SE BUSCA: HOMBRE MAYOR Y SOLTERO PARA COMPAÑERO DE CUARTO.
Autora: Goldenpaw
Traductoras: Alima21
Advertencia : SLASH
Capítulo 13: El valor de la espera
Severus y Harry rápidamente negociaron con la gente de la mudanza y sus habitaciones fueron arregladas tal y como querían. Sin embargo cuando Harry vio su nueva cama, todavía desnuda, se dio cuenta que no habían comprado la lencería para ninguna de las camas.
Severus estaba tan ansioso de finalmente poder realizar con Harry lo que había estado soñando las pasadas semanas que estaba a favor de transfigurar algo con que apañarse, pero Harry no estaba de acuerdo. Le sugirió a Severus que se cambiase la túnica por ropa muggle antes de salir. Una vez se hubo cambiado, Harry arrastró a Severus al Londres Muggle luego de aparecerse en el Caldero Chorreante.
Harry pensó que podían pasar el día en esto y al tiempo que conseguían la ropa de cama, podría comprarse nuevas ropas más adecuadas y que le sentaran bien, para variar.
Primero decidieron comprar la lencería y se dirigieron a Harrods. Harry encontró un práctico juego de sábanas blancas de algodón y un edredón relleno que serviría para la habitación de invitados y para la habitación de Severus, que convinieron utilizar sólo en caso de emergencia, cuando se quedara hasta muy tarde trabajando en pociones y no quisiera molestar a Harry, adquirieron un juego de sábanas azul oscuro con un edredón gris oscuro y un juego de cortinas para la cama.
Cuando llegó el momento de adquirir las sábanas para la 'gran cama', Harry y Severus pasaron un montón de tiempo buscando la ropa apropiada.
-¿Satén, seda o algodón?- Harry alzó tres muestra de tejido para que Severus las mirara y tocara.
-Hmmm, definitivamente me gusta sentir la seda contra mi piel, pero no estoy seguro de querer dormir rodeado por ella- comentó Severus, al tiempo que acariciaba la seda con sus largos, suaves y delgados dedos. Harry observaba como aquellos dedos jugaban con la muestra de tejido y se excitó al instante, mientras se perdía en los pensamientos de esos dedos acariciando su cuerpo. Tembló y sus ojos se oscurecieron hasta un verde profundo.
Severus notó que la atención de Harry estaba enfocada en sus dedos y decidió atormentar un poquito al joven. Sabía que en lugar de estar de compras podían estar en su hogar, haciendo exactamente lo que Harry estaba imaginando, así que decidió jugar con su audiencia. Tomó la pieza de tela y la acarició, tal como quería acariciar la piel suave y sedosa de Harry.
Severus se dio cuenta que le estaba saliendo el tiro por la culata cuando empezó a imaginar todas las amorosas cosas que quería hacer a y con Harry. Parpadeó y detuvo su caricia abruptamente y soltó la tela como si quemara. Aclaró su garganta, sacudiendo a Harry de sus fantasías.
-Creo que deberíamos elegir el algodón- aquí hizo una pausa y regaló a Harry una sexy sonrisa continuando con un ronco ronroneo-, porque la única cosa sedosa y satinada que quiero que me rodee es tu cálido, dulce y muy tentador cuerpo.
Harry enrojeció ante estas palabras y un temblor sacudió todo su cuerpo; su piel se sentía como si fuera fuego. Se acercó al que pronto sería su amante y susurró en su oído.
-Eres muy persuasivo, Severus. Bien, entonces, queremos sábanas de algodón tamaño King. ¿Qué color planeas?
-Verde y dorado, por supuesto- Severus sonrió al tiempo que detectó las sábanas perfectas. Estaban hechas con algodón egipcio e incluían las cortinas de cama, fundas de almohada y edredón a juego. Después de eso Harry y Severus se apresuraron a terminar la compra de la ropa de cama y Harry decidió que podía ir a comprar su ropa otro día.
-Definitivamente necesito comprarme ropa nueva antes de la fiesta de inauguración de la casa el sábado.
Severus gruñó.
-Tenías que recordármelo. Sabes que preferiría que pasáramos el día relajados en la cama, ¿verdad?- Severus alzó una sugerente ceja en dirección a Harry, quien tragó en respuesta. Su voz adquirió un tono agudo semejante al de Dobby cuando replicó:
-Tenemos toda la semana para dormir en casa, Severus. Ambos estuvimos de acuerdo en tomarnos un mes para establecernos. Así que tenemos cuatro días de aquí al sábado para estar tan relajados o tan activos como queramos- insinuó Harry, imaginando que ambos podían jugar ese juego y arrastrando un cariñoso dedo a lo largo de la mandíbula de Severus.
No mucho tiempo después, estaban de regreso en casa y eran saludados por Dobby. Harry le entregó al elfo los paquetes que contenían la ropa de cama de las otras habitaciones y le pidió que las lavara antes de hacer las camas. Severus agregó que no los molestara por ninguna razón, y asiendo la mano de Harry, tomó la lencería que iban a utilizar en su nueva cama y lo arrastró escaleras arriba.
