SE BUSCA: HOMBRE MAYOR Y SOLTERO PARA COMPAÑERO DE CUARTO.
Autora: Goldenpaw
Traductoras: Alima21
Advertencia : SLASH
Capítulo 14: Un Chucho, Algunas Ropas y Una Cálida Fiesta Casera
La mañana siguiente a su primera noche deliciosamente hedonística, la pasaron en una borrosa somnolencia. Después de numerosas veces de apasionada unión, tanto lentas como rápidas, en la cama y fuera de ella.....sí, de hecho lo habían hecho en la ducha....estaban placenteramente drenados y letárgicos.
Harry despertó antes que Severus, alrededor del mediodía, cuando su estómago emitió un enorme gruñido, aunque detestaba abandonar el cálido nido que él y su amante habían creado. Se recostó de lado y observó a Severus dormir plácidamente. Sabía que si no fuera porque la vida necesitaba ser atendida, podría y se hubiera quedado en esa cama por siempre.
Mientras observaba al hombre maduro acostado ahí, dormido, se dio cuenta que había unas cuantas cosas de él que Severus desconocía. Una de las más grandes, era el secreto que ocultaba a casi todo el mundo: era un animago. Ahora un animago totalmente registrado, pues ya había llenado el documento y lo había introducido en el Ministerio cuando había ido a solicitar su licencia de Aparición. Sonrió, mientras se le ocurrió jugarle a Severus un pequeño truco que rememoraba a los de los gemelos.
Necesitaba saber que clase de sentido del humor tenía el otro hombre, y ahora era un momento tan bueno como cualquiera para averiguarlo. Se alejó un tanto y se transformó a su forma de animago, un scottish terrier. Harry, conocido como MacQuire, o Mac en su versión corta, por los Profesores McGonagall y Dumbledore, era completamente negro y de naturaleza pendenciera. Una vez completada la transformación, colocó dos diminutas patas en el pecho de Severus y comenzó a lamer el rostro del hombre.
Severus lo palmoteó entre sueños, pero no hizo ningún otro intento por despertarse. Mac, el juguetón Terrier, trató una vez más, lamiendo ahora su pecho. Severus murmuró:
-Ahora no, Harry. Demasiado cansado.
Mac rió ante eso, pero sonó como un pequeño ladrido. Esto captó la atención del otro hombre, quien abrió un ojo con curiosidad. Mac ladró y lamió la cara de Severus una vez más.
Severus refunfuñó.
*Aparentemente, Sev no es una persona mañanera* pensó el joven mago. *O quizás no es amante de los animales. Hmmm*
Mac se sentó, ahora su cuerpo descansaba completamente sobre el pecho de Severus. Era un perro verdaderamente pequeño y ligero. Colocó su cabeza sobre sus patas y al mago mayor le pareció completamente adorable. Mac gimió patéticamente intentando ganar algo del afecto y amor que tanto necesitaba.
Severus abrió el otro ojo y miró al perro de cerca.
*Es bastante lindo para ser un perro. Me pregunto si Harry lo traería como sorpresa. Quizás una mascota para que me haga compañía cuando salga de viaje a cazar serpientes*
Levantó una mano y acarició el sedoso pelaje negro detrás de la oreja. Mac empujó su cabeza contra la mano para mostrar que estaba disfrutando su atención y dejó de gemir.
-Bien, pequeño compañero, ¿cuál es tu nombre?- preguntó Severus y busco algún tipo de collar sin encontrar ninguno-. Me preguntó dónde fue Harry y por qué te dejó aquí sin ninguna explicación.
Se sentó y abrazó al perro contra él y continuó frotando su lomo, de la cabeza a la cola. Mac lamió a Severus hasta donde podía alcanzar.
-¿Harry?- llamó Severus, preguntándose si habría ido al baño-. ¿Harry?- repitió nuevamente al no obtener respuesta. Sintiéndose frustrado y extremadamente perezoso, llamó a Dobby.
-¿Si, Amo Snape, señor? ¿Quería habla con Dobby, señor?- preguntó el elfo.
-Sí, Dobby. ¿Has visto a Harry esta mañana?
-No, señor. Dobby no ha visto al Amo Potter desde ayer. ¿Quiere el Amo Snape que Dobby busque al Amo Potter?
-No, Dobby, está bien. Regresa a hacer lo que sea que estabas haciendo- Severus bajó la vista al perro en sus brazos después que Dobby partió
-¿De dónde viniste? ¿Eres un regalo de Harry?- le preguntó al perro, sabiendo que no podía esperar una respuesta.
El perro sacudió la cabeza denegando, pero Severus lo interpretó como un movimiento normal del animal.
Se hundió nuevamente en las almohadas y exhaló. Esperaría uno minutos más antes de lanzar un hechizo localizador.
Mac, cansado de esperar que Severus lo descubriera, creció y salió de los brazos de Severus. Éste miró al perro y estaba a punto de hablar, cuando Mac se convirtió en Harry.
Severus jadeó sorprendido.
-¡Harry! ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Harry rió entre dientes y besó a su atónito amado.
-La Profesora McGonagall me entreno justo antes de la guerra. Lo usaron para convertirme en espía. El Profesor Dumbledore pensó que era mejor que nadie supiera. Ni siquiera Hermione y Ron manejan esta información.
Severus se sentó en silencio entendiéndolo todo y sonrió.
-Así que eres un pequeño terrier. Y yo que siempre pensé que serías algo más majestuoso, algo así como un león- Severus lanzó una risita.
-No, sólo un pequeño terrier llamado MacQuire. Mac- se inclinó sobre el pecho de su pareja y frotó la nariz contra su amado cuello.
-Mac. Te sienta, o debería decir, le sienta a.....¡por todos los cielos, eres un chucho!- exclamó Severus.
Harry rió ante la ironía.
-¡Si, soy un chucho! Pero ahora soy tu chucho. ¿Todavía me amas?
Severus guardó silencio por un momento, esperando dar a Harry un pequeño susto por la broma que acababa de jugarle. Harry empezó a moverse nervioso mientras miraba los ojos del hombre.
*Maldición, odio cuando hace eso*
-Sí, Harry. Todavía te amo. Sólo porque mi vida esté ahora unida a un perro, no quiere decir que mi amor por ti vaya a flaquear.
Harry soltó una risa
-Parece que no te molestaba que yo fuera una mascota. De hecho, pienso que estabas realmente prendado de mí- Harry se frotó contra Severus con intención-. De hecho, creo que, incluso ahora, estás bastante prendado de mí.
-OH, LO ESTOY. De hecho, estoy muy prendado de ti. Y hablando de perros, ¿qué te parece hacer el amor al estilo perrito.
