntó cuál era la causa.

*Luce definitivamente adorable cuando se ruboriza así.¿Qué? ¿Adorable? Yo no creo que nada parezca adorable, especialmente Harry. Oh, a quien estoy engañando. Luce adorable. ¿Me pregunto si su piel se sentirá cálida al tacto cuando está ruborizado?* Severus parpadeó varias veces asombrado ante estos pensamientos y también se ruborizó.*Debo recordar que Harry es mi alumno, no debería pensar de este modo sobre él*

Antes que Harry empezara a lavar el primer caldero, sintió que Silver se movía por primera vez en horas. Salió por debajo de la manga de su túnica y suavemente se enroscó por el brazo de Harry hasta llegar a sus hombros. Ondeó su lengua hacia Harry

La pequeña serpiente sintió las emociones del joven

-Estasss demassssiado caliente, Harry. Ruborizado y caliente. Nunca hasss essstado assssí antesss, ¿deseasss anidar con essse otro humano?

Harry se ruborizó con mayor fuerza al escuchar la pregunta de Sliver y Severus se volteó a verlo al escuchar a la serpiente sisear.

Harry le contestó a la serpiente en lengua parsel.

-¡NO!! No quiero anidar con Ssseverus. Al menosss no todavía- emitió una pequeña sonrisa ante esto último y se ruborizó. Volteó a ver a Severus quien lo miraba interrogante. Esté sólo había entendido que mencionaron su nombre cuando Harry habló con la serpiente.

-No es nada en realidad. Ella, uh, sólo me preguntaba si tenía problemas porque estaba haciendo tareas. Le dije que no, que te estaba haciendo un favor.

-Ya veo. Entonces, deberíamos regresar al trabajo. Harry suspiró aliviado de que Severus no presionara sobre el asunto. Por el rabillo del ojo, vio como la serpiente se enrollaba alrededor de sus hombros y cuello

-Casssi me metesss en un problema. Él no sssabe que me gusssta- le reclamó a la serpiente.

-Yo lo sssentí. Él hace que tu corazón ssse acelere, lo sssentí cuando entrassste al sssalón.

-Bueno, ahora debo trabajar. ¿Quieresss quedarte en misss hombrosss?- le preguntó a la serpiente.

Sliver sacó su lengua e inclinó ligeramente la cabeza y luego descendió. No se durmió sino que continuó observando como empezaba a trabajar calmadamente en los calderos.

Pasaron varias horas en silencio y finalmente Harry casi terminaba con los calderos, estaba lavando el último. Había dado la espalda a Severus la mayor parte del tiempo, pero esto no le impedía sentir la presencia del otro hombre. Cada vez con más frecuencia, incluso sentía que largas y persistentes miradas eran lanzadas en su dirección y temblaba ligeramente cada vez. Para Harry, cada mirada era como una caricia.

Completamente olvidado de la reunión con Hermione y Ron en el Gran Comedor para almorzar, quedó absorto mientras ayudaba a Severus y pensaba en él. Cuando el último caldero lavado y seco fue colocado en su sitio, dio la vuelta para observar el trabajo de su Profesor. Vio como un absorto Severus estaba embebido en su poción y agregaba cada ingrediente ya medido.

*La verdad es que podría pasarme todo el día observándolo hacer eso, ver alguien tan inmerso en su trabajo es una poderosa imagen*

En ese momento, sintió como su estómago rugía, y fue lo bastante alto como para que incluso Severus lo notara. Éste apartó la vista de su poción y sonrió ante la visión de Harry sosteniéndose el estómago en un inútil esfuerzo por acallarlo, mientras su rostro evidenciaba su disgusto.

-Lo siento, no quise molestarte.

-¿Quizás deberíamos almorzar? Esta mañana me perdí el desayuno y la verdad es que también tengo algo de hambre- le sugirió Severus.

Harry se dio cuenta que el almuerzo en el Gran Comedor ya debía haber terminado y que debía haberse reunido con sus amigos.