Al llegar a la puerta de la habitación, Severus se detuvo. Tomó una gran bocanada de aire y trató de calmarse. Por mucho que deseaba hacer el amor con Harry, no deseaba atacar al pobre joven y que su primera vez terminara antes que hubiera registrado lo que estaba haciendo.
Se giró hacia el joven y colocó ambas manos alrededor de su cabeza, cubriendo su cuello gentil y amorosamente. Lo atrajo más cerca de él y sus frentes se tocaron. Severus susurró:
-Quiero que nuestra primera vez juntos sea especial, no frenética. Por mucho que desee tomar tu cuerpo aquí y ahora, quiero explorar cada pulgada de ti. Quiero aprender donde encuentras placer. No deseo ser rápido y precipitado.
Los pulgares de Severus acariciaron las orejas de Harry, haciendo que el joven mago temblara. Los ojos de Harry se cerraron mientras las palabras se filtraban en su alma. Realmente amaba a este hombre, quien estaba resultando ser más gentil, afectuoso y compasivo de lo que nunca imaginó. Quería que su primera vez fuera especial y su respuesta a las tiernas palabras de Severus fue inclinar su cabeza nuevamente y besar la boca del hombre gentilmente y con exquisito cuidado. El beso fue lento y lánguido, pero encendió su corazón con la intensidad de su fuego y pasión.
Las manos de Severus bajaron y capturaron los hombros de Harry y empujaron hasta unir sus ardientes cuerpos. Harry cruzó sus brazos alrededor de la cintura de Severus y se aferró a su espalda, como si se ahogara en el éxtasis y deseara que el hombre mayor fuera su única ancla.
Se besaron durante lo que parecieron horas pero apenas fueron minutos, antes de que comenzaran a surgir de la embriaguez del uno por el otro. Respiraban irregularmente y sus pechos se alzaban al unísono, originando explosiones de escalofríos que pasaban por cada punto de piel que tocaban.
Severus liberó lentamente a Harry y se dio cuenta que al unirse, la bolsa que contenía la ropa de cama se había caído, y ahora estaba derramada por el piso. Rió entre dientes ante la vista y Harry se inclinó brevemente para sentir la vibración a través de su cuerpo. Se sentía maravilloso.
-Creo que, antes que vayamos más allá, sería mejor si tú y yo hacemos la cama para poder acostarnos- dijo Severus suavemente, su voz excepcionalmente ronca como consecuencia de su demasiado breve encuentro. Harry era incapaz de hablar, así que asintió con la cabeza contra el pecho de Severus.
Se apartaron lenta y completamente; Severus se inclinó para recuperar los artículos de la bolsa, mientras Harry abría la puerta de la habitación.
La habitación estaba inundada de luz y a Harry le encantó. La luz llenaba el recinto con una suave calidez y sabía que esto era perfecto para su primera vez juntos. Así ambos podrían observarse completamente y nada estaría oculto para el otro.
Severus se paró detrás de Harry y también admiró la habitación. Suspiró profundamente y colocó su barbilla en el hombro de Harry en un momento de quietud. Esta sería la habitación que compartirían, una habitación que podrían amar, podrían dormir en ella con satisfacción, una habitación donde podrían estar juntos, leyendo lado a lado en la noche. Era el comienzo de su nueva vida juntos e interiormente, Severus nunca se había sentido más completo que en ese momento. Aunque esperaba que hubiera muchos momentos como ese, en los que Harry pudiera hacerle sentir así. Sin embargo, esta era la primera vez y la conservaría, para acariciarla y recordarla.
Harry sabía lo que pasaba por la mente de Severus mientras entraban juntos en la habitación. Él sentía lo mismo. Era un nuevo inicio para ambos, y lo transitarían juntos. Inclinó ligeramente la cabeza para atrapar la expresión del rostro de Severus con el rabillo del ojo. Quería llorar ante la paz y serenidad que inundaba el rostro de su amado. La oscuridad que lo había afligido por tanto tiempo se había ido completamente; este ciertamente era un buen inicio y definitivamente un paso en la dirección correcta para desterrar, de una vez por todas, todo lo malo de sus vidas.
Harry se giró lenta y cuidadosamente hasta quedar frente a Severus. Se inclinaron uno hacia el otro una vez más y se besaron con ternura. El joven se apartó y acarició el rostro de Severus, amando tocar sus labios, mejillas y nariz. El otro sonrió y se inclinó ante el toque. Bajó y capturó la boca de Harry una vez más, el beso pasó de ser dulce y gentil, a profundizar y explorar
Severus colocó sus manos en las caderas de Harry y empezó a empujarlo y guiarlo para entrar completamente en la habitación, deteniéndose momentáneamente para cerrar la puerta y hechizarla de manera que fuera a prueba de ruidos.
Una vez que se hubo encargado de eso, se dedicaron a arreglar la cama. Severus hechizó las sábanas para lavarlas y secarlas de forma mágica, luego lanzó un encantamiento suavizante. La cama estaba lista para ellos, esperando ansiosamente para abrazarlos con su suavidad y calidez.