Harry ladró y mordisqueó el cuello de Severus en aceptación. El hombre se rió profundamente, con un ronco sonido, y ambos se perdieron el uno en el otro.
...
El resto de la semana transcurrió sin mayores eventos para los dos amantes, excepto por la lluvia del miércoles por la tarde. Harry, después de mucho suplicar, y mendigar, e incluso sobornar, finalmente había convencido a Severus para que lo acompañara a comprar nuevas ropas muggle y mágicas. El soborno, por supuesto, había sido la carnada. Harry había ofrecido darle un masaje a cuerpo entero luego de concluir su expedición de compras y Severus no pudo rechazar la oferta.
Así que Harry y Severus viajaron con polvos floo hasta el Caldero Chorreante y de ahí a la tienda de túnicas de Madame Malkin, para ordenar varias túnicas nuevas de diario en un práctico color negro con impresiones en rojo y un juego de túnicas de estilo formal, en verde bosque con adornos dorados. Además, para esos fríos inviernos, ordenó una gruesa y pesada capa en tono verde azulado que caía hasta el piso. Madame Malkin prometió enviarle todo para que estuviera listo el viernes por la tarde.
De ahí, se detuvieron en Flourish and Blott para comprar un nuevo libro de pociones para Severus y una enciclopedia de Serpientes y sus Usos para Harry. Se dirigieron a Gringott, donde el chico cambió sus galeones por libras y partieron hacia el Londres Muggle.
A Harry no le importaba demasiado la calidad y adornos en su ropa muggle, siempre y cuando le sirvieran y luciera medio decente. Así que en compañía de Severus, tomaron un taxi para recorrer la vía hasta Marks y Spencer, una de las pocas cadenas de tiendas que Harry conocía de cuando vivía con los Dursley. No era de igual calidad que Harrods, pero serviría. Se dirigieron directamente al departamento de ropa de caballeros y apenas habían caminado unos pasos en su interior, cuando Harry reconoció a su tía Petunia y su primo Dudley a no más de seis pies de distancia. Se detuvo completamente, haciendo que Severus se precipitara sobre él.
Su pequeña conmoción hizo que tía Petunia y Dudley se giraran y los miraran. Harry gimió y enterró la cara entre las manos. *No puedo creer mi mala suerte. ¿Por qué tendrían que estar aquí ahora?* Suspiró, irguió la cabeza y arrastró a Severus tras él mientras se acercaba a su familia. *Mejor termino con esto y le doy a los Dursley algo en que pensar*
Se paro a unos pies de su tía y giró brevemente la cabeza para mirar a Severus, quien fruncía el ceño y se preguntaba qué estaba ocurriendo. Harry le lanzó una breve sonrisa antes de girarse y dirigirse a su tía.
-Hola, tía Petunia. Encantado de verlos a ti y a Dudley de nuevo. ¿Cómo está tío Vernon?- preguntó Harry con cortesía y cordialidad mientras apretaba los dientes.
Antes que su tía pudiera hablar, su primo había abierto su gran y grasosa boca.
-Pero si es el monstruo y su monstruoso amigo.
Harry aferró fuertemente la mano de Severus cuando sintió que el otro mago daba un paso hacia delante.
Harry se dio la vuelta y miró a su primo.
-Vaya, hola, Duddikins. Gusto de verte sin tus guardaespaldas vagando por los alrededores. ¿Terminaste con tus asuntos?
-Por supuesto que sí. Me gradué entre los diez puestos más altos de mi clase. Lo hice. Este verano me contrataron en la compañía de mi papá para vender taladros. Estamos aquí para comprar trajes nuevos. ¿Y qué haces aquí, monstruo?
-Bueno, pensé que era hora de reemplazar tus ropas de segunda mano, naturalmente. No puedo ir por el mundo mágico luciendo como un pobre patán, ¿verdad?
Tía Petunia siseó en desacuerdo ante la mención de la magia.
-¡No hables de eso aquí, muchacho!
-Para ser honesto, tía Petunia, ya soy un mago adulto. Puedo hacer lo que me plazca, decir lo que me plazca. Y he empezado a hacer precisamente eso; tengo mi propia casa, mi propio sirviente y, por supuesto, ahora tengo mi propio amor.
Aquí, Harry se giró y dio un rápido beso en los confiados labios de Severus. Éste se lo devolvió y alzó una ceja con gesto interrogante, mientras ambos escuchaban como la tía de Harry jadeaba con sorpresa y desagrado. Harry sólo sonrió como disculpa y aferró la mano de Severus suplicándole que entendiera.
Severus asintió sonriendo levemente. Podía no disfrutar de las demostraciones públicas de afecto, pero si Harry quería y necesitaba colocar a su familia en su lugar, él le ayudaría. Deslizó su mano y acarició con cuidado la mejilla del chico, dejando que el amor que sentía por el joven brillara en sus ojos. Harry nunca había sentido tanta gratitud hacia el otro hombre, que puso a un lado sus propios escrúpulos, y lo puso a él en primer lugar. Quería violar a Severus justo ahí y al diablo el mundo y quienquiera que estuviera en él. Su mundo en ese momento consistía únicamente en Severus.
Desafortunadamente, las palabras "¡Bien, yo nunca!" se interpusieron entre ellos y Harry suspiró. Apretó con gentileza la mano de Severus una vez más y se inclinó para acariciarlo antes de volverse hacia su desagradable e indeseada familia.
-No, no lo sabes y probablemente nunca lo harás- replicó.
Tía Petunia se ofendió y empujó a Dudley, alejándose, y pudieron escuchar que murmuraba:
-Nunca regresaré a esta tienda.
Harry rió disimuladamente mientras los veía alejarse. Severus palmeó su hombro y luego giró al joven hacia él.
-Okey, ¿Podrías decirme qué acaba de pasar aquí?
-Bien, como supondrás, esos dos eran mi única familia viva, sin excluir al tío Vernon, por supuesto. Ya has visto pedazos de ellos por mis recuerdos, cuando vimos las clases de Oclumancia en quinto y sexto año, estoy seguro. En todo caso, las ropas que he estado vistiendo por los últimos siete años, han sido prendas que Dudley había desechado- se encogió de hombros y continuó-. Además, era su sirviente personal durante el verano. Les cocinaba, lavaba y trabajaba en el patio, mientras ninguno de esos perezosos levantaban sus dedos para nada. Sobre Dudley y sus guardaespaldas, mientras estaba creciendo fui su pera de boxeo humana y el blanco de cualquiera travesura de que fueran capaces.
-Ya veo. ¿Y esta pequeña demostración de hoy fue para aclarar las cosas y arrojárselas al rostro?