-Creo que el almuerzo ya terminó. Cuando venía hacia acá estaba comenzando, así que ya todo debe estar vacío.

-Bueno, entonces comeremos aquí. ¿A menos que necesites regresar a tus estudios?

-Debería, pero también necesito comer, así que me podría quedar hasta que lo hayamos hecho- Harry sonrió- ¿Yo debería hacer los honores, verdad?

-Deberías. Quizás ese pequeño elfo amigo tuyo, Dobby, nos consiga algo de comida.

-¡Dobby!¡Dobby, puedes ayudarnos, por favor!- llamó Harry a nadie en particular.

Entonces, con un pop, Dobby apareció delante de Harry.

-Sí, Harry Potter, ¿en qué puede servirle Dobby?

-Dobby, el Profesor Snape y yo nos perdimos el almuerzo, ¿podrías traernos algo, por favor? ¿Quizás unos emparedados?- le preguntó Harry al complaciente elfo.

-¡Por supuesto! Dobby se los traerá enseguida- con otro plop, el elfo doméstico desapareció. Antes que Harry pudiera parpadear dos veces, Dobby apareció de nuevo cargando con una bandeja con jugo de calabaza y emparedados y la colocó en el escritorio del profesor- ¿Eso es todo, Harry Potter?

-Esto luce abundante, Dobby. Gracias.

-Dobbly está contento de que Harry Potter esté complacido. Sí, Dobby está muy feliz de servirle- el elfo parpadeó sobre sus enormes ojos e hizo varias reverencias con la cabeza, como si estuviera encantado. Nuevamente desapareció con un gran pop y todo quedó tranquilo nuevamente en la oficina.

Harry y Severus se sentaron en sendas sillas frente al escritorio y cada uno tomó un emparedado y un vaso de jugo

-Quiero agradecerte por lavar los calderos. Me has ahorrado un tiempo precioso, lo que me permitió concentrarme en perfeccionar la poción. Tengo el presentimiento que estoy muy cerca.

-No hay problema, esto me dio oportunidad de realizar algo de actividad física. Estaba cansado de estar sentado estudiando. Personalmente, no me explico cómo Hermione puede hacer eso día tras día.

-Por eso disfruto enseñando pociones. Me permite hacer algo de trabajo manual, además de corregir pruebas y hacer exámenes.

-Sabes, eso me da que pensar sobre lo que me gustaría hacer. O al menos las cualidades que debe tener el trabajo que me gustaría hacer. Algo con cierta actividad, que no signifique trabajo de escritorio. Pero tampoco quiero ser jugador de Quidditch, porque es completamente físico. También me gustaría que significara un desafío mental.

Severus alzó una ceja hacia Harry.

-¿Quieres hacer algo que signifique un desafío mental? ¿Qué hiciste con el Harry Potter que conocí los pasados siete años?- Severus se rió y Harry fingió una expresión dolida.

-Aw, Severus, no soy tan malo y lo sabes. Has debido notar que he mejorado bastante durante las sesiones tutoriales- se quejó.

-Es cierto. Así que te gustaría algo que tuviera algo de actividad y desafío mental. Veré lo que puedo encontrar entre las carreras disponibles.

-Gracias. ¿Y tú has pensado en lo que te gustaría hacer cuando te vayas de aquí?

-En realidad, sí. Sólo entre tú y yo, en Inglaterra no hay muchas tiendas de pociones confiables, ni siquiera en Europa, así que estaba pensando abrir una tienda de pociones en el Callejón Diagon. Incluso estaba considerando abrirla también para la población muggle, y vendérselas como...¿oh, cuál es el término?.....remedios homeopáticos. Parece que la medicina natural es muy popular en estos tiempos. Me pregunto si sería posible tener una tienda con una puerta que comunicara con el Lado común de Londres y otra con el Callejón Diagon. Sería interesante ver qué pasaría.