Ahora podían concentrarse en lo que realmente importaba, el uno en el otro. Harry se alegraba de haber hecho que Severus cambiara su túnica por ropa muggle. No valoraba la idea de enfrentar tantos botones, y sabía que la abotonadura Oxford y los apretados jeans negros era algo que podía manejar. Tomo su tiempo abriendo cada botón de la camisa y exponiendo a la luz la pálida piel que cubría, y por cada botón pellizcaba la piel de Severus y luego la lavaba con su lengua. Quería probar cada pulgada del cuerpo de su amado.
La tarea de Severus de desnudar a Harry fue incluso menos ardua, ya que éste solo vestía una franela y unos jeans descoloridos. Mientras Harry estaba concentrado en Severus, el otro hombre sacaba la franela de los jeans y exponía un firme estómago y una tersa espalda a la prueba de sus manos.
Cuando finalmente Harry tuvo la camisa de Severus completamente abierta y colgando alrededor de sus brazos, ambos dieron un paso atrás y se quitaron sus camisas. Con sus pechos ahora completamente expuestos, tomaron un muestra de cada pulgada de piel que podían alcanzar mientras todavía estaba parados. Los dedos acariciaron y juguetearon con los oscuros pezones, mientras sus lenguas luchaban y se probaban.
Se exploraron lentamente, haciendo un mapa de los contornos de sus respectivos cuerpos. Al poco tiempo, Severus y Harry gemían y frotaban sus cuerpos uno contra el otro, esperando desesperadamente sentir el resto de su piel tocándose y deslizándose juntas. Sus jeans estorbaban, pero todavía se besaban codiciosos y no deseaban separarse.
Severus empujó al joven sobre la cama y lo obligó a acostarse. Los ojos de Harry, apenas abiertos, miraban con pasión y sus labios estaban hinchados por los besos. Se apoyó en los codos y observó mientras Severus se inclinaba sobre él y desabrochaba el botón de sus jeans. Escuchó el cierre bajar lentamente y el sonido se escuchó sobre sus pesadas respiraciones. Harry tembló al sentir el aire rozar sobre la caliente piel de la parte inferior de su cuerpo mientras sus pantalones eras removidos. Los dedos de Severus tocaron y juguetearon con los muslos y las pantorrillas del joven mientras retiraba lentamente la ofensiva prenda.
La mirada del hombre, sin embargo, estaba centrada en el medio del joven cuerpo donde un delicioso bulto podía ser visto claramente a través de los interiores que vestía. Se lamió los secos labios, mientras la humedad literalmente abandonaba su boca con un fuerte sonido. ÉL deseaba eso. Lo deseaba ahora. Sin embargo, se calmó mientras sus manos alcanzaban la ropa interior. Había prometido que se tomarían su tiempo para explorarse y aprenderse sus cuerpos.
Así que se inclinó y cubrió el cuerpo de Harry con el propio, forzándolo a caer aplastado contra la cama.
-Quiero tomarte completamente en mi boca justo ahora y tratarte como un cono de helado de vainilla en un brillante y caluroso día- murmuró en su oído mientras Harry se derretía ante la imagen.
-Yo también lo quiero, por favor.
Severus suspiró.
-En un momento. Todavía tenemos que terminar la exploración. Todavía tengo que aprender los contornos y el gusto de tus muslos, pantorrillas y tus deliciosos dedos.
Harry gimió una vez más ante el pensamiento de Severus venerando su cuerpo, atormentándolo pulgada a pulgada. Nunca imaginó con cuanta ansiedad deseaba ser dominado por este hombre. Amaba tener el peso de Severus cubriéndolo y quería sentir cada pulgada de ellos juntos.
Harry colocó su talón arriba del borde de la cama, acuñando su pierna entre los muslos de Severus y empujando a ambos hacia la cabecera de la cama. Severus gimió al sentir el muslo de Harry libre entre los propios. Sentía que la sangre corría más rápido hacia abajo, haciendo que su roca se endureciera y pulsara.
-No me estás ayudando, Harry- las manos de Severus se enroscaron en el cabello del joven, mientras su lengua suplicaba entrar nuevamente en la acogedora boca del chico. Ambos gimieron de placer mientras sus lenguas se enroscaban y combatían una contra la otra. Harry se arqueó hacia Severus y, repetidamente, empujó la parte baja de su cuerpo hacia el otro. Al hombre le encantó esto y frotó su pelvis contra la de su amante en respuesta. Las manos del chico aferraron el culo de Severus, empujando para acercarse más, mientras secretamente lo maldecía por no haberse quitado los jeans antes de caer sobre él.
-¡Jeans.....fuera....ahora!- ordenó Harry entre jadeos-. Quiero sentirte contra mí. Todo tú. Hasta la última pulgada.
Severus rió entre dientes y Harry sintió el rumor en lo más profundo de él y gimió. Atacó el cuello del ex-profesor y succionó con fuerza. Quería comérselo. Sabía tan bien.