-En gran medida. ¿Espero que no te haya molestado demasiado la demostración de afecto?- inquirió el chico suavemente. Miró alrededor y notó que estaban bastante solos , así que le dio un pequeño abrazo como disculpa, sólo en caso de que estuviera disgustado.
-Estoy bien. Sólo no me pidas que sea un enamorado paciente ante nadie por un buen rato y estaremos bien.
-Bien, ahora creo que es tiempo que vayamos a hacer algunas compras- el Gryffindor rió maliciosamente mirando a Severus, quien gimió.
Harry se probó una camisa; luego la tensó para ver si se ajustaba a los pantalones. Severus lo observaba con cierta diversión mientras el chico intentaba incomodarlo con el obvio despliegue, fallando. Severus se había colocado su máscara de indiferencia, pero internamente estaba babeando ante el delicioso cuerpo ante él. Pero esperaría hasta llegar a casa antes de tomar ese firme cuerpo en cada posición que conocía. Se rió tranquilamente.
*Sólo espera, Harry. Una vez que termine contigo, estarás demasiado cansado para pavonearte, al menos por esta noche*
...
El resto de la semana transcurrió tranquila y feliz para los ocupantes de Stone Mason Place. Dobby encontró que su trabajo con los Amos Snape y Potter no era demasiado agotador, sino más bien agradable. Mientras Harry y Severus encontraban que el tranquilo tiempo que pasaban dentro y fuera de la cama, hablando, leyendo, o simplemente estando juntos, era más maravilloso de lo que hubieran creído posible. Tenían pequeñas peleas sobre pequeñas cosas, pero en conjunto en su hogar reinaba la armonía.
Severus pasaba unas pocas horas cada día en el sótano, instalando su laboratorio de pociones con ayuda de Dobby, mientras Harry se entretenía en el jardín trasero de la casa. Afortunadamente para él, los gnomos de jardín no se habían establecido en el lugar.
Para el sábado, su hogar estaba listo para la fiesta que tendría lugar en la tarde. Dobby se había superado a si mismo, preparando diez clases diferentes de aperitivos, postres para llenar la mesa, quesos de todas partes del mundo y varios recipientes de ponche. Mientras el elfo arreglaba las mesas en el jardín, Harry y Severus habían tomado turnos para ducharse, en lugar de hacerlo juntos, y se habían vestido con cuidado. Severus terminó primero y estaba vistiendo su túnica, cuando Harry salió del baño con apenas una toalla colgando alrededor de sus caderas.
Severus se lanzó sobre él y lo atrapó con brusquedad entre sus brazos, para besuquearlo rápidamente.
-Déjame tenerte un rato así mientras puedo, antes que llegue compañía.
Sus besos eran tiernos y apasionados, pero no se permitieron perderse en el abrazo. Después de separarse, Harry se puso unas pantalones cómodos y una camisa blanca tipo Oxford, y sobre ello su nueva túnica de verano, en rojo y negro. Severus bajo las escaleras para preparar el recibimiento a posibles invitados tempraneros. Antes de que pudiera lograr estar listo, Harry pudo escuchar los primeros profesores que llegaban a través de la chimenea, seguidos de Ron y Hermione.
Los invitados no podían aparecerse en su hogar ya que ninguno lo había visitado con anterioridad, pero ahora que todas las personas más importantes de su vida iban a estar allí ese día, sabrían dónde estaba la casa y cómo se veía, y serían capaces de visualizar su destino sin problema.
Para cuando Harry bajó las escaleras, casi todos los que habían contestado a la invitación habían llegado. Harry dio la bienvenida a todos a su nuevo hogar y les dio un breve paseo por la casa.
-Subiendo las escaleras están las habitaciones, bajando el sótano, que Severus está habilitando para trabajar en sus pociones y, por supuesto, en este piso está la gran habitación familiar y la cocina. No muy grande, pero suficiente para Severus y para mí. Oh, y por supuesto, Dobby.
Dobby apareció.
-¿Alguien necesita algo? Escuché que me llamaban.
Los invitados rieron y Severus replicó:
-No, Dobby, estamos bien por ahora.
Harry animó a sus invitados a que se mezclaran, mientras acorralaba a Hermione y Ron para una rápida charla. No los había visto ni oído de ellos desde el domingo y estaba ansioso por enterarse.
-Entonces, compañero, ¿nos extrañaste?- preguntó Ron palmeándolo en la espalda.
Harry sonrió y Ron se impresionó, porque juraría que tenía la misma sonrisa de Snape.
-No en realidad, Ron. He estado.....umm......muy ocupado- Harry enrojeció y los ojos de Hermione se abrieron con sorpresa mientras temblaba.
-Harry, tú y el Profesor Snape.....quiero decir, ¿las cosas entre ustedes dos resultaron como esperabas?- preguntó Hermione mientras lo aferraba y le daba un enorme abrazo. Harry asintió en respuesta y luego se ruborizó intensamente.
Ron se vio confundido por un momento y entonces, todas las piezas del rompecabezas cayeron en su lugar finalmente.
-¡Oh! ¡Oh! Ya lo veo. Wow, Harry, te mueves rápido- Ron rió entre dientes ante la idea de Harry y el cretino grasiento de su ex-profesor siendo pareja.
-Simplemente, nunca he sido tan feliz en toda mi vida como esta semana con Severus. Por supuesto, nadie sabe nada todavía, excepto ustedes, y probablemente Dumbledore, pero ¿cuándo es que él ignora lo que está ocurriendo?
Harry los guió lejos de futuras discusiones sobre su relación con Severus y mencionó su altercado con su tía y su primo.
En otro lado de la habitación, Severus había sido arrinconado por el Director.
-Entonces, Severus, ¿cómo van las cosas entre tú y Harry, mi muchacho?- le interrogó Albus con el eternamente presente brillo en sus ojos azules.
-Bien, nos estamos ajustando muy bien. La casa es tal y como queríamos y estamos instalándonos sin problemas.
-Bien, bien. Así que dime, pues ya sabes que soy muy curioso, tú y Harry finalmente, como lo diría.........Ah, bien, seré directo. ¿Finalmente le dijiste a Harry que lo amas?- preguntó Albus llendo directo al grano.
Severus alzó una descarada ceja de 'debe estar bromeando' hacia su antiguo jefe.
-Y si lo hice, ¿por qué se lo diría, anciano entrometido?. Lo que ocurre en esta casa sólo nos interesa a Harry y a mí, a nadie más.