-Bueno, estoy seguro que lo que sea que emprendas estará bien. Definitivamente eres un maestro de la persistencia. *O mejor aún, un apasionado y persistente profesor de pociones*. Harry enrojeció ante este pensamiento.

Severus notó el rubor de Harry y una vez más se preguntó qué le pasaría al joven.

Sliver se desperto de nuevo y siseó en el oído de Harry:

-Estásss caliente otra vez. Ssseguro que el otro humano lo nota. Creo que quieresss que dessscubra como te sssientes, que quieresss anidar con él.

-Quédate quieta, Sssliver. No sssabe por qué essstoy ruborizado. Quizásss a partir de ahora debasss ignorar el cambio de temperatura de mi cuerpo.

-Muy bien, no volveré a mencionar tusss cambiosss de temperatura- Sliver se colocó una vez más sobre los hombros de Harry.

-¿Qué te dijo?- le preguntó Severus.

-En realidad, nada importante- replicó tratando de desestimarlo.

-Hmmm. Lo que digas. Bien, creo que debo regresar al trabajo y tú debes regresar a tu estudio.

Harry le lanzó una mirada de horror.

-Sí, tienes razón. Es mejor que regrese a la sala común, antes que Hermione envíe una partida de búsqueda. Trataré de parar otro rato mañana y vendré a ver si tienes más calderos por lavar- declaró Harry con una sonrisa traviesa.

-Espero que no, pero apreciaría la ayuda si esta poción no ha resultado para entonces.

-Diviértete, Severus- se levanto, agitó la mano en señal de despedida y abandonó la oficina.

Continuará............

Holis. Aquí tienen un nuevo capítulo. Sabemos que están ansiosas de que empiece 'la acción' pero ni modo, la autora sigue tomándose su tiempo. Habrá que esperar. Aún así, ojalá y les siga gustando, los personajes son tan tiernos. Besotes y hasta el viernes.

Kaco: Esperamos que no te importe, pero ya te tomamos confianza así que te quitamos los apellidos, jeje. Vas a tener que conseguir una bombona de oxígeno para seguir respirando porque aún el slash se hace desear, pero ten fe, llegará. Y la paciencia es una virtud que hay que fortalecer. Besitos y esperamos que tu semana no sea tan larga.

Ana: Pues a ti también te quitamos el apellido, que para eso hay confianza ¿no? Sí, el Sevie ya está enganchadísimo pero aún su consciente no lo admite, es que es tan obstinado. Pero pronto lo aceptará, muy pronto. Gracias por tu opinión sobre la traducción (Maria y Alicia completamente ruborizadas) y transmitiremos tus felicitaciones a la autora. Besos mil.

Azalea: Pues Albus no le contó lo que averiguó, pero le lanzó tremenda indirecta, así que el que quiera entender que entienda. Y Sevie va a caer de la mata pronto, pronto, no te preocupes. Besos y hasta el viernes.

Chiquinkira: Gracias por lo de 'tus traductoras favoritas' nos hace mucha ilusión. Sólo tratamos de esforzarnos en hacer un buen trabajo porque lo disfrutamos mucho y ustedes y las historias se lo merecen. No, no vayas a llorar que nos haces llorar a nosotras y se corre el maquillaje jeje. Besitos y saludos a sabry.

Lissie: Pues sí, la autora aún nos tiene ansiosa con el slash, y nosotras a ustedes que para eso somos muuu malas; pero ya falta menos, mientras tanto, paciencia y sigamos disfrutando como nace el romance y sobre Hermione, que te diremos.....es mujer y nosotras somos muy intuitivas ¿o no? Quizás deberíamos enviarla a hablar con Sevie, a ver si lo ayuda a aclararse jeje. Esperamos que pronto puedas dejar de andar corriendo. Besitos.

pati v: muchas gracias por tu comentario. Besos y esperamos que te haya gustado.

LUZY SNAPE: muchas gracias por las felicitaciones, se las haremos llegar a la autora de tu parte. Nos alegra que te haya gustado y actualizamos todos los viernes. besos