-Detente o no durare mucho tiempo- las palabras de Severus fueron forzadas a salir por entre los dientes apretados, mientras la parte inferior de su cuerpo se tensaba. La sensación de succión era demasiado, ya que no sólo la sentía en el cuello, sino también en la ingle.
Liberó su agarre del pelo de Harry y se levantó, alejándose del otro cuerpo. El joven gimió ante la pérdida, pero sabía que regresaría tan pronto como hubiera resuelto el asunto de los jeans
Harry observaba con sus ocultos ojos mientras Severus se quitaba lentamente los jeans. Por la velocidad a la que estaba actuando, sabía que el otro hombre lo estaba incitando. Su erección pulsó varias veces ante la vista, mientras las piernas comenzaban a ser visibles. El cabello oscuro que las cubría parecía sedoso y él deseaba correr sus manos arriba y abajo por ellos, hasta que las puntas de sus dedos hormiguearon con la sobrecarga de sensaciones.
Quería que uno de los muslos de Severus se acurrucara entre los propios y frotara su erección, una y otra vez. Podía imaginar el suave cabello moviéndose contra él igual a miles de pequeños dedos, con el único propósito de brindarle placer. Sus caderas se sacudieron ante la imagen. Severus continuó tomándose su tiempo, pero sus ojos nunca abandonaron a Harry. Observó como Harry bajaba su mano lentamente por su pecho, pellizcando sus pezones aquí y allí, corriendo un dedo alrededor de su ombligo, antes de introducirse en sus interiores y enroscar sus dedos en torno a la erección, al tiempo que gemía y suplicaba:
-Te estás tomando demasiado tiempo. Te necesito ya. A Severus no le gustó no poder ver lo que hacía la mano de Harry, pero su mente y cuerpo sabían que su erección pulsaba dentro de sus calzoncillos. Sus jeans estaban caídos al nivel de sus tobillos, así que los sacó de una vez por todas. Se deshizo rápidamente de ellos y voló de regreso a Harry. Tomó sus pantalones , los saco del todo y los lanzó por encima del hombro. Todavía observaba la mano del Gryffindor sobre su erección, como sus dedos tocaban la punta. Lamió sus labios nuevamente.
-¡Al diablo con mis buenas intenciones y la lentitud- gruñó y empujó la mano de Harry fuera de su camino. Se inclinó y saboreó el sabor único que era Harry. No era un gusto adquirido. Era un gusto que amó desde el principio.
A partir de ese punto, no hubo vuelta atrás para ninguno de los dos, y se amaron apasionada y salvajemente. Entregaron completamente sus corazones, cuerpos y almas en la experiencia y se sintieron las explosiones oscilar a través de cada partícula de su ser. Uniéndolos ahora y por siempre
Continuará........
Bueno, hasta aquí por hoy. Esta historia termina en el próximo capítulo, aunque tenemos una sorpresita, pero no se lo diremos hasta la próxima semana porque somos muuuu malas jeje.
L@s invitamos a visitar nuestra nueva traducción, It was the Flu y visiten nuestro grupo en estos días pues estamos comenzando a subir un Severus/Harr NC 17, que no podríamos subir por aquí (al día siguiente nos echarían) Besos.
Gala Snape: ¿Qué te pareció el capítulo? Estrenaron cama, sabanas y.......Besitos y hasta el viernes.
Azalea: Vaya estreno, ¿cierto?. Aunque hay que ver la resistencia de Harry, irse a comprar sábanas. Después de tanta espera, nos late que Sevie lo hubiera hecho hasta en el piso. Besos
Chiquinkira: Tú y tu socia son un caso jeje. Esperamos que sigas diciendo SI, SI. Besos
Lathir: ¿Qué te pareció el estreno? ¿Cumplió tus expectativas? Un millón de gracias por hacernos propaganda en tu excelente historia (chic@s, lean Janis Joplin y el amor inesperado, está buenísima). Y cuida bien al novio, mira que los chicos buenos no abundan(aunque los malos son más divertidos, juas, juas) Besotes.
Velia: Pues se decantó por el asunto de las serpientes y Sevie ya insinuó que lo iba a acompañar cuando pudiera así que asunto arreglado (además, que los magos con eso de los polvos flu y las apariciones no tienen problemas). Las hormonas traicionaron a ambos y la sesión de compras será antes de la fiesta, en el próximo capítulo. Besos
Little My: Sliver es un encanto, la verdad. Y Harry es resistente (y Sevie a regañadientes), no sólo atendieron a los de la mudanza, sino que fueron a comprar sábanas ¡Como para matarlo jeje! Nos vemos en el final. Besos
Marla: Esperamos que este también te gustara, ya nos contarás. Besos.
Ana Rickman: Parece que este par de ingratos se olvidaron de la pobre serpientita, ¿o será que a ti te ha tocado dormir con ella? Y no te quejarás, hasta te compraron sábanas y todo. Besos y cuídate
Luzy Snape: Si, es Sliver y como verás en este capítulo subió la temperatura aún más. Ojalá y te haya gustado este capítulo tanto como a nosotras. Besos y hasta la próxima.
Maggie: Pues ahora la temperatura subió mucho más (esperamos que el babeo no jeje). Ojalá y te haya gustado el capítulo. Besos.