Observó mientras Albus soltaba una risita y el maldito centelleo de sus ojos se hacía más brillante. *ARGHHHHH* gritó el más joven en su cabeza. *Voy a morir un día, obsesionado por esos persistentes y brillantes ojos. Sé que me van a perseguir hasta la tumba y después que abandone esta vida mortal*
-Ah, ya veo. Bueno, eso me dice más de lo que había esperado de ti. Gracias, Severus, por iluminarme- palmeó al joven en el hombro y fue a mezclarse con los otros profesores. Severus gruñó con los dientes apretados en señal de frustración y silenciosamente agradeció a Harry por alejarlo de la obligación de ver diariamente a Dumbledore por el resto de su vida natural, pues sabía que si el chico no hubiera invadido su vida, continuaría trabajando en Hogwarts hasta el día de su muerte.
Giró hacia la chimenea donde las llamas emitían un claro resplandor verde y esperó la llegada de los que eran, afortunadamente, los invitados que faltaban. Segundos después, salía un tambaleante Seamus Finnigan, quien aterrizó sobre sus riñones, a los pies de Severus. El chico se levantó y luchó por retroceder cuando vio la mirada feroz que emanaba de su ex- profesor de Pociones.
-Lo siento, señor. Espero no haber causado demasiado desorden- tartamudeó Seamus mientras se levantaba y sacudía el polvo de su túnica.
-No, señor Finnigan, no produjo demasiado desorden. Afortunadamente, ya no puedo darle detenciones, o ciertamente le haría lavar todo esto- contestó con desdén a su antiguo estudiante
Seamus tragó, retrocedió a toda prisa y buscó a su viejo compañero de escuela.
-Harry, querido amigo, ¿cómo, de entre toda la gente, se te ocurrió invitar a Snape a tu fiesta?
Harry rió entre dientes y observó mientras Severus se acercaba por detrás a Seamus, para escuchar la respuesta de Harry.
-No invité a Severus a la fiesta, Seamus. Él vive aquí conmigo.
Seamus farfulló ligeramente ahogado.
-¿Qué? En que demonios estabas pensando para invitar al cretino grasiento a compartir tu casa? Después de todos estos años atormentándote, ¡y lo invitas a tu casa por tu propia voluntad!
-Yo he pensado muchas cosas, Seamus. No sé si lo habrás notado, pero él y yo nos hemos convertido en buenos amigos en estas últimas semanas, mientras me estaba preparando para los EXTASIs, y recientemente esta amistad se ha vuelto más estrecha.
Harry observó como Severus levantaba una ceja interrogante, preguntándose qué estaba haciendo su pareja y por qué estaba haciendo tan público algo que él no estaba inclinado a compartir con el resto.
-¿Y que más podría ser él para ti, Harry?
-Pues, Seamus, él es mi amante.
Todos aquellos que no estaban incluidos en la conversación lo miraron atónitos, mientras el joven mago irlandés caía como muerto, aterrizando una vez más a los pies de Severus Snape.
Harry lo observó y sonrió avergonzado, mientras detectaba un pequeño brillo de satisfacción en los ojos de su amado. La vida ciertamente iba a ser divertida y entretenida para ellos.....y pensar que esto era apenas el comienzo.
FIN
Bueno magos y brujas, como ya anunciamos, aquí termina este fic. Queremos agradecer a todos los que nos acompañaron y apoyaron con esta historia. Además, queremos mandarle un besote muy especial a Ana Rickman, quien nos dedicó un capítulo de su genial historia, SOLEDAD y nos emocionó. Y ya que lo mencionamos ¡¡Actualiza pronto, plisssss!!
Bueno, resulta que a nosotras nos quedó ganas de saber más de la vida de estos dos ¿a ustedes no? ¿A que si? Pues la sorpresa que les comentamos es que el relato tiene secuela. Así que si les gustó esta historia, les esperamos el viernes en You, Me and What!.
Les recordamos My Man Friday, el fic NC 17 cuya traducción estamos publicando en nuestro grupo. Besitos.
Maggie: ¿Sigues acalorada? Jeje. Pero es que después de hacernos esperar tanto nos lo debían, ¿no crees? Esperamos que te haya gustado el capítulo final y nos vemos el viernes si es que puedes emerger de la baba. Besos.
Ana Rickman: Pues el fic acaba, pero la historia no. Lo que pasa es que somos muy malas (ya lo habíamos dicho, ¿verdad?) y quisimos hacerlas sufrir un poquito. Así que nos vemos en la secuela y nos cuentas como lograste convencer a Dobby que aceptara una Ama adicional por el mismo sueldo jeje. Besotes.
Gala Snape: Vaya, por lo que vemos tú vas directo al grano; pero no hija, que la espera aumenta el deseo y si no lo crees, mira lo que pasó. Y no termina, hay secuelaaaaa, así que te esperamos por allá. Besos.
Luzy Snape: Que bueno que te haya gustado el capítulo, esperamos que esté final también y ya sabes, hay secuela, así que te esperamos. Besos.
Lanthir: ¿Te tirabas a los dos? ¡Vaya, que efusiva, jeje! Pues ya sabes la sorpresa, ¡la historia continúa! Así que tendremos un ratito más de esta pareja. Que bueno que ya estés en el grupo, si te animas lee la traducción NC 17 que está muy bien (aunque lee la advertencia inicial del segundo capítulo, pues no nos hacemos responsables, jeje). Besotes
Azalea: JAJAJA, si, la magia es buena para hacer la cama, aunque luego hayan usado otro tipo de varitas. Y por lo de las prisas, tienes razón ¿A quién le importa? Por cierto, si todavía tienes problemas para unirte al grupo, escríbenos a Alima212003@yahoo.es y Maria te envía una invitación ¿vale?. Besitos.
marla: Pues claro que continuaremos con historias de esta pareja, nos gusta mucho (Ali se muere por los Harry/Sevie). Y no creas, cada vez hay más personas a las que le está gustando esta pareja. Por cierto, por lo que dijiste en Escapology, ¿cómo nos van a aburrir tus mensajes? Si no hay nada tan gratificante para nosotras como ver sus reviews cada semana. Besos.
Kaco: Cariño, hasta que a fin te volvemos a ver, te extrañábamos mucho. Que pena que no te puedas conectar a internet desde casa, pero no te preocupes que pronto recuperarás tu conexión. Gracias por todos los ánimos que siempre nos das. Besotes.
S-chan: Pues ya está terminado, pero tiene una secuela. Te invitamos a seguir leyendo sobre esta parejita. Besos.
May Potter: Este es en respuesta al review de Escapology. Que bueno que te haya gustado el fic, tienes razón, es impresionante, y gracias por tus palabras sobre nuestra traducción, la hacemos con mucho cariño. Besos.
Sailor Earth: Que bueno verte por aquí. Gracias por tus lindas palabras sobre la traducción y nosotras también esperamos poder seguir haciendo esto que nos gusta tanto por mucho tiempo, así como esperamos poder seguir leyendo tus historias por un tiempo igual. Besotes.