Autora: Goldenpaw
Traductoras: Alima21
Advertencia : SLASH
Capítulo 13: El valor de la espera
Severus y Harry rápidamente negociaron con la gente de la mudanza y sus habitaciones fueron arregladas tal y como querían. Sin embargo cuando Harry vio su nueva cama, todavía desnuda, se dio cuenta que no habían comprado la lencería para ninguna de las camas.
Severus estaba tan ansioso de finalmente poder realizar con Harry lo que había estado soñando las pasadas semanas que estaba a favor de transfigurar algo con que apañarse, pero Harry no estaba de acuerdo. Le sugirió a Severus que se cambiase la túnica por ropa muggle antes de salir. Una vez se hubo cambiado, Harry arrastró a Severus al Londres Muggle luego de aparecerse en el Caldero Chorreante.
Harry pensó que podían pasar el día en esto y al tiempo que conseguían la ropa de cama, podría comprarse nuevas ropas más adecuadas y que le sentaran bien, para variar.
Primero decidieron comprar la lencería y se dirigieron a Harrods. Harry encontró un práctico juego de sábanas blancas de algodón y un edredón relleno que serviría para la habitación de invitados y para la habitación de Severus, que convinieron utilizar sólo en caso de emergencia, cuando se quedara hasta muy tarde trabajando en pociones y no quisiera molestar a Harry, adquirieron un juego de sábanas azul oscuro con un edredón gris oscuro y un juego de cortinas para la cama.
Cuando llegó el momento de adquirir las sábanas para la 'gran cama', Harry y Severus pasaron un montón de tiempo buscando la ropa apropiada.
-¿Satén, seda o algodón?- Harry alzó tres muestra de tejido para que Severus las mirara y tocara.
-Hmmm, definitivamente me gusta sentir la seda contra mi piel, pero no estoy seguro de querer dormir rodeado por ella- comentó Severus, al tiempo que acariciaba la seda con sus largos, suaves y delgados dedos. Harry observaba como aquellos dedos jugaban con la muestra de tejido y se excitó al instante, mientras se perdía en los pensamientos de esos dedos acariciando su cuerpo. Tembló y sus ojos se oscurecieron hasta un verde profundo.
Severus notó que la atención de Harry estaba enfocada en sus dedos y decidió atormentar un poquito al joven. Sabía que en lugar de estar de compras podían estar en su hogar, haciendo exactamente lo que Harry estaba imaginando, así que decidió jugar con su audiencia. Tomó la pieza de tela y la acarició, tal como quería acariciar la piel suave y sedosa de Harry.
Severus se dio cuenta que le estaba saliendo el tiro por la culata cuando empezó a imaginar todas las amorosas cosas que quería hacer a y con Harry. Parpadeó y detuvo su caricia abruptamente y soltó la tela como si quemara. Aclaró su garganta, sacudiendo a Harry de sus fantasías.
-Creo que deberíamos elegir el algodón- aquí hizo una pausa y regaló a Harry una sexy sonrisa continuando con un ronco ronroneo-, porque la única cosa sedosa y satinada que quiero que me rodee es tu cálido, dulce y muy tentador cuerpo.
Harry enrojeció ante estas palabras y un temblor sacudió todo su cuerpo; su piel se sentía como si fuera fuego. Se acercó al que pronto sería su amante y susurró en su oído.
-Eres muy persuasivo, Severus. Bien, entonces, queremos sábanas de algodón tamaño King. ¿Qué color planeas?
-Verde y dorado, por supuesto- Severus sonrió al tiempo que detectó las sábanas perfectas. Estaban hechas con algodón egipcio e incluían las cortinas de cama, fundas de almohada y edredón a juego. Después de eso Harry y Severus se apresuraron a terminar la compra de la ropa de cama y Harry decidió que podía ir a comprar su ropa otro día.
-Definitivamente necesito comprarme ropa nueva antes de la fiesta de inauguración de la casa el sábado.
Severus gruñó.
-Tenías que recordármelo. Sabes que preferiría que pasáramos el día relajados en la cama, ¿verdad?- Severus alzó una sugerente ceja en dirección a Harry, quien tragó en respuesta. Su voz adquirió un tono agudo semejante al de Dobby cuando replicó:
-Tenemos toda la semana para dormir en casa, Severus. Ambos estuvimos de acuerdo en tomarnos un mes para establecernos. Así que tenemos cuatro días de aquí al sábado para estar tan relajados o tan activos como queramos- insinuó Harry, imaginando que ambos podían jugar ese juego y arrastrando un cariñoso dedo a lo largo de la mandíbula de Severus.
No mucho tiempo después, estaban de regreso en casa y eran saludados por Dobby. Harry le entregó al elfo los paquetes que contenían la ropa de cama de las otras habitaciones y le pidió que las lavara antes de hacer las camas. Severus agregó que no los molestara por ninguna razón, y asiendo la mano de Harry, tomó la lencería que iban a utilizar en su nueva cama y lo arrastró escaleras arriba.
Al llegar a la puerta de la habitación, Severus se detuvo. Tomó una gran bocanada de aire y trató de calmarse. Por mucho que deseaba hacer el amor con Harry, no deseaba atacar al pobre joven y que su primera vez terminara antes que hubiera registrado lo que estaba haciendo.
Se giró hacia el joven y colocó ambas manos alrededor de su cabeza, cubriendo su cuello gentil y amorosamente. Lo atrajo más cerca de él y sus frentes se tocaron. Severus susurró:
-Quiero que nuestra primera vez juntos sea especial, no frenética. Por mucho que desee tomar tu cuerpo aquí y ahora, quiero explorar cada pulgada de ti. Quiero aprender donde encuentras placer. No deseo ser rápido y precipitado.
Los pulgares de Severus acariciaron las orejas de Harry, haciendo que el joven mago temblara. Los ojos de Harry se cerraron mientras las palabras se filtraban en su alma. Realmente amaba a este hombre, quien estaba resultando ser más gentil, afectuoso y compasivo de lo que nunca imaginó. Quería que su primera vez fuera especial y su respuesta a las tiernas palabras de Severus fue inclinar su cabeza nuevamente y besar la boca del hombre gentilmente y con exquisito cuidado. El beso fue lento y lánguido, pero encendió su corazón con la intensidad de su fuego y pasión.
Las manos de Severus bajaron y capturaron los hombros de Harry y empujaron hasta unir sus ardientes cuerpos. Harry cruzó sus brazos alrededor de la cintura de Severus y se aferró a su espalda, como si se ahogara en el éxtasis y deseara que el hombre mayor fuera su única ancla.
Se besaron durante lo que parecieron horas pero apenas fueron minutos, antes de que comenzaran a surgir de la embriaguez del uno por el otro. Respiraban irregularmente y sus pechos se alzaban al unísono, originando explosiones de escalofríos que pasaban por cada punto de piel que tocaban.
Severus liberó lentamente a Harry y se dio cuenta que al unirse, la bolsa que contenía la ropa de cama se había caído, y ahora estaba derramada por el piso. Rió entre dientes ante la vista y Harry se inclinó brevemente para sentir la vibración a través de su cuerpo. Se sentía maravilloso.
-Creo que, antes que vayamos más allá, sería mejor si tú y yo hacemos la cama para poder acostarnos- dijo Severus suavemente, su voz excepcionalmente ronca como consecuencia de su demasiado breve encuentro. Harry era incapaz de hablar, así que asintió con la cabeza contra el pecho de Severus.
Se apartaron lenta y completamente; Severus se inclinó para recuperar los artículos de la bolsa, mientras Harry abría la puerta de la habitación.
La habitación estaba inundada de luz y a Harry le encantó. La luz llenaba el recinto con una suave calidez y sabía que esto era perfecto para su primera vez juntos. Así ambos podrían observarse completamente y nada estaría oculto para el otro.
Severus se paró detrás de Harry y también admiró la habitación. Suspiró profundamente y colocó su barbilla en el hombro de Harry en un momento de quietud. Esta sería la habitación que compartirían, una habitación que podrían amar, podrían dormir en ella con satisfacción, una habitación donde podrían estar juntos, leyendo lado a lado en la noche. Era el comienzo de su nueva vida juntos e interiormente, Severus nunca se había sentido más completo que en ese momento. Aunque esperaba que hubiera muchos momentos como ese, en los que Harry pudiera hacerle sentir así. Sin embargo, esta era la primera vez y la conservaría, para acariciarla y recordarla.
Harry sabía lo que pasaba por la mente de Severus mientras entraban juntos en la habitación. Él sentía lo mismo. Era un nuevo inicio para ambos, y lo transitarían juntos. Inclinó ligeramente la cabeza para atrapar la expresión del rostro de Severus con el rabillo del ojo. Quería llorar ante la paz y serenidad que inundaba el rostro de su amado. La oscuridad que lo había afligido por tanto tiempo se había ido completamente; este ciertamente era un buen inicio y definitivamente un paso en la dirección correcta para desterrar, de una vez por todas, todo lo malo de sus vidas.
Harry se giró lenta y cuidadosamente hasta quedar frente a Severus. Se inclinaron uno hacia el otro una vez más y se besaron con ternura. El joven se apartó y acarició el rostro de Severus, amando tocar sus labios, mejillas y nariz. El otro sonrió y se inclinó ante el toque. Bajó y capturó la boca de Harry una vez más, el beso pasó de ser dulce y gentil, a profundizar y explorar
Severus colocó sus manos en las caderas de Harry y empezó a empujarlo y guiarlo para entrar completamente en la habitación, deteniéndose momentáneamente para cerrar la puerta y hechizarla de manera que fuera a prueba de ruidos.
Una vez que se hubo encargado de eso, se dedicaron a arreglar la cama. Severus hechizó las sábanas para lavarlas y secarlas de forma mágica, luego lanzó un encantamiento suavizante. La cama estaba lista para ellos, esperando ansiosamente para abrazarlos con su suavidad y calidez.