Autora: Goldenpaw
Traductoras: Alima21
Advertencia : SLASH
Capítulo 14: Un Chucho, Algunas Ropas y Una Cálida Fiesta Casera
La mañana siguiente a su primera noche deliciosamente hedonística, la pasaron en una borrosa somnolencia. Después de numerosas veces de apasionada unión, tanto lentas como rápidas, en la cama y fuera de ella.....sí, de hecho lo habían hecho en la ducha....estaban placenteramente drenados y letárgicos.
Harry despertó antes que Severus, alrededor del mediodía, cuando su estómago emitió un enorme gruñido, aunque detestaba abandonar el cálido nido que él y su amante habían creado. Se recostó de lado y observó a Severus dormir plácidamente. Sabía que si no fuera porque la vida necesitaba ser atendida, podría y se hubiera quedado en esa cama por siempre.
Mientras observaba al hombre maduro acostado ahí, dormido, se dio cuenta que había unas cuantas cosas de él que Severus desconocía. Una de las más grandes, era el secreto que ocultaba a casi todo el mundo: era un animago. Ahora un animago totalmente registrado, pues ya había llenado el documento y lo había introducido en el Ministerio cuando había ido a solicitar su licencia de Aparición. Sonrió, mientras se le ocurrió jugarle a Severus un pequeño truco que rememoraba a los de los gemelos.
Necesitaba saber que clase de sentido del humor tenía el otro hombre, y ahora era un momento tan bueno como cualquiera para averiguarlo. Se alejó un tanto y se transformó a su forma de animago, un scottish terrier. Harry, conocido como MacQuire, o Mac en su versión corta, por los Profesores McGonagall y Dumbledore, era completamente negro y de naturaleza pendenciera. Una vez completada la transformación, colocó dos diminutas patas en el pecho de Severus y comenzó a lamer el rostro del hombre.
Severus lo palmoteó entre sueños, pero no hizo ningún otro intento por despertarse. Mac, el juguetón Terrier, trató una vez más, lamiendo ahora su pecho. Severus murmuró:
-Ahora no, Harry. Demasiado cansado.
Mac rió ante eso, pero sonó como un pequeño ladrido. Esto captó la atención del otro hombre, quien abrió un ojo con curiosidad. Mac ladró y lamió la cara de Severus una vez más.
Severus refunfuñó.
*Aparentemente, Sev no es una persona mañanera* pensó el joven mago. *O quizás no es amante de los animales. Hmmm*
Mac se sentó, ahora su cuerpo descansaba completamente sobre el pecho de Severus. Era un perro verdaderamente pequeño y ligero. Colocó su cabeza sobre sus patas y al mago mayor le pareció completamente adorable. Mac gimió patéticamente intentando ganar algo del afecto y amor que tanto necesitaba.
Severus abrió el otro ojo y miró al perro de cerca.
*Es bastante lindo para ser un perro. Me pregunto si Harry lo traería como sorpresa. Quizás una mascota para que me haga compañía cuando salga de viaje a cazar serpientes*
Levantó una mano y acarició el sedoso pelaje negro detrás de la oreja. Mac empujó su cabeza contra la mano para mostrar que estaba disfrutando su atención y dejó de gemir.
-Bien, pequeño compañero, ¿cuál es tu nombre?- preguntó Severus y busco algún tipo de collar sin encontrar ninguno-. Me preguntó dónde fue Harry y por qué te dejó aquí sin ninguna explicación.
Se sentó y abrazó al perro contra él y continuó frotando su lomo, de la cabeza a la cola. Mac lamió a Severus hasta donde podía alcanzar.
-¿Harry?- llamó Severus, preguntándose si habría ido al baño-. ¿Harry?- repitió nuevamente al no obtener respuesta. Sintiéndose frustrado y extremadamente perezoso, llamó a Dobby.
-¿Si, Amo Snape, señor? ¿Quería habla con Dobby, señor?- preguntó el elfo.
-Sí, Dobby. ¿Has visto a Harry esta mañana?
-No, señor. Dobby no ha visto al Amo Potter desde ayer. ¿Quiere el Amo Snape que Dobby busque al Amo Potter?
-No, Dobby, está bien. Regresa a hacer lo que sea que estabas haciendo- Severus bajó la vista al perro en sus brazos después que Dobby partió
-¿De dónde viniste? ¿Eres un regalo de Harry?- le preguntó al perro, sabiendo que no podía esperar una respuesta.
El perro sacudió la cabeza denegando, pero Severus lo interpretó como un movimiento normal del animal.
Se hundió nuevamente en las almohadas y exhaló. Esperaría uno minutos más antes de lanzar un hechizo localizador.
Mac, cansado de esperar que Severus lo descubriera, creció y salió de los brazos de Severus. Éste miró al perro y estaba a punto de hablar, cuando Mac se convirtió en Harry.
Severus jadeó sorprendido.
-¡Harry! ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Harry rió entre dientes y besó a su atónito amado.
-La Profesora McGonagall me entreno justo antes de la guerra. Lo usaron para convertirme en espía. El Profesor Dumbledore pensó que era mejor que nadie supiera. Ni siquiera Hermione y Ron manejan esta información.
Severus se sentó en silencio entendiéndolo todo y sonrió.
-Así que eres un pequeño terrier. Y yo que siempre pensé que serías algo más majestuoso, algo así como un león- Severus lanzó una risita.
-No, sólo un pequeño terrier llamado MacQuire. Mac- se inclinó sobre el pecho de su pareja y frotó la nariz contra su amado cuello.
-Mac. Te sienta, o debería decir, le sienta a.....¡por todos los cielos, eres un chucho!- exclamó Severus.
Harry rió ante la ironía.
-¡Si, soy un chucho! Pero ahora soy tu chucho. ¿Todavía me amas?
Severus guardó silencio por un momento, esperando dar a Harry un pequeño susto por la broma que acababa de jugarle. Harry empezó a moverse nervioso mientras miraba los ojos del hombre.
*Maldición, odio cuando hace eso*
-Sí, Harry. Todavía te amo. Sólo porque mi vida esté ahora unida a un perro, no quiere decir que mi amor por ti vaya a flaquear.
Harry soltó una risa
-Parece que no te molestaba que yo fuera una mascota. De hecho, pienso que estabas realmente prendado de mí- Harry se frotó contra Severus con intención-. De hecho, creo que, incluso ahora, estás bastante prendado de mí.
-OH, LO ESTOY. De hecho, estoy muy prendado de ti. Y hablando de perros, ¿qué te parece hacer el amor al estilo perrito.
Harry ladró y mordisqueó el cuello de Severus en aceptación. El hombre se rió profundamente, con un ronco sonido, y ambos se perdieron el uno en el otro.
...
El resto de la semana transcurrió sin mayores eventos para los dos amantes, excepto por la lluvia del miércoles por la tarde. Harry, después de mucho suplicar, y mendigar, e incluso sobornar, finalmente había convencido a Severus para que lo acompañara a comprar nuevas ropas muggle y mágicas. El soborno, por supuesto, había sido la carnada. Harry había ofrecido darle un masaje a cuerpo entero luego de concluir su expedición de compras y Severus no pudo rechazar la oferta.
Así que Harry y Severus viajaron con polvos floo hasta el Caldero Chorreante y de ahí a la tienda de túnicas de Madame Malkin, para ordenar varias túnicas nuevas de diario en un práctico color negro con impresiones en rojo y un juego de túnicas de estilo formal, en verde bosque con adornos dorados. Además, para esos fríos inviernos, ordenó una gruesa y pesada capa en tono verde azulado que caía hasta el piso. Madame Malkin prometió enviarle todo para que estuviera listo el viernes por la tarde.
De ahí, se detuvieron en Flourish and Blott para comprar un nuevo libro de pociones para Severus y una enciclopedia de Serpientes y sus Usos para Harry. Se dirigieron a Gringott, donde el chico cambió sus galeones por libras y partieron hacia el Londres Muggle.
A Harry no le importaba demasiado la calidad y adornos en su ropa muggle, siempre y cuando le sirvieran y luciera medio decente. Así que en compañía de Severus, tomaron un taxi para recorrer la vía hasta Marks y Spencer, una de las pocas cadenas de tiendas que Harry conocía de cuando vivía con los Dursley. No era de igual calidad que Harrods, pero serviría. Se dirigieron directamente al departamento de ropa de caballeros y apenas habían caminado unos pasos en su interior, cuando Harry reconoció a su tía Petunia y su primo Dudley a no más de seis pies de distancia. Se detuvo completamente, haciendo que Severus se precipitara sobre él.
Su pequeña conmoción hizo que tía Petunia y Dudley se giraran y los miraran. Harry gimió y enterró la cara entre las manos. *No puedo creer mi mala suerte. ¿Por qué tendrían que estar aquí ahora?* Suspiró, irguió la cabeza y arrastró a Severus tras él mientras se acercaba a su familia. *Mejor termino con esto y le doy a los Dursley algo en que pensar*
Se paro a unos pies de su tía y giró brevemente la cabeza para mirar a Severus, quien fruncía el ceño y se preguntaba qué estaba ocurriendo. Harry le lanzó una breve sonrisa antes de girarse y dirigirse a su tía.
-Hola, tía Petunia. Encantado de verlos a ti y a Dudley de nuevo. ¿Cómo está tío Vernon?- preguntó Harry con cortesía y cordialidad mientras apretaba los dientes.
Antes que su tía pudiera hablar, su primo había abierto su gran y grasosa boca.
-Pero si es el monstruo y su monstruoso amigo.
Harry aferró fuertemente la mano de Severus cuando sintió que el otro mago daba un paso hacia delante.
Harry se dio la vuelta y miró a su primo.
-Vaya, hola, Duddikins. Gusto de verte sin tus guardaespaldas vagando por los alrededores. ¿Terminaste con tus asuntos?
-Por supuesto que sí. Me gradué entre los diez puestos más altos de mi clase. Lo hice. Este verano me contrataron en la compañía de mi papá para vender taladros. Estamos aquí para comprar trajes nuevos. ¿Y qué haces aquí, monstruo?
-Bueno, pensé que era hora de reemplazar tus ropas de segunda mano, naturalmente. No puedo ir por el mundo mágico luciendo como un pobre patán, ¿verdad?
Tía Petunia siseó en desacuerdo ante la mención de la magia.
-¡No hables de eso aquí, muchacho!
-Para ser honesto, tía Petunia, ya soy un mago adulto. Puedo hacer lo que me plazca, decir lo que me plazca. Y he empezado a hacer precisamente eso; tengo mi propia casa, mi propio sirviente y, por supuesto, ahora tengo mi propio amor.
Aquí, Harry se giró y dio un rápido beso en los confiados labios de Severus. Éste se lo devolvió y alzó una ceja con gesto interrogante, mientras ambos escuchaban como la tía de Harry jadeaba con sorpresa y desagrado. Harry sólo sonrió como disculpa y aferró la mano de Severus suplicándole que entendiera.
Severus asintió sonriendo levemente. Podía no disfrutar de las demostraciones públicas de afecto, pero si Harry quería y necesitaba colocar a su familia en su lugar, él le ayudaría. Deslizó su mano y acarició con cuidado la mejilla del chico, dejando que el amor que sentía por el joven brillara en sus ojos. Harry nunca había sentido tanta gratitud hacia el otro hombre, que puso a un lado sus propios escrúpulos, y lo puso a él en primer lugar. Quería violar a Severus justo ahí y al diablo el mundo y quienquiera que estuviera en él. Su mundo en ese momento consistía únicamente en Severus.
Desafortunadamente, las palabras "¡Bien, yo nunca!" se interpusieron entre ellos y Harry suspiró. Apretó con gentileza la mano de Severus una vez más y se inclinó para acariciarlo antes de volverse hacia su desagradable e indeseada familia.
-No, no lo sabes y probablemente nunca lo harás- replicó.
Tía Petunia se ofendió y empujó a Dudley, alejándose, y pudieron escuchar que murmuraba:
-Nunca regresaré a esta tienda.
Harry rió disimuladamente mientras los veía alejarse. Severus palmeó su hombro y luego giró al joven hacia él.
-Okey, ¿Podrías decirme qué acaba de pasar aquí?
-Bien, como supondrás, esos dos eran mi única familia viva, sin excluir al tío Vernon, por supuesto. Ya has visto pedazos de ellos por mis recuerdos, cuando vimos las clases de Oclumancia en quinto y sexto año, estoy seguro. En todo caso, las ropas que he estado vistiendo por los últimos siete años, han sido prendas que Dudley había desechado- se encogió de hombros y continuó-. Además, era su sirviente personal durante el verano. Les cocinaba, lavaba y trabajaba en el patio, mientras ninguno de esos perezosos levantaban sus dedos para nada. Sobre Dudley y sus guardaespaldas, mientras estaba creciendo fui su pera de boxeo humana y el blanco de cualquiera travesura de que fueran capaces.
-Ya veo. ¿Y esta pequeña demostración de hoy fue para aclarar las cosas y arrojárselas al rostro?