Ahora podían concentrarse en lo que realmente importaba, el uno en el otro. Harry se alegraba de haber hecho que Severus cambiara su túnica por ropa muggle. No valoraba la idea de enfrentar tantos botones, y sabía que la abotonadura Oxford y los apretados jeans negros era algo que podía manejar. Tomo su tiempo abriendo cada botón de la camisa y exponiendo a la luz la pálida piel que cubría, y por cada botón pellizcaba la piel de Severus y luego la lavaba con su lengua. Quería probar cada pulgada del cuerpo de su amado.
La tarea de Severus de desnudar a Harry fue incluso menos ardua, ya que éste solo vestía una franela y unos jeans descoloridos. Mientras Harry estaba concentrado en Severus, el otro hombre sacaba la franela de los jeans y exponía un firme estómago y una tersa espalda a la prueba de sus manos.
Cuando finalmente Harry tuvo la camisa de Severus completamente abierta y colgando alrededor de sus brazos, ambos dieron un paso atrás y se quitaron sus camisas. Con sus pechos ahora completamente expuestos, tomaron un muestra de cada pulgada de piel que podían alcanzar mientras todavía estaba parados. Los dedos acariciaron y juguetearon con los oscuros pezones, mientras sus lenguas luchaban y se probaban.
Se exploraron lentamente, haciendo un mapa de los contornos de sus respectivos cuerpos. Al poco tiempo, Severus y Harry gemían y frotaban sus cuerpos uno contra el otro, esperando desesperadamente sentir el resto de su piel tocándose y deslizándose juntas. Sus jeans estorbaban, pero todavía se besaban codiciosos y no deseaban separarse.
Severus empujó al joven sobre la cama y lo obligó a acostarse. Los ojos de Harry, apenas abiertos, miraban con pasión y sus labios estaban hinchados por los besos. Se apoyó en los codos y observó mientras Severus se inclinaba sobre él y desabrochaba el botón de sus jeans. Escuchó el cierre bajar lentamente y el sonido se escuchó sobre sus pesadas respiraciones. Harry tembló al sentir el aire rozar sobre la caliente piel de la parte inferior de su cuerpo mientras sus pantalones eras removidos. Los dedos de Severus tocaron y juguetearon con los muslos y las pantorrillas del joven mientras retiraba lentamente la ofensiva prenda.
La mirada del hombre, sin embargo, estaba centrada en el medio del joven cuerpo donde un delicioso bulto podía ser visto claramente a través de los interiores que vestía. Se lamió los secos labios, mientras la humedad literalmente abandonaba su boca con un fuerte sonido. ÉL deseaba eso. Lo deseaba ahora. Sin embargo, se calmó mientras sus manos alcanzaban la ropa interior. Había prometido que se tomarían su tiempo para explorarse y aprenderse sus cuerpos.
Así que se inclinó y cubrió el cuerpo de Harry con el propio, forzándolo a caer aplastado contra la cama.
-Quiero tomarte completamente en mi boca justo ahora y tratarte como un cono de helado de vainilla en un brillante y caluroso día- murmuró en su oído mientras Harry se derretía ante la imagen.
-Yo también lo quiero, por favor.
Severus suspiró.
-En un momento. Todavía tenemos que terminar la exploración. Todavía tengo que aprender los contornos y el gusto de tus muslos, pantorrillas y tus deliciosos dedos.
Harry gimió una vez más ante el pensamiento de Severus venerando su cuerpo, atormentándolo pulgada a pulgada. Nunca imaginó con cuanta ansiedad deseaba ser dominado por este hombre. Amaba tener el peso de Severus cubriéndolo y quería sentir cada pulgada de ellos juntos.
Harry colocó su talón arriba del borde de la cama, acuñando su pierna entre los muslos de Severus y empujando a ambos hacia la cabecera de la cama. Severus gimió al sentir el muslo de Harry libre entre los propios. Sentía que la sangre corría más rápido hacia abajo, haciendo que su roca se endureciera y pulsara.
-No me estás ayudando, Harry- las manos de Severus se enroscaron en el cabello del joven, mientras su lengua suplicaba entrar nuevamente en la acogedora boca del chico. Ambos gimieron de placer mientras sus lenguas se enroscaban y combatían una contra la otra. Harry se arqueó hacia Severus y, repetidamente, empujó la parte baja de su cuerpo hacia el otro. Al hombre le encantó esto y frotó su pelvis contra la de su amante en respuesta. Las manos del chico aferraron el culo de Severus, empujando para acercarse más, mientras secretamente lo maldecía por no haberse quitado los jeans antes de caer sobre él.
-¡Jeans.....fuera....ahora!- ordenó Harry entre jadeos-. Quiero sentirte contra mí. Todo tú. Hasta la última pulgada.
Severus rió entre dientes y Harry sintió el rumor en lo más profundo de él y gimió. Atacó el cuello del ex-profesor y succionó con fuerza. Quería comérselo. Sabía tan bien.
-Detente o no durare mucho tiempo- las palabras de Severus fueron forzadas a salir por entre los dientes apretados, mientras la parte inferior de su cuerpo se tensaba. La sensación de succión era demasiado, ya que no sólo la sentía en el cuello, sino también en la ingle.