-En gran medida. ¿Espero que no te haya molestado demasiado la demostración de afecto?- inquirió el chico suavemente. Miró alrededor y notó que estaban bastante solos , así que le dio un pequeño abrazo como disculpa, sólo en caso de que estuviera disgustado.
-Estoy bien. Sólo no me pidas que sea un enamorado paciente ante nadie por un buen rato y estaremos bien.
-Bien, ahora creo que es tiempo que vayamos a hacer algunas compras- el Gryffindor rió maliciosamente mirando a Severus, quien gimió.
Harry se probó una camisa; luego la tensó para ver si se ajustaba a los pantalones. Severus lo observaba con cierta diversión mientras el chico intentaba incomodarlo con el obvio despliegue, fallando. Severus se había colocado su máscara de indiferencia, pero internamente estaba babeando ante el delicioso cuerpo ante él. Pero esperaría hasta llegar a casa antes de tomar ese firme cuerpo en cada posición que conocía. Se rió tranquilamente.
*Sólo espera, Harry. Una vez que termine contigo, estarás demasiado cansado para pavonearte, al menos por esta noche*
...
El resto de la semana transcurrió tranquila y feliz para los ocupantes de Stone Mason Place. Dobby encontró que su trabajo con los Amos Snape y Potter no era demasiado agotador, sino más bien agradable. Mientras Harry y Severus encontraban que el tranquilo tiempo que pasaban dentro y fuera de la cama, hablando, leyendo, o simplemente estando juntos, era más maravilloso de lo que hubieran creído posible. Tenían pequeñas peleas sobre pequeñas cosas, pero en conjunto en su hogar reinaba la armonía.
Severus pasaba unas pocas horas cada día en el sótano, instalando su laboratorio de pociones con ayuda de Dobby, mientras Harry se entretenía en el jardín trasero de la casa. Afortunadamente para él, los gnomos de jardín no se habían establecido en el lugar.
Para el sábado, su hogar estaba listo para la fiesta que tendría lugar en la tarde. Dobby se había superado a si mismo, preparando diez clases diferentes de aperitivos, postres para llenar la mesa, quesos de todas partes del mundo y varios recipientes de ponche. Mientras el elfo arreglaba las mesas en el jardín, Harry y Severus habían tomado turnos para ducharse, en lugar de hacerlo juntos, y se habían vestido con cuidado. Severus terminó primero y estaba vistiendo su túnica, cuando Harry salió del baño con apenas una toalla colgando alrededor de sus caderas.
Severus se lanzó sobre él y lo atrapó con brusquedad entre sus brazos, para besuquearlo rápidamente.
-Déjame tenerte un rato así mientras puedo, antes que llegue compañía.
Sus besos eran tiernos y apasionados, pero no se permitieron perderse en el abrazo. Después de separarse, Harry se puso unas pantalones cómodos y una camisa blanca tipo Oxford, y sobre ello su nueva túnica de verano, en rojo y negro. Severus bajo las escaleras para preparar el recibimiento a posibles invitados tempraneros. Antes de que pudiera lograr estar listo, Harry pudo escuchar los primeros profesores que llegaban a través de la chimenea, seguidos de Ron y Hermione.
Los invitados no podían aparecerse en su hogar ya que ninguno lo había visitado con anterioridad, pero ahora que todas las personas más importantes de su vida iban a estar allí ese día, sabrían dónde estaba la casa y cómo se veía, y serían capaces de visualizar su destino sin problema.
Para cuando Harry bajó las escaleras, casi todos los que habían contestado a la invitación habían llegado. Harry dio la bienvenida a todos a su nuevo hogar y les dio un breve paseo por la casa.
-Subiendo las escaleras están las habitaciones, bajando el sótano, que Severus está habilitando para trabajar en sus pociones y, por supuesto, en este piso está la gran habitación familiar y la cocina. No muy grande, pero suficiente para Severus y para mí. Oh, y por supuesto, Dobby.
Dobby apareció.
-¿Alguien necesita algo? Escuché que me llamaban.
Los invitados rieron y Severus replicó:
-No, Dobby, estamos bien por ahora.
Harry animó a sus invitados a que se mezclaran, mientras acorralaba a Hermione y Ron para una rápida charla. No los había visto ni oído de ellos desde el domingo y estaba ansioso por enterarse.
-Entonces, compañero, ¿nos extrañaste?- preguntó Ron palmeándolo en la espalda.
Harry sonrió y Ron se impresionó, porque juraría que tenía la misma sonrisa de Snape.
-No en realidad, Ron. He estado.....umm......muy ocupado- Harry enrojeció y los ojos de Hermione se abrieron con sorpresa mientras temblaba.
-Harry, tú y el Profesor Snape.....quiero decir, ¿las cosas entre ustedes dos resultaron como esperabas?- preguntó Hermione mientras lo aferraba y le daba un enorme abrazo. Harry asintió en respuesta y luego se ruborizó intensamente.
Ron se vio confundido por un momento y entonces, todas las piezas del rompecabezas cayeron en su lugar finalmente.
-¡Oh! ¡Oh! Ya lo veo. Wow, Harry, te mueves rápido- Ron rió entre dientes ante la idea de Harry y el cretino grasiento de su ex-profesor siendo pareja.
-Simplemente, nunca he sido tan feliz en toda mi vida como esta semana con Severus. Por supuesto, nadie sabe nada todavía, excepto ustedes, y probablemente Dumbledore, pero ¿cuándo es que él ignora lo que está ocurriendo?
Harry los guió lejos de futuras discusiones sobre su relación con Severus y mencionó su altercado con su tía y su primo.
En otro lado de la habitación, Severus había sido arrinconado por el Director.
-Entonces, Severus, ¿cómo van las cosas entre tú y Harry, mi muchacho?- le interrogó Albus con el eternamente presente brillo en sus ojos azules.
-Bien, nos estamos ajustando muy bien. La casa es tal y como queríamos y estamos instalándonos sin problemas.
-Bien, bien. Así que dime, pues ya sabes que soy muy curioso, tú y Harry finalmente, como lo diría.........Ah, bien, seré directo. ¿Finalmente le dijiste a Harry que lo amas?- preguntó Albus llendo directo al grano.
Severus alzó una descarada ceja de 'debe estar bromeando' hacia su antiguo jefe.
-Y si lo hice, ¿por qué se lo diría, anciano entrometido?. Lo que ocurre en esta casa sólo nos interesa a Harry y a mí, a nadie más.