Liberó su agarre del pelo de Harry y se levantó, alejándose del otro cuerpo. El joven gimió ante la pérdida, pero sabía que regresaría tan pronto como hubiera resuelto el asunto de los jeans
Harry observaba con sus ocultos ojos mientras Severus se quitaba lentamente los jeans. Por la velocidad a la que estaba actuando, sabía que el otro hombre lo estaba incitando. Su erección pulsó varias veces ante la vista, mientras las piernas comenzaban a ser visibles. El cabello oscuro que las cubría parecía sedoso y él deseaba correr sus manos arriba y abajo por ellos, hasta que las puntas de sus dedos hormiguearon con la sobrecarga de sensaciones.
Quería que uno de los muslos de Severus se acurrucara entre los propios y frotara su erección, una y otra vez. Podía imaginar el suave cabello moviéndose contra él igual a miles de pequeños dedos, con el único propósito de brindarle placer. Sus caderas se sacudieron ante la imagen. Severus continuó tomándose su tiempo, pero sus ojos nunca abandonaron a Harry. Observó como Harry bajaba su mano lentamente por su pecho, pellizcando sus pezones aquí y allí, corriendo un dedo alrededor de su ombligo, antes de introducirse en sus interiores y enroscar sus dedos en torno a la erección, al tiempo que gemía y suplicaba:
-Te estás tomando demasiado tiempo. Te necesito ya. A Severus no le gustó no poder ver lo que hacía la mano de Harry, pero su mente y cuerpo sabían que su erección pulsaba dentro de sus calzoncillos. Sus jeans estaban caídos al nivel de sus tobillos, así que los sacó de una vez por todas. Se deshizo rápidamente de ellos y voló de regreso a Harry. Tomó sus pantalones , los saco del todo y los lanzó por encima del hombro. Todavía observaba la mano del Gryffindor sobre su erección, como sus dedos tocaban la punta. Lamió sus labios nuevamente.
-¡Al diablo con mis buenas intenciones y la lentitud- gruñó y empujó la mano de Harry fuera de su camino. Se inclinó y saboreó el sabor único que era Harry. No era un gusto adquirido. Era un gusto que amó desde el principio.
A partir de ese punto, no hubo vuelta atrás para ninguno de los dos, y se amaron apasionada y salvajemente. Entregaron completamente sus corazones, cuerpos y almas en la experiencia y se sintieron las explosiones oscilar a través de cada partícula de su ser. Uniéndolos ahora y por siempre
Continuará........
Bueno, hasta aquí por hoy. Esta historia termina en el próximo capítulo, aunque tenemos una sorpresita, pero no se lo diremos hasta la próxima semana porque somos muuuu malas jeje.
L@s invitamos a visitar nuestra nueva traducción, It was the Flu y visiten nuestro grupo en estos días pues estamos comenzando a subir un Severus/Harr NC 17, que no podríamos subir por aquí (al día siguiente nos echarían) Besos.
Gala Snape: ¿Qué te pareció el capítulo? Estrenaron cama, sabanas y.......Besitos y hasta el viernes.
Azalea: Vaya estreno, ¿cierto?. Aunque hay que ver la resistencia de Harry, irse a comprar sábanas. Después de tanta espera, nos late que Sevie lo hubiera hecho hasta en el piso. Besos
Chiquinkira: Tú y tu socia son un caso jeje. Esperamos que sigas diciendo SI, SI. Besos
Lathir: ¿Qué te pareció el estreno? ¿Cumplió tus expectativas? Un millón de gracias por hacernos propaganda en tu excelente historia (chic@s, lean Janis Joplin y el amor inesperado, está buenísima). Y cuida bien al novio, mira que los chicos buenos no abundan(aunque los malos son más divertidos, juas, juas) Besotes.
Velia: Pues se decantó por el asunto de las serpientes y Sevie ya insinuó que lo iba a acompañar cuando pudiera así que asunto arreglado (además, que los magos con eso de los polvos flu y las apariciones no tienen problemas). Las hormonas traicionaron a ambos y la sesión de compras será antes de la fiesta, en el próximo capítulo. Besos
Little My: Sliver es un encanto, la verdad. Y Harry es resistente (y Sevie a regañadientes), no sólo atendieron a los de la mudanza, sino que fueron a comprar sábanas ¡Como para matarlo jeje! Nos vemos en el final. Besos
Marla: Esperamos que este también te gustara, ya nos contarás. Besos.
Ana Rickman: Parece que este par de ingratos se olvidaron de la pobre serpientita, ¿o será que a ti te ha tocado dormir con ella? Y no te quejarás, hasta te compraron sábanas y todo. Besos y cuídate
Luzy Snape: Si, es Sliver y como verás en este capítulo subió la temperatura aún más. Ojalá y te haya gustado este capítulo tanto como a nosotras. Besos y hasta la próxima.
Maggie: Pues ahora la temperatura subió mucho más (esperamos que el babeo no jeje). Ojalá y te haya gustado el capítulo. Besos.