Observó mientras Albus soltaba una risita y el maldito centelleo de sus ojos se hacía más brillante. *ARGHHHHH* gritó el más joven en su cabeza. *Voy a morir un día, obsesionado por esos persistentes y brillantes ojos. Sé que me van a perseguir hasta la tumba y después que abandone esta vida mortal*
-Ah, ya veo. Bueno, eso me dice más de lo que había esperado de ti. Gracias, Severus, por iluminarme- palmeó al joven en el hombro y fue a mezclarse con los otros profesores. Severus gruñó con los dientes apretados en señal de frustración y silenciosamente agradeció a Harry por alejarlo de la obligación de ver diariamente a Dumbledore por el resto de su vida natural, pues sabía que si el chico no hubiera invadido su vida, continuaría trabajando en Hogwarts hasta el día de su muerte.
Giró hacia la chimenea donde las llamas emitían un claro resplandor verde y esperó la llegada de los que eran, afortunadamente, los invitados que faltaban. Segundos después, salía un tambaleante Seamus Finnigan, quien aterrizó sobre sus riñones, a los pies de Severus. El chico se levantó y luchó por retroceder cuando vio la mirada feroz que emanaba de su ex- profesor de Pociones.
-Lo siento, señor. Espero no haber causado demasiado desorden- tartamudeó Seamus mientras se levantaba y sacudía el polvo de su túnica.
-No, señor Finnigan, no produjo demasiado desorden. Afortunadamente, ya no puedo darle detenciones, o ciertamente le haría lavar todo esto- contestó con desdén a su antiguo estudiante
Seamus tragó, retrocedió a toda prisa y buscó a su viejo compañero de escuela.
-Harry, querido amigo, ¿cómo, de entre toda la gente, se te ocurrió invitar a Snape a tu fiesta?
Harry rió entre dientes y observó mientras Severus se acercaba por detrás a Seamus, para escuchar la respuesta de Harry.
-No invité a Severus a la fiesta, Seamus. Él vive aquí conmigo.
Seamus farfulló ligeramente ahogado.
-¿Qué? En que demonios estabas pensando para invitar al cretino grasiento a compartir tu casa? Después de todos estos años atormentándote, ¡y lo invitas a tu casa por tu propia voluntad!
-Yo he pensado muchas cosas, Seamus. No sé si lo habrás notado, pero él y yo nos hemos convertido en buenos amigos en estas últimas semanas, mientras me estaba preparando para los EXTASIs, y recientemente esta amistad se ha vuelto más estrecha.
Harry observó como Severus levantaba una ceja interrogante, preguntándose qué estaba haciendo su pareja y por qué estaba haciendo tan público algo que él no estaba inclinado a compartir con el resto.
-¿Y que más podría ser él para ti, Harry?
-Pues, Seamus, él es mi amante.
Todos aquellos que no estaban incluidos en la conversación lo miraron atónitos, mientras el joven mago irlandés caía como muerto, aterrizando una vez más a los pies de Severus Snape.
Harry lo observó y sonrió avergonzado, mientras detectaba un pequeño brillo de satisfacción en los ojos de su amado. La vida ciertamente iba a ser divertida y entretenida para ellos.....y pensar que esto era apenas el comienzo.
FIN
Bueno magos y brujas, como ya anunciamos, aquí termina este fic. Queremos agradecer a todos los que nos acompañaron y apoyaron con esta historia. Además, queremos mandarle un besote muy especial a Ana Rickman, quien nos dedicó un capítulo de su genial historia, SOLEDAD y nos emocionó. Y ya que lo mencionamos ¡¡Actualiza pronto, plisssss!!
Bueno, resulta que a nosotras nos quedó ganas de saber más de la vida de estos dos ¿a ustedes no? ¿A que si? Pues la sorpresa que les comentamos es que el relato tiene secuela. Así que si les gustó esta historia, les esperamos el viernes en You, Me and What!.
Les recordamos My Man Friday, el fic NC 17 cuya traducción estamos publicando en nuestro grupo. Besitos.
Maggie: ¿Sigues acalorada? Jeje. Pero es que después de hacernos esperar tanto nos lo debían, ¿no crees? Esperamos que te haya gustado el capítulo final y nos vemos el viernes si es que puedes emerger de la baba. Besos.
Ana Rickman: Pues el fic acaba, pero la historia no. Lo que pasa es que somos muy malas (ya lo habíamos dicho, ¿verdad?) y quisimos hacerlas sufrir un poquito. Así que nos vemos en la secuela y nos cuentas como lograste convencer a Dobby que aceptara una Ama adicional por el mismo sueldo jeje. Besotes.
Gala Snape: Vaya, por lo que vemos tú vas directo al grano; pero no hija, que la espera aumenta el deseo y si no lo crees, mira lo que pasó. Y no termina, hay secuelaaaaa, así que te esperamos por allá. Besos.
Luzy Snape: Que bueno que te haya gustado el capítulo, esperamos que esté final también y ya sabes, hay secuela, así que te esperamos. Besos.
Lanthir: ¿Te tirabas a los dos? ¡Vaya, que efusiva, jeje! Pues ya sabes la sorpresa, ¡la historia continúa! Así que tendremos un ratito más de esta pareja. Que bueno que ya estés en el grupo, si te animas lee la traducción NC 17 que está muy bien (aunque lee la advertencia inicial del segundo capítulo, pues no nos hacemos responsables, jeje). Besotes
Azalea: JAJAJA, si, la magia es buena para hacer la cama, aunque luego hayan usado otro tipo de varitas. Y por lo de las prisas, tienes razón ¿A quién le importa? Por cierto, si todavía tienes problemas para unirte al grupo, escríbenos a Alima212003@yahoo.es y Maria te envía una invitación ¿vale?. Besitos.
marla: Pues claro que continuaremos con historias de esta pareja, nos gusta mucho (Ali se muere por los Harry/Sevie). Y no creas, cada vez hay más personas a las que le está gustando esta pareja. Por cierto, por lo que dijiste en Escapology, ¿cómo nos van a aburrir tus mensajes? Si no hay nada tan gratificante para nosotras como ver sus reviews cada semana. Besos.
Kaco: Cariño, hasta que a fin te volvemos a ver, te extrañábamos mucho. Que pena que no te puedas conectar a internet desde casa, pero no te preocupes que pronto recuperarás tu conexión. Gracias por todos los ánimos que siempre nos das. Besotes.
S-chan: Pues ya está terminado, pero tiene una secuela. Te invitamos a seguir leyendo sobre esta parejita. Besos.
May Potter: Este es en respuesta al review de Escapology. Que bueno que te haya gustado el fic, tienes razón, es impresionante, y gracias por tus palabras sobre nuestra traducción, la hacemos con mucho cariño. Besos.
Sailor Earth: Que bueno verte por aquí. Gracias por tus lindas palabras sobre la traducción y nosotras también esperamos poder seguir haciendo esto que nos gusta tanto por mucho tiempo, así como esperamos poder seguir leyendo tus historias por un tiempo igual. Besotes.
